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 UNIDAD 14
Roma. Civilización e Imperio.
La ruina del Mundo Antigüo
Apuntes de la Wiki - Proyecto Cronosgea – 1º ESO
Unidad 14 – Roma. Civilización e Imperio 1º ESO UD 14 -­‐ Roma. Civilización e Imperio
El mundo clásico no se entiende sin la otra gran cultura que la conforma, Roma. Los europeos
somos quienes somos gracias a la cultura griega, pero esta no se hubiera extendido en occidente
como lo hizo si no hubiera sido gracias a los romanos y sus conquistas. Roma hizo en Europa lo
que Alejandro y el Helenismo hicieron en el Mediterráneo Oriental y en Asia. Roma conquistó, y
"civilizó" a las tribus célticas que dominaban el continente, desde los lusitanos, a los celtíberos,
pasando por los galos o los bretones. Roma se enfrentó a los germanos en el Rin y el Danubio le
sirvió de frontera con las tribus de germánicas orientales, de visigodos, ostrogodos, suecos,
alanos...., que acabaron al final por vencer la resistencia y ocuparon el antiguo imperio dando inicio
a la Edad Media.
Roma, como Grecia con los Persas, se hizo a sí misma en un enfrentamiento, el que sostuvo en las
Guerras Púnicas contra los Cartagineses, y fue ese enfrentamiento el que le llevó a dominar el
Mediterráneo Occidental, antes de enfrentarse a los griegos convertirse en su heredera en todo
Oriente, desde Alejandría las ciudades jónicas.
Objetivos: A través de textos y el manejo de fuentes históricas apreciar el valor histórico y cultural
de la cultura romana y su huella en la cultura occidental. Comentar obras de arte romano y descubrir
la herencia romana más cercana a nosotros.
Contenidos y competencias: Los orígenes de Roma. Los fundamentos de la república romana,
plebeyos y patricios, el Senado. La expansión romana y las guerras Pünicas El imperio romano.
Principales Emperadores romanos. Roma dueña del mundo, los enfrentamientos de Roma. Los
bárbaros.Las religiones orientales y Roma. La expansión del Cristianismo. El fin de roma. Las
invasiones, los reinos bárbaros. La cultura y la civilización de Roma. Arquitectura, Obras Civiles, el
Derecho y la Lengua
Metodología: Como en la anterior unidad, profusión de fuentes audiovisuales, la presentación de
clase y el cine sobre Roma nos sirven para presentar el Imperio Romano en su representación
icónica más habitual, desde los gladiadores a los emperadores, pasando por las legiones o las
obras esenciales de su arquitectura, desde el Coliseo a las calzadas. También nos ayudan los
textos, desde Julio Cesar a Virgilio.
Evaluación: La continua evaluación a través de los resúmenes de clase, el resumen final de unidad
y las pruebas ordinarias planteadas en función de los tiempos.
Temporalización
1º Clase - Los orígenes de Roma. Expansión en Italia y la República
2º Clase - Las Guerras Púnicas. Roma como potencia en el Mediterráneo Occidental.
3º Clase - El Imperio y la expansión de Roma
4ª Clase - La decadencia de Roma. Bajo Imperio. El cristianismo, los Bárbaros. Las invasiones.
5ª Clase - La cultura romana
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Unidad 14 – Roma. Civilización e Imperio Clase 1 -­‐ Los orígenes de Roma Los romanos como antes los griegos gustaban de los orígenes mitológicos. Para los romanos estos
orígenes estaban en la misma Guerra de Troya, tras cuya conclusión uno de los héroes troyanos,
Eneas, se refugió con su familia en el Lacio. Allí fundó una ciudad Alba Longa, donde nacerían dos
gemelos, Rómulo y Remo hijos del legítimo heredero de la ciudad, a quienes el tirano que había
usurpado el poder en aquella ciudad, hizo arrojar al Tiber (el río que pasa por Roma). La cesta en la
que fueron arrojados quedó varada en la orilla del río donde una loba los recogió y amamantó hasta
que los encontró el pastor Faústulo, que los educaría y cuidaría hasta que fueron mayores. Cuando
los hermanos se hicieron mayores volvieron a su ciudad a vengarse del usurpador que había
depuesto a su abuelo y había intentado asesinarlos, mataron al tirano y el rey Numitor (su abuelo),
repuesto en el trono les entregó unas tierras donde ellos fundarían la ciudad de Roma, allí donde
precisamente les había encontrado la loba. Los hermanos trazaron las fronteras de la ciudad pero
en un estúpido reto Rómulo mató a Remo, quedando como único rey de Roma.
Así se inició la primera de las etapas de la ciudad de Roma, la monarquía...., aunque la historia real
es un poco diferente. Parece que de un modo parecido al que explicamos para las Polis griegas
diferentes poblaciones que habitaban el Lacio se instalaron en el territorio pantanoso de Roma, que
tenía como ventaja estratégica siete colinas en cuyas cimas se situaron las aldeas. Alrededor del
siglo VIII estas aldeas se fusionaron en una ciudad, la ciudad de Roma que desde entonces está
caracterizada por ocupar el territorio delimitado por esas siete colinas originarias: Aventino,
Capitolino, Celio, Esquilino, Palatino, Quirinal, Viminal.
La historia de Rómulo, Remo y las monarquía nos lleva también a otro de sus orígenes históricos. Al
norte de la ciudad, en el territorio que luego se conoció como la Toscana (donde está por ejemplo la
ciudad de Florencia) vivía un pueblo, que parece que vino de Oriente, que hablaba en una lengua
diferente de las latinas y que logró una notable expansión en la zona, los Etruscos. Aquel pueblo
nos ha dejado algunas magníficas tumbas donde encontramos representados algunos rasgos de su
personalidad, su amor a la vida y el deseo de que después de la muerte les esperase una vida, al
menos tan buena como la que dejaban. Los etruscos se hacían representar en sus tumbas en
actitudes muy vitales y retratados con una sonrisa leve que uno de nuestros escritores, Javier
Sampedro, perpetuó en el título de una novela "La sonrisa Etrusca". Los Etruscos eran también
unos notables "adivinadores" y a estos ritos de adivinación se dedicaban sus sacerdotes, algo que
luego heredarían los romanos. También heredaron los romanos de los etruscos su conocimiento de
la bóveda y el uso del arco de medio punto, que luego caracterizaría a la arquitectura romana.
Roma nació rodeada de estos poderosos vecinos y no logró crecer hasta que no dominó a las
ciudades etruscas y el territorio que rodeaba su ciudad, en un proceso que se alargó durante siglos.
Durante el siglo VI y V la ciudad fue una monarquía, dependiente parece ser de los etruscos, de
hecho alguno de los reyes de Roma tenía nombres etruscos. En el 509 los romanos expulsaron al
último rey (Tarquino el Soberbio) y declararon la República.
La Roma republicana estaba dividida socialmente en dos clases, los Patricios (los descendientes de
las 30 primeras familias fundadoras de la ciudad) y los Plebeyos (los demás habitantes de Roma).
La más importante institución de Roma era el Senado, donde se reunían los patricios de la ciudad,
era una asamblea que dominaba la política romana, nombraba los magistrados romanos y los
cónsules, que eran quienes gobernaban en nombre del Senado en las diferentes materias. Las
magistraturas se fueron complicando con el tiempo, según la ciudad crecía, se crearon los pretores,
que se encargaban de la justicia y los censores, que se ocupaban del censo, que tenía no sólo
importancia para los comicios (las votaciones) sino también para algunas cuestiones fiscales.
Así organizada la república romana comenzó su expansión enfrentándose a las ciudades de
alrededor en diferentes guerras de las que salió victoriosa. Primero contra el resto de las ciudades
del Lacio, las Guerras Latinas, contra Veyes, la poderosa ciudad etrusca del norte, contra los
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Unidad 14 – Roma. Civilización e Imperio Sammitas después y más tarde contra el rey Pirro y los griegos que dominaban el sur de la
Península Italiana. La victoria contra los Galos que invadieron la península italiana permitió a los
romanos extenderse también al norte y dominar la península entera a mediados del siglo III.
Clase 2 -­‐ Las Guerras Púnicas La expansión de Roma no tardó con encontrar frente a sí a un imperio que había crecido de manera
paralela al otro lado del estrecho de Mesina. En la actual Túnez, los comerciantes fenicios habían
fundado una ciudad, Cartago, que serviría de principal puesto comercial fenicio en esta parte del
Mediterráneo, dominando por ejemplo, el comercio con la Península Ibérica y las islas del
Mediterráneo Occidental. Cartago se había convertido en una ciudad y un imperio independiente
después de que los Asirios tomaran la ciudad fenicia de Tiro. Habían extendido entonces sus bases
por la costa y heredado las antiguas colonias fenicias, como Cádiz, o Almuñecar. Sin embargo los
Cartagineses también dominaban territorios mucho más cerca a Roma como Cerdeña, Córcega o
parte de Sicilia, donde precisamente Roma había desplazado a los griegos, y donde se produciría el
primer choque entre estas dos potencias.
Las guerras entre Roma y Cartago se conocen como Guerras Púnicas, porque los cartagineses
recibían el nombre de "púnicos". La Primera Guerra Púnica surgió por el control de Sicilia. En tierra
las legiones romanas eran más poderosas mientras que los cartagineses eran más potentes en el
mar gracias a su importante flota. Por ello trataron los cartagineses de llevar la guerra al mar donde
las armas les eran favorables y evitar los enfrentamientos en tierra, donde los romanos eran más
fuertes. Sin embargo la república romana hizo un esfuerzo por armar una flota, y consciente de su
debilidad marinera, convertir a sus barcos en plataformas para sus legiones. Inventaron un artefacto,
el "corvus" que era una suerte de plataforma de desembarco que los barcos romanos lanzaban
sobre las cubiertas de los barcos cartagineses, permitiendo el paso de los legionarios. Así los
romanos lograron evitar a la armada cartaginesa y lograr imponerse, tanto en la tierra como en el
mar, en el año 241 Cartago pide la paz y perdió su dominio sobre las islas italianas.
La derrota de Cartago supuso que el imperio tuvo que reorientar su expansión y esta se hizo en
territorio ibérico, en lo que ellos conocían como Hispania (como la conocían los fenicios en lugar de
la Iberia griega). Allí, a partir de las colonias costeras y sus explotaciones comerciales y mineras, los
cartagineses se expandieron hacia el interior de la península con una mezcla de política de pactos y
de guerra, que llevó a que muchos hispanos se enrolaran en las filas del ejército cartaginés como
mercenarios.
El ataque de los Cartagineses a la ciudad de Sagunto, aliada de Roma, supuso el inicio de la II
Guerra Púnica. En ella serían los cartagineses quienes llevarían la iniciativa. Su principal general
Anibal, cruzó con un enorme ejército, armado incluso con Elefantes, la Península Ibérica, el sur de
Francia y penetró en Italia cruzando los Alpes, presentando ante los sorprendidos romanos a
quienes derrotó en las batallas de Trebia, Tesino, Trasimeno y Cannas. Tras ello sublevó a las
ciudades italianas contra Roma y esperó que la ciudad se debilitara, para emprender el ataque final.
Sin embargo, los romanos enviaron a uno de sus más jóvenes y capaces generales, Plubio Cornelio
Escipion, a Hispania, la retaguardia de Anibal de la que dependía para mantener a sus contingentes
de tropas. Allí derrotó a Asdrubal, el hermano de Anibal, que con las fuerzas restantes abandonó
Hispania y cruzó los Alpes para unirse a su hermano, sin embargo un ejército romano, desesperado
por la idea de tener a dos ejércitos cartagineses en la península se enfrentó a Asdrubal y logró
vencerlo. Cartago estaba ahora a merced de Escipion quien se dirigió a la capital, la propia Cartago
y donde se encontró con el ejército que Anibal había logrado trasladar tras la campaña italiana a
toda prisa. En estas condiciones, el romano venció a Anibal en la definitiva batalla de Zama (202),
que decidió la guerra del lado romano y que ponía toda la Península Ibérica ahora bajo su influencia.
Esta guerra supuso el fin de Cartago como potencia, la Tercera Guerra púnica no es más que el
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Unidad 14 – Roma. Civilización e Imperio epílogo trágico de Cartago que había quedado bajo la tutela de Roma quien aprovechó un conflicto
menor en el 149 para sitiar la ciudad, tomarla y destruirla hasta sus cimientos. Roma quedaba como
señora de todo el Mediterráneo Occidental mientras en Oriente expandía sus dominios hacia Grecia.
En menos de un siglo la antigua República dominaría todo el Mediterráneo.
UD 13 -­‐ Clase 3 -­‐ El Imperio y la expansión de Roma La expansión de Roma puso a la República en tensión. Las diferencias entre los plebeyos y los
patricios se acentuaron y la defensa de unos u otros llevó a Roma a dos largas guerras civiles. En
este ambiente surgió la figura de Julio Cesar, un joven político y militar que fue escalando
posiciones hasta convertirse en Cónsul (59) y dominar la política romana. Sus victoria en la Galia
reforzó su influencia política lo que animó la oposición de sus enemigos, enfrentado a Pompeyo
acabó por vencerlo y con esa victoria y tras los pasos de Pompeyo llegó Cesar a Egipto. Allí Cesar
quedó prendado de Cleopatra, interviniendo en su favor en contra de su hermano Ptolomeo. De
vuelta a Roma tras sus victorias fueron muchos quienes pensaron que la intención de Cesar era
convertirse en rey y que su poder absoluto amenazaba al Senado. A consecuencia de estos
temores un grupo de senadores conspiraron contra él y en el año 44 le asesinaron en el Senado.
La muerte de Cesar provocaría otra crisis en Roma y una nueva guerra civil, al final de la cual el
sobrino nieto de Cesar, Octavio, quedaría como vencedor y dominador de Roma. Desde su
adopción por Cesar, Octavio había tomado el nombre de Cayo Julio Cesar Octaviano, en el año 27
a.d.C. el Senado de Roma le concede el nombre de Cayo Julio Cesar Augusto, y con el nombre de
Cesar Augusto le solemos recordar. Augusto concentró el poder de Roma en un Principado
personalista que sería luego conocido como el Imperio. De hecho es el que consideramos el primer
emperador aunque el tuviera sumo cuidado en mantener, al menos de manera aparente, el poder
del senado.
Con Augusto Roma cierra todas sus guerras pendientes, controla los últimos focos de rebelión (las
Guerras Cántabras) y declara una paz universal (La paz romana) que asegura un tiempo nuevo de
prosperidad para lo que a partir de él conocemos como el imperio romano.
El imperio estará dominado por diferentes familias imperiales que se traspasan el poder como en las
dinastías reales. La primera de las dinastías será la del propio Augusto, la familia Julia (49-69), a la
que pertenecieron los emperadores Tiberio, Nerón, Calígula y Claudio. Tras ella la dinastía de los
Flavios (69-79) y tras una nueva interrupción la dinastía Ulipio-Aelia (96-192), que fue considerada
la mejor por la importancia y buen gobierno de sus emperadores. A esta dinastía pertenecieron
Trajano, con quien el Imperio Romano llegó a su máxima expresión, el emperador Adriano, sensible
y filosófico emperador que fue seguido de otro gran filósofo, Marco Aurelio. Lamentablemente la
dinastía terminó con Comodo que fue asesinado y que no heredó la dotes de sus antecesores. (El
emperador malo que aparece en Gladiator).
En este periodo dulce de la historia de Roma, se expandió el comercio a través de las vías romanas,
las calzadas que atravesaban el Imperio y de las rutas marítimas por el Mediterráneo que se había
convertido en un lago romano. Las ciudades prosperaron y la ciudadanía romana, antiguamente
reservada a los nacidos en Roma, poco a poco fue alcanzando a toda la población del imperio,
igualando derechos y obligaciones. La agricultura mejoró gracias a las obras hidráulicas construidas
por los romanos, en sus Villas (explotaciones aisladas) y de la mano de un campesinado libre y en
los latifundios estatales o de los patricios, gracias a la mano de obra esclava.
La sociedad romana necesitaba de los esclavos, al principio estos eran los cautivos de las guerras
de Roma, pero según avanzaba el imperio, comprados en redes por todo el Mediterráneo. Los
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Unidad 14 – Roma. Civilización e Imperio esclavos servían en las casas, se ocupaban de los trabajos más penosos (las minas, por ejemplo) o
servían en diferentes espectáculos públicos como los de gladiadores en el Coliseo.
La base de esta prosperidad estaba en el ejército romano, formado por legiones y soldados
profesionales que lograron mantener la paz del Imperio y su expansión durante los cerca de ocho
siglos de historia de Roma. Los soldados romanos llevaban un largo escudo que les protegía, así
como un casco y una armadura (loriga), estaban armados con una lanza pesada (pilum) y una
espada corta y de doble filo llamada gladius. La base de la legión romana era la infantería, aunque
también había una caballería. Las legiones formaban campamentos que dieron lugar a ciudades
como León (sede de la Legio VII Gemina) o a fundaciones cuando los legionarios se jubilaban como
Mérida (Emérita Augusta…., de emérito).
4ª Clase -­‐ La decadencia de Roma. Bajo Imperio. El cristianismo, los Bárbaros. Las invasiones. Tras la muerte de Comodo la dinastía que le sucedió fue la de los Severos (193-211), en una
situación cada vez más complicada que terminó en pleno siglo III en una crisis general de la que
Roma no saldría hasta la llegada del emperador Diocleciano (283). Este emperador intentó controlar
el deterioro del imperio dividiendo el poder imperial entre cuatro emperadores, la Tetrarquía, que
sus sucesores mantuvieron, algo simplificada, alrededor de las dos ciudades que se convertirían en
la referencia del Imperio, Bizancio en Oriente (la actual Estambul y también conocida desde
Constantino como Constantinopla), y Roma (en Occidente).
Durante este tiempo había ido creciendo la influencia de las religiones orientales sobre la antigua
religión de Roma, el culto a Isis primero, luego el culto a Hermes Trimigesto, a Mitra (el “mitraismo”
se convirtió en la religión de los soldados romanos de esta época) y sobre todo el culto de los
Cristianos, que habían surgido como una secta del judaísmo que había arraigado entre los judíos
que vivían en Grecia (Pablo) y que se había extendido por todo el imperio. Las persecuciones que
se levantaron contra ellos – acusados de no cumplir con el culto imperial o acusados de diferentes
conspiraciones - reforzaron su prestigio social, como también algunas de sus costumbres que
empezaron a ser vistas con simpatía por cada vez más amplias capas sociales, hasta llegar al
patriciado de Roma. Condenado a la clandestinidad de las catacumbas su suerte cambió cuando
uno de los últimos emperadores importantes de Roma, Constantino (306-324), decidió autorizar el
culto cristiano (había estado perseguido hasta entonces) influido por su cristiana madre, Elena. El
Edicto de Milán (año 311), reconocía la libertad de cultos y por supuesto reconocía la legitimidad
del culto Cristiano. Bajo su imperio y su protección se celebró el Primer Concilio de Nicea (año
325), en el que se pondrían las bases doctrinales del Cristianismo, la divinidad de Jesucristo (de la
misma naturaleza que el Padre) y la idea de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo), así
como la condena del Arrianismo. Años más tarde la situación del cristianismo cambio por completo
cuando Teodosio (378-392) quien haría del Cristianismo la religión oficial de Roma. Entonces se
inició la persecución de los cultos paganos, (recuperados brevemente bajo el imperio del Emperador
Juliano – Juliano el Apóstata en las fuentes cristianas) y los perseguidos se convirtieron en
perseguidores, desde aquel momento, el poder imperial estuvo vinculado al poder religioso y esta
concepción política caracterizaría la organización de los poderes políticos en Occidente hasta las
Revoluciones de finales del siglo XVIII y el siglo XIX (Las Revoluciones Americana y Francesa y sus
derivaciones).
En estos últimos siglos de Roma fue creciendo la presión de las tribus bárbaras, los pueblos
germánicos que vivían más allá del Rin y del Danubio y que se asentaron a lo largo de las fronteras
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Unidad 14 – Roma. Civilización e Imperio romanas (el Limes del Imperio). A partir del siglo IV comenzaron a entrar en el Imperio, primero
como federados, de manera pacífica y pactada con las autoridades romanas, pero según el imperio
perdía poder y la presión de los pueblos asiáticos de las estepas les hostigaban (la invasión de los
Hunos), entraron en el Imperio con más violencia y de manera desordenada. A esta etapa final de
la Historia de Roma la conocemos como el Bajo Imperio Romano, en este tiempo las ciudades
romanas – Roma había sido hasta entonces una cultura eminentemente urbana - se amurallaron
(las murallas de León o de Lugo son de esa época) ante la incapacidad de las legiones de defender
el territorio y bajo la presión de las bandas de mercenarios, invasores y toda suerte de pequeños
ejércitos descontrolados que recorrían el imperio. En este clima de inseguridad creciente y de
desgaste de los poderes del Imperio, las antiguas rutas comerciales perdieron vigor, acelerando
una crisis general que abocó a Roma a una progresiva “ruralización” (las ciudades decaen y la
economía urbana y mercantil se arruina, algo que Occidente no recuperará hasta el siglo XIII).
El imperio, que había mantenido durante siglos el Mediterráneo como un lago romano pacífico, se
deshizo con sorprendente facilidad. En el año 410 los godos (una de las principales tribus
germanas) de Alarico saquen Roma, para muchos esto es el fin del Imperio aunque este se
mantendrá oficialmente hasta el 476. Durante mucho tiempo los propios reyes de las dinastías
germánicas se considerarán dependientes de una Roma que ya no existía o cuya capitalidad había
sido heredada por Constantinopla.
Las tribus germánicas se extendieron por el imperio y se repartieron zonas de influencia, los Anglos
y los Sajones invadieron Inglaterra, los Godos Italia, en manos de una de sus ramas los Ostrogodos,
otra de las ramas, los Visigodos, conquistarían el sur de Francia y España, donde también pararon
los Alanos y los Suevos. Los Francos ocuparon la Galia y la cambiaron el nombre por la Francia que
hoy conocemos.
5ª Clase – La Cultura romana Roma ha ejercido un importante influjo en Occidente, incluso mucho mayor que Grecia, de la que
toma buena parte de sus bases. De hecho para los romanos Grecia siempre fue un referente. Los
romanos cultos aprendían griego y Alejandría siguió siendo, vinculada al griego, una capital cultural
de referencia como lo siguió siendo Atenas, de la que Adriano, por ejemplo estaba enamorado.
De Grecia los romanos recibieron los órdenes, su escultura y la base de su arquitectura, copiaron
sus modelos pero les añadieron el arco y la bóveda etruscas y ampliaron las capacidades
constructivas de sus materiales, utilizando el hormigón (opus caementicium) junto al ladrillo (opus
laeteritium) o el sillar (opus quadratum). Gracias a estos materiales elevaron bóvedas magníficas
como la del Panteón de Adriano, o las Termas de Caracalla, pero también lograron construir
graderíaos fabulosos como los del Coliseo, sin necesidad de apoyarlos en las faldas de una
montaña, tal y como hacían los griegos.
La cultura romana también añadió algunas “tradiciones deportivas”, las cúadrigas y bigas eran los
coches y las motos de entonces y como hoy competían en el circuitos (los circos) seguidos por
miles de personas.
La religión romana era fruto de un curioso sincretismo, tomaron a todos los dioses como propios,
adoptaban los dioses de los pueblos dominados y los “traducían” a su panteón. También tuvieron
importancia los ritos de adivinación y a partir del siglo II, las llamadas religiones histéricas.
Los romanos han pasado a la historia por sus obras públicas, quizás fuera esta su contribución más
importante, sus acueductos y alcantarillas, sus vías (las calzadas) sus obras de canalización y sus
edificios públicos.
También debemos a los romanos el derecho tal y como lo entendemos en Europa y desde luego
una influencia política que se mantuvo muchos siglos después de su caída. Roma ha sido para
7 Apuntes de la Wiki - Proyecto Cronosgea – 1º ESO
Unidad 14 – Roma. Civilización e Imperio Europa la referencia esencial, todos los poderes que en Europa han logrado aunar a los europeos,
han querido emular a los romanos, desde los emperadores romanos hasta Napoleón.
Por último conviene revisar la presentación y observar alguna de estas obras de arte que asociamos
a Roma.
Templo de Vesta
Maisón Carré
Coliseo
Columna Trajana
Arco de Tito
Acueducto de Segovia
Teatro de Mérida
Escultura de Marco Aurelio
Escultura de Constantino
Escultura de Augusto
Cabeza de varón romana
Cabeza de mujer romana.
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