Pátina (cobre)
La pátina (del lat. «patĭna», plato, por el barniz de que están revestidos los platos antiguos), es la capa de sales de cobre que se produce sobre la superficie de dicho metal tras el proceso de la corrosión del cobre como un proceso espontáneo, que tiene lugar debido a la tendencia que tienen todos los metales de regresar a su estado original en la naturaleza, es decir, a la forma de minerales de los cuales fueron extraídos por el hombre mediante procesos físicos como la aplicación de calor, para ser luego refinados en metales puros, que también fueron aleados con otros de forma artificial, como en el caso del bronce, que es una aleación de cobre y estaño y a menudo contiene otros componentes como plomo o zinc.El bronce y el cobre se degradan lentamente, combinándose nuevamente con elementos del medio ambiente para volver a su estado natural. El resultado con el tiempo será una capa de sales de cobre sobre la superficie del metal, llamada pátina. El estaño es relativamente inerte y es estable en aleación con el cobre, no se separará como puede ocurrir con la plata y el cobre.En función de las sales de cobre que se formen, esta pátina puede ser estable (la beneficiosa) y la inestable y destructiva llamada enfermedad o cáncer del bronce.