Hexaclorofeno
El hexaclorofeno es una sustancia bactericida y fungicida tóxica. Usado antiguamente para el tratamiento tópico de la piel. Sus efectos neurotóxicos se observaron en los años 70, cuando se bañaba a los recién nacidos para evitar infecciones. Se absorbe por la piel y produce edema intramielínico seguido de desmialinización (sobre todo en intoxicaciones severas). La hinchazón del cerebro produce un aumento de la presión intracraneal y también afecta a los fotoreceptores de la retina. Los síntomas son debilidad generalizada, confusión, convulsiones, y en intoxicaciones severas, coma y muerte.