Fuente secundaria
Las fuentes secundarias tambien se les conoce como informaciones secundarias son textos basados en hechos reales. Una fuente secundaria contrasta con una primaria, que es una forma de información que puede ser considerada como un vestigio de su tiempo. Una fuente secundaria es normalmente un comentario o análisis de una fuente primaria. Por ejemplo, el diario del General Ulysses S. Grant es una fuente primaria porque fue escrito en su tiempo y puede ser tenido en cuenta como fuente original de información «en bruto» (lo que no dice nada sobre su veracidad o completitud). Un libro que trata sobre Grant, y recurre al diario, generalmente sería considerado una fuente secundaria. En historiografía, sin embargo, incluso este libro podría ser considerado una fuente primaria: si otro autor está dedicándose a estudiar sobre las diversas historias escritas sobre Grant, puede estar usando como vestigio la que fue originalmente concebida como fuente secundaria.Una fuente primaria es precisa y una fuente secundaria es como un comentario de la fuente primaria. Las fuentes secundarias están sujetas a revisión de pares, están bien documentadas y están normalmente producidas a través de instituciones donde la precisión metodológica es importante para el prestigio del autor. Una fuente primaria como una entrada en un dietario puede ser, en el mejor caso, sólo reflejo de los eventos vistos por una sola persona, lo que no necesariamente es verdadero, preciso o completo. Los historiadores someten a ambos tipos de fuentes a un alto nivel de escrutinio. Como regla general, sin embargo, los historiadores modernos prefieren recurrir directamente a las fuentes primarias, si están disponibles, o bien buscar nuevas. Estas fuentes, sean o no precisas, ofrecen información nueva dentro de la investigación histórica y la historia moderna gira en torno al uso continuo de archivos con el propósito de encontrar fuentes primarias útiles. Un trabajo en historia no será tomado en serio si sólo cita fuentes secundarias, pues no significa que se haya emprendido una investigación original.La validez de este tipo de fuentes radica en el hecho de que estas son obtenidas por fuentes fidedignas, instituciones públicas y algunos especialistas en los temas, antes de concretarse como fuentes secundarias; es verdad que fueron fuentes de tipo primario, sin embargo al ser aceptadas por la sociedad se convirtieron en fuentes de información verídicas y aceptadas, e incluso, ser consideradas como parte de nuestra historia. Estas por lo general llevan el nombre de la institución o autor que realizó este estudio. Este tipo de fuentes son muy importantes para la creación de proyectos, ya que con ellas se puede evitar la redundancia de información, y tener más claro hacia donde debemos de enfocar los nuevos estudios, es decir las fuentes primarias.En el lenguaje de metodología de investigación en ciencias sociales, una fuente primaria es aquella que ofrece datos extraídos por el propio investigador, mientras que una fuente se denomina ""secundaria"" porque:""No ha sido producida por el mismo investigador y con una finalidad que no tiene por qué ser coinciedente con los objetivos de su investigación [...] Pero igual que la investigación primaria, la secundaria puede quedar restringida al análisis de los datos disponibles y no por ello carecer de relevancia. El término ""secundaria"" no implica nada sobre la importancia de la investigación; sólo que se asienta en datos no generados por el propio investigador. Como señala Stewart (1984:13), quizás es desafortunado que el término ""secundario"" se haya utilizado para referirse a datos existentes""(D'Ancona, 2012:157).Utilizar fuentes secundarias no es indicador de la validez de una investigación; todo depende de la pericia del investigador para seleccionar las fuentes. Algunos criterios señalados por los metodólogos para seleccionar fuentes secundarioas son: carácter público o privado de la institución; especialización, experiencia y credibilidad de la institución; forma de financiación de la fuente; periodicidad de la publicación o registro; profesionalización de los investigadores (Callejo y Viedma, 2005:13-15).