Download EPSA adelanta el proyecto más grande de conservación del árbol

Document related concepts

Ceroxylon quindiuense wikipedia , lookup

Ceroxylon wikipedia , lookup

Copernicia prunifera wikipedia , lookup

Ceroxylon alpinum wikipedia , lookup

Copernicia wikipedia , lookup

Transcript
Yumbo, 6 de mayo de 2014
EPSA adelanta el proyecto más grande de conservación del
árbol nacional de Colombia y hábitat del loro orejiamarillo

En los bosques del Tolima EPSA cultiva y siembra 7.500 palmas de cera.

Proyecto también adelanta investigación que permitirá conocer las causas que la están
amenazando la sobrevivencia de esta especie y métodos reproductivos.

Este símbolo patrio representa, además, salud para los ecosistemas y alimento para
muchos otros animales, como aves y mamíferos de diferentes especies.
La palma de cera (Ceroxylon spp.) es una de las
palmas nativas de mayor altura. Sin excepción
llama la atención de cualquier persona y es el hogar
que escogió el loro orejiamarillo (Ognorhynchus
icterotis), para anidar. Declarada árbol nacional y
símbolo patrio desde 1985, representa, además,
salud para los ecosistemas y alimento para muchos
otros animales, como dantas, roedores, cotorras,
tucanes o mirlas.
EPSA promueve y financia un proyecto sin
precedentes en Colombia que busca proteger la
palma de cera, en peligro de extinción, con la
siembra de 7.500 individuos. Este proyecto lo
adelanta la empresa en el área de influencia de la
central hidroeléctrica Cucuana, en construcción,
junto con la Universidad del Tolima y la Fundación
Proaves.
“Este loro es una de las especies de
loros
más
amenazada
debido
principalmente a la destrucción de su
hábitat y la tala de la palma de cera.
Está categorizada como en peligro
(EN) según la Unión Internacional
para
la
Conservación
de
la
Naturaleza (UICN), y debido a que la
población conocida de individuos
maduros es muy pequeña, es aún
más vulnerable a las amenazas que
enfrenta”, menciona Proaves.
Naciendo en La Abundancia
La vida de una palma de cera está en las manos de Sandra Janeth Hernández y
Carolina Rivera, quienes en un predio de la vereda San Miguel, denominado La
Abundancia, cuidan las plántulas que en unos años serán hermosos árboles de 90
metros de alto, la casa donde anidan cientos de loros orejiamarillo.
Este predio hace alusión a su nombre: es un vivero forestal con capacidad para albergar
más de 20.000 plántulas de palma de cera y otras especies, que con muchos cuidados
empiezan a gestarse.
Ellas todo el día recogen semillas para luego zarandearlas (sacarle la basura a la tierra
para que esta quede dócil y manejable), embolsarlas y acomodarlas para que esa
semilla del tamaño de un grano de arroz empiece a crecer y las plántulas se adapten al
entorno. “No es un trabajo fácil, pero sí muy gratificante”, dicen ambas jóvenes con
mucho en común: madres solteras cabeza de hogar.
“También hay que regarlas, podarlas, desyerbarlas y aplicarles el fertilizante hasta
cuando estén listas para trasplantar y ser llevadas al campo”, agrega Carolina. Y el
trabajo no termina allí. Sandra comenta que “Debemos estar con los ojos abiertos por si
van creciendo o en el proceso se nos mueren. Si esto sucede, nos tocar volver a
recolectar hasta que la semilla esté buena”.
Gracias a su cuidado, además de las plántulas de palmas de cera, hay plantas de Aliso,
Encenillo, Manzano de Monte, Cedro, Cerezo, Naranjuelo, Mano de Oso, Cedro, Mamey,
Arrayan y Guayabo, que buscan ser frondosos árboles a lado y lado de las cuencas de
los ríos Cucuana y San Marcos.
Gonzalo Cardona, de la Fundación Proaves, entidad con la que EPSA lidera este
proyecto, que busca proteger la palma de cera, afirma que con estas plántulas se busca
además “resucitar” especies que están en vía de extinción. “El Manzano de Monte y el
Roble están a punto de desaparecer por ser maderables, y se necesitan para el
enriquecimiento y protección de nacimientos y cuencas”.
Creciendo en los bosques
Buena parte de estas plántulas que se
gestaron en el vivero hoy son pequeños
árboles que empiezan brotar sus hojas verdes
entre bosques silenciosos e inundados de
bruma. La palma de cera, es uno de los árboles
más grandes del mundo, sin embargo, solo
crece entre 15 y 20 centímetros al año.
Pese a ello, en este bosque ya hay palmas que
empiezan a mostrar sus hojas sanas y verdes.
Hay otras que aún están tan pequeñas que sus
hojas se pierden entre la hojarasca y en las
ramas de árboles longevos.
Las 7.500 palmas están distribuidas en 44,9 hectáreas de bosque y separadas en seis
predios, debidamente aislados y señalizados. “Cada planta está marcada para hacerle
seguimiento detallado a su crecimiento y desarrollo” explica Diana Ruíz, ingeniera
forestal de la central hidroeléctrica Cucuana.
•
•
•
•
•
•
Predio San José, vereda San Marcos: 2.400 palmas de cera en 15,4 hectáreas
Predio Santuario, vereda El Coco: 2.380 palmas de cera en 15,2 hectáreas
Predio Camelias, vereda El Coco: 1.197 palmas de cera en 7,7 hectáreas
Predio El Carmen, vereda San Marcos: 1.027 palmas de cera en 6,6 hectáreas
Predio El Brillante, vereda Cucuanita: 300 palmas en 1,9 hectáreas
Predio Buenavista, vereda Cucuanita: 196 palmas en 1,2 hectáreas
En algunos bosques donde hay palma de cera se realizaron montajes de unidades de
monitoreo con el propósito de evaluar la dinámica de la matriz de pastizales, restauración y
bosque natural.
Investigación de palma de
cera
A la par de este proyecto, que se realiza por primera vez, de estas dimensiones en
Colombia, también se adelanta con la Universidad del Tolima un detallado estudio
durante cuatro años para determinar el desarrollo de la palma de cera y las causas de
su extinción, que hasta hoy son inciertas. Esta investigación permitirá tener más datos
sobre sus métodos reproductivos en diferentes tipos de terreno, estudio del cual ya
hay un primer documento.
Ministerio de Medio Ambiente exaltó el proyecto
Una comisión de este Ministerio visitó el
municipio de Roncesvalles con el fin de
hacer seguimiento a las medidas de
compensación de una resolución que
permitió
levantar
parcial
y
temporalmente la veda de 36 individuos
de palmas de cera, de las cuales solo 32
fueron aprovechados para la ejecución
del proyecto de la central hidroeléctrica
Cucuana.
El plan de compensación se divide en
cuatro fases, las cuales fueron objeto de
revisión en campo por los funcionarios
del Ministerio:




Estudio fitosanitario de 36 palmas de cera
Estrategia de producción, siembra y monitoreo de 7.500 plántulas de palmas de
cera
Programa de investigación forestal
Difusión de los resultados de la investigación