Gótico radiante
El gótico radiante (rayonnant en francés) es la denominación historiográfica de una de las fases del arte gótico, acuñada específicamente para la arquitectura gótica en Francia, y coincidente en gran medida con el reinado de Luis IX (1226-1270).Uno de los primeros edificios que sentaron los patrones de este estilo fue la catedral de Beauvais, que pretendía una altura de las bóvedas tan imponente (48 metros) que no fue igualada en ningún otro edificio gótico. La Sainte-Chapelle, en París, concebida como una especie de relicario de cristal, constituye el paradigma perfecto del estilo radiante.En el interior de estos edificios la luz se convierte en el elemento predominante, y en función de ella y su significado simbólico y espiritual se conciben el resto de elementos arquitectónicos. Se intenta liberar los muros de su función sustentante para colocar vidrieras más grandes y muy decoradas. Puede ser mediante rosetones radiales (de ahí el nombre) o de vanos de mayor tamaño que antes, que se decoran con vidrieras, sobre todo de color azul oscuro y rojo. Los edificios tienden también a ganar en altura y verticalidad.En cuanto al diseño y elementos decorativos, el gótico radiante se distingue por presentar una mayor estilización; los ventanales y portadas son más estrechos y su apuntamiento mayor que en el primer gótico, y las decoraciones se complican a la vez que se hacen menudas y menos naturalistas. Aparecen elementos predominantemente abstractos, a modo de tracerías o filigranas, invadiendo espacios vacíos de los muros. En general, se busca un efecto de ligereza y riqueza, superando la austeridad y cierta pesadez de la etapa precedente.La teoría evolutiva de los estilos artísticos ha denominado este estilo como gótico manierista, al representar el estadio intermedio entre el anterior gótico clásico (o primer gótico) y el posterior gótico barroco (o tardío —gótico florido, gótico flamígero—).