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usa
Eisenhower dixit
E
texto de Aleksandro Palomo Garido
l déficit público que afrontará el nuevo gobierno de EEUU es histórico. El nuevo presidente deberá
desencadenar una auténtica perestroika si quiere evitar la quiebra económica.
El nuevo presidente de EEUU que salga elegido en las elecciones de noviembre de 2008 se enfrentará a una situación
política y económica complicada. En lo económico, el país
debe afrontar la deuda externa de mayor tamaño en el planeta. La deuda pública de EEUU a finales de 2008, una vez aprobado el rescate de Wall Street, sobrepasa los 11,3 billones de
dólares. La última partida aprobada por el Congreso destina-
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rá 700.000 millones de dólares a la compra de activos financieros contaminados por la crisis financiera. Lo más sorprendente es que este espectacular incremento en el gasto no contempla cuáles van a ser las vías de financiación. Ésta va a ser
la principal tarea del nuevo presidente que llegue a la Casa
Blanca. El incremento de la presión fiscal puede ser traumático en un país que se ha declarado tradicionalmente enemigo
usa
de las subidas de impuestos. Por otro lado, la reducción del
gasto público es una letanía que han prometido todos los candidatos a la presidencia desde hace años, pero lo cierto es que
a cada nuevo gobierno el gasto se incrementa. Como porcentaje del PIB del país, el gasto público ha aumentado desde el
35% en 1975 hasta un 70% en la actualidad. La deuda del país
crece en torno a los 1.400 millones de dólares diarios, o cerca
de un millón de dólares por minuto. Sólo la factura por los intereses de la deuda alcanzó la nada desdeñable cifra de los
430.000 millones en el año 2006. Como muestra, el déficit presupuestario anual se situaba por encima de los 5,7 billones de
dólares cuando el presidente Bush tomó posesión del cargo en
enero de 2001, y el nuevo presidente deberá afrontar una deuda superior a los 11 billones en enero de 2009. Es decir, un incremento del 100% en un período de ocho años.
La balanza de pagos de EEUU se encuentra en una posición
anómala desde hace años por no poder pagar la factura de sus
altos niveles de vida. No se trata sólo del importante monto
que suponen las importaciones de productos extranjeros, que
exceden con mucho la capacidad de la nación de pagar por
ellos. Se trata, en primer lugar, de los gastos sociales derivados
de las pensiones y los programas de asistencia sanitaria que
representan el mayor contingente del presupuesto. Eso a pesar de que todos los gobiernos han realizado importantes recortes en coberturas sociales. Sin embargo, la partida presupuestaria que no ha cesado de aumentar ha sido la de defensa. Sin considerar las dos guerras actuales del presidente
Bush, los gastos de defensa se han más que duplicado desde
mediados de los años noventa. Los gastos planificados por el
Departamento de Defensa para el año fiscal 2008 fueron mayores que todos los demás presupuestos militares del mundo
sumados y esto no incluye la partida presupuestaria aprobada
por el Congreso para financiar las guerras de Iraq y Afganistán.
Este presupuesto suplementario, por sí solo, supera los presupuestos militares combinados de Rusia y China. Por lo tanto,
los gastos relacionados con la defensa para el año fiscal 2008
han excedido el billón de dólares por primera vez en la historia1. No está nada mal para un período de paz mundial.
El gobierno Bush ni siquiera ha tratado de reducir los ruinosos gastos de mantener enormes ejércitos permanentes, de
reemplazar equipos que han sido destruidos o gastados en
ocho años de guerras, o de preparar una guerra en el espacio
exterior contra adversarios desconocidos. Pero los excesivos
gastos militares no se han desarrollado sólo en unos pocos
años o simplemente debido a las políticas del gobierno Bush.
Lo ha hecho durante mucho tiempo siguiendo una política
económica que ha arraigado en el sistema político democrático, en el que comienza a hacer estragos. Esta política econó-
LOS DIEZ PRINCIPALES PRESUPUESTOS MILITARES EN EL MUNDO 2
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
Millones de dólares
EE.UU.
623.000
China
65.000
Rusia
50.000
Francia
45.000
Japón
41.750
Alemania
35.100
Italia
28.200
Corea del Sur
21.100
India
19.000
Arabia Saudí
18.000
Mundo
Mundo sin EEUU
1,100.000
500.000
Año fiscal
2008
2004
2005
2007
2007
2003
2005
2005
2004
mica consiste en un “keynesianismo militar” que viene heredado desde la Guerra Fría. EEUU trató de mantener la carrera
armamentística con la URSS con planificaciones económicas
estatales que garantizasen la producción de armamentos.
Bajo esta estrategia se mantuvo e incrementó una masiva
industria de armamento, tanto para contrarrestar el poder militar de la Unión Soviética, como para mantener el pleno
empleo tras el final de la II Guerra Mundial. El resultado fue
que, bajo el liderazgo del Pentágono, se creó un fabuloso complejo militar-industrial con industrias enteramente nuevas
para fabricar grandes aviones, submarinos a propulsión nuclear, ojivas nucleares, misiles balísticos intercontinentales, y
satélites de vigilancia y de comunicaciones.
Durante unos años se pensó que EEUU podría desarrollar
este esfuerzo de guerra y mantener atendida la producción
que requería el alto estándar de vida de su población, pero no
fue así. Al llegar los años sesenta, comenzó a notarse que la
entrega de las mayores empresas manufactureras de la nación
al Departamento de Defensa y la producción de bienes sin
ningún valor de inversión o consumo comenzaban a desplazar las actividades económicas civiles. Durante los años cincuenta y sesenta, entre un tercio y dos tercios de todo el talento de investigación estadounidense fueron desviados hacia el
sector militar. Comenzó a surgir todo un establishment militar que se alimentaba de los ingentes presupuestos de defensa y que tenía un creciente poder político. Es decir, aquello
contra lo que ya advirtió el presidente Eisenhower en su discurso de despedida del 6 de febrero de 1961: “…nos han obligado a crear una industria de armamentos permanente de dimensiones gigantescas. Añadido a esto, tres millones y medio
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usa
La determinación de los gobiernos
estadounidenses de mantener una
economía de guerra permanente y de
tratar a la producción militar como si
fuera un producto económico ordinario, aunque no haga ninguna contribución ni a la producción ni al consumo, se basa en dos factores: Por un
lado, la inercia derivada de la Guerra
Fría empuja a EEUU a mantenerse en
su papel de líder único global. En un
panorama internacional que cada vez
más se vislumbra como multipolar,
EEUU sólo puede justificar el modelo
unipolar basándose en una supremacía aplastante en el campo militar. Por
otro lado, los inmensos gastos en armas, municiones y grandes ejércitos
permanentes se compensan, en parte,
con los beneficios obtenidos por la
venta de armamento a las otras naciode hombres y mujeres directamente son contratados en este
nes. Obvio resulta decir que EEUU controla este mercado y
3
establishment… ”.
que todo el complejo militar-industrial, con una influencia
La economía de EEUU ha tenido que hacer frente a creciencreciente en Washington, vive de este negocio. Por tanto, los
tes gastos de defensa durante más de 60 años. Desde 1947 a
sucesivos gobiernos han justificado el creciente presupuesto
1990, los presupuestos militares combinados de EEUU ascende defensa basándose en la amarga percepción de un incedieron a 8,7 billones de dólares. En 1990, el valor de las armas,
sante aumento de la inseguridad global. Lo cual es cierto si
del equipamiento, y de las fábricas dedicadas al Departamenseguimos el rastro dejado por las recientes intervenciones
to de Defensa representaba un 83% del valor de todas las fábrimilitares de EEUU en Afganistán e Iraq, por poner un ejemplo.
cas y equipos en la manufactura estadounidense. Y es que a
Con el paso del tiempo, el compromiso simultáneo con
pesar del final de la Guerra Fría, las políticas armamentísticas
cañones y mantequilla ha resultado ser una configuración
han proseguido su camino, en buena
inestable. Las industrias militares han
El
compromiso
simultáneo
con
parte debido a los importantes interedesplazado a la economía civil y han
ses creados, que se han atrincherado cañones y mantequilla ha resultado conducido a severas debilidades econóalrededor del establishment militar.
ser una configuración inestable. micas. Los gastos militares han desviado
Así, tras la derrota del comunismo,
recursos de los usos productivos. Ya en
EEUU ha seguido manteniendo políticas públicas que han
1968, un inventario de cinco años reveló que un 64% de las
reforzado al complejo militar-industrial. Esta vez legitimado
máquinas-herramienta para trabajos en metales utilizadas en
por la lucha global contra el terrorismo. Se pensó que era posila industria de EEUU tenían diez años o más. La edad de este
ble mantener el “keynesianismo militar” basado en pequeñas
equipo industrial (taladros, tornos, etc.) significaba que la
guerras frecuentes, que podrían sustentar indefinidamente la
maquinaria industrial de EEUU era la más anticuada de todas
acaudalada economía estadounidense. Esta ha sido la política
las principales naciones industriales, y delataba la continuaseguida por los halcones neoconservadores instalados en la
ción de un proceso de deterioro que comenzó con el fin de la
Casa Blanca durante los últimos ocho años. Su legado ha sido
II Guerra Mundial. Este deterioro en la base del sistema indusun notable aumento del gasto público en políticas de seguritrial certificaba el continuo efecto debilitador y agotador que
dad y defensa a nivel global, sin una fuente de financiación
estaba teniendo el uso militar de capital y del talento de invesque lo respalde, lo cual ha aumentado la deuda del país hasta
tigación y desarrollo en la industria de EEUU4. Para compenel límite de la quiebra.
sar ese déficit en la producción civil, EEUU se ha visto obliga-
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usa
do a realizar masivas importaciones de equipamiento y bienes de consumo, desde máquinas médicas como aceleradores
de protones para la terapia radiológica, a coches y camiones
fabricados en Europa y Japón.
Esta dinámica unida al fracaso de Wall Street, como hemos
visto, ha llevado a EEUU a acumular una fabulosa deuda.
¿Pero quién presta a Washington todo ese dinero? De momento, los grandes déficits comerciales de EEUU se han sostenido
con la emisión de deuda pública por parte del Departamento
del Tesoro. Los propietarios de esos títulos son inversores
corrientes, bancos, fondos de pensiones y compañías de fondos mutuos de todo el mundo, pero lo más llamativo es que
los propietarios de casi la cuarta parte de la deuda son gobiernos extranjeros, los cuales poseen actualmente unos 2.349
billones de dólares o un 44% de la deuda estadounidense sostenida públicamente. Esto representa un 9,5% más que el año
anterior. Sólo en la semana del 9 de julio de 2008 aumentó la
cantidad en 1.630 millones de dólares. Japón es el principal
acreedor, con 586.000 millones, seguido de China (400.000) y
Gran Bretaña (244.000). Arabia Saudí y otros países exportadores de petróleo suman en torno a 123.000 millones5. Como
se puede ver, los intereses son complejos y aparte de la rentabilidad económica que puedan obtener, está claro que hay
numerosos países que temen una anarquía global y están
interesados en que EEUU mantenga su política actual y ostente con energía su papel de gendarme mundial. Sin embargo, la
situación financiera del gobierno de EEUU es incómoda además de delicada. Gran parte de los préstamos recientes se han
cumplido mediante la venta de bonos del Tesoro a corto plazo.
Si esos préstamos giran hacia tipos mayores, los pagos de intereses en la deuda nacional se podrían disparar. Además, el
declive del dólar ante otras monedas está convirtiendo los
valores del Tesoro en menos atractivos para los inversores
extranjeros.
El sustituto de G. Bush deberá afrontar las turbulencias generadas por la crisis financiera de Wall Street, que ya se traducen en una profunda recesión económica y un incremento
agudo del desempleo, con unas arcas públicas vacías y sin posibilidad de endeudarse más de lo que están. Por lo tanto, se
verá inevitablemente obligado a recortar el gasto público. El
conflicto interno puede estallar si se atreve a tocar las partidas
presupuestarias que mantienen a un, exageradamente grande, establishment militar. El gasto militar se ha convertido en
un enorme agujero negro que absorbe la economía estadounidense. El mantenimiento de 800 bases militares y 9 flotas aeronavales alrededor de todo el mundo no es un gasto menor.
Para mantener este presupuesto militar se ha desatendido a la
población. Se ha dejado de invertir dinero en gasto social. Por
lo que el sistema de educación pública se ha deteriorado de
modo alarmante y no se asegura la atención sanitaria de todos
los ciudadanos. Además se han ignorado las políticas medioambientales en el país más contaminador del mundo. La
propia industria nacional ha perdido competitividad como
fabricante de necesidades civiles, al mismo tiempo que se han
incrementado los recursos para la fabricación de armamentos. Exactamente por el mismo motivo perdió la Guerra Fría la
Unión Soviética. Está por ver si el nuevo gobierno emprenderá su propio proceso de reformas. Si lo intenta, tendrá enfrente al establishment militar y a los sectores más conservadores
de la sociedad. ¿Será posible una Perestroika made in USA?
Notas
1. 1,1 billones calcula Chalmers Jonson en: “¡A la bancarrota! La crisis
de la deuda es la mayor amenaza para la República EEUU.” Ver:
www.rebelion.org (27-1-08).
2. Tabla elaborada por el autor a partir de datos de Chalmers Jonson
(cit.).
3. “ (…) Cada año gastamos en seguridad militar más que la ganancia
neta de todas las corporaciones de los Estados Unidos. Esta combinación de un inmenso establishment militar y una enorme industria
armamentística es nueva en la experiencia americana. La influencia
total –económica, política, aún espiritual– es sentida en cada ciudad,
en cada órgano legislativo de cada Estado, en cada oficina del gobierno Federal. Reconocemos la necesidad imperativa de este desarrollo,
pero no debemos dejar de comprender sus graves implicaciones.
Nuestro trabajo duro, recursos y sustento están implicados; ha llegado a ser estructura misma de nuestra sociedad. En los consejos de
gobierno, debemos protegernos contra la adquisición de una influencia injustificada, buscada o no, por el complejo militar industrial”.
4. Desde luego, es innegable que buena parte de las innovaciones tecnológicas ocurridas en EEUU han sido el resultado de recursos y capacidad invertidos en el complejo militar, que luego han encontrado
una aplicación civil. Sin ir más lejos tenemos el caso de Internet.
5. Según los datos que hace públicos la FED.
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