Iqtá
El iqtá era una institución del mundo musulmán que consistía en la concesión, a largo plazo o perpetua, de los ingresos de una determinada propiedad, a cambio de los servicios prestados. El iqtadar, por lo general un jefe militar, era el titular de la cesión, y era el encargado de mantener los sistemas de regadío, defender el territorio y recaudar impuestos, pero, a diferencia de lo que ocurría en los señoríos y feudos, no tenía autoridad sobre los habitantes. El cedente era el Estado, que podía revocar la donación en cualquier momento.El usufructuario de un iqtá podía venderlo o legarlo a sus hijos. El sistema creó una sociedad de pequeños terratenientes, en la que la inexistencia del derecho de primogenitura impidió la formación de grandes señoríos.