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CAMBIOS Y CONTINUIDADES EN EL TIEMPO
Conocimiento
del medio 5
La edad antigua
La invención de la escritura marca el inicio de la edad antigua. Durante este período se
desarrollaron las primeras civilizaciones, y en él coincidieron diversos pueblos que se
disputaban el control del Mediterráneo.
Entre las civilizaciones, destacan las civilizaciones fluviales —Mesopotamia y Egipto—,
que crearon las primeras ciudades planificadas y los primeros estados.
Entre los pueblos mediterráneos, destacan los griegos, los fenicios y los cartagineses:
• Los griegos procedían de las costas del Mediterráneo oriental. Estaban organizados en
ciudades independientes o polis y fundaron numerosas colonias —como Emporion, en la
Península Ibèrica (siglo IV a. C.)— con las que comerciaban. Introdujeron el cultivo de la
vid y del olivo, extendieron el uso de la moneda y, a menudo, llevaron su escritura. Tenían
una religión politeísta y en el arte destacaron en la escultura y en la construcción de teatros
y templos religiosos.
• Los fenicios eran originaros de Fenicia, en el Mediterráneo oriental. Eran especialistas en
el cultivo del papiro y en el trabajo del vidrio y tenían un alfabeto propio.
• Los cartagineses procedían de Cartago, en la costa africana del Mediterráneo, y eran
rivales comerciales de los fenicios.
Entre los pobladores de la Península Ibérica, destacan los íberos y los celtas:
• Los íberos eran los pueblos indígenas de las zonas de la Península Ibérica próximas a la
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costa mediterránea. Compartían una misma lengua y una misma cultura, pero nunca
formaron una unidad política. Recibieron influencias de los pueblos que los colonizaron, y
destacaron en la orfebrería y la escultura.
• Los celtas eran originarios del centro de Europa, y se instalaron en el extremo noroeste
peninsular. Vivían en castros, que eran pueblos amurallados. Conocían el hierro y eran
buenos especialistas en la metalurgia.
Los romanos, originarios de la ciudad de Roma, crearon un imperio que extendió su dominio por todo el Mediterráneo. El estado romano era muy poderoso y estaba bien administrado. Sus súbditos pagaban impuestos y el dinero recaudado se destinaba a la construcción de vías y edificios públicos y al mantenimiento del ejército. Según la organización política, diferenciamos: el período de la monarquía (VIII a. C. – VI a. C.); el período de la república (VI a. C. – I a. C.), en que la máxima autoridad de Roma fue el Senado; el período del
imperio (I a. C. – V d. C.), en el que el emperador concentraba todo el poder.
En las ciudades, los romanos construyeron numerosas obras públicas, como las vías o
calzadas empedradas que comunicaban las principales ciudades del imperio, así como
edificios públicos —teatros, circos, anfiteatros o termas— y monumentos —arcos de triunfo.
La sociedad romana se dividía en tres grandes grupos: los patricios (grandes propietarios
de tierras y los comerciantes ricos), los plebeyos (pequeños propietarios agrícolas o artesanos) y los esclavos (a menudo capturados en las guerras de conquista).