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TÍTULO: ¿FILOSOFÍA DE LA EDUCACIÓN HOY? ACERCA DEL OBJETO,
PRINCIPIOS Y DESAFÍOS. UNA MIRADA DESDE CUBA.
AUTORA: Dra. LISSETTE MENDOZA PORTALES
SOCIEDAD CUBANA DE INVESTIGACIONES FILOSÓFICAS
I. ¿INTRODUCCIÓN NECESARIA?
Pensar hoy la educación supone considerar el lugar y papel que esta desempeña
atendiendo a las condicionantes epocales, a las tendencias y contradicciones que
caracterizan la sociedad contemporánea a escala universal. Ello subraya el
desafío que para la gran parte de la humanidad constituye no sólo el acceso a la
extraordinaria e inmensa obra de la cultura, a partir de transformaciones sociales
decisivas, sino el propio cultivo de su sensibilidad y responsabilidad para ser
acreedora de semejante herencia.
En una de sus bellísimos aforismos, conocidos como “Pájaros perdidos”, el
extraordinario poeta indio Rabrindanat Tagore, Premio Nobel de Literatura
expresó: “Leemos mal el mundo y decimos luego que nos engaña”1Desde la
perspectiva de la Filosofía de la Educación, ello sugiere varias interrogantes: ¿Qué
significa hoy “leer bien el mundo”? ¿Qué hacer para lograrlo? ¿Podemos enseñar
a leer bien el mundo y cómo hacerlo?
Por ello la educación, en diálogo permanente con la cultura, la ciencia y la vida,
enfrenta el desafío de propiciar una lectura de la realidad que contribuya a
potenciar lo humano y humanizar el mundo en que vivimos, desde el respeto a la
diversidad y la creación de una conciencia planetaria, desde la determinación de
su función social, el sentido de la educación para la vida humana, el significado
de los procesos formativos….Ello implica por un lado la transmisión de la herencia
cultural acumulada en términos de saberes, aprendizajes, experiencias, creación,
comunicación, transmisión, pero por otro lado conlleva la preparación de las
diversas generaciones para las tareas históricas que les corresponden…
Si la cultura deviene territorialidad 2si se conciben otras formas de conocimiento, si
los niños y adolescentes son sujetos de derecho, si el sujeto joven se comprende
en sus potencialidades y no en sus carencias: activo, diverso, plural, múltiple,
productor, no solo consumidor, con capacidades, facultades, potencias como
demuestran investigaciones recientes3, se impone la reflexión sobre cómo pensar
la educación hoy, desde el diálogo de saberes sin fronteras entre las ciencias
exactas, naturales, sociales, técnicas, entre la cultura científica y humanística. Se
requiere plantearse un conjunto de problemas que van desde el problema de qué
se asume como educación, sus fines y elementos constituyentes, el problema de
las vinculaciones de la acción educativa con la realidad social, la concepción del
hombre en tanto ser educable, el problema de los valores y de los fines de la
educación , el problema del proceso de enseñanza-aprendizaje como parte de la
1
actividad educacional para su desarrollo de un modo más consciente, óptimo,
eficiente, eficaz y pertinente, el problema de la incidencia en la acción, en la
praxis, entre otras muchas cuestiones a abordar.
La educación debe brindar imprescindibles espacios comunicativos para construir
conocimientos y revelar valores, debe potenciar una cultura de vida, planetaria,
debe profundizar y defender desde la relación hombre- naturaleza los
permanentes procesos de humanización-naturalización, en una perspectiva de
sostenibilidad. En consecuencia, la elaboración de una filosofía de la educación
con un enfoque cultural e identitario también es resultado de los tiempos que
corren y en consecuencia, asume a su vez tales retos, como parte de las Ciencias
Sociales. Y requiere pensar el sur desde el sur, pensar América Latina desde
América Latina, pensar la educación desde el sur latinoamericano, sin olvidar que
más que coordenadas geográficas de lo que se trata es del sur político que nos
guía.
En términos culturales y literarios ello se expresa en clave de los otros, los nadies,
los no reconocidos, los diferentes a la dominación. Como se ha dicho: Los nadies:
los hijos de nadie, los dueños de nada. Los nadies: los ningunos, los ninguneados,
corriendo la liebre, muriendo la vida, jodidos, rejodidos. Que no son, aunque sean.
Que no hablan idiomas, sino dialectos. Que no profesan religiones, sino
supersticiones. Que no hacen arte, sino artesanía. Que no practican cultura, sino
folklore. Que no son seres humanos, sino recursos humanos. Que no tienen cara,
sino brazos. Que no tienen nombre, sino número. Que no figuran en la historia
universal, sino en la crónica roja de la prensa local. Los nadies, que cuestan
menos que la bala que los mata.4
De manera particular, el desarrollo actual de la sociedad cubana plantea
importantes retos en este ámbito, en correspondencia con las transformaciones
económico-sociales en curso, lo cual exige una valoración crítica de lo realizado
hasta el momento; especialmente, de las últimas experiencias puestas en práctica
y la elaboración de políticas consecuentes con los desafíos sociales. Ello, sin
dudas, deviene un tema controvertido pero urgente.
Estos apuntes solo pretenden valorar la importancia de la elaboración de una
filosofía de la educación con un enfoque cultural e identitario, como parte de los
retos actuales de las Ciencias Sociales, que sirva de sustento a la concepción,
proyección y realización de una educación para la emancipación y el trabajo
creador, en defensa de la vida y de la condición humana y de los valores éticos
superiores que le son consustanciales al proyecto social cubano. Se trata de otra
mirada al problema.
2
II.LA EDUCACIÓN COMO OBJETO DE LAS CIENCIAS SOCIALES EN EL
CONTEXTO DE LA SOCIEDAD CONTEMPORÁNEA.
Las demandas que los tiempos actuales colocan ante las Ciencias Sociales,
especialmente para nuestros pueblos latinoamericanos, plantean la necesidad de
atender , en el proceso de producción del conocimiento social, a la superación de
problemas como la desarticulación y fragmentación de saberes, el sectorialismo, el
regionalismo, el predominio del diagnóstico sobre la transformación, el poco
énfasis en la ética del conocimiento…Lo anterior pasa por la comprensión de la
necesidad de eliminar la separación entre la teoría y la práctica.
En consecuencia, ello exige comprensión y aprendizaje de relaciones esenciales
como economía-historia-cultura-ideología-política-ciencia-identidad-ética-valores;la
visualización y legitimación de los aportes y contribuciones de diversas
generaciones a lo largo de la historia de los pueblos; la determinación y asunción
de perspectivas investigativas plurales; ello exige, asimismo, de la reflexividad
crítica, de una visión alternativa desalienadora, del diálogo de saberes, de la
construcción intersubjetiva en tiempos y espacios sociales, de la intencionalidad
del conocimiento entendida como compromiso con la transformación, de la
incorporación de la perspectiva de la cotidianidad, de la necesidad de lograr la
visibilidad de los resultados alcanzados, especialmente, en el sentido práctico….
Si el objeto de estudio lo constituye la educación se requiere en consecuencia
atender a la necesidad de solucionar las graves carencias educativas y trabajar
por una educación de calidad como sustento esencial para el desarrollo humano,
la apropiación de los saberes contemporáneos y la inserción en los complejos
escenarios actuales.
La reflexión filosófica en la contemporaneidad5 no puede eludir el reto que significa
pensar la educación en las condiciones del desarrollo social actual… De ahí la
importancia del examen de los diversos escenarios, en los que esta se desarrolla.
Es por ello que se requiere situar la mirada en el desarrollo histórico-social desde
la 2da. mitad del Siglo XX a principios del XXI- décadas del 60-90/ 2000…-en el
que se destacan un conjunto de acontecimientos que matizan el panorama social
contemporáneo, entre ellos la Guerra de Vietnam, el movimiento de los hippies; el
68 francés; las luchas antirraciales- Panteras Negras; el triunfo e impacto de la
Revolución Cubana; los movimientos de liberación nacional; la crisis de recursos
naturales; el Derrumbe; el auge del sistema de dominación imperialista; los
movimientos emergentes en América Latina y los consiguientes procesos de
integración; la crisis sistémica del capitalismo actual; el cambio climático…
Desde el sistema de dominación imperialista cuyo rostro visible, exportable sigue
siendo el fabuloso desarrollo científico y tecnológico en el contexto de la
polarización riqueza –pobreza, con los excluyentes beneficios que del mismo se
derivan, las precarias relaciones hombre-naturaleza-sociedad y la ausencia de una
conciencia y voluntad planetaria para el enfrentamiento a la mayor crisis ecológica
3
que ha padecido el Planeta Tierra como claustro natural de la Humanidad, la crisis
de gobernabilidad en múltiples países asociadas a la crisis estructural del sistema
capitalista, las complejas relaciones internacionales y consiguiente manipulación
de los organismos que las representan y la fragilidad de la Paz como entidad a
escala internacional y su permanente vulnerabilidad, constituyen entre otras las
características esenciales del universo que compartimos.
Ello a su vez va acompañado de la prevalencia de lo objetual sobre lo esencial a
partir del culto al mercado, de la dominación como rasgo esencial de la cultura, es
decir, la imposición de modelos culturales junto a la agresión a las identidades en
paralelo con procesos homogeneizadores bajo el velo del todo vale así como la
manipulación y monitoreo de las subjetividades sobre la base de la
monopolización de los medios de difusión y comunicación lo que constituye una
verdadera agresión mediática. Así lo refiere E. Galeano el capitalismo luce el
nombre artístico de economía de mercado el imperialismo se llama globalización;
las víctimas del imperialismo se llaman países en vía de desarrollo, que es como
llamar niños a los enanos; el oportunismo se llama pragmatismo; la traición se
llama realismo; los pobres se llaman carentes…o personas de escasos
recursos…6
Sociedad contemporánea que transita por los inicios del Siglo XXI marcada por la
imagen, los signos, los símbolos, el espectáculo…como consecuencia del dominio
de los medios de comunicación audiovisual en el contexto de la llamada industria
de la propaganda cuyo soporte esencial pasa por el fabuloso desarrollo científicotecnológico- en el ámbito filosófico y artístico se pueden identificar problemas,
corrientes, movimientos asociados al decurso económico, político- social ,
científico e ideo-cultural.. En el orden filosófico ello pasa por diversos temas y
problemáticas como el conocimiento, el lenguaje, la ciencia, la tecnología, la
sociedad, la política, la educación…. y su desarrollo transcurre mediante el diálogo
e integración de saberes, por el carácter transdisciplinar de la investigación, así
como por diversidad de corrientes; entre las que se destacan el Estructuralismo, el
Posestructuralismo, el Constructivismo, la Hermenéutica, el Postmodernismo…y
los llamados saberes emergentes que representan una verdadera revolución
epistemológica.
Igualmente, el denominado arte de la postmodernidad se encauza en diversas
expresiones como minimalismo; assemblages; enviroments; politik kunst;
happening; performance; body art; land art; eco-art; arte cinético, sonoro;
digital…que devienen expresiones de los caminos seguidos por la sociedad actual,
y particularmente por la ciencia y la tecnología, lo cual confirma la comprensión
dialéctico-materialista de la existencia de profundos nexos e interrelaciones entre
las diversas esferas de la sociedad, dado su carácter sistémico.
Tal cuadro del mundo, en síntesis, explica por qué se requiere hoy pensar la
educación en su condición de proceso social complejo, dada su naturaleza social y
su esencia histórico-cultural. Y es que las tres cuartas partes del mundo, el menos
favorecido, en el que se insertan las sociedades latinoamericanas demandan una
4
educación directa, crítica, dialogadora, reflexiva, creadora, desarrolladora,
original…en consecuencia, liberadora, fundante, emancipadora, por cuanto, una
de las cuestiones más importantes de la reflexión filosófica de la educación la
constituye el problema actual del sujeto de la educación: alienación, exclusión,
marginación, dependencia y dominación.7 Ello solo puede realizarse desde una
cultura de la liberación.
Una mirada a dicho problema, en el complejo mundo en que vivimos, marcado por
profundas contradicciones y el fabuloso desarrollo científico y tecnológico exige
considerar su inserción en una realidad social caracterizada por el sistema de
dominación imperialista que determina desde el diseño de las relaciones
internacionales hasta los modelos culturales que se difunden desde la industria de
la propaganda- y regidos por el poder mediático- y que, sin dudas, influyen en las
aspiraciones humanas, moldeando y modelando las subjetividades. Ello incide
notablemente en el ámbito educativo y subyace en la elaboración de las políticas
educativas así como en la selección de los contenidos y medios educativos, si de
lo que se trata es de preparar al hombre para un mercado del trabajo o para el
trabajo creador.
Así, un mundo marcado por múltiples procesos de mundialización y sus
consiguientes crisis, también múltiples, por profundas e irreconciliables
contradicciones, deviene expresión de extraordinarios desafíos. En resumen, junto
a las grandes conquistas del pensamiento y el sentimiento humanos, se visibiliza
el gran desafío de su defensa que pasa por la propia existencia de la Humanidad,
notable paradoja de los tiempos actuales porque se ha expresado ¿ Cómo es
posible que el adelanto humano, basado en el conocimiento, la ciencia y la
tecnología, devengan simultáneamente amenaza a la vida en todo el planeta,
conduzca a la fragilidad de las sociedades y al empobrecimiento valorativo,
material y espiritual del hombre? ¿Cómo es posible que el conocimiento científico
humano erigido sobre pilares sólidos de objetividad y veracidad haya conducido a
procesos destructivos y depredadores del presente?... 8
De ahí, la importancia de plantearse la interrogante de ¿cómo pensar la
educación? Ello deviene un gran desafío para las Ciencias Sociales,
especialmente para la filosofía de la educación, que por supuesto no es la única
perspectiva, dada la existencia de diversos saberes, ciencias y disciplinas
específicas que toman a la educación como objeto. Ello implica la comprensión de
la educación en un sentido amplio e integral, en su condición de proceso social
complejo, dada su naturaleza social y su esencia histórico-cultural porque ella no
solo cumple la función de reproducción de referentes valorativos sino de agente
del cambio social y transformación humana, en tanto constituye un proyecto
cultural para la formación humana, lo cual pasa por la identificación, interpretación,
defensa y preservación de la vida, del planeta y de todo lo valioso creado por la
Humanidad.
Es por eso que la educación de la personalidad sigue siendo un inmenso reto para
el ser humano en el siglo XXI, por lo que se coloca en un primer plano desde el
5
punto de vista educacional y científico, respecto a las presentes y futuras
generaciones, encargadas de preservar lo logrado y alcanzar nuevas metas. Sin
embargo ello exige volver los ojos al pasado, para hallar en su historia claves
necesarias en la interpretación de su naturaleza, objeto, dimensiones, principios,
problemas e interconexiones…
III.UNA MIRADA A SU HISTORIA…
Anclados en el presente y mirando hacia delante, no puede desconocerse que la
educación, inserta en condiciones histórico-sociales determinadas y en tanto
expresión de intereses y finalidades socio-clasistas, como problemática y
dimensión de la filosofía ha acompañado su desarrollo a lo largo del tiempo, desde
las Antiguas Culturas Orientales hasta la actualidad, en los que se aprecian hitos
esenciales en dicha evolución. Y aún cuando la reflexión filosófica no haya
colocado a la educación como centro de análisis particular en un contexto
determinado, el propio proceso de elaboración filosófica, en la dialéctica de lo
individual y colectivo, ha conllevado la creación y aceptación de escuelas
filosóficas, la relación entre el Maestro y sus discípulos- sea Pitágoras o Hegel- lo
cual siempre ha referido la cuestión de la transmisión del legado filosófico como
parte del legado cultural de unas generaciones a otras y su papel en la formación
humana para dar respuesta a las tareas históricas que la época le impone.
En la India, desde los Vedas hasta las Leyes de Manú o en China, en el
pensamiento de Confucio se van delineando problemas relativos a la transmisión
de la sabiduría, a los sentimientos y a la formación de una conciencia, a la
existencia de reglas y el descubrimiento del orden, a los aprendizajes necesarios
para la vida en armonía con la naturaleza…
Ya en el siglo V. griego en la polémica entre Sócrates y la Sofística en torno al
problema de si la virtud se aprende o no se aprende, se expresa uno de los
aspectos esenciales asociados a la educación, la problemática axiológica. Ello
conllevaba el enfrentamiento entre dos paradigmas culturales. La propia existencia
de la Academia o del Liceo, contenía en sí misma, el problema de la escuela
filosófica y de la manera en que se adquirían y transmitían los conocimientos. Para
Platón solo el que supiera Geometría podía penetrar en el recinto y el propio
Aristóteles distinguía entre la enseñanza esotérica y exotérica. Séneca, a su vez,
refirió cuán largo se hacía el camino de la educación a través de teorías y lo corto
y eficaz, mediante el ejemplo.
De igual forma estuvo presente en el Medioevo en tanto la propia Escolástica,
como su nombre lo revela, refiere la transmisión de la doctrina elaborada
anteriormente por los Padres de la Iglesia.
Y la propia historia del desarrollo de las Humanidades refiere el sendero recorrido
en clave de formación humana, desde la PAIDEIA, el ARETË, la HUMANITAS, el
6
TRIVIUM o el QUATRIVIUM, la BONAE LITTERAE9, entre otros paradigmas
culturales y educativos en diferentes épocas.
La Modernidad irrumpió con la necesidad de determinar el método universal del
conocimiento. Para ello Bacon asumió el reto de eliminar los ídolos de la mente
que impedían la asunción de aquel mientras que Descartes fijaba con la duda el
camino de la adquisición de la verdad…Ambos construyeron, desde sus
fundamentos científicos y filosóficos las dos caras de una moneda, en tanto
procesos mentales y métodos de investigación, presentes hoy en los estudios en
torno a la educación.
Pero, lo que distingue verdaderamente a los Tiempos Modernos fue el empeño de
los hombres que fundamentaron ideológicamente el camino de la revolución en la
Francia del siglo XVIII, como Juan Jacobo Rosseau, de ilustrar las mentes, a tal
punto que el propio Marx refería la paradoja de la educación del educador. Y que
el siglo XIX alemán no pudo resolver desde los aportes del Idealismo Clásico. Solo
prefigurando el papel de la práctica podía hallarse la solución, tarea históricofilosófica llevada a cabo con el surgimiento del Marxismo, en tanto, verdadera
revolución en la filosofía.
Desde la herencia de la Modernidad, el siglo XX fijó con fuerza el papel del
paradigma empírico-analítico o racional- positivista a tal punto que hoy deviene
una cuestión esencial conceptual e instrumental en la metodología de la
investigación educativa, que se debate en la relación de lo cuantitativo y
cualitativo, o en la separación de las finalidades en el orden de lo educativo e
instructivo, entre otras cuestiones que no es más que la expresión en el ámbito
educativo o pedagógico de la distancia establecida entre la ciencia y el valor, sin
encontrar el verdadero camino, que solo puede hallarse desde la dialéctica de lo
cuanti-cualitativo y viceversa, del conocimiento y el sentimiento, del ser y el deber
ser, de la ciencia y la ética…
En América Latina, el problema de la educación en uno de los grandes temas del
pensamiento filosófico y pasa por la comprensión del ser del latinoamericano…. Si
en el pensamiento de las altas culturas americanas y en los pueblos originarios va
a estar presente en el orden de la herencia transmitida y en los siglos sucesivos
va a hallar su espacio también en la llamada escolástica reformada, el siglo XIX se
convertiría en el escenario histórico-cultural por excelencia para que en el proceso
de gestación de las concepciones emancipadoras y su concreción en las luchas
independentistas, la educación adquiriera extraordinaria significación en el
quehacer teórico-práctico de figuras emblemáticas de la filosofía, la pedagogía, la
política, la literatura y el arte…10 De igual forma, la educación ha estado presente
en el siglo XX como uno de los grandes temas de reflexión del pensamiento
latinoamericano junto a la política y la estética.
IV.NATURALEZA, OBJETO, DIMENSIONES, PRINCIPIOS, PROBLEMAS
INTERCONEXIONES: ALGUNAS APROXIMACIONES
E
7
Una mirada actual a la Filosofía de la Educación, en el contexto de las Ciencias
Sociales y Humanas y de las Ciencias de la Educación11 conlleva la comprensión
de la necesaria penetración en su historia, naturaleza, objeto, dimensiones,
principios así como los problemas que se plantea y las interconexiones que
conlleva. Todo ello permite comprender, a su vez, su alcance y significación, lo
que pasa incluso por el ejercicio de repensarla desde la cultura de la liberación,
frente a la dominación.
En el orden teórico-conceptual, deviene una problemática muy compleja que pasa
por el abordaje transdiciplinario, multidisciplinar e interdisciplinar – desde
diferentes ciencias y disciplinas- de los conceptos educación, conocimiento ,
formación humana, valores, educación en valores, entre otros, que refieren
procesos complejos de naturaleza filosófica- socio-psico-pedagógica…como
expresión de la dialéctica de lo social y lo individual, lo ideal y lo real, lo nuevo y lo
viejo, lo universal y lo particular, lo diverso y lo idéntico…lo que conlleva lecturas
diferentes desde los diversos objetos de dichas ciencias. De ahí, los enfoques
provenientes desde la Filosofía, la Ética, la Estética, la Filosofía de la Educación,
la Sociología, la Sociología de la Educación, la Psicología, la Pedagogía…entre
otros. Por ello constituye una exigencia atender a los aportes que las diversas
ciencias sociales proporcionan para el examen científico de los procesos de
socialización y educativos, aún cuando se asuma una perspectiva determinada.
Mucho se ha polemizado en torno a la ubicación y naturaleza de la filosofía de la
educación pero desde fines del siglo XIX y principios del XX se admite como una
ciencia esencial en el análisis y proyección social, cultural y educacional.12 Se
sitúa como una de las Ciencias de la Educación en tanto aporta los fundamentos
cosmovisivos esenciales para el examen de la educación como un proceso social
complejo. Y es que esta-la educación- se ha convertido en un tema de
extraordinaria significación en el mundo actual. Baste señalar la proyección de la
UNESCO a fines del siglo XX al plantarse los cuatro pilares esenciales que
conlleva la educación: aprender a conocer, a hacer, a convivir, a ser 13 o la
interpretación del problema- de gran impacto- que ofreciera un teórico de la
complejidad como Edgar Morin al plantear Los siete saberes necesarios para la
educación del futuro, justamente en el año 2000: Las cegueras del conocimiento:
el error y la ilusión; los principios de un conocimiento pertinente; enseñar la
condición humana; enseñar la identidad terrenal; enfrentar las incertidumbres;
enseñar la comprensión; la ética del género…14 Y a los cuales posteriormente el
propio autor le adicionó la existencia de ¿un octavo saber?que tiene que ver con
el tiempo, con la historia.15
De ahí la importancia del debate en torno a - qué es y qué no es - la filosofía de la
educación. Así se comprende por Gastón Mialaret (1981) que : no se limita
únicamente al análisis de las finalidades de la educación; también tiene como
función “elucidar los problemas, aclarar las antinomias que residen en el corazón
del acto de educar (cultura y naturaleza; libertad y condicionamiento, etcétera),
8
pero también investigar las condiciones de la posibilidad de educación y, por lo
tanto, afirmar cierto número de principios más allá de los cuales ya no puede
remontarse el análisis y sin los cuales la educación no puede existir”. El análisis
filosófico nos conduce, pues, a otra forma de análisis y de comprensión de las
situaciones educativas, dando de este modo a la acción educativa una dimensión
que no pueden aportar las otras ciencias de la educación. 16
De igual forma se ha señalado por Viviana Sargiotto (2004) que: La Filosofía de la
Educación no es una galería de opiniones y de ideas que algunos filósofos
tuvieron sobre la educación…tampoco es la mera aplicación de algunas
categorías acuñadas por los filósofos a lo que se supone subyace en los
problemas educativos: una concepción del hombre, una concepción de la
verdad , del bien, de la historia…La Filosofía de la Educación se mueve desde
dentro del movimiento mismo de la práctica educativa y de las Ciencias de
la Educación, cuestionando fundamentos y legitimaciones del mismo. 17
Por ello, al sistematizar las maneras de su interpretación, Gerardo Ramos ( 2004)
señala que : muy variadas, y no siempre adecuadas, son las formas de concebir
en interpretar a la filosofía de la educación en el transcurso de su larga historia.
Entre ellas podemos encontrar su comprensión como la enseñanza del
pensamiento filosófico en el contexto de la educación en general o en los cursos
que preparan a profesores, como sistema teórico o escuela de pensamiento que
reflexiona acerca de las bases o significados formativos y/o existenciales de la
educación, como modo de vida o comportamiento al interior de la escuela o del
proceso docente, como disciplina sobre la apreciación de valores en la educación,
como las asunciones o creencias que conscientemente o no se encuentran
presentes en el proceso educacional, como análisis lingüístico o conceptual de la
educación, como estudio de carácter ya sea empírico y/o lógico del fenómeno
educativo, como filosofía moral en el contexto educativo, como teoría de la
educación, como disciplina acerca de los fines y funciones de la educación, como
forma de reflexión crítica y justificación de los propósitos de la educación, como
base o instrumento del establecimiento de políticas educacionales a diferentes
niveles, como disciplina que vincula la educación con el sistema social en que se
desenvuelve, como metadiscurso de análisis de la actividad educacional, como
instrumento para perfeccionar la formación del individuo, entre otras muchas.18
Así, son múltiples las miradas a su naturaleza y objeto. Conocidos teóricos en
este campo debaten y se pronuncian en torno a múltiples aspectos. Así, Vázquez
Piñón (1989, 2006) la considera como … el esfuerzo teórico para configurar
reflexiones respecto a la educación para determinar los fundamentos que explican
las vinculaciones de la acción educativa con la realidad social…examina la acción
educativa como relación social determinada por la política, valores y fines
históricos de la sociedad…”19 ; Octavi Fullat (1992) la valora como un saber
globalizador, comprensivo y crítico, de los procesos educacionales que facilita
presupuestos antropológicos, epistemológicos y axiológicos, amén de producir
análisis críticos…20 ; Marta Martínez Llantada(2003) la define … como un saber
general acerca de los procesos y acciones educativas a partir de presupuestos
9
antropológicos, epistemológicos y
axiológicos, con un enfoque crítico
metodológico general…21 Para Justo Chávez (2003) tiene como objeto de estudio
el determinar qué es la educación, para qué se educa al hombre, y a su vez, servir
como guía orientadora para la definición de todos los demás fundamentos teóricos
de la pedagogía, así como de sus categorías esenciales22
Entonces, la filosofía de la educación, al decir de Rigoberto Pupo (2008), tiene
por objeto la formación humana en su máxima expresión, es decir, preparar al
ser humano para el trabajo creador y la vida con sentido. En sí misma es una
cosmovisión en torno al hombre en relación con el mundo, concretado en un
pensar, un sentir y un actuar, mediado por la comunicación (intersubjetividad), y
con ello, una visión cósmica de la relación hombre – naturaleza, en tanto proceso
cultural donde éste (el hombre) se naturaliza y la naturaleza, se humaniza. Este
proceso se compendia y concreta en la cultura23
Por lo anterior, si la educación es formación humana, esta solo se realiza a partir
de la determinación de los fundamentos, finalidades, contenidos y procedimientos
requeridos para llevar a cabo tal objetivo, lo que exige la profundización en sus
fundamentos cosmovisivos y ello le corresponde a la filosofía de la educación, que
como ciencia enfrenta hoy múltiples retos para su desarrollo, los que pasan por la
determinación de los presupuestos esenciales que devienen ante todo: epocales,
es decir, socio-económicos, políticos e ideo-culturales, éticos, ambientales….lo
que conlleva, a su vez, desde lo planetario, lo regional, hasta la realidad particular
de los diferentes países. Todo lo cual aparece hoy conectado con el destino de la
Humanidad, en tanto, necesaria identificación, formulación y búsqueda de
soluciones de los grandes y diversos problemas que la afectan, desde la compleja
y controvertida relación con la naturaleza hasta aquellos relacionados con la
propia esencia humana.
Entre los muchos aspectos que se debaten referida a esta ciencia se encuentra el
tema de sus funciones: Así para Justo Chávez(2003) la constituyen la
antropológica: ¿qué es el hombre?, ¿en qué consiste la esencia humana?, ¿es el
hombre educable; la epistemológico-metodológica: ¿qué es el conocer?, ¿hasta
dónde conocemos?, ¿qué es lo verdadero? y además, ¿cómo conoce el hombre?,
¿con qué instrumentos?;el análisis del lenguaje educativo, la precisión de
conceptos, juicios y razonamientos sobre educación, la definición de ¿qué es la
educación; la axiológica: ¿qué debo hacer?, ¿qué es bueno, malo, justo, bello?,
¿de dónde extraer normas para actuar? y la teleológica: Indicación del sentido
educativo, o sea, del destino del hombre; ¿para qué?...24 De igual forma Martínez
Llantada (2003) afirma que tiene un puesto que se traduce en: poner en orden, dar
coherencia en los diversos resultados educativos; lograr un principio generalizador
que dé unidad a las Ciencias de la Educación separadas en sus objetos específicos;
proponer principios, finalidades y ordenamiento del saber educacional; dar un
discurso a la educación con fuerza y valor de demostración política, reflexionar
críticamente sobre la práctica científico educativa y la teoría de la
10
época25Asimismo, al referirse a los principios los comprende como su carácter
sistémico, histórico, multifuncional, humanista y de reflejo conceptual generalizador26
Y es que la educación deviene un proceso social complejo, entendida tanto en su
carácter institucional, como en el entramado social que conlleva; así como la
lógica de desarrollo que la tipifica. Asimismo, está insertada en condiciones
histórico-sociales concretas, responde a intereses y finalidades de las clases
hegemónicas y por tanto, reproduce los ideales, valores y normas que las
caracterizan. Es por ello que estos se orientan a la modelación de necesidades,
intereses, expectativas, gustos, preferencias…y comportamientos. Sin embargo, el
desarrollo social tiene que ver con las condiciones de existencia de niños,
adolescentes, jóvenes; de hombres y mujeres, con el acceso a los productos y
valores culturales, con las posibilidades reales de superación y realización plena,
con la inserción real en la dinámica social, lo cual no implica a todos los sectores
sociales en sociedades excluyentes.
Todo lo anterior explica el papel de las políticas públicas en este campo y su
incidencia en el desarrollo social de un país, que por supuesto, no equivale
necesariamente al crecimiento y desarrollo económico de dicho país. Pero, ello
exige comprender a su vez, que el diseño, proyección, elaboración y ejecución de
las políticas públicas en educación- que desempeñan un importantísimo papel
para el desarrollo social- está condicionado por los intereses de las clases
dominantes, por lo que la relación educación-desarrollo social tiene un sustrato
económico, político y socio-clasista muy profundo que no puede eludirse. Así lo
refiere Magallón Anaya ( 2010) Debemos insistir en que la educación como aquí la
entendemos, no obstante su significado radical, no es la panacea, sino es sólo un
instrumento para el cambio social dentro de una sociedad que quiere superar las
desigualdades y la violencia estructural e institucionalizada.27 De ahí, la
importancia que adquiere la educación en sociedades con proyectos sociales
inclusivos, en los que se trabaja por el desarrollo pleno de amplios sectores de la
sociedad que han sido excluidos históricamente.
Igualmente, se convierte en un requerimiento esencial considerar su carácter
multifactorial por lo que deviene imprescindible la realización de una labor
orientada al logro de la coherencia, desde el punto de vista teórico y práctico, en el
funcionamiento de los diversos agentes socializadores y en la ejecución de las
diversas acciones educativas consustanciales al proceso de socialización de
niños, adolescentes y jóvenes. Problemas que se expresan también en el ¿qué? ,
el ¿por qué? el ¿para qué? en los ¿quiénes? y en los ¿cómo?; en ¿cómo acortar
la distancia entre el ideal y lo real? En ¿cómo socializar las buenas prácticas?...En
fin, en el modelo de sociedad, en el tipo de ser humano a formar, y en el tipo de
educación
En consecuencia, cualquier aproximación al fenómeno educativo hoy supone
considerar de dónde venimos, pero, sobre todo, hacia dónde vamos y ello “pasa”,
por supuesto, por el examen de las condicionantes epocales que determinan, en
gran medida-atendiendo a los diferentes escenarios- las finalidades y los medios,
11
en términos educativos. Sin embargo, el por qué y el cómo, tienen un presupuesto
esencial: el ser humano, del que se parte- el real- y el que se aspira- el ideal, al
considerar el papel regulador de los fines, normas y valores
Y es que, aunque la reflexión en torno al problema de la educación, presente en la
tradición filosófica en diferentes latitudes, ha constituido una preocupación
consustancial al ser humano, en tanto conlleva la transmisión de la herencia
cultural y especialmente, su impacto en los comportamientos, los desafíos propios
del tiempo que transitamos exige pensar la realidad y conjuntamente, la
educación- hoy más que nunca desde la cultura y las identidades-encarnadas en
los valores. Sobre todo por lo que conlleva de condición humana, en un mundo en
que se atenta todo contra ella. Se trata, entonces, de reflexionar en torno a la
validez de repensar la filosofía de la educación ante las urgencias que el mundo
contemporáneo le plantea a la Humanidad y desde luego, a la sociedad cubana
inmersa en la realización de un extraordinario proyecto social, condición esencial
de nuestra existencia como nación.
En consecuencia, al construir una filosofía de la educación con enfoque cultural e
identitario deberá concebirse como un saber, esencialmente humanista, acerca de
la educación como proyecto cultural para la formación humana , es decir, para la
emancipación y el trabajo creador, en defensa de la vida y de la condición
humana y de valores éticos superiores ; enraizada en la tradición de pensamiento
y práctica filosófica, pedagógica, ética de cubana y latinoamericana, que parte de
la aplicación de un método reflexivo-crítico desde la dialéctica materialista, que
reconoce el valor metodológico de la cultura, una filosofía de la educación
esencialmente humanista y abierta a la incorporación de nuevos saberes. Solo así
se expresaría en una mirada desalienadora de la educación, ajena a todo tipo de
dominación, dirigida a la transformación de hombres y mujeres, a la formación de
la niñez, la adolescencia y la juventud para el presente y el porvenir.
Y es que la educación, entendida como totalidad, en sus múltiples
determinaciones constituye una mediación por lo que deviene asimilación
creadora de los productos de la cultura y preservadora de la identidad, en sus
diferentes niveles….Así, la educación, desde la cultura como su fundamento, en
su profunda esencia cultural, significa ante todo un proyecto cultural para la
formación humana, para la conformación y expresión de su identidad.
Este es, como ha dicho un defensor de alternativas al poder hegemónico”…un
momento muy especial de la historia universal. Cuando la humanidad ha llegado al
umbral de la catástrofe total o del parto de una nueva civilización. No obedece a
intención apocalíptica alguna afirmar que este es un dilema que se dibuja en el
horizonte. Hoy hemos aprendido de nuestros fracasos que el trazado de la
transformación socioeconómica que conduzca a un mundo mejor pasa por una
mudanza moral, por la inteligencia que las generaciones involucradas logren
transmitirse en esta dirección, y por la implantación consecuente de una cultura de
vida…” 28 Tales desafíos bien pueden resumirse en la comprensión la sociedad,
del ser humano y en consecuencia, de la educación.
12
Así, pensar la sociedad desde la filosofía de la educación entonces, exige hoy
hacerlo desde las dimensiones económica, socio-política y ecológica ya que solo
así puede comprenderse la sociedad no solo como totalidad real actual, sino en la
perspectiva del cambio y proyección futura, ello sugiere una actitud responsable
con la naturaleza y el medioambiente.
Entonces, al plantearse la interrogante de ¿qué tipo de ser humano se necesita
para el logro de una nueva socialidad? en clave humanista, es decir de un nivel
más alto de humanidad describe las dimensiones antropológica y axiológica de la
filosofía de la educación.
De igual forma, al reflexionar sobre qué tipo de educación se requiere asumir en el
examen de la filosofía de la Educación, cómo ha de ser, las exigencias y
aspiraciones, el ser y el deber ser de la educación, se aprecia el imprescindible
enfoque epistemológico, lógico y metodológico, en tanto dimensiones de análisis
de la misma.
Todo lo anterior revela las dimensiones que subyacen en el examen crítico del
proceso y acto educativos, desde una auténtica visión filosófica de la educación,
con enfoque cultural e identitario.
De igual forma, atendiendo a todo lo que argumentamos anteriormente, al
plantearnos el tema de los principios de una filosofía de la educación con enfoque
cultural e identitario, más allá de las visiones diversas, no pueden dejar de
considerarse : el humanismo, el historicismo, el carácter cultural e identitario, la
multidimensionalidad y la reflexión crítica. Al constituirse en puntos de partida, en
la base de todo examen, los principios se convierten en una guía para el examen
del tema de la educación desde una reflexión cosmovisiva por lo que orientan el
análisis. Desde el ser humano como medio y como fin, la inserción en condiciones
histórico-sociales determinadas, los referentes culturales e identitarios esenciales,
la diversidad de aspectos y facetas que conlleva, hasta el modo de obrar y los
procedimientos que exige.
También – y como complemento en el examen del problema- desde una
perspectiva sociológica-atendiendo al diálogo de saberes- se subraya que “queda
claro que las metas de los sistemas educativos en los diferentes países varían de
acuerdo con sus realidades culturales, económicas, políticas y sociales, de
manera que el principal elemento común parece ser la formación de una persona
éticamente responsable como individuo y como ciudadano “29 Ello supone
identificar, detrás de todo sistema educativo y en su fundamento, la existencia de
una cosmovisión de la educación signada por una concepción acerca de la
formación humana y del sentido de la vida de cada ser humano.
De ahí, la importancia de la permanente reflexión crítica de la práctica y acción
educativas, en el contexto del objeto de la Filosofía de la Educación que deviene
13
disciplina reflexiva que examina la acción educativa como relación social
determinada por la política, valores y fines históricos de la sociedad.30 Al respecto
Martínez Llantada (2003) la definía como una concepción general del proceso
educacional que surge como resultado de un enfoque integrador, cosmovisivo y
crítico-axiológico de este como proceso complejo y contradictorio en que se
produce la formación del hombre, mediante la asunción creadora de los valores de
la cultura universal a partir de la identidad nacional y transformación práctica 31
En sus Cartas a Cristina, Paulo Freire (2005) llamaba al análisis de la práctica
educativa- de una situación educativa cualquiera- para develar críticamente sus
elementos constitutivos: espacios, escenarios, los sujetos, el contenido o el objeto,
cierta utopía, dimensión ética…entre otros.32
Todo lo anterior ilustra como la filosofía de la educación deviene una concepción
en construcción que aun hoy ofrece más interrogantes que soluciones que
requiere pensar el objeto: la educación, desde las múltiples miradas de las
ciencias en tanto proceso social complejo, desde la connotación de lo diferente,
de lo mestizo, del otro, de los nadie,,,, vía de transformación del ser humano, que
plantea diversos problemas desde el de la concepción del hombre en tanto ser
educable, el problema de los valores y de los fines de la educación 33, el problema
del proceso de enseñanza-aprendizaje como parte de la actividad educacional
para su desarrollo de un modo más consciente, óptimo, eficiente, eficaz y
pertinente34, el problema de la incidencia en la acción, en la praxis,35 el problema
de qué se asume como educación, sus fines y elementos constituyentes,36 el
problema de las vinculaciones de la acción educativa con la realidad social 37 Todo
lo cual exige comprender que la educación no puede abordarse como una entidad
abstracta, ahistórica y supraclasista sino como una esfera social en la que inciden
la economía, la política, la cultura y que si bien reproduce la lógica del poder y los
referentes culturales asociados al mismo, también puede convertirse en una vía de
legitimación de los intereses y
aspiraciones emancipatorias de amplios
38
segmentos de la población.
Ello coloca en el centro del debate profundas y complejas interconexiones que
pueden hallar algún sustento en una reflexión filosófica de la educación y que un
examen del fenómeno educativo no debe obviar:



El vínculo entre Sociedad-Individuo-Educación que comprende desde el
modelo de sociedad a construir, el ser humano-hombre y mujer-a formar, en
correspondencia con las aspiraciones y el tipo de educación a desarrollar.
El nexo entre Política- Cultura- Educación que conlleva la relación entre las
políticas culturales y educacionales sin olvidar el sustrato socio-económico
que las sustentan.
La relación entre las finalidades y objetivos con los contenidos, métodos y
medios, lo que requiere establecer gradaciones y derivaciones entre las
finalidades últimas y supra-objetivos, los valores, las estrategias, los
contenidos y los métodos, procedimientos y técnicas.
14

La distinción entre una concepción crítica de la educación y la manipulación
o adoctrinamiento 39entre intencionalidad o neutralidad…
Y es que más allá del carácter humanizador de la educación, esta no puede
examinarse al margen de relaciones espacio-temporales que determinan su
contenido y alcance. De ahí, la referencia a una Filosofía de la Educación, desde
un sustrato histórico-cultural peculiar y sus consiguientes expresiones identitarias.
De acuerdo a lo anterior, se perfilan muchas interrogantes que devienen
problemas a debatir y que exigen la realización de un estudio serio y riguroso.
Entre ellas pueden mencionarse:
1. ¿Filosofía o Filosofías de la educación? ¿En singular o en plural? Ello
también “pasa” por una mirada desde el Sur frente a la visión de la
dominación lo que tiene su sustento en que bien el fenómeno educativo,
dado su carácter de proceso y la complejidad que le es consustancial
requiere hoy de un estudio interdisciplinario y transdiciplinario, lo que
involucra diversos saberes en articulación necesaria, no puede
desconocerse el imprescindible sustrato cosmovisivo que se encuentra en
la base de todo análisis acerca de la teoría y la práctica educativa.
2. ¿Volver los ojos al pasado? Se trata de la necesidad de mirar atrás en tanto
pueden hallarse claves esenciales desde una filosofía de la educación en
su historia junto al estudio de textos imprescindibles en la aproximación
histórica de la humanidad a la educación. Desde las Antiguas culturas
orientales o las Altas culturas americanas, o en la tradición occidental o en
el pensamiento árabe, o en las culturas latinoamericanas y cubana pueden
hallarse textos con acercamientos peculiares- desde la literatura, la
filosofía, la historia…- al proceso educativo que conduce a la
transformación humana y que dibujan el sendero trazado por la Humanidad
en la búsqueda de los mejores y más acertados caminos para su
enriquecimiento. En ellos pueden descubrirse atisbos, miradas, pistas,
reflexiones… que apuntan a lo que hoy se denomina filosofía de la
educación. Ahí están para todos los tiempos… la Epopeya de Gigamesh,
los Diálogos de Platón, la Ética a Nicómaco, el Pópol Vuh, el Emilio de
Rousseau, los epistolarios de los dos Simones, Rodríguez y Bolívar…o las
Cartas a Elpidio o a María Mantilla, los Aforismos de Luz o La Edad de Oro
de José Martí…entre otros muchos.
3. ¿Lugar de la Filosofía de la Educación en el contexto del devenir científico
contemporáneo? Se requiere la determinación del lugar de la Filosofía de la
Educación en el sistema de la ciencia contemporánea, atendiendo a su
naturaleza y funciones, lo que implica el esclarecimiento de su relación con
las ciencias sociales y humanísticas y con otras ciencias; en última
instancia, su lugar, papel, funciones y significación en lo que denominó
Marx en los Manuscritos económicos y filosóficos de 1844: “…Las ciencias
15
naturales llegarán a incluir a la ciencia del hombre, lo mismo que la ciencia
del hombre incluirá a las ciencias naturales: habrá una sola una sola ciencia
…” 40
4. ¿Fundamentos, referentes, dimensiones, principios…? El reconocimiento
de una filosofía de la educación en cuanto tal exige, a su vez, una mirada
hacia su interior, lo que supone la determinación de sus fundamentos,
referentes, dimensiones y principios. Ello refiere la profundización en
diversos acercamientos realizados por especialistas, sin olvidar que
resultan controvertidos en ocasiones. Sin embargo, lo que no puede
eludirse es la existencia e importancia de fundamentos o referentes
antropológicos, epistemológicos y axiológicos que sirven de sustento y
orientan las soluciones a diversas interrogantes y el carácter de éstas. Al
decir de Marta Martínez: “… ¿qué tipo de hombre necesita la sociedad para
transformarse hacia un nivel superior de Humanidad? ¿qué esperamos de
la educación? ¿qué soluciones educativas ofrecer a los problemas del
mundo contemporáneo? ¿Cómo es el ser y el deber ser de la
educación?...”41 En resumen, el para qué, el qué y el cómo, son preguntas
que conllevan la meta a alcanzar- el mundo, la sociedad a que se aspira y
en correspondencia, el tipo de ser humano- , el punto de partida- el mundo,
la sociedad, el hombre y mujer, reales- y el camino a seguir- el tipo de
educación, con todo lo que implica esto.
5. ¿Puede concebirse una Filosofía de la Educación como algo abstracto,
“químicamente puro”? Imposible. Sobre todo, si se atiende a la necesaria
contextualización socio-histórica, a sus nexos esenciales e insoslayables
con otras ciencias; tampoco puede eludirse su necesaria contaminación en
el decurso actual con los llamados saberes emergentes, en tanto el
fenómeno educativo en el contexto del mundo contemporáneo, no se puede
analizar al margen de la contribución que realizan estos, desde la óptica de
complejidad, de la bioética o del holismo ambientalista, cuando la
educación con visión planetaria debe apuntar ante todo, a una cultura de
vida.
6. ¿Una Filosofía de la Educación desde la Cuba de hoy? Una mirada desde
la sociedad cubana actual a la Filosofía de la Educación exige comprender
ante todo, el necesario sentido crítico que debe asumir la reflexión en orden
educativo atendiendo a la dialéctica de lo ideal y lo real, de la teoría y la
práctica, de la aspiración y la realización…en el mejor espíritu de la
tradición de pensamiento y práctica pedagógica y educacional cubanas y
con la convicción del impostergable perfeccionamiento de las prácticas
educativas actuales en su relación con la transformación de la sociedad
cubana que pasa por la realización verdadera de la propiedad social
socialista, la batalla real por la educación y la cultura, la lucha por la
coherencia 42y el perfeccionamiento de la democracia. Estos retos forman
parte de un desafío mayor: la realización, desde lo más auténtico de la
16
cultura e identidad cubanas, del proyecto social socialista como única
alternativa para el existir y el ser de la nación cubana.
Si la educación solo puede existir en diálogo permanente con la cultura, la ciencia
y la vida

¿puede pensarse la educación sin comprender la complejidad del tejido
social hoy, de los diversos escenarios sociales, las tendencias y
contradicciones, las exigencias epocales, del enfrentamiento entre la
palabra y la imagen como paradigmas culturales, del entorno informático
que impacta la vida cotidiana , de los retos y desafíos del ser humano, es
decir al margen de la vida ?

¿puede pensarse la educación sin considerar los senderos por donde se
encauzan los estudios en torno a los inéditos y complejos procesos socioculturales actuales que van desde la territorialidad hasta el desdoblamiento
del consumo en la cultura, pasando por la estetización de la vida social y el
controvertido problema de las identidades?

¿puede pensarse la educación sin atender al decurso actual de la ciencia, a
sus nexos esenciales e insoslayables con otras ciencias; a la emergencia
de nuevos saberes que en su interrelación, ha dado lugar a una revolución
epistemológica del saber contemporáneo y que nos indica una nueva forma
de hacer y pensar la ciencia?
V ¿FILOSOFÍA DE LA EDUCACIÓN EN LA CUBA DE HOY? DESAFÍOS
CULTURALES PARA UNA FILOSOFÍA DE LA EDUCACIÓN
Aunque pudiera parecer reiterativa, una mirada desde la sociedad cubana actual a
la Filosofía de la Educación exige comprender ante todo, el necesario sentido
crítico que debe asumir la reflexión en el orden educativo atendiendo a la
dialéctica de lo ideal y lo real, de la teoría y la práctica, de la aspiración y la
realización…en el mejor espíritu de la tradición cultural y de pensamiento y
práctica política, filosófica, pedagógica y educacional cubanas. Unida a la
convicción del impostergable perfeccionamiento de las prácticas educativas
actuales en su relación con la transformación de la sociedad cubana. Ello exige
comprender desde la cultura y filosofía de la educación cubanas, la vigencia de la
convicción martiana de que “…El verdadero objeto de la enseñanza es preparar al
hombre para que pueda vivir por sí decorosamente, sin perder la gracia y
generosidad del espíritu, y sin poner en peligro con su egoísmo o servidumbre la
dignidad y fuerza de la patria…”43
El examen de la educación, atendiendo a sus luces y sombras, refiere el
condicionamiento económico, político, social e ideo-cultural, lo que se expresa en
el desarrollo actual de la sociedad cubana- impactos de la crisis económica y su
17
reflejo en las esferas política, social e ideo-cultural y actualización del modelo
económico -nuevas formas de propiedad y de gestión económica-impactos en la
familia y las subjetividades- procesos de diversificación y desintegración social con
profundos sentidos culturales; junto al deterioro del valor trabajo y su dimensión
ética dada la pérdida del carácter regulador del salario como resultado de la crisis
económica y las consiguientes asimetrías sociales ; la falta de coherencia en la
labor de socialización y particularmente, en el proceso de educación en valores
con sus consiguientes impactos en las representaciones sociales y estructura de
aspiraciones de los jóvenes .
No puede desconocerse que los jóvenes cubanos son, ante todo, resultado de la
obra de la Revolución Cubana, han adquirido niveles importantes de instrucción y
educación, pero, junto a ello han vivido una profunda crisis económica, con sus
correspondientes cambios en la estructura socio-clasista y su reflejo en la crisis de
valores, y de la misma forma que están influidos por el paradigma cultural de la
imagen, reciben el impacto del sistema de dominación ideo-cultural del
imperialismo. Todo ello tiene su expresión en sus inquietudes, aspiraciones,
expectativas…en las fuentes de información que utilizan, en los patrones de
consumo que poseen, en el ideal de sociedad que los orientan, en cómo piensan y
si se sienten parte o no del proyecto social socialista que defendemos, entre otras
muchas cuestiones.
Y el escenario deviene complejo en tanto confluyen transformaciones económicas
desde la aplicación de los Lineamientos de la Política económica y social,
aprobados en el VI congreso del PCC, en 2011 en la llamada actualización del
modelo económico cubano que comprende la multiplicidad de formas de
propiedad y de gestión económica con la presencia del trabajo privado y del
mercado como uno de sus componentes. Todo ello acompañado de las
desigualdades ya existentes y su profundización en proceso.
Junto a ello, en el plano político, es de destacarse el llamado proceso de
transmisión de los poderes fundamentales -detentados por la generación histórica
de la Revolución- a las nuevas generaciones, con lo que se actualiza también un
problema esencial, que es el de la unidad.44 Y es que “el proceso de desarrollo y
fortalecimiento de la unidad nacional cubana, entendida como unidad en la
diversidad , pasa por la articulación eficiente de las actividades socioeconómicas,
organizativa, jurídico-normativa e ideológico-política, lo que implica no solo el
continuo perfeccionamiento estructural y funcional de la sociedad,, teniendo en
cuenta la compleja sociodiversidad de la población, sino también la formación, la
educación, el desarrollo de la ciudadanía en el ejercicio de la cultura participativa
alrededor de la constante elaboración del consenso, el desarrollo cívico de las
personas, de la conciencia ciudadana acerca del valor y significado de la unidad
nacional para el futuro del país.”45
De igual forma, desde lo social se aprecian profundos procesos diversificatoriossustentados en gran medida por las transformaciones económicas- junto al
problema del envejecimiento poblacional que tiene grandes impactos tanto en el
18
orden propiamente económico como demográfico y en la elaboración de las
políticas públicas.
Se convierte, a su vez, el ámbito cultural, en gran medida, en una dimensión
definitoria del cauce del desarrollo social cubano, en tanto permite interpretar la
realidad desde una perspectiva multicualitativa, con su heterogeneidad económica
y sus correspondientes sujetos portadores, con la no correspondencia de las
necesidades materiales y los resultados del trabajo, con las cuotas de desigualdad
existentes, con la desconexión entre metas sociales y aspiraciones individuales,
con la consiguiente conformación de un sistema de normas y valores
contradictorios, en fin, con sus contradicciones y aciertos, con sus luces y
sombras…Teniendo en cuenta la idea martiana de que “…no hay igualdad social
posible sin igualdad de cultura…”46 y de que el socialismo deviene ante todo un
proyecto cultural.
Lo anterior sirve de base para comprender la importancia de la educación,
entendida en su contenido esencial de formación humana, que solo es posible
concebirla, proyectarla y realizarla desde una profunda concepción cultural
encarnada en valores. La educación cubana se basa en principios básicos
definidos como el carácter masivo y con equidad; el estudio-trabajo, la
participación democrática de toda la sociedad en las tareas de la educación del
pueblo, la coeducación y abierta a la diversidad, el enfoque de género, la atención
diferenciada e integración escolar y la gratuidad.47 Todo lo anterior permite
explicar que las políticas de educación cubanas, como parte de las profundas
transformaciones que conllevó el triunfo y desarrollo del proceso revolucionario se
fundamentan en valores como la independencia nacional, el patriotismo, el
antiimperialismo, el latinoamericanismo, la emancipación social , la dignificación
del hombre y la justicia social junto a la honestidad, la honradez, la
responsabilidad, la laboriosidad…Todos ellos , expresión del humanismo que
caracteriza a la Revolución Cubana.
Y entonces, podemos considerar que modestamente, la educación cubana exhibe
logros importantes que pasan desde el acceso de todos y todas, la posibilidad de
la continuidad de estudios, la calidad en la formación de los profesionales, entre
otros muchos aspectos. Pero, quisiera subrayar que lo más importante radica en
la concepción del nexo entre cultura y educación. Al comprender desde Martí, la
cultura como crecimiento humano, la educación cubana apuesta a la formación
cultural del ser humano que va desde la dimensión de la cultura económica, la
científica, la cultura política, en su nexo profundo con la educación moral hasta la
dimensión tecnológica… Y en la educación cubana se expresan esencialmente
valores como la dignidad, el patriotismo, el independentismo, el
latinoamericanismo, la solidaridad… que trascienden el ser del cubano y forman
parte también de lo mejor de la tradición latinoamericana. De su cultivo también
depende el futuro de nuestros pueblos en Nuestra América.
La historia reciente permite apreciar que sobre la base de las conquistas
consustanciales al triunfo revolucionario y como parte de la revolución cultural y
educacional, las transformaciones llevadas a cabo en la educación -desde la
19
erradicación del analfabetismo, el alcance de la formación básica por la mayoría
de la población, el continuo perfeccionamiento y desarrollo del Sistema Nacional
de Educación, entre otras aristas- aún cuando exhiben logros importantes,
todavía muestran limitaciones y debilidades que devienen inmensos retos para la
educación cubana. Si por un lado, nos acompaña la inmensa y hermosa obra
educacional de la Revolución Cubana, por otro convivimos con la temible
combinación de la centralización y el verticalismo; la falta de coherencia, la
dogmatización, fragmentación y vulgarización, el fraude, los problemas de
cobertura y de la calidad de la formación del personal docente. Estos últimos
han resultado contradictorios pues aunque posibilitaron no solo que todas las
aulas contaran con sus maestros y que el número de niños y adolescentes a
atender fuera más racional, no siempre se alcanzó la calidad necesaria en la
ejecutoria pedagógica de los maestros, lo que fue captado de forma visible por la
población.
De igual forma, vale precisar que la educación cubana está orientada esencialmente
a la formación integral de las nuevas generaciones de cubanas y cubanos desde la
advertencia martiana de la instrucción del pensamiento y la educación de los
sentimientos. A la formación de seres humanos cultos, sensibles, críticos,
comprometidos, con un estilo de pensamiento y actuación en correspondencia con el
proyecto social socialista que defendemos. Por ello tiene entre sus esferas de acción
la autoeducación, el funcionamiento de la escuela y el maestro en el logro de los
objetivos educacionales, la independencia cognoscitiva del estudiante, la formación
científica, la formación laboral del estudiante, la formación y superación del personal
docente, la atención al trabajo metodológico, la atención a las vías no formales, la
labor preventiva y comunitaria, la atención a la educación ambiental.
De acuerdo a lo anterior, la política educacional y la obra educativa de la
Revolución Cubana ha defendido a lo largo de más de cincuenta años el vínculo
estudio- trabajo como un principio formador esencial. Ello supone entenderlo no
solo como el trabajo con la tierra sino el nexo esencial entre la teoría y la práctica
que puede verse en la formación de niños y adolescentes en la educación
primaria, secundaria y preuniversitaria, como en los jóvenes en las fábricas, en las
escuelas y hospitales, en su formación como ingenieros, profesores y médicos,
entre otros.
Sin embargo, habría que considerar – desde la dialéctica de lo ideal y lo materialque aún cuando el trabajo sigue estando en el centro y fundamento de la
concepción y realización de la educación cubana, las condiciones socioeconómicas resultantes del llamado Período Especial –crisis económicaimpactaron en el valor trabajo, el cual se deprimió notablemente y ello sin dudas,
se reflejó en la familia, en los jóvenes, en las subjetividades. Actualmente, el
proceso de actualización del modelo económico y social, está orientado- en gran
medida- al rescate de la importancia del trabajo- desde la promoción de nuevas
formas de propiedad y de gestión económica- y es por eso que hoy la Educación
Cubana tiene el reto no solo de seguir enarbolando dicho principio-como siempre
20
lo ha hecho- sino de reforzar su sentido ético en la formación de las nuevas
generaciones.
De igual forma, la política educacional y las prácticas educativas y pedagógicas
asociadas a ella han colocado en un lugar priorizado la educación en valores de
niños, adolecentes y jóvenes. Desde 1995, que se realizó la Audiencia Pública de
la Asamblea Nacional dedicada a la formación de valores, de la cual se derivaron
indicaciones y orientaciones para su concreción en los diferentes niveles
educativos, se ha venido trabajando en ello con toda intencionalidad.48 Ello
permite comprender la importancia que se le otorga al problema en la sociedad
cubana y especialmente, la mirada hoy está en cómo se cultivan dichos valores en
las prácticas educativas y pedagógicas sin formalismo, sin dogmatización, sin
vulgarización y desde la cultura. Ese sigue siendo un gran desafío para la
Educación Cubana sobre todo atendiendo a las complejidades y contradicciones
de la sociedad contemporánea y a las propias inherentes a la realización del
proyecto social socialista cubano.
Se requiere, por tanto, un examen riguroso y mesurado de los resultados de la
puesta en práctica de diversos programas de formación del personal pedagógico.
Dicho examen, al colocar las cosas en su lugar puede evaluar los aportes de los
jóvenes sujetos del cambio en las aulas de diferentes niveles de educación, en la
concreción de diferentes propuestas de cambio, en la introducción del desarrollo
científico y tecnológico, entre otros.
Todo lo anterior fundamenta la importancia de una filosofía de la educación, con
enfoque cultural e identitario, en tanto reflexión crítica que clarifica las relaciones
entre los procesos educativos y la vida social para determinar el devenir de la
educación.49 Lo cual a su vez conlleva las necesarias interrelaciones con otras
ciencias que aportan nuevas perspectivas para el examen del problema. Pero
sobre todo entenderla, desde la dialéctica de lo universal y lo particular, desde las
instituciones y los sujetos diversos en diferentes escenarios.
Lo anterior sirve de presupuesto para la elaboración de nuevas políticas
educativas en tanto concreción práctica de las finalidades de la educación cubana
en consonancia con el proceso de realización del ideal social socialista, que pasa
ante todo por la defensa de la independencia, la justicia social y la dignificación
humana, por la formación de seres humanos plenos, portadores de sensibilidad y
de un código de valores humanistas, que actúen como piensan y sean
consecuentes en sus comportamientos, que compartan responsabilidades y sean
solidarios.
Y es que como parte del decurso histórico cultural de la nación cubana, en los
fundadores de la tradición del pensamiento cubano, filosofía y educación se
convirtieron en pares inseparables como ingredientes esenciales que
contribuyeron también a la conformación de la cultura y la identidad nacional, pero
también se asociaron a la forja de hombres que luego defenderían su derecho a
ser como nación en los legendarios campos de batalla, frente al coloniaje español.
21
Por ello, al pensar la educación desde Cuba pudiera parecer camino trillado o
verdad de Perogrullo, o simplemente una repetición innecesaria volver a Martí, en
tanto se ha proclamado su presencia y autoría en el nuestro presente educativo.
Sin embargo, aún cuando hablamos desde un tiempo que no es el suyo, al decir
de Juan Marinello, solo cabe su sola mención si lo hacemos desde la asunción
consciente de una actitud martiana, la de pelearse con lo de hoy…y lo que sobran
son motivos para pelearnos por lo de hoy. 50
Y es que Martí desde su profunda concepción cultural, del hombre como
ser irrepetible y creador, desde su universo valorativo excepcional, aporta claves
esenciales para pensar la educación hoy. 51 Porque Martí nos llama a:











descubrir el inmenso caudal espiritual del ser humano y a profundizar en el
proceso de su desarrollo
advertir las esenciales diferencias entre las etapas recorridas por el
hombre a lo largo de su desarrollo( desde la infancia) y a actuar en
correspondencia con ellas
entender que estos son tiempos de diálogo52
comprender el papel de lo afectivo junto al desarrollo del intelecto en el
proceso de educación del hombre
considerar los sentimientos principales a cultivar desde las edades
tempranas: independencia y dignidad.
asegurar a “...cada hombre el ejercicio de sí propio...”53
valorar que no se sabe bien sino lo que se descubre 54
sentir que “...no hay pena que no pueda consolar ni crimen que no pueda
redimir el gusto de ser útil...”55
entender el valor del patriotismo como la “levadura” mejor de todas las
virtudes humanas56
saber que “...quien quiera pueblo ha de habituar a los hombres a crear...”
57“...ensayarse como ciudadano de república por ser cosa difícil, desde la
niñez...”58
comprender que “...las reformas sólo son fecundas cuando penetran en
el espíritu de los pueblos59
Información y formación, ciencia y valor, cultura y comunicación, creación y
apropiación, formación científica y formación cultural, teoría y práctica, sentimiento
y razón, esencia y existencia, construcción del conocimiento y revelación de
valores, la idealidad y la realidad…dicotomías que nos acompañan en nuestro
existir y quehacer y que solo pueden ser superadas por la visión que nos llega
desde Martí de la coherencia entre el ser, pensar, sentir, decir y obrar, clave
martiana que prefigura un sendero esencial para la educación cubana. Ello exige
comprender que, desde la cultura y filosofía de la educación cubanas, la
educación solo puede asumirse como lo que es: proyecto cultural para la
formación humana.
22
Así, el debate actual sobre la sociedad cubana, sus transformaciones y el sendero
escogido en la realización del ideal socialista60para su ulterior desarrollo, no
puede ignorar la importancia que adquiere la educación, su concepción, la
determinación de sus finalidades, las políticas para su realización y su
perfeccionamiento desde el ejercicio permanente de la crítica a las prácticas
educativas.
Finalmente, si nos planteamos los desafíos culturales de una filosofía de la
enfoque cultural e identitario desde Cuba tendríamos que considerar que ellos
pasan por la reflexión crítica, la asunción de los retos que impone el desarrollo
científico y tecnológico actual; la interpretación e incorporación de los nuevos
saberes; la visibilización del vínculo entre los procesos educativos y la vida social;
la proyección de las nuevas políticas educativas; la incidencia en los procesos de
socialización y formación de la personalidad, entre otros muchos…
VI.¿CONCLUSIONES?
Entonces, el enfoque del problema de la educación cubana desde una filosofía de
la educación , en el contexto del devenir actual de las Ciencias Sociales,
enraizada en la tradición de pensamiento y práctica filosófica, pedagógica, ética
cubana, que parte de la aplicación de un método reflexivo-crítico desde la
dialéctica materialista, que reconoce el valor metodológico de la cultura, una
filosofía de la educación esencialmente humanista y abierta a la incorporación de
nuevos saberes, en la dialéctica de lo universal y lo propio, nos puede ayudar a
pensar la utopía de la educación, que al decir de Fernando Birri nos sirve para
caminar. 61
De acuerdo a ello, si hoy se necesita repensar la filosofía ante las urgencias que el
mundo contemporáneo le plantea al ser humano, no puede eludirse lo que
representa pensar la filosofía y la educación en términos contemporáneos, es
decir, ¿pensar una filosofía para la educación o una educación para una filosofía?
que defiendan la vida y promuevan lo mejor de la condición humana, que se
inserten en la construcción de un mundo mejor.
Ello, en clave cubana, supone recordar con Martí que “…nunca, nunca fue más
grande ni más pintoresco el universo. Solo que cuesta trabajo entenderlo y
ponerse a su nivel, por lo que muchos prefieren decir de él mal, y desvanecer en
quejas. Trabajar es mejor, y procurar comprender la maravilla, -y ayudar a
acabarla…” 62 y sobre todo, no olvidar que “…Se ha de tener fe en lo mejor del
ser humano y desconfiar de lo peor de él. Hay que dar ocasión a lo mejor para que
se revele y prevalezca sobre lo peor. Si no, lo peor prevalece…”63
23
NOTAS Y REFERENCIAS
1. Rabrindanat Tagore.Aforismos. Pájaros perdidos.Obras escogidas.Editorial Arte y Literatura. 1985.
P.396..
2
Ver de Alicia Pino .Cultura y territorialidad. Sus mediaciones en una cartografía que se
desplaza Y de Cairo
Heriberto..Territorialidad.http://www.ucm.es/info/eurotheo/diccionario/T/territorialidad.ht
m
3
Así lo expresaba el argentino Pablo Vonmmaro de CLACSO del grupo de trabajo
Juventud y prácticas políticas en América Latina en el IV Taller Internacional sobre
juventud. CIPS. La Habana12-14 de noviembre 2012.
4
Eduardo Galeano. Tejidos. Antología. Octaedro.2001. P.163..
5
Resulta un término controvertido, sobre todo por lo que concierne al plano temporal. Su utilización para
referirse a la época actual resulta recurrente. Ver de Julio Aróstegui Sánchez, « La contemporaneidad, época
y categoría histórica », Mélanges de la Casa de Velázquez [En ligne], 36-1 | 2006, mis en ligne le 25 octobre
2010, consulté le 08 septembre 2013. URL : http://mcv.revues.org/2338
6
EDUARDO GALEANO Los nombres.Patas arriba. La escuela del mundo al revés. Arte y Literatura.La
Habana, 2009
7
Díaz, Santiago. Reflexión Filosófica de la Educación 2013. Dirección general de cultura y educación.
Dirección de educación superior. Buenos Aires, Argentina. 2013.2013. P.2
8
Carlos Delgado, Hacia un nuevo saber, La bioética en la revolución contemporánea del
saber. Publicaciones Acuario Centro Félix Varela. La Habana. 2007. P26.
Corresponden a los ideales de cultura de la Grecia Antigua, del Edad Media, del
Renacimiento italiano y el Siglo XVIII Ffrancés y se concretan en saberes y valores que se
9
10
Entre otros muchos pueden mencionarse BENITO DÍAZ DE GAMARRA Y DÁVALOS.
México (1745-1783);JOSÉ AGUSTÍN CABALLERO .Cuba (1762-1835);SIMÓN
RODRÍGUEZ. Venezuela-(1771-1854);FÉLIX VARELA. Cuba (1788-1853); JOSÉ
MARÍA LUIS DE MORA. México(1791-1850) ; JOSÉ DE LA LUZ Y CABALLERO.
Cuba (1800-1862) ; ESTEBAN ECHEVARRÍA. Argentina(1805-1851); GABINO
BARREDA. México (1818-1881); JUSTO SIERRA. México (1848-1912); EUGENIO
MARÍA DE HOSTOS Puerto Rico (1839-1903); JOSÉ PEDRO VARELA. Uruguay
(1845-1879); ENRIQUE JOSÉ VARONA. Cuba.( 1849-1933); JOSÉ MARTÍ (1853-1895)
24
11
Este es uno de los temas aún no resueltos. Se trata de su ubicación en el sistema de las
ciencias y sobre todo qué se entiende por filosofía de la educación.
12
Marta Martínez, Naturaleza y principios de la filosofía de la educación. una reflexión
2003. P.1-7. En Filosofía de la Educación. Selección de lecturas. Editorial Pueblo y Educación. 2003
13
J Delors. La educación encierra un tesoro.Informe de la UNESCO a la Comisión Internacional
para el Siglo XXI(1997)
14
Edgar Morin Los siete saberes necesarios para la educación del futuro.(2000)
Edgar Morin.el octavo saber. wmv. Encuentro con jóvenes morinianos. Diálogo fraternal con navegantes de
la Multiversidad Mundo Real. México. DF. 2007.
16
Gastón Mialaret: Las ciencias de la educación. España: OIKOS 1981
15
1717
Viviana Sargiotto. Programa de: filosofía de la educación y deontología
Carrera: Profesorado en Ciencias de la Educación Universidad Nacional de la Patagonia Austral (2008)
18
Gerardo Ramos .Los fundamentos filosóficos de la educación como reconsideración crítica de la filosofía
de la educación Revista iberoamericana de Educación.2004
19
Jorge Vázquez Piñon.,Filosofía de la educación. Secretaría de Educación Pública.
México. 2006.P.19
20
OCTAVI FULLAT FILOSOFÍAS DE LA EDUCACIÓN. BARCELONA(1992)
21
Marta Martínez, Ibídem.P.8
22
JUSTO CHÁVEZ Filosofía de la Educación. Superación para el docente.( 2003)
23
Ver de Rigoberto Pupo acerca del objeto de la filosofía de la educación en Filosofía de la educación,
saberes emergentes, transdisciplinariedad
24
JUSTO CHÁVEZ. Ibídem
25
Marta Martínez, Ibídem,.P.10
26
Marta Martínez, Ibídem
27
Así lo refiere Magallón Anaya. Filosofía de la educación latinoamericana. Revista
Sociedad
latinoamericana.
http://sociedadlatinoamericana.bligoo.com/filosfia-de-laeducacion
2010. P.9.
25
28
Francois Houtart, Presentación Ruth Casa Editorial. En Lucía y el mundo soñado.
Ciencias Sociales.
2005. P. 4
29
María Isabel Domínguez, Juventud cubana: procesos educativos e integración social. Cuadernos del
CIPS.2009 Experiencias de investigación social en Cuba. Publicaciones Acuario. Centro Félix Varela. La
Habana
30
31
2010. P. 111
Jorge Vázquez Piñón, Ibídem. P. 19
Marta Martínez, Ibídem. P.8
32
Paulo Freire, Cartas a Cristina. Reflexiones sobre mi vida y mi trabajo. Siglo XXI
editores. Argentina.1998. P.141-146)
33
López Hurtado, Josefina y otros, ) Fundamentos de la Educación. Editorial Pueblo y
Educación. Ciudad de La Habana.
2000.pp.7-8.
34
Gerardo Ramos. Los fundamentos filosóficos de la educación como reconsideración
crítica de la filosofía de la educación. Revista Iberoamericana de Educación. O.E.I.
p.2
35
Mirtha Casañas, LA filosofía de la educación desdeuna perspectiva marxista. UBV.
Caracas2002.P .9.
36
Miguel Angel Aldama., La filosofía de la educación en el pensamiento educativo del Dr.
Fidel Castro Ruz (1945-1981). Tesis en opción al grado científico de doctor en Ciencias de
la educación.
2009 p. 14
37
Jorge Vázquz Piñón , Ibídem2006
38
De ahí la importancia de la educación popular. Las obras y el quehacer educativo de
Paulo Freyre, destacado educador brasileño son expresión de esta perspectiva
emancipatoria de la educación.
 39 Diego Rojas, ¿Para qué filosofía de la educación? Saparapanda.
2007. P.7.
26
40
Carlos Marx, ) Manuscritos económicos y filosóficos. Editora Política.
1975, P.117
41
Marta Martínez, Ibídem. P. 2.
42
Ernesto Guevara, El socialismo y el hombre en Cuba. Editora Política. 1
1988. P10
en la enseñanza”. Enero de 1884. En Anuario del Centro de
Estudios martianos. No.8. 1982.p. 18
43
José Martí“Revolución
44
Ver de un colectivo de autores Debate. Unidad/Diversidad. Fidel y Raúl sobre la unidad.
Instituto de Filosofía. Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente. 2013.
45
Juana Rosales García. 2013. Ibídem. Pag. 29
46
José Martí.1975. T3. P.28
47
Existen diversos documentos que los refieren. Puede consultarse de la Dra. Victoria
Arencibia y otros. Cuarenta años de Revolución en la educación. En Filosofía de la
Educación. Selección de Lecturas. Editoriasl Pueblo y Educación. 2003.
48
En el año 2006 se elaboró el Programa Director para el reforzamiento de valores
fundamentales en la sociedad cubana actual, el cual se puso en práctica durante 6 años. En
el año 2012 se valoró su aplicación y se reformuló como el Programa Director para la
educación el Sistema de valores de la Revolución Cubana. Junto a ello Este programa se
convierte en una guía –al jerarquizar un conjunto de valores- para las instituciones
educativas cubanas y todos los organismos formadores desde el MINED, el MES, el
INDER, entre otros, lo que se adecua a las especificidades de la labor de cada uno de ellos.
49
50
Jorge Vázquez Piñon. Ibídem. P28.
Juan Marinello.Once ensayos martianos. Comisión Nacional de la UNESCO.1964.P.49.
51
Ver de Pacheco González, M.C. y Pupo, Rigoberto. La educación como formación humana. Colibrí. CEM.
2012
27
52
53
54
José Martí.1975. Obras Completas.T13. P. 188
Ibídem.T 8. P 421),
Ibídem. T20. P. 213
55
Ibídem. T 12. P 299
56
Ibídem. T21P. 377
57
Ibídem. T 8. P. 15-16
Ibídem. T 12. P. 305
58
59
Ibídem. T1. P. 82
60
Piñeiro Harnecker Camila. Visiones sobre el socialismo que guían los cambios actuales en Cuba. CEEC.
Revista Temas. Junio. 2012
61
¿Para que sirve la utopía? Para eso sirve: para caminar así lo refiere Eduardo Galeano
en 2001. Ibídem.P. 184.
62
José Martí. 1975.T8. P. 287.
63
Ibídem,1975.T-6-P.22
.
28