Anio
En la mitología griega, Anio era hijo de Apolo y una descendiente de Dioniso llamada Reo. Anio fue soberano de Delos. Apolo le concedió el don de la profecía. Con Doripe, Anio tuvo a las Enotropeas: Elais (olivo), a Eno (vino) y a Espermo (semilla). Dioniso había concedido a estas tres doncellas la facultad de producir todo el aceite, el vino y el trigo que quisieran. Por esta razón durante la guerra de Troya, los griegos acudieron a ellas para avituallar a su ejército. Las llamadas viñadoras fueron por su propia voluntad, pero después cansadas decidieron huir. Mientras los griegos las perseguían, pidieron ayuda a Dioniso, y él las transformó en palomas.