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Diagonal // Del 16 al 29 de marzo de 2006 40 // SABERES IMPUESTO SOBRE LOS CORREOS ELECTRÓNICOS Una coalición de organizaciones que agrupa a unos 15 millones de personas ha puesto en marcha una campaña contra los planes de la empresa AOL, proveedora de servicios de Internet, de aplicar un impuesto a los correos electrónicos. Para suscribir la campaña: www.dearaol.com Saberes EDUCACIÓN - CIENCIA - NUEVAS TECNOLOGÍAS - [email protected] finalidad. Si en el estadio todos se levantan para ver el gol, al final nadie ve nada. El resultado colectivo (no ver) es contrario a la finalidad del acto individual (levantarse para ver). Un ejemplo de contrafinalidad en grandes sistemas es el ciclo de la telaraña descubierto al estudiar el La sociedad derrocha energía para mantener un orden artificial, con una única organización posible MODELOS ORGANIZATIVOS // ENTROPÍA Y ACCIÓN SOCIAL ¿Son los sistemas dictatoriales imposibles matemáticamente? Cuando se rompe una taza contra el suelo libera una cantidad de energía menor que la necesaria para volver a unir los pedazos con pegamento para arreglar el destrozo. Este hecho responde Rafael Conde Madrid La entropía explica la irreversibilidad de los actos y la existencia del universo, puesto que si un fenómeno pudiese volver atrás con la misma facilidad con que fue originado, ...Y SIN EMBARGO SE MUEVE a la segunda ley de la termodinámica y se conoce como entropía, que explica la irreversibilidad de los actos y es aplicable a la sociedad. Porque nada permanece excepto el cambio. el big bang, la fotosíntesis o la caída de la taza no serían posibles, pues serían reversibles. De forma similar, los actos sociales generan consecuencias que se extienden en cadena. Por ejemplo, si compro un coche supone un ascenso para el vendedor que lo celebra veraneando en Túnez donde conoce a la mu- ‘2003 UB313’ es la designación provisional de un objeto un tanto peculiar. Se encuentra en el cinturón de Kuiper (una especie de cinturón de asteroides más allá de la órbita de Neptuno), y las primeras estimaciones hablan para él de un diámetro superior al de Plutón. Con ello, se ha vuelto a abrir la polémica sobre la designación de estos lejanos objetos, a medio camino entre asteroides y planetas. En 1999 la Unión Astronómica Internacional decidió asignar a Plutón –hoy considerado un asteroide del cinturón de Kuiper– un número identificativo de asteroide, aunque pudiera mantener su condición de planeta. jer de su vida. Son consecuencias no intencionadas que escapan a mi control y que hacen a los actos sociales igualmente irreversibles. Aunque yo devuelva el coche, la vida del vendedor ya ha cambiado. Cuando interactúan varios individuos las consecuencias de sus actos pueden crear situaciones de contra- mercado de productores de cerdo californianos. Los criadores yerran sistemáticamente al tomar como referencia el precio del año anterior. Si el precio de la carne es alto invierten en más cerdos, por lo que aumenta la oferta, los precios bajan y sufren pérdidas. Entonces producen menos cerdos, baja la oferta y el precio se eleva, perdiendo un buen negocio. Debido a la contrafinalidad inducimos que los actos deben planificarse y buscamos el orden social. Es más fácil desordenar que ordenar. Es más fácil romper la taza que reconstruirla. Es más fácil barajar las cartas que hacer escalera de color. Es pura matemática: sólo existe una combinación de las cartas en orden, pero muchas combinaciones en desorden. Algo similar ocurre en la sociedad. Pensemos en la piratería musical. Para la industria discográfica existe un orden: producir discos y venderlos. Este orden es posible mientras haya una sola forma de conseguir música: comprar el disco en la tienda. Sin embargo, cuando surgen nuevos canales de difusión aparecen nuevas conductas tan irreversibles como lo es la taza rota. Romper la taza es fácil, pero reconstruirla costoso. Comprar un CD pirata es sencillo, pero una vez has comprado la copia, que la industria te convenza para comprar el original es complicado. Para ello necesita un aporte externo de energía, como una campaña publicitaria, por ejemplo. Pero es un aporte de energía costoso y lento frente a la sencillez de bajar una canción de internet. Existen posibilidades menos costosas que el orden establecido. Hay actos espontáneos (“quiero un disco y lo bajo de e-mule”) y actos La Luna es un planeta Francisco Centenera Pero ante la oposición de determinados sectores (no olvidemos que Plutón fue descubierto por un estadounidense), la propuesta fue vetada. Como vemos, incluir un objeto en uno u otro grupo muchas veces es una cuestión de mero convenio. Por ejemplo, muchos se sorprenderán al saber que la Luna es, por encima de un satélite, un planeta. No sólo su tamaño y su masa en relación a la Tierra son mucho mayores que los del resto de satélites del Sistema Solar, sino que su órbita presenta siempre concavidad hacia el Sol. Es decir, aunque la cercanía de nuestro planeta influye fuertemente en el movimiento de la Luna, en el balance de fuerzas entre la atracción del Sol y la de la Tierra, siempre es mayor la del Sol, por lo que en rigor la Luna gira en torno a éste y no alrededor de la Tierra. En un satélite ‘normal’, la atracción de su planeta con relación al Sol es mayor, y por tanto los satélites describen en torno al Sol una órbita similar a un muelle curvado. Esto no es así en el caso de la Luna. Para comprender su movimiento, podemos imaginar una carretera circular por la que transita un camión –la Tierra– y un pequeño vehículo –la Luna–. En este ejemplo, la Luna adelanta al camión por la derecha, a continuación se pone delante, frena ligeramente y se deja adelantar por el otro lado, planificados (“compro el CD para conservar el mercado discográfico”). Los primeros se extienden de forma más rápida y sencilla que los segundos, con lo que el orden termina siendo insostenible. Ortega y Gasset comparó estos procesos con el equilibrio físico. En principio, la gravedad debería ordenar los átomos formando capas ordenadas de los más densos a los más ligeros. Igualmente la vida intelectual clasifica todo creando categorías ontológicas: bueno y malo, amigo y enemigo, orden y desorden, etcétera. Pero si observamos el universo, éste no es el orden de la vida, que prefiere desorden e inestabilidad. El universo es un estado de desequilibrio con la máxima energía potencial donde una chispa desencadena un torrente de energía aprovechable. Por contra, la sociedad realiza grandes derroches de energía para mantener un orden artificial y organizar las cartas en una sola combinación posible. Sin embargo, cuando las consecuencias de los actos espontáneos convierten el orden establecido en demasiado costoso, surgen otras combinaciones posibles, nuevas formas de entender el mundo que generan un nuevo orden social. Sólo un verdadero orden democrático podrá gestionar el incremento constante del desorden global Está claro que cada sociedad se va a dar una organización, unas leyes, pero la vida tiene la virtud de liberarse de los hábitos, volver al caos, y generar otro orden de cosas: no el puramente lógico, sino un orden en desequilibrio, con vida. Sólo si las cartas se barajan puede jugarse la partida. Un verdadero orden democrático abierto a nuevas opciones y que mantenga una permanente revisión de sus principios políticos podrá gestionar el incremento constante del desorden global, gozando de una estabilidad mayor y convirtiendo la opción de la dictadura en matemáticamente imposible, ya que, por pura probabilidad, nada permanece excepto el cambio. para de nuevo acelerar y adelantar al camión por la derecha. En este movimiento la Luna, gracias a la constante curvatura de la carretera, nunca necesita poner el volante completamente recto, aunque cambie continuamente de carril. Nunca tiene que girar hacia el camión. Aunque pueda parecerlo, en el colegio no nos engañaron: mientras trenza la órbita terrestre, la Luna pasa por los cuatro puntos que determinan sus fases. Lo que sucede es que con nuestra corta edad no hubiésemos comprendido bien eso de formar parte de un sistema planetario doble. Y probablemente los adultos tampoco.