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Miércoles 29 julio 2015 Expansión 21 ECONOMÍA / POLÍTICA El polémico plan B de Varufakis enturbia las negociaciones griegas TERCER RESCATE HELENO/ Los técnicos de las instituciones acreedoras llegan a Atenas en pleno debate sobre el programa secreto de liquidez y banca paralela que había diseñado el exministro de Finanzas. ka tenía “el control absoluto y directo” de la Secretaría General de Ingresos Públicos y para obtener los datos de identificación tributaria de los griegos tuvo que intentar piratear el software. Ello ha despertado no pocas críticas. Diputados de Nueva Democra- Tres semanas después de su dimisión, el exministro de Finanzas de Grecia, Yanis Varufakis, sigue adherido al primer plano de la actualidad helena. La polémica que ha estallado tras la revelación de que tenía un plan B para dotar de liquidez al país de forma poco ortodoxa en el caso de un corralito ha ensordecido el pistoletazo de salida de las negociaciones del tercer rescate griego, que comenzaron ayer en Atenas a nivel técnico (y con la premisa de que no hacen falta medidas adicionales a las ya aprobadas). Varufakis reveló, en una conversación con inversores extranjeros, que preparó un plan secreto por si cerraban los bancos griegos, con un sistema de pagos entre el Estado y los contribuyentes –accediendo a sus datos fiscales– y el germen de una banca paralela. El esquema permitiría pasar del euro al dracma “de la noche a la mañana” si fuera necesario. El problema es que, según el economista griego, la Troi- cia (partido conservador) han pedido responsabilidades penales. Al tiempo, Varufakis se enfrenta a una demanda por “alta traición” en su actuación durante la negociación con los acreedores. La Fiscalía del Tribunal Supremo griego transfirió ayer al Parlamento griego el escrito, presentado –antes de que se conociera el plan de Varufakis– por un abogado y el alcalde de una pequeña ciudad helena. En cuanto a la más grave de las acusaciones del caso, la que hizo el exministro sobre Bloomberg News Juanma Lamet. Madrid Técnicos de la Troika, a la salida de una reunión con el viceministro de Finanzas griego, Dimitri Mardas. la cesión de soberanía fiscal griega a la Troika, la portavoz de la Comisión Europea Mina Andreeva aseguró ayer que “la Comisión y el FMI sólo proporcionan asistencia técnica sobre impuestos, pero no controlan los ingresos. Simplemente no es verdad”. Negociaciones En un artículo enviado al Financial Times, que este diario reproduce hoy en esta misma página, Varufakis defiende su plan e insiste en sus críticas: “Hay una gran restricción de soberanía nacional impuesta por la Troika”. Por debajo de esta polémica, la dura realidad griega sigue igual. El Gobierno heleno espera que hoy lleguen a Atenas los máximos representantes de las cuatro instituciones involucradas en el tercer rescate de Grecia: Comisión Europea, Fondo Monetario Internacional, Banco Central Europeo y Mecanismo Europeo de Estabilidad (Mede). La entrada de este cuarto actor ha forzado a rebautizar a la Troika como la cuadriga. La Bolsa de Atenas, a punto de reabrir El Banco Central Europeo (BCE) ha dado luz verde a los planes presentados por Grecia para la reapertura –con limitaciones– de la Bolsa de Atenas, que podría volver a operar hoy mismo o mañana, según ‘Reuters’. Eso sí, por ahora no se sabe cuándo se retomará la negociación, suspendida hace un mes. Según informaciones de los medios locales griegos, los planes, que el Ministerio de Finanzas todavía debe convertir en decreto, contemplan que los inversores extranjeros podrán hacer transacciones ilimitadas en la Bolsa de Atenas, según informó Efe. Los inversores griegos, en cambio, no podrán por el momento vender acciones y las compras estarán sujetas a severas limitaciones. Los inversores nacionales tendrán sólo derecho a comprar acciones con dinero transferido de cuentas bancarias desde el extranjero o mediante el pago en efectivo. Esto ha desencadenado críticas entre los corredores de Bolsa. Hay algo que no funciona en el reino del euro OPINIÓN Yanis Varufakis L os cimientos de la eurozona esconden una paradoja. Los gobiernos de la Unión Monetaria carecen de un banco central que los respalde y el Banco Central carece del apoyo de los gobiernos. Esta paradoja no puede eliminarse sin cambios institucionales fundamentales. No obstante, hay pasos que los estados miembros pueden tomar para reducir algunos de estos efectos negativos. Uno de los que contemplamos durante mi mandato como ministro de Finanzas griego fue la escasez crónica de liquidez de un sector público con problemas financieros y las consecuencias que esto tendría en el sector privado. Dada la ausencia de un banco central que preste apoyo a las iniciativas del Estado, los atrasos en el pago del Ejecutivo heleno al sector privado –empresas y particulares– no han hecho más que empeorar desde 2008. De hecho, las deudas han superado el 3% del PIB durante cinco años. Además, el efecto de retroalimentación aumenta los atrasos tributarios que, a su vez, perpetúan el ciclo de falta de liquidez. Nuestra idea era permitir la cancelación multilateral de los atrasos entre el Estado y el sector privado utilizando la actual plataforma de pa- Por su interés, EXPANSIÓN reproduce el polémico artículo de Yanis Varufakis publicado en ‘Financial Times’ en el que defiende su plan B para dar la liquidez al sector público con “medios poco ortodoxos”, como piratear los números de identificación fiscal de los griegos. gos online de la Agencia Tributaria. Podría crearse una cuenta reserva por número de archivo fiscal en la página web de la Agencia Tributaria en la que se ingresaran los atrasos del Estado a un particular o a una empresa. De esta forma, los titulares de un número de registro fiscal podrían transferir créditos desde su cuenta reserva al Estado o a otra cuenta reserva con otro número fiscal. Supongamos, por ejemplo, que a la Empresa A el Estado le debe un millón de euros y esta debe 30.000 euros a un empleado y otros 500.000 a una Empresa B, que le suministraba bienes y servicios. El empleado y la Empresa B deben respectivamente 10.000 y 200.000 euros en impuestos al Estado. En este caso, según nuestra propuesta, podría cancelarse de forma inmediata el pago de, como mínimo, 210.000 euros en atrasos. De la noche a la mañana, una economía como la de Grecia adquiriría un importante grado de libertad dentro de la actual Unión Monetaria Europea. En la segunda fase que no tuvimos tiempo de estudiar en profundidad, se ampliaría el acceso de este sistema a los smartphones y a las tarjetas de los ciudadanos garantizando el uso del mismo. Este sistema de pagos se desarrollaría con la idea de cubrir de algún modo la ausencia de mercados de deuda pública a pleno rendimiento, sobre todo durante una crisis crediticia como la que ha vivido Grecia desde 2010. Los agentes del sector privado podrían comprar créditos de la interfaz de la web de la Agencia Tributaria, utilizando sus cuentas bancarias habituales y añadirlos a su cuenta reserva. Estos créditos se podrían usar después de un año para conseguir descuentos en futuros impuestos de, por ejemplo, el 10%. Siempre que los créditos tributarios totales se limitasen, y su cuantía fuera totalmente transparente, el resultado sería un aumento fiscalmente responsable de la liquidez de Gobierno y una vuelta más rápida a los mercados a los que Gobiernos como el de Grecia han perdido el acceso. Cuando cedí mi puesto como ministro de Finanzas a mi amigo Euclid Tsakalotos el 6 de julio, expuse una descripción completa de los proyectos del ministerio, prioridades y mejoras durante mis cinco meses al cargo. El nuevo sistema de pagos aquí descrito formaba parte de esa presentación. Ningún miembro de la prensa lo reflejó. Pero cuando se filtró una conversación telefónica posterior con un gran número de inversores internacionales, organizada por mis amigos Norman Lamont y Davi Marsh del foro oficial de instituciones financieras y monetarias (OMFIF, por sus siglas en inglés), la prensa se frotó las manos. Haciendo gala de mi compromiso con la transparencia total, autoricé a OMFIF a divulgar las cintas. Aunque comprendo el entusiasmo de la prensa por los temas que se trataron en el encuentro, como que haya tenido que recurrir a medios poco ortodoxos de obtener acceso a mis propios sistemas del ministerio, solo hay un aspecto importante para el interés público. Hay una gran restricción de soberanía nacional impuesta por la Troika a los ministros griegos, a quienes se les niega el acceso a los departamentos de sus ministerios que son fundamentales para aplicar políticas innovadoras. Cuando se pierde la soberanía, debido a una deuda oficial insostenible y a planteamientos equivocados para países que ya atraviesan una grave crisis, uno sabe que hay algo que no funciona en el reino del euro. © Financial Times