Abas de Argos
Abante o Abas de Argos es, en la mitología griega, el duodécimo rey de Argos, que reinó en aquella ciudad durante once años, a partir del 1510 a. C.[cita requerida], hijo de Linceo e Hipermnestra, padre de Acrisio y de Preto y el bisabuelo de Perseo, que dio nombre al pueblo de los abantes.Contrajo matrimonio con una hija de Martineo (un personaje poco conocido) llamada Áglae, en ocasiones citada como Aglaye, o como Aglaya. El matrimonio tuvo una hija, Idómene y dos varones, hijos de un parto gemelar, llamados Acrisio y Preto. De estos dos hermanos dicen los autores clásicos que fueron duros enemigos durante toda su vida; y su propia madre contaba que, ya durante el embarazo, los sentía con frecuencia peleándose en su vientre. Quizá con esta apreciación los clásicos quisieron hacernos ver que su lucha era una continuación de la que mantuvieron sus antepasados: su bisabuelo Dánao (padre de las cincuenta danaides) y su bisabuelo Egipto, también padre de cincuenta hijos, aunque éstos eran todos varones.Abante edificó la ciudad de Abas, de la que deriva el patronímico Abántidas que se daba a sus descendientes, entre los que destacaron el citado ya Acrisio, Perseo y Esténelo. A las descendientes de Abante se las cita como Abántides, y entre ellas destacaron Dánae y Juturna, (que también aparece en los textos castellanos como Iuturna, o Yuturna).Poseía un escudo maravilloso que tenía la virtud de aterrorizar y paralizar al enemigo, el cual había pertenecido a su abuelo Dánao y estaba suspendido en el Hereo de Argos, por lo que los vencedores en los juegos Hereos recibían en premio un escudo hecho según este modelo.Virgilio, en su Eneida, libro III aprovecha esta leyenda para lisonjear a César. Supone que Eneas ha suspendido el escudo de Abas a la entrada del templo de Apolo, en Accio, dando a entender que Augusto, su descendiente y devoto de Apolo, había vencido con la protección del dios y de su piadoso antecesor.