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DE HISTORIA d) NATURAL I67 Cerebro. Los condriosomas de las neuronas cerebrales apenas difieren morfológicamente de los correspondientes a las células de la substancia gris de la medula espinal y bulbo raquídeo; son, asimismo, condriocontos flexuosos, que algunas veces exhiben en su interior granulaciones hipercromáticas dispuestas en fila (condriomitos). Generalmente, los condriocontos son cortos en las neuronas de la corteza cerebral humana (fig. 8, D); pero preséntanse algunos muy largos y flexuosos en células del cerebro de algunos animales; véase, por ejemplo, la figura 6, donde se reproduce dos células del asta de Ammon de gato recién nacido: L a célula A corresponde al enfoque ecuatorial; la célula B está enfocada superficialmente. Como puede verse en esta figura, los condriocontos constituyen, dentro del soma escaso, una trama densa, hallándose orientados en todas las direcciones. En el cono de arranque de las prolongaciones iniciase una orientación de los condriocontos, siguiendo el curso de las dendritas, por las que se continúan, no flexuosos como en el soma, sino adoptando un tipo casi rectilíneo. Indiquemos que las formas esféricas, o sea las típicas mitocondrias, aunque escasísimas en relación con los condriocontos, nunca parecen faltar, siendo más numerosas—a juzgar por nuestras preparaciones—en las células correspondientes a los núcleos centrales. En las células piramidales de la corteza cerebral hemos hallado la disposición del condrioma señalada, independientemente del tamaño de los elementos celulares. Las células del cerebro humano adulto presentan—como ya hemos indicado—abundantísimos condriocontos, generalmente muy cortos, y escasos granulos. Hemos visto células cuyo condrioma componíase exclusivamente de granulos; ignoramos si esto obedecerá a alteraciones producidas por imperfecta o tardía fijación; cabiendo, no obstante, la posibilidad de que corresponda a distinto período de funcionalismo de los elementos celulares. Las células humanas adultas son especialmente ricas en granulos de pigmentos lipoides—como es sabido, el lipocromo agrúpase en determinado territorio del soma, aumentando con la edad (Marinesco, Pilcz)—; pues bien, los condriocontos respetan en general al acumulo de lipocromo, y únicamente algunos escasos bastoncitos se insinúan entre los bloquecillos periféricos de pigmento lipoide (fig. 5). Las relaciones del condrioma con otros granulos pigmentarios argén-