Gran hombre es el término usado en Antropología para referirse a aquellos individuos que poseen una especial influencia dentro de sus tribus pero que no tienen capacidad para imponer su voluntad. El gran hombre no tiene una autoridad formal otorgada por la tribu (obtenida gracias a sus posesiones materiales o por derechos de herencia) sino que consigue mantener su posición gracias a su capacidad de persuasión y a su sabiduría. Tiene un amplio grupo de seguidores que pertenecen tanto a su clan como a otros clanes y a todos ellos les proporciona protección y asistencia económica. A cambio, utiliza sus apoyos para incrementar su propio rango. Este concepto se relaciona sobre todo con comunidades isleñas de Melanesia y Polinesia (aunque también de América o África) y ha sido utilizado en Prehistoria para definir el liderazgo de las sociedades segmentarias.