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LAS UNIFICACIONES DE ITALIA Y DE ALEMANIA
En la actualidad Italia y Alemania, miembros de la Unión Europea
ostentan un gran peso económico y político. Pero hasta el último tercio del siglo
XIX, ambos estados no existían como tales. Su fragmentación les restaba
importancia en el mundo.
Lo que sería Italia, estaba formada por diversos territorios, algunos
de ellos, dependían de potencias extranjeras (Austria). Así Milán y Venecia
pertenecían al Imperio Austríaco. Los ducados de Módena Parma y Toscana
eran gobernados por príncipes austríacos y el reino de las Dos Sicilias lo era
por reyes de la dinastía borbónica. Sólo el Reino del Piamonte-Cerdeña (que
llevaría el peso de la unificación) y los Estados Pontificios eran soberanos.
En el caso de Alemania, desde el Congreso de Viena, estaba formada
fundamentalmente por la Confederación Germánica integrada por 39 estados,
entre los cuales destacaban en importancia Prusia y Austria, ambas rivales.
Finalmente, ésta última sería apartada de la unificación por Prusia, que se
erigió en la líder del proceso.
Hay una situación de partida que hace posible la
unificación de Italia, dirigida por el reino de Piamonte-Cerdeña, y
de Alemania, según el proyecto del Reino de Prusia:
El impacto de la Revolución francesa y el Imperio napoleónico
La reacción antifrancesa genera en los pueblos italianos y
alemanes un sentimiento de independencia y libertad, unidos a
una idea de Nación potenciada por los intelectuales, escritores
románticos y por filósofos.
Las diversas concepciones del nacionalismo
Un nacionalismo católico que pretende crear una
Confederación de Estados italianos bajo la presidencia del Papa,
un nacionalismo que pretende unificar Italia con el rey de
Piamonte, una Alemania unificada desde el punto de vista
económico y luego político, una Gran Alemania que incluía a
Austria…
La expansión económica en ambos casos
Es la burguesía industrial la impulsora del desarrollo
económico y de la unificación política.
La disposición de un ejército moderno y de unos políticos
audaces:
Tanto en el reino de Piamonte como en el de Prusia
comprendieron que la modernización y ampliación del ejército
era un requisito indispensable para la consecución por medios
militares del proceso unificador.
Conde de
Cavour
Víctor Manuel II
Garibaldi
Otto von
Bismarck
Guillermo I
El general
von Moltke
Otto von Bismarck (1815-1898)
Su política como primer ministro de Prusia tenía
como objetivo esencial el engrandecimiento del estado
prusiano.
Tras la unificación alemana dirigió la política del
nuevo Estado y la de Europa (sistemas bismarckianos)
con el fin de aislar a Francia.
Conocido como el canciller de hierro.
LA UNIFICACIÓN DE ITALIA
El origen del proceso de unificación tuvo lugar en los territorios del norte, en
torno al reino de Piamonte-Cerdeña, Estado que se había industrializado tempranamente,
con una burguesía liberal influyente, cuyo monarca constitucional era Víctor Manuel II.
Durante la primera mitad del siglo XIX, los territorios dependientes de Austria
(Lombardía-Véneto) habían protagonizado rebeliones contra su dominadora, en el seno de
un movimiento nacionalista de carácter liberal denominado "Risorgimento“ que defendía la
idea de una Italia unificada bajo el rey del Piamonte. De él formaron parte figuras como el
escritor Mazzini o el músico Verdi. Giuseppe Mazzini y su organización la Joven Italia
aspiran a crear una República unitaria y centralista.
También destacó la acción de sociedades secretas como la de los Carbonarios.
Pretendían la creación de un Estado italiano unificado, libre de injerencias extranjeras y de
carácter liberal.
Protagonistas esenciales en la búsqueda de la unificación fueron el conde de
Cavour, primer ministro de Piamonte-Cerdeña y el aventurero Giuseppe Garibaldi.
También intervino el emperador de Francia Napoleón III.
La unificación tuvo varias fases, la principal entre 1859 y 1870, año en que la
ciudad de Roma fue convertida en capital de Italia.
“Somos un pueblo de 21 a 22 millones de hombres,
conocidos desde tiempo inmemorial con un mismo nombre el pueblo italiano-; vivimos entre los límites naturales más
precisos que Dios haya trazado jamás -el mar y las
montañas más altas de Europa-; hablamos la misma lengua,
(...) tenemos las mismas creencias, las mismas costumbres
y hábitos, (...) nos sentimos orgullosos del más glorioso
pasado político, científico y artístico que se ha conocido en
la historia europea (...).
No tenemos ni bandera, ni nombre político, ni un
puesto entre las naciones europeas (...) Estamos
desmembrados en ocho Estados (...) independientes unos
de otros, sin alianza, sin unidad de destino, sin relación
organizada entre ellos (...). No existe libertad ni de prensa, ni
de asociación, ni de palabra, (...); nada. Uno de estos
Estados que comprende la cuarta parte de la península,
pertenece a Austria: los otros padecen ciegamente su
influencia”.
Mazzini
Trentino
Istri
a
 Cavour consiguió con la
ayuda francesa derrotar a
los austriacos (Magenta y
Solferino)) y anexionar la
Lombardía (1859).
 En 1860 se unían los
Estados centrales. Francia
reconocía el nuevo reino de
Italia a cambio de Niza y
Saboya. Lomba
 Al mismo tiempo, un
republicano, Giuseppe
Garibaldi, emprendía con un
ejército de 1150 seguidores
una marcha desde Génova
hasta Sicilia para conquistar
el Reino de las Dos Sicilias.
 Para no dividir el
movimiento nacionalista
Garibaldi renunciaba a la
República.
día
La unidad se completó con la anexión del Véneto tras derrotar a los
austriacos. En 1866 los italianos habían apoyado a los prusianos frente a Austria, y la
derrota de Austria (Sadowa) permitió, en los acuerdo de paz, recuperar el Véneto. Pero
quedaba la conquista de los territorios pontificios.
La Cuestión Romana
En 1870 el Papa Pio IX quedaba recluido en
el Estado del Vaticano. La hostilidad del Papa y su
disputa con el gobierno italiano se prolongó hasta
1929 cuando Mussolini firmó con Pio XI el Pacto le
Letrán. Proporcionó el reconocimiento mutuo entre el
entonces Reino de Italia y la Santa Sede,
reconociendo a esta como un Estado soberano y
sujeto de Derecho Internacional.
LA UNIFICACIÓN DE ALEMANIA
Johann G. Fichte (1762- 1814)
Filósofo
alemán
de
gran
importancia en la historia del pensamiento
occidental, considerado uno de los padres
del llamado idealismo alemán.
Fichte publicó en 1808 los
Discursos a la nación alemana, que se
convirtió en el origen del nacionalismo
alemán.
En este libro Fichte afirma la
superioridad cultural y filosófica del idioma
alemán.
Su importancia radica en el papel
que otorgó a la misión cultural del Estado y
a la educación de los ciudadanos.
Discursos a la Nación alemana
Reunía catorce discursos pronunciados por Fichte entre el 15 de
diciembre de 1807 hasta el 20 de marzo de 1808 en Berlín, tiempo durante el
cual dicha ciudad se encontraba ocupada por tropas francesas en el contexto
de las guerras napoleónicas. En este sentido, Los discursos pretendían
despertar un sentimiento nacional y proponen la creación de un Estado-nación
alemán que nacería de las ruinas del Sacro Imperio Romano Germánico libre
de la ocupación francesa. Debido al fuerte componente político de la obra, su
contenido filosófico no ha sido tenido muy en cuenta, el cual se compone de un
esencialismo respecto al ser alemán
El esencialismo sirve de base ideológica para el segregacionismo,
que, apoyándose en diferencias presuntas de "naturaleza" entre los hombres,
divide la sociedad en entidades distintas, a menudo jerarquizadas entre ellas, y
les atribuye características, aptitudes, un papel social o unos estatutos
específicos.
“Todos los que hablan un mismo idioma (...)
hállanse unidos entre sí desde el principio por un cúmulo
de lazos invisibles (...) de modo que los hombres no
forman una nación porque viven en este o el otro lado de
una cordillera de montañas o un río, sino que viven juntos
(...) porque primitivamente, y en virtud de leyes naturales
de orden superior, formaban ya un pueblo.
Así la nación alemana, gracias a poseer un
idioma y una manera de pensar comunes, hallábase
suficientemente unida y se distinguía con claridad de
los demás pueblos de la vieja Europa...”
Fichte. Discursos a la Nación alemana, 1808
“La ilimitada soberanía de las dinastías, de los
nobles, de las ciudades y villas imperiales fue una
adquisición revolucionaria a expensas de la Nación y de
su unidad. Me ha parecido siempre algo monstruoso el
hecho de que la frontera que separa al habitante sajón
de Salzwedel, del sajón de Brunswick, cerca de Lûchow,
frontera difícil de reconocer a causa de sus pantanos y
páramos, obligue a aquellos dos sajones a pertenecer a
dos diferentes entidades nacionales, quizá enemiga la
una de la otra, de las cuales una fue regida desde
Berlín, la otra desde Hannover.”
Bismarck. Pensamientos y recuerdos
El motor de la unificación correspondió a Prusia. Era el Estado más
potente económica y militarmente. Lideraba, junto a Austria, la Confederación
Germánica, constituida por 39 Estados.
En 1834 Prusia creó el Zollverein, una unión aduanera, importante paso
hacia la unificación, en la que participaron numerosos Estados integrantes de la
Confederación. Austria no se integró en la unión aduanera por lo que se
evidenciaba que a la unificación sería un asunto prusiano.
En 1848 el parlamento democrático y liberal de Frankfurt le ofreció la
Corona a Federico Guillermo IV de Prusia, pero la rechazó alegando que solo
recibiría la corona de mano de los príncipes alemanes.
Se rechazaba la vía pacífica de la unificación para dar paso a la vía
militar (Bismarck 1862)
“Las fronteras que el Congreso de Viena dio a Prusia no son
buenas, Esto no es un tema ni para hacer discursos ni para buscar el voto
de la mayoría; las grandes cuestiones (…) se resolverán por el hierro y la
sangre”.
El principal artífice de la unificación alemana fue el canciller de Prusia
Bismarck. Alternó para ello la diplomacia y la guerra.
• Aliado a Austria arrebató a Dinamarca diversos territorios (Schleswig y
Holstein) en la llamada Guerra de los Ducados (1864).
• En 1866 venció a Austria, en la batalla de Sadowa, creando la
Confederación Alemana del Norte, que excluía a su rival, con un
Parlamento elegido por sufragio universal y un presidente en la figura del rey
de Prusia, Guillermo I.
• Finalmente, en 1870, venció a Francia (Napoleón III), batalla de Sedan,
consiguiendo los territorios de Alsacia y Lorena. Este conflicto estimuló el
nacionalismo alemán. Y provocó la caída del Segundo Imperio francés y de
Napoleón III.
La unificación alemana fue de signo conservador (autoritaria),
apoyada por la alta burguesía industrial y la nobleza terrateniente. El nuevo
Estado quedaba constituido en una monarquía federal (II Reich) representada
por Guillermo I, bajo la supremacía de Prusia.
La Guerra de los
Ducados 1864
La Guerra con Francia
1870
La Guerra con Austria
1866
El II Reich, una
estructura
confederada con el
dominio de Prusia.
Con una ideología
conservadora y
militarista
La unificación de Alemania dejaba sin resolver dos importantes cuestiones: la
dualidad religiosa entre el luteranismo del norte y el catolicismo del sur, y el carácter
inacabado de la unificación al no integrar a los alemanes de Austria.
LOS PROCESOS DE UNIFICACIÓN:
EL NACIMIENTO DEL REINO DE ITALIA Y ALEMANIA
Semejanzas entre las unificaciones italiana y alemana
1. La península italiana, al igual que el territorio alemán, se
encuentran divididos en numerosas entidades territoriales.
2. En ambos casos un Estado y dos personalidades destacadas
lideran la unificación:
En el caso de Italia
El reino de Piamonte-Cerdeña, con una monarquía constitucional,
era el único Estado que después de la Revolución del 48 mantuvo unas
instituciones de carácter liberal. La Revolución industrial lo había situado en
una posición privilegiada a nivel económico.
Las dos personalidades destacadas fueron Víctor Manuel II y su
primer ministro Cavour.
En el caso de Alemania:
Prusia será el artífice de la unificación. Con una posición también
privilegiada a nivel económico había organizado una unión aduanera
(Zollverein 1834) y disponía del mejor ejército de Europa.
Las dos personalidades destacadas fueron Guillermo I y su primer
ministro, o canciller, Otto von Bismarck.
3. En ambos casos la unificación fue resultado de una serie de conflictos
bélicos en los que Austria fue la gran protagonista.
4. En ambos casos la unificación arranca de un movimiento ideológico con
apoyo intelectual (Mazzini/Fichte).
Papel de Austria en ambas unificaciones
1. En la unificación italiana es el gran enemigo de la unificación.
2. En la unificación alemana es el rival de Prusia (el
enfrentamiento con Prusia en la batalla de Sadowa en 1866 significó su
derrota y la creación de la Confederación de la Alemania del Norte).
Papel de Francia en ambas unificaciones
1. En el caso de Italia, Francia ayudó al reino de PiamonteCerdeña a expulsar a los austríacos de la Lombardía.
2. En el caso de Alemania, Francia se enfrentó a Prusia ya que
temía el expansionismo alemán. Derrotada en la batalla de Sedán en 1870
tendría que ceder Alsacia y Lorena al Imperio alemán.
Los Estados del Sur se unían a la Confederación de la Alemania
del Norte completándose así el proceso unificador.