Mysterium Cosmographicum
Mysterium Cosmographicum, (traducción literal de latín El Misterio Cosmográfico, traducido alternativamente como Misterio Cósmico, El Secreto del Mundo o alguna otra variación) es un libro de astronomía escrito por el astrónomo alemán Johannes Kepler, publicado en Tübingen en el 1596 y la segunda edición en el 1621. El título completo del libro es: Precursor de los ensayos cosmológicos, los cuales contienen el secreto del universo; acerca de la proporción maravillosa de las esferas celestes, y acerca de las verdaderas y particulares causas del número, magnitud, y movimientos periódicos de los cielos; establecidos por medio de los cinco sólidos geométricos regulares (Latín: Prodromus dissertationum cosmographicarum, continens mysterium cosmographicum, de admirabili proportione orbium coelestium, de que causis coelorum numeri, magnitudinis, motuumque periodicorum genuinis & proprijs, demonstratum, per quinque regularia corpora geometrica). Kepler propuso que la relación entre las distancias de los seis planetas conocidos en su tiempo podía entenderse en términos de los cinco sólidos platónicos, encerrados dentro de una esfera que representaba la órbita de Saturno.El libro explica la teoría cosmológica de Kepler, basado en el sistema copérnico, en el cual los cinco poliedros pitagóricos regulares dictan la estructura del universo y reflejan el plan de Dios por medio de la geometría.De acuerdo a la narración de Kepler en este libro, el conocimiento de la relación entre la distancia de los planetas fue descubierto accidentalmente mientras él demostraba el cálculo de la razón entre un círculo y otro círculo que es creado rotando un círculo inscrito. Fue así que él notó que había descubierto que esta era la misma relación entre las órbitas de Saturno y Júpiter. Él escribió, “Por un mero accidente, casualmente me acerqué más al estado actual del asunto. Pensé que fue por intervención divina que había obtenido fortuitamente lo que nunca pude obtener por medio de cualquier esfuerzo.” Pero después de completar cálculos adicionales, comprendió que no podía utilizar polígonos de dos dimensiones para representar a todos los planetas, pero que en vez él tenía que usar los cinco sólidos platónicos.