Real Colegio de Doncellas Nobles
El Colegio de Doncellas Nobles de Toledo (España) fue fundado en el año 1551 por el arzobispo de Toledo y cardenal Juan Martínez Silíceo. Sigue ocupando el emplazamiento original de una de las casas, que para tal fin fueron adquiridas a Diego Hurtado de Mendoza y de la Cerda, príncipe Mélito. En el siglo XVII el edificio sufrió restauraciones, y a finales del XVIII se realizaron nuevas obras, costeadas por el cardenal Lorenzana y dirigidas por Ventura Rodríguez, quien respetó las características originales de la construcción del siglo XVI: una estructura organizada en torno a un patio adintelado con columnas de granito, dos salones alargados, situados en los lados opuestos del patio, y unas amplias escaleras de paso al piso superior. Cuando el Colegio necesitó ampliar su construcción, siendo entonces su director Luis Fernández de Lara, se pensó en un solar próximo propiedad del Colegio, donde existían dos antiguas viviendas. Comunicado con el edificio existente y en dicho solar se construye, entre 1900 y 1903, un edificio diseñado por el arquitecto Santiago Castellanos.