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EL ULTIMO ZAR DE LA DINASTIA DE LOS ROMANOV
Nicolás II de Rusia
Nicolás II
Zar y Autócrata de Todas las Rusias
Fotografía de Nicolás II a la edad de 30 años en San Petersburgo (1898).
Reinado
1 de noviembre de 1894-15 de marzo de 1917
Coronación
26 de mayo de 1896
Nombre real
Nikolai Aleksandrovich Romanov
Otros títulos
Orden de San Andrés,Orden de San Jorge, Orden
de San Vladimiro, Orden de San Alejandro
Nevsky,Orden del Águila Blanca,Orden de Santa
Ana, Orden de San Estanislao, Orden de la
Jarretera, Real Orden Victoriana, Orden del
Baño,Orden del Toisón de Oro,Orden de la
Santísima Anunciación, Orden de los Santos
Mauricio y Lázaro,Orden de la Corona de Italia.
Nacimiento
18 de mayo de 1868
Tsárskoye Seló, San Petersburgo,
Fallecimiento
17 de julio de 1918
(50 años)
Ekaterimburgo,
Rusia
Predecesor
Alejandro III de Rusia
Sucesor
Georgi Lvov
(Presidente del Gobierno Provisional Ruso)
Consorte
Alix de Hesse-Darmstadt
Descendencia
Olga
Tatiana
María
Anastasia
Alexis
Dinastía
Romanov
Padre
Alejandro III de Rusia
Madre
María Fiódorovna
Firma
Rusia
Nicolás II de Rusia (actualmente San Nicolás II de Rusia tras su canonización) (Nikolai
Aleksandrovich Romanov, en ruso Николáй Алексáндрович Ромáнов) (San Petersburgo, Rusia, 18 de
mayo de 1868 – Ekaterimburgo, Rusia, 17 de julio de 1918) fue el último zar de Rusia hasta su
abdicación en su hermano Miguel, el 15 de marzo de 1917, quien rechazó el ofrecimiento por parte del
gobierno, poniendo fin a la dinastía Romanov.
Contenido
[ocultar]

1 Juventud

2 Personalidad

3 Ascenso al trono

4 Política internacional
o
4.1 La influencia germana

5 Autocracia y procesos revolucionarios

6 Guerra con Japón

7 El Domingo sangriento

8 Las Dumas y apogeo del régimen zarista

9 Primera Guerra Mundial

10 El papel de Rasputin

11 Abdicación y prisión

12 Asesinato y desaparición del zar y su familia

13 El hallazgo de los cuerpos

14 Canonización

15 Rehabilitación

16 Ancestros

17 Referencias

18 Bibliografía

19 Enlaces externos
[editar]Juventud
Alejandro III de Rusia y su familia.
El futuro emperador Nicolás II fue educado en los rígidos cánones de la corte rusa y en un marcado
aislamiento de la agitada y convulsionada situación interna del imperio. Su infancia transcurrió en el
reinado de su abuelo Alejandro II y tras su asesinato, su padre subió al trono y él se convirtió en
heredero. Su tutor oficial fue Konstantín Pobedonóstsev, gracias al cual Nicolás aprendió las
convicciones autocráticas de su padre Alejandro III y la doctrina del origen divino del poder del zar. Fue
educado como un aristócrata, obteniendo una gran cultura y una esmerada educación y gracias a los
viajes a Inglaterra, Japón y la India efectuados durante su juventud y a su parentesco con la realeza
británica, hablaba con soltura inglés, francés —a la sazón la lengua preferida entre la belle
societé rusa— y alemán. Un hecho destacable era el notable parecido físico que guardaba con el futuro
rey Jorge V de Inglaterra. Muchas veces ambos bromeaban cambiándose sus vestimentas para imitar
sus roles respectivos. Hombre atractivo, tuvo algunos amores de juventud como la bailarina Mathilde
Kschessinska, pero se quedó prendado de una de las nietas de la reina Victoria I, la princesa Alix de
Hesse-Darmstadt, a la que llamaba Sunny y estableció con ella una relación muy romántica y duradera.
[editar]Personalidad
Nicolás II al momento de asumir el gobierno no ostentaba la fuerte personalidad de su padre, ni la
preparación mínima requerida para una Rusia convulsionada, con conflictos latentes y que ocupaba una
arista preponderante en el ámbito internacional.
Una de las causas principales fue que su padre, Alejandro III, no lo formó a tiempo para tomar el papel
de zar, en especial en el tema de las relaciones internacionales y de los asuntos internos, en efecto,
Nicolás II era hasta el momento de la prematura muerte de su padre, tratado poco menos que como un
niño. Tal es así que él mismo al momento de asumir el cargo manifestó a una persona de confianza que:
—No estoy preparado para ser zar, nunca quise serlo. No sé nada del arte de gobernar, ni siquiera sé la forma
en que debo hablar a los ministros....
El zar Nicolás II, al contrario que la personalidad enérgica de su padre, era de naturaleza abstraída en
que trataba de no vislumbrar sus ideas, inteligente, honrado y meticuloso, esencialmente tímido,
romántico e idealista y con un carácter pacífico.
Jorge V, de extraordinario parecido con Nicolás II.
Gustaba de la disciplina y vida militar, era muy creyente, trabajador y responsable en extremo y llevaba
una rutina de vida invariable. Le era difícil socializar, y a veces solía ser tachado de soberbio, sin serlo.
Su formalidad y amabilidad circunspecta era más bien una barrera para quienes le conocían y tuvo muy
pocos amigos personales. Como padre y esposo, Nicolás II era un ejemplo a seguir.
Fue muy manipulado por sus tíos y más adelante por el Káiser Guillermo II quienes se aprovecharon del
nuevo e inmaduro gobernante para sacar partido en favor de sus conveniencias.
Incapaz de enfrentarse abiertamente a sus ministros o de discrepar cara a cara con algún contrario de
opinión, prefería hacer uso de la sutil caballerosidad para darse a entender cuando algo le desagradaba.
Gustaba de las obras de teatro, del ambiente grato familiar, de la música, las marchas militares y de
navegar en el yate imperial Standart.
Si bien se puede cuestionar su personalidad como dirigente de una nación, como padre era un modelo
de excepción para su hijos y un entregado esposo para la emperatriz Alejandra.
[editar]Ascenso
al trono
Nicolás II de Rusia.
La emperatriz Alejandra Fiódorovna en 1907.
En 1894, y tras complicaciones derivadas de una nefritis, falleció su padre, Alejandro III. El 1 de
noviembre y pasado el período de luto protocolario, Nicolás fue coronado como sucesor y adoptó el
nombre de Nicolás II. De acuerdo con sus propias palabras, carecía de formación política, y lo ignoraba
todo acerca del gobierno del imperio, explicando su ingenuidad al ser coronado zar en noviembre de
1894. Incluso su propio padre dudaba de su habilidad para administrar y mantener un territorio de 23
millones de km².
La influencia de sus tíos paternos, en especial Serguéi Aleksándrovich Románov, Gran Almirante de la
Armada, tendría en ello un asidero, y las intrigas cortesanas pesarían grandemente en la acción del
nuevo zar, pues de hecho tuvo que soportar al principio manipulaciones de sus propios tíos.
Poco después de su coronación, el 26 del mismo mes, contrajo nupcias con Alix de Hesse, quien había
tomado el nombre de Alejandra Fiódorovna Románova al convertirse a la ortodoxia.
Fotografía por la Levitsky Company de la última familia imperial rusa. De izquierda a derecha: Olga, María, Nicolás
II, Alejandra Romanova, Anastasia, Alexis y Tatiana. Livadia, 1913.
Como la relación entre Nicolás y Alix era un verdadero ideal de amor y devoción mutuos, fue la
Emperatriz quien aconsejó a Nicolás desde los primeros momentos, que tomara las riendas firmes del
poder y fortaleciera su carácter bondadoso y caballeresco del que se aprovechaban a menudo sus
parientes.
De ella tendría cuatro hijas todas seguidas casi de año en año y al final, el tan anhelado heredero, un
hijo varón.
[editar]Política

Olga (1895–1918).

Tatiana (1897–1918)

María (1899–1918).

Anastasia (1901-1918).

El zarevich Alexis (1904-1918).
internacional
A instancias de sus consejeros y, sobre todo, manipulado por su primo el emperador alemán, Nicolás se
esforzó por extender su influencia en Asia, rivalizando en esta carrera con las potencias
occidentales imperialista; ordenó la intervención de Rusia en la Guerra Chino-Japonesa de 1896,
intervino en el establecimiento de la base de Port Arthur en 1898, la ocupación de Manchuria en 1900, y
convino con los británicos el reparto de Persia en esferas separadas de influencia en 1907. Asimismo,
fue uno de los principales promotores del desarme, reflejados en su papel como iniciador de
las Conferencias de la Haya de 1899 y 1907.
Los intentos por ejercer una influencia determinante en Europa Oriental y los Balcanes como cabeza de
un movimiento paneslavista, dieron lugar a múltiples conflictos y tensiones internacionales, en virtud del
alineamiento ruso con Serbia frente a los intereses del Imperio austrohúngaro; pero, tras sufrir una
primera derrota diplomática en la crisis de Bosnia (1908), las Guerras
Balcánicas de 1912 y 1913 acabaron definitivamente con el control ruso sobre lapenínsula balcánica.
Estableció excelentes relaciones con Francia, su más leal aliado, y con Alemania, gracias a su estrecho
parentesco con el emperador Guillermo II; este último fue largamente su consejero de mayor confianza
en materia internacional, aunque muy manipulador, resultaba evidente para cualquier operador político
más sagaz que el zar, que sus consejos estaban orientados a emplear la influencia rusa para controlar
los intereses de otras potencias, muchas veces en beneficio directo de Alemania y socavar la alianza
entre Francia y Rusia. A la larga, la influencia nefasta de Guillermo II iba a ser la ruina para Nicolás II.
[editar]La
influencia germana
En efecto, los consejos de Guillermo II de ir a la guerra con Japón con nefastos resultados; la oposición
durante la Gran Guerra desencadenando graves conflictos internos en el régimen de Nicolás II; el
permitir el ingreso de elementos revolucionarios desde sus fronteras al interior de Rusia con propósitos
de desestabilización; y cuando la familia Romanov estuvo prisionera, el auspiciar sus intenciones de
reinstalar el régimen zarista; más la suma de otros factores internos fueron la ruina y la completa
destrucción del zarismo.
[editar]Autocracia
y procesos revolucionarios
En política interior, Nicolás siguió la línea autocrática de sus antecesores, aunque suavizándola un poco,
pero más bien al margen de su intervención directa, su país tuvo un proceso
de industrialización acelerada que permitió a Rusia entrar en la era moderna, pero que también hizo
surgir importantes núcleos obreros en forma de sindicatos. La actividad revolucionaria clandestina, las
cuales cobraron ímpetu bajo su abuelo y su padre, seguían acelerándose durante su régimen,
culminando con la Revolución de 1905 y posteriormente la Revolución de 1917.
La iniciativa del movimiento liberal presentada al nuevo zar, de establecer una constitución que fijase las
normas del ejercicio del poder se encontró, sin embargo, con un rotundo rechazo monárquico; siguiendo
el consejo de Pobiedonostev, Nicolás se mostró severo con lo que calificó de "insensatos sueños de
participación en asuntos de administración interna". Su rigidez alienó a sectores no particularmente
comprometidos con una ideología afín a la revolución, y fue causa de que muchos se mostrasen
descontentos.
Uno de estos descontentos fue Vladímir Lenin, un abogado que provenía de la región de Simbirsk, cuyo
hermano, Aleksandr Uliánov fue ejecutado por un intento de asesinato del zar Alejandro III en 1887.
Vladímir Ilich Uliánov, más tarde Lenin, realizó actividades subversivas en San Petersburgo, fue
detenido, apresado y exiliado a Siberia. Una vez liberado, se trasladó a Ginebra y Londres para fundar
las bases del movimiento comunista.
El alimento para las corrientes revolucionarias como las que encabezarían Lenin, Trotski y otros, eran la
carencia de una política social más solidaria de parte de los gobernantes, lo que permitió que se
agravaran los grandes problemas históricos del régimen zarista: la pobreza del campesinado, la muy
desigual distribución de la tierra y el inexistente acceso a los cargos públicos. Esto iba a ser el caldo de
cultivo en los sindicatos de las industrias para los grupos revolucionarios que ya estaban en gestación.
[editar]Guerra
con Japón
Artículo principal: Guerra Ruso-japonesa.
En 1905, intentando contener el avance japonés en Manchuria, que amenazaba los puertos rusos
orientales, y por constante recomendación de Guillermo IIde Alemania, Nicolás II declaró la guerra
al Japón. Nicolás II pensó que obteniendo una fácil victoria sobre Japón no solo lograría estabilizar la
situación interna sino que lograría una mayor preponderancia internacional con el prestigio de la victoria.
Nicolás II con Guillermo II de Alemania en1905, tienen cada uno las vestimentas intercambiadas.
Mal informado, estratégica y conceptualmente, de la situación militar y naval del Japón, no aquilató su
propia situación en el frente oriental recién abierto, en especial a la incompetencia e inoperancia
absoluta de los almirantes rusos que comandaban Port Arthur y Vladivostok.
Sin declaración de guerra alguna, los japoneses asediaron y bloquearon Port Arthur y Vladivostok,
infligiendo una severa derrota a la flota rusa, parte de la cual quedó semihundida y encerrada en el
puerto. La pérdida de unidades navales superó el 70%.
El zar entonces, en un desesperado esfuerzo, movilizó a la flota del Báltico, compuesta por buques de
guerra inadecuados para navegar por alta mar, en un gran periplo único en la historia, que la llevó a dar
la vuelta a Europa y África, sosteniendo graves conflictos diplomáticos con Inglaterra (incidente de
Dogger Bank). Su aliada Francia también le dio la espalda en el transcurso del accidentado viaje y la
flota sólo fue abastecida por Alemania, para después de casi año y medio de navegación llegar
al estrecho de Tsushima, donde fue rápidamente derrotada por las fuerzas navales japonesas al mando
de Heihachiro Togo.
[editar]El
Domingo sangriento
Artículo principal: Domingo Sangriento (1905).
Después de las derrota de Tsushima, Nicolás II aceptó la mediación de EE.UU. para finalizar el conflicto.
Para ello mandó a llamar a un ex-ministro de su padre, Serguéi Witte, quien fue enviado a América del
Norte para negociar la paz con Japón. Tal fue el manejo mediático de Witte que logró sacar ventajas
aparentes de las paces que Japón deseaba imponer a Rusia y regresó convertido prácticamente en una
especie de héroe. Después de dar su informe a Nicolás II, éste lo nombró Conde.
La guardia de palacio dispara contra la masa obrera el 22 de enero de 1905(fotograma de una película de 1925).
Sin embargo, un hecho grave iba a hacer virar las tornas del destino de la dinastía Romanov: Un cura
llamado Georgi Gapón logró convocar a una masa descontenta de obreros y otras fuerzas integrantes
del pueblo, que organizaron una marcha informal para ir a entregar una serie de peticiones antiautocráticas al zar, que se dirigió al palacio de Invierno en San Petesburgo, en vez de a la Villa
de Tsárskoye Seló, 24 km al sur de San Petersburgo, donde la familia real se encontraba,
el Domingo 22 de enero de 1905.
Cuando la muchedumbre llegó a las inmediaciones del Palacio de Invierno, a eso de las 14 horas, se
encontró con que el palacio estaba resguardado por tropas de cosacos, quienes habían sido
convocados por el ministro del interior, el príncipe Sviatpolsk Mirski. Cuando llegaron a unos 100 m de la
entrada, los soldados dispararon a matar contra la masa y, luego les atacaron con la caballería,
produciendo una cifra estimada de 92 muertos. Este hecho tuvo repercusiones insospechadas, ya que
alimentó las chispas primigenias de la revolución que los mencheviques y bolcheviques deseaban que
estallara, como en efecto más adelante sucedió.
Además, era el momento para que el zar tomara una acción decisiva: o apagaba la revolución
imponiendo la dictadura, o accedía a las peticiones de los revolucionarios. Witte tuvo un papel gravitante
y decisivo en el desarrollo de los acontecimientos. Mirski fue destituido y, en su lugar, se nombró a
Serguéi Witte como ministro del interior en calidad interina. A la larga, este cambio traería la ruina a la
estabilidad del régimen de Nicolás II.
En ese año de 1905 hubo además atentados. En uno de ellos pereció un tío de Nicolás II, el gran
duque Serguéi Aleksándrovich Románov, esposo de Ella (Isabel Fiódorovna), la hermana de la
Emperatriz, y además se sublevaron los marinos en los puertos, como el caso del acorazado Potemkin.
Una gran huelga paralizó la industria y los revolucionarios, dirigidos por Trotski, Lenin y otros agitadores
marxistas, alimentaban la llama de la revolución. La situación no podía ser más compleja para la
estabilidad y continuidad del régimen zarista.
[editar]Las
Dumas y apogeo del régimen zarista
Serguéi Witte hacia 1905.
Artículo principal: Duma Imperial de Rusia.
Witte le dijo a Nicolás II que había dos caminos: o bien suprimir por la fuerza a la chispa revolucionaria
implantando la dictadura, o bien, promulgar una Constitución cediendo derechos civiles a la plebe, por lo
que transformaba el régimen autocrático en un régimen semiconstitucional. Pese a que Nicolás II se
inclinó por la dictadura militar, no tuvo el apoyo del comandante del ejército y tío suyo, el
gran duque Nicolás Nikolayevich y no atreviéndose a destituirle, optó por seguir el camino constitucional
elaborado por Witte. Cabe destacar que Witte llegó a ser uno de sus principales detractores.
Ante la amenaza de un alzamiento, el zar, mal aconsejado por su ministro Serguéi Witte firmó la
propuesta y anunció en 1905 varios cambios institucionales dirigidos a disminuir el tinte absolutista de
la monarquía; el más importante de estos fue la convocatoria de una Duma o Parlamento,
con potestades legislativas limitadas, junto con la promulgación en abril de 1906 de unas leyes
fundamentales que dieron un carácter semiconstitucional a la monarquía. Sin embargo, para
desesperanza del Nicolás II, lejos de enfriarse la candente situación política, esta se agudizó dejando al
régimen zarista con una precaria estabilidad y a Witte empezó a escapársele el asunto de las manos.
Piotr Stolypin.
Sin embargo, al percibir que los integrantes de la Duma planeaban poner coto al carácter autocrático del
gobierno, fue disuelta y sustituida por otra más representativa de los intereses monárquicos; Nicolás
exigió además la dimisión de su primer ministro, Serguéi Witte. Cuando el sucesor de Witte, Piotr
Stolypin, disolvió poco después la segunda Duma, modificando las leyes electorales para asegurarse
una composición leal a los intereses zaristas, dejó al descubierto la continuidad del sistema autocrático.
Este mal manejo de la situación hizo estallar la segunda rebelión bolchevique.
Para disolver la Duma, el zar llamó en 1906 al cargo de ministro de interior a quien sería uno de los
hombres más ejecutivos, leales y efectivos que tuvo, Piotr Stolypin, quien tomaría el cargo con gran
determinación, partiendo con una fuerte represión contra las huestes revolucionarias en forma tan
efectiva (600 ajusticiados) que Lenin mismo vio peligrar la revolución marxista que tanto anhelaba,
llevando respiro a la monarquía. No sólo en este plano se destacó Stolypin, sino que llevó a cabo una
gran reforma agraria que, sumado a un período de inviernos benignos, dio calma a la plebe en años de
buenas cosechas, favoreciendo la gestión y la imagen del zarismo. Stolypin también disolvió la segunda
Duma de 1907.
Tras instaurar una tercera Duma en 1909, que favorecía a la autocracia en forma velada y con
representantes más moderados, Rusia pudo acceder al tricentenario de la llegada al poder de los
Romanov con buen pie. En 1911, Stolypin quiso deshacerse de la influencia nefasta de Rasputín,
desterrándolo y cayendo en desgracia ante la Emperatriz. Como ello le provocó una situación tensa ante
el zar, Stolypin presentó una renuncia que Nicolás II le denegó.
Estando el zar de visita en Kiev para inaugurar un monumento a su padre, asistió Stolypin junto al zar a
una ópera en esa ciudad en septiembre de 1911, y Stolypin fue asesinado por un revolucionario que
colaboraba con la policía, ante los ojos del zar, durante el entreacto de dicha función. Le sucederían una
seguidilla de personajes como Kokovtsov, Stürmer, Sazónov, Protopopov, todos influenciados por
Rasputín.
[editar]Primera
Guerra Mundial
Fuerzas cosacas durante la Gran Guerra.
El asesinato del archiduque Francisco Fernando de Austria en Sarajevo por parte de nacionalistas
serbios (atentado de Sarajevo) puso a Nicolás II en un duro aprieto, puesto que su pacto con los serbios
no le permitía acceder a las demandas compensatorias del Imperio austrohúngaro. Un extenso
intercambio de correspondencia con el káiser Guillermo intentó evitar una confrontación global, y Nicolás
II dio órdenes de movilizar tropas solo en la frontera austríaca; la falta de preparación para un evento
semejante lo llevó a cometer el error, el 31 de julio de 1914, de ordenar una movilización general, lo que
provocaría la declaración de guerra de Alemania y el inicio de la guerra mundial.
El ejército ruso tuvo grandes éxitos iniciales en territorio austríaco y en su momento pudo haber
derrotado al Imperio Austrohúngaro, pero su avance fue detenido a petición de Francia; sin embargo, el
intento inicial de avanzar sobre territorio alemán en dos frentes, uno al mando de Remenkamf y el otro al
mando de Sazónov, condujo a graves derrotas, en las que perdieron la vida más de dos millones de
hombres. Para 1915, el ejército ruso estaba en retirada.
Nicolás II, aconsejado por su esposa y ministros, intentó ponerse personalmente al frente de las
acciones, relevando a su tío, el gran duque Nicolás Nikolayevich, al mando de las tropas; fue este un
error más, si cabe más grave que la misma declaración de guerra, pues supuso dejar la regencia en
manos de su esposa, a quien el pueblo detestaba tanto por su origen alemán como por su estrecha
relación con Rasputin
En efecto, la imagen que tenía el pueblo ruso de la zarina era que esta les despreciaba. Además, su
origen alemán, su carácter muy reservado (que la hacían aparecer como una mujer soberbia y lejana) y
la influencia de Rasputin en sus decisiones políticas, proporcionarían la chispa de la segunda
revolución.
Un detalle importante que explicaría la súbita sustitución del gran duque Nicolás Nikolayevich, es que
este aborrecía a muerte a Rasputin, el monje astutamente aconsejó en forma insistente a la Emperatriz
que se le quitara de enmedio, puesto que sectores de la plebe le llamaban Nicolás III, en alusión a su
probable entronización.
[editar]El
papel de Rasputin
Artículo principal: Grigori Rasputín.
Grigori Yefímovich Rasputin (su nombre y pronunciación real), apareció en los círculos monárquicos
gracias al contacto que hizo Anna Výrubova, la más cercana cortesana a la zarina, debido a
la enfermedad hemofílica que padecía su hijo Alexis. La influencia que ejercía sobre el niño le permitía
controlar la enfermedad del heredero al trono, con lo que pronto ganó la confianza absoluta de la zarina.
Rasputin rodeado de admiradoras.
Rasputín era en sí una persona extraordinaria, con un grado de acierto muy notable en sus
predicciones, una mezcla de santurrón y amigo muy convincente, pero, en contrapartida, un ser con un
alter ego muy libidinoso rayando en lo maníaco, que buscaba el placer sexual entre las consortes del
palacio.
Rasputin pronto convirtió a la zarina en su amiga y confidente, al punto de que ella consideraba
seriamente los consejos que él le daba. La razón de esta influencia poderosa, era que la Emperatriz
consideraba a Rasputin, un enviado de Dios. Esta situación, permitió a Rasputin tomar un papel decisivo
en los nombramientos ministeriales. Se le conocía por su sobrenombre de monje loco, y su
comportamiento cada vez más entrometido y desafiante comenzó a suscitar odios entre la nobleza y
especulaciones de todo tipo en el pueblo.
Antes de la partida de Nicolás II al frente alemán, Rasputín predijo que si él moría a manos de gente de
su familia, nadie de la familia de Nicolás II le sobreviviría más de dos años.
Finalmente Rasputin fue asesinado por un grupo de aristócratas que le habían invitado a una fiesta del
29 al 30 de diciembre de 1916.1 Parece probado que sus asesinos, con el príncipe Félix Yusúpov a la
cabeza, le dieron pasteles y vino cargados de cianuro. Al ver que no le afectaba mucho, el príncipe le
disparó al pecho, le golpeó la cabeza con un bastón lleno de plomo y lo arrojó al río Neva. Se comprobó
que Rasputín murió más tarde ahogado.
[editar]Abdicación
y prisión
Aleksandr Kérenski.
Después del asesinato de Rasputin, el gobierno monárquico empezó a desintegrarse con abismal
rapidez a partir de enero de 1917, las situación interna empeorada por el curso desfavorable de la
guerra con Alemania y las instigaciones revolucionarias, sumadas a las intervenciones políticas de la
Emperatriz, hicieron que la cuarta Duma cediera a la presión de los revolucionarios y se formara
un gobierno provisional, liderado por Kérenski, un revolucionario de estilo moderado.
La decisión de formar el gobierno provisional tuvo aceptación en todos los estamentos sociales y
militares, incluido el estado mayor de Nicolás II, quien se vio encajonado con la grave situación política
que se imponía en Petrogrado. Por un instante, se redactó la abdicación en favor de su hijo Alexis; pero
dada la condición de salud e inmadurez del heredero, cambió de parecer.
Nicolás II, incapaz de controlar la situación, abdicó sus derechos y los de su hijo el 20 de
marzo de 1917 y rechazo el ofrecimiento dos días después, dando así fin a la dinastía Romanov y el
comienzo de la era de los Sóviets.
Nicolás II se dejó detener, sin ofrecer resistencia, a su regreso del desmoronado frente. Tuvo la suerte
de no ser encerrado en la Fortaleza de San Pedro y San Pablo de San Petersburgo y fue confinado
junto con su esposa e hijos en el palacio Tsárskoye Seló, en las afueras de San Petersburgo, reteniendo
algunos privilegios domésticos.
Aleksandr Kérenski no era enemigo consumado del zar. Más bien objetivo y racional pudo acceder a la
verdadera naturaleza de las personalidades depuestas, llegando a reconocer que muchas de las
acusaciones y felonías eran más bien mitos y falsedades populares e incluso llegó a apreciar al zar en
esta etapa, e intentó buscar su salida al extranjero. Pero el nuevo gobierno de los Sóviets de
Petrogrado prohibió su exilio; además, tanto Inglaterra, Alemania y su aliada Francia ignoraron sus
requerimientos de asilo.
En agosto de 1917, temiendo un intento de asesinato, Kérenski exilió a los Romanov a Tobolsk, en
Siberia. Antes de partir Kérenski previno a Nicolás II:"Los sóviets desean mi cabeza, después vendrán
por usted y su familia".
En Tobolsk, la familia del zar gozó de una relativa libertad de movimientos ya que el sector era promonárquico, incluso hubo oportunidades de realizar una fuga o ser rescatados ya que la guardia no era
numerosa e incluso algunos soldados llegaron a entablar alguna relación amistosa con los prisioneros.
El primer ministro británico Lloyd George, a quien se había solicitado asilo, declinó la propuesta, así
como los franceses, no deseando agravar la ya compleja situación política de Europa. Esto sellaría
finalmente el fatídico destino de los Romanov.
[editar]Asesinato
y desaparición del zar y su familia
Lenin y sus seguidores ingresaron al territorio ruso mediante la ayuda de Alemania quien les dio amplias
facilidades para hacerlo, de este modo, Alemania juzgaba con justa razón que Lenin provocaría el
derrocamiento del débil gobierno provisional y la rendición de las fuerzas rusas para de este modo
enfocar sus fuerzas en occidente, cosa que ocurrió con el Tratado de Brest-Litovsk, y poner en fuga a
Kérenski.
Nicolás II prisionero en Tsárskoye Seló (al fondo sus guardianes).
Al triunfar la Segunda Revolución rusa en octubre de 1917, en la que los bolcheviques —liderados
por Lenin— derrocaron al gobierno de Kérenski, el Soviet Central a cargo de Yákov Sverdlov, un
personaje perteneciente al círculo íntimo de Lenin, y quien estaba a cargo administrativamente del
destino del zar, ordenó primero el traslado a Moscú del emperador depuesto; pero luego se instruyó el
traslado de la familia imperial a Ekaterimburgo, que se hallaba bajo control del Soviet de los Urales con
apoyo del Ejército Rojo.
Yákov Sverdlov ordenó el traslado de la familia imperial a Ekaterimburgo.
El gobierno alemán había propuesto al Soviet que el emperador refrendara el tratado de paz, pero como
segunda intención oculta era negociar la libertad de Nicolás II para posteriormente poder reimplantar el
régimen monárquico ya que Alemania se había dado cuenta que la revolución socialista mundial
proclamada por Lenin pronto llegaría a las masas populares alemanas. Por esa razón se le había
intentado enviar a Moscú en un primer momento. El Soviet, al tanto de estas maniobras y temeroso de
lo que implicaba la intención, tomó las providencias para que jamás se volviera a instalar el zarismo en
Rusia.
El 4 de julio de 1918, ante el avance de la Legión Checoslovaca hacia la ciudad, se temió que estas
tropas liberasen a la familia e intentasen restaurar el régimen del zar. Filipp Isaevich Goloshchekin,
quien presidía el Soviet de los Urales, se apersonó apresuradamente en Moscú con Sverdlov y planteó
el asesinato y encubrimiento ante este último; Sverdlov consultó a la alta cúpula del Soviet Central y la
orden fue dada.2
Un escuadrón de la policía Cheka al mando de Yákov Yurovski relevó a la guardia de la casa, y el 16 de
julio recibió la orden del Soviet de los Urales de fusilar a toda la familia.
La planificación misma del magnicidio in situ fue hecha por Yurovski, quien se reservó el derecho de
disparar primero sobre el "verdugo coronado" como se le llamaba a Nicolás II; aparte de Yurovski, la
camarilla la componían, Piotr Ermakov y Gregoy Nikulin, todos miembros y asesinos probados de
la Cheka.
Un subordinado de Goloshchekin, Piotr Ermakov quien tenía el control del campesinado del Ural, tenía
la función de eliminar toda evidencia del asesinato no pudo conseguirse los dos camiones de transporte
requeridos hasta el día siguiente. Ermakov además de participar en el pelotón, haría encender los
motores de ambos vehículos para ahogar el ruido de los disparos.
El escuadrón estaba compuesto por doce hombres, siete de los cuales eran ex-combatientes húngaros,
a cada uno de ellos se les asignó una víctima; dos de ellos se negaron a disparar sobre mujeres y al
menos uno de ellos fue deshechado y reemplazado por Ermakov. Los miembros del escuadrón eran
Gregori Nikulin, asistente de Yurovsky, Piotr Ermakov asistente de Goloshchekin, Piotr Medveyed, S.
Vaganov, Andreas Vergasi, Laszlo Horvath, Víctor Griinfeldt, Imre Nagy, Emile Fekete, Anselm Fischer e
Isidor Edelstein.
En la medianoche del 17 de julio el zar junto a los integrantes de la familia fueron llevados al sótano de
la Casa Ipátiev donde fueron fusilados, junto a algunos sirvientes cercanos, un médico leal e incluso el
perro del niño. El pretexto era que se les iba a tomar una fotografía antes de partir; o se les iba a
trasladar.
La casa Ipátiev hacia 1928. En 1977, el primer secretario de la región, Borís Yeltsin, ordenó la demolición.
Nicolás II colocó al heredero en sus rodillas mientras tomaba asiento junto a la zarina, las hijas se
sentaron atrás y los sirvientes y el médico a los costados, de pie. Pasaron unos instantes y
repentinamente entró Yákov Yurovski con revólver en mano y 17 soldados armados con fusiles a la
bayoneta.
Cuando Yákov Yurovski levanta el revólver y declara al zar que el pueblo ruso le ha condenado a
muerte, el zar alcanza a balbucear: -" que?"- y le dispara casi a quemarropa. El zar cae
instantáneamente muerto, la zarina se alcanza a incorporar haciendo la señal de la cruz y gritando, es
muerta de un disparo en plena boca por Yurovski3 y seguidamente los fusileros realizan una descarga
cerrada al resto de la familia. Las hijas, que llevaban corsés apretados y además en su interior estaban
cargados con joyas, no mueren inmediatamente y son rematadas a la bayoneta. Anastasia, murió
rematada a bayonetazos realizados por Ermakov. El zar murió con 50 años recién cumplidos.
El zarevich sobrevivió a la primera descarga y fue muerto por Yurovski en el remate de moribundos
disparádole dos veces a la altura del oído. Una de las sirvientas que no recibió la primera descarga es
perseguida dentro de la habitación y rematada a bayonetazos, e incluso la mascota es muerta de un
disparo.
Posteriormente los cuerpos son llevados en camiones y depositados en una mina abandonada.
Al día siguiente, Yurovski, temiendo que el rumor sobre el fusilamiento indujera a recuperar los cuerpos,
ordenó su traslado y destrucción de los cadáveres por fuego y ácido y arrojarlos a piques de otras
excavaciones, ubicadas 12 km fuera de la ciudad, en la mina que se llama "los cuatro hermanos".
Relato de uno de los ejecutores
Para la ejecución se seleccionaron doce hombres con revólveres. Dos de ellos se negaron a disparar
contra las mujeres. Cuando llegó el vehículo, todos dormían. Al despertarlos se les explicó que debido a
la intranquilidad existente en la ciudad, era necesario trasladarlos del piso superior al inferior.
Demoraron media hora en vestirse. Abajo habíamos vaciado una pieza que tenía un tabique de madera
estucado, para evitar el rebote. La guardia se encontraba en disposición combativa en el cuarto vecino.
Los Romanov no sospechaban nada. El comandante fue a buscarlos en persona y los condujo hacia la
pieza. Nicolás llevaba en brazos a Alexis, los demás llevaban almohadillas y otras cosas pequeñas. Al
entrar en la habitación vacía, Alejandra Fiódorovna preguntó: "Cómo, ¿no hay ninguna silla? ¿Ni
siquiera podemos sentarnos?" (Según el relato de Yurovski, se trajeron dos) Nicolás puso en una a
Alexis y en la otra se sentó Alejandra Fiódorovna. A los demás se les ordenó formar una fila. Hecho
esto, llamaron al comandante. Cuando este entró, dijo a los Romanov que, como sus parientes en
Europa continuaban la ofensiva contra la Rusia soviética, el Comité Ejecutivo de los Urales había
decretado fusilarlos. Nicolás se volvió de espaldas, de cara a su familia, y luego, como recobrándose, se
volvió y preguntó: "¿Qué, qué?". El comandante repitió la explicación y ordenó al comando que se
preparara. Cada uno sabía de antemano contra quién iba a disparar. La orden era apuntar al corazón
para evitar el derramamiento de mucha sangre y terminar más rápido. Nicolás no dijo una sola palabra
más, de nuevo se volvió cara a su familia, otros lanzaron exclamaciones incoherentes. Luego
comenzaron los disparos, que duraron dos o tres minutos. Nicolás fue muerto por el mismo comandante
a quemarropa. Luego murieron Alejandra Fiódorovna y su séquito. En total fueron fusiladas doce
personas: Nicolás, Alejandra Fiódorovna, su hijo Alexis, sus cuatro hijas: Olga, Tatiana, María y
Anastasia - el doctor Botkin, el criado Trupp, el cocinero Tijomírov, el perro de la familia, otro cocinero y
una camarera cuyos nombres el comandante no recuerda.[cita requerida] (En realidad la camarera Anna
Demídova).
Comunicado oficial del Soviet de los Urales.
“Decisión del Presídium del Consejo de Diputados, Obreros, Campesinos y Guardias Rojos de los
Urales:
En vista del hecho de que bandas checoslovacas amenazan la capital roja de los Urales, Ekaterimburgo,
que el verdugo coronado podía escapar al tribunal del pueblo (un complot de la Guardia Blanca para
llevarse a toda la familia imperial acaba de ser descubierto) el Presídium del Comité Divisional,
cumpliendo con la voluntad del pueblo, ha decidido que el ex zar Nicolás Romanov, culpable ante el
pueblo de innumerables crímenes sangrientos, sea fusilado.
La decisión del Presídium del Comité Divisional se llevó a cabo en la noche entre el 16 y 17 de julio."
Endoso del Soviet Central.
"Decisión del Presídium del Comité Central Ejecutivo de Todas las Rusias del 18 de julio.
El Comité Central Ejecutivo de los Consejos de Diputados de Obreros, Campesinos, Guardias Rojos y
Cosacos, en la persona de su presidente, aprueba la acción del Presídium del Consejo de los Urales.
El presidente del Comité Central Ejecutivo,
Sverdlov."
[editar]El
hallazgo de los cuerpos
En 1979, los historiadores Aleksandr Avdonin y Geli Riábov hallaron la posible tumba de la familia
imperial en el bosque de Koptiakí. Temiendo informar del descubrimiento, no lo hicieron público hasta
años después. El 12 de abril de 1989 los periódicos informaban del hallazgo. La tumba no fue abierta
hasta 1991 por las autoridades soviéticas, hallando en su interior nueve cuerpos. Mediante el examen
de los esqueletos, los científicos soviéticos concluyeron que faltaban los cuerpos de Alexis y la Gran
Duquesa Anastasia. Las identificaciones de los esqueletos fueron confirmadas posteriormente mediante
análisis de ADN.
Con su asesinato (ningún juez o jurado le condenó a muerte, ni ordenó su ejecución) por el movimiento
revolucionario de los bolcheviques, durante la Segunda Revolución rusa se extinguió la dinastía
Romanov. Está enterrado desde 1997 en la Catedral de San Pedro y San Pablo en San
Petersburgo junto con el resto de la familia imperial y de los demás zares rusos.
En 2007 se anunció el descubrimiento de los cuerpos de Anastasia y Alexis,4 que, tras realizarles las
pruebas de ADN, serán enterrados junto a sus padres y hermanas.
[editar]Canonización
San Nicolás II de Rusia
Nicolás II de Rusia con la Orden de San Vladimiro
Mártir zar Nicolás II de Rusia (Iglesia ortodoxa rusa fuera de
Rusia)
Strastoterpets zar Nicolás II de Rusia (Iglesia ortodoxa rusa)
Nombre
Nikolai Aleksandrovich Romanov
Nacimiento
18 de mayo de 1868
Fallecimiento
17 de julio de 1918
Venerado en
Iglesia ortodoxa rusa fuera de Rusia, Iglesia
ortodoxa rusa
Canonización
1981 (Iglesia ortodoxa rusa fuera de Rusia)
14 de agosto de 2000 (Iglesia ortodoxa rusa)
Principal
Iglesia sobre la sangre enEkaterimburgo
Santuario
Festividad
17 de julio
En 1981, la Iglesia Ortodoxa Rusa en el exilio canonizó a los integrantes de la familia Romanov, una
decisión refrendada en agosto de 2000 por el sínodo de la Ortodoxia Rusa. Desde 1998 sus restos
reposan en la Catedral de San Pedro y San Pablo de San Petersburgo.
Iglesia sobre la Sangre, construida sobre el lugar donde Nicolás II de Rusia y su familia fueron asesinados.
El entierro de los restos mortales de la familia real dio pie a debates en medios políticos y religiosos.
Pese al examen pericial genético que corroboró la autenticidad de los restos reales descubiertos, tanto
la Iglesia Ortodoxa Rusa como los poco numerosos monarquistas de Rusia se niegan a reconocer que
en la Fortaleza de San Pedro y San Pablo fueron enterrados justamente Nicolás II y sus familiares.5
Lápidas que marca el entierro del zar Nicolás II y su familia en la capilla de Santa Catalina.
A la luz de este hecho, la decisión tomada por los Jerarcas de la Iglesia Ortodoxa Rusa de canonizar a
Nicolás II (Romanov) parece algo contradictoria. Según las tradiciones de la Iglesia Ortodoxa Rusa,
existen determinadas condiciones a las que deben responder los candidatos a la canonización. Por
ejemplo, sus restos deben curar y del icono debe emanar crisma.
La Iglesia parece haber tenido sus razones para declarar santa a la familia real. Algunos piensan, por
ejemplo, que la Iglesia Ortodoxa Rusa hace cierta concesión a la Iglesia Rusa en el extranjero que había
canonizado a Nicolás Segundo hace como veinte años. Según afirma el clero, el Zar fue canonizado
debido a su "resignación y docilidad frente al martirio".
Según piensan los prelados, la decisión de canonizarlo debe traer paz a las almas de los habitantes de
Rusia y reconciliarlos con el pasado del país. Pero no fue así. Los sondeos de opinión muestran que la
población se ha dividido más o menos en dos partes iguales. Una mitad cree que Nicolás Segundo
merece ser canonizado, mientras que la otra mitad tiene una opinión distinta.
Los partidarios de la canonización piensan que Rusia es culpable ante el ungido por haber acogido con
indiferencia su ejecución en 1918 y ahora debe expiar esta culpa. Los adversarios de la canonización
dicen que el Emperador no era un santo. Nicolás Segundo bebía y fumaba, asistía a funciones
espiritistas, le gustaba cazar cornejas, todo lo cual dista de corresponder a la imagen de un santo. En
cuanto al martirio del que había caído víctima, en el período de 1917-1953, bajo el régimen bolchevique,
en Rusia fueron ejecutados no sólo el último Emperador sino también millones de otros seres humanos.
[editar]Rehabilitación
El 1 de octubre de 2008 el Tribunal Supremo de Justicia de la Federación de Rusia ha rehabilitado a
Nicolás II y su familia, teniendo en cuenta a las víctimas de la represión política bolchevique, una
decisión muy esperada por los descendientes de la familia imperial y la Iglesia Ortodoxa Rusa.
De acuerdo al veredicto pronunciado por el juez, el Tribunal Supremo calificó de infundada la represión y
estableció la rehabilitación de Nicolás Romanov (Nicolás II), Alejandra Romanova (su esposa), Alexis, el
príncipe heredero (zarevich) y sus hijas Olga, Tatiana, María y Anastasia.6
Esta decisión responde favorablemente a una denuncia presentada en 2005 por el abogado de la Gran
Duquesa María Vladímirovna, que afirma ser la heredera de Nicolás II. La familia expresó « alegría y
satisfacción », dijo su portavoz, Iván Artsichevski, representante de otra rama de descendientes de los
Romanov. También acogió con beneplácito la decisión de reducir al mínimo su ámbito de aplicación:
« El hecho de que el Estado ha reconocido su responsabilidad en este asesinato es un paso hacia un
arrepentimiento general y la de rehabilitación de todas las víctimas inocentes de los bolcheviques».
[editar]Ancestros
Ancestros de Nicolás II de Rusia[mostrar]
Predecesor:
Alejandro III
Sucesor:
Georgi Lvov
Zar de Rusia
1894 - 1917
(Presidente del Gobierno Provisional
Ruso)