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PROYECTO DE SALUD, MEDICINA TRADICIONAL
Y ATENCIÓN PRIMARIA DE SALUD
Ciclos vitales de la mujer:
Evaluación retrospectiva de 100 pacientes atendidas en un
Programa de Salud con plantas medicinales y cuidados
tradicionales
CENTRO DE INVESTIGACIONES DE ENFERMEDADES TROPICALES
INSTITUTO DE ETNOBIOLOGÍA
ALCALDÍA DE COTA
Grupo de Investigación en Sistemas Tradicionales de Salud
Facultad de Medicina, Universidad del Rosario
Cota, Octubre de 2005
AGRADECIMIENTOS
El presente trabajo ha sido adelantado con los médicos del Grupo de Estudio y la
colaboración especial y permanente de la Promotora de Salud, señora Rosario
Castro de García. Reciban un sincero homenaje de gratitud y admiración.
Queremos agradecer al doctor Luis Eduardo Castro, Alcalde del municipio de Cota
y al doctor Manuel Bonilla, Director de Salud del municipio, quienes al apoyar esta
iniciativa permiten la exploración de nuevas propuestas para el desarrollo de
políticas que contribuyan a incidir positivamente en la salud comunitaria.
Extendemos también nuestra gratitud al doctor Neil Anderson, Director del Centro
de Investigaciones en Enfermedades Tropicales. Su apoyo generoso hace que la
gestión de salud que se adelanta en un pequeño municipio de los Andes
colombianos pueda tener una repercusión a nivel latinoamericano y confirma su
lema de “dedicarse a desarrollar la voz comunitaria dentro de la planificación y el
buen gobierno”.
Nuestra gratitud también se dirige a los funcionarios y directivos del Instituto de
Etnobiología. Enorme ha sido su contribución y apoyo logístico y administrativo,
confirmando una vez más la misión de trabajar por la conservación de la
diversidad biológica, la protección de la diversidad cultural y el mejoramiento de la
salud humana.
Un agradecimiento muy especial a los doctores Natalia Mesa y Daniel Forero,
Médicos Ginecólogos y Obstetras, quienes orientaron y realizaron la consulta final
de evaluación. Sin su contribución, este estudio no hubiera sido posible.
Ofrecemos este trabajo sobre todo a las 100 mujeres del municipio de Cota. Su
participación voluntaria, decidida y comprometida, permite ahora demostrar el
valor de los conocimientos tradicionales, en pleno siglo XXI, para encontrar formas
más saludables de vida. Que sus beneficios puedan llegar a muchas más mujeres.
INTRODUCCIÓN1
El Grupo de Investigación en Sistemas Tradicionales de Salud de la Facultad de
Medicina de la Universidad del Rosario tiene como misión aportar al estudio,
conservación, recuperación y promoción de los sistemas médicos tradicionales
para contribuir al mejoramiento de la salud humana. Varios de sus integrantes
desde 1987 han desarrollado en el municipio de Cota, Cundinamarca, un
programa de atención en salud con incorporación prudente de plantas medicinales
y conceptos y prácticas propios de la medicina tradicional colombiana y
latinoamericana.
Los resultados positivos en la prestación de salud a casi 14.000 pacientes con
historias clínicas registradas y con un activo proceso de participación comunitaria,
permitieron ahora proponer una evaluación retrospectiva de 100 mujeres
atendidas en el programa, en relación con su salud y el manejo de problemas
relacionados con los ciclos vitales de la mujer.
La menstruación, desde la menarquia hasta el climaterio, la fertilidad, el embarazo,
el parto y el puerperio son eventos fisiológicos importantes. Sin embargo, cada vez
más aumentan los problemas relacionados con estos acontecimientos y la
morbilidad femenina se ha incrementado de manera dramática, haciendo que
ocurra un fenómeno de medicalización generalizada, aunque con resultados poco
satisfactorios. Además, la medicina occidental no ofrece por ahora mayores
medidas profilácticas para prevenirlos.
La medicina tradicional latinoamericana, producto del triple legado de los
aborígenes, los negros provenientes de África y los conceptos mediterráneos
traídos por los europeos, coincide en proponer un manejo especial de estos
eventos importantes en la mujer, en especial con el empleo de plantas medicinales
y la aplicación de cuidados que impidan su enfermedad o contribuyan a la mejoría
de su salud.
Las 100 pacientes seleccionadas para este estudio retrospectivo estuvieron en
algún momento, entre 1987 y 2005, en la consulta médica del programa en Cota y
recibieron la prescripción de plantas medicinales y cuidados tradicionales. Todas
han sido pacientes de una consulta médica general y no exclusivamente dedicada
a problemas ginecológicos y obstétricos. Por lo tanto, el estudio no busca evaluar
patologías específicas de estas disciplinas, sino el estado de salud y las
categorías de enfermedades que puedan estar relacionadas con sus ciclos vitales
femeninos.
1
Informe final elaborado y presentado por Germán Zuluaga R., Médico Cirujano y Director del
Grupo de Estudios en Sistemas Tradicionales de Salud de la Universidad del Rosario, Cota,
Octubre 12 de 2005.
La Alcaldía de Cota, el Centro de Investigación en Enfermedades Tropicales y el
Instituto de Etnobiología ofrecieron su apoyo económico y logístico para el
desarrollo del presente estudio, como parte de un proyecto cuyo objetivo general
consiste en apoyar un programa de prevención, autocuidado, atención primaria en
salud e incorporación de plantas medicinales en las mujeres del municipio de Cota, a
partir de la intervención de los ciclos vitales, que tenga como resultado una mejoría
en la calidad de salud y vida.
Los objetivos de este proyecto fueron: realizar una investigación bibliográfica
nacional e internacional sobre los conceptos y prácticas culturales en relación con los
ciclos vitales de la mujer; adelantar el estudio clínico retrospectivo de 100 pacientes
usuarias de la consulta médica, Programa de Salud y Medicina Tradicional de Cota;
propagar plantas medicinales para el autocuidado de los ciclos vitales de las mujeres
de Cota; elaborar y publicar una cartilla comunitaria “Salud de la mujer”; y finalmente,
dar seguimiento domiciliario en salud y autocuidado de 100 familias del municipio de
Cota.
El presente informe recoge los resultados del estudio de evaluación retrospectiva
en 100 pacientes usuarias de la consulta médica, a partir de la hipótesis de que el
uso prudente de plantas medicinales y la aplicación de conceptos y prácticas
tradicionales contribuye al mejoramiento de la salud de la mujer y a la solución
efectiva de problemas relacionados con sus ciclos vitales.
ANTECEDENTES
EL MUNICIPIO DE COTA2
Geografía: Cota es un municipio del departamento de Cundinamarca, situado en la
Sabana de Bogotá, sobre la Cordillera Oriental de los Andes. Su altura oscila entre
2.548 y 2.563 metros sobre el nivel del mar, con temperatura media de 13°C. Tiene
un área de 56 km. cuadrados, en su mayoría terreno plano y se extiende desde la
hoya del río Bogotá por el Oriente hasta una estribación de la Cordillera por el
Occidente, que lo separa de los municipios de Tabio y Tenjo; por el norte limita con
Chía, por el sur con Funza y Engativá y por el Oriente, separado por el río, limita con
la capital de la República. El territorio está dividido en seis veredas (Moya, Pueblo
Viejo, Cetime, El Abra, Rozo y Parcelas) y el núcleo urbano.
Este pequeño municipio, vecino a la ciudad de Santafé de Bogotá, desde el punto de
vista topográfico está dividido en tres zonas:
a) al oriente, la ribera occidental del río Bogotá y las circundantes vegas
inundables cubiertas por pastizales, dedicadas a la ganadería extensiva o a la
instalación de empresas floricultoras, que comprende un 35% de la extensión
total,
b) al occidente, la vertiente oriental de una pequeña cadena montañosa que
se extiende por el norte hasta Chía y Zipaquirá, con laderas muy inclinadas y
que alcanzan su máxima altura en el imponente Cerro del Majuy (3.800
msnm); en las zonas vecinas al piedemonte habitan en pequeñas parcelas
numerosos campesinos, la mayoría de ellos con gran arraigo indígena y
constituyen, hacia las veredas de El Abra, Cetime y la Moya, uno de los tres
Resguardos Indígenas que todavía existen en la Sabana de Bogotá, y
c) la región intermedia, con una pequeña pendiente que se desplaza de los
cerros hacia el río Bogotá, donde tiene asiento el núcleo urbano y la mayor
parte de la población, constituida en líneas generales por pequeñas parcelas
minifundistas hacia el norte y grandes haciendas horticultoras o ganaderas
hacia el sur.
Población: La región de Cota estaba poblada por los antiguos indígenas muiscas
desde antes de la Conquista. La población actual llega a los 13.000 habitantes, la
mayoría de ellos campesinos agricultores, pero en los últimos años se presenta el
fenómeno de inmigraciones, tanto de habitantes de clase media alta de Bogotá que
buscan terrenos para construir viviendas campestres, como de trabajadores y
obreros desplazados de los cinturones de la capital y que se ocupan en las
empresas floricultoras. Esta situación poco a poco va conduciendo a una rápida y
desordenada urbanización del municipio y permite suponer que en pocos años Cota
será otro barrio perteneciente al Distrito Capital de Bogotá, tal como ya ocurrió con
Suba, Usaquén, Soacha y Usme.
2
Zuluaga, 1995, p. 10-23.
PROGRAMA DE SALUD EN EL MUNICIPIO DE COTA
Desde 1987 y hasta la fecha, se ha desarrollado un programa de prestación de
servicios de salud a la población de Cota, bajo el esquema de autocuidado,
prevención, atención primaria y uso de plantas medicinales. En este lapso de tiempo
se ha prestado atención a cerca de 14.000 usuarios debidamente registrados en
Historias Clínicas. El primer logro de este programa consiste en haber puesto en
práctica la utilización de las plantas medicinales para la solución de la mayoría de los
problemas de salud correspondientes a los niveles primario y secundario de atención
médica. Los resultados muestran una gran aceptación por parte de los pacientes,
una alta eficacia clínica en la mayoría de los casos y una disminución significativa del
consumo de medicamentos de síntesis química.
Al mismo tiempo, la propuesta de autocuidado y atención primaria ha conseguido
una activa participación comunitaria, una recuperación del papel activo de los
individuos y las familias en el manejo de la salud, una disminución de la morbimortalidad para las patologías propias de los niveles en cuestión y, en últimas, una
disminución en los costos de consultas médicas, laboratorio, procedimientos y
consumo de medicamentos.
Esta propuesta ha sido presentada a distintas instituciones, tales como la
Universidad Javeriana, el Convenio Hipólito Unanue de los países de la Comunidad
Andina de Naciones y el Ministerio de Salud de Colombia. Esta última entidad, con
base en los resultados, patrocinó un proyecto de evaluación de plantas medicinales
en la consulta médica de Cota, proyecto que se adelantó desde 1994, con los
siguientes resultados:
- Conformación de un comité comunitario, autodenominado Semilla de Vida.
- Elaboración de un Video promocional.
- Realización de cuatro talleres de salud.
- Publicación de una investigación etnobotánica del municipio de Cota.
- Publicación de dos cartillas de la serie Autocuidado, Atención Primaria y Plantas
Medicinales.
- Instalación de cien huertos medicinales caseros.
- Construcción de un Jardín Botánico y Vivero de Plantas Medicinales.
- Reuniones mensuales con la comunidad para la reflexión sobre temas básicos de
salud.
- Introducción de la cátedra de Botánica Médica y del Programa Ambiental Escolar
en los centros educativos Liceo Juan Ramón Jiménez y Colegio Refous.
El proyecto continúa sus actividades y ha recibido el apoyo de la Alcaldía, el Concejo
Municipal, la Parroquia del municipio y el Instituto de Etnobiología, con las siguientes
actividades:
- Creación del Centro Semilla de Vida, para la atención médica general.
- Programa Ambiental en el Jardín Sol Solecito de Cota y publicación de la
cartilla # 3: Calendulita, para la educación infantil.
- Apoyo entre 2000 y 2002 al Programa de Salud y Medicina Tradicional del
Resguardo Indígena de Cota.
INSTITUTO DE ETNOBIOLOGÍA
Es una persona jurídica de derecho privado, sin ánimo de lucro, del tipo de las
asociaciones. Tiene su domicilio en la ciudad de Cota, inscrita en la Cámara de
Comercio el 9 de Marzo de 2001. Tiene como finalidad el desarrollo de actividades
de estudio, investigación, divulgación y ejecución de proyectos encaminados a la
integración de la naturaleza con los valores, sistemas y principios sociales y
culturales, en el marco de la valoración, conservación y promoción de la diversidad
biológica y cultural, para generar oportunidades que permitan mejorar la calidad de
vida.
El Instituto de Etnobiología ha continuado su apoyo a las actividades del Comité
Semilla de Vida y al proyecto científico del grupo de profesionales de la salud que
participan en la iniciativa de conservación de la diversidad biológica, protección de
la diversidad cultural y mejoramiento de la salud humana.
GRUPO DE ESTUDIOS
Desde 1995 varios profesionales de la salud han conformado un Grupo de
Estudios en Sistemas Tradicionales de la Salud, adscrito a la Facultad de
Medicina de la Universidad del Rosario y reconocido en el año 2002 por
COLCIENCIAS. Tiene tres líneas de investigación reconocidas: a) sistemas
tradicionales de salud, b) botánica médica, y c) políticas y legislación.
El Grupo desarrolla actividades de prestación de servicios de salud, investigación
con comunidades indígenas, afrocolombianas y campesinas, programas
académicos y proyectos comunitarios. Uno de sus objetivos fundamentales es la
debida incorporación de los conocimientos tradicionales y las plantas medicinales
en los servicios formales de salud, con una prudente investigación que respalde su
validación, eficacia, al tiempo que garantice su inocuidad y accesibilidad, conforme
a los lineamientos de la Estrategia de Medicina Tradicional de la Organización
Mundial de la Salud.
CENTRO DE INVESTIGACIONES DE ENFERMEDADES TROPICALES
El Centro Internacional de Estudios Tropicales es un grupo internacional de
profesionales en epidemiología y en ciencias sociales, que llevan métodos de
investigación científica al nivel comunitario y a los gobiernos locales. Mediante la
participación de las comunidades en la recolección de la información y el análisis,
el CIET les ayuda a participar, de manera cada vez más informada, en las
decisiones que afectan sus vidas. Es un instituto académico en México y una
organización no-gubernamental en varios países. En los lugares donde existe el
CIET, se dedica a desarrollar la voz comunitaria dentro de la planificación y el
"buen gobierno". Conocedor del programa de Cota, ha querido contribuir con su
apoyo económico y técnico para el desarrollo del presente proyecto.
CICLOS VITALES DE LA MUJER:
Evaluación retrospectiva de 100 pacientes
MARCO CONCEPTUAL
Antecedentes históricos: Como se podrá leer en el documento anexo al
presente informe, todos los pueblos y culturas del planeta han tenido diferentes
conceptos, creencias, valores y prácticas en relación con los ciclos vitales de la
mujer. En efecto, la menarquia, el ciclo reproductivo -en especial la menstruación-,
el embarazo, el parto, el puerperio y la menopausia, no son considerados como
simples eventos fisiológicos, sino que adquieren un carácter especial que requiere
una conducta social, cultural, religiosa y médica singular.
Resulta difícil desentrañar los criterios religiosos, marcados por la noción de
pureza e impureza, de los criterios naturales orientados a la salud y enfermedad.
En cualquiera de los dos casos se practican rituales de iniciación, reclusión,
pautas específicas de comportamiento, cuidados especiales con sustancias
medicinales y celebraciones de carácter individual o colectivo.
No obstante, hay un denominador común. Cualquiera que sea el origen del
concepto, la creencia o el valor, los ciclos vitales de la mujer en todos los pueblos
requieren un cuidado especial que, de no darse, causará perjuicio en primer lugar
a la mujer misma y en segundo lugar a sus vecinos, la comunidad e incluso el
ecosistema.
Aunque tales conceptos y creencias permanecen de manera explícita o en la
mayoría de los casos de manera soterrada, la evolución de la medicina occidental
y su extensión a todos los países, ha contribuido a dejarlos de lado para terminar
considerando los ciclos vitales de la mujer como simples nociones fisiológicas que
no requieren un cuidado especial en la cotidianidad y, paradójicamente, son cada
vez más intervenidos con prolongados tratamientos, medicaciones y prácticas
quirúrgicas.
Se ha visto que en América Latina sobrevive todavía una extensa estela de
conceptos de la medicina tradicional, producto de un triple legado: la cultura
indígena de los aborígenes, la tradición incorporada por las poblaciones africanas
y los residuos de las creencias de la medicina europea del siglo XVI. Esta triple
confluencia encuentra sorprendentes coincidencias en relación con los ciclos
vitales de la mujer, procurando siempre cuidados especiales, pero que se van
desdibujando de la cultura, en especial en espacios urbanos y en la población con
acceso a la educación del mundo moderno. Todavía estamos enfrentados a una
época en que las mujeres reciben aún las nociones tradicionales de cuidado por
parte de sus mamás y abuelas, pero que prefieren ignorarlas para seguir los
criterios científicos de occidente, a pesar de notar un deterioro de su salud y una
mayor dependencia de los servicios oficiales de salud o de la publicidad de
consumo.
Consideraciones fisiológicas: La fisiología del ciclo reproductivo de la mujer ha
sido conocida y comprendida a cabalidad por la medicina moderna. Por una parte,
la anatomía describe de manera cabal todos los órganos involucrados: genitales
externos, genitales internos, útero, trompas de Falopio, ovarios, circulación
sanguínea y linfática, inervación nerviosa.
También han sido suficientemente estudiados los mecanismos de la concepción
humana. La producción de gametos masculinos y femeninos, su encuentro, fusión
y formación de un nuevo ser, así como los ritmos y los tiempos para que la
fertilidad sea posible, son hoy temas obvios para la ciencia occidental.
Por otra parte, los hallazgos recientes de la endocrinología permitieron dilucidar
por completo el funcionamiento del ciclo reproductivo de la mujer. La producción
de sustancias hormonales, tanto a nivel del ovario, estrógenos y progesterona,
como a nivel del sistema nervioso central y endocrino, en el hipotálamo, la
hipófisis y las glándulas suprarrenales, parecieran decir todo sobre la fisiología de
los ciclos vitales de la mujer.
Consideraciones patológicas: A pesar de toda la certeza anterior, los conceptos
de normalidad y anormalidad en los ciclos vitales están cambiando de manera
dramática y sus razones siguen siendo desconocidas por la medicina moderna. En
especial se aprecia un cambio notorio en la definición misma de estos ciclos.
En primer lugar, la menarquia o primera menstruación, y los síntomas previos que
la acompañan, está surgiendo cada vez en edades más tempranas de la mujer.
De datos históricos evidentes que registraban un promedio de 13 años (Benson,
1979, p. 32), hoy las estadísticas encuentran que dicho promedio alcanza la edad
de 10 años o menos (Botero y cols., 2004, p.374). ¿Por qué?
En segundo lugar, el ritmo del ciclo menstrual también ha variado sustancialmente.
Los no muy antiguos textos de Ginecología describían el ciclo menstrual con un
intervalo de 26 a 30 días, siendo más preciso 28 días. Además su duración no
superaba los tres días con sangrado fuerte y máximo dos o tres días más de
sangrado leve y residual (Benson, 1979, p. 23). Hoy las estadísticas hablan de
ciclos con intervalos de 20 a 35 días, con sangrados de tres a diez días,
considerados en una nueva perspectiva médica como normales. ¿Por qué?
En tercer lugar, surge el espectro de una dolencia que se está convirtiendo en
pandemia mundial. La dismenorrea o dolor y molestias de leves a severas durante
la menstruación son hoy síntomas comunes a la mayoría de las mujeres. Pese a
su cada vez más frecuente presencia, las estadísticas de morbi-mortalidad no la
consideran como patología o enfermedad. Es sabido que la mayor causa de
incapacidad laboral en los países del primer mundo es la dismenorrea. Es sabido
también que cada vez aumenta más el consumo de medicamentos analgésicos,
antiespasmódicos y antiinflamatorios para el control de estos síntomas, no
siempre con resultados adecuados. ¿Por qué?
En cuarto lugar, la disfunción reproductiva también ha aumentado de manera
dramática en el mundo entero. La infertilidad primaria, tanto masculina como
femenina, sin causas conocidas, es un problema que crece en todos los países,
en especial los que se consideran desarrollados y en donde la tecnología médica
está más extendida. Cada vez más aparecen técnicas y propuestas para la
solución de estos problemas: inducción hormonal de la ovulación, fertilización in
Vitro, útero prestado, inducción de la espermatogénesis, etc., que por su limitada
eficacia permiten que aumente la demanda de adopción de niños por parte de
parejas infértiles. ¿Por qué?
En quinto lugar, encontramos la patología creciente durante el embarazo. Desde
dolencias leves, ya casi consideradas normales, como la vaginosis, la infección
urinaria, la emesis gravídica o el estreñimiento, hasta patologías de grave riesgo
como la toxemia gravídica, la amenaza de aborto, la amenaza prematura de parto,
la diabetes gestacional y otros trastornos endocrinos, han hecho que el embarazo
deje de ser un estado fisiológico normal y natural, para pasar un estado de alto
riesgo de morbi-mortalidad, que requiere atención médica permanente. ¿Por qué?
En sexto lugar, surgen las distocias obstétricas. Los textos clásicos de la
Obstetricia consideraban que al menos un 5% de las mujeres gestantes tendrían
problemas en el momento del parto y que para la mayoría era esperable y
deseable un parto normal o eutósico. Ese pequeño porcentaje de anormalidad
requería una intervención externa que incluía la inducción farmacológica, el parto
intervenido o la cesárea. Sin embargo, hoy las cifras de casi todos los servicios de
salud del mundo desarrollado muestran cifras de cesáreas que oscilan entre 40 y
55% de todos los embarazos. ¿Por qué?
En séptimo lugar, finalmente, hemos de considerar el singular fenómeno de la
menopausia o síndrome climatérico, período en el cual la mujer termina su ciclo
reproductivo. Aunque no hay estudios conclusivos, al parecer el tránsito fisiológico
a la menopausia era normal en sociedades preindustriales y la calidad de vida de
la mujer post-menopáusica era adecuada. Hoy vemos que la medicina moderna
considera la menopausia como un período crítico y patológico que requiere
intervención en la mayoría de los casos. Terapias de suplencia hormonal,
medicaciones para evitar la osteoporosis, suplementos vitamínicos en la dieta y
una cada vez mayor dependencia médica son el terreno común de la mujer
menopáusica. En efecto, la patología, por sus síntomas o sus consecuencias, se
ha incrementado de manera dramática. Pero también los síntomas propios de la
transición son vistos cada vez más como componentes de una enfermedad. ¿Por
qué?
Algunas explicaciones: El por qué de todos estos cambios en la normalidad y
anormalidad de los ciclos vitales de la mujer no ha sido suficientemente dilucidado.
La medicina moderna no se ha preocupado de manera suficiente en explicarlos y
más bien dedica todo su potencial en buscar soluciones tecnológicas cuando
surgen y se interpretan como patología y enfermedad.
Muchos rumores, algunos fundados y la mayoría infundados, forman parte de la
explicación:
• Hay un consenso general en aceptar que los cambios de la vida moderna
contribuyen en algo a estos cambios: la vida sedentaria, la alteración
dramática de la dieta alimenticia, la nueva condición laboral de la mujer y en
especial su doble condición de ama de casa y trabajadora, entre otros, se
aceptan como factores condicionantes para los cambios en sus ciclos
vitales.
• Crece el rumor, aún no suficientemente confirmado, de que las sustancias
químicas presentes en la alimentación moderna, que incluyen fertilizantes,
pesticidas, antibióticos y hormonas para fomentar el crecimiento de
animales (pollos, cerdos, vacunos, etc.) puedan explicar en parte estos
cambios.
• También y aún menos confirmado, aparece el fantasma de la explosión de
ondas del espectro electromagnético que inunda nuestro espacio cotidiano.
Las radiaciones de las pantallas a color de televisores y computadores, las
ondas de los teléfonos celulares o de las fotocopiadoras, la inundación
eléctrica de nuestros campos magnéticos y la cada vez mayor
contaminación de elementos nucleares, son algunos de los posibles
culpables de los cambios fisiológicos y patológicos de la mujer.
• De todas estas teorías, quizás la que más se acepta, aunque de manera
pasiva, es la del estrés. Llamada la enfermedad del mundo contemporáneo,
su efecto en el sistema nervioso, endocrino e inmunológico es cada vez
más probado por la ciencia occidental. El ritmo laboral cada vez más
agitado, las comunicaciones, la contaminación visual y auditiva creciente, el
machismo o las tendencias feministas como contracultura, el materialismo y
consumismo, son al mismo tiempo causa y consecuencia del estrés. Y su
repercusión en los ciclos vitales de la mujer parece innegable.
Tenemos aún el reto de confirmar o descartar todas estas hipótesis. Sea cual sea
el panorama, todo parece indicar que no se encontrará una causa única y que tal
vez debamos considerar todas o algunas de ellas como factores condicionantes
de cambio y enfermedad. Pero, ¿serán suficientes estas explicaciones? Y si
parecieran serlo, ¿tenemos forma de corregirlas?
¿Por qué? Este acápite no pretende menospreciar la plausibilidad de las teorías
anteriormente mencionadas. Lo que se quiere llamar la atención es que hay otra
posibilidad, quizás complementaria, para comprender todo este caos de los ciclos
vitales de la mujer.
Se trata de recordar la premisa inicial:
No obstante, hay un denominador común. Cualquiera que sea el origen del
concepto, la creencia o el valor, los ciclos vitales de la mujer en todos los pueblos
requieren un cuidado especial que, de no darse, causará perjuicio en primer lugar
a la mujer misma y en segundo lugar a sus vecinos, la comunidad e incluso el
ecosistema.
Convendría entonces dar cabida a la posibilidad de estudiar con prudencia y sin
prejuicio el significado de esta afirmación. ¿Qué significa, entonces, un cuidado
especial? Debemos volver a los conceptos, creencias, valores y prácticas
sugeridos en todas las culturas.
El presente estudio no pretende incluir todas las creencias expresadas en cada
pueblo. Se hace en un contexto de una población semiurbana de los Andes en
Suramérica y por lo tanto tiene como punto de partida la noción, resultado de una
triple influencia, que sobrevive en la medicina tradicional latinoamericana.
No es momento de discutir si los conceptos míticos, religiosos, mágicos o
empíricos tienen validez en la lógica occidental. Lo que se busca por ahora es
recoger esas prácticas que implican un cuidado especial y dilucidar si su
aplicación contribuye a mantener el antiguo concepto de normalidad o a corregir la
actual consecuencia de anormalidad. Si esto llegase a ser cierto, este trabajo
simplemente contribuiría a abrir la puerta para que un nuevo enfoque científico
riguroso estableciera los mecanismos de su posible eficacia.
La medicina tradicional latinoamericana: Ya anotamos que en América Latina
existe una auténtica medicina tradicional, producto del triple legado: indígena,
negro y español. Aunque hay diferencias en los conceptos, creencias y prácticas a
lo largo del sub-continente, encontramos unos elementos comunes que nos
permiten caracterizarla (Zuluaga, 1992, p. 33):
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Presencia de cabezas médicas, chamanes, médicos indígenas y
curanderos en la cúspide de la pirámide.
Presencia de comadronas y parteras, consideradas en cierto modo como
las especialistas tradicionales en ginecología y obstetricia.
Presencia de sobanderos o hueseros, considerados en cierto modo como
los especialistas tradicionales en ortopedia y traumatología.
Uso de plantas medicinales como principal herramienta terapéutica.
La noción de frío y caliente como explicación principal de la mayoría de las
dolencias y su correspondiente clasificación en las plantas medicinales.
El uso de conceptos mágicos y religiosos para establecer la causa de otro
gran grupo de enfermedades: castigo de Dios, maleficio, duende, susto,
pujo, hielo de difunto, etc.
El empleo constante de sustancias purgantes y limpiadoras del organismo.
Criterios comunes para el manejo de los ciclos vitales de la mujer.
Conceptos tradicionales relacionados con la mujer: Para la medicina
tradicional latinoamericana la mujer, por razón de sus características físicas y su
comportamiento fisiológico, que le permiten ser depositaria de la reproducción,
está expuesta a diversas enfermedades si no tiene cuidados especiales en los
eventos importantes de su ciclo vital. En particular la menarquia, la menstruación,
el embarazo, el parto, el puerperio y la menopausia son los momentos críticos que
exigen tal cuidado.
De acuerdo con la teoría del frío y calor como causa de las enfermedades, la
mujer en estos períodos críticos está expuesta al frío. Es por eso que el principal
cuidado, en especial durante la menstruación y el puerperio, es la protección de
toda condición que arriesgue un enfriamiento. Por eso se invita a no bañarse, ni
mojarse, ni lavar o sumergirse en ríos y lagunas, ni consumir alimentos o bebidas
frías, con hielo o de nevera. Para el caso de la primera menstruación o del
puerperio, después de todo parto, este cuidado es aún más exigente, llegándose a
exigir una reclusión total, evitando corrientes de aire o cambios bruscos de
temperatura.
En la medida que las plantas medicinales también son clasificadas como frías y
calientes, en todos los casos se sugiere la utilización de plantas medicinales
consideradas calientes, bien sea bebida o en aplicación externa, mediante baños,
cataplasmas, vapores o emplastos. Aunque no es objetivo de este trabajo
profundizar en las plantas medicinales, hay una gran coincidencia de ellas en toda
Latinoamérica. En el Anexo 1 se mencionan las más importantes. Por último, en
relación con el frío y el calor, también los alimentos son usualmente clasificados
en fríos y calientes. La mujer en estos eventos debe evitar el consumo de
alimentos considerados fríos, tales como frutas, en especial las ácidas, y
hortalizas.
Otros elementos importantes en el cuidado de los ciclos vitales son el reposo,
evitando al máximo ejercicios o actividad física fuerte, la abstinencia sexual y una
dieta alimenticia libre de alimentos que se consideran irritantes y que por lo tanto
pueden conseguir que los flujos, menstrual o del puerperio, adquieran mal olor o
incluso promuevan una infección.
Aunque hay muchas otras recomendaciones particulares, de acuerdo con las
regiones y las culturas, para el presente estudio hemos considerado solamente las
aquí mencionadas, dada su vigencia en toda América Latina.
CONSIDERACIONES METODOLÓGICAS
La consulta médica: Desde 1987 en el municipio de Cota se ha adelantado un
programa de consulta médica general, con la modalidad clásica de la medicina
moderna: Consulta privada, historia clínica, anamnesia, examen clínico, uso de
laboratorio clínico e imágenes de diagnóstico, cuando se requieren, y en algunos
casos remisión a servicio de Urgencias o a especialistas.
En cada consulta médica se ha establecido siempre un diagnóstico de acuerdo
con los criterios internacionales de la medicina moderna. Para el tratamiento se
utilizan las medidas terapéuticas convencionales: medicamentos de síntesis
química, cirugías, terapias y remisiones, según el caso.
No obstante, esta consulta médica ofrece algunos elementos adicionales. En la
historia clínica se consideran ciertos conceptos de la semiología tradicional.
Preguntas sobre la percepción de frío y de calor corporal general, regional o local
en los pacientes; síntomas relacionados con problemas de funcionamiento
digestivo y que la medicina tradicional atribuye a problemas de hígado; aspectos
emocionales, sociales y culturales que rodean al paciente, entre otras. Con esta
nueva información se ha intentado en la mayoría de los casos y de manera
simultánea proponer un diagnóstico muy general desde la perspectiva de la
medicina tradicional. Por ejemplo, si una mujer sufre de dismenorrea primaria, esta
será su primera impresión diagnóstica, pero si además relata problemas de frío en
las extremidades inferiores, entonces se agrega la impresión diagnostica
tradicional de frío.
Pero quizás la mayor novedad de la consulta médica reside en la formulación
prudente de plantas medicinales y los consejos propios de la medicina tradicional.
Esto ha sido más frecuente en el manejo de los ciclos vitales de la mujer, incluso
cuando no manifiestan síntomas relacionados con estos estados.
Conviene tener presente que la consulta médica ha sido de carácter general y en
un contexto de médico de cabecera de la población usuaria del municipio de Cota
y municipios vecinos. En esta medida, la mayoría de los pacientes han sido
atendidos numerosas veces, a veces para control de sus enfermedades y de su
tratamiento, a veces por surgimiento de nuevas enfermedades. En ocasiones la
consulta ha sido exclusivamente ginecológica u obstétrica, pero en la mayoría de
los casos ha sido de carácter general, con tratamiento de patologías simultáneas.
Por ejemplo, atención en una misma consulta de migraña, dismenorrea primaria,
rinitis alérgica, etc. La propuesta terapéutica en estos casos es mixta y no siempre
podrá precisarse la indicación terapéutica para un solo evento patológico.
De este modo, desde 1987 hasta 1999, la consulta médica en el municipio de Cota
fue adelantada por un Médico Cirujano, el Dr. Germán Zuluaga, con un alto
volumen de pacientes. Casi 12.000 Historias Clínicas debidamente consignadas
durante 13 años. Sin embargo, como ya se anotó, desde 1994 el trabajo en Cota,
con el apoyo de organizaciones no gubernamentales, la Alcaldía y el Ministerio de
Salud, la consulta se extendió a un trabajo comunitario en el que líderes
espontáneos constituyeron un Comité de Salud y se inició un proceso de
promoción del autocuidado y la atención primaria en salud, razón por la cual la
propuesta de cuidados especiales para los ciclos vitales de la mujer fue promovida
en toda la comunidad del municipio, aún en aquellas personas y familias que no
eran usuarias de la consulta médica.
Finalmente, la conformación del Grupo de Estudios en Sistemas Tradicionales de
Salud por un grupo de médicos cirujanos, generales y especialistas, ha continuado
la labor de consulta médica desde 1999, con atención a casi 2.000 pacientes,
algunos que asistían a la consulta anterior y otros nuevos. En estos casos también
se propusieron los cuidados especiales en el manejo de los ciclos vitales de la
mujer.
La evaluación subjetiva: El registro cotidiano de las consultas médicas ha
permitido establecer algunos resultados preliminares que, no obstante, no han
sido sistematizados con herramientas propias de la epidemiología. Los médicos
que han participado en este programa consideran que los resultados preventivos y
terapéuticos son altamente positivos y contrastantes con los que ofrecen las
medidas preventivas y terapéuticas convencionales de la medicina occidental. Es
decir que al parecer la introducción de plantas medicinales y de conceptos de la
medicina tradicional trae un mejor beneficio en la salud de los pacientes usuarios.
Podríamos resumir estos logros en los siguientes puntos:
•
•
•
•
•
•
Alta asistencia de usuarios. Debe considerarse que el costo de la consulta
médica ha sido similar al de otros médicos particulares que laboran en el
municipio. Además esta consulta no forma parte del sistema general de
salud, tanto en el régimen subsidiado como en el contributivo. Por lo tanto
debe haber un ingrediente singular que atrae la confianza de los pacientes.
Tal vez la calidad humana de la atención, en un consultorio particular, que
contrasta con la cada vez más percibida atención deshumanizada del
sistema formal de salud, sea un primer ingrediente. Pero es permitido
suponer que la eficacia terapéutica subjetiva con las plantas y los
conceptos tradicionales sea el otro ingrediente.
Disminución en los costos del tratamiento. En efecto, en la medida en que
muchos tratamientos se hacen con base en plantas medicinales, las cuales
tienen un costo muchísimo menor, el ahorro económico es evidente, al
evitarse el consumo de medicamentos que resultan mucho más costosos.
Disminución de efectos iatrogénicos secundarios. Es sabido que la mayoría
de los medicamentos de síntesis química, a pesar de su eficacia, tienen el
problema de causar efectos secundarios indeseables y en ocasiones tan
molestos que obligan a la suspensión del tratamiento. Las plantas
medicinales, bien utilizadas, son generalmente más inocuas y mejor
toleradas por el organismo.
Mejoría clínica objetiva y/o subjetiva de diversas patologías. Este resultado
es percibido sobre todo para aquellas dolencias y enfermedades en los que
la medicina moderna no ofrece soluciones definitivas y requiere medicación
paliativa o de control permanente. Es el caso de problemas tales como la
migraña, la dispepsia, el estreñimiento, la dismenorrea, los trastornos del
ciclo menstrual, la menopausia, enfermedades alérgicas.
Control satisfactorio de algunas enfermedades crónicas. Se hace referencia
a enfermedades que requieren tratamiento permanente, tales como la
hipertensión arterial, la dislipidemia, la diabetes mellitus y la enfermedad
ácido-péptica. Con las plantas medicinales y los conceptos tradicionales se
ha logrado en algunos casos el control satisfactorio, en otros una
significativa disminución de medicamentos y en otros un beneficio para
controlar los efectos indeseables de la enfermedad y de la medicación.
Cambio importante en los hábitos de vida. En la medida en que los
consejos derivados del conocimiento tradicional apuntan a cambiar hábitos
nocivos, muchos pacientes reciben, acogen y aplican estas propuestas de
cambios: mejoría en la dieta alimenticia, con disminución de azúcares y
harinas refinadas, menos ingesta de grasa animal y de aceites vegetales,
•
menor consumo de comidas rápidas y de golosinas de paquete, entre otros;
nuevas actitudes frente a circunstancias críticas de salud tales como la
menstruación, el embarazo, el puerperio, la menopausia, las enfermedades
virales respiratorias, etc.
Nueva relación con el entorno. Las plantas medicinales que se han ofrecido
en la consulta médica son preparadas a partir de sus partes vegetales
naturales, sin ninguna intervención tecnológica. Esto ha hecho que los
usuarios, especialmente en zonas campesinas, hayan querido sembrarlas
para facilitar su disponibilidad. Incluso en muchos casos lo que ha ocurrido
es que se incrementa la diversidad de recursos vegetales en los jardines,
chagras y fincas. A esto se suma el trabajo comunitario de salud que
también promueve actividades de conservación de la diversidad biológica y
del ambiente.
Por supuesto, estos resultados son subjetivos y no pueden presentarse como
argumento científico suficiente para la validación de las plantas medicinales o de
los conceptos de la medicina tradicional. Son numerosas las variables a
considerar y es preciso adelantar un ejercicio epidemiológico mucho más riguroso.
Sin embargo, como lo hemos anotado en otras ocasiones (Zuluaga, 1996;
Zuluaga, 2003), la validación de la eficacia de las plantas medicinales es todavía
un reto enorme para la química, la farmacología y la medicina. Resulta muy
diferente el análisis de un principio químico aislado, bien proceda del petróleo o
bien de un recurso vegetal, que el análisis de la planta o la parte de la planta en su
totalidad. Una planta medicinal usualmente tiene entre 10 y 20 metabolitos
secundarios y crece la certeza de que en la mayoría de ellas el efecto terapéutico
se debe a la combinación de dos o más de estos principios. Además de otros
factores que no se considerarán aquí, en la medicina tradicional se suele prescribir
simultáneamente dos o más plantas, lo que complica aún más el análisis científico.
Tal corroboración científica resulta más dispendiosa si entendemos que la
propuesta terapéutica en la consulta médica de Cota no se reduce a una planta o
a un principio. En muchas ocasiones hay un uso concomitante de medicamentos
de síntesis química y plantas. En otras, como ya se advirtió, la oferta terapéutica
se ofrece con el fin de abarcar las distintas patologías que presenta el paciente,
actitud propia de una consulta médica general y del médico de cabecera.
Pero quizás lo más difícil de comprender es que la propuesta terapéutica de
plantas medicinales y conceptos tradicionales de salud debe verse como un
protocolo, con diferentes prescripciones en la misma formulación. Pongamos un
ejemplo. Para una paciente con dismenorrea primaria no sólo se formula una
planta medicinal, con la categoría cultural de caliente, sino que se acompaña de
baños con plantas en las extremidades o cataplasmas de otras plantas en el
vientre, además de los consejos de evitar el frío y de tener una dieta alimenticia
cuidadosa. Es la combinación de todas estas propuestas la que espera consiga la
mejoría del problema. Aún estamos lejos de proponer un estudio epidemiológico
con base en protocolos, dada su complejidad, pero no cabe duda de que pueda
ser una de las pocas propuestas plausibles para una adecuada validación
científica de plantas y conceptos tradicionales.
En cualquier caso, lo que ha resultado de esta experiencia de consulta médica en
Cota es una evaluación subjetiva positiva, lo cual ha resultado más evidente para
problemas relacionados con los ciclos vitales de la mujer. Es por eso que, como
primer paso, se propuso iniciar este estudio retrospectivo con 100 pacientes
usuarias, con el fin de sentar las primeras bases que justifiquen posteriormente un
estudio prospectivo y ojalá con base en los protocolos sugeridos.
Hipótesis: El uso prudente de plantas medicinales y la aplicación de conceptos y
prácticas tradicionales contribuye al mejoramiento de la salud de la mujer y a la
solución efectiva de problemas relacionados con sus ciclos vitales
Selección de pacientes: Se propuso la selección de 100 pacientes usuarias de la
consulta médica de Cota. Deben haber asistido a la consulta entre los años 1999 y
2005. Sin embargo, muchas de ellas dejaron de asistir cuando hubo una
interrupción de la consulta particular del Dr. Zuluaga y no regresaron a la consulta
con los médicos del Grupo que iniciaron después. Unas pocas de las
seleccionadas sólo asistieron a la consulta con los médicos en la nueva consulta,
después del año 2000.
Dado que la convocatoria se hizo sin ningún incentivo económico, era preciso
llamar a aquellas pacientes que de antemano se sabe fueron muy comprometidas
tanto en la consulta médica como en el trabajo comunitario y por lo tanto
estuvieran dispuestas a colaborar de manera voluntaria y generosa. A esto se
agrega una prioridad con las pacientes que viven en el municipio de Cota, para
facilitar su acceso a la consulta de evaluación clínica.
El programa actual no sólo tenía como objetivo esta evaluación clínica
retrospectiva, sino también un trabajo comunitario para la realización de una
cartilla comunitaria sobre la salud de la mujer, la cual ya fue publicada y
entregada, y para la propagación de 15 especies medicinales de reconocida
eficacia preventiva o terapéutica en problemas relacionados con los ciclos vitales
de la mujer para sembrarlas en los jardines de las 100 usuarias, actividad que
culminó en Septiembre de 2005.
Convocatoria y evaluación clínica: De un total de 140 pacientes
preseleccionadas, se hizo una convocatoria personal o telefónica, a cargo de la
Promotora de Salud del Programa y Auxiliar del Consultorio Médico, la señora
Rosario Castro, logrando finalmente la aceptación de 100 de ellas. Se estableció
una primera reunión comunitaria en el Salón Parroquial el día 19 de noviembre de
2004 en la que el Grupo de médicos presentó el Programa y explicó los objetivos
del mismo, incluyendo la evaluación clínica.
Posteriormente se adelantó un análisis de la Historia Clínica de cada una de las
100 pacientes, para registro de los datos generales, evaluación de las condiciones
de salud y análisis pormenorizado de la información relacionada con los ciclos
vitales de la mujer y posibles prescripciones preventivas o terapéuticas con
plantas medicinales y conceptos tradicionales.
Entre enero y febrero de 2005 cada una de ellas fue atendida en el consultorio por
un Médico especialista en Ginecología y Obstetricia, con el propósito de confirmar
los datos recopilados en el análisis de las Historias Clínicas y para algunas de
ellas promoción o renovación de propuestas terapéuticas o preventivas
relacionadas con los ciclos vitales. Este primer registro de consulta se entregó en
un Informe Preliminar a la Alcaldía de Cota y el CIET.
Finalmente, en el mes de septiembre de 2005, los médicos del Grupo hicieron una
segunda y última consulta a cada una de las pacientes, para establecer, con base
en un formato clínico diseñado para el estudio, la evaluación clínica retrospectiva
relacionada con los ciclos vitales de la mujer. Una vez recogida la información, se
ha sistematizado y el análisis de los resultados se presenta en el presente
documento.
Categorías del análisis retrospectivo: De las 100 pacientes usuarias, 85 fueron
seleccionadas para el análisis. De las 15 restantes, algunas no asistieron a la
segunda consulta de evaluación y en otras se consideró que la Historia Clínica no
ameritaba su inclusión.
Para la consulta médica de evaluación a cada paciente se le asignó un número de
registro. Los datos generales recogidos fueron:
•
•
•
•
•
Nombre completo.
Año de inicio en la consulta médica.
Edad al inicio de la consulta.
Edad en el momento de la consulta de evaluación.
Tiempo transcurrido entre el inicio de la consulta y el año 2005, fecha de la
segunda consulta de evaluación.
Enseguida se hizo un interrogatorio general, a partir de la información consignada
en la Historia Clínica y con base en la primera corroboración clínica realizada en
los meses de enero y febrero de 2005. La información se sistematizó con base en
las siguientes ordenaciones:
A. Usuaria de plantas medicinales: Número 1 para aquellas que emplearon o
aún emplean las plantas medicinales. Número 2 para aquellas que no las
emplearon. Número 3 para las que las utilizaron en forma irregular y con
poca perseverancia. Aquí se hace referencia al uso de plantas medicinales
para cualquier enfermedad y no exclusivamente para problemas
relacionados con los ciclos vitales de la mujer.
B. Cuidados menstruales: Número 1 para las pacientes que siguieron o aún
siguen las recomendaciones generales del cuidado durante la
C.
D.
E.
F.
G.
menstruación. Número 2 para las que no siguieron esta prescripción.
Número 3 para las que los siguieron de manera irregular y con poca
perseverancia. Los principales cuidados interrogados fueron la protección
del frío y la dieta alimenticia sugerida.
Plantas durante la menstruación: Número 1 para las pacientes que tomaron
o aún siguen tomando las plantas medicinales prescritas para los días de la
menstruación. Número 2 para las que no siguieron esta prescripción.
Número 3 para las que las tomaron de manera irregular y con poca
perseverancia. En la mayoría de los casos, para las mujeres en la edad
fértil, la consulta médica siempre incluyó consejos y sugerencia de uso de
plantas durante la menstruación, aún si no existía una patología
directamente relacionada.
Cuidados del puerperio: Número 1 para las pacientes que siguieron o aún
siguen las recomendaciones generales del cuidado durante el período
inmediatamente posterior al parto o puerperio. Número 2 para las que no
siguieron esta prescripción. Número 3 para las que los siguieron de manera
irregular y con poca perseverancia. Esta prescripción, por supuesto, se hizo
para aquellas pacientes que tuvieron oportunidad de seguir su control de
embarazo en el consultorio o que recibieron los consejos a través de los
talleres y publicaciones comunitarias. Incluye en casi todos los casos el
consumo de plantas medicinales recomendadas, el cuidado riguroso del frío
y otras medidas generales en relación con el aseo, la alimentación y la
lactancia.
Plantas medicinales durante embarazos: Número 1 para las pacientes que
tomaron o aún siguen tomando las plantas medicinales prescritas durante el
embarazo. Número 2 para las que no siguieron esta prescripción. Número 3
para las que las tomaron de manera irregular y con poca perseverancia. Es
importante resaltar que aquí hace mención al consumo de plantas
medicinales para cualquier problema de salud referido durante la consulta
en el embarazo o incluso su consumo con fines preventivos.
Desea continuar tomando plantas: Número 1 para las pacientes que
afirman que quieren seguir tomando las plantas medicinales para el cuidado
de su salud. Número 2 para las que no desean. Esta pregunta subjetiva
busca evaluar el nivel de interés y confianza en las plantas medicinales, sin
importar los resultados de las respuestas presentes en otras categorías y
sin que necesariamente implique la asistencia a la consulta médica.
Diagnóstico específico # 1: Para efectos del análisis retrospectivo se
escogieron las siguientes categorías de enfermedades relacionadas con los
ciclos vitales de la mujer:
1)
2)
3)
4)
5)
6)
7)
Dismenorrea.
Trastorno del ciclo.
Climaterio.
Vaginosis.
Infertilidad.
Dolor pélvico.
Incontinencia urinaria.
8) Herpes genital.
9) Cáncer de cuello uterino.
Estas categorías generales fueron establecidas sobre la premisa de que
fueron consultadas en algún momento durante el período de consultas
médicas y que quedaron registradas como impresión diagnóstica, sin
importar si de manera simultánea se expresaron otras patologías no
relacionadas con los ciclos vitales de la mujer. Por razón de no dificultar la
evaluación retrospectiva, no se consideraron patologías relacionadas con
seno, ni enfermedades propias del embarazo.
H. Plantas: Número 1 para aquellas que emplearon o aún emplean las plantas
medicinales para la categoría de enfermedad relacionada en el diagnóstico
específico # 1. Número 2 para aquellas que no las emplearon. Número 3
para las que las utilizaron en forma irregular y con poca perseverancia.
I. Cuidados: Número 1 para las pacientes que siguieron o aún siguen las
recomendaciones generales de cuidado para la categoría de enfermedad
relacionada en el diagnóstico específico # 1. Número 2 para las que no
siguieron esta prescripción. Número 3 para las que los siguieron de manera
irregular y con poca perseverancia.
J. Mejoría: Número 1 para aquellas que experimentaron una mejoría clínica
evidente para la categoría de enfermedad relacionada en el diagnóstico
específico # 1. Número 2 para las que no experimentaron mejoría evidente.
Número 3 para aquellas que experimentaron una relativa mejoría o sólo de
algunos síntomas o la mejoría no fue permanente.
K. Diagnóstico específico # 2: Para efectos del análisis retrospectivo se
escogieron las mismas categorías de enfermedades relacionadas con los
ciclos vitales de la mujer establecidas para el diagnóstico específico # 1: 1)
Dismenorrea, 2) Trastorno del ciclo, 3) Climaterio, 4) Vaginosis, 5)
Infertilidad, 6) Dolor pélvico, 7) Incontinencia urinaria, 8) Herpes genital, y 9)
Cáncer de cuello uterino. Dado que muchas pacientes en el transcurso de
los años en que asistieron a consulta médica pudieron presentar dos o más
categorías de estas enfermedades, se exploró el segundo diagnóstico,
considerando que es menos importante que el codificado en el primero.
L. Plantas: Número 1 para aquellas que emplearon o aún emplean las plantas
medicinales para la categoría de enfermedad relacionada en el diagnóstico
específico # 2. Número 2 para aquellas que no las emplearon. Número 3
para las que las utilizaron en forma irregular y con poca perseverancia.
M. Cuidados: Número 1 para las pacientes que siguieron o aún siguen las
recomendaciones generales de cuidado para la categoría de enfermedad
relacionada en el diagnóstico específico # 2. Número 2 para las que no
siguieron esta prescripción. Número 3 para las que los siguieron de manera
irregular y con poca perseverancia.
N. Mejoría: Número 1 para aquellas que experimentaron una mejoría clínica
evidente para la categoría de enfermedad relacionada en el diagnóstico
específico # 2. Número 2 para las que no experimentaron mejoría evidente.
Número 3 para aquellas que experimentaron una relativa mejoría o sólo de
algunos síntomas o la mejoría no fue permanente.
O. Comentarios especiales: Finalmente se dejó una casilla para anotar algún
comentario especial o adicional que se consideró importante tener presente
en el momento del análisis de los resultados.
Las ordenaciones escogidas en este formato han sido seleccionadas teniendo en
cuenta que la información es muy disímil en cada una de las pacientes, que no
había un grupo de estudio seleccionado previamente y que se enmarca en una
consulta médica general, con lapsos entre 1 y 18 años de tratamiento. Como se
indicó anteriormente, el presente estudio retrospectivo no busca dilucidar la
eficacia de una sustancia, una planta o una recomendación propia de la medicina
tradicional. Se pretende por ahora hacer una evaluación exploratoria general de la
posible eficacia de plantas medicinales y conceptos tradicionales en la prevención,
manejo y terapéutica de problemas relacionados con los ciclos vitales de la mujer.
El análisis cuantitativo de las ordenaciones escogidas no puede leerse a la luz de
la bioestadística convencional y su resultado se acoge como punto de partida
orientador para una evaluación subjetiva que de acuerdo con las conclusiones
permita proponer o descartar posteriores estudios mucho más rigurosos. Aunque
pueda asumirse como un estudio basado en la medicina de evidencia, debe
tenerse en cuenta que no hay experiencia científica suficiente de esta herramienta
para estudios retrospectivos, dificultad que se ahonda al tratarse de protocolos
provenientes de una tradición que no ha sido suficientemente estudiada.
ANÁLISIS RETROSPECTIVO Y RESULTADO
De las 100 pacientes seleccionadas al inicio del estudio, 85 participaron en todo el
proceso hasta la segunda y última consulta de evaluación clínica.
Edad
La edad promedio de las mujeres en su primera consulta fue de 26,6 años. Por lo
tanto, la mayoría de las pacientes eran jóvenes y estaban en edad reproductiva.
Nueve pacientes tenían menos de diez años en su primera consulta, ya que sus
familias han frecuentado el consultorio. Todas ellas continuaron como usuarias y
más adelanten reportan, de acuerdo con la Historia Clínica, situaciones de salud
relacionadas con la menarquia, los ciclos menstruales y embarazos.
Diez y seis pacientes tenían entre 10 y 19 años en su primera consulta. Los
registros de Historia Clínica reportan para la mayoría de ellas problemas
relacionados con la menarquia y su primera etapa de ciclos menstruales.
Treinta y un pacientes tenían entre 20 y 29 años en su primera consulta. Los
registros de Historia Clínica reportan para la mayoría de ellas problemas
relacionados con sus ciclos menstruales, la menstruación, embarazo y puerperio.
Doce pacientes tenían entre 30 y 39 años en su primera consulta. Los registros de
Historia Clínica reportan para la mayoría de ellas problemas relacionados con sus
ciclos menstruales, la menstruación, embarazo y puerperio. Sin embargo las
patologías relacionadas con los ciclos vitales en la mayor parte de los casos son
mucho más severas y ya han sido sometidas a tratamientos farmacológicos y/o
quirúrgicos.
Doce pacientes tenían entre 40 y 49 años en su primera consulta. Los registros de
Historia Clínica revelan resultados similares a las pacientes de la década anterior,
pero comienzan a surgir o incrementarse problemas tales como incontinencia
urinaria, vaginosis y climaterio.
Finalmente, cinco de las pacientes tenían más de 50 años en el momento de su
primera consulta médica. En la Historia Clínica de cada una de ellas se reportan
problemas relacionados con el climaterio.
Rango de edad
0 a 9 años
10 a 19 años
20 a 29 años
30 a 39 años
40 a 49 años
Mayores de 50 años
Total
# de pacientes
9
16
31
12
12
5
85
Predominio de patología
No relacionada
Menarquia y trastornos del ciclo
Dismenorrea, trastornos del ciclo y embarazo
Patologías más severas del ciclo menstrual
Patologías del ciclo y climaterio
Climaterio
A. Usuaria de plantas medicinales
Setenta y un pacientes (71) ratificaron ser usuarias constantes de plantas
medicinales para prevención y manejo de enfermedades; corresponde al 86% de
las pacientes. Sin embargo once (13) de ellas reconocieron que no las consumían
con frecuencia y constancia.
B. Cuidados menstruales
En nueve de las 85 pacientes no se respondió a esta pregunta. De las restantes
76 pacientes, 61confirmaron practicar cuidados de la menstruación, en especial la
protección del frío. Nueve de ellas (9) reconocieron no haber practicado los
cuidados y seis (6) afirman haber tenido cuidados inconstantes o parciales.
Respuesta
No respondieron
Sí
No
A veces
Total
Cuidados durante la menstruación
# de pacientes
Porcentaje
9
61
9
6
85
Nota: El porcentaje se obtuvo de las pacientes que sí respondieron
80%
12%
8%
100%
C. Plantas durante la menstruación
En trece de las 85 pacientes no se respondió a esta pregunta. De las restantes 72
pacientes, 53 confirmaron que empleaban o emplean plantas medicinales durante
la menstruación. 13 más reconocieron no haber tomado plantas y las 6 restantes
las tomaban de manera irregular e infrecuente.
Plantas medicinales durante la menstruación
Respuesta
# de pacientes
Porcentaje
No respondieron
13
Sí
53
74%
No
13
18%
A veces
6
8%
Total
85
100%
Nota: El porcentaje se obtuvo de las pacientes que sí respondieron
49 de las pacientes que afirmaron emplear plantas medicinales durante la
menstruación, también tuvieron cuidados menstruales. 3 más, aunque tomaban
plantas, no practicaban los cuidados y la restante lo hacía de manera irregular y
parcial.
D. Cuidados del puerperio
De las 85 pacientes, tan sólo 39 respondieron a esta pregunta. 29 pacientes
afirmaron haber tenido cuidados durante el puerperio, en especial la protección del
frío. 9 pacientes reconocieron no haber tenido cuidados y 1 los tuvo de manera
irregular y parcial.
Respuesta
No respondieron
Sí
No
A veces
Total
Cuidados durante el puerperio
# de pacientes
46
29
9
1
85
Porcentaje
74%
23%
3%
100%
Nota: El porcentaje se obtuvo de las pacientes que sí respondieron
E. Plantas medicinales durante el embarazo
De las 85 pacientes, tan sólo 38 respondieron a esta pregunta. 29 pacientes
afirmaron haber tomado plantas medicinales durante el embarazo y 9 confirmaron
no haberlas tomado.
Respuesta
No respondieron
Sí
No
A veces
Total
Plantas medicinales durante el embarazo
# de pacientes
Porcentaje
47
29
76%
9
24%
0
0%
85
100%
Nota: El porcentaje se obtuvo de las pacientes que sí respondieron
F. Desea continuar tomando plantas
De las 85 pacientes, 19 no respondieron a esta pregunta. Las 66 restantes
respondieron que sí deseaban seguir tomando plantas medicinales.
G. Diagnóstico específico # 1:
De las 85 pacientes, 12 no presentaron ninguna patología relacionada con los
ciclos vitales. El problema más reportado fue Trastorno del ciclo menstrual en 31
pacientes, que puede incluir poli y oligomenorrea, así como hiper e hipomenorrea.
En segundo lugar aparece la dismenorrea en 19 pacientes y en tercer lugar el
climaterio en 16 personas.
Las demás patologías interrogadas en el estudio no tuvieron más de dos casos
para la vaginosis y un caso para la infertilidad, el dolor pélvico, la incontinencia
urinaria, el herpes genital y el cáncer de cuello uterino.
Diagnóstico # 1
Dismenorrea
Trastorno del ciclo
Climaterio
Vaginosis
Infertilidad
Dolor pélvico
Incontinencia
Herpes genital
Cáncer de cuello
Sin patología
Total
Diagnóstico # 1
# de pacientes
19
31
16
2
1
1
1
1
1
12
85
Porcentaje
23%
37%
19%
2%
1%
1%
1%
1%
1%
14%
100%
Nota: El porcentaje se obtuvo del total de las pacientes
Plantas
De las 73 pacientes que presentaron alguno de los diagnósticos (# 1) relacionados
con los ciclos vitales, 63 afirman haber aceptado y realizado el tratamiento con
plantas medicinales. 9 reconocieron no haberlas tomado y 1 lo hizo de manera
irregular e infrecuente.
Cuidados
De las 73 pacientes que presentaron alguno de los diagnósticos (# 1) relacionados
con los ciclos vitales, 62 afirman haber aceptado y realizado el tratamiento con
cuidados tradicionales. 9 reconocieron no haberlas tomado y 2 lo hicieron de
manera irregular e infrecuente.
Mejoría
De las 73 pacientes que presentaron alguno de los diagnósticos (# 1) relacionados
con los ciclos vitales, 57 afirman haber experimentado mejoría clínica completa. 12
de ellas no experimentaron ninguna mejoría, 3 refieren mejoría parcial y 1 de ellas
a pesar de no haber tomado las plantas refiere mejoría espontánea.
Respuesta
Mejoría completa
No mejoría
Mejoría parcial
Mejoría sin tratamiento
Sin enfermedad
Total
Mejoría al diagnóstico # 1
# de pacientes
57
12
3
1
12
85
Porcentaje
78%
17%
4%
1%
100%
Nota: El porcentaje se obtuvo de las pacientes que tuvieron diagnóstico
Diagnóstico específico # 2
Tan sólo 17 pacientes presentaron un segundo diagnóstico relacionado con
problemas de los ciclos vitales. 5 presentaron como diagnóstico # 2 dismenorrea y
todas ellas tenían como diagnóstico # 1 trastornos del ciclo. 5 presentaron como
diagnóstico # 2 trastornos del ciclo; 4 de ellas tuvieron como diagnóstico # 1
dismenorrea y 1 vaginosis. 4 pacientes presentaron como diagnóstico # 2
climaterio; 3 de ellas tuvieron como diagnóstico # 1 trastornos del ciclo y 1
incontinencia urinaria. 2 pacientes presentaron como diagnóstico # 2 vaginosis y
las 2 tenían como diagnóstico # 1 climaterio. La paciente restante presentó como
diagnóstico # 2 infertilidad y tuvo como diagnóstico # 1 trastorno del ciclo.
Diagnóstico # 2
Dismenorrea
Trastorno del ciclo
Climaterio
Vaginosis
Infertilidad
Dolor pélvico
Incontinencia
Herpes genital
Cáncer de cuello
Sin patología
Total
Diagnóstico # 2
# de pacientes
5
5
4
2
1
0
0
0
0
68
85
Nota: El porcentaje se obtuvo del total de las pacientes
Porcentaje
6%
6%
5%
2%
1%
0%
0%
0%
0%
80%
100%
Plantas
De las 17 pacientes que tuvieron diagnóstico # 2, 16 aceptaron y tomaron plantas
medicinales. La restante lo hizo de manera irregular.
Cuidados
De las 17 pacientes que tuvieron diagnóstico # 2, 10 no respondieron a la
pregunta, 5 afirman que sí realizaron cuidados tradicionales, 1 no lo hizo y 1 lo
hizo de manera irregular.
Mejoría
De las 17 pacientes que tuvieron diagnóstico # 2, 13 afirman haber tenido mejoría
clínica completa, 3 no experimentaron mejoría y 1 tuvo mejoría parcial.
Mejoría al diagnóstico # 2
# de pacientes
13
3
1
68
85
Respuesta
Mejoría completa
No mejoría
Mejoría parcial
Sin enfermedad
Total
Porcentaje
76%
18%
6%
100%
Nota: El porcentaje se obtuvo del total de las pacientes
Comentarios especiales
Los médicos que realizaron la evaluación final realizaron algunos comentarios
especiales en 20 de las pacientes, al considerar que dicha información podría ser
útil en el análisis.
•
•
•
•
Una paciente tuvo diagnóstico de Coriocarcinoma y fue remitida al Instituto
Nacional de Cancerología para tratamiento especializado. La paciente
actualmente está en control satisfactorio.
Una paciente joven, con diagnóstico # 1 de dolor pélvico tuvo diagnóstico de
endometriosis y se encuentra en tratamiento médico especializado. No
experimentó mejoría con los cuidados tradicionales y reconoce haber tomado
las plantas de manera irregular.
Dos pacientes jóvenes, quienes iniciaron la consulta antes de la menarquia y
han sido usuarias de plantas medicinales y cuidados, no presentan patologías
relacionadas con los ciclos vitales, tuvieron una menarquia normal, no
presentan dismenorrea y sus ciclos menstruales son normales.
Dos pacientes afirman haber tenido un proceso climatérico normal. Una toma
plantas medicinales y la otra no tuvo ningún tratamiento.
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
Una paciente joven consultó por trastornos del ciclo. Reconoce no haber
tomado plantas y realizó los cuidados con poca constancia. La mejoría ha sido
parcial. Se reportan embarazos y partos posteriores al tratamiento normales.
Una paciente consultó por infertilidad primaria. Tuvo buen resultado con el
tratamiento de plantas y cuidados tradicionales, con 3 embarazos normales.
Posteriormente se le practicó Histerectomía Total por diagnóstico de
Miomatosis Uterina.
Otra paciente también consultó tuvo como primer diagnóstico trastornos del
ciclo. Siguió el tratamiento con plantas y cuidados tradicionales, obteniendo
mejoría. Sin embargo, tuvo un segundo diagnóstico de infertilidad primaria,
para lo cual reconoce no fue constante con las plantas y no obtuvo mejoría.
Una paciente consultó por Climaterio y obtuvo mejoría con el tratamiento de
plantas y cuidados tradicionales. En la consulta de evaluación se encontró que
dos hermanas recientemente tuvieron Carcinoma de Seno, por lo que se hace
el comentario especial para darle seguimiento preventivo.
Una paciente ha tomado plantas medicinales y no ha tenido diagnóstico
relacionado con los ciclos vitales. El año anterior al estudio tuvo un embarazo y
parto normal.
Una paciente consultó a la edad de 39 años por dismenorrea y trastornos del
ciclo. Realizó el tratamiento con plantas y cuidados tradicionales, pero no
obtuvo mejoría. Se le practicó una Histerectomía Total por Miomatosis Uterina.
Otras dos pacientes consultaron por trastornos del ciclo a la edad de 30 y 45
años respectivamente, sin obtener mejoría al tratamiento y también se les
practicó una Histerectomía Total por Miomatosis Uterina. También una
paciente consultó por trastornos del ciclo, sin mejoría al tratamiento y tiene un
diagnóstico ecográfico de Miomatosis Uterina.
Una paciente consultó por síntomas del climaterio. Ya se le había practicado
una Histerectomía por Miomatosis Uterina. Recibió el tratamiento con plantas y
cuidados tradicionales obteniendo mejoría.
Una paciente consultó por trastornos del ciclo, pero no ha realizado el
tratamiento y no ha obtenido mejoría.
Una paciente que ha tomado plantas medicinales, presentó diagnóstico de
Herpes Genital y ha obtenido mejoría sintomática con el tratamiento con
plantas medicinales y cuidados tradicionales.
Se reporta una paciente que consultó por dismenorrea a la edad de 27 años.
Se realizó un diagnóstico ecográfico de Miomatosis Uterina, que tuvo mejoría
completa con el tratamiento de plantas medicinales y cuidados tradicionales.
Esta mejoría ha sido confirmada por nuevas ecografías.
Finalmente, una paciente consultó por síntomas del climaterio. Presentó
además un severo cuadro de Lupus Eritematoso Sistémico, confirmado por
pruebas clínicas y atención de especialista. Recibió tratamiento simultáneo con
plantas medicinales y cuidados tradicionales, obteniendo mejoría completa de
los dos problemas.
EVALUACIÓN CLÍNICA RETROSPECTIVA DE 100 PACIENTES
Discusión y resultados
ASPECTOS GENERALES
El estudio retrospectivo a 100 pacientes para evaluar el manejo de problemas
relacionados con los ciclos vitales de la mujer con plantas medicinales y cuidados
tradicionales, aunque no presenta una población estadísticamente significativa, sí
permite obtener unas conclusiones preliminares. Dado que no hay estudios
similares en la literatura mundial, los resultados se ofrecen como un punto de
partida para un abordaje estadístico y científico más completo.
Teniendo en cuenta que no hubo ningún incentivo especial para convocar a las
pacientes, quienes asistieron voluntariamente y con pleno consentimiento,
consideramos que la participación de 85 de ellas a todas las fases del estudio
refleja el alto grado de participación comunitaria que suscita un programa de salud
con plantas medicinales y cuidados tradicionales. Estas mismas conclusiones se
han encontrado en otros programas comunitarios similares (Zuluaga, 2003, p. 317320). La población colombiana parece estar dispuesta a participar en programas
innovadores de salud si en ellos se propone la recuperación de conocimientos y
prácticas tradicionales y ancestrales.
USO DE PLANTAS MEDICINALES
Un alto porcentaje de las pacientes aceptaron la propuesta de utilizar plantas
medicinales para el cuidado de la salud, en el esquema de consulta médica y el
autocuidado. El 86% afirmaron ser usuarias de plantas, aunque el 18% de ellas
reconocen usarlas de manera irregular.
De las pacientes a quienes se les recomendó el consumo de plantas durante la
menstruación, el 82% afirma haberlas consumido, aunque el 8% de ellas
reconocen usarlas de manera irregular. De las 38 pacientes que respondieron a la
pregunta de si emplearon plantas medicinales durante el embarazo, el 76%
respondió afirmativamente, pero el estudio no determinó si el 24% restante había
recibido esta recomendación durante su control prenatal. Finalmente, el 78% de
las pacientes respondieron afirmativamente a la pregunta de si deseaban seguir
tomando plantas medicinales para el cuidado de la salud.
La Organización Mundial de la Salud, en sus distintos estudios, confirma que la
población mundial sigue utilizando con frecuencia las plantas medicinales en
porcentajes importantes (OMS, 2002, p. 8-12). Sin embargo, el empleo tradicional
ha disminuido para pasar a un uso industrial, mediante preparaciones de origen
vegetal. Como bien lo señala, cada vez más parece que el conocimiento de la
medicina tradicional está siendo apropiado, adoptado y patentado por científicos e
industrias, con escasa o ninguna compensación para sus custodios originales, y
sin su consentimiento informado (p. 28).
Es importante tener en cuenta que la oferta de plantas medicinales en este
programa se hace con base en las preparaciones tradicionales, de acuerdo con
las prescripciones de la medicina tradicional latinoamericana. Esto permite un
menor costo y motiva a la población a cultivar y proveerse de plantas, sin
dependencia externa.
La población colombiana está dispuesta a utilizar las plantas medicinales para el
cuidado de su salud, pero requiere de un acompañamiento prudente por parte de
personal sanitario debidamente entrenado, que permita garantizar el uso racional,
la calidad, la seguridad y la eficacia (OMS, p. 5-6).
APLICACIÓN DE CUIDADOS TRADICIONALES
No es usual presentar estudios de evaluación clínica en el que se consideren
aspectos diferentes de los medicamentos o las prácticas quirúrgicas. En el
presente programa de consulta médica, no sólo se prescriben plantas medicinales,
sino que se complementan con una serie de recomendaciones que se consideran
igual de importantes para la eficacia del tratamiento.
En particular para problemas relacionados con el ciclo vital de la mujer, las
recomendaciones se orientan por una parte al cuidado del frío, en especial durante
la menstruación, el puerperio o durante el tratamiento con plantas medicinales y
por la otra a cuidados y cambios en la dieta alimenticia.
En el presente estudio encontramos que de las mujeres a quienes se les
prescribió estos cuidados tradicionales durante la menstruación, el 80 % lo
aceptaron y cumplieron y un 8% lo aceptaron pero fueron irregulares en su
cumplimiento. Por otra parte, de las mujeres a quienes se les prescribió estos
cuidados tradicionales durante el puerperio, el 74% lo aceptaron y cumplieron y el
3% lo aceptaron pero fueron irregulares en su cumplimiento.
El alto porcentaje de aceptación a estos cuidados refleja la persistencia explícita o
soterrada de los conocimientos tradicionales y muchas de las pacientes afirman
haber ya escuchado estas recomendaciones por parte de su madre, abuela o
familiares. No es fácil en la actualidad cumplir con estas recomendaciones, sobre
todo por consideraciones culturales en relación con el aseo y la imposibilidad de
bañarse y por las dificultades de mantenerse en reposo y recluidas debido a las
exigencias escolares o laborales. Si la mayoría de las pacientes han aceptado
cumplirlas es por motivo de confianza en la oferta médica, pero que se refuerza a
medida que van experimentando mejoría de los problemas relacionados con los
ciclos vitales.
El enfoque terapéutico de la medicina occidental está basado en el empleo de
medicamentos y en la práctica quirúrgica. Las evaluaciones farmacológicas y
clínicas se hacen sobre estos fundamentos y hasta el presente hay escasa
consideración a medidas complementarias como parte integral del tratamiento.
Cambios y restricciones alimenticias, reposo o actividades físicas dirigidas,
cambios de hábitos, entre otros, pueden ser sugeridos en la práctica médica. Sin
embargo, la evaluación terapéutica no los tiene en cuenta, como variables
importantes que pueden modificar el curso del tratamiento. No existen pues
protocolos científicos en la epidemiología clásica para estos cuidados “no
farmacológicos” y “no quirúrgicos”, como componentes integrales de la
terapéutica.
La medicina tradicional, por su parte, considera de gran importancia el
seguimiento de cuidados especiales para garantizar la eficacia de los remedios
prescritos. Cambios y restricciones alimenticias, reposo o actividades físicas
dirigidas, cambios de hábitos, también forman parte del tratamiento. Pero también
la abstinencia sexual, cuidados especiales con los cambios de temperatura,
acciones de carácter espiritual como la oración o la reconciliación, son incluidos en
la propuesta terapéutica.
Según la medicina tradicional, la respuesta al tratamiento es debida al
cumplimiento integral de todas estas recomendaciones y no sólo de los remedios
formulados. Incluso la eficacia de los remedios, en especial las plantas
medicinales, depende en gran parte del seguimiento de estas otras
recomendaciones. En efecto, si se prescriben plantas catalogadas como calientes,
el indebido contacto con el frío hará que la planta no tenga eficacia. También el
efecto limpiador o depurativo de muchas plantas es inhibido por una dieta alta en
grasa.
Este estudio que confirma la disponibilidad de la población colombiana para dar
seguimiento a cuidados tradicionales de salud, plantea la inquietud de construir
herramientas científicas para evaluar su eficacia, al tiempo que hace una
advertencia sobre la importancia de que el acto médico no se limite
exclusivamente a la prescripción de medicamentos o a la práctica quirúrgica.
EVALUACIÓN CLÍNICA
Ya se ha dicho que para la evaluación clínica retrospectiva se eligieron las
siguientes categorías de enfermedades, relacionadas con los ciclos vitales de la
mujer: 1) Dismenorrea, 2) Trastorno del ciclo, 3) Climaterio, 4) Vaginosis, 5)
Infertilidad, 6) Dolor pélvico, 7) Incontinencia urinaria, 8) Herpes genital, y 9)
Cáncer de cuello uterino.
Por razón del carácter aleatorio de la selección de las pacientes, el estudio no
pretendía evaluar ciertas clases de enfermedades, sino el estado de salud y
enfermedad de mujeres usuarios de un consultorio médico general, en relación
con sus ciclos vitales.
Diagnóstico
Dismenorrea
Trastorno del ciclo
Climaterio
Vaginosis
Infertilidad
Dolor pélvico
Incontinencia
Herpes genital
Cáncer de cuello
Sin patología
Categoría de enfermedades
# de casos
24
36
20
4
2
1
1
1
1
12
Porcentaje
29%
33%
24%
4%
2%
1%
1%
1%
1%
14%
NOTA: No se establece suma del porcentaje, ya que algunos diagnósticos estuvieron presentes en la misma
paciente.
Por tal razón podría indicarse entonces que la patología, bajo las categorías
propuestas, en especial para las tres primeras, como se verá adelante, puede ser
un indicador del porcentaje global de patologías femeninas en cualquier población:
Tan sólo el 14% de la población estudiada no reportó ninguna patología
relacionada con los ciclos vitales de la mujer. Esto podría confirmar un hecho que
estadísticamente es cada vez más evidente en los servicios formales de salud. La
salud de la mujer es cada vez más precaria y la medicina moderna no ha
encontrado estrategias suficientes para prevenir y tratar sus dolencias de carácter
femenino.
Las dos condiciones patológicas más importantes fueron los trastornos del ciclo
menstrual (37% como primer diagnóstico y 6% como segundo diagnóstico, para un
total de 43%) y la dismenorrea (23% como primer diagnóstico y 6% como segundo
diagnóstico, para un total de 29%). Botero y cols. (2004) afirman que los trastornos
del ciclo están presentes en el 20 a 50% de todas las mujeres (p. 505), mientras
que la dismenorrea está presente en el 30 a 75% de ellas (p. 511). A pesar de los
rangos tan amplios presentados por los autores, los resultados del presente
estudio coinciden con el porcentaje medio a superior.
Cifras tan altas, que coinciden con reportes internacionales, afirman una vez más
que las patologías femeninas son cada vez más frecuentes y que, si las
comparamos con las patologías más frecuentes de la población general,
constituyen verdaderas epidemias y problemas de salud pública, aún no
solucionados.
En tercer lugar encontramos el climaterio. Aunque la medicalización de tal
fenómeno es un hecho común en la medicina actual, al punto de considerarlo
como problema de salud en todos los casos, aquí hemos hecho referencia a esta
categoría, sólo cuando hay síntomas asociados. El 19% de las pacientes como
primer diagnóstico y el 5% como segundo diagnóstico, para un total de 24% de la
población estudiada presentaron síntomas asociados al climaterio.
Si tenemos en cuenta que el estudio recoge la consulta médica durante 18 años,
sólo hemos de considerar aquellas que tenían 30 años o más en el momento de la
consulta inicial, lo cual nos da un total de 29 pacientes, de las cuales 20
presentaron síntomas asociados al climaterio, lo que significa un 70%. Este
resultado contrasta con la información presentada por Botero y cols. (2004)
quienes afirman que el climaterio patológico se presenta en el 10% de las mujeres
(p. 593).
Las demás categorías de enfermedades tuvieron poca incidencia: Vaginosis (4%),
infertilidad (2%), dolor pélvico (1%), incontinencia urinaria (1%), herpes genital
(1%) y cáncer de cuello uterino (1%). Esto es explicable dado que estos
problemas de salud usualmente son consultados al médico especialista y no son
usuales en la consulta médica general. Por tal razón, los resultados del presente
estudio para estas categorías de enfermedades no pueden ser utilizados como
indicadores de morbilidad en la población general.
Evaluación general de la eficacia
1) Ya hemos visto que un 77% de las pacientes que recibieron tratamiento para
algunas de las categorías de enfermedades aquí evaluadas refieren haber
experimentado mejoría completa. Un 5% más afirman haber obtenido mejoría
parcial.
2) De las 13 pacientes que admitieron no emplear las plantas con frecuencia y
constancia 3 no reportaron en la consulta problemas relacionados con los ciclos
vitales. De las restantes 10 pacientes, la mitad (5) no reportaron mejoría en
problemas relacionados con ciclos vitales, 1 experimentó mejoría incompleta, y 4
reportaron mejoría completa a pesar del tratamiento parcial.
De las 61 pacientes que afirman haber tenido cuidados constantes durante la
menstruación, 9 no presentaron diagnóstico relacionado con problemas de ciclos
vitales y de las restantes 52 pacientes tan sólo 4 no reportaron mejoría con el
tratamiento para problemas de los ciclos vitales. En cambio, de las 9 pacientes
que aceptaron no haber tenido cuidados durante la menstruación, 1 no reportó
patología relacionada y de las 8 restantes, 5 no experimentaron mejoría al
tratamiento sugerido para problemas relacionados con los ciclos vitales.
De las 72 pacientes que respondieron si tomaban o no plantas medicinales
durante la menstruación, 10 no presentaron problemas relacionados con los ciclos
vitales. 7 de las 53 pacientes que sí tomaron plantas medicinales no reportaron
problemas relacionados con los ciclos vitales. De las 46 pacientes que tomaron
plantas y reportaron problemas, 6 no experimentaron mejoría y 1 sólo tuvo mejoría
parcial con el tratamiento. En cambio, de las 19 pacientes que no tomaron o
tomaron de manera irregular, 4 no experimentaron mejoría y 2 tuvieron sólo
mejoría parcial con el tratamiento para problemas relacionados con los ciclos
vitales.
Aunque estos datos permitirían suponerlo, no tenemos los elementos suficientes
para determinar si el uso de plantas medicinales y la aplicación de cuidados
tradicionales en forma profiláctica, antes de presentar problemas relacionados con
los ciclos vitales, permita una disminución en la morbilidad y puedan considerarse
por lo tanto elementos preventivos importantes para la salud humana.
3) Las nueve pacientes que comenzaron la consulta médica antes de los 10 años
de edad, cuando experimentaron más adelante problemas relacionados con sus
ciclos vitales, hicieron uso de las plantas y los conceptos de la medicina tradicional
experimentando mejoría en el 100% de los casos.
Esto permite suponer que el uso de plantas y cuidados tradicionales desde la
infancia permite más adelante tener buena respuesta clínica a problemas
relacionados con ciclos vitales de la mujer y sobre todo facilita el cumplimiento de
los tratamientos.
4) Existe una alta correlación entre el cumplimiento completo del tratamiento con
plantas medicinales y cuidados tradicionales y la mejoría clínica completa. Aunque
es aventurado afirmarlo, podría esperarse que un mejor cumplimiento permitiera
encontrar porcentajes de eficacia mucho mayor. En este estudio, a diferencia de
los estudios farmacológicos y clínicos convencionales, el no cumplimiento del
tratamiento no hace que se excluyan las pacientes del análisis estadístico. Por una
parte, esto permite evaluar el nivel de aceptación y confianza en los conocimientos
tradicionales y, por la otra, destacar la importancia del cumplimiento en la eficacia
de los tratamientos, asunto que es menospreciado por la medicina occidental, ya
que muchas veces los fracasos terapéuticos no se deben a la prescripción misma
sino al no cumplimiento de ella.
Dismenorrea
El 29% de las pacientes tuvieron en la Historia Clínica el diagnóstico de
Dismenorrea. El promedio de edad de la primera consulta para estas mujeres (así
no refirieran dismenorrea) fue de 19 años y al momento de la consulta de
evaluación realizada en el año 2005 fue de 31,2 años. Estos rangos de edad
coinciden con la información de la literatura para la edad de las mujeres con
dismenorrea en todo el mundo.
Respuesta
Mejoría completa
No mejoría
Mejoría parcial
Total
Tratamiento de dismenorrea
# de pacientes
21
2
1
24
Porcentaje
88%
8%
4%
100%
De las 24 pacientes, 21 reportaron mejoría clínica completa de la dismenorrea, lo
que presenta una eficacia del 88%. Casi todas ellas aceptaron y siguieron el
tratamiento con plantas medicinales y cuidados tradicionales. Solo dos pacientes
dicen no haber seguido los cuidados pero tomaron plantas y una paciente no tomó
plantas pero siguió los cuidados.
El 8% no tuvo mejoría de la dismenorrea. Aunque tomaron plantas, no siguieron
los cuidados. Un 4% de las pacientes no tomaron plantas y la mejoría fue parcial.
Trastornos del ciclo
El 33% de las pacientes tuvieron en la Historia Clínica el diagnóstico de Trastorno
del ciclo menstrual. El promedio de edad de la primera consulta para estas
mujeres (así no refirieran alteraciones del ciclo) fue de 23,5 años y al momento de
la consulta de evaluación realizada en el año 2005 fue de 38,2 años. Botero y cols.
(2004) afirman que los trastornos ocurren en el 50% de las pacientes mayores de
50 años, el 20% en adolescentes y el 30% en edad reproductiva (p. 505), por lo
que el promedio encontrado aquí coincide con la expectativa general de la
población femenina.
Respuesta
Mejoría completa
No mejoría
Mejoría parcial
Total
Tratamiento de trastornos del ciclo
# de pacientes
25
8
3
36
Porcentaje
70%
22%
8%
100%
De las 36 pacientes, 25 reportaron mejoría clínica completa de los trastornos del
ciclo, lo que representa una eficacia del 70%. De ellas el 84% aceptaron y
siguieron el tratamiento completo con plantas medicinales y cuidados
tradicionales, mientras que el 16% experimentó la mejoría completa a pesar de no
haber cumplido la prescripción de manera parcial.
El 22% no tuvo ninguna mejoría de los trastornos del ciclo. Una tercera parte de
estas pacientes afirman haber realizado el tratamiento completo, otra tercera parte
haberlo hecho en forma incompleta y la tercera parte restante reconocen no haber
realizado el tratamiento. Finalmente un 8% afirma haber tenido mejoría parcial de
los trastornos del ciclo, a pesar de que el 70% de ellas afirman haber realizado el
tratamiento completo.
Climaterio
El 24% de las pacientes tuvieron en la Historia Clínica el diagnóstico de síntomas
asociados al climaterio. El promedio de edad de la primera consulta para estas
mujeres (así no refirieran síntomas o no hubieran llegado a la menopausia) fue de
43,5 años y al momento de la consulta de evaluación realizada en el año 2005 fue
de 55,6 años. Botero y cols. (2004) afirman que la edad promedio para la
menopausia es de 50 a 52 años (p. 505), aunque los síntomas relacionados con el
climaterio pueden aparecer años antes y proseguir años después. Por tal razón, el
promedio encontrado aquí coincide con la expectativa general de la edad de la
menopausia para la población femenina y por ende los síntomas asociados.
Respuesta
Mejoría completa
No mejoría
Mejoría parcial
Total
Tratamiento del climaterio
# de pacientes
16
4
0
20
Porcentaje
80%
20%
0%
100%
De las 20 pacientes, 16 reportaron mejoría clínica completa de los síntomas
asociados al climaterio, lo que representa una eficacia del 80%. El 94% de ellas
afirman haber realizado el tratamiento completo con plantas medicinales y
cuidados tradicionales. El 6% restante informó no haber tenido continuidad de los
síntomas a pesar de no seguir el tratamiento.
El 20% de las pacientes afirman no haber obtenido mejoría alguna en los síntomas
asociados al climaterio. La mitad de ellas no cumplió el tratamiento, mientras que
la otra mitad sí lo hizo.
Otras categorías de enfermedades
Ya se ha dicho que para las seis categorías restantes, la incidencia encontrada en
la evaluación clínica fue muy baja, por lo que no representan una población
estadísticamente significativa para su análisis.
Sin embargo, para información del estudio, presentamos algunas observaciones:
•
•
•
Cuatro pacientes (5%) presentaron diagnóstico de vaginosis en la Historia
Clínica. El 100% experimentó mejoría completa al tratamiento con plantas
medicinales y cuidados tradicionales.
Dos pacientes (2%) presentaron diagnóstico de infertilidad primaria en la
Historia Clínica. Una de ellas consiguió mejoría completa al tratamiento con
plantas medicinales y cuidados tradicionales. Tuvo tres embarazos
normales. La otra paciente no consiguió mejoría y reconoce haber sido
inconstante con el tratamiento.
Una paciente joven (1%) presentó el diagnóstico de dolor pélvico en la
Historia Clínica. No obtuvo mejoría y más adelante tuvo un diagnóstico de
endometriosis. La paciente reconoce no haber sido constante con el
tratamiento.
•
•
•
Una paciente (1%) presentó diagnóstico de incontinencia urinaria en la
Historia Clínica. Obtuvo mejoría completa al tratamiento con plantas
medicinales y cuidados tradicionales.
Una paciente (1%) presentó diagnóstico de herpes genital, confirmado con
pruebas de laboratorio. Obtuvo mejoría completa de los síntomas y
recaídas clínicas al tratamiento con plantas medicinales y cuidados
tradicionales.
Finalmente, una paciente (1%) presentó diagnóstico de cáncer in situ de
cuello uterino, confirmado por biopsia. La paciente, con pleno
consentimiento informado, decidió aceptar el tratamiento con plantas
medicinales y cuidados tradicionales y obtuvo mejoría completa, confirmada
por biopsias a repetición y actualmente citologías semestrales. La paciente
lleva nueve años como usuaria de la consulta médica.
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
El presente estudio clínico retrospectivo a pacientes usuarias de la consulta
médica de un programa de salud con incorporación de plantas medicinales y
cuidados tradicionales para el mantenimiento de la salud y el mejoramiento de
problemas relacionados con los ciclos vitales de la mujer se realizó con 100
pacientes convocadas de manera voluntaria y con pleno consentimiento.
Participaron 85 pacientes en todas las etapas del proyecto, por lo que se asume
este número como el total de la población de estudio. Tras iniciar con una reunión
comunitaria general, se hizo una revisión de las Historias Clínicas registradas para
cada una de ellas y una primera consulta de evaluación que permitiera corroborar
los datos consignados. Posteriormente se hizo una segunda y última consulta de
evaluación, realizada por médicos especialistas en Ginecología y Obstetricia, en la
que se diligenció un formulario de investigación que permitiera evaluar el estado
de salud y los resultados del tratamiento con plantas medicinales y cuidados
tradicionales en problemas derivados de los ciclos vitales de la mujer.
La información resultante fue debidamente diligenciada, sistematizada y analizada,
presentando los siguientes resultados:
•
•
•
•
•
•
A pesar de las dificultades que ofrece el ritmo de la vida moderna, la
mayoría de las pacientes estuvieron dispuestas a realizar cuidados
tradicionales durante los eventos fisiológicos relacionados con sus ciclos
vitales.
La oferta terapéutica de plantas medicinales fue bien acogida por la
mayoría de las pacientes e insisten en querer seguir utilizándolas para el
cuidado de la salud.
La propuesta de un programa de atención en salud con plantas medicinales
y conceptos y prácticas de la medicina tradicional promueve una altísima
participación comunitaria.
El estudio aleatorio en 85 pacientes mostró que el 86% de ellas tenían
problemas de salud relacionados con sus ciclos vitales, lo que refleja que
estamos enfrentados a una grave situación de salud pública.
Un 43% de las pacientes presentaron en la historia clínica el diagnóstico de
trastornos del ciclo menstrual, siendo este el problema de salud más
frecuente y cuyas cifras coinciden con los registros de la literatura médica.
Confirmar que casi la mitad de la población femenina padece estos
problemas invita a la medicina occidental a buscar nuevos enfoques
preventivos y terapéuticos.
Un 29% de las pacientes presentaron en la historia clínica el diagnóstico de
dismenorrea, siendo este el segundo problema de salud más frecuente y
cuyas cifras coinciden con los registros de la literatura mundial. Una vez
más se confirma la urgencia de investigar las causas de este fenómeno y
buscar soluciones efectivas.
•
•
•
•
•
•
•
El 70% de las pacientes del estudio que durante el período de 18 años de
consulta tenían la edad necesaria, presentaron síntomas asociados al
climaterio. Este resultado contrasta con la información de la literatura
médica y parecería confirmar la creciente morbilidad relacionada con la
menopausia, explicando así el incremento de intervención terapéutica de la
medicina occidental.
El 77% de las pacientes afirmaron conseguir una mejoría completa para
problemas relacionados con sus ciclos vitales, con el tratamiento de plantas
medicinales y cuidados tradicionales. Aunque la fragilidad de la
metodología pudiera poner en entredicho este sorprendente resultado, el
hecho de ser reconocido por las mujeres consultadas, bajo una adecuada
supervisión médica, obliga a considerar la hipótesis de que las plantas y los
conceptos de la medicina tradicional son realmente eficaces para el
tratamiento de muchos problemas de salud en la mujer.
El hallazgo de una relación significativa entre uso de plantas y cuidados
tradicionales y una menor incidencia de problemas relacionados con los
ciclos vitales de la mujer o una solución más rápida y eficaz de los mismos,
permite anticipar la hipótesis de que estos recursos pueden tener el
carácter de preventivos y exige un estudio científico más riguroso, ya que
significaría un enorme aporte a la salud comunitaria.
El estudio confirma que el 88% de las pacientes que reportaron en la
historia clínica el diagnóstico de dismenorrea, experimentaron una mejoría
completa con el tratamiento de plantas medicinales y cuidados
tradicionales. Este resultado extraordinario parece confirmar la hipótesis de
la medicina tradicional cuando afirma que la salud de la mujer está
estrechamente ligada a un adecuado cuidado del período menstrual y al
uso correcto de plantas medicinales. Tal certeza, de confirmarse con
nuevos estudios, permitiría ofrecer a la medicina moderna unas
herramientas novedosas, aunque antiquísimas, para prevenir o solucionar
un grave problema de salud pública.
El estudio también confirma que el 70% de las pacientes que reportaron en
la historia clínica el diagnóstico de trastornos del ciclo menstrual,
experimentaron una mejoría completa, sin utilización de medicamentos
hormonales. Tal resultado sugiere nuevamente la validez de los conceptos
de la medicina tradicional y obligan a explorar nuevas hipótesis sobre la
fisiopatogenia del ciclo reproductivo, con base en variables sugeridas por el
conocimiento tradicional.
El 80% de las pacientes que manifestaron tener síntomas relacionados con
el climaterio, afirmaron tener mejoría completa con el tratamiento de plantas
medicinales y cuidados tradicionales, sin el empleo de terapia hormonal.
Este resultado también resulta sorprendente y confirmaría la idea de que en
particular las plantas ofrecen una alternativa confiable y segura para un
problema de salud que crece día a día.
A pesar de que el estudio exploró otras condiciones patológicas
relacionadas con los ciclos vitales de la mujer (vaginosis, infertilidad, dolor
pélvico, incontinencia urinaria, herpes genital y cáncer de cuello uterino),
•
•
teniendo en cuenta que las pacientes no eran usuarias de un servicio
médico especializado, los resultados estadísticos para estas condiciones no
son significativos y no pueden extrapolarse a la población general.
No obstante, aunque sean casos muy particulares, llama la atención que las
mayoría de las pacientes con estas patologías experimentaron mejoría al
tratamiento con plantas medicinales y cuidados tradicionales. En especial la
mejoría de una paciente con incontinencia urinaria, de cuatro pacientes con
vaginosis, de una paciente con herpes genital, de una paciente con
infertilidad primaria y finalmente de una paciente con cáncer in situ de
cuello uterino, obligan a considerar la posibilidad de que la medicina
tradicional puede tener un potencial aún mayor en la solución de problemas
de salud.
Por último, los resultados del estudio invitan a considerar que la evaluación
clínica debe contemplar simultáneamente las sustancias y remedios
empleados en la terapéutica y las recomendaciones no farmacológicas
sugeridas como complementarias e importantes para lograr su eficacia.
Todos estos resultados, más allá de probar la eficacia de una sustancia o un
principio activo, parecen confirmar la hipótesis de que los protocolos de
prevención y tratamiento de enfermedades ofrecidos por la medicina tradicional
colombiana y latinoamericana son altamente eficaces y pueden contribuir al
mejoramiento de la salud de la mujer.
Finalmente, a partir de los resultados aquí presentados, se ofrecen las siguientes
recomendaciones:
1. Incorporar en las políticas de salud pública los lineamientos propuestos por
la Organización Mundial de la Salud, en relación con la medicina tradicional
y las plantas medicinales.
2. Evitar juicios y valoraciones subjetivas, sin fundamento científico, sobre las
creencias, conceptos y prácticas de la medicina tradicional, hasta tanto no
se adelanten estudios adecuados que permitan su correcta valoración.
3. Diseñar nuevas estrategias metodológicas que permitan realizar estudios
científicos adecuados para la valoración de la eficacia de la medicina
tradicional y los medicamentos herbarios.
4. Mantener un seguimiento y acompañamiento cercano a las pacientes
usuarias del programa de salud en Cota, para poder evaluar su impacto a
mediano y largo plazo.
5. Considerar los principios éticos de la investigación bio-médica sobre
conocimiento tradicional y sus recursos asociados, de manera que se
respete el patrimonio de sus poseedores y puedan recibir los beneficios de
su aplicación en los programas de salud.
Referencias bibliográficas
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Zuluaga, Germán. 1992. “Uso tradicional de las plantas medicinales en Colombia”.
Memorias Simposio de plantas medicinales. Bogotá: Pontificia Universidad
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Universidad El Bosque, Amazon Conservation Team, Instituto de Etnobiología.
Anexo 1
Plantas medicinales más utilizadas en el programa de salud, plantas medicinales y cuidados tradicionales
Planta
Nombre científico
Familia
Efecto principal
Otros efectos
Aguacate
Algodón
Persea americana
Gossypium arboreum y
herbareum
Lauraceae
Malvaceae
Antiinflamatoria
Emenagoga
Depurativa
Altamisa
Ambrosia cumanensis
Asteraceae
Antiespasmódica,
antiséptica, cicatrizante
Tónica uterina
Aroma
Caléndula
Calzoncito
Canelo
Canelón
Pelargonium odoratissimum
Calendula officinalis
Bursa pastoris
Cinnamomum zeilanicum
Peperomia inaequalifolia
Geraniaceae
Asteraceae
Cruciferaeae
Lauraceae
Pipereceae
Analgésico, antiespasmódico
Antinflamatoria, cicatrizante
Antihemorrágica
Astringente, antiemética
Tranquilizante y
antiinflamatoria
Cidrón
Clavo
Cordoncillo
Cubio
Lippia citrodora
Eugenia coryophyllata
Piper bogotense
Tropeolum tuberosus
Verbenaceae
Mirtaceae
Piperaceae
Tropeolaceae
Tranquilizante
Antiséptica
Antiespasmòdica , analgésica Antiséptica
Depurativa, antiséptica
Antiinflamatorio
Diurético,
antiséptico
Eucalipto
Eucalyptus globulus
Mirtaceae
Astringente, antiinflamatoria,
Limonaria o
limoncillo
Cimbopogon citratus
Graminaceae
Antiséptico
Manzanilla
chiquita
Anthemis nobilis
Asteraceae
Mastuerzo
Matricaria
Nasturtium palustre
Matricaria chamomilla
Cruciferaeae
Asteraceae
Antiespasmódica
Antiespasmódica, analgésica
Depurativa
Mejorana
Origanum majorana
Lamiaceae
Analgésica y
antiespasmódica
Tónica
digestiva
Naranjo
Citrus sinensis
Rutaceae
Tranquilizante, analgésico,
antiespasmódico,
Depurativo
Ortiga
Urtica dioica
Urticaceae
Depurativa
Tónica general,
tónica
circulatoria,
activadora de
defensas
Palo de cruz
Pino aguja
Pino común
Poleo
Brownea ariza
Pinus patula
Cupressus lusitanica
Satureia brownii
Leguminosae
Pinaceae
Cupresaceae
Lamiaceae
Repollo
Ruda
Brassica oleracea
Ruta graveolens
Cruciferae
Rutaceae
Antihemorrágica
Antiinflamatorio
Antiséptico
Antiséptico
Analgésico, antiespasmódico, Antiséptico
antitusígena
Antiinflamatorio
Analgésica, antiespasmódica, Emenagoga
tranquilizante,
Tomillo
Venturosa
Yerbabuena
Thymus vulgaris
Lantana camara
Mentha piperita
Lamiaceae
Verbenaceae
Lamiaceae
Antiséptica
Antiséptica,
antibiótica,
depurativa
Tónico
digestivo,
tónico
circulatorio
Analgésica, antiespasmódica, Tónica
tranquilizante
digestiva
Antiséptico
antiséptico
Emenagoga, depurativa
Tónica uterina
Analgésica, antiespasmódica, Antiparasitaria
antiemética