Retropropulsión espacial eléctrica
Un sistema eléctrico de retropropulsión espacial usa energía eléctrica para cambiar la velocidad de una nave espacial. La mayoría de estos sistemas de retropropulsión espacial utilizan campos electromagnéticos para expulsar propelente (masa de reacción) a alta rapidez. Las cuerdas electrodinámicas, otro ejemplo de propulsión eléctrica, interactúan con el campo magnético de un planeta. Típicamente, los propulsores eléctricos ofrecen una mayor duración de empuje por unidad de masa de propelente que los cohetes químicos. Cuando se comparan con cohetes químicos, los sistemas de retropropulsión espacial eléctrica tienen un empuje menor debido a limitaciones en cuanto a la cantidad de energía eléctrica de la que disponen; pero, la propulsión eléctrica puede proveer con un pequeño empuje por un mayor período de tiempo. Satélites rusos han usado retropropulsión eléctrica por varias décadas. El uso de este tipo de sistema de propulsión en satélites occidentales (los cuales lo usan para mantener sus posiciones orbitales norte-sur o para levantar sus orbitas) es más reciente.