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Todos sabemos que tanto los hechos como los acontecimientos no son solamente una
fecha y un lugar determinado sino que responde a procesos que hay que estudiar para
poder comprender como se resuelven finalmente. La historia no es la sucesión de fechas
de menor a mayor, si eso fuera lo que estudiáramos sería cronología y la historia es algo
más que una acumulación de fechas sin un significado más allá del acontecimiento.
El año 396 d.C. será decisivo en el devenir de acontecimientos posteriores que
desembocarán en un nuevo modelo social y económico. A partir de este momento
podemos hablar de una nueva etapa en la historia. Entramos en una nueva época, y que
como en las anteriores marcaran el futuro y desembocarán en la sociedad que hoy
conocemos.
Cuando Teodosio decide partir el Imperio en dos territorios, administraciones, que
facilitara el gobierno de todo el territorio romano. Así nos encontramos con un territorio
al occidente del Mediterráneo, Imperio Romano de Occidente con la capital en Roma y
otro en la parte oriental del Mediterráneo llamado Imperio Romano de Oriente con la
capital en Constantinopla, nombre de la antigua ciudad griega llamada Bizas en honor al
rey que la conquistó. No debemos olvidar que ya en estos momentos Roma no es el
Estado romano que conocemos a través de películas o en los libros de arte en el cual
todo es grandioso, rico, poderoso y que controla todo lo que sucede dentro de sus
fronteras e incluso fuera de ellas. La división en dos responde a una necesidad real para
poder gobernar de una manera más eficaz y así responder a todos los problemas que van
surgiendo. Entre éstos están las relaciones con los pueblos situados más allá de «limes»,
la frontera. Pueblos de distinto origen y que están presionando para poder entra en
Roma y así poder garantizarse la seguridad en el caso de los godos y por otro por la
posibilidad de obtener un botín.
La incapacidad de los ejércitos romanos para responde a estos ataques quedará reflejado
cuando Alarico, Duc de los visigodos, saquee Roma en el año 410, una Roma que ya no
es la capital ya que el emperador la trasladó a Rávena a orillas del mar Adriático. La
entrada de los godos en el territorio romano se debe a una cuestión de supervivencia ya
que se sentían amenazados por la penetración de los hunos, pueblo de la estepa rusa y
que tiene sus orígenes en la zona actual de Turquestán. Éstos junto a los alanos y avaros
serán los llamados pueblos de las estepas. El empuje conquistador de estos tres pueblos
obliga a los pueblos germanos establecidos en el oriente y centro de Europa a
desplazarse al occidente y al sur, a su vez los pueblos establecidos en la cuenca del Rhin
inician su traslado al sur y occidente. Todo esto sin una respuesta contundente por parte
de las legiones romanas que ven como estos pueblos cruzan y se instalan en territorio
romano. Todo ello crea una sensación de inseguridad y de descontrol.
Debemos tener claro que estos grupos que denominamos germanos no son nuevos ni
aparecen de la nada. Debido a sus costumbres los romanos los vieron como salvajes y
como seres incivilizados. Son dos sociedades antagónicas, opuestas, en su forma de
organizar la sociedad y la economía. Estas oleadas siempre existieron, acordaos del
texto que leímos en clase de los Comentarios de Cesar en la Guerra de las Galias, claro
que Roma en esos momentos tenia el poder suficiente para rechazarlos incluso
perseguirlos más allá del Rhin. Otro claro ejemplo es el de Marco Aurelio, el que sale al
principio en la película Gladiador, la película trata la batalla a orillas de Danubio, cerca
de la actual ciudad de Viena pero esto es respuesta a un hecho que sucede en el año 167
a.D. los Germanos rompieron la frontera del Imperio y saquearon la ciudad Romana de
Aquileia en el Golfo de Venecia. El Emperador Marco Aurelio no estaba dispuesto a
tolerar esta osadía y se puso al frente del mayor ejército conocido hasta entonces. El
objetivo: explusar a los invasores más allá del Danubio y terminar de una vez por todas
con la amenaza bárbara. Marco Aurelio comprometió su honor, su fortuna e incluso su
vida en la camapaña de Germania, reestableciendo la frontera norte del Imperio en el
cauce del Danubio. Pasará tiempo después con los dacios, la actual Rumania pero
también el poder romano rechaza la incursiones. Qué ocurre en el sigo IV y V. Roma no
conserva el prestigio ni la fuerza militar, la economía está en crisis, como ahora
nosotros. Las ciudades ya no son seguras y tanto los terratenientes como los artesanos
abandonan paulatinamente la ciudad y se instalan en el campo. El pago de impuestos ya
no es tan eficaz por lo que no entra dinero en las arcas del Estado, dinero que entre otras
paga a los soldados. Se tienen que reclutar legionarios de fuera, muchos de ellos eran
extranjeros, germanos, dacios, galos, eslavos, etc. La situación era difícil y esta
debilidad es aprovechada ahora por los bárbaros. La división administrativa de Roma en
dos no sirvió para frenar esta situación.
Características de la sociedad Germana:
Economía. Basada en la ganadería y la agricultura, la caza y la explotación del
bosque. La agricultura que se practica es la agricultura «itinerante». Con el término
itinerante debemos entender aquella agricultura que se realiza mediante la siembra y
recogida de la cosecha, esto puede durar dos o tres años cambiar de lugar, por ello se le
llama itinerante1. Junto a esta actividad agrícola coexistía la de la ganadería, quizá más
importante o con mayor peso que es la de la ganadería. Así lo pone de manifiesto tanto
los textos dejados por Julio Cesar o de Tácito. No debemos olvidar la actividad
económica del bosque, la recolección, la extracción de miel o la caza. Con respecto a la
ganadería debemos tener presente que la introducción del consumo del cerdo se la
debemos a estos pueblos, el cerdo no era habitual ni en Grecia ni Roma y estaba
prohibido en todo el Mediterráneo meridional, sur. Con respecto a la caza sabemos por
Cesar las especies más atrapadas y claro de este texto sabemos aquellos que ya han
desaparecido. Debemos tener en cuenta que no todos estos grupos, pueblos, germanos
son uniformes, hay diferencias entre unos y otros según el lugar de procedencia y el
lugar de establecimiento. Así los pueblos más cercanos al limes irán acogiendo las
costumbres romanas en cuanto a su economía basada en el comercio y sobre todo en el
pago. Admitirán la moneda como bien de cambio en las transacciones, comercio, que
realicen con romanos, pero conservarán el trueque como relación de intercambio de
bienes entre pueblos germanos. Los pueblos más alejados del limes y por tanto con poco
o ningún contacto con Roma su nivel de desarrollo comercial y agrícola será menor o
nulo.
El paisaje de ambos también es diferente, uno plenamente urbanizado y el otro
constituido por pequeñas aldeas con casas de materiales débiles, ya que en un tiempo
corto abandonaran ésta. La romana con campos de cultivo en una actividad de
agricultura comercial y la otra con una agricultura de subsistencia, una rodeada de
1
No confundir con un tipo de agricultura itinerante que se practicaba durante la
prehistoria, y aún hoy día hay algunos pueblos que la practican, que es la de cultivar un
espacio marchar a otro lugar y volver para el momento de la cosecha.
grandes espacios despejados, la otra con grandes espacios ocupados por bosques y
humedales. Así el espacio se configura con un paisaje acorde a la actividad productiva
del ser humano. Uno muy intervenido y modificado, el romano. Otro por el contrario
con una intevención mínima en el espacio, claro el clima juega un papel muy
importante, en estos momentos por la capacidad de estos pueblos de destrucción que es
bajo el medio ambiente puede recuperarse con mayor rapidez, hoy no ocurre así.
Después de las llamadas «Grandes invasiones» germanas, el occidente quedó
configurado económicamente en tres zonas: la de herencia tardo-romana, herencia
germana y herencia mixta entre la germana y la romana.
La llegada de los germanos a las provincias del imperio impulsó la ruralización ya
existente en el imperio, y la decadencia de las ciudades. La vida urbana se eclipsa.
Cuando los aristócratas germanos se dejan deslumbrar por la vida romana, las ciudades
comienzan a revivir lentamente. Buen ejemplo de ello es Toledo. Sin embargo, ya no
eran ciudades, si no meras aglomeraciones, ajenas a la economía, de orden políticomilitar y religioso. Ya no cumplían las funciones económicas urbanas como centros
comerciales y de manufacturas, si no que llegan a ruralizarse.
Pese a todo, las ciudades plenamente romanas se ven favorecidas por su posición
privilegiada y llegan a ser reconquistadas por el imperio romano de oriente. Siguen
siendo ciudades comerciales, en tanto que la tarea de la manufactura pasa a manos
campesinas. Debido a que no son especialistas, sus artículos se producen únicamente
para el uso básico.
El comercio se encuentra en declive, pero las relaciones económicas no se interrumpen.
Pese a que comienza un cierto comercio en el Atlántico, el centro más activo sigue
siendo el Mediterráneo (de signo elitista), sostenido por artículos de gran calidad y
costo (marfil, especias…). Estos artículos no estaban al alcance de todos, tan sólo de los
nobles. Se importan de oriente y los encargados de mantener este tipo de comercio son
los negotiatores.
Otro indicador económico es la moneda. Occidente hereda el sistema monetario tardoromano, basado en el patrón Oro. Sin embargo, este patrón dificulta las transacciones
diarias, basadas principalmente en el trueque, ya que la moneda se emplea en grandes
operaciones comerciales y no existía la moneda fraccionaria. También servía como
medio de propaganda política, ya que llevaban impresa la cara del rey y se consideraba
que eso acrecentaba su poder.