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Dare Aguas en el Desierto
El avivamiento viene Isaías 43:20
Texto Jueces 6:1-18
Gedeón
Las Condiciones para un Avivamiento
Avivamiento, hacia una definición
El obispo Festo Kevengere, del Africa oriental, instrumento
de Dios para mantener el fuego de Dios define el
avivamiento de la siguiente manera:
“Se dá avivamiento, cuando Cristo llega a ser el Señor
resucitado y viviente en la vida del creyente. Para el
incrédulo sucede cuando tiene una confrontación con Cristo
y le acepta a Él como su Salvador, cambiando así
completamente su vida, tanto moral como éticamente. En
otras palabras hay avivamiento cuando Cristo llega a ser
realmente sentido en la vida de una persona, cambiando esa
vida…El avivamiento realmente es Jesucristo mismo.”
(Kevengere 1976: 10)
Una cosa debe estar bien clara. Para la gente que adora el
bullicio, lo espectacular y lo poco usual y que se excitan
cuando hacemos una bulla bien grande; no habrá un
verdadero avivamiento mientras los creyentes solo vayan
buscando cosas extraordinarias o la experiencia espiritual
por la experiencia. El avivamiento vendrá cuando los
creyentes tengan sed de Dios y solo de Dios.
“Como el ciervo anhela (brama) las corrientes de agua,
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así suspira por ti, oh Dios, el alma mía.
Mi alma tiene sed de Dios, del Dio viviente;
¿cuándo vendré y me presentaré delante de Dios?
Salmo 42:1-2
Cuando dejemos el dedo acusador hacia nuestros hermanos
y hermanas en Cristo
Cuando dejemos de criticarnos unos a otros por razón
de lo que aquél está haciendo en su Iglesia
Cuando dejemos de pensar que somos mejores o más
espirituales, o mejor refinados, que los demás
Cuando comencemos a reconocer nuestros propios
errores, pecados y los confesemos ante Dios entonces se
abrirán las puertas del cielo y Dios derramará Su Espíritu
sobre nosotros.
El avivamiento o la renovación es un movimiento del Espíritu
Santo que nos refresca y habilita, que nos da un tiempo de
nuevos principios.
El Dr. Martín Lloyd Jones, ministro en la capilla de
Westminster en Londres define el mover de Dios así: “La
gente tiene conciencia de la presencia y el poder de Dios en
una manera que nunca ha conocido antes”. Lloyd jones
añade: en el avivamiento no hay tiempo para cantar, sino
para pensar, orar y predicar.
Duncan Campbell al experimentar el avivamiento en las Islas
Occidentales de Escocia entre el 1949 y el 1952; define el
avivamiento así: “Gente saturada de Dios, en la iglesia y en
la comunidad (Cuando Dios satura a la gente de su
presencia)”
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Brian H. Edwards en su libro Avivamiento lo define de la
siguiente manera:
“Un verdadero avivamiento del Espíritu Santo es un aumento
notable en la vida espiritual de un gran número del pueblo
de Dios, acompañado por una conciencia asombrosa de la
presencia de Dios, oraciones intensas y adoración, una
convicción profunda de pecado, con una pasión y un deseo
de santidad y un evangelismo efectivo pero poco usual,
llevando a la salvación a muchas personas no creyentes”
El lenguaje bíblico describe el avivamiento como Dios
descendiendo con toda su majestad y gloria; su santidad y
poder; llenándolo todo, cubriéndolo todo, limpiando todo,
impactando a todos.
El diccionario Webster define la palabra avivamiento:
regresar, volver a, o recobrar la vida alguien que murió o
pareció haber muerto. El avivamiento vuelve a la vida algo
que está, al presente, muerto o pareciera estar muerto.
Renovación de la mente o memoria, recobrarse de un estado
de abandono o depresión, despertar.
“Hayah-chayah”, es la palabra hebrea para avivamiento y
significa de manera literal recobrarse, reparar, traer a la vida
de nuevo.
Juan 7:37-39 nos declara las condiciones para un
avivamiento en las palabras mismas de Jesús. Si alguno
tiene sed, venga a mí y beba…el que cree en mi de su
interior correrán ríos de agua viva….
Salmo 85:6 “No volverás a darnos vida, para que tu pueblo
se regocije en ti”
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El mismo Juan Wesley, ministro usado por Dios en
Inglaterra, conoció los efectos poderosos y poco usuales del
avivamiento y por tal razón dijo: “Señor, mándanos el
avivamiento sin sus defectos, pero si esto no es posible,
envíalo con todo y sus defectos”
Arthur Wallis: “El avivamiento nunca se puede explicar en
función de actividad, organización, reuniones,
personalidades o predicadores. Estos pueden estar
involucrados en la obra, pero no son ni pueden ser la causa
de los efectos producidos. El avivamiento es en esencia una
manifestación de Dios, tiene el sello de la deidad sobre sí, lo
cual aún los impíos y los no iniciados reconocen con rapidez.
El avivamiento debe ser por necesidad hacer un impacto en
la comunidad, y éste es un medio por el que podemos
distinguirlo de las operaciones cotidianas del Espíritu Santo”
Walter C. Kaiser: “Como corresponde, el avivamiento
presupone una declinación seria del apetito de la iglesia por
las cosas espirituales y de su defensa por la causa de la
moralidad y la justicia en los asuntos humanos.”
Orando por una visitación divina
Los capítulos 63 y 64 del profeta Isaías contienen las gemas
de la oración por el mover de Dios.
Isaías 63:15 “Mira desde el cielo, y contempla desde tu
gloriosa y santa morada. ¿Dónde está tu celo, y tu poder, la
conmoción de tus entrañas y tus piedades para conmigo?
¿Se han estrechado?
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Nuestra oración por un avivamiento comienza con pedirle a
Dios que nos vea desde donde está, que considere nuestra
situación, que vea quiénes somos, dónde estamos, y qué
necesitamos. Debemos pedirle que examine nuestra
compasión, nuestro celo, nuestros hechos y nuestra
motivación. Dios honrará esta oración porque Él es nuestro
Padre Dios. A Él le interesa quiénes somos y en que estado
nos encontramos.
El versículo 17 de este mismo pasaje dice: “¿Porqué oh
Jehová, nos has hecho errar de tus caminos, y endureciste
nuestro corazón a tu temor? Vuélvete por amor de tus
siervos, por las tribus de tu heredad.
Si Dios, mira la condición de nuestro corazón, el adversario
le oprime y a veces nos gobierna la carne. necesitamos una
cirugía de corazón abierto.
Isaías 64:1 es una oración apasionada por una intervención
divina. “Oh, si rompiéses los cielos y descendiéras”. La
palabra hebrea romper significa romper, rajar, abrir por la
fuerza, hacer pedazos algo. Una traducción moderna
sugiere: “Oh, Señor, rasga la cubierta de los y aparece
ahora”
Amados y Amadas en Cristo, los cielos de nuestro día
necesitan romperse. Existe una dimensión de pecado y
maldad que va más allá de lo individual en los seres
humanos. Es un pecado social y corporativo. Existe un
ambiente de tolerancia a estilos de vida inmorales. Este
carácter cósmico del pecado requiere que se abran los cielos
y Dios descienda primero, sobre su Iglesia y luego se
extienda a toda la comunidad.
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Algunos cielos religiosos están como el hierro a causa de la
soberbia y el orgullo.
“Y quebrantaré la soberbia de vuestro orgullo y haré vuestro
cielo como hierro y lustra tierra como bronce” (Lev 26:19)
Necesitamos oraciones que abran los cielos. No queremos
sustitutos del verdadero avivamiento, deseamos lo real, lo
vivo, lo poderoso. Cuando a Moisés se le ofreció que un
Ángel le acompañara en Éxodo 33:2 y 15; él rechazó el
sustituto y pidió que Dios mismo lo hiciera. En otras
palabras, Moisés fue claro y honesto con Dios, no quiero
sustitutos por buenos que sean, te quiero a ti. Si tu
presencia no va conmigo no me envíes.
Vamos a prepararnos para la visitación de Dios. Hay ciertos
componentes para que avivamiento sea de excelencia ya sea
antes, durante y después de un avivamiento.
1. Humildad – El avivamiento es para servir los propósitos
de Dios y no para alimentar egos mortales.
2. Oración – orar, orar, orar
3. Discernimiento – Escuchar con cuidado el llamado de
Dios para poder generar una respuesta espiritual, y no
meramente una emocional.
4. Autenticidad – Rechazar con firmeza cualquier
falsificación.
5. Moderación – Los extremistas, incluso los bien
intencionados comprometen seriamente la credibilidad
de nuestros esfuerzos.
6. Decoro- Los pecados cometidos de manera pública
deben ser confesados en público. Los pecados
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privados, especialmente los de naturaleza sexual,
deben ser confesados en privado.
7. Empatía –Alcanzar aquéllos de la congregación que se
muestran suspicaces o resistentes al avivamiento.
8. Enfoque Bíblico –El avivamiento debe estar centrado en
la Biblia, no en la experiencia. La experiencia y el
testimonio son importantes, pero nunca deben
ensombrecer la Palabra.
9. Madurez – Apoyarnos en gente espiritualmente madura
para dar testimonio. No se debe tentar el orgullo en la
mayoría de los creyentes recién convertidos al hacerlos
compartir su testimonio antes de estar listos.
El avivamiento no se anuncia, no es una campaña de
oración, no es un culto glorificado lleno de cánticos y
gritos de júbilo. todo esto es bueno, pero no es un
avivamiento. El avivamiento es una interrupción de Dios
en nuestra vida de iglesia, Dios y solo Dios está
autorizado a interrumpir nuestros cultos y programas para
llenarnos de su gloria y sus propósitos.
Por tal razón, antes de entrar al quebrantamiento como
condición para el avivamiento permítanme compartir con
ustedes una lista de preguntas para discernir y verificar
nuestras motivaciones:
• ¿Estamos respondiendo a la verdad o a una moda?
• ¿Estamos respondiendo a una personalidad o a la
convicción personal?
• ¿Estamos respondiendo por razones espirituales o
por razones egoístas?
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• ¿Estamos utilizando la verdad para beneficio de
nuestros ministerios personales y de nuestros
bolsillos?
• ¿Estamos utilizando a las personas para alcanzar
nuestras propias metas y visiones?
• ¿Estamos edificando a la gente para que puedan
alcanzar sus metas y destinos?
• ¿Cómo percibimos lo que estamos haciendo a la luz
del movimiento del Espíritu Santo en los días de
avivamiento?
• ¿Estamos respondiendo con cautela o con
precipitación?
Por tal razón, la subjetividad puede ser peligrosa porque
sus raíces están en nosotros, en nuestras experiencias,
ánimos, dones y prejuicios. La misma puede confundirse
con sentimientos proféticos o con voces internas de
nuestro ser espiritual.
Para ello debemos equilibrar nuestros sentimientos
sujetivos con una doctrina objetiva, que es la enseñanza
de la Palabra de Dios y sus principios. La doctrina debe
ser siempre nuestra fuerza orientadora y el fundamento
del verdadero discernimiento. Debemos siempre
preguntarnos ¿A dónde me llevará esta verdad?
Los Beneficios del Quebrantamiento
Nuestra sociedad considera que cualquier cosa que se
rompe, es inservible, y termina tirándola. Sin embrago,
para dios, solo aquello que ha sido quebrantado le es útil.
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Las flores esparcen su perfume y aroma cuando son
aplastadas
Las uvas producen el vino cuando son molidas
Las aceitunas machacadas producen el aceite que
enciende las lámparas
Así los vasos que Dios utiliza, tienen que ser
quebrantados.
El avivamiento es el Espíritu que nos revela nuestra
pecaminosidad, las áreas de nuestra vida que necesitan
ser quebrantadas, de manera que Dios pueda hacer algo
grande con nosotros. La Palabra de Dios nos dice que Él
se acerca a nosotros cuando estamos quebrantados,
cuando reconocemos en dónde estaríamos sin Su gracia.
La palabra quebrantar en hebreo significa aplastar, moler
o machucar, y describe el quebrantamiento de un vaso
terrenal así como el quebrantamiento de un corazón
humano.
“Cercano está el Señor a los quebrantados de corazón; y
salva a los contritos de espíritu” Salmos 34:18
Isaías el profeta describe este quebrantamiento de parte
de Dios
“Porque así dijo el Alto y Sublime, el que habita la
eternidad, y cuyo nombre es el Santo: Yo habito en la
altura y la santidad, y con el quebrantado y humilde de
espíritu, para hacer vivir el espíritu de los humildes, y
para vivificar el corazón de los quebrantados” Isaías
57:15 (La rata y el aviador)
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El texto que nos recomendaron en Jueces 6:6 marca
precisamente una condición triste: “De este modo
empobrecía Israel en gran manera por causa de Madian; y
los hijos de Israel clamaron a Jehová” Aquí vemos la
semilla de un mover de Dios, el clamor, el reconocimiento
de nuestra pobre y triste espiritualidad.
Veamos la oración de David en el Salmo 51:1 “Ten piedad
de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia, conforme a la
multitud de tus piedades borra mis rebeliones”
Su oración es por misericordia, no es por más unción, más
victorias, más prosperidad, ni más promociones. Estaba
quebrantado y ahora necesitaba misericordia,
longanimidad y la ternura de la mano de Dios. El sabía
que sin ese toque estaría acabado. David no culpó a otras
personas por su propio pecado. A veces estamos
inclinados a deslindar la responsabilidad de nuestros
pecados hacia otras personas o cosas o circunstancias.
Culpamos a las propias circunstancias en que nos
encontramos, o culpamos a la propia tentación. Es el
clamor por un cambio de corazón, interno, profundo,
radical y sobrenatural lo que ha de traer el verdadero
avivamiento.
El avivamiento no consiste solo de emociones y
sentimientos de exaltación. El avivamiento va a tumbar a
la gente, la va a tumbar hasta el suelo, hasta el
abatimiento. El avivamiento va a traer un
quebrantamiento de corazón y de espíritu antes de que
traiga un grito de victoria y de exaltación.
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El propósito del derramamiento del Espíritu Santo sobre
su comunidad redimida no es en principio, recibir de
nosotros los actos emocionales de adoración, exaltación y
alabanza; tampoco es hacernos entrar más en el
movimiento de los dones espirituales o darnos más
audacia en nuestro testimonio.
Dios derrama el Espíritu de avivamiento sobre su pueblo,
en primer lugar, para llevarnos a un profundo sentir de
nuestro propio pecado, nuestra propia impureza. Después
Él puede hacer venir a nosotros un espíritu de humildad y
quebrantamiento.
Dios sabe que de un vaso quebrantado puede brotar
mucha luz. Dios puede renovar un vaso quebrado, y
puede llenarlo con lo que Él quiera. Entonces, toda la
gloria será para Él.
En Jueces 6:12 -14 se inicia la respuesta de Dios al clamor
del pueblo. Un hombre llamado Gedeón, recibió la
visitación de Dios. Jehová está contigo, varón esforzado y
valiente. Vé con esta tu fuerza, ¿No te envío yo?
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