Cefeo
Cefeo (Κεφεύς; Cepheus), en la mitología griega, era hijo de Belo y Anquínoe y padre de Andrómeda y esposo de Casiopea. Juntos gobernaban sobre los cefenos, pueblo que a veces se situaba en Etiopía, a veces a orillas del río Éufrates y a veces en Jopa, en Palestina. Los tres personajes forman parte central del mito de Perseo y Andrómeda. Como el resto de los personajes principales de esta historia Cefeo da su nombre a una constelación del hemisferio boreal. Cefeo era el hijo de Belo, rey de Egipto, quien a su vez era hijo de Poseidón. A su muerte el trono pasó a manos de Perses, hijo de Perseo y Andrómeda.Por la vanidad de la reina Casiopea, que había dicho que era más bella que las Nereidas, Poseidón envió contra el reino una inundación y al monstruo marino Ceto. El oráculo de Amón vaticinó que las desgracias cesarían cuando se ofreciera a su hija, Andrómeda, como alimento para el monstruo. Cefeo encadenó a Andrómeda a una roca pero antes de que la aparición del monstruo apareció Perseo, que mató al monstruo y liberó a Andrómeda.En Mesopotamia, esta constelación era identificada con el rey de la ciudad-estado de Babilonia, al que se tenía por hijo terrenal de Bel, el Baal del Antiguo Testamento, llamado Enlil en la tradición sumeria. Esta última identidad nos aporta una clave para entender e interpretar el mito astral de Cefeo. Los babilonios dividieron los cielos en ""tres caminos"", que se repartieron las divinidades cósmicas Ea, Enlil y Anu. Enlil vigilaba el camino inferior, formado por las estrellas circumpolares del norte, entre las que se halla Cefeo.Algunas veces se ha presentado a este rey como una figura rígida y autoritaria, sentada a horcajadas sobre el polo celestial, haciendo honor a su descendencia del linaje del dios celeste Enlil. El poeta latino Marco Manilio (siglo I d. C.) ofrece, como tantas veces en su tratado de mitología (Astronómicon o Astronómica), una detallada interpretación astrológica de Cefeo, en la que se describe a este rey como un personaje engreído que disfrutaba de su halo de poder.El tratamiento que comúnmente recibe en la mitología griega es el de una persona de carácter débil, sometida a los deseos de su esposa. El poeta Arato (siglo III a. C.) nos ofrece la descripción más clásica del rey como «uno con las dos manos extendidas», sin duda una actitud de súplica hacia los dioses por los desastres con que el dios Poseidón azota sus tierras para castigar el orgullo de la reina Casiopea.