Batalla de Munda
La Batalla de Munda (17 de marzo de 45 a. C.) fue una victoria de los ejércitos de Julio César sobre los pompeyanos al mando de Tito Labieno y los hijos del difunto Pompeyo el Grande, Cneo y Sexto, en las llanuras cercanas a la antigua colonia romana inmune de Munda, así como la última batalla de la Segunda Guerra Civil Romana.Se trató de la más peligrosa y difícil de las batallas de César, según Apiano «se dice que César manifestó que siempre había luchado por la victoria, pero que en esta ocasión también había tenido que luchar por su vida». El dictador presentó batalla en un terreno desfavorable en grado sumo, al tener que atravesar un torrente y subir a la elevada colina donde se había fortificado Pompeyo el Joven. Sin embargo, la ferocidad con la que combatió la Legio X Equestris (futura Gemina) evitó que los cesarianos fueran rodeados y permitió que desplegaran su caballería. Tito Labieno trasladó entonces sus tropas para interceptarlos, pero el movimiento fue interpretado por el resto de los pompeyanos como el inicio de la retirada, lo que precipitó el desastre. Después de esta sangrienta victoria y la muerte de los líderes de la factio pompeyana, Tito Labieno, Publio Accio Varo y Cneo Pompeyo, César pudo regresar a Roma y ser investido con la dictadura perpetua.Su posterior asesinato, menos de un año después de la batalla, inició el proceso que pondría en marcha la Tercera Guerra Civil y llevaría a su sobrino-nieto Cayo Julio César Octaviano a convertirse en el princeps, el primer emperador romano.