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MISTERlOS
DEL UNIVERSO
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EL HOMBRE SALTA
AL COSMOS
Un espacio gigantesco • Una ventana a lo
desconocido • Mas alla de la atmosfera
1~
No debo buscar mi dignidad
en el espacio, sino en el
gobierno de mi pensamiento.
No tendre mas aunque posea
mundos. Si fuera por el
espacio, el universo me
rodearia y se me tragaria
como un atomo; pero por el
pensamiento yo abrazo el
mundo.
BLAISE PAS CAL, «PENSEES»
- - - . L Cosmos es todo lo que
es o lo que fue o lo que
sera alguna vez. Nuestras
contemplaciones mas tibias del Cosmos nos conmueven: un escalofrio
recorre nuestro espinazo, Ia voz
se nos quiebra, hay una sensaci6n debil, como Ia de un recuerdo lejano, o Ia de caer desde lo alto. Sabemos que nos estamos acercando a! mayor de
los misterios.
El tamafio y Ia edad del Cosmos superan Ia comprensi6n
normal del hombre. Nuestro
diminuto hogar planetario esta
perdido en algun punto entre Ia
inmensidad y Ia eternidad. En
una perspectiva c6smica Ia mayoria de las preocupaciones humanas parecen insigniricantes,
incluso frivolas. Sin embargo,
nuestra especie es joven, curiosay valiente, y promete mucho.
En los ultimos milenios hemos
hecho los descubrimientos mas
asombrosos e inesperados sobre el Cosmos y el Iugar que
ocupamos en el; seguir el hilo
de estas exploraciones es realmente estimulante. Nos recuerdan que los hombres han evolucionado para admirarse de
las cosas, que comprender es
una alegria, que el conocimiento es requisite esencial para Ia
supervivencia. Creo que nuestro futuro depende del grado de
comprensi6n que tengamos del
Cosmos en el cual flotamos como una mota de polvo en el cielo de Ia manana.
Estas exploraciones exigieron a Ia vez escepticismo e imaginaci6n. La imaginaci6n nos
llevara a menudo a mundos que
no existieron nunca. P ero sin
ella no podemos llegar a ninguna parte. El escepticismo nos
permite distinguir Ia fantasia de
Ia realidad, poner a prueba
nuestras especulaciones. La riqueza del Cosmos lo supera todo: riqueza en hechos elegantes, en exquisitas interrelaciones, en Ia maquinaria sutil del
asombro.
La superficie de Ia Tierra es
Ia Orilla del oceano c6smico .
Desde ella hemos aprendido Ia
mayor parte de lo que sabemos.
Recientemente nos hemos
adentrado un poco en el mar,
vadeando lo suficiente para
mojarnos los dedos de los pies,
o como maximo para que el
agua nos llegara a! tobillo. El
agua parece que nos invita a
continuar. El oceano nos llama. Hay una parte de nuestro
ser conocedora de que nosotros
venimos de alii. Deseamos retornar. No creo que estas aspiraciones sean irreverentes, aunque puedan disgustar a los dioses, sean cuales fueren 'los dioses posibles.
Las dimensiones del Cosmos
son tan grandes que el recurrir
a unidades fa miliares de distancia, como metros o kil6metros,
que se escogieron por su utiii..,.
dad en Ia Tierra , no serviria de
nada. En Iugar de elias medimos Ia distancia con Ia velocidad de Ia luz. En un segundo
un rayo de luz recorre casi trescientos mil kil6metros, es decir,
que da ocho veces Ia vuelta a Ia
Tierra. Podemos decir que el
Sol esta a ocho minutes luz de
distancia. La luz en un afio
atraviesa casi diez billones de
ki16metros por el espacio. Esta
unidad de longitud, Ia distancia
que Ia luz recorre en un afio, se
llama ai\o luz. No mide tiempo, sino distancias, distancias
enormes.
La Tierra es un Iugar, pero
no es en absolute el unico Iugar. No llega a ser ni un Iugar
normal. Ningun planeta o estrella o galaxia puede ser normal , porque Ia mayor parte del
Cosmos esta vacia. El unico Iugar normal es el vacio vasto,
frio y universal, Ia noche perpetua del espacio intergalacti-
co, un Iugar tan extrai\o y desolado que en comparaci6n suya los planetas, y las estrellas y
las galaxias se nos antojan algo
dolorosamente raro y precioso.
Si nos soltaran al azar dentro
del Cosmos, la probabilidad de
que nos encontraramos sobre
un planeta o cerca de el seria inferior a una parte entre mil millones de trillones (1OJJ, un uno
seguido de 33 ceros). En Ia vida diaria una probabilidad asi
e considera nula. Los mundos
son algo precioso.
Si adoptamos una perspectiva intergalactica veremos esparcidos como Ia espuma marina sobre las ondas del espacio
innumerables zarcillos de luz,
debiles y tenues. Son las galaxias. Algunas son viajeras solitarias; Ia mayoria habitan en
cumulos, apretadas las unas
contra las otras errando eternamente en Ia gran oscuridad c6smica. Tenemos ante nosotros el
Cosmos a Ia escala mayor que
conocemos. Estamos en el reino de las nebulosas, a ocho mil
millones de afios luz de Ia
Tierra, a medio camino del
borde del universe conocido.
Una galaxia se compone de
gas y de polvo y de estrellas, de
miles y miles de millones de estrellas. Cada estrella puede ser
un sol para alguien. Dentro de
una galaxia hay estrellas y
mundos y quiza tambien una
proliferaci6n de seres vivientes
y de seres inteligenes y de civilizaciones que navegan por el
espacio. Pero desde lejos una
galaxia me recuerda mas una
colecci6n de objetos carifiosamente recogidos: quiza de conchas marinas, o de corales, producciones de Ia naturaleza en
su incesante labor durante eones en el oceano c6smico.
AY unos cientos de miles
de millones de galaxias
(10 " ), cada una con un
promedio de un centenar
de miles de millones de
estrellas. Es posible que
en todas las galaxias haya tantos planetas como estrellas,
10 11 x 10" = 10'2, di ez mil
.
del oceano cosnt1co
En Ia orilla
~
~
~
PARTE I
millones de billones . Ante estas
cifras tan sobrecogedoras,
i,Cual es Ia probabilidad de que
una estrella ordinaria, el Sol,
vaya acompafiada por un planeta habitado? i,Por que seriamos nosotros los afortunados,
medio escondidos 'en un rincon
olvidado del Cosmos? A mi se
me antoja mucho mas probable
que el universo rebose de vida.
Pero nosotros, los hombres, todavia lo ignoramos. Apenas estamos empezando nuestras exploraciones. Desde estos ocho
mil millones de afios luz de distancia tenemos grandes dificultades en distinguir el cumulo
dentro del cual esta incrustrada
nuestra galaxia Via Lactea, y
mucho mayores son para distinguir el So l o Ia Tierra. El
(mico planeta que sabemos que
esta hab itado es un diminuto
grano de roca y de metal, que
brilla debilmente gracias a Ia
luz que refleja del Sol, y que a
esta distancia se ha esfumado
totalmente.
ERO ahora nuestro viaje
!leva a lo que los astr6nomos de Ia Tierra
!Iaman el Grupo Local
de galaxias. Tiene una
en vergad ura de varios
millones de afios luz y se compone de una veintena de galaxias. Es un cumulo d isperso,
oscuro y sin pretensiones. U na
de estas galaxias es M31, que
vista desde Ia Tierra esta en Ia
constelaci6 n de Andromeda.
Es, como las demas galaxias espirales, una gran rueda de estrellas, gas y polvo. M3 1 tiene
dos satelites pequenos, galaxias
elipticas enanas unidas a ella
por Ia gravedad, por las mismas !eyes de Ia fisica que tienden a mantenerme sentado en
mi butaca. Las !eyes de Ia naturaleza son las mismas en todo el Cosmos. Estamos ahora
a dos millones de afios luz de
casa.
Mas alia de M31 hay otra galaxia muy semejante, Ia nues:ra, con sus brazos en espiral
1ue van girando lentamente,
ma vez cada 250 millones de
1fios.
Un peq ueiio citmulo de galax.~.• con una galaxia espiral y otra eliptica.
(Pinlura de Adolf Schaller)
El nucleo de Ia galaxia Via Lactea visto de canto. (Pintura de Adolf
Schaller)
3
El viaje de Ia sonda
«Pioneer 10» significa el pasado
Y el futuro
AS all~ de los mas Iej~nos
M
John Noble Wildford (*)
4
planetas, mas alia de los limites del sistema solar, una
intn~pida y pequefia nave espacial avanza hacia Io desconocido. Ninguna maquina construida por el hombre
ha llegado jamas tan Jejos.
Aun asi, envia deb iles
mensajes que recorren miles
de millones de ki16metros
hasta llegar a Ia T ierra: son
los sus urros del descubrimiento. Algun dia, el transmisor de radio de ocho vatios calla ra , pero Ia pequefia
nave, Ia «Pionner 10», continuara su viaje hacia lo desconocido. Sera el primer objeto hecho por el hombre
que abandonara el sistema
solar y se dirigira hacia las
estrellas.
Los viajes de Ia «Pionner
10» simbolizan el pasado y
el futuro de Ia exploraci6n
espacial. El hombre y sus
maquinas han alcanzado
durante el primer cuarto de
siglo de investigaci6n espacial unas distancias in creibles. Han llegado a otros
mundos y ha obtenido atisbos reveladores del universe, y todo esto es s6lo el
comienzo.
Cuando el 3 de marzo de
1972 se lanz6 Ia «Pionner
10» desde Cabo Canaveral,
Florida, ningun vehiculo espacial se habia aventurado a
ir mas alia de Marte. Los astronautas de Ia « Apolo» habian llegado a Ia Luna y las
«Mariner», naves no tripuladas, habian fotografiado
Venus y Marte. Cientos de
naves espaciales habian or-
Ya es presente
Nuestra
generaci6n no
puede
encontrar ya
«futurista» Ia
imagen del
astronauta
saliendo al
espacio para
reparar
satelites en
6rbita. Y este
tipo de
funciones
seran cada vez
mas
requeridas
durante las
pr6ximas dos
decadas, con
Ia formaci6n
de autenticos
complejos
orbitales.
del sistema solar. La «Pionnem sigui6 viajando y paso
por las orbitas de Saturno,
Urano, Neptuno y Pluton.
Despues, Ia «Pionnem se
convirtio en Ia primera nave
espacial que abandono el
reino de los planetas conocidos.
Los cientificos con paciencia suficiente como para
descifrar los mensajes de radio de Ia «Pionnem estan
conociendo por primera vez
como es Ia zona mas exterior del sistema solar. Es
fria, oscura y vacia, tal y como habian imaginado. Un
tenue viento de particulas
solares, el viento solar, que
se mueve a millones de kilometros por hora, sigue soplando en su exterior. Puede que exista un vacio virtual, pero, al parecer, Ia nada es una condicion relativa.
Si Ia nave espacial resiste
lo suficiente, y los cientificos son lo bastante inteligentes, es posible que Ia
«Pionner 10» desvele misterios aim mas apasionantes.
Quizas !ogre detectar ondas
de gravedad, sobre las cuales se ha teorizado pero que
jamas se han podido captar.
Tambien es posible que
consiga Jocalizar Ia fuente
de Ia misteriosa fue rza que
tira de Urano y Neptuno,
una fuerza gravitacional que
sugiere Ia presencia de un
objeto aim no visto -quizas
se trate del largamente bus~
11Mariner IXn
El «Mariner IX» fue Ia
primera sonda espacial
que obtuvo datos para
obtener un relieve
detallado de Ia
superficie de Marte.
cado planeta X , o de una es-
trella oscura compai'lera del
sol...
Es posible tambien que
esta nave espacial funcione
lo suficiente como para enviarnos Ia respuesta a esta
pregunta: l.d.onde acaba el
sistema solar y donde empieza el espacio interestelar?
Pero algun dia, incluso Ia
duradera «Pionner 10» perdera contacto con quienes Ia
enviaron a su largo viaje. La
radio dejara de funcionar.
Los sensores de guia perderan el contacto con el sol.
Incluso entonces, y quizas
en los aiios siguientes, Ia
«Pionner 10» continuara su
viaje y seguira siendo un artefacto que representara el
primer intrepido intento del
hombre por ir mas a11a del
sistema solar.
Teniendo en cuenta lo expuesto, algunos cientificos
han imaginado el futuro infinite y eterno de Ia «Pionncr» . Por ejemplo, calculan
que dentro de 10.600 ai'los
• •••
ELGRAN
SALTO AL ESPACIO
bitado Ia Tierra .
La «Pionner» represento
un gran avance en el alcance de Ia exploracion espacial. La nave, que pesaba
258 ki logramos, logro superar el cinturon de asteroides,
una zona plagada de objetos
rocosos que se extiende entre Marte y Jupiter.
El 2 de diciembre de 1973
se encontraba a 129.600 kilometros de las nubes superiores de J upiter, y envio
por primera vez p rimeros
pianos del mayor planeta
Astronomia
desde el espacio
Los transbordadores
espaciales proporcionan una
excelente plataforma para
efectuar experimentos y
observaciones astron6micas.
5
Una tripulacion
del uSoyuzn
El uVanguardn y
Ia forma de
Ia Tierra
El 17 de marzo de
1958 entr6 en
6rbita el
«Vanguard 1>>, tras
dos fracasos
anteriores (el 6 de
diciembre de 1957
y el 5 de febrero ·
siguiente). Tenia
un peso de 1470
gramos y solo
estaba provisto de
medidores de
temperatura. El
«Vanguard»
consigui6 precisar
Ia forma de pera
del globo terrestre.
Tambien prob6 que
el achatamiento
de los P a los
no es simetrico
debido a Ia fuerza
centrifuga .
•
El cosmonauta
sovietico Yuri
Romanenko, a Ia
derecha, junto a
Alexander Laveinin,
durante unos
entrenamientos.
Romanenko estuvo en
Ia estaci6n
«Salyut>>-<<Soyuz 26»
durante 1520 6rbitas
terrestres des de el 10
de diciembre de 1977
a! 16 de enero de
1978. En septiembre
de 1980 volvi6 al
espacio junto al
cubano Arnalda
Tamayo. (foto: Novosti».
Mas de mil kilos
en orbita
El 15 de mayo de 1958,
Ia URSS lanz6 el
«Sputnik 3». Te~ia
3,57 metros de alto y
pesaba 1.327 kilos, 968
de los cuales
correspondian al
instrumental cientifico.
Antes, el 4 de octubre
de 1957, el «Sputnik 1»
se habia convertido en
sin6nimo de satelite.
Era una esfera de 83,6
kilos y 58 centimetros
de diametro.
•••
debera
r'•
I
Reparacion en
el espacio
El astronauta Bruce
McCandless en uno
de sus «paseos»
espaciales alrededor
del transbordador.
Candless era uno de
los encargados de
operar con el brazo
mecanico RMS
(Remote Manipulate
System) disei'iado
para realizar
reparaciones en
6rbita. (Foto: NASA).
tener su primer encuentro cercano con una est rella. Esto ocurrira cuando
pase a 3,8 aftos luz de Ia estrella de Barnard, una pequefta estrella fria. Despues
seguira viaje hacia Ross 248,
donde ll ega ra dentro de
32.000 afios .
Segun los calculos actuales, en los pr6ximos 862.063
afios «Ia Pionnem se acercara a las inmediaciones de
otras ocho est rellas, incluida
Altair, nueve veces mayor y
mas b'r illante que el sol. En
algun momenta de su recorrido Ia nave podria acercarse a un sistema estela r lo
bastante como para ser interceptada por seres inteligentes, si es que existen en
alguna otra parte.
Por ese motivo, Ia «Pionner» !leva una placa con
imagenes de un hombre y
una mujer, un diagrama del
sistema solar y otros simbolos que podrian ayudar a
otros seres a localizar el origen del diminuto vehiculo
espacial.
Los cientificos calculan
que dentro de cinco mil millones de afios Ia «Pionner»
vagara por el extrema exterior de Ia Via Lactea, galaxia de Ia cual Ia Tierra y el
Sol no son mas que una diminuta parte, o habn1n sido
una parte de ella, cosa que
ahara ignoramos.
Se supone que el Sol se extinguira dentro de unos cinco mil millones de afios, y
con e l de sapareceran Ia
Tierra y los demas planetas.
Por tanto, es probable que
Ia «Pionner 10» dure mas
que Ia vida humana en Ia
Tierra y que Ia Tierra misma, por cuyo motivo esta
pequefta nave espacial si mboliza no s6lo los primeros
pasos realizados en Ia exploraci6n del espacio, sino Ia
promesa futura de hazafias
mas grandes y mas lejanas.
En cualquier empresa realizar proyectos para el futuro implica una serie de riesgos, pero en el campo de Ia
exploraci6n espacial estos
ri esgos a umentan mucho
mas. Las mentes timidas
yerran a l imaginar lo que ser a. Ya h emos superado
enormemente sus modestos
pron6sticos.
Las mentes mas imaginativas··a veces no logran distinguir entre lo que p uede
ser y, dadas unas determinadas realidades econ6micas y
politicas, Io que es probable
que llegue a ser. Todavia
nos queda por hacer realidad sus visiones de lujosas
estaciones espaciales, colonias lunares y viajes de astronautas a Marte.
Despues de pasarnos aftos
desarrollando y probando
nuevas tecnologias en los
vuelos espaciales, hemos liegada a un punta en el cual
nuestra capacidad supera
nuestro compromi so co n
respecto a Ia era de Ia exploraci6n espacial. Sin embargo, existen signos de que
muchos paises del mundo
comienzan a pensar con mas
osadia sabre d6nde podrian
llegar y que podrian hacer
en el espacio en las pr6ximas
generacio nes.
R es ulta re lativamente
6
I
I
Astronautas en
el uColumbian Vance Brand,
Robert Overmyer,
Joseph Allen y
William Lenoir,
tripu lantes de Ia
misi6n STS-5, Ia
quinta del
transbordador
«Columbia>>. Esta
fue Ia primera
misi6n comercial
que puso en 6rbita
baja los primeros
tres satelites de
telecomunicaciones
«SBS-3», «Anik
C-3» y el
«TDRS-A». (Foto:
Primer satelite USA
en el espacio
El 3 I de enero de 1958
los Estados Unidos
pusieron en 6rbita el
«Explorer 1» que
tenia 203 centimetres
de longitud y 13 ,97
kilos de peso. E1
«Explorer» estuvo en
6rbita durante doce
aiios, hasta el 31 de
marzo de 1970.
NASA)
sencillo discernir cuales son
las perspectivas para el futuro cercano. La planificacion ya se ha hecho, el dinero ya se esta invirtiendo y
los preparat ives ya se han
puesto en marcha.
Estos ultimos anos, los
programas espaciales tripulados de las dos superpolencias - los Estados Unidos y
Ia Uni6n Sovietica- han
pasado por un periodo de
Lran sici6n. Finalizada Ia
epoca de Ia llegada a Ia Luna, con las misio nes «ApoIO>>, a principios de Ia decada de 1970, los Estados Unidos concentra ro n sus esfuerzos en el desarollo de una
nueva y revolucionaria nave
espacia l, el transbordador
espacial reutilizable.
Desde el comienzo de Ia
decada de 1970, despues de
abandonar Ia den ominada
carrera lunar , Ia Unio n Sovietica se dedic6 a aumentar
su experiencia en los vuelos
de la rga duracio n en 6rbita
terrestre, pues con ello pretende alcanzar lo que los lideres sovieticos ven como
una ocupacion permanente
de dicha orbita mediante
enormes estaciones espaciales.
En el fu turo, las hazaiia s
de las sondas espa ciales no
tripuladas esataran mas cerca de Ia linea de Ia «Pionner
1 0>~. Pretenden obtener una
nueva vision de los otros
mundos del sistema solar y
una perspectiva pro funda
del limite del universe y del
principia del tiempo.
La sonda espacial «Voyager 2», despues de explorar
Jupiter y Saturno, a lcanz6
Urano en enero de 1986. E n
1989 pasani cerca de Ncptuno . Nos proporcion6, por
primera vez, primeros pianos de Urano y de sus lun as
y han3. pro bablemente lo
mismo con Neptuno.
Ciertamente sera un heche historico que el hombre
)ogre visitar por primera
vez, en el siglo XX y a traves de medi us automa ti zados, todos los planetas del
sistema solar, excepto P luton.
A su vez, el telescopic espacial H ubble, de 2,40 metros , sera situado en 6 rbita
por un transbordador espacial. Quizas sea esta Ia mision mas espectacular de Ia
proxima decada. Y los astr6no mos dificilmen te pueden dominar Ia impac iencia.
Aunque el diametro de su
espejo es muy inferior a l telescopio de cinco metros de
Monte Palomar en California, el telescopic espacial lograra enfocar perfectamentc
estrell as y galaxias jamas
vistas, gracias a su ventajosa posicion por encima de Ia
oscura y distorsionante atmosfera terrestre.
Desde su situaci6n, las estrellas no titilaran . Ademas
se podran efectuar observaciones estelares con lo ngitudes de onda en Ia banda del
ultravioleta o del infrarrojo,
absorbidas por Ia atmosfera
terrestre.
En consecuencia, permitini a los astr6nomos estudiar
estrellas de una luminosidad
50 veces inferior a Ia del objeto menos luminoso jamas
•••
Un gran salto
cualitativo
respiratorios y otras
El «Sputnik 2»
significo un salto
de categoria
clamoroso al
aumentar
sustancialmente su
capacidad de carga
uti!: 508,3 kilos y
una cabina para un
ser vivo, Ia perra
Laika, que a traves
de electrodes
aplicados a su
cuerpo con
ventosas transmiti6
datos sobre los
latidos de su
coraz6n , sus ritmos
funciones
biol6gicas. La
URSS lo lanz6 el 3
de noviembre de
1957 y sus objetivos
eran el estudio de
los rayos
ultravioletas y los
rayos X emiridos
por el Sol, los rayos
c6smicos y realizar
estudios
medicobiol6gicos.
Dentro de Ia
uSalyut 7n
lanzada el 13 de
mayo de 1982, Ia
«Salyut 7» presentaba
innovaciones sobre
todo en los
dispositivos de a
bordo, en las
pantall as
protectoras de Ia
portilla para evitar
los dafios producidos
por los impactos de
micrometeoritos y
en el aumento del
confort en general.
(Foto: Novos ti)
Un astronauta
europeo en el
uSpacelabn
El aleman Ulf
Merbold, primer
astronauta de Ia
Agencia Europea
del Espacio,
ESA, en servicio
a bordo del
«Spacelab-1 ».
{Fo10: ESA)
Un uShuttlen para
el futuro
Entre Ia astronautica
y Ia aviaci6n, el
transbordador
espacial «shuttle»
tendra.' en el futuro
· un importantisimo
papel en el futuro de
las estaciones
orbitales
permanentes, como
media de transporte.
Hoy por hoy, una
misi6n del
«Spacelab» puede
estar configurada de
diferentes maneras
combinando a un
tiempo un m6dulo
tripulado y
contenedores
de instrumentos.
{llusJraci6n: NASA)
8
observado y alcanzar un volumen espacial 350 veces
mayor. Las imagenes transmitidas por los instrumentos
del telescopio podrian revelar radiaciones emanadas
hace 14.000 millones d e
anos.
Los cientificos no estan
seguros de Ia edad del universo, pero sus diversas hip6tesis suponen una ectad
que oscila entre los 10.000 y
20.000 millones de afios, en
cuyo caso el telescopio podni captar objetos en el borde del universo, si es que
existen alii objetos observables.
Segunlohn N. Bahca/1,
del lnstituto de Estudios
A vanzados de Princeton,
los cientificos que trabajaran con el telescopio se plantearan preguntas como las
siguientes: z.cual es el tamafio del universo? , z.que ectad
tiene?, z.tuvo un comienzo?,
z.tendra fin?, {.revelara Ia
observaci6n de los agujeros
negros y de los quasares
nuevas !eyes de Ia fisica?
Los astr6nombs so sp echan que uno de los prime-
ros cte5cubrimientos del telecopio podria ser el primer
sistema planetaria conocido
de otra estrella. Hace tiempo que los astr6nomos suponen que el Sol no es Ia
(mica estrella con planetas y
que, si existe vida en otra
parte del universo, se encontrara en algunos de los planetas de las estrellas lej an as.
La astronomia de rayos
infrarrojos ha permitido obtener indicios incitantes de
nubes densas de material en
6rbita, de por lo menos dos
estrellas grandes, lo que sugiere Ia posible existencia de
sistemas planetarios en formaci6n. Encontrar pruebas
inequivocas de Ia existencia
de otros planetas mas alia
del sistema solar seria uno
de los descubrimientos mas
sensacionales de todos los
tiempos, tanto desde el punto de vista cientifico como
del filos6fico .
Mas o menos al mismo
tiempo que se lance el telescopio espacial, Ia nave «Galileo» partira hacia Jupiter,
el primer planeta explorado
por Ia «Pionner 10» . La
«Galileo» lanzara una sonda con instrumentos hacia Ia
densa atmosfera joviana para determinar sus propiedades quimicas y fisicas. A
continuaci6n Ia nave se situara en 6rbita en torno a
Jupiter y se abrira paso entre los cuatro satelites mayores para realizar mas observaciones.
Otras expediciones planetarias de las pr6ximas decadas incluiran probablemente un orbitador que explorara Venus con fines cartograficos mediante un radar para imagenes de gran resoluci6n, asi como un orbitador
que estudiara Ia geologia y
climatologia de Marte, una
sonda para Titan, Ia luna de
Saturno, para determinar la
composici6n quimica de su
atmosfera y Ia naturaleza de
su superficie oculta.
Tambien se esperan vuelos de exploraci6n a los asteroides, un encuentro con
un cometa y un vuelo a lo
largo de parte de su 6rbita,
asi como el regreso del hombre a Ia Luna y los primeros
viajes tripulados a Marte.
Asi era el
uApolo-Soyuzn
I , Zona motor
propulsion y maniobra;
2, pieza del control de
ajuste; 3, antena de
acoplamiento; 4, piezas
para correcciones !eves
En algun momento del sig lo XX I, probablemente
mas pronto que tarde, comenzara Ia colonizaci6n del
espacio . U tilizando como
bases de apoyo estaciones
espaciales en 6rbita terrestre, los astronautas volveran
a Ia Luna para organizar Ia
primera infraestructura que
permita Ia vida en periodos
prolongados .
Estas bases permanentes
incluir{m la boratorios de investigaci6n cientifica, proceso de materiales y operaciones de superficie. Para
ser autosuficiente Ia base llevar a a cabo ex perien cias
agricolas, utilizando el suelo lunar y utilizando agua,
oxigeno y di6xido de carbono.
La explotaci6n de los minerales lunares sera Ia ocupaci6n mas importante. El
oxigeno extraido de los minerales no solo sera utilizado para el sosten de Ia base
luna r, sino ta mbien para
aprovisionar a Ia nave que
haga Ia ruta entre Ia Tierra
y la Luna.
El suelo lunar se explota-
durante las maniobras de
atraque; 5, modulo de
regreso de Ia «Soyuz»
presurizado en atmosfera
de oxigeno y nitrogeno ;
6, antena de telemedida;
ni para encontrar hierro y
uranio. Unas rastras magneticas podrian concentrar pequeiias cantidades de hierro
procedente del material meteoritico depositado en el
suelo. Se podrian obtener
mayo res ca ntidade s de
hierro y titanio de Ia ilimetita, a traves de procesos
realizados con energia solar.
~ Cuando veremos bases
permanentes en Ia Luna?
Qui zas e n los pr6x im os
veinticinco aiios. Los cientiLanzamiento de un
«Ariane-3» europeo el 4 de
agosto de 1984. El primer
lanzamiento tuvo Iugar el 24
de diciembre de 1979.
( Fo10:
ESA)
7, escotilla n. 0 1 abierta;
8, antena VHF; 9, punto
de acoplamiento para el
«Apolo»; 10, guia de
atraque (una de las tres);
11, modulo de atraque y
ficos e ingenieros no rteamericanos han empezado ya a
trazar planes cohceptuales
de semejantes operaciones,
y los funcionarios estan empezando a hablar de las bases lunares como de un objetivo prometedor para el siglo XXI.
James Beggs, cuando era
administrador de Ia NASA,
declar6 en 1984: «Creo que
en los pr6ximos veinticinco
afios volveremos a Ia Luna.
Y to haremos no s6/o para
explotar sus rocas ricas en
oxigeno, sino para· establecer un puesto de avanzada
que jacilite Ia ulterior exploraci6n y expansion de las actividades humanas en el sistema solar, y en particular
en Marte y en los asteroides
mas cercanos a Ia Tierra».
de aclimatacion entre los
dos vehiculos espaciales;
12, cscotilla cerrada; 13,
cuadro de mandos del
«Apolo»; 14, cohetes de
control ajuste; 15,
motores de maniobra;
16, tobera motor de
propulsion; 17, antena de
gran alcance para
comunicaciones con Ia
Tierra a traves del
satelite «ATS-6»; 18,
modulo de servicio del
«Apolo»; 19, modulo de
mando y de regreso
«Apolo» presurizado en
atmosfera de oxigeno
puro; 20, telecamara
(transmitio e1 saludo que
se dirigieron
estrechandose las manos
el cosmonauta Leonov y
el astronauta Stafford);
21, punto de
acoplamiento para Ia
«Soyuz»; 22, deposito de
oxigeno a presion; 23,
escotillas 2 y 3 abiertas;
24, antena VHF; 25,
antena; 26, modulo
orbital de Ia «Soyuz» ;
27, periscopio; 28,
antena circular; 29, guia
de rayos infrarrojos ; 30,
modulo equipos de Ia
«Soyuz»; 31, panel solar.
(*) John Noble Wilford , es
uno de los cientificos vincu/ados a «The New Yor Times», que escribieron Ia
obra «Next, Ia nueva era de
Ia ciencia».
© Ediciones Versa/, Barcelona
9
ELDESAFIO
DEL INFINITO
En el universo que observamos lo
excepcional es la materia y,
abrumadoramente, el protagonismo
pertenece al vacio interplanetario,
interestelar e intergalactico. Las
distancias que nos separan de los
otros mundos y de los otros soles
constituyen el gran desafio del saber
humano.
Luis G. La Cruz
10
I representaramos
Ia Tierra, nuestro
hogar , como una
esfera de un metro de diametro, Ia cumbre mas elevada no alcanzaria el milimetro: seria una rugosidad infima. Ningun ser vivo seria
visible, aunque algun as colonias humanas de elevada
densidad habrian generado
minimas ma nchas de apariencia pla na, las grandes
metropolis.
Para representa r a escala
Ia distancia que separa esta
Tierra de un metro de diametro del So l, deberiamos
situar este a u na distancia
superior a los diez ki l 6 ~ e-
S
El nacimiento
de nuestro sistema solar
tros, que representarian los
150 millones de kil6metros
reales. Nuestro plan o, pues,
seria ya inmanejable para
reproducir una sola unidad
astron6mica.
Con mayor modestia, podriamos intentar una representaci6n mas operatjva. En
este caso, renu nciamos a representar el tamafio de Ia
Tierra y Ia sefialamos con un
punto. Unicamente queremos obtener alguna idea de
las distancias que separan
entre si a los planetas y a las
estrellas.
En este nuevo plan o red ucimos Ia distancia Tierra-Sol
a 15 centimetros. Pues bien,
Quiza todo
empez6 por una
nube interestelar
de gas y polvo
que se fragment6
y condens6.
Entonces se inici6
Ia fusi6n nuclear
y naci6 el Sol.
Los astr6nomos
coinciden en que
los planetas
surgieron por
condensaci6n de
polvo y gas en
torno al Sol: las
6rbitas se
formaron
paralelamente a
su gestaci6n.
(Pintura de Kazuaki
Iwasaki)
nuestros problemas para
manejar este plano ya se iniciarian mucho antes de
abandonar el sistema solar .
Neptuno deberia ser situado
a unos 4,5 metros. Para sit u ar e nton ces e l pu n to
correspondiente a Ia estrella
mas pr6xima necesitariamos
al menos una extensisima
llanura, ya que deberiamos
colocarla a unos 40 kil6metros de distancia.
Naturalmente, en este nuevo plano ya no existe sino Ia
distancia. Tanto los seres vivos, como las montafias y los
oceanos, resultan demasiado
insignificantes para alcanzar
alguna representaci6n. El Sol
•••
11
r
Nuestro Iugar en
el cosmos
El cielo estrellado ha
dado siempre alas a
Ia fantasia del
hombre, pero
durante mucho
tiernpo se ha
consdierado como
un enigma Ia banda
de estrellas que se
extiende en el cielo
de noche: Ia Via
Utctea. Si bien Kant
senalo que Ia
«nebulosa» debia ser
considerada como
una multiplicidad de
estrellas, Ia
·
explicacion de
nuestro entorno no
se produjo hasta
mucho tiempo
despues . El estudio
del espacio situado
mas alia del sistema
solar no fue posible
en tanto no se
dispuso de
telescopios
adecuados. Johannes
Keppler, que
descubrio que las
estrellas estan mucho
mas lejos que los
planetas, pensaba,
sin embargo, que
todas las estrellas se
hallaban igual de
lejos. Hoy sabemos
que no es asi. La
Via Lactea es, en
realidad, un aspecto
de nuestra galaxia.
Esta tiene
aproximadamente
12.000 millones de
anos. El sistema
solar, que cuenta
con 4.600 millones
de af\os, ha dado
desde su origen 23
vueltas en torno a!
centro galactico; Ia
velocidad orbital del
Soles de
aproximadamente
230 km/seg.
Repartidos de un
modo mas o menos
regular por el cielo
se encuentran otros
grupos de estrellas
de caracteristicas
similares a las de
12
nuestra galaxia, pero
muy alejados de
nosotros. El grupo
mas proximo, Ia
nebulosa de
Andromeda, se
encuentra a una
distancia de 1, 7
millones de afios luz
y es algo mas pequena
que Ia via Lactea:
•••
y Ia Tierra han sido reducidos a infimos puntos. Unicamente interesan las distancias
relativas.
Si se desea abarcar estructuras mayores ya no existe Ia
minima posibilidad de que
las distancias puedan ser ni
siquiera vagamente representadas menta:lmente fuera
de Ia alta abstracci6n. Es
posible operar con los valores correspondientes a esas
distancias, pero no imaginarlas como una representaci6n visual, en el sentido cotidiano del termino.
La ciencia estima que en
nuestra propia galaxia puede haber unos 150 o 200 mil
millones de estrellas ..Cuando pensamos en los 40 kil6-
Cuatro ejemplos de Ia organiz:acion
jerarquica del universo
Ia tercera
Un planeta, una
estrella, una
galaxia y un
enjam bre de
ga lax ias. El planeta
no es otro q ue
nuestra T ierra
fotog rafiada por el
Apollo 8 desde una
distancia de 10.000
kil6metros yen Ia
q ue se ve
parcialmente el
oceano Pacifico
bajo Ia capa de
nubes. La Tierra
tiene una masa de
6 x 10"
kilogramos, con un
radio de
aproximadamente
6.000 kil6 metros .
Gravita a lrededor
dei .Sol, el cua l,
dentro de 5.000
millo nes de ai'los se
convertira en una
nebulosa similar a
Ia IC 2220
(segunda
fotografia) . Esta
nebulosa pla neta ria
es un ejemplo del
estado fi nal de Ia
evoluci6n de una
estrella, Ia
HD65750 que esta
en su centro. Esta
nebulosa tiene una
masa planetaria
comparable a Ia
del Sol, que es de 2
x 10'" kilogramos
(incl uyendo Ia
masa de Ia estrella
central) y un radio
de alrededor de
10' 0 kil6metros,
dependiendo de su
estado de
evoluci6n . Hay
200.000 millo nes
de estrellas en
nuestra galaxia (en
(f01os: NASA; Anglo Australian Observatory; Royal
Observatory Edimburgh y lick Observatory.)
•••
metros que separan en nuest ro p la no de d istancias el Sol
de Ia estrella mas proxima,
experimentamos un vertigo
si milar a l q u e con fesa ba
Pascal que le inspiraba el espectaculo del cielo estrellado.
Si n embargo, cua ndo Ia
evidencia de nuestra estatura c6smica nos reduce a Ia
insignificancia , conviene recordar que cada uno de nosotros es una estructura coo-
perativa de celulas y q ue el
numero de estas es su perior
a l de to das las estrellas de
nuestra galaxia.
Las mismas celulas son
estructuras muy comp lejas.
Nuestra exploraci6 n c6smica ha descendido en el universo invisible, microsc6pico, hasta sentir el vertigo de
di s t a n c ias y mag ni t ud es
tambien inimagina bles . ·
E n un radio de unos 120
billo nes de kilometros , no
detectamos mas de u na veintena de estrellas vecinas del
Sol, Ia mas proxima a 40 billo nes de kilo metros y lo
bast ante Iejana como para
que los mas potentes telescopios terrestres no pueda n
determinar si tiene o no p lanetas orbitando alrededor .
P recisamente, una de las
mayores expectativas que ha
despertado el proyecto del
telescopio espacial Hubble
ha sido Ia posibilidad de de-
•••
fotografia Ia NGC
6744) . Esta
galaxia,
particularmente
brillimte esta en
d irecci6n a Ia
constelaci6n del
Pavo. Una galaxia
como esta tiene
una masa entre
10•• Y 10"
kilogramos y unas
dimensiones del
orden de 10"
kil6metros (30.000
parsecs o 100.000
ai'los luz). Las
galaxias tambien
tienden a agruparse
para for mar
enjambres de
galaxias. Una parte
de los enjambres
mas observados, el
de Coma, es el que
muestra Ia cuarta
fotogra fia. Un
enjambre tipico
contiene alre.d edor
de cien miembros y
tiene una masa que
sobrepasa los I0.,
o 10.. kilogramos
(excluyendo Ia
masa invisible que
contienen) y un
diametro del orden
de los 1,5 x 10' 0
kij6metros (5
megaparsecs o 5
millones de ai'los
luz).
13
•••
tectar algun sistema planeta-
El trazo de las
estrellas
Dos visiones del mismo objeto
Estas dos imagen e~
de Ia nebulosa
planetaria NGC
6543 son muy
si milares pero han
sido obtenidas por
medios diferentes.
La imagen de Ia
izquierda es una
fotografia tomada
con luz visible,
mientras que Ia de
Ia derecha fue
conseguida por
observaciones de
radio en Ia banda
de los 6
centimetros (Fotos
Lick Observatory y NRAO)
t4
Las estrellas,
fotografiadas con
una larga
exposici6n
dibujan arcos de
luz en el cielo
sobre el Anglo
Australian
Observatory. Los
colores de las
estrellas son muy
distintos y Ia
brillantez de cada
arco indica Ia
luminosidad y
distancia de cada
estrella. Las
trazas y el
aparente
movimiento de
los astro se debe
a Ia rotaci6n de
Ia Tierra sobre su
eje. (Foto: David Malin)
ria en torno a las estrellas
mas pr6ximas. Pero se trata
de tareas menos sencillas de
lo que aparentan y, a l respecto, basta pensar que ni
siqu iera sabemos si el sistema solar tiene mas planetas,
aparte de los nueve descubiertos.
Algunos a str6nomos, como el sovh~tico Vladimir
R adzievski, estan actualmente trabajando sobre la
hip6tesis de Ia existencia de
otros dos planetas trasplutonianos, denominados X-1 y
K-2, que brillarian como estrellas de 16 y 17 magnitud
y tendrian 400 y 240 masas
terrestres respectivamente.
El primero de estos planetas
seria, por Jo tanto , mayor
que Jupiter, el gigante del
sistema (3 18 masas terrestres).
Desco nocemos todavia
los limites y Ia estructura del
sistema solar que habitamos. En los ultimos afios
tambien se ha especulado
con Ia existencia de una estrella hermana del Sol, en
6rbita eliptica que Ia acercaria a 1 ,5 y Ia alejaria a 3,5
afios luz de nuestro Sol. Pero no ha logrado obtenerse
ninguna evidencia de Ia existencia de esta estrella (Nemesis), asi como ignoramos
si los limites del sistema se
situan a un afio luz, donde
Oort ha postulado que se
encuentra Ia nube cometaria
qu~ lleva su nombr~.
Conocer una reaJidad tan
descomunal para Ia escala
humana plantea especiales
d if icultades . E s relativamente sencillo reconocer un
ritmo de tambor que dure
quince segundos. En cambio, si distanciamos cada
golpe proporcionalmente,
de fo rma que cubran un aiio
o diez, el ritmo deja de ser
perceptible e incluso imaginable. Sin embargo, esto no
quiere decir que en su estructura basica no sea deducible desde un esforzado estudio colectivo basado en el
registro de las observaciones.
Cuando se habla del cosmos Ia situaci6n es mucho
mas compleja, pero, analogamente, es este juego hipotetico-deductivo lo que le
permite a Ia ciencia establecer, por ejemplo, que nuestro sistema solar tarda 200 o
240 m illones de afios en
completar un giro en torno
abundarian en cantidades
al centro de Ia galaxia.
millonarias solo en nuestra
galaxia. Pero, t.ha dicho Ia
Trabajos recientes del
Smjthsonian Center de Ia
ultima palabra Ia ciencia en
lo que atai'ie a Ia gravitacion?
Universidad de Harvard han
indicado que, al parecer, ga- Ultimamente se realizan eslaxias y cumulos se agrupan fuerzos te6ricos consideraen unas estructuras de tipo bles en campos nuevos.
celular, o bien formando fiLa observaci6n desde el
lamentos y cadenas. Estas espacio puede ayudar a sosformaciones de alta densi- tener o a descartar algunas
dad se alternan con enormes de estas y otras hip6tesis, 0
vacios donde no se detecta acceder a atisbar Ia clave de
ninguna galaxia. Asi, las ga- alguno de los infinitos mislaxias aparecen como situa- terios que nos reserva el cosdas en Ia superficie de des- mos. Un conocimiento mucomunales burbujas.
cho mayor de nuestro sisteEstas observaciones plan- ma solar y de las pulsaciolean serias dudas sobre Ia nes solares, acaso podria
adecuaci6n del modelo teo- darnos por ejemplo Ia clave
rico de que dispone Ia den- de Ia distribucion planetaria
cia para explicar Ia forma- en torno al Sol.
cion de galaxias, y un prot.Es posible, como se ha
blema serio a Ia hipotesis de sugerido, que estas distanIa funci6n atribuida a Ia ma- cias esten de alguna forma
teria oscura, que no puede reguladas por Ia misma acdar cuenta de Ia produccion tividad solar -el Sol camde vacios tan enormes.
bia de brillo y tamaiio cada
Sin embargo, cuando hora y media y presenta ciconsideramos las galaxias clos de actividad variados de
como estructuras y calcula- los cuales el mas divulgado
da su masa y tamai'io se so- tiene 11 ai'ios- comunicada
meten los modelos a Ia si- al plasma que rodeaba a Ia
mulacion por ordenador, re- protoestrella en los tiempos
sulta que las galaxias se di- en que se formo el sistema?
suelven, no son estables. De
t.Como es el mundo? t.De
modo que algo no funciona que esta hecho? t.Hay otros
en nuestro conocimiento so- mundos habitados por seres
bre las galaxias, ya que con- inteligentes? t.Es Ia vida un
tra todos los resultados de fenomeno altamente probaordenador es evidente que ble o un hecho comun y una
son estables.
tendencia autoorganizativa
Algunos cientificos han de Ia materia en ciertas conpostulado, como explica- diciones? t.Llego esta desde
cion, Ia existencia de mate- el espacio desde donde las
ria invisible. Esta materia nubes moleculares y los cooscura deberia representar, metas podrian sembrarla sosegun algunos, hasta el 90 bre infinidad de mundos papor 100 de Ia masa de Ia ga- ra que evolucionara segun
laxia y, acumulada entre sus una amplia variedad de pobrazos o llenando amplios sibilidades?
Estas son preguntas ambiespacios en forma de nubes
moleculares de varios ai'los ciosas. Pero es esta ambiJuz de diametro, explicaria cion por comprender Ia que
Ia estabilidad de Ia estruc- nos ha movido a alcanzar el
espacio con nuestros ingetura.
La materia que falta de- nios. Algunos ya ha n visitatectar, pues, Ia masa perdi- do los planetas exteriores.
da, tambien puede encon- El «Voyage r» alcanzara
trarse en forma de agujeros Neptuno en 1989. El «Pionegros, como el que parece neer>> ya viaja desde hace
difundir lo s potente s ai'ios por los helados domichorros de radiaci6n en el nios del vacio transplutoniacentro mismo de nuestra ga- no hacia un destino incierto. El salto a las estrellas, el
laxia.
El fisico te6rico y cosmo- gran salto del hombre, ya se
logo Stephen W. Hawking ha iniciado con nuestra geha propuesto Ia existencia de neracion. Algunas respuesuna cantidad considerable de tas llegaran a nosotros. Peestos cuerpos en todo el uni- ro, como Seneca, debemos
verso. Guido Miinch, mate- agradecer que Ia mayor mamatico y astr6nomo, duda en ravilla que puedan revelar
cambio de Ia existencia de es- sera Ia conquista de las getos mini-agujeros negros que neraciones que nos sucedan.
60°
60°
4'
AURIGA
a
Capella
40°
y
E"
40°
Algol
ANDROMEDA
PERSEUS
TRIANGULUM
TAURUS
Pleiades
20°
ARIES
20°
l:ctip,ique
Aldebaran
Betelgeuse
ORION
Equareur
~e''
CETUS
Rigel
lEPUS
20
20°
ERIOANUS
COLUMBA
40'
40°
4'
60'
60'
Un enjambre
de galaxias
llamado Virgo
.
El grupo .local,
en el que se
incluye nuestra
galaxia, Ia Via
U'lctea, puede
ser parte de un
enorme
«super-enjambre» de unos
cien millones de
parsecs de
dilimetro y cuyo
centro seria el
de Virgo a 40
millones de
ai'ios luz de
nosotros. Se
cree que este
enjambre
contiene miles
de galaxias de
todo tipo,
regulares e
irregulares,
espirales y
elipticas, unos
cien cumulos
galacticos.
Estos cumulos
emiten rayos X,
fen6meno
caracteristico,
segun algunos
astr6nomos, de
los cumulos
ricos.
Las distancias en el Sistema Solar
y fuera de el
LAS ESTRELLA$ MAS PROXIMA$
:\ombre de Ia
eslrella
Dislanda
(ai10s hll)
AI fa Crnlauri
-' ..'
(. rnlauru
Eslrella de Barnard
5,97
Ofiucu
\\olf 359
7.7-'
lro
Lu) len 726-M
7. 9
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II. 7
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\llair
(I
15,7
aiiu luz = 9,5 x 10''
En Ia
consll•lnn6n
-\l(mla
__
~m.l
15
Isaac Asimov, el conocido divulgador~
reconstruye a lo largo de medio centenar
de biografias Ia peripecia de los protagonistas del saber cientifico. La ciencia
se revela asi claramente como una tarea
colectiva orientada a explicar el mundo.
Desde Tales de Mileto, que puso las bases de Ia matematica deductiva que dos
siglos y medio mas tarde perfeccionaria
Euclides, hasta Ia relatividad de Einstein, tres momentos destacan en esta
epopeya el conocimiento que nos ha permitido alcanzar Ia luna e incidir sobre el
codigo genetico: Ia labor fundacional de
los filosofos jonicos de Ia naturaleza en
Ia antigua Grecia, Ia revolucion cientifica de los siglos XVI y XVII y los espectaculares logros de nuestro siglo. Esta
galeria de escuetas semblanzas permitira
valorar mejor Ia magnitud del trabajo
realizado durante 27 siglos.
TALES
un fundador de
Ia ciencia
Filosofo griego, nacido en
Mileto (en Ia costa
occidental de lo que es
actualmente Turquia),
bacia el 640 a.C.; muerto
en Mileto. 546 a . C risto.
16
Los griegos posteriores
consideraron a Tales como
el fundador de Ia ciencia
griega, matematicas y
filosofia , atribuyendole el
origen de casi todas las
ramas del conocimiento. Es
muy dificil decir cuanto de
todo esto son adornos
posteriores.
Se cree que naci6 de madre
fenicia, aunque algunos lo
dudan . Quiza lo unico que
quiera significar Ia leyenda
es que fue educado en Ia
ciencia oriental. Sin duda
visit6 Egipto y
probablemente Babilonia.
Por ejemplo, el hecho
concreto que mas asegur6 su
reputaci6n fue Ia predicci6n
de un eclipse de Sol, un
elipse que luego tuvo Iugar
exactamente en el ano para
el emil habia sido predicho.
Sin emba rgo , Ia hazafia de
Tales no resulta tan
milagrosa si consideramos
que los babilonios habian
descubierto metodos para Ia
predicci6n exacta de eclipses
por lo menos dos siglos
antes de aquef tiempo . La
habilidad de Tales para
predecir aquel fue, por
tanto, adquirida
probablemente en el Oriente.
Tales fue el primer griego en
mantener que Ia Luna
brillaba por reflejo de Ia luz
del Sol, hecho tambien
representativo de Ia ciencia
babil6nica.
Tales tom6 prestada Ia
geometria de los egipcios,
pero fue en ella donde dio
un avance fundamental. La
convirti6 en un estudio
abstracto, siendo del primer
hombre que sabemos que Ia
considera tratando con lineas
imaginarias de grosor nulo y
trazo perfectamente recto en
Iugar de con lineas reales,
gruesas e imperfectas,
garabateadas en Ia arena o
rayadas en Ia cera. h'lvento Ia
matematica deductiva, que
seria sistematizada y pulida
por Euclides dos siglos y
medio mas tarde.
El descubrimiento de ciertos
teoremas geometricos
espedficos fue tambien
atribuido a el
posteriormente.
En las ciencias fisicas fue el
primero en estudiar el
magnetismo. Pero aun mas
importante es que fue el
primer hombre en
preguntarse: ;,De que esta
hecho el universo? y
responderselo sin recurrir ni
a dioses ni a demonios.
Su propia respuesta consistia
en que Ia materia
fundamental (el «elemento»,
diriamos ahora) del universo
era agua, mientras que Ia.
tierra era solamente un disco
plano que flota ba en el
oceano infinito . Esta
respuesta era Ia conjetura
mas razonable que hubiera
podido surglr en aquella
epoca, pero Ia pregunta
misma era , sin punto de
comparaci6n, mucho mas
impqrtan te. Inspir6 a los
fil6sofos posteriores, que
flo recieron en Ia misma
region cerca de Mileto, tales
como Anaximandro
Anaximenes y H eraclito a
especular en Ia misma materia.
© A lianza Editorial!Enciclopedia d e
Ia Ciencia y Ia Tecnologia
EN EL PROXIMO
NUMERO:
«A Ia conquista del
nuevo mundo»
«Los dificiles caminos del cosmos »
« Gagarin y el primer
dia del siglo espacial»
Y tambien los articulos de Carl Sagan e
Isaac A simov
MISTERIOS DEL
UNI'IERSO
Editor: J ose Ramo n Garcia
Inchorbe. C omite Asesor: P ed ro Pascual (Universidad Politecnica de Barcelona); Roberto Gonzalez, J ose Maria
Quintana (CSJC); Andres ~ i­
po ll (ESA) ; Jua n Antomo
Rubio (CERN); Luis Ruiz de
Gopegui (NASA) y Gonzalo
Madrid. Maqueta y diseiio:
Carmela Caderot. Fotografias e ilustraciones: NASA ,
Novosti, ESA , Ricardo Salvador, J . Garin . Colaboradores: Luis G. de Ia Cruz, Mayda Alvarez.
© «Misterios del Universo>>
es una publicaci6n de Diario 16. San Romualdo, 26.
28037 Madrid.
© Carl Sagan : «Cosmos>>,
editorial Planeta. Pa ra esta
edici6n : Diario 16.