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TÍTULO: ¿FILOSOFÍA DE LA EDUCACIÓN HOY? ACERCA DEL OBJETO, PRINCIPIOS Y DESAFÍOS. UNA MIRADA DESDE CUBA. AUTORA: Dra. LISSETTE MENDOZA PORTALES SOCIEDAD CUBANA DE INVESTIGACIONES FILOSÓFICAS I. ¿INTRODUCCIÓN NECESARIA? Pensar hoy la educación supone considerar el lugar y papel que esta desempeña atendiendo a las condicionantes epocales, a las tendencias y contradicciones que caracterizan la sociedad contemporánea a escala universal. Ello subraya el desafío que para la gran parte de la humanidad constituye no sólo el acceso a la extraordinaria e inmensa obra de la cultura, a partir de transformaciones sociales decisivas, sino el propio cultivo de su sensibilidad y responsabilidad para ser acreedora de semejante herencia. En una de sus bellísimos aforismos, conocidos como “Pájaros perdidos”, el extraordinario poeta indio Rabrindanat Tagore, Premio Nobel de Literatura expresó: “Leemos mal el mundo y decimos luego que nos engaña”1Desde la perspectiva de la Filosofía de la Educación, ello sugiere varias interrogantes: ¿Qué significa hoy “leer bien el mundo”? ¿Qué hacer para lograrlo? ¿Podemos enseñar a leer bien el mundo y cómo hacerlo? Por ello la educación, en diálogo permanente con la cultura, la ciencia y la vida, enfrenta el desafío de propiciar una lectura de la realidad que contribuya a potenciar lo humano y humanizar el mundo en que vivimos, desde el respeto a la diversidad y la creación de una conciencia planetaria, desde la determinación de su función social, el sentido de la educación para la vida humana, el significado de los procesos formativos….Ello implica por un lado la transmisión de la herencia cultural acumulada en términos de saberes, aprendizajes, experiencias, creación, comunicación, transmisión, pero por otro lado conlleva la preparación de las diversas generaciones para las tareas históricas que les corresponden… Si la cultura deviene territorialidad 2si se conciben otras formas de conocimiento, si los niños y adolescentes son sujetos de derecho, si el sujeto joven se comprende en sus potencialidades y no en sus carencias: activo, diverso, plural, múltiple, productor, no solo consumidor, con capacidades, facultades, potencias como demuestran investigaciones recientes3, se impone la reflexión sobre cómo pensar la educación hoy, desde el diálogo de saberes sin fronteras entre las ciencias exactas, naturales, sociales, técnicas, entre la cultura científica y humanística. Se requiere plantearse un conjunto de problemas que van desde el problema de qué se asume como educación, sus fines y elementos constituyentes, el problema de las vinculaciones de la acción educativa con la realidad social, la concepción del hombre en tanto ser educable, el problema de los valores y de los fines de la educación , el problema del proceso de enseñanza-aprendizaje como parte de la 1 actividad educacional para su desarrollo de un modo más consciente, óptimo, eficiente, eficaz y pertinente, el problema de la incidencia en la acción, en la praxis, entre otras muchas cuestiones a abordar. La educación debe brindar imprescindibles espacios comunicativos para construir conocimientos y revelar valores, debe potenciar una cultura de vida, planetaria, debe profundizar y defender desde la relación hombre- naturaleza los permanentes procesos de humanización-naturalización, en una perspectiva de sostenibilidad. En consecuencia, la elaboración de una filosofía de la educación con un enfoque cultural e identitario también es resultado de los tiempos que corren y en consecuencia, asume a su vez tales retos, como parte de las Ciencias Sociales. Y requiere pensar el sur desde el sur, pensar América Latina desde América Latina, pensar la educación desde el sur latinoamericano, sin olvidar que más que coordenadas geográficas de lo que se trata es del sur político que nos guía. En términos culturales y literarios ello se expresa en clave de los otros, los nadies, los no reconocidos, los diferentes a la dominación. Como se ha dicho: Los nadies: los hijos de nadie, los dueños de nada. Los nadies: los ningunos, los ninguneados, corriendo la liebre, muriendo la vida, jodidos, rejodidos. Que no son, aunque sean. Que no hablan idiomas, sino dialectos. Que no profesan religiones, sino supersticiones. Que no hacen arte, sino artesanía. Que no practican cultura, sino folklore. Que no son seres humanos, sino recursos humanos. Que no tienen cara, sino brazos. Que no tienen nombre, sino número. Que no figuran en la historia universal, sino en la crónica roja de la prensa local. Los nadies, que cuestan menos que la bala que los mata.4 De manera particular, el desarrollo actual de la sociedad cubana plantea importantes retos en este ámbito, en correspondencia con las transformaciones económico-sociales en curso, lo cual exige una valoración crítica de lo realizado hasta el momento; especialmente, de las últimas experiencias puestas en práctica y la elaboración de políticas consecuentes con los desafíos sociales. Ello, sin dudas, deviene un tema controvertido pero urgente. Estos apuntes solo pretenden valorar la importancia de la elaboración de una filosofía de la educación con un enfoque cultural e identitario, como parte de los retos actuales de las Ciencias Sociales, que sirva de sustento a la concepción, proyección y realización de una educación para la emancipación y el trabajo creador, en defensa de la vida y de la condición humana y de los valores éticos superiores que le son consustanciales al proyecto social cubano. Se trata de otra mirada al problema. 2 II.LA EDUCACIÓN COMO OBJETO DE LAS CIENCIAS SOCIALES EN EL CONTEXTO DE LA SOCIEDAD CONTEMPORÁNEA. Las demandas que los tiempos actuales colocan ante las Ciencias Sociales, especialmente para nuestros pueblos latinoamericanos, plantean la necesidad de atender , en el proceso de producción del conocimiento social, a la superación de problemas como la desarticulación y fragmentación de saberes, el sectorialismo, el regionalismo, el predominio del diagnóstico sobre la transformación, el poco énfasis en la ética del conocimiento…Lo anterior pasa por la comprensión de la necesidad de eliminar la separación entre la teoría y la práctica. En consecuencia, ello exige comprensión y aprendizaje de relaciones esenciales como economía-historia-cultura-ideología-política-ciencia-identidad-ética-valores;la visualización y legitimación de los aportes y contribuciones de diversas generaciones a lo largo de la historia de los pueblos; la determinación y asunción de perspectivas investigativas plurales; ello exige, asimismo, de la reflexividad crítica, de una visión alternativa desalienadora, del diálogo de saberes, de la construcción intersubjetiva en tiempos y espacios sociales, de la intencionalidad del conocimiento entendida como compromiso con la transformación, de la incorporación de la perspectiva de la cotidianidad, de la necesidad de lograr la visibilidad de los resultados alcanzados, especialmente, en el sentido práctico…. Si el objeto de estudio lo constituye la educación se requiere en consecuencia atender a la necesidad de solucionar las graves carencias educativas y trabajar por una educación de calidad como sustento esencial para el desarrollo humano, la apropiación de los saberes contemporáneos y la inserción en los complejos escenarios actuales. La reflexión filosófica en la contemporaneidad5 no puede eludir el reto que significa pensar la educación en las condiciones del desarrollo social actual… De ahí la importancia del examen de los diversos escenarios, en los que esta se desarrolla. Es por ello que se requiere situar la mirada en el desarrollo histórico-social desde la 2da. mitad del Siglo XX a principios del XXI- décadas del 60-90/ 2000…-en el que se destacan un conjunto de acontecimientos que matizan el panorama social contemporáneo, entre ellos la Guerra de Vietnam, el movimiento de los hippies; el 68 francés; las luchas antirraciales- Panteras Negras; el triunfo e impacto de la Revolución Cubana; los movimientos de liberación nacional; la crisis de recursos naturales; el Derrumbe; el auge del sistema de dominación imperialista; los movimientos emergentes en América Latina y los consiguientes procesos de integración; la crisis sistémica del capitalismo actual; el cambio climático… Desde el sistema de dominación imperialista cuyo rostro visible, exportable sigue siendo el fabuloso desarrollo científico y tecnológico en el contexto de la polarización riqueza –pobreza, con los excluyentes beneficios que del mismo se derivan, las precarias relaciones hombre-naturaleza-sociedad y la ausencia de una conciencia y voluntad planetaria para el enfrentamiento a la mayor crisis ecológica 3 que ha padecido el Planeta Tierra como claustro natural de la Humanidad, la crisis de gobernabilidad en múltiples países asociadas a la crisis estructural del sistema capitalista, las complejas relaciones internacionales y consiguiente manipulación de los organismos que las representan y la fragilidad de la Paz como entidad a escala internacional y su permanente vulnerabilidad, constituyen entre otras las características esenciales del universo que compartimos. Ello a su vez va acompañado de la prevalencia de lo objetual sobre lo esencial a partir del culto al mercado, de la dominación como rasgo esencial de la cultura, es decir, la imposición de modelos culturales junto a la agresión a las identidades en paralelo con procesos homogeneizadores bajo el velo del todo vale así como la manipulación y monitoreo de las subjetividades sobre la base de la monopolización de los medios de difusión y comunicación lo que constituye una verdadera agresión mediática. Así lo refiere E. Galeano el capitalismo luce el nombre artístico de economía de mercado el imperialismo se llama globalización; las víctimas del imperialismo se llaman países en vía de desarrollo, que es como llamar niños a los enanos; el oportunismo se llama pragmatismo; la traición se llama realismo; los pobres se llaman carentes…o personas de escasos recursos…6 Sociedad contemporánea que transita por los inicios del Siglo XXI marcada por la imagen, los signos, los símbolos, el espectáculo…como consecuencia del dominio de los medios de comunicación audiovisual en el contexto de la llamada industria de la propaganda cuyo soporte esencial pasa por el fabuloso desarrollo científicotecnológico- en el ámbito filosófico y artístico se pueden identificar problemas, corrientes, movimientos asociados al decurso económico, político- social , científico e ideo-cultural.. En el orden filosófico ello pasa por diversos temas y problemáticas como el conocimiento, el lenguaje, la ciencia, la tecnología, la sociedad, la política, la educación…. y su desarrollo transcurre mediante el diálogo e integración de saberes, por el carácter transdisciplinar de la investigación, así como por diversidad de corrientes; entre las que se destacan el Estructuralismo, el Posestructuralismo, el Constructivismo, la Hermenéutica, el Postmodernismo…y los llamados saberes emergentes que representan una verdadera revolución epistemológica. Igualmente, el denominado arte de la postmodernidad se encauza en diversas expresiones como minimalismo; assemblages; enviroments; politik kunst; happening; performance; body art; land art; eco-art; arte cinético, sonoro; digital…que devienen expresiones de los caminos seguidos por la sociedad actual, y particularmente por la ciencia y la tecnología, lo cual confirma la comprensión dialéctico-materialista de la existencia de profundos nexos e interrelaciones entre las diversas esferas de la sociedad, dado su carácter sistémico. Tal cuadro del mundo, en síntesis, explica por qué se requiere hoy pensar la educación en su condición de proceso social complejo, dada su naturaleza social y su esencia histórico-cultural. Y es que las tres cuartas partes del mundo, el menos favorecido, en el que se insertan las sociedades latinoamericanas demandan una 4 educación directa, crítica, dialogadora, reflexiva, creadora, desarrolladora, original…en consecuencia, liberadora, fundante, emancipadora, por cuanto, una de las cuestiones más importantes de la reflexión filosófica de la educación la constituye el problema actual del sujeto de la educación: alienación, exclusión, marginación, dependencia y dominación.7 Ello solo puede realizarse desde una cultura de la liberación. Una mirada a dicho problema, en el complejo mundo en que vivimos, marcado por profundas contradicciones y el fabuloso desarrollo científico y tecnológico exige considerar su inserción en una realidad social caracterizada por el sistema de dominación imperialista que determina desde el diseño de las relaciones internacionales hasta los modelos culturales que se difunden desde la industria de la propaganda- y regidos por el poder mediático- y que, sin dudas, influyen en las aspiraciones humanas, moldeando y modelando las subjetividades. Ello incide notablemente en el ámbito educativo y subyace en la elaboración de las políticas educativas así como en la selección de los contenidos y medios educativos, si de lo que se trata es de preparar al hombre para un mercado del trabajo o para el trabajo creador. Así, un mundo marcado por múltiples procesos de mundialización y sus consiguientes crisis, también múltiples, por profundas e irreconciliables contradicciones, deviene expresión de extraordinarios desafíos. En resumen, junto a las grandes conquistas del pensamiento y el sentimiento humanos, se visibiliza el gran desafío de su defensa que pasa por la propia existencia de la Humanidad, notable paradoja de los tiempos actuales porque se ha expresado ¿ Cómo es posible que el adelanto humano, basado en el conocimiento, la ciencia y la tecnología, devengan simultáneamente amenaza a la vida en todo el planeta, conduzca a la fragilidad de las sociedades y al empobrecimiento valorativo, material y espiritual del hombre? ¿Cómo es posible que el conocimiento científico humano erigido sobre pilares sólidos de objetividad y veracidad haya conducido a procesos destructivos y depredadores del presente?... 8 De ahí, la importancia de plantearse la interrogante de ¿cómo pensar la educación? Ello deviene un gran desafío para las Ciencias Sociales, especialmente para la filosofía de la educación, que por supuesto no es la única perspectiva, dada la existencia de diversos saberes, ciencias y disciplinas específicas que toman a la educación como objeto. Ello implica la comprensión de la educación en un sentido amplio e integral, en su condición de proceso social complejo, dada su naturaleza social y su esencia histórico-cultural porque ella no solo cumple la función de reproducción de referentes valorativos sino de agente del cambio social y transformación humana, en tanto constituye un proyecto cultural para la formación humana, lo cual pasa por la identificación, interpretación, defensa y preservación de la vida, del planeta y de todo lo valioso creado por la Humanidad. Es por eso que la educación de la personalidad sigue siendo un inmenso reto para el ser humano en el siglo XXI, por lo que se coloca en un primer plano desde el 5 punto de vista educacional y científico, respecto a las presentes y futuras generaciones, encargadas de preservar lo logrado y alcanzar nuevas metas. Sin embargo ello exige volver los ojos al pasado, para hallar en su historia claves necesarias en la interpretación de su naturaleza, objeto, dimensiones, principios, problemas e interconexiones… III.UNA MIRADA A SU HISTORIA… Anclados en el presente y mirando hacia delante, no puede desconocerse que la educación, inserta en condiciones histórico-sociales determinadas y en tanto expresión de intereses y finalidades socio-clasistas, como problemática y dimensión de la filosofía ha acompañado su desarrollo a lo largo del tiempo, desde las Antiguas Culturas Orientales hasta la actualidad, en los que se aprecian hitos esenciales en dicha evolución. Y aún cuando la reflexión filosófica no haya colocado a la educación como centro de análisis particular en un contexto determinado, el propio proceso de elaboración filosófica, en la dialéctica de lo individual y colectivo, ha conllevado la creación y aceptación de escuelas filosóficas, la relación entre el Maestro y sus discípulos- sea Pitágoras o Hegel- lo cual siempre ha referido la cuestión de la transmisión del legado filosófico como parte del legado cultural de unas generaciones a otras y su papel en la formación humana para dar respuesta a las tareas históricas que la época le impone. En la India, desde los Vedas hasta las Leyes de Manú o en China, en el pensamiento de Confucio se van delineando problemas relativos a la transmisión de la sabiduría, a los sentimientos y a la formación de una conciencia, a la existencia de reglas y el descubrimiento del orden, a los aprendizajes necesarios para la vida en armonía con la naturaleza… Ya en el siglo V. griego en la polémica entre Sócrates y la Sofística en torno al problema de si la virtud se aprende o no se aprende, se expresa uno de los aspectos esenciales asociados a la educación, la problemática axiológica. Ello conllevaba el enfrentamiento entre dos paradigmas culturales. La propia existencia de la Academia o del Liceo, contenía en sí misma, el problema de la escuela filosófica y de la manera en que se adquirían y transmitían los conocimientos. Para Platón solo el que supiera Geometría podía penetrar en el recinto y el propio Aristóteles distinguía entre la enseñanza esotérica y exotérica. Séneca, a su vez, refirió cuán largo se hacía el camino de la educación a través de teorías y lo corto y eficaz, mediante el ejemplo. De igual forma estuvo presente en el Medioevo en tanto la propia Escolástica, como su nombre lo revela, refiere la transmisión de la doctrina elaborada anteriormente por los Padres de la Iglesia. Y la propia historia del desarrollo de las Humanidades refiere el sendero recorrido en clave de formación humana, desde la PAIDEIA, el ARETË, la HUMANITAS, el 6 TRIVIUM o el QUATRIVIUM, la BONAE LITTERAE9, entre otros paradigmas culturales y educativos en diferentes épocas. La Modernidad irrumpió con la necesidad de determinar el método universal del conocimiento. Para ello Bacon asumió el reto de eliminar los ídolos de la mente que impedían la asunción de aquel mientras que Descartes fijaba con la duda el camino de la adquisición de la verdad…Ambos construyeron, desde sus fundamentos científicos y filosóficos las dos caras de una moneda, en tanto procesos mentales y métodos de investigación, presentes hoy en los estudios en torno a la educación. Pero, lo que distingue verdaderamente a los Tiempos Modernos fue el empeño de los hombres que fundamentaron ideológicamente el camino de la revolución en la Francia del siglo XVIII, como Juan Jacobo Rosseau, de ilustrar las mentes, a tal punto que el propio Marx refería la paradoja de la educación del educador. Y que el siglo XIX alemán no pudo resolver desde los aportes del Idealismo Clásico. Solo prefigurando el papel de la práctica podía hallarse la solución, tarea históricofilosófica llevada a cabo con el surgimiento del Marxismo, en tanto, verdadera revolución en la filosofía. Desde la herencia de la Modernidad, el siglo XX fijó con fuerza el papel del paradigma empírico-analítico o racional- positivista a tal punto que hoy deviene una cuestión esencial conceptual e instrumental en la metodología de la investigación educativa, que se debate en la relación de lo cuantitativo y cualitativo, o en la separación de las finalidades en el orden de lo educativo e instructivo, entre otras cuestiones que no es más que la expresión en el ámbito educativo o pedagógico de la distancia establecida entre la ciencia y el valor, sin encontrar el verdadero camino, que solo puede hallarse desde la dialéctica de lo cuanti-cualitativo y viceversa, del conocimiento y el sentimiento, del ser y el deber ser, de la ciencia y la ética… En América Latina, el problema de la educación en uno de los grandes temas del pensamiento filosófico y pasa por la comprensión del ser del latinoamericano…. Si en el pensamiento de las altas culturas americanas y en los pueblos originarios va a estar presente en el orden de la herencia transmitida y en los siglos sucesivos va a hallar su espacio también en la llamada escolástica reformada, el siglo XIX se convertiría en el escenario histórico-cultural por excelencia para que en el proceso de gestación de las concepciones emancipadoras y su concreción en las luchas independentistas, la educación adquiriera extraordinaria significación en el quehacer teórico-práctico de figuras emblemáticas de la filosofía, la pedagogía, la política, la literatura y el arte…10 De igual forma, la educación ha estado presente en el siglo XX como uno de los grandes temas de reflexión del pensamiento latinoamericano junto a la política y la estética. IV.NATURALEZA, OBJETO, DIMENSIONES, PRINCIPIOS, PROBLEMAS INTERCONEXIONES: ALGUNAS APROXIMACIONES E 7 Una mirada actual a la Filosofía de la Educación, en el contexto de las Ciencias Sociales y Humanas y de las Ciencias de la Educación11 conlleva la comprensión de la necesaria penetración en su historia, naturaleza, objeto, dimensiones, principios así como los problemas que se plantea y las interconexiones que conlleva. Todo ello permite comprender, a su vez, su alcance y significación, lo que pasa incluso por el ejercicio de repensarla desde la cultura de la liberación, frente a la dominación. En el orden teórico-conceptual, deviene una problemática muy compleja que pasa por el abordaje transdiciplinario, multidisciplinar e interdisciplinar – desde diferentes ciencias y disciplinas- de los conceptos educación, conocimiento , formación humana, valores, educación en valores, entre otros, que refieren procesos complejos de naturaleza filosófica- socio-psico-pedagógica…como expresión de la dialéctica de lo social y lo individual, lo ideal y lo real, lo nuevo y lo viejo, lo universal y lo particular, lo diverso y lo idéntico…lo que conlleva lecturas diferentes desde los diversos objetos de dichas ciencias. De ahí, los enfoques provenientes desde la Filosofía, la Ética, la Estética, la Filosofía de la Educación, la Sociología, la Sociología de la Educación, la Psicología, la Pedagogía…entre otros. Por ello constituye una exigencia atender a los aportes que las diversas ciencias sociales proporcionan para el examen científico de los procesos de socialización y educativos, aún cuando se asuma una perspectiva determinada. Mucho se ha polemizado en torno a la ubicación y naturaleza de la filosofía de la educación pero desde fines del siglo XIX y principios del XX se admite como una ciencia esencial en el análisis y proyección social, cultural y educacional.12 Se sitúa como una de las Ciencias de la Educación en tanto aporta los fundamentos cosmovisivos esenciales para el examen de la educación como un proceso social complejo. Y es que esta-la educación- se ha convertido en un tema de extraordinaria significación en el mundo actual. Baste señalar la proyección de la UNESCO a fines del siglo XX al plantarse los cuatro pilares esenciales que conlleva la educación: aprender a conocer, a hacer, a convivir, a ser 13 o la interpretación del problema- de gran impacto- que ofreciera un teórico de la complejidad como Edgar Morin al plantear Los siete saberes necesarios para la educación del futuro, justamente en el año 2000: Las cegueras del conocimiento: el error y la ilusión; los principios de un conocimiento pertinente; enseñar la condición humana; enseñar la identidad terrenal; enfrentar las incertidumbres; enseñar la comprensión; la ética del género…14 Y a los cuales posteriormente el propio autor le adicionó la existencia de ¿un octavo saber?que tiene que ver con el tiempo, con la historia.15 De ahí la importancia del debate en torno a - qué es y qué no es - la filosofía de la educación. Así se comprende por Gastón Mialaret (1981) que : no se limita únicamente al análisis de las finalidades de la educación; también tiene como función “elucidar los problemas, aclarar las antinomias que residen en el corazón del acto de educar (cultura y naturaleza; libertad y condicionamiento, etcétera), 8 pero también investigar las condiciones de la posibilidad de educación y, por lo tanto, afirmar cierto número de principios más allá de los cuales ya no puede remontarse el análisis y sin los cuales la educación no puede existir”. El análisis filosófico nos conduce, pues, a otra forma de análisis y de comprensión de las situaciones educativas, dando de este modo a la acción educativa una dimensión que no pueden aportar las otras ciencias de la educación. 16 De igual forma se ha señalado por Viviana Sargiotto (2004) que: La Filosofía de la Educación no es una galería de opiniones y de ideas que algunos filósofos tuvieron sobre la educación…tampoco es la mera aplicación de algunas categorías acuñadas por los filósofos a lo que se supone subyace en los problemas educativos: una concepción del hombre, una concepción de la verdad , del bien, de la historia…La Filosofía de la Educación se mueve desde dentro del movimiento mismo de la práctica educativa y de las Ciencias de la Educación, cuestionando fundamentos y legitimaciones del mismo. 17 Por ello, al sistematizar las maneras de su interpretación, Gerardo Ramos ( 2004) señala que : muy variadas, y no siempre adecuadas, son las formas de concebir en interpretar a la filosofía de la educación en el transcurso de su larga historia. Entre ellas podemos encontrar su comprensión como la enseñanza del pensamiento filosófico en el contexto de la educación en general o en los cursos que preparan a profesores, como sistema teórico o escuela de pensamiento que reflexiona acerca de las bases o significados formativos y/o existenciales de la educación, como modo de vida o comportamiento al interior de la escuela o del proceso docente, como disciplina sobre la apreciación de valores en la educación, como las asunciones o creencias que conscientemente o no se encuentran presentes en el proceso educacional, como análisis lingüístico o conceptual de la educación, como estudio de carácter ya sea empírico y/o lógico del fenómeno educativo, como filosofía moral en el contexto educativo, como teoría de la educación, como disciplina acerca de los fines y funciones de la educación, como forma de reflexión crítica y justificación de los propósitos de la educación, como base o instrumento del establecimiento de políticas educacionales a diferentes niveles, como disciplina que vincula la educación con el sistema social en que se desenvuelve, como metadiscurso de análisis de la actividad educacional, como instrumento para perfeccionar la formación del individuo, entre otras muchas.18 Así, son múltiples las miradas a su naturaleza y objeto. Conocidos teóricos en este campo debaten y se pronuncian en torno a múltiples aspectos. Así, Vázquez Piñón (1989, 2006) la considera como … el esfuerzo teórico para configurar reflexiones respecto a la educación para determinar los fundamentos que explican las vinculaciones de la acción educativa con la realidad social…examina la acción educativa como relación social determinada por la política, valores y fines históricos de la sociedad…”19 ; Octavi Fullat (1992) la valora como un saber globalizador, comprensivo y crítico, de los procesos educacionales que facilita presupuestos antropológicos, epistemológicos y axiológicos, amén de producir análisis críticos…20 ; Marta Martínez Llantada(2003) la define … como un saber general acerca de los procesos y acciones educativas a partir de presupuestos 9 antropológicos, epistemológicos y axiológicos, con un enfoque crítico metodológico general…21 Para Justo Chávez (2003) tiene como objeto de estudio el determinar qué es la educación, para qué se educa al hombre, y a su vez, servir como guía orientadora para la definición de todos los demás fundamentos teóricos de la pedagogía, así como de sus categorías esenciales22 Entonces, la filosofía de la educación, al decir de Rigoberto Pupo (2008), tiene por objeto la formación humana en su máxima expresión, es decir, preparar al ser humano para el trabajo creador y la vida con sentido. En sí misma es una cosmovisión en torno al hombre en relación con el mundo, concretado en un pensar, un sentir y un actuar, mediado por la comunicación (intersubjetividad), y con ello, una visión cósmica de la relación hombre – naturaleza, en tanto proceso cultural donde éste (el hombre) se naturaliza y la naturaleza, se humaniza. Este proceso se compendia y concreta en la cultura23 Por lo anterior, si la educación es formación humana, esta solo se realiza a partir de la determinación de los fundamentos, finalidades, contenidos y procedimientos requeridos para llevar a cabo tal objetivo, lo que exige la profundización en sus fundamentos cosmovisivos y ello le corresponde a la filosofía de la educación, que como ciencia enfrenta hoy múltiples retos para su desarrollo, los que pasan por la determinación de los presupuestos esenciales que devienen ante todo: epocales, es decir, socio-económicos, políticos e ideo-culturales, éticos, ambientales….lo que conlleva, a su vez, desde lo planetario, lo regional, hasta la realidad particular de los diferentes países. Todo lo cual aparece hoy conectado con el destino de la Humanidad, en tanto, necesaria identificación, formulación y búsqueda de soluciones de los grandes y diversos problemas que la afectan, desde la compleja y controvertida relación con la naturaleza hasta aquellos relacionados con la propia esencia humana. Entre los muchos aspectos que se debaten referida a esta ciencia se encuentra el tema de sus funciones: Así para Justo Chávez(2003) la constituyen la antropológica: ¿qué es el hombre?, ¿en qué consiste la esencia humana?, ¿es el hombre educable; la epistemológico-metodológica: ¿qué es el conocer?, ¿hasta dónde conocemos?, ¿qué es lo verdadero? y además, ¿cómo conoce el hombre?, ¿con qué instrumentos?;el análisis del lenguaje educativo, la precisión de conceptos, juicios y razonamientos sobre educación, la definición de ¿qué es la educación; la axiológica: ¿qué debo hacer?, ¿qué es bueno, malo, justo, bello?, ¿de dónde extraer normas para actuar? y la teleológica: Indicación del sentido educativo, o sea, del destino del hombre; ¿para qué?...24 De igual forma Martínez Llantada (2003) afirma que tiene un puesto que se traduce en: poner en orden, dar coherencia en los diversos resultados educativos; lograr un principio generalizador que dé unidad a las Ciencias de la Educación separadas en sus objetos específicos; proponer principios, finalidades y ordenamiento del saber educacional; dar un discurso a la educación con fuerza y valor de demostración política, reflexionar críticamente sobre la práctica científico educativa y la teoría de la 10 época25Asimismo, al referirse a los principios los comprende como su carácter sistémico, histórico, multifuncional, humanista y de reflejo conceptual generalizador26 Y es que la educación deviene un proceso social complejo, entendida tanto en su carácter institucional, como en el entramado social que conlleva; así como la lógica de desarrollo que la tipifica. Asimismo, está insertada en condiciones histórico-sociales concretas, responde a intereses y finalidades de las clases hegemónicas y por tanto, reproduce los ideales, valores y normas que las caracterizan. Es por ello que estos se orientan a la modelación de necesidades, intereses, expectativas, gustos, preferencias…y comportamientos. Sin embargo, el desarrollo social tiene que ver con las condiciones de existencia de niños, adolescentes, jóvenes; de hombres y mujeres, con el acceso a los productos y valores culturales, con las posibilidades reales de superación y realización plena, con la inserción real en la dinámica social, lo cual no implica a todos los sectores sociales en sociedades excluyentes. Todo lo anterior explica el papel de las políticas públicas en este campo y su incidencia en el desarrollo social de un país, que por supuesto, no equivale necesariamente al crecimiento y desarrollo económico de dicho país. Pero, ello exige comprender a su vez, que el diseño, proyección, elaboración y ejecución de las políticas públicas en educación- que desempeñan un importantísimo papel para el desarrollo social- está condicionado por los intereses de las clases dominantes, por lo que la relación educación-desarrollo social tiene un sustrato económico, político y socio-clasista muy profundo que no puede eludirse. Así lo refiere Magallón Anaya ( 2010) Debemos insistir en que la educación como aquí la entendemos, no obstante su significado radical, no es la panacea, sino es sólo un instrumento para el cambio social dentro de una sociedad que quiere superar las desigualdades y la violencia estructural e institucionalizada.27 De ahí, la importancia que adquiere la educación en sociedades con proyectos sociales inclusivos, en los que se trabaja por el desarrollo pleno de amplios sectores de la sociedad que han sido excluidos históricamente. Igualmente, se convierte en un requerimiento esencial considerar su carácter multifactorial por lo que deviene imprescindible la realización de una labor orientada al logro de la coherencia, desde el punto de vista teórico y práctico, en el funcionamiento de los diversos agentes socializadores y en la ejecución de las diversas acciones educativas consustanciales al proceso de socialización de niños, adolescentes y jóvenes. Problemas que se expresan también en el ¿qué? , el ¿por qué? el ¿para qué? en los ¿quiénes? y en los ¿cómo?; en ¿cómo acortar la distancia entre el ideal y lo real? En ¿cómo socializar las buenas prácticas?...En fin, en el modelo de sociedad, en el tipo de ser humano a formar, y en el tipo de educación En consecuencia, cualquier aproximación al fenómeno educativo hoy supone considerar de dónde venimos, pero, sobre todo, hacia dónde vamos y ello “pasa”, por supuesto, por el examen de las condicionantes epocales que determinan, en gran medida-atendiendo a los diferentes escenarios- las finalidades y los medios, 11 en términos educativos. Sin embargo, el por qué y el cómo, tienen un presupuesto esencial: el ser humano, del que se parte- el real- y el que se aspira- el ideal, al considerar el papel regulador de los fines, normas y valores Y es que, aunque la reflexión en torno al problema de la educación, presente en la tradición filosófica en diferentes latitudes, ha constituido una preocupación consustancial al ser humano, en tanto conlleva la transmisión de la herencia cultural y especialmente, su impacto en los comportamientos, los desafíos propios del tiempo que transitamos exige pensar la realidad y conjuntamente, la educación- hoy más que nunca desde la cultura y las identidades-encarnadas en los valores. Sobre todo por lo que conlleva de condición humana, en un mundo en que se atenta todo contra ella. Se trata, entonces, de reflexionar en torno a la validez de repensar la filosofía de la educación ante las urgencias que el mundo contemporáneo le plantea a la Humanidad y desde luego, a la sociedad cubana inmersa en la realización de un extraordinario proyecto social, condición esencial de nuestra existencia como nación. En consecuencia, al construir una filosofía de la educación con enfoque cultural e identitario deberá concebirse como un saber, esencialmente humanista, acerca de la educación como proyecto cultural para la formación humana , es decir, para la emancipación y el trabajo creador, en defensa de la vida y de la condición humana y de valores éticos superiores ; enraizada en la tradición de pensamiento y práctica filosófica, pedagógica, ética de cubana y latinoamericana, que parte de la aplicación de un método reflexivo-crítico desde la dialéctica materialista, que reconoce el valor metodológico de la cultura, una filosofía de la educación esencialmente humanista y abierta a la incorporación de nuevos saberes. Solo así se expresaría en una mirada desalienadora de la educación, ajena a todo tipo de dominación, dirigida a la transformación de hombres y mujeres, a la formación de la niñez, la adolescencia y la juventud para el presente y el porvenir. Y es que la educación, entendida como totalidad, en sus múltiples determinaciones constituye una mediación por lo que deviene asimilación creadora de los productos de la cultura y preservadora de la identidad, en sus diferentes niveles….Así, la educación, desde la cultura como su fundamento, en su profunda esencia cultural, significa ante todo un proyecto cultural para la formación humana, para la conformación y expresión de su identidad. Este es, como ha dicho un defensor de alternativas al poder hegemónico”…un momento muy especial de la historia universal. Cuando la humanidad ha llegado al umbral de la catástrofe total o del parto de una nueva civilización. No obedece a intención apocalíptica alguna afirmar que este es un dilema que se dibuja en el horizonte. Hoy hemos aprendido de nuestros fracasos que el trazado de la transformación socioeconómica que conduzca a un mundo mejor pasa por una mudanza moral, por la inteligencia que las generaciones involucradas logren transmitirse en esta dirección, y por la implantación consecuente de una cultura de vida…” 28 Tales desafíos bien pueden resumirse en la comprensión la sociedad, del ser humano y en consecuencia, de la educación. 12 Así, pensar la sociedad desde la filosofía de la educación entonces, exige hoy hacerlo desde las dimensiones económica, socio-política y ecológica ya que solo así puede comprenderse la sociedad no solo como totalidad real actual, sino en la perspectiva del cambio y proyección futura, ello sugiere una actitud responsable con la naturaleza y el medioambiente. Entonces, al plantearse la interrogante de ¿qué tipo de ser humano se necesita para el logro de una nueva socialidad? en clave humanista, es decir de un nivel más alto de humanidad describe las dimensiones antropológica y axiológica de la filosofía de la educación. De igual forma, al reflexionar sobre qué tipo de educación se requiere asumir en el examen de la filosofía de la Educación, cómo ha de ser, las exigencias y aspiraciones, el ser y el deber ser de la educación, se aprecia el imprescindible enfoque epistemológico, lógico y metodológico, en tanto dimensiones de análisis de la misma. Todo lo anterior revela las dimensiones que subyacen en el examen crítico del proceso y acto educativos, desde una auténtica visión filosófica de la educación, con enfoque cultural e identitario. De igual forma, atendiendo a todo lo que argumentamos anteriormente, al plantearnos el tema de los principios de una filosofía de la educación con enfoque cultural e identitario, más allá de las visiones diversas, no pueden dejar de considerarse : el humanismo, el historicismo, el carácter cultural e identitario, la multidimensionalidad y la reflexión crítica. Al constituirse en puntos de partida, en la base de todo examen, los principios se convierten en una guía para el examen del tema de la educación desde una reflexión cosmovisiva por lo que orientan el análisis. Desde el ser humano como medio y como fin, la inserción en condiciones histórico-sociales determinadas, los referentes culturales e identitarios esenciales, la diversidad de aspectos y facetas que conlleva, hasta el modo de obrar y los procedimientos que exige. También – y como complemento en el examen del problema- desde una perspectiva sociológica-atendiendo al diálogo de saberes- se subraya que “queda claro que las metas de los sistemas educativos en los diferentes países varían de acuerdo con sus realidades culturales, económicas, políticas y sociales, de manera que el principal elemento común parece ser la formación de una persona éticamente responsable como individuo y como ciudadano “29 Ello supone identificar, detrás de todo sistema educativo y en su fundamento, la existencia de una cosmovisión de la educación signada por una concepción acerca de la formación humana y del sentido de la vida de cada ser humano. De ahí, la importancia de la permanente reflexión crítica de la práctica y acción educativas, en el contexto del objeto de la Filosofía de la Educación que deviene 13 disciplina reflexiva que examina la acción educativa como relación social determinada por la política, valores y fines históricos de la sociedad.30 Al respecto Martínez Llantada (2003) la definía como una concepción general del proceso educacional que surge como resultado de un enfoque integrador, cosmovisivo y crítico-axiológico de este como proceso complejo y contradictorio en que se produce la formación del hombre, mediante la asunción creadora de los valores de la cultura universal a partir de la identidad nacional y transformación práctica 31 En sus Cartas a Cristina, Paulo Freire (2005) llamaba al análisis de la práctica educativa- de una situación educativa cualquiera- para develar críticamente sus elementos constitutivos: espacios, escenarios, los sujetos, el contenido o el objeto, cierta utopía, dimensión ética…entre otros.32 Todo lo anterior ilustra como la filosofía de la educación deviene una concepción en construcción que aun hoy ofrece más interrogantes que soluciones que requiere pensar el objeto: la educación, desde las múltiples miradas de las ciencias en tanto proceso social complejo, desde la connotación de lo diferente, de lo mestizo, del otro, de los nadie,,,, vía de transformación del ser humano, que plantea diversos problemas desde el de la concepción del hombre en tanto ser educable, el problema de los valores y de los fines de la educación 33, el problema del proceso de enseñanza-aprendizaje como parte de la actividad educacional para su desarrollo de un modo más consciente, óptimo, eficiente, eficaz y pertinente34, el problema de la incidencia en la acción, en la praxis,35 el problema de qué se asume como educación, sus fines y elementos constituyentes,36 el problema de las vinculaciones de la acción educativa con la realidad social 37 Todo lo cual exige comprender que la educación no puede abordarse como una entidad abstracta, ahistórica y supraclasista sino como una esfera social en la que inciden la economía, la política, la cultura y que si bien reproduce la lógica del poder y los referentes culturales asociados al mismo, también puede convertirse en una vía de legitimación de los intereses y aspiraciones emancipatorias de amplios 38 segmentos de la población. Ello coloca en el centro del debate profundas y complejas interconexiones que pueden hallar algún sustento en una reflexión filosófica de la educación y que un examen del fenómeno educativo no debe obviar: El vínculo entre Sociedad-Individuo-Educación que comprende desde el modelo de sociedad a construir, el ser humano-hombre y mujer-a formar, en correspondencia con las aspiraciones y el tipo de educación a desarrollar. El nexo entre Política- Cultura- Educación que conlleva la relación entre las políticas culturales y educacionales sin olvidar el sustrato socio-económico que las sustentan. La relación entre las finalidades y objetivos con los contenidos, métodos y medios, lo que requiere establecer gradaciones y derivaciones entre las finalidades últimas y supra-objetivos, los valores, las estrategias, los contenidos y los métodos, procedimientos y técnicas. 14 La distinción entre una concepción crítica de la educación y la manipulación o adoctrinamiento 39entre intencionalidad o neutralidad… Y es que más allá del carácter humanizador de la educación, esta no puede examinarse al margen de relaciones espacio-temporales que determinan su contenido y alcance. De ahí, la referencia a una Filosofía de la Educación, desde un sustrato histórico-cultural peculiar y sus consiguientes expresiones identitarias. De acuerdo a lo anterior, se perfilan muchas interrogantes que devienen problemas a debatir y que exigen la realización de un estudio serio y riguroso. Entre ellas pueden mencionarse: 1. ¿Filosofía o Filosofías de la educación? ¿En singular o en plural? Ello también “pasa” por una mirada desde el Sur frente a la visión de la dominación lo que tiene su sustento en que bien el fenómeno educativo, dado su carácter de proceso y la complejidad que le es consustancial requiere hoy de un estudio interdisciplinario y transdiciplinario, lo que involucra diversos saberes en articulación necesaria, no puede desconocerse el imprescindible sustrato cosmovisivo que se encuentra en la base de todo análisis acerca de la teoría y la práctica educativa. 2. ¿Volver los ojos al pasado? Se trata de la necesidad de mirar atrás en tanto pueden hallarse claves esenciales desde una filosofía de la educación en su historia junto al estudio de textos imprescindibles en la aproximación histórica de la humanidad a la educación. Desde las Antiguas culturas orientales o las Altas culturas americanas, o en la tradición occidental o en el pensamiento árabe, o en las culturas latinoamericanas y cubana pueden hallarse textos con acercamientos peculiares- desde la literatura, la filosofía, la historia…- al proceso educativo que conduce a la transformación humana y que dibujan el sendero trazado por la Humanidad en la búsqueda de los mejores y más acertados caminos para su enriquecimiento. En ellos pueden descubrirse atisbos, miradas, pistas, reflexiones… que apuntan a lo que hoy se denomina filosofía de la educación. Ahí están para todos los tiempos… la Epopeya de Gigamesh, los Diálogos de Platón, la Ética a Nicómaco, el Pópol Vuh, el Emilio de Rousseau, los epistolarios de los dos Simones, Rodríguez y Bolívar…o las Cartas a Elpidio o a María Mantilla, los Aforismos de Luz o La Edad de Oro de José Martí…entre otros muchos. 3. ¿Lugar de la Filosofía de la Educación en el contexto del devenir científico contemporáneo? Se requiere la determinación del lugar de la Filosofía de la Educación en el sistema de la ciencia contemporánea, atendiendo a su naturaleza y funciones, lo que implica el esclarecimiento de su relación con las ciencias sociales y humanísticas y con otras ciencias; en última instancia, su lugar, papel, funciones y significación en lo que denominó Marx en los Manuscritos económicos y filosóficos de 1844: “…Las ciencias 15 naturales llegarán a incluir a la ciencia del hombre, lo mismo que la ciencia del hombre incluirá a las ciencias naturales: habrá una sola una sola ciencia …” 40 4. ¿Fundamentos, referentes, dimensiones, principios…? El reconocimiento de una filosofía de la educación en cuanto tal exige, a su vez, una mirada hacia su interior, lo que supone la determinación de sus fundamentos, referentes, dimensiones y principios. Ello refiere la profundización en diversos acercamientos realizados por especialistas, sin olvidar que resultan controvertidos en ocasiones. Sin embargo, lo que no puede eludirse es la existencia e importancia de fundamentos o referentes antropológicos, epistemológicos y axiológicos que sirven de sustento y orientan las soluciones a diversas interrogantes y el carácter de éstas. Al decir de Marta Martínez: “… ¿qué tipo de hombre necesita la sociedad para transformarse hacia un nivel superior de Humanidad? ¿qué esperamos de la educación? ¿qué soluciones educativas ofrecer a los problemas del mundo contemporáneo? ¿Cómo es el ser y el deber ser de la educación?...”41 En resumen, el para qué, el qué y el cómo, son preguntas que conllevan la meta a alcanzar- el mundo, la sociedad a que se aspira y en correspondencia, el tipo de ser humano- , el punto de partida- el mundo, la sociedad, el hombre y mujer, reales- y el camino a seguir- el tipo de educación, con todo lo que implica esto. 5. ¿Puede concebirse una Filosofía de la Educación como algo abstracto, “químicamente puro”? Imposible. Sobre todo, si se atiende a la necesaria contextualización socio-histórica, a sus nexos esenciales e insoslayables con otras ciencias; tampoco puede eludirse su necesaria contaminación en el decurso actual con los llamados saberes emergentes, en tanto el fenómeno educativo en el contexto del mundo contemporáneo, no se puede analizar al margen de la contribución que realizan estos, desde la óptica de complejidad, de la bioética o del holismo ambientalista, cuando la educación con visión planetaria debe apuntar ante todo, a una cultura de vida. 6. ¿Una Filosofía de la Educación desde la Cuba de hoy? Una mirada desde la sociedad cubana actual a la Filosofía de la Educación exige comprender ante todo, el necesario sentido crítico que debe asumir la reflexión en orden educativo atendiendo a la dialéctica de lo ideal y lo real, de la teoría y la práctica, de la aspiración y la realización…en el mejor espíritu de la tradición de pensamiento y práctica pedagógica y educacional cubanas y con la convicción del impostergable perfeccionamiento de las prácticas educativas actuales en su relación con la transformación de la sociedad cubana que pasa por la realización verdadera de la propiedad social socialista, la batalla real por la educación y la cultura, la lucha por la coherencia 42y el perfeccionamiento de la democracia. Estos retos forman parte de un desafío mayor: la realización, desde lo más auténtico de la 16 cultura e identidad cubanas, del proyecto social socialista como única alternativa para el existir y el ser de la nación cubana. Si la educación solo puede existir en diálogo permanente con la cultura, la ciencia y la vida ¿puede pensarse la educación sin comprender la complejidad del tejido social hoy, de los diversos escenarios sociales, las tendencias y contradicciones, las exigencias epocales, del enfrentamiento entre la palabra y la imagen como paradigmas culturales, del entorno informático que impacta la vida cotidiana , de los retos y desafíos del ser humano, es decir al margen de la vida ? ¿puede pensarse la educación sin considerar los senderos por donde se encauzan los estudios en torno a los inéditos y complejos procesos socioculturales actuales que van desde la territorialidad hasta el desdoblamiento del consumo en la cultura, pasando por la estetización de la vida social y el controvertido problema de las identidades? ¿puede pensarse la educación sin atender al decurso actual de la ciencia, a sus nexos esenciales e insoslayables con otras ciencias; a la emergencia de nuevos saberes que en su interrelación, ha dado lugar a una revolución epistemológica del saber contemporáneo y que nos indica una nueva forma de hacer y pensar la ciencia? V ¿FILOSOFÍA DE LA EDUCACIÓN EN LA CUBA DE HOY? DESAFÍOS CULTURALES PARA UNA FILOSOFÍA DE LA EDUCACIÓN Aunque pudiera parecer reiterativa, una mirada desde la sociedad cubana actual a la Filosofía de la Educación exige comprender ante todo, el necesario sentido crítico que debe asumir la reflexión en el orden educativo atendiendo a la dialéctica de lo ideal y lo real, de la teoría y la práctica, de la aspiración y la realización…en el mejor espíritu de la tradición cultural y de pensamiento y práctica política, filosófica, pedagógica y educacional cubanas. Unida a la convicción del impostergable perfeccionamiento de las prácticas educativas actuales en su relación con la transformación de la sociedad cubana. Ello exige comprender desde la cultura y filosofía de la educación cubanas, la vigencia de la convicción martiana de que “…El verdadero objeto de la enseñanza es preparar al hombre para que pueda vivir por sí decorosamente, sin perder la gracia y generosidad del espíritu, y sin poner en peligro con su egoísmo o servidumbre la dignidad y fuerza de la patria…”43 El examen de la educación, atendiendo a sus luces y sombras, refiere el condicionamiento económico, político, social e ideo-cultural, lo que se expresa en el desarrollo actual de la sociedad cubana- impactos de la crisis económica y su 17 reflejo en las esferas política, social e ideo-cultural y actualización del modelo económico -nuevas formas de propiedad y de gestión económica-impactos en la familia y las subjetividades- procesos de diversificación y desintegración social con profundos sentidos culturales; junto al deterioro del valor trabajo y su dimensión ética dada la pérdida del carácter regulador del salario como resultado de la crisis económica y las consiguientes asimetrías sociales ; la falta de coherencia en la labor de socialización y particularmente, en el proceso de educación en valores con sus consiguientes impactos en las representaciones sociales y estructura de aspiraciones de los jóvenes . No puede desconocerse que los jóvenes cubanos son, ante todo, resultado de la obra de la Revolución Cubana, han adquirido niveles importantes de instrucción y educación, pero, junto a ello han vivido una profunda crisis económica, con sus correspondientes cambios en la estructura socio-clasista y su reflejo en la crisis de valores, y de la misma forma que están influidos por el paradigma cultural de la imagen, reciben el impacto del sistema de dominación ideo-cultural del imperialismo. Todo ello tiene su expresión en sus inquietudes, aspiraciones, expectativas…en las fuentes de información que utilizan, en los patrones de consumo que poseen, en el ideal de sociedad que los orientan, en cómo piensan y si se sienten parte o no del proyecto social socialista que defendemos, entre otras muchas cuestiones. Y el escenario deviene complejo en tanto confluyen transformaciones económicas desde la aplicación de los Lineamientos de la Política económica y social, aprobados en el VI congreso del PCC, en 2011 en la llamada actualización del modelo económico cubano que comprende la multiplicidad de formas de propiedad y de gestión económica con la presencia del trabajo privado y del mercado como uno de sus componentes. Todo ello acompañado de las desigualdades ya existentes y su profundización en proceso. Junto a ello, en el plano político, es de destacarse el llamado proceso de transmisión de los poderes fundamentales -detentados por la generación histórica de la Revolución- a las nuevas generaciones, con lo que se actualiza también un problema esencial, que es el de la unidad.44 Y es que “el proceso de desarrollo y fortalecimiento de la unidad nacional cubana, entendida como unidad en la diversidad , pasa por la articulación eficiente de las actividades socioeconómicas, organizativa, jurídico-normativa e ideológico-política, lo que implica no solo el continuo perfeccionamiento estructural y funcional de la sociedad,, teniendo en cuenta la compleja sociodiversidad de la población, sino también la formación, la educación, el desarrollo de la ciudadanía en el ejercicio de la cultura participativa alrededor de la constante elaboración del consenso, el desarrollo cívico de las personas, de la conciencia ciudadana acerca del valor y significado de la unidad nacional para el futuro del país.”45 De igual forma, desde lo social se aprecian profundos procesos diversificatoriossustentados en gran medida por las transformaciones económicas- junto al problema del envejecimiento poblacional que tiene grandes impactos tanto en el 18 orden propiamente económico como demográfico y en la elaboración de las políticas públicas. Se convierte, a su vez, el ámbito cultural, en gran medida, en una dimensión definitoria del cauce del desarrollo social cubano, en tanto permite interpretar la realidad desde una perspectiva multicualitativa, con su heterogeneidad económica y sus correspondientes sujetos portadores, con la no correspondencia de las necesidades materiales y los resultados del trabajo, con las cuotas de desigualdad existentes, con la desconexión entre metas sociales y aspiraciones individuales, con la consiguiente conformación de un sistema de normas y valores contradictorios, en fin, con sus contradicciones y aciertos, con sus luces y sombras…Teniendo en cuenta la idea martiana de que “…no hay igualdad social posible sin igualdad de cultura…”46 y de que el socialismo deviene ante todo un proyecto cultural. Lo anterior sirve de base para comprender la importancia de la educación, entendida en su contenido esencial de formación humana, que solo es posible concebirla, proyectarla y realizarla desde una profunda concepción cultural encarnada en valores. La educación cubana se basa en principios básicos definidos como el carácter masivo y con equidad; el estudio-trabajo, la participación democrática de toda la sociedad en las tareas de la educación del pueblo, la coeducación y abierta a la diversidad, el enfoque de género, la atención diferenciada e integración escolar y la gratuidad.47 Todo lo anterior permite explicar que las políticas de educación cubanas, como parte de las profundas transformaciones que conllevó el triunfo y desarrollo del proceso revolucionario se fundamentan en valores como la independencia nacional, el patriotismo, el antiimperialismo, el latinoamericanismo, la emancipación social , la dignificación del hombre y la justicia social junto a la honestidad, la honradez, la responsabilidad, la laboriosidad…Todos ellos , expresión del humanismo que caracteriza a la Revolución Cubana. Y entonces, podemos considerar que modestamente, la educación cubana exhibe logros importantes que pasan desde el acceso de todos y todas, la posibilidad de la continuidad de estudios, la calidad en la formación de los profesionales, entre otros muchos aspectos. Pero, quisiera subrayar que lo más importante radica en la concepción del nexo entre cultura y educación. Al comprender desde Martí, la cultura como crecimiento humano, la educación cubana apuesta a la formación cultural del ser humano que va desde la dimensión de la cultura económica, la científica, la cultura política, en su nexo profundo con la educación moral hasta la dimensión tecnológica… Y en la educación cubana se expresan esencialmente valores como la dignidad, el patriotismo, el independentismo, el latinoamericanismo, la solidaridad… que trascienden el ser del cubano y forman parte también de lo mejor de la tradición latinoamericana. De su cultivo también depende el futuro de nuestros pueblos en Nuestra América. La historia reciente permite apreciar que sobre la base de las conquistas consustanciales al triunfo revolucionario y como parte de la revolución cultural y educacional, las transformaciones llevadas a cabo en la educación -desde la 19 erradicación del analfabetismo, el alcance de la formación básica por la mayoría de la población, el continuo perfeccionamiento y desarrollo del Sistema Nacional de Educación, entre otras aristas- aún cuando exhiben logros importantes, todavía muestran limitaciones y debilidades que devienen inmensos retos para la educación cubana. Si por un lado, nos acompaña la inmensa y hermosa obra educacional de la Revolución Cubana, por otro convivimos con la temible combinación de la centralización y el verticalismo; la falta de coherencia, la dogmatización, fragmentación y vulgarización, el fraude, los problemas de cobertura y de la calidad de la formación del personal docente. Estos últimos han resultado contradictorios pues aunque posibilitaron no solo que todas las aulas contaran con sus maestros y que el número de niños y adolescentes a atender fuera más racional, no siempre se alcanzó la calidad necesaria en la ejecutoria pedagógica de los maestros, lo que fue captado de forma visible por la población. De igual forma, vale precisar que la educación cubana está orientada esencialmente a la formación integral de las nuevas generaciones de cubanas y cubanos desde la advertencia martiana de la instrucción del pensamiento y la educación de los sentimientos. A la formación de seres humanos cultos, sensibles, críticos, comprometidos, con un estilo de pensamiento y actuación en correspondencia con el proyecto social socialista que defendemos. Por ello tiene entre sus esferas de acción la autoeducación, el funcionamiento de la escuela y el maestro en el logro de los objetivos educacionales, la independencia cognoscitiva del estudiante, la formación científica, la formación laboral del estudiante, la formación y superación del personal docente, la atención al trabajo metodológico, la atención a las vías no formales, la labor preventiva y comunitaria, la atención a la educación ambiental. De acuerdo a lo anterior, la política educacional y la obra educativa de la Revolución Cubana ha defendido a lo largo de más de cincuenta años el vínculo estudio- trabajo como un principio formador esencial. Ello supone entenderlo no solo como el trabajo con la tierra sino el nexo esencial entre la teoría y la práctica que puede verse en la formación de niños y adolescentes en la educación primaria, secundaria y preuniversitaria, como en los jóvenes en las fábricas, en las escuelas y hospitales, en su formación como ingenieros, profesores y médicos, entre otros. Sin embargo, habría que considerar – desde la dialéctica de lo ideal y lo materialque aún cuando el trabajo sigue estando en el centro y fundamento de la concepción y realización de la educación cubana, las condiciones socioeconómicas resultantes del llamado Período Especial –crisis económicaimpactaron en el valor trabajo, el cual se deprimió notablemente y ello sin dudas, se reflejó en la familia, en los jóvenes, en las subjetividades. Actualmente, el proceso de actualización del modelo económico y social, está orientado- en gran medida- al rescate de la importancia del trabajo- desde la promoción de nuevas formas de propiedad y de gestión económica- y es por eso que hoy la Educación Cubana tiene el reto no solo de seguir enarbolando dicho principio-como siempre 20 lo ha hecho- sino de reforzar su sentido ético en la formación de las nuevas generaciones. De igual forma, la política educacional y las prácticas educativas y pedagógicas asociadas a ella han colocado en un lugar priorizado la educación en valores de niños, adolecentes y jóvenes. Desde 1995, que se realizó la Audiencia Pública de la Asamblea Nacional dedicada a la formación de valores, de la cual se derivaron indicaciones y orientaciones para su concreción en los diferentes niveles educativos, se ha venido trabajando en ello con toda intencionalidad.48 Ello permite comprender la importancia que se le otorga al problema en la sociedad cubana y especialmente, la mirada hoy está en cómo se cultivan dichos valores en las prácticas educativas y pedagógicas sin formalismo, sin dogmatización, sin vulgarización y desde la cultura. Ese sigue siendo un gran desafío para la Educación Cubana sobre todo atendiendo a las complejidades y contradicciones de la sociedad contemporánea y a las propias inherentes a la realización del proyecto social socialista cubano. Se requiere, por tanto, un examen riguroso y mesurado de los resultados de la puesta en práctica de diversos programas de formación del personal pedagógico. Dicho examen, al colocar las cosas en su lugar puede evaluar los aportes de los jóvenes sujetos del cambio en las aulas de diferentes niveles de educación, en la concreción de diferentes propuestas de cambio, en la introducción del desarrollo científico y tecnológico, entre otros. Todo lo anterior fundamenta la importancia de una filosofía de la educación, con enfoque cultural e identitario, en tanto reflexión crítica que clarifica las relaciones entre los procesos educativos y la vida social para determinar el devenir de la educación.49 Lo cual a su vez conlleva las necesarias interrelaciones con otras ciencias que aportan nuevas perspectivas para el examen del problema. Pero sobre todo entenderla, desde la dialéctica de lo universal y lo particular, desde las instituciones y los sujetos diversos en diferentes escenarios. Lo anterior sirve de presupuesto para la elaboración de nuevas políticas educativas en tanto concreción práctica de las finalidades de la educación cubana en consonancia con el proceso de realización del ideal social socialista, que pasa ante todo por la defensa de la independencia, la justicia social y la dignificación humana, por la formación de seres humanos plenos, portadores de sensibilidad y de un código de valores humanistas, que actúen como piensan y sean consecuentes en sus comportamientos, que compartan responsabilidades y sean solidarios. Y es que como parte del decurso histórico cultural de la nación cubana, en los fundadores de la tradición del pensamiento cubano, filosofía y educación se convirtieron en pares inseparables como ingredientes esenciales que contribuyeron también a la conformación de la cultura y la identidad nacional, pero también se asociaron a la forja de hombres que luego defenderían su derecho a ser como nación en los legendarios campos de batalla, frente al coloniaje español. 21 Por ello, al pensar la educación desde Cuba pudiera parecer camino trillado o verdad de Perogrullo, o simplemente una repetición innecesaria volver a Martí, en tanto se ha proclamado su presencia y autoría en el nuestro presente educativo. Sin embargo, aún cuando hablamos desde un tiempo que no es el suyo, al decir de Juan Marinello, solo cabe su sola mención si lo hacemos desde la asunción consciente de una actitud martiana, la de pelearse con lo de hoy…y lo que sobran son motivos para pelearnos por lo de hoy. 50 Y es que Martí desde su profunda concepción cultural, del hombre como ser irrepetible y creador, desde su universo valorativo excepcional, aporta claves esenciales para pensar la educación hoy. 51 Porque Martí nos llama a: descubrir el inmenso caudal espiritual del ser humano y a profundizar en el proceso de su desarrollo advertir las esenciales diferencias entre las etapas recorridas por el hombre a lo largo de su desarrollo( desde la infancia) y a actuar en correspondencia con ellas entender que estos son tiempos de diálogo52 comprender el papel de lo afectivo junto al desarrollo del intelecto en el proceso de educación del hombre considerar los sentimientos principales a cultivar desde las edades tempranas: independencia y dignidad. asegurar a “...cada hombre el ejercicio de sí propio...”53 valorar que no se sabe bien sino lo que se descubre 54 sentir que “...no hay pena que no pueda consolar ni crimen que no pueda redimir el gusto de ser útil...”55 entender el valor del patriotismo como la “levadura” mejor de todas las virtudes humanas56 saber que “...quien quiera pueblo ha de habituar a los hombres a crear...” 57“...ensayarse como ciudadano de república por ser cosa difícil, desde la niñez...”58 comprender que “...las reformas sólo son fecundas cuando penetran en el espíritu de los pueblos59 Información y formación, ciencia y valor, cultura y comunicación, creación y apropiación, formación científica y formación cultural, teoría y práctica, sentimiento y razón, esencia y existencia, construcción del conocimiento y revelación de valores, la idealidad y la realidad…dicotomías que nos acompañan en nuestro existir y quehacer y que solo pueden ser superadas por la visión que nos llega desde Martí de la coherencia entre el ser, pensar, sentir, decir y obrar, clave martiana que prefigura un sendero esencial para la educación cubana. Ello exige comprender que, desde la cultura y filosofía de la educación cubanas, la educación solo puede asumirse como lo que es: proyecto cultural para la formación humana. 22 Así, el debate actual sobre la sociedad cubana, sus transformaciones y el sendero escogido en la realización del ideal socialista60para su ulterior desarrollo, no puede ignorar la importancia que adquiere la educación, su concepción, la determinación de sus finalidades, las políticas para su realización y su perfeccionamiento desde el ejercicio permanente de la crítica a las prácticas educativas. Finalmente, si nos planteamos los desafíos culturales de una filosofía de la enfoque cultural e identitario desde Cuba tendríamos que considerar que ellos pasan por la reflexión crítica, la asunción de los retos que impone el desarrollo científico y tecnológico actual; la interpretación e incorporación de los nuevos saberes; la visibilización del vínculo entre los procesos educativos y la vida social; la proyección de las nuevas políticas educativas; la incidencia en los procesos de socialización y formación de la personalidad, entre otros muchos… VI.¿CONCLUSIONES? Entonces, el enfoque del problema de la educación cubana desde una filosofía de la educación , en el contexto del devenir actual de las Ciencias Sociales, enraizada en la tradición de pensamiento y práctica filosófica, pedagógica, ética cubana, que parte de la aplicación de un método reflexivo-crítico desde la dialéctica materialista, que reconoce el valor metodológico de la cultura, una filosofía de la educación esencialmente humanista y abierta a la incorporación de nuevos saberes, en la dialéctica de lo universal y lo propio, nos puede ayudar a pensar la utopía de la educación, que al decir de Fernando Birri nos sirve para caminar. 61 De acuerdo a ello, si hoy se necesita repensar la filosofía ante las urgencias que el mundo contemporáneo le plantea al ser humano, no puede eludirse lo que representa pensar la filosofía y la educación en términos contemporáneos, es decir, ¿pensar una filosofía para la educación o una educación para una filosofía? que defiendan la vida y promuevan lo mejor de la condición humana, que se inserten en la construcción de un mundo mejor. Ello, en clave cubana, supone recordar con Martí que “…nunca, nunca fue más grande ni más pintoresco el universo. Solo que cuesta trabajo entenderlo y ponerse a su nivel, por lo que muchos prefieren decir de él mal, y desvanecer en quejas. Trabajar es mejor, y procurar comprender la maravilla, -y ayudar a acabarla…” 62 y sobre todo, no olvidar que “…Se ha de tener fe en lo mejor del ser humano y desconfiar de lo peor de él. Hay que dar ocasión a lo mejor para que se revele y prevalezca sobre lo peor. Si no, lo peor prevalece…”63 23 NOTAS Y REFERENCIAS 1. Rabrindanat Tagore.Aforismos. Pájaros perdidos.Obras escogidas.Editorial Arte y Literatura. 1985. P.396.. 2 Ver de Alicia Pino .Cultura y territorialidad. Sus mediaciones en una cartografía que se desplaza Y de Cairo Heriberto..Territorialidad.http://www.ucm.es/info/eurotheo/diccionario/T/territorialidad.ht m 3 Así lo expresaba el argentino Pablo Vonmmaro de CLACSO del grupo de trabajo Juventud y prácticas políticas en América Latina en el IV Taller Internacional sobre juventud. CIPS. La Habana12-14 de noviembre 2012. 4 Eduardo Galeano. Tejidos. Antología. Octaedro.2001. P.163.. 5 Resulta un término controvertido, sobre todo por lo que concierne al plano temporal. Su utilización para referirse a la época actual resulta recurrente. Ver de Julio Aróstegui Sánchez, « La contemporaneidad, época y categoría histórica », Mélanges de la Casa de Velázquez [En ligne], 36-1 | 2006, mis en ligne le 25 octobre 2010, consulté le 08 septembre 2013. URL : http://mcv.revues.org/2338 6 EDUARDO GALEANO Los nombres.Patas arriba. La escuela del mundo al revés. Arte y Literatura.La Habana, 2009 7 Díaz, Santiago. Reflexión Filosófica de la Educación 2013. Dirección general de cultura y educación. Dirección de educación superior. Buenos Aires, Argentina. 2013.2013. P.2 8 Carlos Delgado, Hacia un nuevo saber, La bioética en la revolución contemporánea del saber. Publicaciones Acuario Centro Félix Varela. La Habana. 2007. P26. Corresponden a los ideales de cultura de la Grecia Antigua, del Edad Media, del Renacimiento italiano y el Siglo XVIII Ffrancés y se concretan en saberes y valores que se 9 10 Entre otros muchos pueden mencionarse BENITO DÍAZ DE GAMARRA Y DÁVALOS. México (1745-1783);JOSÉ AGUSTÍN CABALLERO .Cuba (1762-1835);SIMÓN RODRÍGUEZ. Venezuela-(1771-1854);FÉLIX VARELA. Cuba (1788-1853); JOSÉ MARÍA LUIS DE MORA. México(1791-1850) ; JOSÉ DE LA LUZ Y CABALLERO. Cuba (1800-1862) ; ESTEBAN ECHEVARRÍA. Argentina(1805-1851); GABINO BARREDA. México (1818-1881); JUSTO SIERRA. México (1848-1912); EUGENIO MARÍA DE HOSTOS Puerto Rico (1839-1903); JOSÉ PEDRO VARELA. Uruguay (1845-1879); ENRIQUE JOSÉ VARONA. Cuba.( 1849-1933); JOSÉ MARTÍ (1853-1895) 24 11 Este es uno de los temas aún no resueltos. Se trata de su ubicación en el sistema de las ciencias y sobre todo qué se entiende por filosofía de la educación. 12 Marta Martínez, Naturaleza y principios de la filosofía de la educación. una reflexión 2003. P.1-7. En Filosofía de la Educación. Selección de lecturas. Editorial Pueblo y Educación. 2003 13 J Delors. La educación encierra un tesoro.Informe de la UNESCO a la Comisión Internacional para el Siglo XXI(1997) 14 Edgar Morin Los siete saberes necesarios para la educación del futuro.(2000) Edgar Morin.el octavo saber. wmv. Encuentro con jóvenes morinianos. Diálogo fraternal con navegantes de la Multiversidad Mundo Real. México. DF. 2007. 16 Gastón Mialaret: Las ciencias de la educación. España: OIKOS 1981 15 1717 Viviana Sargiotto. Programa de: filosofía de la educación y deontología Carrera: Profesorado en Ciencias de la Educación Universidad Nacional de la Patagonia Austral (2008) 18 Gerardo Ramos .Los fundamentos filosóficos de la educación como reconsideración crítica de la filosofía de la educación Revista iberoamericana de Educación.2004 19 Jorge Vázquez Piñon.,Filosofía de la educación. Secretaría de Educación Pública. México. 2006.P.19 20 OCTAVI FULLAT FILOSOFÍAS DE LA EDUCACIÓN. BARCELONA(1992) 21 Marta Martínez, Ibídem.P.8 22 JUSTO CHÁVEZ Filosofía de la Educación. Superación para el docente.( 2003) 23 Ver de Rigoberto Pupo acerca del objeto de la filosofía de la educación en Filosofía de la educación, saberes emergentes, transdisciplinariedad 24 JUSTO CHÁVEZ. Ibídem 25 Marta Martínez, Ibídem,.P.10 26 Marta Martínez, Ibídem 27 Así lo refiere Magallón Anaya. Filosofía de la educación latinoamericana. Revista Sociedad latinoamericana. http://sociedadlatinoamericana.bligoo.com/filosfia-de-laeducacion 2010. P.9. 25 28 Francois Houtart, Presentación Ruth Casa Editorial. En Lucía y el mundo soñado. Ciencias Sociales. 2005. P. 4 29 María Isabel Domínguez, Juventud cubana: procesos educativos e integración social. Cuadernos del CIPS.2009 Experiencias de investigación social en Cuba. Publicaciones Acuario. Centro Félix Varela. La Habana 30 31 2010. P. 111 Jorge Vázquez Piñón, Ibídem. P. 19 Marta Martínez, Ibídem. P.8 32 Paulo Freire, Cartas a Cristina. Reflexiones sobre mi vida y mi trabajo. Siglo XXI editores. Argentina.1998. P.141-146) 33 López Hurtado, Josefina y otros, ) Fundamentos de la Educación. Editorial Pueblo y Educación. Ciudad de La Habana. 2000.pp.7-8. 34 Gerardo Ramos. Los fundamentos filosóficos de la educación como reconsideración crítica de la filosofía de la educación. Revista Iberoamericana de Educación. O.E.I. p.2 35 Mirtha Casañas, LA filosofía de la educación desdeuna perspectiva marxista. UBV. Caracas2002.P .9. 36 Miguel Angel Aldama., La filosofía de la educación en el pensamiento educativo del Dr. Fidel Castro Ruz (1945-1981). Tesis en opción al grado científico de doctor en Ciencias de la educación. 2009 p. 14 37 Jorge Vázquz Piñón , Ibídem2006 38 De ahí la importancia de la educación popular. Las obras y el quehacer educativo de Paulo Freyre, destacado educador brasileño son expresión de esta perspectiva emancipatoria de la educación. 39 Diego Rojas, ¿Para qué filosofía de la educación? Saparapanda. 2007. P.7. 26 40 Carlos Marx, ) Manuscritos económicos y filosóficos. Editora Política. 1975, P.117 41 Marta Martínez, Ibídem. P. 2. 42 Ernesto Guevara, El socialismo y el hombre en Cuba. Editora Política. 1 1988. P10 en la enseñanza”. Enero de 1884. En Anuario del Centro de Estudios martianos. No.8. 1982.p. 18 43 José Martí“Revolución 44 Ver de un colectivo de autores Debate. Unidad/Diversidad. Fidel y Raúl sobre la unidad. Instituto de Filosofía. Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente. 2013. 45 Juana Rosales García. 2013. Ibídem. Pag. 29 46 José Martí.1975. T3. P.28 47 Existen diversos documentos que los refieren. Puede consultarse de la Dra. Victoria Arencibia y otros. Cuarenta años de Revolución en la educación. En Filosofía de la Educación. Selección de Lecturas. Editoriasl Pueblo y Educación. 2003. 48 En el año 2006 se elaboró el Programa Director para el reforzamiento de valores fundamentales en la sociedad cubana actual, el cual se puso en práctica durante 6 años. En el año 2012 se valoró su aplicación y se reformuló como el Programa Director para la educación el Sistema de valores de la Revolución Cubana. Junto a ello Este programa se convierte en una guía –al jerarquizar un conjunto de valores- para las instituciones educativas cubanas y todos los organismos formadores desde el MINED, el MES, el INDER, entre otros, lo que se adecua a las especificidades de la labor de cada uno de ellos. 49 50 Jorge Vázquez Piñon. Ibídem. P28. Juan Marinello.Once ensayos martianos. Comisión Nacional de la UNESCO.1964.P.49. 51 Ver de Pacheco González, M.C. y Pupo, Rigoberto. La educación como formación humana. Colibrí. CEM. 2012 27 52 53 54 José Martí.1975. Obras Completas.T13. P. 188 Ibídem.T 8. P 421), Ibídem. T20. P. 213 55 Ibídem. T 12. P 299 56 Ibídem. T21P. 377 57 Ibídem. T 8. P. 15-16 Ibídem. T 12. P. 305 58 59 Ibídem. T1. P. 82 60 Piñeiro Harnecker Camila. Visiones sobre el socialismo que guían los cambios actuales en Cuba. CEEC. Revista Temas. Junio. 2012 61 ¿Para que sirve la utopía? Para eso sirve: para caminar así lo refiere Eduardo Galeano en 2001. Ibídem.P. 184. 62 José Martí. 1975.T8. P. 287. 63 Ibídem,1975.T-6-P.22 . 28