Document related concepts
Transcript
¿De dónde proviene mi medicación actual? La historia de los antibióticos intravenosos Si padece Fibrosis Quística (FQ), lo más probable es que tenga que tomar siempre antibióticos. La mayoría de las veces será por vía oral, pero en los casos en los que esté peor y padezca una infección aguda de las vías respiratorias (a menudo llamado “exacerbación”) deberá tomar antibióticos intravenosos (con la ayuda de un pequeño tubo que llega directamente a la vena). Esto puede resultar molesto, sin embargo es muy importante para su salud. Los antibióticos son necesarios para ayudar a matar bacterias. Las bacterias más comunes son: el Estafilococo áureus, la Pseudomonas aeruginosa y la Burkolderia cepacia. Los antibióticos intravenosos ayudan a matar las bacterias. ¿Cómo se probaron los antibióticos intravenosos? Los antibióticos intravenosos se han probado muchísimo, para averiguar si eran seguros, si funcionaban y qué dosis era la más adecuada. Se han llevado a cabo varios estudios, primero en animales y posteriormente en pacientes con FQ. ¡Todos los pacientes participaron en los estudios porque querían ayudar a encontrar mejores fármacos para la FQ! Actualmente, se están llevando a cabo ensayos clínicos con nuevos antibióticos o estudios para comparar distintos regímenes. Estos estudios han supuesto una enorme mejora en la esperanza y la calidad de vida de los pacientes con FQ durante los últimos 70 años. Algunos de los antibióticos usados más comúnmente para la FQ son: Ceftazidima: es un antibiótico de amplio aspectro (mata un amplio rango de bacterias), pero se cree que es especialmente efectivo en pacientes infectados con la bacteria Pseudomonas aeruginosa . Éste es un antibiótico muy útil y ha demostrado ser muy efectivo en el tratamiento de infecciones pulmonares graves en la FQ. 85 personas con FQ, mayores de 5 años, que padecían una infección grave, participaron en un estudio doble ciego, aleatorizado, tomando ceftazidima. Piperacillin-tazobactam: los patrones de susceptibilidad de 1315 cepas de Pseudomonas aeruginosa mucosas y no-mucosas de 224 pacientes se determinaron utilizando antibióticos en un centro de FQ entre 1993 y 1997. Piperacillin-tazobactam fue el segundo agente más activo (81.7% aislamientos sensibles). Tobramicina: fue un fármaco de primera línea para el tratamiento intravenoso de exacerbaciones de infecciones pulmonares debido a la Pseudomonas aeruginosa en pacientes con FQ. Para determinar el efecto de la terapia antimicrobiana en exacerbaciones pulmonares agudas en pacientes con FQ, se llevó a cabo un ensayo clínico doble ciego, randomizado, de Tobramicina y placebo. Las respuestas clínicas fueron satisfactorias en los 11 niños a los que se les dió Tobramicina: la respuesta mejorada en pacientes a los que se les había administrado Tobramicina sugirió que el tratamiento con antibióticos es beneficioso para los pacientes con exacerbaciones pulmonares agudas. Vancomicina: es un antibiótico glicopéptido típicamente usado en el tratamiento de infecciones, de moderadas a graves, debido al estafilococo aureus resistente a la meticilina (SARM). El primer estudio se hizo en 452 pacientes de FQ, y 14 (3%) dieron positivo por SARM, mientras que en el segundo, 7 niños de 300 con FQ (2,3%) tuvieron menos secreciones de las vías respiratorias positivas por MRSA. Se hizo un estudio retrospectivo durante 12 años en 15 niños con FQ (positivos por SARM): en 7 pacientes (55%) el SARM había sido erradicado. La traducción de este documento al castellano ha sido posible gracias a la colaboración de la Unidad de Fibrosis Quística del Hospital Vall d’ Hebron de Barcelona con el apoyo de la Associació Catalana de Fibrosi Quística.