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EL GÉNERO CYMBIDIUM Tribu: Cymbidieae subtribu: Cyriopodiinae DISTRIBUCIÓN El género Cymbidium tiene una distribución geográfica muy amplia: desde el sudeste asiático, Japón, Indonesia, al norte de Australia las Cymbidium viven en hábitats y climas muy diversos. Desde el borde del mar hasta 3000 m de altitud, viven tanto en bosques tropicales, cálidos y húmedos todo el año, como en bosques de montaña, cálidos y lluviosos en verano y secos y fríos en invierno. A esta diversidad de medios naturales corresponde una diversidad de modo de vida de las especies. Una planta de cymbidium pueden ser tanto epifita, litofita, como terrestre. Las plantas que normalmente crecen sobre los árboles también suelen encontrarse creciendo en rocas o en el suelo, e incluso existe una especie, la C.macrorhizon, que es saprófita y, a excepción de la inflorescencia, crece totalmente enterrada. HISTORIA La historia de las especies del género Cymbidium comenzó en China hace aproximadamente 2500 años, datándose los primeros escritos sobre ellas hacia el 500 a.C. y en los cuales Confucio se refiere a este género como “el rey de la fragancia”, siendo los Cymbidium muy apreciados tanto por la fragancia de sus flores como por la elegancia de sus hojas. La primera especie que llegó a Europa fue a principios del siglo XVIII. Poco después, Linnaeus describió dos especies: C.aloifolium y C. ensifolium en su libro Species plantarum, de 1753, situándolos dentro del género Epidendrum (Epidendrum aloifolium…). 1 En un principio pocas especies fueron cultivadas en Gran Bretaña, pero la Revolución Industrial, que proporcionó a bastante gente dinero y tiempo, hizo que el interés por el cultivo de los Cymbidium aumentara exponencialmente. La búsqueda de nuevas especies y adaptación para el cultivo ha hecho que el género Cymbidium quede configurado tal y como hoy lo conocemos. Pero esto no es todo, amigos, ¡aún hay más! Hacia la mitad del siglo XIX, con el gran invento de la hibridación comenzó una nueva línea de cultivo basada en las especies del Himalaya que tienen unas floraciones espectaculares. Las especies han sido cruzadas para obtener plantas con flores muy duraderas, de agradable y resistente textura y vivos colores. Estas plantas han crecido enormemente por el interés que han despertado tanto como flor cortada como por la comercialización como planta de maceta. Por todo ello, los híbridos de Cymbidium se han convertido en la orquídea más comercializada, tanto como maceta como en flor cortada. GÉNERO CYMBIDIUM En 1799 el botánico sueco Olof Swartz le dio el nombre a partir del término griego “kumbidion”, diminutivo de “kumbe”, que significa barco, en referencia la forma de sus pequeños capullos. Después, este género ha sido objeto de numerosas revisiones. La de David du Puy y Phillip Cribb en 1988 dio pie a una división del género en tres subgéneros: Cymbidium, Cyperorchis y Jensoa, o sea, un total de 44. Subgenus Cymbidium Section Cymbidium aloifolium (ls) bicolor (ls) rectum (ls) finlaysonianum (ls) atropurpureum (ss) Section Borneense borneense (s) Section Himantophllum dayanum Section Austrocymbidium canaliculatum hartinahianum chloranthum madidum (s) suave (ss) elongatum (s) Section Floribundum floribundum suavissimum (s) Section Bigibbarium devonianum Subgenus Cyperorchis Section Iridorchis tracyanum (ss) iridioides (s) erythraeum (s) hookerianum (ss) wilsonii (s) lowianum schroederi insigne sanderae (s) Section Eburnea eburneum (s) parishii (s) roseum (ls) mastersii (s) Section Annamaea erythrostylum Section Cyperorchis elegans (ls) cochlear (ls) whiteae sigmoideum Section Parishiella tigrinum (s) Subgenus Jensoa Section Jensoa ensifolium (ss) munronianum (s) sinense (ss) kanran (ss) Section Maxillarianthe cyperfolium (s) faberi (ls) goeringii (s) Section Geocymbidium lancifolium Section Pachyrhizanthe macrorhizon 2 ANATOMÍA Entre las especies, podemos encontrar ejemplares de las más variadas dimensiones (desde las miniaturas hasta ejemplares cuyas hojas alcanzan más de 60 cm de longitud) y condiciones de cultivo, dado que la amplia zona de la que son originarias comprende climas muy diferentes. La mayoría de las especies tiene las raíces muy gruesas y están cubiertas por un velamen blanco y esponjoso con un delgado cilindro vascular central. Los tallos son erectos y generalmente engrosados formando pseudobulbos ligeramente aplanados. Cada año cada pseudobulbos produce una yema de la que sale un nuevo pseudobulbo con hojas o según la época de la yema puede emerger una inflorescencia. Una sección del género Cymbidium crece de una forma diferente. Cada pseudobulbo producido crece y florece por varios años antes de que otro pseudobulbo sea producido. Dentro de esta sección podemos encontrar el C.mastersii, el C.elongatum y el C.suave en los cuales puede presentar dos brotes que crecen y florecen al mismo tiempo durante varios años produciendo un largo tallo en lugar de los típicos pseudobulbos. Cada crecimiento tiene de tres a doce hojas articuladas desde la base desde una zona de abscisión. La zona de abscisión es la zona por donde la hoja se separa cuando la hoja cae. Las hojas son fundamentalmente de dos tipos: unas son gruesas, rígidas y con frecuencia bastante flexibles, como es el caso del C.aloifolium y aliados. Por otra parte, especies que gustan de ambientes más sombreados como el C.lancifolium y el C.devonianum tienen, en líneas generales, las hojas elipticolanceoladas, y muchas de las especies epifitas tienen las hojas largas, delgadas y estrechas. Las flores de las cymbidium suelen formar inflorescencias que pueden ser más o menos largas, arqueadas o péndulas, emergiendo de la base del pseudobulbo. Nunca están ramificadas y pueden estar formadas por más o menos flores que tienen una larga duración y buena consistencia y en muchas ocasiones están muy perfumadas. En los dos dibujos que aparecen en esta página se puede observar la forma de las flores, que se corresponde al tipo orquídea, y el mecanismo de polinización que presentan. 3 CULTIVO Las Cymbidium son apreciadas por la mayoría de los aficionados tanto por la belleza de sus flores como por la rusticidad del cultivo de la mayoría de especies y variedades híbridas. De todos modos, las condiciones de cultivo no son homogéneas, ya que las especies provienen de climas distintos. Conviene utilizar el tipo de lugar apropiado para cada especie, según el clima de origen y en base a las distinciones hechas por David du Puy y Phillip Cribb en su obra The Genus Cymbidium. TRES GRUPOS CLIMÁTICOS DE CULTIVO CYMBIDIUM DE INVERNADERO CALIENTE Son a menudo epifitas que provienen sobretodo de zonas de baja altitud, especialmente de la India, sur de China, península Indochina, Indonesia, Malasia y norte de Australia. En Malasia, algunas especies del grupo viven hasta los 2500 m de altitud, donde las temperaturas permanecen suaves a pesar de un clima netamente ecuatorial. Aunque todas esas regiones son cálidas, el régimen de lluvias es muy variable, yendo de una pluviosidad constante a lo largo del año (Malasia) a una alternancia de estación lluviosa y estación seca (India, península Indochina y noreste de Australia), o incluso una sequedad constante durante todo el año (Australia). Las especies de estas regiones viven en bosques tropicales, sobre árboles aislados o incluso en árboles de plantaciones. Algunas son litofitas, y viven a pleno sol. Las epifitas de los bosques reciben menos sol, aunque son tolerantes y aceptan también una luz intensa y baja humedad. El cultivo de estas especies se hace en invernadero caliente y húmedo. La temperatura debe ser inferior a 30ºC durante el día en verano, y no bajar de 18ºC en invierno. Necesitan para su desarrollo de una luz intensa (de 40 000 a 70 000 lux), pero sin sol directo en primavera y verano, para evitar quemaduras en las hojas. En verano, en zonas donde la temperatura nocturna no baje de 18 °C, se pueden sacar las Cymbidium al jardín, en un lugar que tenga una sombra media. Los riegos deben ser frecuentes para mantener para mantener el sustrato húmedo, sobre todo en período de crecimiento y floración. Entre los Cymbidium de este grupo hay que citar C. aloifolium, C. atropurpureum, C. bicolor, C. bornéense, C. dayanum, C. elongatum, C.finlaysonianum y C. madidum. Dos especies australianas, C. canaliculatum y C. suave, pertenecen también al grupo, pero como vienen de zonas secas, necesitan en invierno un rincón del invernadero con baja humedad y particularmente luminoso (cerca de una cristalera), así como un C.aloifolium período de reposo con pocos riegos. 4 LOS CYMBIDIUM DE INVERNADERO TEMPLADO La mayor parte de estas especies son originarias de Japón, sudeste de China, Nepal y norte de la India. Generalmente terrestres, viven en bosques densos o dispersos, a menudo bastante húmedos, cerca del mar en las regiones templadas de Japón, y hasta 2000 o 3000 m de altitud en el sur de China y norte de la India. En estas regiones, las estaciones lluviosas y secas están bastante bien diferenciadas. El cultivo de estas especies exige un invernadero templado, con clima cálido de día y fresco durante la noche, y temperaturas mínimas invernales de 10°C. De primavera a otoño, es deseable sacar estas orquídeas al jardín y colocarlas a sombra media. Se recomienda una luz intensa sin sol directo en primavera y verano, o una sombra ligera (de 30 000 a 60 000 lux). La higrometría del invernadero debe ser alta en primavera y verano (al menos 60 %), y puede bajar hasta 5O% en invierno. Entre las especies de este grupo figuran C.cyperifolium, C. devonianum, C.floribundum, C.faberi, C.macrorhizon y C.sinense. Algunas especies del grupo, como C. ensifolium y C.lancifolium, tienen una amplia distribución geográfica en la zona tropical, y presentan a menudo variación de formas. Necesitan más calor, con mínimos más altos. Por tanto, es útil conocer su proveniencia para determinar los límites de temperatura que más les convienen. 5 LAS CYMBIDIUM DE INVERNADERO FRÍO. Estas plantas viven en el Himalaya indio y nepalí, hasta las montañas del sudoeste de China y de la península Indochina, entre 1200 y 2800 m de altitud. A menudo son epífitas de los bosques de montaña, o litofitas. El clima es netamente estacional, cálido y húmedo en verano, frío y seco en invierno. Las plantas epífitas viven principalmente sobre las gruesas ramas de los árboles entre helechos y musgos, así como en las ramificaciones de los árboles, donde encuentran un humus grueso. Estos lugares las protegen de las heladas tardías que tienen lugar a veces en mayo, justo al final de la floración (que tiene lugar entre diciembre y abril, durante la estación seca y fría). Estas Cymbidium pueden cultivarse en el jardín durante todo el año, si la temperatura invernal no baja de los 5ºC (zonas costeras, por ejemplo). Tolera incluso caídas entre O y -3°C en terreno seco, si son de corta duración. Pueden cultivarse también en invernadero frío o en un local fresco y luminoso (apartamento, balcón, terraza abrigada) si los inviernos son demasiado fríos. En cualquier caso, estos Cymbidium pueden sacarse desde la primavera hasta octubre o incluso noviembre, mientras la temperatura sea superior a los O °C, a un jardín bien luminoso, aunque hay que evitar el sol directo del mediodía de verano. Para facilitar la floración, es importante tener cambios importantes de temperatura entre el día y la noche, y entre verano e invierno: en verano, de 19 a 27°C, incluso incidentalmente hasta 30 °C durante el día, y de 13ºC 15°C por la noche; en invierno, de 18 a 22°C durante el día, y de 6 a 12°C durante la noche. La floración viene inducida en verano, y tiene lugar en invierno o primavera. Como para la mayoría de Cymbidium, la luz debe ser intensa, sin sol directo desde principio de primavera hasta otoño (30 000 a 60 000 lux). En invernadero, la humedad ambiental debe ser elevada (al menos del 60 %) desde principios de primavera hasta el verano, y menor (del 40 al 5O %) en invierno. Entre las especies del grupo citaremos C. cochlearum, C. elegans, C. insigne, C. iridioides, C. lowianum, C. parishii, C. tracyanum y C. wilsonn. Como para el grupo precedente, algunas plantas como C. eburneum, C. erythrostylum, C.mastersii, C. roseum, C. sigmoideum y C. tigrinum, tienen una distribución amplia y requieren más calor, por lo que hay que evitar temperaturas inferiores a 8 o 10°C. Es de notar que la mayoría de las Cymbidium cultivadas se mantienen en invernadero frío, aunque hay algunas excepciones y es prudente preguntar al floricultor cuando se compre un híbrido artificial. Para comprender esto solo debemos pensar en que país se hicieron estos híbridos y comprenderemos el porqué de la cuestión. 6 LAS OTRAS CONDICIONES DE CULTIVO 7 SOPORTE Y COMPOST: las Cymbidium, ya sean terrestres o epífitas, crecen en un humus espeso y nutritivo que también protege las raíces en los períodos muy fríos. El cultivo en maceta es el más apropiado, especialmente teniendo en cuenta que el porte de la planta es casi siempre erguido. El compost debe estar bien drenado, con esta condición podemos elegir entre varios medios de cultivo que han dado buenos resultados. La mezcla clásica se compone de una mitad de corteza de pino, y la otra mitad, a partes iguales, de bolas de arcilla expandida y humus de hojas (o estiércol frío), y en el caso de emplear agua de osmosis debemos añadir un poco de dolomía (unos pocos gramos) para aportar el calcio necesario para su desarrollo y nivelar los niveles de pH que bajan con la descomposición de la corteza. Si regamos con agua de Valencia reposada nos evitamos el añadir el calcio pero sí deberemos bajar un poco el pH, a 6-6,5 para evitar basificar en exceso el sustrato. Otro sustrato con excelentes resultados es utilizar únicamente corteza de coco en forma de taquitos. Esta presenta una excelente aireación y drenaje a la vez que retiene agua lo que facilita en gran medida el desarrollo de las raíces. También se pueden utilizar otras fórmulas, pero asegurando siempre un drenaje eficaz. Las raíces de Cymbidium soportan mal el trasplante, por lo que hay que limitar esta operación para cuando el sustrato está demasiado degradado, o la masa de raíces puede reventar la maceta. El trasplante se hace entonces a una maceta mayor, dividiendo eventualmente la mata. En cualquier caso, hay que evitar regar la planta durante diez o quince días para permitir la cicatrización de las raíces. AGUA: las raíces de la mayoría de las Cymbidium, especialmente las de climas cálidos, y los híbridos artificiales, tienen necesidad de una humedad constante. Así pues, hay que regarlas frecuentemente, pero intentando dejar secar el sustrato entre riegos. En efecto, un exceso de agua podría pudrir las raíces. Con las Cymbidium de regiones frías o templadas, sometidas a alternancia de estaciones secas y lluviosas, es importante respetar un período de reposo sin riegos. En el caso de los híbridos, un riego abundante y semanal en verano para plantas en maceta es suficiente, mientras que en invierno deberemos regarlas cada 20 o 25 días evitando que quede agua entre las hojas. 8 Otro punto importante es la calidad del agua. Son plantas a las que les gusta el calcio, por lo que no tendremos problemas con el agua, pero sí debemos dejar reposar el agua para eliminar el cloro y añadir vinagre o fertilizante con ácido cítrico para bajar el pH y mantener el pH del sustrato. FERTILIZACIÓN Hay que dar a estas plantas un abono cada semana durante el período de crecimiento de la planta y en verano, ya que estas plantas son muy “comilonas” y crecerán mejor. Pero como precaución deberemos, antes de aplicar una nueva dosis de abono, lavar con abundante agua el sustrato para evitar que se acumule un exceso de sales que podría dañar las raíces. Se puede utilizar un abono específico para orquídeas, siguiendo las instrucciones de uso. Si no disponemos de uno específico también puede utilizarse un abono para jardín de fórmula NPK 15—15—15 ya que son más resistentes a los fertilizantes comunes debido a que el sustrato tiene parte de compost no existente en otros compuestos para orquídeas. Debemos recordar que si el sustrato es rico en corteza hay que añadir más nitrógeno. En este caso, al tener un crecimiento muy vigoroso y una falta puntual de nitrógeno, podría frenar el crecimiento de la planta. MULTIPLICACIÓN Y TRASPLANTE Las Cymbidium son plantas a las que no les gustan los trasplantes, así que sólo las transplantaremos cuando la planta rompa o se salga de la maceta o cuando el sustrato esté descompuesto. A la hora de trasplantar debemos utilizar un compuesto que dure dos o tres años y un recipiente que pueda contener la planta esos años. La época mejor para realizar el trasplante es justo después de la floración, en primavera. Al sacar la planta de la maceta debemos quitar todo el sustrato descompuesto que podamos para dejar el mayor sitio posible para el nuevo. En segundo lugar, eliminaremos las raíces viejas o dañadas y después colocaremos la planta en la nueva maceta con una capa de drenaje y compactando bien el sustrato alrededor de la planta. Ahora y, por último, NO regaremos para dejar que las heridas que hemos podido producir cicatricen. La multiplicación: Se realiza por división de la planta. La planta madre va generando continuamente plantas en la base de las hojas, cuando las plantas 9 hijas se han desarrollado lo suficiente podremos separarlas y plantarlas en una maceta aparte o podremos dividir directamente la planta madre en varias plantas hijas. En ambos casos solemos tener el problema de las raíces, que crecen y se enroscan unas con otras de manera que para separarlas en muchas ocasiones perdemos algunas de ellas. Por otra parte, cuando la planta ha envejecido se quedan muchos pseudobulbos traseros sin hojas. Si cogemos cada uno de estos y los pasamos a maceta con un sustrato que mantenga la humedad, al poco tiempo veremos cómo de estos pseudobulbos despiertan y salen nuevas yemas. Con este proceso limpiamos la planta madre quitando los pseudobulbos que ya no daban nuevas yemas y además conseguimos obtener nuevas plantas. PLAGAS Y ENFERMEDADES Bajo unas condiciones de cultivo adecuadas las Cymbidium no son propensas a enfermedades fúngicas, pero si lo intentamos con mucho ímpetu podemos lograr que nuestras plantas enfermen y mueran. En el caso, poco probable, de tener un problema fúngico, como una mancha marrón en la hoja, debemos aislar, eliminar la parte afectada y tratar con canela. Las plagas más peligrosas que presentan son la araña roja y las cochinillas. La araña roja aparece cuando el ambiente es seco y caluroso, manifestándose en forma de unos puntos amarillentos por toda la hoja o también, y con ayuda de una lupa, observando el envés de la hoja hasta ver las arañitas pegando picotazos en la hoja. Una forma de evitar su aparición es mantener el ambiente húmedo ya que no les gusta la humedad y, en el caso de querer eliminarlas, tratar con algún acaricida (diazanone) o pulverizar frecuentemente. Otra plaga peligrosa son las cochinillas. La táctica es controlar bien el frente, revisar las plantas por el envés de las hojas y la base de las mismas y actuar ante la más pequeña cochina cochinilla que encontremos. Remedios posibles son ir matando una a una si son pocas o pulverizar con algún producto específico contra las cochinillas (pinza en la nariz y malathion). En cuanto a caracoles y pulgones, no suelen atacar, únicamente las flores peligran con estas plagas con lo que deberemos tener cuidado en el momento en el que se esté formando. Cuencos con agua y cerveza para los caracoles 10 o, en el caso de que la plaga sea muy fuerte, podemos emplear methaldeido y acabamos con ellos. Para los pulgones, si la plaga no es peligrosa, un extracto de tabaco o de ajo nos bastara para ahuyentar estos pequeños demonios y todo solucionado. Si la plaga es peligrosa usaremos sumidin o malathion. 11