Recintos parroquiales de Bretaña
Un recinto parroquial es en sentido estricto una iglesia rodeada de un espacio (denominado placître) consagrado o no como cementerio, delimitado por un muro. Los recintos parroquiales son característicos de la arquitectura religiosa rural de la Baja Bretaña y datan en su mayoría de los siglos XVI y XVII. Se explican por la prosperidad económica de Bretaña, ligada al comercio del lino y del cáñamo durante esta época. Su desarrollo se debe también al impulso de las ferias relacionadas con los grandes acontecimientos de la vida litúrgica, el contexto de la Contrarreforma así como a la importancia del culto a los santos locales y a los muertos, testigos del sincretismo bretón.