Download Prevención: Leucemia viral: Es justificado realizar un chequeo

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Transcript
Prevención:
Leucemia viral:
Es justificado realizar un chequeo anual en gatos en riesgo, considerando “gato de riesgo”
al gato que entra y sale de casa, que pelea, que ha sido herido y hembras no esterilizadas.
Insistimos que la esterilización es la mejor forma de prevención, ya que la falta de
hormonas reproductivas disminuye las conductas territoriales y el instinto de cruza.
Ya que el tratamiento de la enfermedad ofrece pocas perspectivas, la mejor solución es evitar el contagio.
Actualmente existen varias vacunas altamente efectivas, cuya aplicación se inicia a lo 2 meses y son de
revacunación
anual.
Si se trata de un gato recogido de la calle se debe realizar un test para evaluar si el animal ha estado en
contacto con la enfermedad, y lo mismo se debe hacer con cualquier gato que vayamos a introducir en un
hogar donde viva un gato sano y vacunado. Y por supuesto se debe aislar a gato que ha dado positivo a
Leucemia
del
contacto
con
otros
gatos.
También se debe vacunar al gato contra el resto de enfermedades víricas posibles, ya que es la única forma
de reducir el riesgo de enfermedades secundarias.
la prevención se enfoca mayormente en el muestreo y posterior aislamiento de los animales
positivos, más que en la vacunación, para así evitar la dispersión de la enfermedad. Es
importante entonces crear conciencia, como ya decíamos anteriormente, entre los criadores
y médicos veterinarios para que se realicen pruebas a todos los gatos destinados a la
reproducción y que cualquiera que sea positivo a ellas sea esterilizado. . Se hace entonces
necesario volver rutinario el uso de los exámenes para detectar la presencia del virus, por lo
que recomendamos realizarlos durante el chequeo anual. la posibilidad de que el VLFe
pueda ser controlado y eventualmente erradicado es alta si se implementan campañas de
muestreo en todos los felinos domésticos. La frecuencia del muestreo variará según los
hábitos de salida de cada animal. Es recomendable que se lleve a cabo cada 6 meses o un
año en animales a los que se les permite salir de su casa y en aquellos que no salen pero que
viven con otros que sí lo hacen. Recuérdese que para adquirir la infección se necesita de un
contacto prolongado, lo que hace posible espaciar los tiempos entre muestreos. Para los
animales que no salen de sus casas es recomendable realizar la prueba después de su
adquisición, y si es posible por lo menos una vez más en el transcurso de los 6 meses
siguientes si el primer test resultó negativo, sobre todo si no se conoce el sitio de su
procedencia y este animal ha sido introducido en un sitio donde vive otro felino o se planea
adquirir otro nuevo. Todo esto con el fin de evitar el contagio por falsos negativos.
También es necesario incluir esta campaña entre animales reproductores, hembras gestantes
o recién paridas (por la posibilidad de activación de la forma latente) y sus camadas si hay
sospecha de infección. Finalmente se debe tener en cuenta que la seropositividad no
necesariamente debe llevar a la eutanasia, que el aislamiento de los animales, su
esterilización y el seguimiento rutinario por parte de un médico veterinario de su estado de
salud, pueden garantizar una buena calidad de vida y la prevención de la expansión de la
infección.
Existen varias vacunas en el mercado internacional, unas solo con el subtipo A, otras contienen los
tres subtipos más el antígeno FOCMA, otras tienen, por ingeneria genética,solo los antígenos
inmunizantes, etc. En general, el rango de protección de las vacunas va desde el 70 al 85% de
protección.
Actualmente en Chile está disponible la vacuna Leukocell-2 ® del Laboratorio Pfizer, la cual se
recomienda colocarla subcutáneamente a las 8 semanas de edad y repetir a las 12 semanas y
hacer un booster una vez al año.
Se recomienda siempre realizar la prueba de ELISA antes de vacunar al paciente y solo vacunar a
los gatos negativos. En caso de salir el examen positivo sin estar enfermo, se recomienda repetir la
prueba alrededor de 1 a 3 meses después.
Se ha visto en EEUU la aparición de fibrosarcomas en el lugar de la inoculación de la vacuna, con
una incidencia de 1: 10.000; por lo tanto recomiendan vacunar solo a los gatos de alto riesgo de
contraer la enfermedad, es decir gatos machos enteros, que salgan a vagabundear, o gatos que
viven hacinados, pero no vacunan a los gatos de departamento ni a los que no tienen contacto con
otros gatos.
La vacunación es la única medida efectiva para la prevención de la infección por FeLV.
Existen varias vacunas en el mercado, tanto de virus completo inactivado como de
subunidades. En los últimos años han aparecido las nuevas vacunas recombinantes, más
seguras porque no llevan coadyuvantes en su composición, con lo que minimizan el riesgo
de aparición de sarcomas postvacunales. Ninguna vacuna llega al 100% de efectividad, por
lo que deben asociarse a otras medidas de prevención. En la primovacunación deben
ponerse 2 dosis con 3-4 semanas de intervalo. El refuerzo es anual. Sólo vacunaremos a
aquellos gatos cuyas pruebas de diagnóstico den negativas desde el principio. Los
virémicos persistentes no se podrán beneficiar de la vacunación en ningún caso. Un gato
portador latente no debe ser vacunado contra ninguna enfermedad, ya que ello supondrá
una estimulación a la producción de Ac por parte de los linfocitos y estos se encuentran
hipotéticamente infectados por ADN viral. La estimulación en la producción de Ac
provocará estimulación en la producción del FeLV. En nuestra clínica sólo vacunamos
contra FeLV a gatos que tienen riesgo de contraerla (salen de casa, entran y salen gatos de
su hábitat...).
Hay ya muchos veterinarios de todo el mundo que no recomiendan sacrificar a gatos sanos
positivos a FeLV (5). Si el propietario entiende una serie de medidas de control, el animal
puede mantener una buena calidad de vida durante años. Cuando el gato vive sólo en una
casa, las medidas de control consisten en no dejar salir a la calle a la mascota para evitar
que contagie el virus y que padezca agresiones que pongan en peligro un organismo que ya
de por sí puede estar inmunodeprimido. Castrar a estos animales también es una medida
recomendada para disminuir el riesgo de salidas a la calle. Es justificado realizar un
chequeo anual frente a FeLV en gatos en riesgo. Se considerará "gato de riesgo" al gato que
entra y sale de casa, gatos que se pelean, gatos que han sido heridos, gatos vagabundos,
gatas montadas por un macho sin control sanitario, gatos que tienen contacto con colonias
de gatos no controladas o gatos que viven en un colectivo con algún gato positivo a FeLV o
con riesgo de serlo (10).
Cuando tengamos un criadero con casos de infección por FeLV actuaremos de la siguiente
manera:
" Hacer prueba de ELISA a todos y separar a positivos de negativos, así como sus
comederos y bebederos
" Los portadores latentes se eliminan del criadero, ya que no son recomendables a pesar
del bajo riesgo de reactivación de la infección
" Los negativos son testados cada 2 meses durante un año, y se van eliminando los
positivos hasta obtener una colonia libre de FeLV
" Todo gato nuevo debe pasar una prueba ELISA negativo inicial y respetar una
cuarentena de 4 semanas, periodo tras el cual se le repetirá el test. Sólo entrará en el
criadero si vuelve a ser negativo y tiene un test de PCR/IFA en médula Negativo.
¿ QUE RECOMENDACIONES HAREMOS A UN CLIENTE CUYO GATO ACABA
DE TENER UN TEST DE ELISA POSITIVO A FeLV?
Un solo resultado de test positivo, si el gato está sano, debe ser confirmado a los dos meses
con un segundo test, e incluso una IFA ó PCR en médula ósea. Una vez que el gato sano es
confirmado como FeLV positivo persistente, hay varias informaciones que pondremos en
conocimiento de nuestro cliente:
Pronóstico: la media de supervivencia de un gato FeLV positivo virémico persistente
sano es de 3 años y medio desde que contrajo la infección
Riesgo para otros gatos: el gato deberá vivir recluído en casa para minimizar el riesgo de
contagio a otros gatos
Riesgo de padecer enfermedades infecciosas: el gato debe vivir dentro de casa para evitar
sufrir infecciones secundarias
Riesgo para la Salud Pública: el riesgo de contagio a los humanos en contacto con gatos
FeLV + parece no existir
Explicar las opciones terapéuticas
Evitar las situaciones de estrés (viajes, cirugías no necesarias, introducción de otro gato
en su ambiente)
Evitar el uso de corticoides si es posible
Vacunas: no las necesita si es un gato que no sale de casa. En cualquier caso, sólo
podremos utilizar vacunas inactivadas y se prefiere no utilizarlas para evitar activación
en la producción de virus por parte de los linfocitos infectados
El cumplimiento con un adecuado plan de vacunación es la mejor medida para la
prevención tanto de esta enfermedad como de muchas otras de los felinos
En condiciones ideales, y debido a la inmunodeficiencia que provocan los retrovirus, antes
de vacunar a un gato el profesional veterinario debería tener la certeza de que ese animal
está libre de este tipo de virus para lo cual sería conveniente efectuar las pruebas
diagnósticas tanto para ViLeF como para VIF.
En nuestro país existen en el mercado distintos tipos de vacunas contra ViLeF pero la
mayoría de ellas presenta el riesgo potencial de provocar con el tiempo un desarrollo
tumoral en los gatos, llamado sarcoma, en los puntos de inoculación. De acuerdo con los
conocimientos científicos disponibles hasta el momento existe una estrecha asociación
entre la formación de estos tumores y la presencia de ciertos componentes en el adyuvante
de las vacunas. Los adyuvantes son sustancias que se agregan a la composición de algunas
vacunas con el propósito de modificar o aumentar la respuesta inmune del individuo
vacunado.
Este riesgo desaparece si el veterinario utiliza PUREVAX®FeLV de MERIAL(aún no
disponible en Chile), ya que no tiene ningún tipo de adyuvante. Además, es mucho más
segura porque es la única vacuna recombinante del mercado que protege contra ViLeF. No
contiene al virus de la leucemia, sino solo los genes que transportan la información o
código genético necesario para producir o sintetizar las proteínas que generan la respuesta
de protección inmunológica en el organismo del animal vacunado. Es decir que no existe
ninguna posibilidad de que esta vacuna pueda enfermar de leucemia al gato inoculado.
PUREVAX FeLV puede usarse en gatitos a partir de las 8 semanas de vida, aplicando una
segunda dosis entre las 3 y 5 semanas posteriores y un refuerzo todos los años.
Consulte con su médico veterinario sobre los planes de vacunación más adecuados para su
mascota.
CONTROL EN GRUPOS
• Evitar las infecciones impidiendo el contacto con gatos portadores o no controlados.
• Realizar una prueba de leucemia 1 vez/año y eliminar los gatos que sean positivos.
VACUNAS
• A base de virus vivo modificado o de subunidades (gp70 + antígeno FOCMA)
• Pauta: a partir de las 9 semanas de edad y revacunación anual.
• Valorar el riesgo y la necesidad de la vacuna.
Inmunodeficiencia Felina
En las primeras etapas se realiza un tratamiento sintomático, el cual dura meses y tiene buenos
resultados, pero después se hace refractario a las terapias.
No existe vacuna para esta enfermedad
Por su modo de transmisión puede convivir un gato enfermo con uno sano, siempre y cuando estos
no se agredan entre sí. Se debe evitar factores estresantes para el gato enfermo
Se ha usado el antiviral Azidotimidina (AZT) inhibidor de la enzima transcriptasa reversa, en dosis
de 1020 mg/kg cada 12 hr. por 42 días, pero es de alto costo y tiene efectos colaterales como
anorexia, vómitos e ictericia
Existe una vacuna registrada en Estados Unidos para FIV pero no hay datos sobre su
eficacia. La vacuna produce anticuerpos frente al virus que se detectan por la mayoría de
los test diagnósticos disponibles para el veterinario clínico. El uso de la vacuna en este país
invalida el uso de esos test.
Si en una casa con varios gatos se detecta un caso positivo el gato infectado debe ser
aislado o extraído de la casa. Sin embargo como el riesgo de infección a través del contacto
directo y compartiendo comederos y bebederos es muy bajo, muchos propietarios eligen
que el gato se quede en casa. Es muy útil que los gatos usen comederos y bebederos
separados por la gran cantidad de virus que se encuentra en la saliva. La bandeja y los
comederos deben desinfectarse después de su uso para eliminar el virus. Una vez fuera del
gato el virus muere en unos minutos, por eso es difícil infectarse a través de las ropas u
otros objetos
Consejos para criadores
Para minimizar el riesgo de introducir el virus en la colonia, se aconseja a los criadores el
prevenir que sus gatos tengan acceso al exterior y no tengan contacto con otros gatos que sí
pueden salir o viven en el exterior. Es importante hacer análisis anuales y a los nuevos
gatos antes de entrar al criadero. Si se identifica un gato positivo se deben tomar medidas
apropiadas: dejar de criar, analizar a todos los gatos y eliminar o separar completamente a
los individuos infectados. Todos los gatos volverán a testarse en 3-6 meses y si todavía son
todos negativos, se puede restablecer la cría.
Consejos para centros de acogida y organizaciones
Lo ideal es hacer un diagnóstico rutinario pero a veces no es posible por problemas
económicos. En esos casos se debe analizar a cualquier gato sintomático y a los gatos
agresivos (a menudo los machos sin castrar). Además se analizarán a los gatos de campo o
salvajes. Idealmente, los gatos es mejor que vivan en grupos lo más pequeños posibles. La
política de esterilización antes de darlos en adopción también debería ser efectivo para
reducir la transmisión de la enfermedad.
Esta virosis resulta letal para los felinos y la única medida preventiva con la que se cuenta,
considerando al animal individualmente, por el momento es el aislamiento de los animales y ésto
es sinónimo de castración. A nivel de criaderos, lo que debería hacerse es el control estricto por
medio de la prueba de Elisa de todos los animales y de los que sean introducidos al mismo, con
fines reproductivos. Estos últimos deben ser aislados por un período de 4 semanas y re-evaluados.
La prueba de Elisa debería ser indicada por el médico veterinario a todo felino con posibilidad de
infección, con el objeto de detectar a los infectados precozmente y tener la posibilidad de tratar
con antivirales a los gatos positivos.
El control de la respuesta al tratamiento debe hacerse con hemogramas semanales o quincenales
y por medio de la determinación de la relación CD 4/CD8.
Los animales con signos avanzados de enfermedad, con afecciones secundarias a los oportunistas
pueden tratarse específicamente y en caso de mejoría pueden tratarse también con antivirales.
Se investigan vacunas de diversos tipos, pero aún sin resultados. Solo se cuenta entonces con las
medidas preventivas y terapéuticas como forma de combatir esta temible enfermedad.
• Evitar stress y exposición a otras infecciones
• Aislar al animal infectado de otros gatos
• Mejorar condiciones sanitarias, dieta de buena calidad
• Consultas veterinarias de control
• Tratar de forma precoz cualquier enfermedad
• Usar sólo vacunas inactivadas frente a otras enfermedades.