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ecológicos:
un mercado en
crecimiento
Consumidores ecológicos: un mercado en crecimiento
Resumen
El interés por la conservación del medio ambiente y una vida saludable para quienes habitamos el planeta
ha propiciado el desarrollo de un mercado que ofrece variedad de productos ecológicos, considerándose
dentro de este grupo a todos aquellos artículos que son elaborados con materia prima renovable o reciclable,
y/o aquellos cuyo proceso de fabricación reducen al máximo el daño ambiental.
Autores como Dueñas & Granja (2015) y Brugarolas & Rivera (2002) afirman que los consumidores están
cada vez más interesados en proteger el medio ambiente, lo que llevaría a suponer que al menos más de un
50% de los compradores estarían dispuestos a adquirir productos ecológicos, sin embargo, hay factores que
como el precio, la calidad, la marca, el origen del producto (nacional o internacional) e incluso la costumbre
de consumo, pueden ser muy influyentes al momento de decidir la compra, lo que deja en evidencia que
si bien la cultura de consumo ecológico es un mercado en crecimiento también es un mercado que aún
necesita consolidarse.
Palabras claves
Consumo ecológico – diseño sustentable – productos eco amigables – indicadores de calidad sostenible –
productos sostenibles.
Al hablar de diseño se lleva al lector a peregrinar
en un mundo de ideas infinitas, puesto que este
está presente en muchas disciplinas. Este artículo
relaciona el diseño con uno de los movimientos
culturales que se encuentra en crecimiento alrededor
del mundo: el cuidado del medio ambiente. Este tema
ha adquirido hoy tanta relevancia en la sociedad
que no es extraño asociar entre sí variables como
compromiso, cuidado del medio ambiente, diseño y
usabilidad.
En las décadas de los años 60 y 70 del siglo XX ya
se generaban debates acerca del cuidado del medio
ambiente, es así que se reclamaba al diseño industrial
la elaboración de “productos verdes” (Madge, 1997).
Esta demanda fue satisfecha y durante los años 80
se presentaron diferentes productos considerados
ecológicos, ya que reducían el daño ambiental en
al menos una de sus fases, desde su creación hasta
su uso. Sin embargo, años más tarde surgió la
duda de si la reducción del impacto ambiental en
solo una de las fases de producción era suficiente.
En respuesta a esta y otras inquietudes, en 1989,
en Inglaterra, se formó la “Ecological Design
Association” (Asociación Ecológica de Diseño)
que produjo una revista llamada “EcoDesign”
(EcoDiseño), en el mismo año “Design Council”
(Consejo de Diseño), organización dedicada a
mejorar la vida de las personas a través del uso del
diseño, realizó una exhibición llamada “More from
Less” (Más con menos) cuyo objetivo era “extender
la responsabilidad ambiental de los diseñadores más
allá de los límites convencionales.” (Chambouleyron
& Pattini, 2004).
Pero, ¿qué es realmente el diseño ecológico? El
diseño ecológico o eco diseño es también conocido
como diseño sostenible que consiste en la creación
de cualquier objeto o producto cuyo proceso de
elaboración se realiza con el uso de recursos que
generen el menor impacto ambiental, es decir,
que todos los elementos que se van a emplear se
deben utilizar de manera eficiente, incluyendo
el tipo de energía utilizada para la producción.
Es imprescindible usar los recursos al máximo y
ocasionar el mínimo desperdicio posible durante todo
el proceso, desde la creación hasta la venta. Dentro de
las estrategias de esta práctica, se encuentra mejorar
la función del producto, seleccionar materiales de
menor impacto, aplicar procesos alternativos y
mejorar el transporte. En otras palabras, para que
un producto sea ecológico debe cuidar todas las
etapas de su ciclo de vida realizando actividades que
produzcan el menor impacto para el medio en el que
vivimos.
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Consumidores ecológicos
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En Ecuador son pocas las personas que reciclan
(Villacís, 2010) pero, según el INEC (Instituto
Nacional de Estadísticas y Censos) el 85% de los
ecuatorianos estaría dispuesto a adquirir productos
eco-amigables y esto causa cierta presión en las
empresas para elegir aquello que ofertan en el
mercado (El Productor, 2013). Otros estudios como
el de Brugarolas & Rivera (2002) también afirman
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Consumidores ecológicos
que el consumidor está cada vez más preocupado
por el medio ambiente, pero, ¿está realmente el
consumidor dispuesto a adquirir productos ecoamigables? En el presente artículo se revisarán
estudios empíricos y conceptos que relacionados
con la ecología y el consumidor podrían determinar
qué factores influyen en este último a la hora de
adquirir productos verdes.
Consumidor e identidad cor- Consumidores, precio y
porativa ecológica
marketing ecológico
Desde hace algunos años la sociedad demanda
productos y servicios diferentes, ya que busca que
sean de alta calidad, seguridad y respeto al medio
ambiente, esto ha causado que los productos
ecológicos hayan tenido una gran acogida y a partir de
ello una gran demanda. Por esta razón, las empresas
relacionadas con el diseño y desarrollo de nuevos
productos integran el factor ambiental dentro de su
actividad (AIMME, 2007) logrando actualizarse
y llenar las expectativas del cliente, ganando con
esto ventaja competitiva; en consecuencia, nacen
empresas que ofrecen productos ecológicos. En
otros casos, las empresas existentes en el mercado
hace mucho tiempo, producen una línea ecológica
o modifican sus procesos de fabricación para de
esta manera abarcar la mayor cantidad de nichos
de mercado (consumidores con predisposición
por productos muy diferenciados y que están
dispuestos a pagar precios más altos por satisfacer
sus necesidades).
La identidad corporativa de una empresa está
constituida (entre otros) por elementos como el
logotipo, uniformes, colores, diseño del punto de
venta, la forma en que los colaboradores tratan
a los clientes, y todo esto envía un mensaje a los
consumidores diciendo cuál es la razón de ser/
estar de la empresa. Según Joan Costa (2011) lo
importante no es el producto en sí a la hora de que el
consumidor elija, sino más bien cómo se lo vende,
cómo la empresa se comunica y le anuncia el producto
al consumidor para que este último interactúe con el
primero. Una investigación realizada por Dueñas y
Granja (2015) corrobora lo dicho por Costa, ya que
hay quienes están dispuestos a adquirir productos
ecológicos pero únicamente si son distribuidos bajo
ciertas características, como por ejemplo, que la
empresa que ofrece dichos productos sea una marca
reconocida en el mercado.
Dentro del ámbito del diseño se puede observar cómo
la identidad corporativa de empresas como Etsy,
Raw Sunshine Coast, Cyclus, entre otras, se destaca
por sus diseños originales en materiales reciclados,
diseños simples, frescos y modernos. Cada empresa
transmite la importancia y respeto hacia el medio
ambiente de manera distinta, unas más innovadoras
que otras para atraer a los consumidores hacia su
marca y ganar más o nuevos clientes.
El marketing se lo puede definir de distintas
maneras ya que es un sistema de actividades que
involucra varios procesos, sin embargo, su objetivo
final siempre será generar un intercambio entre
mínimo dos partes y promover un beneficio mutuo.
La “American Marketing Association” (Asociación
Americana de Marketing) define el Marketing
ecológico como “el marketing de productos que
son seguros para el medio ambiente” (Beriguete de
Leon, 2012).
Al igual que el diseño ecológico, el marketing
ecológico toma en cuenta al medio ambiente dentro
de todos sus procesos para no perjudicarlo, en la
mayoría de los casos estas dos disciplinas trabajan
en conjunto para lograr ventas exitosas. Por este
motivo, el marketing ocupa un factor importante
para las empresas pro ambiente y/o de productos
eco-amigables; ya que en este caso se encargará
de enganchar al cliente por medio de estrategias y
promociones para generar la venta.
Según un estudio empírico realizado por Sánchez
y Rivera (2002), el 55% de los consumidores
norteamericanos habituales estarían dispuestos
a pagar un 20% más por “productos verdes”, no
ocurre lo mismo con los consumidores atraídos por
temas ecológicos de los cuales solo el 37% estaría
dispuesto a pagar sobreprecio y de los consumidores
no interesados solo el 21% pagaría un 20% más.
Lo interesante y significativo, según este mismo
estudio, es que en los segmentos de los consumidores
habituales y atraídos supera el 77% cuando se les
preguntó si consumirían más productos ecológicos
si estos tuvieran el mismo precio que los productos
convencionales, en el segmento de los no interesados
esta misma pregunta alcanzó un 55% de respuestas
positivas. Estas cifras revelan que el precio es un
factor decisivo al momento de la compra y sobre
todo que frente a otros factores el respeto por el
medio ambiente pierde un poco de valor.
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Consumidor, diseño arquitectónico y mobiliario ecológico
La arquitectura sustentable abarca una serie de
principios básicos que se deben tomar en cuenta al
momento de planear una construcción de este tipo.
Toda construcción genera un impacto ambiental,
por ende al planificar una edificación verde se debe
analizar el espacio y superficie donde se realizará la
obra, para de esta forma valorar las necesidades y
priorizar lo indispensable (ventilación, comodidad
higrotérmica y espacial, acústica, etc.) de lo optativo
obteniendo así un producto arquitectónico con
excelentes niveles de diseño y de habitabilidad en
el cual predomina la funcionalidad y sustentabilidad
sobre aquello que es estético pero no realmente
necesario.
Se debe aprovechar la energía solar, proyectar la
obra de modo que se optimice la iluminación y la
ventilación natural para ahorrar energía; hacer uso
de energías renovables, ya sea mediante placas de
energía solar, biogás, leña, paneles fotovoltaicos,
generadores eólicos, entre otros. Ahorrar agua por
medio de dispositivos que reducen su consumo o
aprovechar el agua de lluvia para el servicio higiénico, ducha, lavado de ropa, riego de plantas, etc.
La construcción de las edificaciones sostenibles
no es económica, sin embargo, estos inmuebles se
vuelven una inversión porque son de mayor calidad,
tienen mayor longevidad y los gastos se compensan
debido al ahorro de energía, son fáciles de mantener,
adaptables a cambios, exigen menos reparaciones,
son desmontables y reutilizables; esto permite darles
una nueva función.
Al utilizar productos básicos locales como madera o
troncos y evitar el gasto de combustible del transporte
se reduce la contaminación y el impacto ambiental.
Asimismo, si se emplean elementos reciclables
se aminora el consumo de materias primas y la
cantidad de desechos, y usando componentes que
no son tóxicos ni nocivos se evitan riesgos para la
salud de los trabajadores y de quienes habitarán en
el lugar.
Estos últimos materiales son un buen ejemplo para
hablar sobre el mobiliario ecológico, que consiste
en la creación de muebles elaborados con elementos
que generen menor impacto ambiental, pueden ser
reciclados o reutilizados. Esta práctica se la conoce
como eco muebles o muebles reciclados y los
diseños pueden variar de acuerdo a las características
propias de los productos con que se escoja trabajar.
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Consumidores ecológicos
Hay tantos materiales aptos para ser reutilizados que
la lista es extensa, pero entre estos es común utilizar
pallets, llantas, vidrio y plástico. Sin embargo, todo
material que pueda ser vuelto a usar puede formar
parte de un mueble o un artículo de decoración para
el hogar, como juguetes, cartón, joyas, tela, piezas
de otros artículos, entre otros.
Ofrecer productos reciclados algunas veces es
un factor diferenciador de las empresas, ya que
dependiendo del grupo objetivo al que se dirija, este
tema llama la atención del consumidor. Según una
investigación realizada en Guayaquil, por parte de
los consumidores hay amplia aceptación para esta
nueva alternativa de muebles para el hogar y además
les gusta mucho la idea de que exista una empresa
de venta de muebles elaborados con materiales
reciclados, por el hecho de que al comprar uno de
estos muebles pueden contribuir al cuidado del
medio ambiente. También se evidenció que la mayor
parte del grupo objetivo navega en internet y utiliza
redes sociales como Facebook, Instagram, Twitter y
Pinterest, aunque esta última con menos frecuencia,
esto es significativo porque las personas de 28 a 44
años de edad están dispuestas a comprar muebles
y artículos de decoración a través de una página
web con catálogo virtual con la condición de que
la empresa sea una marca reconocida, se conozca la
calidad de sus productos, que el servicio que brinde
sea bueno y que en especial tenga un punto de venta
físico (local) (Dueñas & Granja, 2015).
Conclusión
Al analizar todo lo expuesto y respondiendo la pregunta inicial de si el consumidor está realmente dispuesto
a adquirir productos eco-amigables se puede concluir que sí hay un consumidor interesado en comprar
productos ecológicos, ya sea por respeto al medio ambiente o por tener una vida personal más saludable
y con menos riesgos de contraer enfermedades; sin embargo, queda claro también que a pesar de ser una
cultura creciente, esta de la ecología aplicada a diversos ámbitos de la vida, aún no está lo suficientemente
afianzada en los esquemas sociales y esto ocasiona que componentes como el precio, calidad, marca o
costumbre primen y hagan que el factor ecología pierda peso y valor a la hora de la elección de compra.
En la oferta ecológica finalmente el consumidor busca lo mismo que en los productos convencionales:
toma en cuenta que sea de buena calidad, duradero y de precio asequible; incluso en algunos casos no
importa si es un producto extranjero o local con tal de que el producto cumpla con las características antes
mencionadas (Dueñas & Granja, 2015). Es interesante, y a la vez no es sorpresa, constatar que a pesar
del boom y gran aceptación del que gozan las redes sociales digitales y el internet en general, aún hay un
segmento de mercado que necesita realizar la compra en un punto de venta físico y tener interacción con
el producto antes de adquirirlo.
Pero, ya sea una compra en internet o en un local es importante que las empresas tengan claro que deben
vincular el eco diseño y el marketing ecológico a sus propuestas al mercado, ya que hay un público
interesado en tener acciones ecológicas y al parecer cada vez son más aquellas personas las que se suman
a esta cultura.
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content&view=article&id=4:mas-de-8
Autoras
Karen Y. Banchón Avila
Lic. En Gestión de Diseño y Comunicación
Visual con mención en Identidad Corporativa.
Magister en Comunicación y Educación con
mención en Comunicación y Educación de
la Pontificia Universidad Católica de Chile,
se desempeña actualmente como catedrática
en la Universidad Técnica Federico Santa
María, Campus Guayaquil en la carrera de
Gestión de Diseño Gráfico y Comunicación
Visual.
Tiene experiencia profesional en locución
y producción en radio; webmaster y
community manager; asesoría en el área de
la comunicación y el diseño.
Michelle Dueñas Riccardi
Licenciada en Gestión de Diseño y
Comunicación Visual con mención en
Multimedia. Actualmente se encuentra
realizando una maestría en Diseño de
Mobiliario para el Hábitat y Diseño de
Mobiliario para Colectividades, Contract y
Urbano en la Escuela Superior de Diseño e
Ingeniería de Barcelona, ELISAVA. Tiene
experiencia profesional en diseño web y
construcción de marcas.
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