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MUSULMANAS NIGERINAS: MUJERES E ISLAM EN NÍGER A COMIENZOS DEL SIGLO XXI FRANCISCO VIDAL CASTRO ÁREA DE ESTUDIOS ÁRABES E ISLÁMICOS UNIVERSIDAD DE JAÉN 1. INTRODUCCIÓN Una de las señas de identidad del país de Níger es el Islam 1. Otra de ellas la constituyen las especificidades del Islam en esta República, como ya se ha indicado en el capítulo específico de esta obra (Vidal 2007). Ambas son dos elementos que determinan y constituyen las características esenciales de la vida, cultura y actividades de las mujeres nigerinas: primero, en tanto que musulmanas y, segundo, en cuanto que son musulmanas de este Islam particular «negro» y subsahariano. Dado que en un artículo anterior (Vidal 2001b) se presentó un marco teórico general con los aspectos fundamentales sobre la mujer en el Islam (situación social y estatuto jurídico, observancia religiosa, excisión), aquí no se abordarán estas cuestiones ni tampoco otras generales sobre el Islam y la mujer en África negra, también incluidas en el citado trabajo al que remito para una panorámica sobre el tema y bibliografía al respecto. Este artículo se basa en el trabajo de campo realizado en el seno del equipo investigador que integraba la expedición científica «Níger 2001». 1. Sigo el uso ya corriente de emplear «Islam» con mayúscula para designar la civilización y el espacio geográfico-cultural específicos y dejar «islam» con minúscula para designar la religión. 234 FRANCISCO VIDAL CASTRO 1. Al contrario de lo que se suele pensar y es habitual en muchas sociedades islámicas, entre los tuareg es el hombre el que debe llevar el velo mientras que la mujer lleva el rostro descubierto. En la imagen, mujer tuareg nomadeando con su familia por el desierto del Aïr. Fotografía: Francisco Vidal Castro. Este trabajo de campo permitió la realización de múltiples sesiones de trabajo, reuniones y entrevistas con todo tipo de organismos e instituciones oficiales, organizaciones no gubernamentales, asociaciones o cooperativas así como personas que proporcionaron un importante caudal de información que se complementa con la diversa documentación escrita que se recogió y con la bibliografía existente sobre el tema. 2. VESTIMENTA Una de las señas de identidad socio-cultural del individuo es el vestido y las sociedades islámicas no son una excepción, más bien al contrario: a veces alcanza carácter normativo y suele aparecer como elemento necesario en el código de relaciones sociales. En el caso de las musulmanas de Níger, su vestimenta es reveladora del Islam tradicional y adaptado culturalmente que practican. Al igual que MUSULMANAS NIGERINAS: MUJERES E ISLAM EN NÍGER A COMIENZOS… 235 sucede en otros países del Sahel como Malí (Vidal 2001b:181), el simbólico y polémico velo característico de algunas sociedades islámicas no solo no es obligatorio, sino que ha sido siempre de uso reducido o casi nulo. De hecho, en algunos grupos de población de Níger, como los tuareg, el velo es «obligatorio» para los hombres, pero no para las mujeres (Correa 1996:31) (lámina n.º 1). Más aún: la vestimenta no suele conllevar la obligación de ocultar toda la superficie de la piel femenina, sino que, muchas veces, deja visible distintas partes del cuerpo de la mujer que en otras regiones y momentos del mundo islámico podrían considerarse prohibidas. Se utilizan ampliamente las ropas tradicionales autóctonas, de tipo talar y variados y vivos colores, que incluyen a veces el uso de un pañuelo para cubrir la cabeza con una finalidad práctica de protección y recogida del pelo o bien como símbolo de respetabilidad y madurez en mujeres ya mayores. Esto no impide que sea frecuente el pelo descubierto y el uso de tocados con trenzas y peinados tradicionales de las diversas etnias, todas ellas musulmanas. También es habitual en el mundo rural y mujeres jóvenes faldas cortas y camisas que dejan al descubierto piernas, brazos, hombros y amplias partes del costado y del pecho. Sin embargo, en los últimos tiempos se está percibiendo un cambio en cierta parte de la población femenina, todavía minoritaria, y que debe considerarse una manifestación más de la dualidad de tendencias o contraste entre el Islam tradicional de la cultura nigerina y el Islam fundamentalista de importación moderna (Vidal 2007). Se trata del uso del velo islámico (no del pañuelo tradicional nigerino o subsahariano), que cubre toda la cabeza y deja libre solo el óvalo del rostro, o incluso lo cubre parcialmente. Este velo comienza ser usado tanto en niñas como en mujeres (lámina n.º 2) y aunque no está todavía muy extendido sí que podría llegar a convertirse en una norma o imposición ajena a la tradicional práctica islámica de las mujeres de Níger. Es un fenómeno similar al que está sucediendo en Malí (Vidal 2001b) y otros lugares de África (Dunbar 2000:405). 3. ENCLAUSTRAMIENTO La reclusión doméstica de la mujer musulmana ha estado presente, aunque no siempre, en distintas sociedades islámicas de diferentes épocas y regiones hasta el punto de ser asociado por el mundo occidental con una práctica islámica, cuando realmente se trata de una práctica del 236 FRANCISCO VIDAL CASTRO 2. Tal y como refleja simbólicamente la fotografía, junto a los peinados, pañuelos y ropas autóctonas comienza a aparecer poco a poco el uso del velo islámico mediterráneo-oriental, que tradicionalmente no han usado las musulmanas nigerinas o han utilizado otro tipo de velo que forma parte de la vestimenta local. Fotografía: Francisco Vidal Castro. MUSULMANAS NIGERINAS: MUJERES E ISLAM EN NÍGER A COMIENZOS… 237 sistema patriarcal, probablemente tomado del mundo bizantino y persa (Ruiz de Almodóvar 1985-1986: 66) y no de una norma religiosa islámica. Ello permite, entre otras causas, que en Níger, como también sucede en Malí (Vidal 2001b:182), las musulmanas gocen de una relativamente amplia libertad de movimientos y apenas exista el enclaustramiento que sufren muchas de sus correligionarias del espacio mediterráneo-oriental árabe. Esto no quiere decir que disfruten siempre de una autonomía para salir de su casa idéntica en alcance horario y espacial a la de los hombres, ni tampoco que todos las mujeres tengan esa independencia, pero sí que es habitual que las mujeres salgan de casa diariamente, vayan solas, que estén presentes en espacios públicos de ciudades y pueblos, que desarrollen actividades externas y públicas muy diversas. Sin embargo, esto es lo que sucede en la mayoría de los casos, pero también hay un buen grupo de mujeres nigerinas en el que no es así. En la sociedad hausa, las familias de comerciantes ricos y marabúes practican ampliamente el enclaustramiento de sus esposas, más frecuentemente en áreas urbanas que en el mundo rural, donde habita la mayor parte de la población. Las razones de la reclusión doméstica femenina no parecen ser solo el control de la mujer, sino también el aumento de la posición social del marido, pues con ello demuestra su capacidad para mantener su casa sin que sus esposas necesiten salir fuera al mismo tiempo que pone de manifiesto un cumplimiento extremo de las costumbres islámicas que, sin embargo y dicho sea de paso, no prescriben el encierro de la mujer (v. infra apartado sobre estatuto personal). No obstante, aunque el enclaustramiento ha sido considerado históricamente un signo de piedad y riqueza ejercido por los hombres sobre las mujeres, algunas investigadoras especializadas en las mujeres de Níger (Dunbar y Djibo 1992:10) aseguran que ha sido practicado especialmente cuando proporcionaba un escape del pesado trabajo de las tareas agrícolas o del tedio de las faenas domésticas, como el abastecimiento de agua (lámina n.º 3) y leña (lámina n.º 4) para el hogar. Habitualmente, el enclaustramiento supone que la mujer no pueda salir hasta después de oscurecer y con la cabeza cubierta por un velo (en los casos más rigurosos de reclusión solo pueden salir en ocasiones especiales —al médico— y estrechamente acompañadas). Sin embargo y paradójicamente, ello no impide la actividad económica de las mujeres hausa, hasta el punto de que en sus ciudades la mayor parte de la producción y venta de comida preparada está dirigida por ellas desde 238 FRANCISCO VIDAL CASTRO 3. Una de las faenas cotidianas de la mayoría de las mujeres en Níger es la provisión de agua para la casa transportándola del pozo comunal, más o menos lejano y, en los últimos tiempos ya, mínimamente mecanizado. En la fotografía, mujeres de todas las edades en un poblado rural se acercan a recoger el agua al pozo de la aldea. Fotografía: Francisco Vidal Castro. el interior de sus casas mediante una amplia red de contactos que las une con el mundo exterior. Estos intermediarios pueden ser sus hermanas, otras mujeres, niños, maridos, parientes, etc. y son los que compran las materias primas y venden sus productos por ellas. A veces también venden ellas mismas directamente su producción en el interior de las casas a mujeres y niños. Incluso, desarrollan actividades agrícolas y ganaderas empleando a parientes o pagando a trabajadores contratados. Más aún: en el departamento de Zinder la reclusión doméstica no ha impedido a las mujeres participar en una unión de crédito para el desarrollo ya que la razón verdadera que impide a las mujeres la participación en el proyecto es la actitud del hombre: miedo a perder el monopolio de mantener el hogar y dirigirlo, miedo a la posible infidelidad de la mujer (Wilson 1992:8-9; Dunbar y Djibo 1992:10). Por tanto, parece que el enclaustramiento por sí mismo no impide las actividades productivas y, además, la crisis económica (que exige cualquier ayuda para mantener a la familia) así como el aumento de la participación de las mujeres en la educación y la administración están frenando y reduciendo su práctica. MUSULMANAS NIGERINAS: MUJERES E ISLAM EN NÍGER A COMIENZOS… 239 4. Otra de las faenas que millones de mujeres nigerinas y en todo el Sahel deben realizar es la búsqueda de leña, cada vez más escasa por la severa desforestación y galopante desertización que sufre la zona, para cocinar. En la fotografía, una niña de Iferouâne regresa de recoger unas pocas támaras del campo. Fotografía: Francisco Vidal Castro. 240 FRANCISCO VIDAL CASTRO 4. ACTIVIDADES Como se ha indicado y se desarrollará en este apartado, las actividades que desarrollan las mujeres en Níger son amplias y de gran variedad. Sin duda, una de las más importantes es la propia promoción de la mujer, ya que la situación es muy grave, al igual que en muchos países subdesarrollados, como indican los informes oficiales2. De esta manera, la actividad, programas y actuaciones para la promoción y mejora de la situación femenina, tanto en instancias oficiales como en organizaciones no gubernamentales, están principalmente en manos de las mujeres. Sin embargo, y al hilo de lo indicado en la nota anterior acerca (no se trata de un problema específico de las mujeres sino que es un problema de subdesarrollo general), no parece tratarse de una actividad resultado de un feminismo radical y militante3 que plantea la lucha por los derechos de la mujer por contraposición con los hombres. Los propios planteamientos oficiales lo dejaban claro: «La promoción de la mujer nigerina no se inscribe en términos de oposición entre el hombre y la mujer, menos aún en términos de búsqueda de liderazgo, sino en términos del lugar correspondiente a las funciones y peso socio-económico real de la mujer en la sociedad» (Politique Nationale de Développement Social du Niger, informe del gobierno de Níger, diciembre de 1998). Tanto en este campo de promoción de la mujer como en otros generales, las actividades de las mujeres abarcan la vida política, económica, cultural 2. Así lo muestra el informe de Indicador de Desarrollo Humano («Informe sobre el Desarrollo Humano 2000», elaborado por el PNUD, Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo: http://www.undp.org/hdr2000/spanish/press.html [Consulta: 17/05/2001.].) del año 2000 (realizado con datos de 1998) relativo a sexo (lo que habitual aunque incorrectamente suele traducirse y denominarse en español como «género»). Según este informe, de los 143 países de los que se tienen datos sobre sexo (no se dispone de cifras de los 207 estados del mundo), Níger ocupa el lugar 1431 (España aparece en el 211), la esperanza media de vida de las mujeres al nacer en 1998 era de 50 años (para los hombres 47; en España 81 las mujeres y 74 los hombres) y la tasa de alfabetización era del 7,4 % (la de los hombres era el 22,4 %; en España, los porcentajes eran del 96 % las mujeres y el 98 % los hombres). Sin embargo, estas cifras pueden inducir a error si no se contextualizan: no se trata de un problema de «género», sino de subdesarrollo, pues el IDH absoluto (no solo en cuestiones de sexo) para Níger en el año 2001 lo colocaba en el lugar 1611 de 162 países con datos disponibles. 3. Sobre el feminismo en este país, v. Olalla 2006; en Malí, Olalla 2001. MUSULMANAS NIGERINAS: MUJERES E ISLAM EN NÍGER A COMIENZOS… 241 5. Aïssata Karidio Mounkaïla en su escaño de la Assemblé National. Fue la única parlamentaria durante la primera legislatura de la actual V República, reelegida posteriormente ya junto a otras mujeres. Fotografía: Francisco Vidal Castro. y social en diferentes ámbitos que a continuación se esbozarán. Ello viene a demostrar una vez más que la percepción occidental de las mujeres musulmanas como ciudadanas pasivas, sin capacidad o actividad pública es tópica y superficial, como se ha demostrado ya para otros países, como Marruecos, sobre el que Y. Aixelá desmonta el estereotipo de que las muje- 242 FRANCISCO VIDAL CASTRO 6. Aïchatou Nana Foumakoye, una de las dos ministras en el primer gobierno (20002001) de la V República. Ocupó la cartera de Desarrollo Social, de la Población, de la Promoción de la Mujer y de la Protección del Niño, que mantuvo en el segundo gobierno (2001-2002). Fotografía: Francisco Vidal Castro. MUSULMANAS NIGERINAS: MUJERES E ISLAM EN NÍGER A COMIENZOS… 243 res marroquíes son sujetos pasivos, sin capacidad de cambiar su realidad sociopolítica, y descubre cómo las mujeres tienen sus propias estrategias de poder (Aixelá 2000). 4.1. Vida política y cargos públicos La presencia y participación de las mujeres nigerinas en la vida pública es cualitativamente importante (en cuanto que llegan a ocupar puestos de responsabilidad y cargos públicos de relevancia), aunque cuantitativamente escasa. Así, las mujeres aparecen incluidas en las listas electorales de la mayoría de partidos políticos: 10 partidos de los 12 que concurrieron a las elecciones de 1993 y 14 de 18 en las de 1999 (Hamani 2000:72-78). Igualmente, algunas mujeres también llegan a sentarse en el parlamento, como el caso de Aïssata Mounkaila (lámina n.º 5), diputada nacional que se ha mantenido como parlamentaria desde 1989 hasta la actualidad, o el de otras parlamentarias anteriores, como Hadizatou Diallo Souna, que militó en el partido gubernamental (Parti-État) Mouvement National pour la Société de Développement (MNSD) entre 1989 —fecha de su creación— y 1998 y fue diputada la legislatura de 1989-1993. Además, por encima de las propias parlamentarias, también ocupan puestos de responsabilidad y dirección en el gobierno al más alto nivel, como en la actual V República, en cuyo primer gobierno Aïchatou Nana Foumakoye (lámina n.º 6) fue ministra del Développement Social, de la Population, de la Promotion de la Femme et de la Protection de l’Enfant (del partido CDS-Rahama = Convention Démocratique et Sociale). Otros puestos de nivel intermedio en la misma legislatura fueron los que ocuparon Sadatou Boubacar (directora) y Thérèse Mai Manga (coordinadora) en la Cellule Technique pour la Promotion de la Scolarisation et de la Formation des Filles (Ministére de l’Éducation National). Sin embargo, esta participación política, que sin duda es relevante cualitativamente, resulta verdaderamente reducida cuando se analiza en su conjunto de forma cuantitativa. Y ello tanto en la presencia de mujeres en las listas electorales de los partidos (6% en 1993 y 4,8 % en 1999; Hamani 2000:72-83) y en los órganos de representación de estos (entre 0 y 23,5%; Hamani 2000:64-6) como en el desempeño de cargos ministeriales y de dirección gubernamental, que no supera el 2,72% (25 cargos de un total de 919) entre 1957 y 1999, con solo 17 ministras que no empiezan a ocupar este cargo hasta 1989, la misma fecha que para las parlamentarias (Hamani 2000:58, 207-11). 244 FRANCISCO VIDAL CASTRO A partir de la V República, desde el año 2000, los sucesivos gobiernos —siempre dirigidos por el primer ministro Hama Amadou y compuestos de unos 20 a 26 ministros y 1 a 3 secretarías de estado— la presencia de las mujeres en las distintas carteras o en alguna secretaría de estado ha aumentado de forma considerable (se ha pasado de una sola ministra a cinco en el actual gobierno de 2005): Primer gobierno (5-enero-2000 a 17-septiembre-2001): – Aïchatou Nana Foumakoye, ministra de Développement Social, Population, Promotion de la Femme et Protection de l’Enfant. Segundo gobierno (17-septiembre-2001 a 9-noviembre-2002): – Aichatou Nana Foumakoye, ministra de Développement social, Promotion de la Femme, Protection de l’Enfant et de la Population. – Aichatou Mindaoudou, ministra de Affaires Étrangères, Coopération et Intégration Africaine (ocupó el mismo puesto con la Junta Militar que dirigió la transición de abril a diciembre de 1999). – Trapsida Fatima, ministra de Privatisation et Restructuration des Entreprises. – Halimatou Ousseini Abdoulwahid, secretaria de estado para las Epidemias. Tercer gobierno (9-noviembre-2002 a 30-diciembre-2004): – Aïchatou Mindaoudou, ministra de Affaires Étrangères et de la Coopération. – Halimatou Abdoulwahid, ministra de Développement Social, de la Population, de la Promotion de la Femme et de la Protection de l’Enfant. – Fatouma Zara Karim, secretaria de estado adjunta al ministro de la Santé et de la Lutte contre les Endémies, encargada de las reformas hospitalarias y de la lucha contra las epidemias. Cuarto gobierno (30-diciembre 2004, vigente en 2005): – Aïchatou Mindaoudou, ministra de Affaires étrangères, Coopération et Intégration Africaine. – Kanda Siptey, ministra de Fonction Publique et Travail. – Zila Mahamadou Boukari, ministra de Population et Action Sociale. – Laouali Rahamou Gazobi, ministra de Privatisation et Restructuration des Entreprises. – Zeïnabou Moulay Ousmane, ministra de Promotion de la Femme et Protection de l’Enfant. MUSULMANAS NIGERINAS: MUJERES E ISLAM EN NÍGER A COMIENZOS… 245 Lo mismo sucede con respecto a la presencia femenina en el parlamento: la Assemblée Nationale de Níger formada tras las elecciones de finales de 1999 y hasta 2004 solo acogió a una sola diputada, la parlamentaria Aïssata Mounkaila (después de los 5 escaños femeninos habidos en 1993 y los 3 de 1995), que fue designada presidenta de la Comisión de Asuntos Sociales y Culturales. Sin embargo, en el actual parlamento de 2005, se ha incrementado notablemente la presencia de mujeres hasta un total de catorce pertenecientes a cuatro partidos diferentes4. He aquí su filiación política y geográfica: MNSD-NASSARA: – Aïssata Karidio Mounkaïla (Niamey). – Hadizatou Moussa Gros Hassane (Tillabery). – Hapsatou Djibrilla Maïzoumbou (Dosso). – Mariama Alassane (Tillabéri). – Mariama Sadou (Tahoua). – Chétima May Malam Gonimi (Diffa). – Ramatou Mahaman Rahimou (Maradi). – Salamatou Bala Goga (Zinder). CDS-RAHAMA: – Fatima Moutari Bana (Zinder). – Fatouma Zara Ali Karim (Zinder). – Mariama Mathieu (Maradi). PNDS-TARAYYA: – Zeïnabou Tari Bako Elback (Maradi). – Aminatou Habibou Zakari (Tahoua). ANDP-ZAMAN LAHIYA: – Haoua Barazé (Dosso). A pesar de todo, sigue siendo una representación reducida y mucho menor que la de los hombres, en particular porque este aumento hay que situarlo en un contexto con dos factores determinantes. El primero es que 4. Puede consultarse la lista completa en línea: http://www.assemblee.ne/index.htm [Consulta: 17/04/2005.]. 246 FRANCISCO VIDAL CASTRO el número de escaños ha pasado de 83 a 113 desde junio de 2004 por el rápido aumento de la población (7,2 en 1988 a 11,4 millones en 2004, con un crecimiento demográfico actual de los más elevados del mundo: 3,1%). El segundo y más importante es la promulgación de la ley de discriminación positiva en favor de la representación de las mujeres en el parlamento que establecía el sistema de cuota (un 10%) de presencia femenina en los proceso electorales, en el gobierno y en la administración del Estado 5. Sin embargo, reconociendo los efectos positivos de la ley y el esfuerzo de los poderes públicos en este sentido, se ha constatado el incumplimiento de la ley tanto en las candidaturas como en la composición del gobierno y de las administraciones públicas (Lahloui y Labo 2004:3.2.1.) ¿Era una ley demasiado ambiciosa o necesita más tiempo para su aceptación social? Las razones para esta escasa presencia en el parlamento no están, como cabría pensarse en principio, en la ausencia de mujeres de las listas electorales, sino que se debe al lugar tan bajo en el que se las coloca y que impide que resulten elegidas, a pesar de la ley de cuotas en vigor. El análisis de las causas o los obstáculos que encuentra la intervención femenina en la política en Níger arroja unas razones que van más allá de las costumbres y hábitos sociales, causa lógica y vigente incluso en los países más avanzados del mundo en derechos de la mujer. Los obstáculos y causas específicas en Níger (Hamani 2000:127-69) podrían resumirse en: – elevada tasa de analfabetismo de las mujeres, – el predominio masculino en los empleos remunerados («masculinización del trabajo asalariado» Hamani 2000:145), – el escaso poder económico de las mujeres y – sus problemas sanitarios específicos: las niñas reciben menores cuidados que los niños, embarazos precoces, partos desasistidos o excisión. Como puede observarse, no aparece entre ellas el Islam como condicionante. Incluso, la socióloga nigerina Hadiza apunta que en los sistemas 5. Se trata de la ley 2000-008 de 7 de junio de 2000, decreto de aplicación n1 2001-056/ PRN/MDSP/PE de 28 de febrero de 2001, que dispone que «para las elecciones legislativas y locales, todo partido político, agrupación de partidos políticos o reagrupamiento de candidatos independientes debe incluir obligatoriamente candidatos de uno y otro sexo de manera que llegue a obtener en el momento de la proclamación de los resultados definitivos una proporción superior o igual al 10 % de los candidatos elegidos de uno y otro sexo». MUSULMANAS NIGERINAS: MUJERES E ISLAM EN NÍGER A COMIENZOS… 247 7. Taller de enseñanza de la utilización del carbón en el ámbito doméstico para sustituir el uso de la leña. Fotografía: Francisco Vidal Castro. 248 FRANCISCO VIDAL CASTRO precoloniales (islámicos todos ellos en mayor o menor medida) la posición política femenina claramente superior y que el alejamiento actual de las mujeres de la gestión pública se debe a distintos factores entre los que incluye el hecho colonial (Djibo 2001). Como ejemplo, señala el gran papel público, más permisivo que el actual, que las antiguas sociedades zarma/songhay y hausa otorgaban a sus mujeres, las cuales podían ocupar importantes puestos políticos, judiciales y espirituales. Esta posición se mantuvo con los imperios islámicos del siglo XIX pero los oficiales coloniales la suprimieron al confiar en la jerarquía masculina para gobernar (Dunbar y Djibo 1992:12). 4.2. Movimiento asociativo y ONG’s femeninas Existen en Níger organismos estatales creados por el gobierno hace años para la promoción y desarrollo de las mujeres. El principal, que engloba a otros menores, es un ministerio que entre sus funciones incluye específicamente el desarrollo de la mujer, pero que no está dedicado de manera exclusiva a esta cuestión, sino que es muy amplio y abarca cuatro grandes ámbitos que recoge su denominación: «Ministerio de Desarrollo Social, de la Población, de la Promoción de la Mujer y de la Protección del Niño» (Ministère du Développement Social, de la Population, de la Promotion de la Femme et de la Protection de l’Enfant). Aunque pueda parecer un título excesivamente largo, la mención de la promoción de la mujer en su nombre fue un logro de las mujeres, que en cierto momento que el departamento o sección correspondiente pasó al ministerio de «asuntos sociales», reivindicaron que apareciera en el título oficial para mantener la visibilidad de la sección y su labor. Dicha sección extiende su acción más allá de Niamey y tiene delegaciones regionales. Como ejemplo de ello y de las iniciativas que realiza, se puede mencionar la sección de la Promotion de la Femme de Agadés, que organiza diversas actividades, como el taller de aprendizaje de utilización del carbón en el ámbito doméstico para sustituir el uso de la leña y frenar el grave proceso de desertificación que sufre la región (lámina n.º 7). También organiza talleres de costura, organización y vida familiar. La sección de Agadés establece para la inscripción en estas actividades una matrícula anual que en 2001 ascendía a 12.500 F/CFA (3.125 pts, 19 euros, aproximadamente), aunque existen becas. Sin embargo, los limitados recursos financieros y humanos del ministerio encargado de la promoción de la mujer —el pariente pobre del presupuesto del gobierno nigerino— (Laouali y Labo 2004:3.2.5.), que además MUSULMANAS NIGERINAS: MUJERES E ISLAM EN NÍGER A COMIENZOS… 249 8. Sede de la CONGAFEN (Coordination des ONG et Associations Féminines Nigériennes), durante una de las sesiones de trabajo del equipo investigador de le expedición científica. tiene que cubrir otras áreas, como se ha indicado (población, infancia, desarrollo), restringe drásticamente la capacidad de actuación y aplicación efectiva de las políticas de promoción femenina. Esta situación se ha corregido parcialmente en el último y actual gobierno que ha desdoblado este ministerio en dos carteras: una para la Population et Action Sociale y otra para la Promotion de la Femme et Protection de l’Enfant. Aparte de los organismos estatales, existen en Níger una gran cantidad de organizaciones no gubernamentales promovidas, surgidas y dedicadas a las mujeres en sus más diversas facetas: sanitaria, docente, protección social, promoción política, etc. Esto se debe a la importancia de la sociedad civil y de las asociaciones y ONG’s, que suplen y desarrollan muchas actividades, sobre todo en el campo de la mujer, que no puede llevar a cabo el Estado por la crisis económica y falta de medios. Esto, unido la voluntad política y a factores externos como la cooperación extranjera y campañas como la Década Internacional de la Mujer que la ONU estableció de 1975-1985, y, sobre todo, el cambio del clima político abierto con la Conferencia Nacional de 1991 que abrió una nueva etapa 250 FRANCISCO VIDAL CASTRO en la historia de Níger y produjo una explosión de partidos políticos y asociaciones, han creado en el país (Dunbar y Djibo 1992:12-3, 14-5; Dunbar 2000:409), al igual en otros países del Sahel y el África subsahariana, como Malí (Olalla 2001) o Senegal (Lulli 2003), una gran actividad y efervescencia de organizaciones, asociaciones, cooperativas de mujeres, etc. dedicadas a aspectos económicos ya protección y defensa de los derechos de la mujer en los distintos ámbitos: salud (excisión, embarazos precoces, agua), violencia, participación y representación en la vida política y en los puestos de trabajo remunerados y cualificados. Sin duda, muchas de estas asociaciones son demasiado pequeñas y poco operativas, a veces duplican o repiten los mismos objetivos (ver más abajo LUCOFVEM y SOS FEVVF), se quedan en un campo teórico o de divulgación limitada, además de localizarse casi todas en una sola ciudad, la capital Niamey. Con todo, incluso la mera creación de estas asociaciones, por pequeñas o poco efectivas que puedan resultar, conlleva un efecto dinamizador y de sensibilización social muy necesario en Níger. Para coordinar y potenciar la acción de estas asociaciones y apoyar su actividad, la mayor parte de ellas se ha integrado en una federación nacional o coordinadora de asociaciones denominada Coordination des ONG et Associations Féminines Nigériennes (CONGAFEN), formada en mayo de 1994 y que integra a 31 asociaciones (Hammani 2000:53, 213) y cuya presidenta es Hadiza Claude Michèle (lámina n.º 8). Poco después de esta, en 1995, se formó una segunda coordinadora, la Fédération des Associations Féminines «Kassai», que reúne a otras 6 asociaciones y cuya secretaria general es Hadizatou Diallo Souna. Como ejemplo de estas asociaciones, a continuación se presentarán algunas de las más destacadas (sobre las demás, v. Olalla 2006). 4.2.1. Saphta ONG dirigida por una destacada personalidad de la vida pública nigerina, la mencionada Hadizatou Diallo Souna, que además es secretaria general de la Fédération des Associations Féminines «Kassai» así como miembro del Conseil National de la Société Civile y de una organización africana de mujeres ministras y parlamentarias denominada Réseau des Femmes Ministres et Parlamentaires (REFEMP/Niger). Hadizatou Souna militó, como se ha indicado anteriormente, en el partido MNSD entre 1989 y 1998 y llegó a ser diputada, pero acabó decepcionada de la política, tanto gubernamental como la realizada por la oposición, pues las mujeres no podían hacer oír su voz, y decidió retirarse para dedicarse a la sociedad civil y las ONG. MUSULMANAS NIGERINAS: MUJERES E ISLAM EN NÍGER A COMIENZOS… 251 La ONG SAPHTA se instituyó en favor de las mujeres y se dedica a luchar contra la violencia y la pobreza y trabaja en temas de sanidad (SIDA, paludismo, alimentación equilibrada), además de la sensibilización o concienciación de las mujeres. Otro de los problemas que intenta reducir es el matrimonio precoz, que ocasiona graves consecuencias en el primer parto, así como el trabajo excesivo. Entre las realizaciones que ha conseguido está el programa de recogida de basuras y fabricación de compost (la sede de la ONG almacenaba los contenedores que utilizaban las mujeres para recoger la basura), la producción de animales para el comercio, el proyecto de sensibilización sobre el voto femenino con el objetivo de que no voten los maridos y jefes de poblado por ellas, en lo que aseguran haber conseguido algunos resultados. Una de las propuestas y soluciones para la situación de la mujer que plantea la secretaria ejecutiva de SAPHTA es redefinir el papel de cabeza de familia. 4.2.2. Rassemblement Démocratique des Femmes du Niger De acuerdo con las informaciones obtenidas en la sesión de trabajo con la presidenta de esta organización, Diawara Irène Méon, se trata de una ONG que nació para reclamar la participación en la Conferencia Nacional (1991) y el subsiguiente proceso de transición democrática hacia el multipartidismo. Fue reconocida el 11 de marzo de 1992 y posteriormente amplió sus objetivos a la promoción, desarrollo e integración de la mujer en general. Asegura tener 100.000 afiliados y un proyecto de biblioteca sobre el movimiento femenino y sobre la mujer. Sus realizaciones consisten en planes trienales de acciones prácticas para facilitar la actividad de la mujer: aducción de agua mediante molinos y pozos, apoyo a mujeres del pequeño comercio, caja de crédito, programa de educación sanitaria (embarazo, parto, SIDA) y medioambiental (desertización). 4.2.3. GIE Manga Genre et Développement Es una ONG de carácter económico (GIE son las siglas de Groupement des Intêrets Économiques) cuya «Administratrice Principale» es Aminata Mayaki, socio-economista. El nombre de la asociación, «Manga», tiene un 252 FRANCISCO VIDAL CASTRO carácter simbólico, pues la palabra denomina un tipo de trenza nigerina. Fue reconocida el 29 de noviembre de 2000. Su objetivo es reforzar el marco institucional de la política nacional de promoción de la mujer mediante la formulación, aplicación, seguimiento y evaluación de proyectos. Entre su importantes realizaciones destaca el estudio del impacto socioeconómico del Projet Intégré Keita y su División para la promoción de la mujer (1996 y 1997). Además, ha sido la responsable de la ejecución del Programa de Promoción de la Mujer en la zona del citado Proyecto Integral Keita entre 1997 y 2000, con las siguientes actuaciones: – creación y orientación asociativa y de gestión de 170 agrupaciones femeninas con más de 10.000 mujeres, – alfabetización funcional en 38 centros de 25 mujeres cada uno, – movilización del ahorro y organización del crédito para 150 agrupaciones, – fundación de 145 bancos de cereal en las correspondientes agrupaciones femeninas (unas 700 tm para 7150 mujeres), – instalación y apoyo a la gestión de 70 molinos rurales, 19 farmacias rurales y 170 comités de salubridad, – organización y gestión de viveros femeninos, canteras de piedra, acciones contra la desertización, cajas comunitarias para pequeños créditos, etc. 4.2.4. Association Féminine pour la Promotion et l’Éducation de la Femme Ha adoptado como siglas y sobrenombre AFPEF-Doubani, su presidenta es Maimouna Sidibé y fue reconocida el 19 de marzo de 1999. El objetivo que se propone es fomentar la autopromoción de la mujer urbana y rural y luchar contra la pobreza, el analfabetismo y a favor de la escolarización. Cuenta con una serie de realizaciones muy heterogéneas y dispares: formación de 7 grupos de 50 a 65 mujeres en el municipio y distrito de Tillabéri, 2 grupos en Niamey, Kombo y Gabougoura, 1 grupo en Kahé (Kollo); donación de equipamiento y productos farmacéuticos a la unidad de cuidados de Kahé; donación de un audífono para un sordo; donación de simientes hortícolas a diferentes grupos; seminario de sensibilización sobre la escolarización de las niñas, el matrimonio precoz y la lucha contra el paludismo (financiado por la UNICEF). MUSULMANAS NIGERINAS: MUJERES E ISLAM EN NÍGER A COMIENZOS… 253 4.2.5. Lutte Contre les Violences faites aux Femmes et Enfants Mineurs Sus siglas son LUCOFVEM (sic), la preside Dodo Diafarou conocida como Mariama Larré y fue reconocida el 18 de noviembre de 1998. Tiene por objetivo la lucha contra la pobreza como causa de la violencia mediante el estímulo de inversiones para pequeños negocios además de la sensibilización y formación de grupos de base. Entre sus logros cuenta la realización de campañas de información, instalación de delegaciones en seis grandes ciudades, un seminario sobre la «Problemática de las mujeres fistulosas en Níger» (1999), seminario sobre emigración rural y efectos sobre mujeres y niños (Zinder 2000), diseño de proyectos para pequeños negocios de mujeres y la distribución de simientes de huerta. 4.2.6. SOS Femmes et Enfants Victimes de Violence Familiale Presidida por Mariama Moussa, SOS FEVVF tiene como objetivo y actividades la información y sensibilización. Ha editado una serie de siete folletos temáticos sobre la «Justice et Juridictions Judiciaires au Niger», uno general sobre el proceso judicial y otros sobre el juez, abogado, policía judicial, notario, escribano forense, etc., de contenidos muy importantes pero demasiado teóricos y técnicos para mujeres con escasos o nulos estudios en la mayoría de los casos. También ha editado en 2000 un cuadernillo ilustrado con el título de Que faire en situation de violence familiale? (Guide pratique à l’usage des femmes), que también resulta demasiado teórico y complejo para iletradas si no cuentan con el apoyo de otras mujeres con estudios. 4.2.7. Otras – Éducation pour la Population et la Vie Familiale (EPOVIFAM) «Fahamay»; reconocida oficialmente el 2 de noviembre de 1998. Su objetivo es la información, sensibilización y educación en materia de población y organización de la familia. La mayor parte de sus actividades son administrativas y teóricas, con pocos resultados concretos de momento, pues parece estar en fase de constitución. – Más de una treintena de otras asociaciones (Hamani 2000:212-6), relacionadas con la comunicación y periodismo (Association des 254 FRANCISCO VIDAL CASTRO 9. El comercio es una de las actividades más frecuentes de las mujeres nigerinas. En la imagen, vendedoras de pieles en el zoco de Ayorou. Fotorgafía: Francisco Vidal Castro. 10. Otra de las actividades económicas femeninas es la preparación y venta de comida. En la imagen, una mujer de Niamey fríe buñuelos, muy populares, en su puesto ambulante de comida preparada. Fotografía: Francisco Vidal Castro. MUSULMANAS NIGERINAS: MUJERES E ISLAM EN NÍGER A COMIENZOS… 255 Professionnelles Nigériennes de la Communication; Réseau des Femmes Communicatrices Francophones), comercio (Association des Femmes Commerçantes et Entrepreneurs du Niger), maternidad y familia (Association des Sages Femmes du Niger; Association Nigérienne pour la Promotion de l’Allaitement au Sein; Association Nigérienne pour le Bien-Être Familial), educación (Association Nigérienne des Educatrices pour le Développement; Union des Femmes Enseignantes du Niger), desarrollo (Réseau Femmes et Développement; Comité International des Femmes Africaines pour le Développement), economía (Promotion Féminine pour le Crédit Villageois; Association pour l’Intégration de la Femme dans l’Economie Nigérienne), derecho (Association des Femmes Juristes du Niger) o promoción en general (Union pour la Promotion de la Femme Ngérienne; Association Nigérienne des Economistes Familiaux et SociauxNiger). 4.3. Actividades económicas Al igual que sucede en otros países del entorno saheliano (Vidal 2001b:183; Lachaud 1997), la tasa de ocupación de la población femenina es casi total, aunque, desgraciadamente y como cabía temer, la tasa de participación en la actividad económica y la producción es muchísimo menor (Wilson 1992). Por otro lado, el papel socio-económico de las mujeres nigerinas está determinado y varía considerablemente entre los numerosos y diversos grupos étnicos del país, a su vez condicionados por sus relaciones con otros grupos y con su entorno natural. Así, por ejemplo, los productos hortícolas que cultivan en sus huertos las mujeres nobles fulbé, las hausa o las tuareg no los venden directamente sino con la ayuda de un intermediario pues la venta es una actividad que contraviene las normas de conducta de su grupo social (Wilson 1992:5). Por tanto, además de las labores domésticas, en general las mujeres realizan actividades económicas fuera de la casa, tanto en la producción agroganadera como la no agrícola. Las más frecuentes, sobre todo en el ámbito urbano, son el pequeño comercio al por menor (lámina n.º 9). Recuérdese al respecto que la mayor parte de la producción y venta de comida preparada en las ciudades hausa está dirigida por mujeres desde el interior de sus casas (v. supra apartado sobre el enclaustramiento), aunque también es muy frecuente encontrar pequeños puestos de comida ambulante que las mujeres preparan directamente en la calle (lámina n.º 10). Actividades similares son la recolec- 256 FRANCISCO VIDAL CASTRO 11. En el mundo rural, la emigración masculina deja a las esposas con la carga de mantener el hogar, lo que las obliga a trabajar en jornales de faenas agrícolas, como la mujer de la fotografía, que trabajaba, con su bebé a la espalda, en una huerta por cuenta ajena. Fotografía: Francisco Vidal Castro. MUSULMANAS NIGERINAS: MUJERES E ISLAM EN NÍGER A COMIENZOS… 257 12. Las actividades artesanales son una de las posibilidades económicas que tienen las mujeres y que suelen desarrollar en forma de cooperativa, como este grupo de Agadés dedicado a la fabricación de esteras. Fotografía: Francisco Vidal Castro. 13. Las mujeres realizan incluso el duro trabajo de la extracción de piedras de una cantera para levantar los muros que frenarán la erosión y así recuperar campos de cultivo. Fotografía: Francisco Vidal Castro. 258 FRANCISCO VIDAL CASTRO ción y comercialización de alimentos silvestres. También es frecuente el servicio doméstico y, en mucha menor medida, los empleos cualificados como administrativas, periodistas, maestras y juristas. Cuantitativamente, en el conjunto de la nación, como corresponde a un país de su entorno mayoritariamente rural y con escasa industrialización, la principal actividad económica femenina es la artesanía y, sobre todo, la agricultura y ganadería, especialmente la producción de pequeños rumiantes, la recolección de alimentos o bien el trabajo asalariado en estas tareas pues en muchos casos las mujeres se ven forzadas a aceptar cualquier empleo porque la emigración rural masculina las deja con la carga de mantener el hogar (Wilson 1992:43-51) (lámina n.º 11). En general, dadas las limitaciones económicas y sociales de la mujer en Níger, muchas de estas actividades a veces se realizan en forma de cooperativa, grupo o asociación. Así, entre las cooperativas de trabajo artesanal, se pueden señalar una dedicada al cuero y otra a la fabricación de esteras, ambas en Agadés (lámina n.º 12). En el campo agrícola, existen interesantes y eficaces actuaciones de asociación, organización y coordinación del esfuerzo de las mujeres. Entre ellas es imprescindible mencionar las cooperativas de trabajo agrícola que realizan un proyecto de reforestación y cultivo en la comarca de Keita, dentro del Programa de Promoción de la Mujer que incluía el gran Proyecto Integral Keita (1997-2000) procedente de la cooperación al desarrollo. Este proyecto de reforestación era un extenso programa de actuaciones en serie aunque independientes entre sí y realizadas por diferentes grupos de mujeres. El trabajo y actividades tenían las siguientes fases: 1) cantera de extracción de piedras, 2) construcción de muros con estas piedras para la detención de la erosión por viento y torrentes, 3) plantación de árboles en las zonas acotadas por los muros para fijar y crear suelo cultivable, 4) cultivo de tomates, cebollas y otros productos en el terreno recuperado. De esta manera, encontramos un grupo organizado para la actividad en una cantera (lámina n.º 13): un equipo de mujeres jóvenes (también había algún niño) trabaja en la extracción y recogida de piedras que se amontonan ordenadamente en un punto para que después venga el camión a cargarlas. El equipo suele estar dirigido por una mujer —un hombre en el equipo que conocimos— y trabaja durante tres días seguidos, tras lo cual descansa y entra otro equipo que trabaja otros tres días. Hay tres equipos. Solo trabajan las mujeres porque el sueldo es demasiado bajo para los hombres y consiste en alimentos (2,5 kg de mijo, 100 gr. de aceite, 200 gr. de judías, 50 gr. de azúcar) por una jornada de 6’30 horas (7’30 a 14). Los hombres han emigrado a los países del entorno, como Costa de Marfil, Nigeria o Libia, y han MUSULMANAS NIGERINAS: MUJERES E ISLAM EN NÍGER A COMIENZOS… 259 14. El cultivo de parcelas por grupos y cooperativas de mujeres aporta una importante solución al desarrollo de algunas zonas. En la imagen, una de estas parcelas comunitarias dedicada al cultivo de tomates en la que una de las socias saca el agua a mano para el riego de las plantas. Fotografía: Francisco Vidal Castro. 260 FRANCISCO VIDAL CASTRO 15. Grupo de mujeres que integran uno de los graneros comunitarios que funcionan como «banco de cereal» en Keïta. Fotografía: Francisco Vidal Castro. MUSULMANAS NIGERINAS: MUJERES E ISLAM EN NÍGER A COMIENZOS… 261 dejado a las mujeres solas que se ven obligadas a trabajar para mantener a sus hijos, pues en algunos casos sus maridos no les dejaron nada para su sustento. En otras ocasiones las mujeres también emigran, pero hacia las ciudades de Níger, como ocurrió en el 2000 por la sequía. Entre las cooperativas agrícolas propiamente dichas pueden señalarse las numerosas de la zona de Keita que explotan huertas de forma comunitaria. En el caso estudiado por nuestro equipo investigador la cooperativa se componía de 38 mujeres que cultivaban una hectárea. Antes de iniciar su actividad, reciben un curso de formación agrícola. Cultivan árboles frutales (mangos, limoneros, guayabos) y un poco de hortalizas, como tomates. Disponen de dos pozos y riegan sacando a mano el agua. Otro caso de asociación agrícola es el creado para la producción de tomates. Se trata de un gran campo de tomates de gran extensión (unas 200 hectáreas) que se ha repartido entre diversos grupos de mujeres de los pueblos circundantes: Garin Moussa (con un grupo de 52 mujeres, que se distribuyen una extensión de 1 ha., con parcelas de unos 200 m2 para cada mujer), Kirari (48 mujeres, 0,75 ha), Gradawa (42 mujeres, 1 ha), Gallé (2 grupos: 52 mujeres, 1,9 ha; 60 mujeres, 0,75 ha), Jéji (3 grupos: 25, 60 y 70 mujeres), Kongo (18 mujeres). El riego de las plantas se efectúa mediante los pozos de los que se extrae el agua a mano (lámina n.º 14). La precariedad e incertidumbre de las cosechas provocada por las difíciles condiciones climatológicas con fuertes sequías puede dar al traste con el esfuerzo de estos grupos. Para evitarlo así como para garantizar unas condiciones de alimentación mínimas y una supervivencia digna en periodos de carestía, las mujeres, en el marco del citado Proyecto Keita, han formado una especie de «banco de cereal», aunque es preciso advertir que esta solución ya se aplicaba por una ONG en Malí con anterioridad, en 1988 (Konaré 1993:188). Se trata de un granero comunitario que, en el caso estudiado por nosotros, lo organiza y mantiene un grupo de unas 45 mujeres (lámina n.º 15) llamado «Mai abu ka zumu» (algo así como: «Si posees bienes eres más interesante y tienes muchos parientes») y presidido por Hadjia (H¢ay$y$iyya) Nassara Toro. Su objetivo es prevenir los periodos de sequía y escasez alcanzando la autosuficiencia alimentaria. Las miembros de este granero comunal recibieron una formación previa con cargo al proyecto para poder organizarse. Funciona exactamente como un banco de cereal: presta cantidades de grano con un 10% de interés que se paga en especie); todas aportan el grano que pueden cosechar y el banco reserva una cantidad para simiente. El grano (generalmente, mijo), en el caso que presentamos, se almacena en una cantidad de unas 6 Tm en casa de la 262 FRANCISCO VIDAL CASTRO presidenta porque no disponen de locales para depositarlo y aunque el Proyecto Keita ha financiado la construcción de 50 almacenes, todavía faltan muchos para los 145 bancos existentes. Los créditos de grano se conceden en asamblea general, se presta hasta mayo-junio y se devuelve en octubre, con la nueva cosecha que vuelve a rellenar el granero. Del total de 145 graneros o bancos de cereales del Proyecto, en Keita se localizan 5; cada banco suele estar integrado por unas 45 mujeres. A su vez, estas mujeres pertenecen y dirigen otros grupos más pequeños que suelen denominarse con nombres simbólicos commo Wayé kay («mujeres para aprovisionar»), Wadaka («granazón», «plenitud»), Saminaka («lucha por ti misma»). También existen en esta zona rural caja de ahorros para mujeres. Además de las actividades económicas directamente desarrolladas por las mujeres, la influencia e importancia de estas en los medios de producción y economía presenta otras múltiples facetas que se ejemplificarán en un caso específico. Se trata del taller para la enseñanza de la utilización del carbón para cocinar organizado por la sección de la Promotion de la Femme de Agadés. Patrocinado por el Projet Carbonisation du Charbon Diamou-Araren (Ministére des Mines et de l’Energie), es un proyecto del gobierno para reemplazar la leña por el uso del carbón con el fin de frenar la severa desertificación del territorio que sufre el país en general y, de manera particular, la región de Agadés. Se inició con una ayuda de Canadá y ahora la UE apoya el estudio de viabilidad y rentabilidad de las minas (situadas en Tchighozérine, a 50 km al norte de Agadés), que son de titularidad estatal. 5. OBSERVANCIA RELIGIOSA: ORACIÓN Y PEREGRINACIÓN Con todas estas actividades, las mujeres nigerinas, como musulmanas creyentes, deben cumplir los ritos que su fe establece y que no se diferencian de los exigidos a los hombres (Vidal 2001b:169-70, 171). Sin embargo, en uno de los cinco pilares del islam, la oración, ha sucedido como en otros países del Sahel, donde el Islam «negro» subsahariano por adaptación al entorno patriarcal ha venido a reforzar el alejamiento de la mujer del espacio público de culto, la mezquita. Así, al igual que en Malí (Vidal 2001b:183-4), aunque no se prohíbe el acceso a las mujeres, no es habitual su presencia en las mezquitas y se suele establecer unas entradas y zonas determinadas del edificio para el sexo femenino. Además, no suelen ir a la mezquita hasta llegar a la menopausia, si bien hay que advertir, en contra de lo que suele practicarse en la mayoría de los países islámicos, que la única limitación normativa del islam para el acceso a la MUSULMANAS NIGERINAS: MUJERES E ISLAM EN NÍGER A COMIENZOS… 263 mezquita es la misma que para los hombres, la pureza ritual, y que fuera del periodo de menstruación o parto, la mujer puede purificarse mediante las abluciones o el baño de la misma forma que el hombre y así entrar a la mezquita para hacer la oración. Ello no impide, sin embargo, que muchas mujeres mayores practiquen la oración y cumplan con el rito de las cinco oraciones diarias en sus casas o en otros lugares. De hecho, en Níger hay bastantes mujeres mayores que asistieron a la escuela coránica, muchas veces junto con los niños varones, y aprendieron y conocen lo fundamental de la teoría y práctica de la fe y el ritual islámico. Por lo que respecta a otro de los pilares del islam, la peregrinación a La Meca, resulta sorprendente el hecho de que exista una buena cantidad de mujeres, lógicamente de cierta edad, que han realizado la peregrinación. Por ello, no es raro encontrar a señoras respetables que ostentan ya el título de H¢a¤y$y$a («Peregrina»), adaptado de diversas formas, Hadjia (H¢ ay$y$iyya), Hajja, etc., sobrenombre que recibe el creyente que ha realizado el rito de la peregrinación (en la mayoría de los casos, varones). Caso particular con respecto a esta prescripción islámica es el del Departamento de Maradi, en el centro meridional del país, donde se localiza una zona de la que parte una gran cantidad de mujeres hacia La Meca. Más insólito aún resulta este elevado cumplimiento ritual de la peregrinación a los lugares santos del islam si se tiene en cuenta que se trata de mujeres normalmente jóvenes, con menos medios económicos y más obligaciones familiares que las señoras ya mayores. La explicación que se puede aportar al fenómeno es de carácter económico y laboral, pues el viaje suele tener el objetivo de comerciar con oro y trabajar en el servicio doméstico de Arabia Saudí. 6. ENSEÑANZA De acuerdo con las cifras recogidas en el informe de IDH 2000 (a partir de datos de 1998), la tasa de alfabetización de las mujeres en Níger es de 7,4, frente al 22,4 de los hombres. Para facilitar la comparación, baste señalar que ese mismo informe señalaba para España (téngase en cuenta la fecha) unos porcentajes de 96 para las mujeres y 98 para los hombres. Huelga señalar la importancia de la enseñanza para la promoción de la mujer, pero se hace más urgente aún teniendo en cuenta la «brecha digital» que se está creando con estos países, de manera que las tecnologías de la información se están convirtiendo en una de las prioridades en el ámbito 264 FRANCISCO VIDAL CASTRO 16. La enseñanza, de profunda tradición, prestigio e importancia socio-cultural y religiosa en el Islam, incluye a ambos sexos, a pesar de que las costumbres sociales frenen la continuidad de las mujeres. En la imagen, una niña con su pizarra a la salida de la escuela en Zinder. Fotografía: Francisco Vidal Castro. del desarrollo internacional en general y sobre las mujeres en particular (Hafkin y Taggart 2001). Esto obligó al gobierno a crear una Cellule Technique pour la Promotion de la Scolarisation et de la Formation des Filles integrada en el Ministére de l’Éducation National. Fue creada en 1994 con participación extranjera. En 2001 la escolarización de las niñas rondaba el 39 % y se plantea como objetivo alcanzar un 48% en 2010. Las causas para la baja escolarización que identifican las responsables de esta Célula Técnica, son básicamente tres: la falta de adaptación de la enseñanza a las necesidades de la vida real, la tradición y la economía. Además de las niñas, las mujeres adultas también son el objetivo de programas de educación por distintas ONG’s, como ya se ha mencionado. Como ejemplo concreto, se puede apuntar el Programa de Promoción de la Mujer en la zona del Proyecto Integral Keita, que ha desarrollado una campaña de alfabetización funcional en 38 centros de 25 mujeres cada uno. MUSULMANAS NIGERINAS: MUJERES E ISLAM EN NÍGER A COMIENZOS… 265 Ante una situación tan precaria que roza la inexistencia de la enseñanza pública del Estado, cobra especial importancia y constituye una aportación cultural relevante la enseñanza tradicional islámica de las escuelas coránicas. Téngase en cuenta que, durante siglos, la iniciación a la lectura y escritura de la mayor parte de los musulmanes del planeta se ha hecho a través del Corán, y en el África Subsahariana la enseñanza islámica ha conllevado un amplio abanico de conocimientos: derecho, teología y misticismo, gramática árabe, poesía y literatura, historia islámica, aritmética, astronomía-astrología, medicina (Reichmut 2000:419). De hecho, como ya se ha indicado, gracias a que muchas de las mujeres mayores actuales asistieron a las escuelas coránicas pudieron recibir una formación y cultura, aunque fueran muy básicas, y salir del analfabetismo absoluto. Aunque las necesidades económicas familiares impiden en la mayoría de los casos la continuidad, casi todos los niños y niñas acuden desde pequeños a estas escuelas coránicas, al menos unos pocos años (lámina n.º 16). En la actualidad, en Níger se está produciendo una expansión de las escuelas coránicas con una mayor asistencia de las mujeres, fenómeno presente en otros centros de enseñanza árabo-islámica actuales en otros países africanos (Reichmuth 2000:433). La motivación de estas mujeres, de acuerdo con sus propias manifestaciones, suele ser el deseo de conocer ellas también y por sí mismas el contenido del Corán. Y ello a pesar del costo económico que suele conllevar, pues aunque la enseñanza es obra piadosa en el islam y no se suele formalizar como un contrato, es habitual el pago y regalos al maestro. Como ejemplo, en Maradi, el marabú de una escuela coránica percibe 1.500 francos CFA (unos 2,25 euros) por enseñar a una niña en su madrasa (las oraciones y nociones básicas del Corán, con lectura y, en algunos casos, escritura de los textos principales). Resultado de ello es la existencia, muy poco conocida pero de gran relevancia y significación por mucho que sea escasa, de mujeres marabúes con las capacidades de enseñanza y dirigentes tradicionales que encierra la institución. Entre ellas, se puede mencionar a Mme. Houda, presidenta de la Union des Femmes Musulmanes du Niger (UFMN), Khadija Attine, Amina Rabiou, Zahraou Hasoumi, Mallama Fati (que trabaja en una escuela de Canadá), Zarra Seyni, Mariama Amadou, Balkisa Garba y muchas más. Por otro lado y en el ámbito islámico de la enseñanza, por lo que respecta al nivel universitario hay que señalar que la Universidad Islámica de Say (Vidal 2006) tenía prevista en el año 2001 la creación de una Facultad Femenina de próxima apertura. Finalmente, es preciso concluir dos ideas importantes. La primera, que el Corán y el islam apoyan la formación y enseñanza de las mujeres, por lo 266 FRANCISCO VIDAL CASTRO que la baja escolarización y el alto analfabetismo femenino no pueden achacarse a la doctrina islámica. La segunda, que precisamente el islam puede y debe utilizarse como palanca y argumento para promover la enseñanza de las mujeres, tanto religiosa como civil. 7. ESTATUTO PERSONAL Y DERECHO DE FAMILIA En el marco jurídico y político, el África subsahariana y el África Occidental tienen unas características y factores comunes determinantes: independencia política tras la Segunda Guerra Mundial, herencia de un sistema jurídico tomado de la potencia colonial (principalmente Francia), coexistencia del código jurídico escrito de planta europea con el derecho autóctono que recoge usos y costumbres propios así como tradiciones religiosas locales, sobre todo islámicas. También es habitual que casi todos los países de la zona hayan firmado las convenciones y cartas internacionales para la protección y defensa de la infancia, la mujer, los derechos civiles, políticos, económicos, culturales, etc., aunque la realidad es que la traslación de estas leyes a la realidad nacional no es fácil, por lo que no llega a imponerse a las legislaciones estatales o si lo hace no llega a aplicarse por distintos imponderables y factores de difícil superación. En la etapa colonial en Níger, el derecho tradicional islámico continuó aplicándose en materias de familia entre la mayoría de la población mediante un grupo de tribunales específicos diferentes a los que administraban el derecho civil francés. Los jefes de pueblo y notables locales estaban autorizados a dictar sentencia mientras que los tribunales estaban presididos normalmente por un oficial francés asistido por asesores expertos en la costumbre de las partes. A pesar de ello, el derecho francés podía suspender la aplicación del derecho tradicional si iba en contra de los principios legislativos franceses y además emitió varios decretos (en 1939 y 1951) para establecer la edad mínima del matrimonio (14 años para mujeres, 16 para hombres) y para impedir que por los intereses económicos familiares en juego (la dote) se pudiera forzar al matrimonio a una mujer mayor de edad (21 años) o divorciada (Dunbar y Djibo 1992:7-8). Tras la independencia, se mantuvieron los dos tipos de tribunales para las cuestiones de familia. Actualmente, a pesar de que la Constitución en vigor (de 1999) en su artículo 8 señala que la República de Níger es un Estado de derecho que «asegura a todos la igualdad ante la ley sin distinción de sexo, origen social, étnico o religioso», el estatuto jurídico de la MUSULMANAS NIGERINAS: MUJERES E ISLAM EN NÍGER A COMIENZOS… 267 17. Cartel de la película senegalesa Moolaadé (Protección), en contra de la excisión, ganadora del premio «Una cierta mirada» del Festival de Cannes 2004. mujer en el ámbito de las relaciones familiares se caracteriza por la coexistencia de tres tipos de normas de diferentes naturaleza, contenido y fuentes: derecho moderno (escrito, de origen francés), derecho consuetudinario y derecho islámico. Ello provoca la superposición de normas que coexisten sin excluirse, lo que genera una inseguridad jurídica que perjudica a las mujeres pues cualquiera de las tres normativas puede aplicarse según las circunstancias, ambigüedad que impide a la mujer —y a cualquier ciudadano— saber previamente qué norma invocar (civil, consuetudinaria o islámica) y a qué jurisdicción acudir (Laouali y Labo 2004:3.1.2., 4.1.1.). 268 FRANCISCO VIDAL CASTRO Por otro lado, uno de los ámbitos de la sociedad en los que el Islam influye habitual y tradicionalmente de una forma más directa es el relativo al estatuto personal y familiar, es decir, en las cuestiones relacionadas con el matrimonio, divorcio, herencia, paternidad, adopción, etc. Por tanto, en cuestiones muy relacionadas con la mujer. Así, la elaboración en Níger de un código de la familia6 exigía, siendo un país islámico en más del 90%, la presencia y participación de los dirigentes musulmanes. Ello ha hecho, entre otras razones, que esté resultando un proceso arduo y lento (Dunbar 2000:409) que llegó a estancarse en 2001. La pretensión de una ley de estatuto personal igualitaria para ambos sexos podía entrar en contradicción con algunas de las prácticas islámicas de Níger (auténticas o tergiversadas, como sucedía en Malí: Vidal 2001b:185). Sin embargo, se han realizado negociaciones con los dirigentes islámicos que han permitido el acercamiento y acuerdos en materia de matrimonio (se contemplará la poligamia y la monogamia) y su disolución, aunque existen obstáculos que parecen insalvables en algunos aspectos que se hallan taxativa y explícitamente recogidos en el Corán, en especial la cuestión de la herencia (la mujer recibe la mitad que el hombre a igual nivel de parentesco). A pesar de ello, en la cuestión de la herencia el islam podría aportar un paso inicial en la mejora de los derechos de las mujeres. Mientras que en la sociedad hausa, la mayoritaria en Níger, la mujer queda excluida del acceso a la tierra y solo se le concede un trozo de tierra pequeño, marginal y en usufructo (CARE 2003:4; Laouali y Labo 2004:3.1.4.), la ley islámica reconoce el derecho a la herencia de la mujer, aunque, en caso de concurrencia con otro heredero varón al mismo nivel de parentesco, este recibe el doble que ella, desigualdad que habría que solventar en un segundo paso, una vez conseguido el derecho al acceso y propiedad de la tierra gracias a la implantación de la normativa islámica. 6. Desde mediados de los 70 comenzó la demanda de su implantación. Un primer grupo de trabajo se estableció en 1976, pero fue suspendido en 1977 por la oposición política que lo veía como una amenaza para la estabilidad del país. En 1985 se reanudó el trabajo, pero el resultado no fue aceptado; desde 1987 hasta 1991 otro grupo desarrolló un amplio trabajo que sí llegó a materializarse en un anteproyecto. El borrador incluía varias mejoras importantes: edad mínima de matrimonio de dieciséis años para la mujer, la esposa podrá exigir al marido los gastos por la manutención de la familia, derecho a tener una cuenta bancaria propia, pensión alimentaria para la divorciada hasta que se case o no lo necesite, la custodia de los hijos asignada en función de los intereses del menor. Pero también incluía algunos aspectos que no beneficiaban a la mujer: el marido decide sobre la monogamia, los herederos pueden solicitar la aplicación del derecho islámico en ausencia de voluntad previa del fallecido (Dunbar y Djibo 1992:22-5). Este Avant Projet du Code de la Famille no llegó a implantarse. MUSULMANAS NIGERINAS: MUJERES E ISLAM EN NÍGER A COMIENZOS… 269 Lo mismo sucede con la excisión (véase apartado siguiente) y el enclaustramiento, aplicado por diversas sociedades islámicas pero ajeno al Islam primitivo pues ni el Corán ni el derecho islámico lo establecen (Ruiz de Almodóvar 1985-1986). Por el contrario, en la sociedad hausa (no en los demás grupos étnicos) es ampliamente practicada (v. supra el apartado sobre el tema). Algo similar ocurre con el divorcio pues, aunque permitido por el islam, no es demasiado frecuente. Sin embargo, la inestabilidad matrimonial es una característica de la sociedad hausa (también entre los kanuri y algunos segmentos de los fulani, según Dunbar y Djibo 1992:10-1, que señalan que no parece ser un fenómeno reciente). En algunos casos estudiados, el porcentaje de mujeres que habían pasado al menos un divorcio supera el 40 %, lo que obliga a las mujeres a asegurar su futuro económico y financiero frente al divorcio mediante la formación de un capital mobiliario que puede consistir en pequeños rumiantes, oro y joyas (Wilson 1992:8). De hecho, esta misma razón de «seguro frente al divorcio» es la que indujo, entre otras causas, la enorme inflación de la dote en Níger (y otros países del entorno), lo que provocó la intervención del gobierno colonial y postcolonial para frenar su desorbitado aumento (Dunbar y Djibo 1992:9). Además, la aplicación de la norma islámica —asumible por más del 90 % de la población— podría superar la vigencia de la normativa consuetudinaria en algunos aspectos relacionados con la mujer en los que esta resulta perjudicada y contra los cuales es difícil argumentar por el carácter esotérico y no escrito de dicha normativa, lo cual deja a las mujeres en un estado de indefensión. Incluso para los jueces, que no tienen conocimiento de las múltiples costumbres de las regiones y etnias del país y no distinguen apenas entre costumbre y derecho islámico (Dunbar y Djibo 1992:7), es complicado sentenciar, pues sus asesores en costumbre no son de gran ayuda por lo esotérico y las posibilidades de manipulación de esas normas (Laouali y Labo 2004:4.1.1.), lo que desemboca en una falta de uniformidad en la aplicación del derecho consuetudinario. Abundando en la cuestión, estudios antropológicos y sociológicos sobre conducta específica de género en distintos grupos étnicos de Níger, como los wodaabe, muestran que los comportamientos de segregación de género y de delimitación social y económica de las mujeres no son solo resultado de una influencia islámica, sino que algunas de estos convencionalismos son anteriores al Islam, según documentan innumerables tradiciones orales de los grupos étnicos nigerinos (Wilson 1992:10). A fecha actual de 2005, aún no se ha implantado un código de estatuto personal y de la familia, pero se ha seguido avanzando con la realización de varios estudios, en particular tres: un estudio sobre el 270 FRANCISCO VIDAL CASTRO estatuto jurídico de la mujer y la ley en Níger, un estudio sobre la transcripción de las costumbres y una encuesta nacional somera sobre la opción de los nigerinos en materia de estatuto personal (Laouali y Labo 2004:3.1.2.). Por otro lado y en relación con el derecho de familia, es preciso señalar los cambios que se están produciendo incluso en una cultura como la tuareg, con una larga y asentada tradición matrilineal en materia de familia y con un importante papel de la mujer en su sociedad (Correa 1996:31, 32-3): monogamia, divorcio, herencia, transmisión del linaje por línea femenina. Las graves sequías y profunda desforestación están llevando a los tuareg a un proceso de sedentarización, iniciado por presiones políticas en épocas anteriores (Ramos 2002; Ramos 2006). El asentamiento en las ciudades, en contacto con etnias que practican la poligamia, como los hausa o songhay, está contagiando a los tuareg la poligamia, con el consiguiente perjuicio para la posición tradicional de la mujer musulmana tuareg. 8. LAS MUTILACIONES GENITALES DESDE LA PERSPECTIVA DEL ISLAM EN NÍGER La excisión o clitoridectomía que designa la ablación genital femenina 7 es una práctica extendida en toda el África subsahariana (Vidal 2001b:188; Relinque 2001; Abu@-Sahlieh 2001; Relinque y Vidal 2002). Sin embargo, a pesar de que casi todos estos países son de mayoría islámica y de que se pretende justificar el mantenimiento de la ablación genital mediante el islam (que realmente no la prescribe: Vidal 2001b: 17481, 188), lo cierto es que precisamente la islamización ha servido para frenar y reducir la mutilación, como sucede en Malí, cuyas zonas más islamizadas no la practican apenas (Vidal 2001b: 188). Por tanto, no es de extrañar que en Níger, país más islamizado que Malí, la excisión apenas esté extendida (Relinque 2007). Tanto las informaciones oficiales del gobierno como las de ONG-s independientes coinciden en señalarlo así. Por ejemplo, Aïcha Nana Foumakoye, Ministra de Desarrollo Social, de la Población, de la Promoción de la Mujer y de la Protección del Niño, aseguraba a nuestro equipo investigador durante la entrevis- 7. Sobre la terminología castellana para esta práctica, véase Vidal 2001b:174. MUSULMANAS NIGERINAS: MUJERES E ISLAM EN NÍGER A COMIENZOS… 271 ta realizada en 2001 que la excisión es una práctica escasa en el país y que no alcanza el cinco por ciento. En el mismo sentido se pronunciaba Hadizatou Diallo Souna, secretaria ejecutiva de la ONG SAPHTA, que afirmaba que es una práctica poco extendida. Sin embargo, aunque sea limitada, existe y la forma de afrontar la erradicación total de la excisión es completamente diferente y opuesta por parte de estas dos mujeres, que representan al gobierno y a las ONG-s. Para la ministra, más realista y pragmática, con la responsabilidad real de gobernar, la vía de solución es sensibilizar en lugar de promulgar leyes punitivas que no se cumplen sino que generan clandestinidad en la realización de la operación con el aumento de los riesgos y peligros para la salud de la mujer. En cambio, para la responsable de la ONG, desde un planteamiento más teórico e ideal, informaba que desde su organización han pedido la prohibición legal rigurosa y criminalización de la excisión 8. Por la vía de la sensibilización se apuesta en diversos países y por distintas organizaciones, como la ONG Amsopt de Malí, que lleva a cabo un proyecto para el abandono de la práctica de la excisión mediante la concienciación. Para ello implican a toda la población, no solo mujeres, sino también a los hombres y a los dirigentes locales. Como parte fundamental del plan y la ejecución del proyecto, cuentan con la colaboración y apoyo de los marabúes, como se está haciendo también en Níger (véase infra el apartado sobre El papel del islam tradicional: la implicación de los 8. Relinque 2006; Ramos 2006. Véase además, Ramos 1998. Como ejemplo de ambas posiciones en otros países, se pueden citar los dos siguientes. En Kenia la excisión fue prohibida por ley en 2001, pero se sigue practicando de forma clandestina y en 2003 saltaba a la prensa el caso de más de cien adolescentes (de 13 a 18 años) que se fugaron de sus casas para escapar a la excisión, como resultado de las campañas de información y sensibilización (v. «Cien niñas de Kenia huyen de sus casas para evitar la ablación genital», en diario El País, 8-febrero-2003; sobre esta práctica en la zona, v. Hicks 1996). En el otro camino de la sensibilización se incluye la película Moolaadé (Protección) (ilustración n1 17) del director senegalés octogenario (82 años) Ousmane Sembene, rodada en Burkina Faso en 2004 con actores no profesionales, como es habitual en su filmografía, y que ha recibido el premio «Una cierta mirada» de Cannes 2004. El argumento narra en forma de cuento la historia de Collé Ardo, una mujer que vive en un pueblo africano y que hace siete años no permitió que su hija fuera sometida a la ablación, puesto que le parece una barbarie; hoy, cuatro niñas huyen para escapar del ritual de la purificación y piden a Collé que las proteja y con ello se crea el nudo de la historia consistente en el enfrentamiento de dos valores: el respeto al derecho de asilo (el moolaadé) y la tradición de la ablación (la salindé). Sobre la película, coproducción de 117 minutos entre Senegal, Francia, Marruecos, Túnez y Camerún; véase www.golem.es/moolaade [Consulta: 17/04/2005.]. Sobre otras políticas para la erradicación y la situación en todo el mundo, véase Koso-Thomas 1992; Rahman y Toubia 2000. 272 FRANCISCO VIDAL CASTRO marabúes). Así, en el caso del poblado de Tourela, el imán, Ousmane Doumbia, se pronuncia públicamente en contra de la excisión y aclara los errores y falsas atribuciones al islam en la cuestión de la excisión. La entrevista que se le realizó para el documental sobre el proyecto es tan sumamente significativa y reveladora que, aún no siendo de Níger, merece la pena reproducirla por el gran interés que reviste y a pesar de los errores o confusiones que parece haber en la traducción (no existe un «libro de asSalá» [oración] en el Corán, sino en otros tratados jurídico-religiosos): – Pregunta: «Ilustrísimo imán, ¿qué dice el Corán sobre la ablación de las niñas?». – Respuesta: «Dice que es una práctica mala, que no es correcto hacerlo. Lo dice en el libro de as-Salá. En ese libro dice que esa práctica no está permitida, es adecuada en los varones pero no en las niñas, no se trata de nada bueno». – Pregunta: «¿Existen imanes en Malí que defiendan la práctica de la ablación?». – Respuesta: «En el caso de que haya imanes que estén a favor de la ablación será porque no han sido informados correctamente. Les diría que abandonen esa práctica porque esas extirpaciones en las niñas no son nada bueno. Es algo erróneo, es la verdad. Es la ignorancia la que provoca que la gente actúe de esa forma»9. 9. ISLAMIZACIÓN E ISLAMISMO ENTRE LAS MUJERES 9.1. Onomástica Además de los aspectos indicados, la islamización de las mujeres nigerinas queda reflejada en otras facetas. Una de ellas es la onomástica, pues la mayoría de mujeres tienen un nombre araboislámico, aunque con la lógica adaptación a la fonética de las lenguas nacionales a través de la lengua y escritura francesas, lo que genera distintas variantes de un mismo nombre, tal y como ocurre con Malí (Vidal 2001b: 188-9; Vidal 2003). Sin embargo, a diferencia de lo que sucede en este país, en Níger parece ser 9. El largo camino hacia el final de la ablación (Een dorpsstraject), Fatusch Productions, 2001, 30 min., elaborado por Jacqueline Bakker (realizadora), Jacqueline Persson (directora del proyecto e investigadora) y otros. MUSULMANAS NIGERINAS: MUJERES E ISLAM EN NÍGER A COMIENZOS… 273 mayor la presencia de nombres islámicos, lo que resulta lógico pues se corresponde con la mayor islamización de Níger. Para la correcta pronunciación y comprensión de la fonética de los nombres, téngase en cuenta que en la transcripción del nombre al francés la /e/ nunca es muda (ni al final de palabra), sino aguda, por lo que en algunos casos en la ortografía se suele indicar, aunque no siempre, un acento agudo. La /h/ siempre es aspirada. De los múltiples nombres femeninos islámicos, los que parecen predominar son los de las esposas del Profeta: Jad¸@y$a, Sawda@’, cA¤’is#a (la favorita), H¢afs¢a, Umm Salama, Hind, Zaynab (2), Y$uwayriyya, S¢afiyya, Maymu@na y Umm H¢ab¸@ba10 y sus cuatro hijas (Ruqayya, Zaynab, Umm Kultu@m y Fa@t¢ima). El más frecuente de los que hemos encontrado es cA¤’is#a (el segundo más abundante en Malí: Vidal 2003), sin duda por la especial significación religiosa ya que se trata del nombre que llevaba la tercera esposa y favorita del Profeta, que además era hija de su íntimo amigo y prestigioso Abu¤ Bakr, además de convertirse en una mujer famosa por sus conocimientos jurídicoreligiosos y ser transmisora fundamental de muchos hadices o tradiciones proféticas. Tiene la consideración de Umm al-Mu’min¸@n, «madre de los creyentes», que se aplica a las esposas del Profeta. Aparece con distintas variantes, que son básicamente las formas Aïcha y Aïssa con sus correspondientes pronunciaciones y transcripciones con icra@b (vocal final de caso que no se pronuncia en árabe hablado): Aïssata y Aïchatou (Vidal 2003), sin duda a causa de la forma de pronunciar estos nombres por los marabúes locales, encargados normalmente de indicar el nombre a petición de la familia del recién nacido. Como ejemplo, se pueden citar los casos significativos de varias exministras y parlamentarias: Aïssata Moumouni (ex-ministra), Aïssata Bagna (ex-ministra), Aïssata Karidjo Mounkaila (parlamentaria), Aïssa Abdoulaye Diallo (ex-ministra), Aïcha Nana Foumakoye (ministra), Aïchatou Djibo Ben Wahab (ex-ministra), Aïchatou Boulama Kané (ex-ministra), Aïchatou Mindaoudou (ex-ministra). De los nombres de las mujeres e hijas del Profeta también se encuentran los siguientes: 10. Aunque el propio Profeta estableció el número máximo de esposas en cuatro, llegó a casarse tras la muerte de JadßÌa, su primera esposa, con otras diez mujeres, en muchos casos por razones políticas y humanitarias, para proteger a las viudas de algunos compañeros muertos en combate. También tuvo varias concubinas con las que no se casó. A su muerte dejó nueve viudas. 274 FRANCISCO VIDAL CASTRO – Fa@t¢ima: Fatouma Djibo Annou (ex-parlamentaria), Fatima Moutari Bana (actual parlamentaria), Fatouma Zara Ali Karim (actual parlamentaria); se trata del nombre de la que quizás sea la más importante mujer en la historia del Islam, hija del Profeta y esposa del cuarto califa del Islam; – Zaynab: Zeïnabou Badéri Maïkoréma (ex-ministra), Zeinabou Labo (magistrada); Zeïnabou Tari Bako Elback (actual parlamentaria); – Jadı¤y$a: Khadija Attine (marabú), Hadizatou Diallo Souna/Sounna (secretaria de la ONG SAPHTA), Hadiza Djibo (socióloga); Hadiza Claude Michèle (presidenta de CONGAFEN); – Sala¤ma/Salama: Salamatou Bala Goga (actual parlamentaria); una de las esposas del Profeta fue Umm Salama Hind; – Ruqayya: Roukayatou Abdou (ex-parlamentaria); – H¢afs¢a: Hapsatou Djibrilla Maïzoumbou (actual parlamentaria); – S¢afiyya: Safi (ama de casa). Otros nombres de significación religiosa por los personajes que los llevaron y su aparición en el propio Corán son: – Maryam: siempre aparece en la forma Mariama. Es uno de los nombres más frecuentes, después de cA¤’is#a, y resulta llamativo que sea el nombre de siete mujeres de las diecisiete que han sido ministras en la historia de Níger: Mariama Mailalé, Mariama Banakoye, Mariama Tahirou Ali, Mariama Bahamane Sambo, Mariama Sambo Abdoulaye, Mariama Gamatié Bayard, Mariama Hima. Igualmente, de las trece parlamentarias actuales, tres llevan este nombre: Mariama Mathieu, Mariama Alassane y Mariama Sadou. Se trata del nombre de María, la madre de Jesús, que aparece en numerosas aleyas del Corán, muchas de ellas al mencionar a su hijo (cA¤’is#a Maryam, Jesús hijo de María). El islam le atribuye grandes méritos y privilegios y la devoción popular islámica la venera y es tomada por las mujeres como ejemplo y recurso en momentos difíciles; – H¢awwa@’: Haoua Garba (ex-parlamentaria), Haoua Barazé (actual parlamentaria). Se trata del nombre de Eva, la mujer de Adán, habitual en las parejas de hijas gemelas o en la niña cuando se trata de mellizos, pues se les suele dar a la pareja los nombres de Adama y Haoua (A¤dam y H¢awwa@’), Adán y Eva, ya que el nombre de Adán también se utiliza para mujeres, como ocurre en el siguiente caso: – A¤ dam: Adamou Diallo Babata (ex-parlamentaria); MUSULMANAS NIGERINAS: MUJERES E ISLAM EN NÍGER A COMIENZOS… 275 – Huda@: Ouda, presidenta de la ANASI (Association Nigérienne pour l’Appel et la Solidarité Islamiques); el nombre tiene el sentido religioso del camino recto que siguen los buenos creyentes; – Am¸@na: Amina Rabiou (marabú), Aminata Mayaki (socio-economista); nombre que significa honesta o fiel y que llevó la madre del Profeta; – H¢al¸@ma: Halimatou Abdoulwahid (ex-ministra); H¢alı¤ma bint Ab¸@ Ducayb, fue la madre adoptiva del Profeta; – Rah¢mat [Alla@h]: Ramatou Mahaman Rahimou (actual parlamentaria); significa «la clemencia/misericordia de Dios» y en este caso se ha adaptado en forma abreviada, al igual que sucede en Malí a veces (Vidal 2003). Por último, es conveniente observar que la palabra bint (hija), que en la onmástiva árabe se utiliza como conectivo en la parte del nasab o genealogía (cA¤’is#a bint Ab¸@ Bakr: Aissa hija de Abu Bakr), aparece como nombre de pila aislado, por sí mismo y no como parte de la cadena del nombre, fenómeno también constatado en Malí (Vidal 2003). Entre los ejemplos representativos, se puede citar el de Binta Tankari (ex-parlamentaria). 9.2. Asociaciones y movimientos islamistas femeninos Aunque habitualmente se suelen asociar las corrientes islamistas o de carácter fundamentalista con grupos masculinos, y sus integrantes son en su mayoría hombres, en Níger existen también grupos de mujeres que han formado asociaciones de carácter religioso islámico, algunas de las cuales quizás podrían incluirse en una línea más o menos fundamentalista o en corrientes de reforma ortodoxa. Sin embargo, estas mujeres no suelen inscribirse en las tendencias conservadoras y patriarcales de ese fundamentalismo más retrógrado que limita la actividad y derechos de la mujer. Las asociaciones de mujeres musulmanas tienen como objetivo las cuestiones y situación de la mujer dentro de una estructura islámica concienciada, al mismo tiempo que comienzan a formar organizaciones políticas (Dunbar 2000:409). En este camino, buscan un equilibrio, a veces difícil e inestable, entre el discurso islamista y la reivindicación de sus derechos y la solución a sus problemas. A pesar de ello, el alcance y efectos de su labor es de gran importancia y ofrecerá resultados eficaces y positivos. Como destaca R. A. Dunbar, incluso en una fortaleza del conservadurismo islámico como po- 276 FRANCISCO VIDAL CASTRO dría ser Maradi, las mujeres han negociado la redefinición de las categorías sociales de respetabilidad que han permitido que se produzcan alianzas que en el pasado habrían sido inviables (Dunbar 2000:409). Según estas asociaciones, el mayor o uno de los más graves problemas que sufren las mujeres en Níger es, según estas asociaciones, el repudio, debido a la pobreza que existe en el país y el desamparo en el que queda la mujer divorciada por repudio masculino. En la reunión de trabajo realizada con la presidenta de una de las más importantes y extendidas asociaciones de mujeres musulmanas, Mme Ouda, fueron presentadas y analizadas las distintas asociaciones de mujeres islámicas y sus respectivas actividades. Todas ellas intervienen en varios campos, principalmente la educación, la familia y la pequeña economía. Así, además de actividades de educación en general, trabajan en la escolarización de las niñas y enseñanza del Corán (esta última en todas las asociaciones). De hecho, estas asociaciones pidieron al gobierno en 1995 que se promoviera la enseñanza del islam en las escuelas públicas (Dunbar 2000:409). Otras están más especializadas en la vida social, mantenimiento de hogares femeninos y atención a la juventud. Las que se centran en el ámbito económico se dedican a actividades generadoras de recursos para las mujeres, como talleres de costura, que en muchos lugares del Sahel es una actividad masculina. No obstante, es preciso advertir que no pudimos comprobar los logros reales ni las actividades consolidadas o efectivas, como ocurrió también con muchas asociaciones y ONG’s laicas en las que parecía no haber resultados efectivos más allá de planteamientos teóricos y buenas intenciones. Para cerrar este apartado, a continuación se indicarán algunas de las asociaciones islamistas de mujeres: – al-Ittih¢a@d al-Nisa@’iyya al-Isla@miyya f¸@ l-N¸@y$ar = Union des Femmes Musulmanes du Niger (UFMN). Su presidenta es Mme Huda@, que dirige la asociación junto con un comité director que se reúne dos veces al año, además de las reuniones generales a nivel nacional que realizan anualmente en Niamey; – Jamiyyatou Nassaratou Diine (JND) (Asociación de Defensoras/Defensa de la Religión); – Fattayatou Diine (Muchachas de la Religión); – Association pour la Bienfaisance et la Promotion de la Femme Musulmane; – Sección de la mujer de la ANASI (Association Nigérienne pour l’Appel et la Solidarité Islamiques); – Sección de la mujer de la Organisation Islamique du Niger; MUSULMANAS NIGERINAS: MUJERES E ISLAM EN NÍGER A COMIENZOS… 277 – Association des Jeunes Musulmanes du Niger (disuelta). – Sección de la mujer de la Addini Islami (disuelta); – Sección de la mujer de la Association al-Qalam (disuelta). 9.3. El papel del islam tradicional: la implicación de los marabúes Como ya se observó para el caso de Malí (Vidal 2001b), también en Níger la interpretación interesada o errónea de las normas islámicas y otras normas tradicionales que realizan los dirigentes locales (casi todos hombres) favorece sus propios intereses y perjudica a las mujeres (Care 2003:4; Laouali y Labo 2004:3.2.2.). De hecho y como ya se ha indicado en el apartado de estatuto personal, muchas de las convenciones sociales de segregación o limitación social y económica de las mujeres nigerinas proceden de épocas anteriores al Islam. Para superar esta situación, el enfrentamiento o la lucha contra los hombres y la actitudes feministas radicales o la imposición de modelos jurídico-sociales occidentales y ajenos no solo no tendrían sentido en un país con la situación económica, identidad socio-cultural e idiosincrasia de Níger sino que además no resultarían efectivos y sí contraproducentes. Por tanto, la vía de superación de estas desigualdades ha de pasar por el propio sistema de organización y estructura social, ambos de carácter islámico. De esta manera y teniendo en cuenta que la doctrina islámica establece derechos y capacidades para la mujer superiores y más amplios que los que disfruta la mujer nigerina, el conocimiento y difusión de una práctica islámica auténtica mejoraría considerablemente las condiciones de vida de estas musulmanas, que lo único que estarían reivindicando sería un verdadero y pleno ejercicio de su religión y modo de vida islámico. Se trata de corregir los errores de interpretación y las falsas atribuciones de normas islámicas que justifican las desigualdades y malas condiciones de vida de las mujeres nigerinas. Esta era una de las principales conclusiones establecidas para Malí (Vidal 2001b) que también ha de aplicarse a Níger. Este planteamiento es comprendido y compartido por los expertos en desarrollo y la cooperación internacional que está interviniendo en África Occidental en general (OSIWA 2004; Dunbar 2000:409) y en Níger en particular, donde, incluso, está siendo aplicado activamente. Ya se ha ejemplificado la colaboración de los marabúes o dirigentes religiosos locales en el caso de Malí con la implicación del imán de Tourela en un proyecto contra la excisión (véase supra apartado sobre la excisión). Por lo que respecta a Níger, el Proyecto Maradi de Igualdad de Sexo 278 FRANCISCO VIDAL CASTRO y Seguridad en las Condiciones de Vida11 ha planteado un programa de educación y sensibilización en el que incluye, entre otras, una estrategia de «comunicación para el cambio de comportamiento» (CCC). Para llevarla a cabo, ha adoptado una iniciativa valiente y abierta: asociarse con los dirigentes religiosos locales para plantear un diálogo sobre las enseñanzas del Corán respecto a los sexos y examinar la relación entre la práctica religiosa y las desigualdades en el hogar. Para ello, el proyecto ha sumado sus fuerzas a la Union des Femmes Musulmanes du Niger con el fin de promover la inclusión de temas relacionados con las mujeres en los sermones de los jatibes locales. Además, esta asociación ha planteado el proyecto a los marabúes de más prestigio e influyentes de la ciudad de Maradi y entre ambas partes han llegado a acuerdos claros sobre las disposiciones que se deben tomar. Al mismo tiempo, los marabúes han señalado a otros dos marabúes de contacto en cada población para colaborar con la iniciativa y han elaborado un documento que compendia todas las azoras, aleyas y hadices sobre derechos de la mujer en cuestiones como: – matrimonio, divorcio, herencia de tierras y de otros capitales productivos, – enclaustramiento, – acceso a la formación, educación e información. Este documento se ha usado para la formación de los marabúes de los pueblos aprovechando la celebración de los zocos semanales o bien directamente en las mezquitas; se pretende con ello conseguir el apoyo al contenido del documento y que los imanes lo incorporen a las prédicas cotidianas. El proyecto todavía no ha cuantificado el impacto de esta actuación, pero sí ha constatado algunos cambios, especialmente entre los hombres. En algunos pueblos, los marabúes se están convirtiendo en un ejemplo por la ayuda en la reducción de la carga de trabajo de las mujeres y por su decisión de que, en caso de fallecimiento, se realice una partición de la herencia equitativa (Care 2003:4; Sayo 2002). Por último y en relación con el Islam autóctono de Níger, cabe hacer referencia a algunas tradiciones islámicas sobre personajes femeninos loca- 11. Maradi Gender Equity and Livelihood Security Project, desarrollado por la delegación en Níger de la organización internacional CARE (Cooperative for Assistance and Relief Everywhere) durante los últimos años, desde 2000. MUSULMANAS NIGERINAS: MUJERES E ISLAM EN NÍGER A COMIENZOS… 279 les. En varias zonas del país se pueden encontrar leyendas y tradiciones históricas sobre mujeres que fueron guerreras o dirigentes religiosas en un contexto islámico. Además, la población de habla hausa de Níger cuenta en su folclore con historias de los imperios hausa que tuvieron su capital en el norte de la actual Nigeria contigua a Níger pero que abarcaron toda la región. Entre estas historias aparecen las referidas a los grupos de estudio de la esposa de Usman dan Fodio, el fundador del estado de Sokoto, y las que hablan de la reina Amina de Zauzau (Zaria) (Wilson 1992:10). 10. A MODO DE CONCLUSIÓN Para finalizar el trabajo se destacarán algunas de las consideraciones e ideas más relevantes que se derivan de lo expuesto. En primer lugar, la identidad islámica de las mujeres nigerinas y de su tradición y contexto cultural es un factor determinante de su situación familiar, pero también social y económica, entre otras facetas. Tanto es así que los sociólogos y antropólogos especializados han expresado la necesidad de que los trabajadores y cooperantes implicados en proyectos sobre mujeres de comunidades islámicas estén familiarizados con los principios del islam y su influencia en la conducta de las mujeres (Wilson 1992:11). Las musulmanas nigerinas parece que presentan una mayor islamización que sus vecinas de otros países del Sahel, como Malí, con los que guardan muchas similitudes pero también ciertas especificidades. En contra de lo que puede parecer inicialmente, muchas de las situaciones de desigualdad y deficiencias en los derechos de las mujeres nigerinas no se deben a su condición de musulmanas, a pesar de que el Islam y su adaptación autóctona hayan venido a consagrar algunas de esas situaciones. Por ello y dejando de lado, en un principio, las limitaciones doctrinales básicas con respecto a la posición de la mujer en el islam como religión (no el Islam como civilización, que ha agravado ciertas desigualdades), muchas de estas situaciones pueden superarse desde planteamientos propiamente islámicos y debe hacerse así teniendo en cuenta que la tradición, identidad, cultura y sociedad nigerinas son mayoritariamente islámicas, por lo que la imposición externa y ajena de modelos socio-culturales suele ser ineficaz y contraproducente. Se trata de buscar y aplicar una solución interna acudiendo al islam tradicional y limitando la influencia, todavía escasa, de la islamización fundamentalista actual de origen extranjero. 280 FRANCISCO VIDAL CASTRO Esa solución implica, en una primera fase, aclarar y corregir las interpretaciones erróneas e interesadas de las normas islámicas que tradicionalmente han venido efectuando los hombres. Con ello se superarán determinadas situaciones de desigualdad y se mejorará la posición de la mujer en diferentes aspectos como la enseñanza, la excisión e, incluso y paradójicamente, otras cuestiones como el propio enclaustramiento, el divorcio o la herencia que el islam puede mejorar con respecto a ciertas prácticas étnicas. Y para conseguir estos objetivos una de las mayores palancas y estrategias más eficaces es la colaboración de los marabúes y dirigentes musulmanes locales, que últimamente están mostrando en Níger una mayor flexibilidad tanto para llegar a acuerdos (código de estatuto personal) como en su participación activa por la mejora de la situación de la mujer (proyecto Maradi). Sin duda, en este cambio de actitud algo debe de haber influido la incorporación al conocimiento e interpretación del Corán y el islam por parte de las mujeres en general y las marabúes en particular, cuya aportación al proceso de reinterpretación y moderación es un factor relevante (Vidal 2007). Posteriormente, asimiladas socialmente y consolidadas estas mejoras de la situación de las musulmanas nigerinas, en una segunda fase se podrá plantear una adaptación y modernización de las normas islámicas para equiparar los derechos de las mujeres en un país islámico como Níger, que debe responder a las necesidades de una sociedad y un mundo actuales. Entre otras razones, porque la erradicación de la pobreza es una falacia sin una plena incorporación de las mujeres al mercado de trabajo, en particular, y a la economía y el desarrollo, en general. 11. BIBLIOGRAFÍA Abu-Sahlieh, Sami A. Aldeeb (2001), Circoncision masculine, circoncision féminine. Débat religieux, médical, social et juridique. París: L’Harmattan. Aixelá Cabré, Yolanda (2000), Mujeres en Marruecos. Un análisis desde el parentesco y el género. Barcelona: Bellaterra. Djibo, Hadiza (2001), La participation des femmes africaines à la vie politique. Les exemples du Sénégal et du Niger. París: L’Harmattan. 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