El feminismo de la igualdad es una tendencia escindida del feminismo radical en los años 70 que pretende conseguir la igualdad entre los dos sexos. Las feministas de esta tendencia desarrollan su actividad e influencia principalmente a través de un trabajo institucional orientado al objetivo de que las mujeres obtengan igual acceso al poder político que los hombres. El feminismo de la igualdad al contrario de la tendencia opuesta del feminismo de la diferencia pone el acento en que las concepciones de lo femenino y lo masculino son constructos que obedecen a un tipo particular de roles sociales, los roles de género y no a diferencias esenciales o inmanentes entre los sexos. Sus adherentes no renuncian al concepto de «sujeto femenino» (como sujeto construido y sometido) ni tampoco al concepto de «igualdad universalista» construido desde los parámetros del patriarcado, pero ponen siempre el énfasis central en el objetivo de la igualdad.