Problema del infierno
El Problema del Infierno es un argumento contra la existencia de Dios basado en un dilema ético que básicamente, dice que el infierno es un castigo extremo e injusto, y que es imposible que un dios bondadoso y misericordioso lo permita. Los defensores de esta teoría dicen que tampoco hay necesidad de que los tormentos sean tan crueles y desproporcionados. El ""Problema del Infierno"" como problema ético, está dirigido a todas las religiones que creen en un infierno, y donde este, es excesivamente cruel y sádico (tortura, dolor, fuego eterno, pena eterna) y son, por tanto, incompatibles con los conceptos como la justicia, la misericordia, y la bondad absoluta de Dios (nadie lo suficientemente cruel como para ejercer tales castigos puede tener las cualidades atribuidas a Dios). El problema del infierno gira en torno a cuatro puntos fundamentales: Dios existe, envía a las personas para allá, busca castigarlos por su desobediencia (todo pecado es desobediencia), no hay cómo escapar.Los defensores de esta tesis suponen que cualquier dios capaz de condenar a sus hijos a la tortura no posee las cualidades de un padre, y que además, denota actitudes inhumanas como sadismo, crueldad, ferocidad, saña, perversión, revanchismo, falta de compasión, etc. Por lo tanto, ""no se puede ser un padre amoroso y un sádico sediento de sangre al mismo tiempo"".Por tanto, así como la cizaña se recoge y se quema en el fuego, de la misma manera será en el fin del mundo. El Hijo del Hombre enviará a sus ángeles, y recogerán de su reino a todos los que son piedra de tropiezo y a los que hacen iniquidad; y los echarán en el horno de fuego; allí será el llanto y el crujir de dientes. Y al siervo inútil, echadlo en las tinieblas de afuera; allí será el llanto y el crujir de dientes.