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LA CONFERENCIA MISIONERA DE PR
El 1 de marzo de 1913 y en la Iglesia La Santísima Trinidad, se organiza bajo la presidencia del
Obispo William Burt, la Conferencia Misionera de Puerto Rico, una estructura mucho más
avanzada que la anterior y que representó un gran paso de avance en el metodismo
puertorriqueño. Ya se contaba con una membresía de unos 3,218 miembros, un buen número de
iglesias organizadas y varios pastores puertorriqueños ordenados.
Manuel Andujar Agrelot
Esta Conferencia Misionera duró unos 28 años, de 1913 al 1941. El líder de gran parte de este
periodo lo es el Rvdo. Manuel Andújar, un español que se traslado muy joven a Estados Unidos y
curso sus estudios teológicos en el Seminario de Drew en Madison, New Jersey. Manuel Andújar
ya pertenecía al personal misionero de los primeros días y tenía la ventaja de su origen e idioma, al
mismo tiempo que conocía la idiosincrasia hispánica. Andújar se había distinguido en su de Drew.
Al morir en el año 1929, sus cenizas fueron depositadas en la grada posterior del templo de la
Santísima Trinidad, iglesia que sirvió y que tanto amó. 50 Andújar se distinguió por haber fundado y
dirigido el primer periódico metodista puertorriqueño, El Defensor Cristiano. Como el nombre lo
sugiere, este periódico realizo una función muy importante, ya que fue instrumento defensor contra
los ataques fulminantes y persecución de la Iglesia Católica Romana a los esfuerzos evangelísticos de las
iglesias protestantes. En ese periodo, como posteriormente y hasta poco antes del famoso Concilio
Vaticano II, la Iglesia Católica Romana se mantenla antagónica a las iglesias evangélicas. Este periódico
dejó de publicarse en el 1917, año en que, junto a otras publicaciones evangélicas, se funde en la revista
interdenominacional, Puerto Rico Evangélico. Este periodo de la Conferencia Misionera se caracteriza
por la reducción paulatina de los misioneros y el incremento de pastores puertorriqueños en el liderato
de la iglesia y de laicos prominentes que llegan a niveles significativos de participación en las funciones
deliberativas de la Conferencia Misionera. Algunos de ellos comenzaron a entrenarse a los pies de los
misioneros y surgieron del taller de carpintería, del banquillo del zapatero, de las centrales de caña de
azúcar, del cafetal y algunos del magisterio. Algunos, como Carlos Ortiz, fueron eficientes y fieles, pero
murieron jóvenes. Otros, como Apolinario Cruz Sánchez, José Seguí y Domingo Marrero, sirvieron como
misioneros enviados por la Iglesia de Puerto Rico a la República Dominicana para laborar en la
incipiente obra evangélica de ese lugar.
Para el año 1919 el antiguo Instituto Bíblico Robinson de Hatillo, con otras escuelas teológicas de las
denominaciones, se funde en el recién creado Seminario Evangélico de Puerto Rico. En esta escuela de
teología se forja una nueva estirpe de ministros. A ella van a estudiar los nuevos candidatos al ministerio
y a mejorar sus destrezas los pastores mayores ya en servicio activo.
Merece que se amplíe algo la contribución del Instituto Bíblico Robinson de Hatillo, que fue el primer
intento por ofrecer una educación teológica más sólida y organizada a los nuevos pastores
puertorriqueños que iban surgiendo. Este instituto bíblico funciono en la institución conocida en ingles
como George 0. Robinson Industrial Institute and Training School, la cual se fundó en el año 1910 en el
pueblo de Hatillo. Era una especie de orfanatorio para varones y ya para el 1915 se empezó a utilizar
para acomodar candidatos al ministerio. El primer nombre que se menciona como 51 estudiante de este
instituto bíblico es el de José Espada Marrero, junto a otros cuatro estudiantes más, pero no se indican
sus nombres. El Instituto Bíblico lo organiza el Obispo Wilbur P. Thierkield, nombrando al Rvdo. K.
Hubbard como decano y a los misioneros Samuel Culpeper y Manuel Andújar como maestros. Las
asignaturas se dividían entre ellos, aunque la mayor parte recala en el Decano J.K. Hubbard, quien
residía en la Institución. Culpeper y Andújar viajaban semanal o quincenalmente para dar sus clases.
El currículo de este Instituto Bíblico constaba de las siguientes asignaturas: Armonía de los Evangelios,
Introducción a las Sagradas Escrituras, Historia General, Historia de la Iglesia, Homilética, Trabajo
Pastoral, Escuela Dominical, Lógica y Teología Sistemática.
La vida de este Instituto Bíblico fue corta, desde 1915 a 1919, año en que paso sus estudiantes al
Seminario Evangélico de Puerto Rico. Su decano, el Rvdo. J.K. Hubbard, vino a ser el profesor metodista
del nuevo Seminario.
La ordenación de los primeros cinco presbíteros puertorriqueños fue en la sesión de la Conferencia del
año 1917, siendo los siguientes: Cruz Vallé Padilla, George Richardson, Fulgencio Ortiz, Ramón Gómez
y José M. Morales. Como diáconos fueron ordenados Juan Orlandi, Juan Caret, Vicente Rodríguez y
Justo P. Santana.
En el nuevo Seminario Evangélico en Río Piedras, para el 1922 ya hay seis estudiantes. Estos, en unión
al profesor J.K. Hubbard, salían cada fin de semana a hacer practica pastoral en distintas iglesias.
La predicación de la iglesia en este periodo era de altura debido a la preparación intelectual y académica
de los pastores. Se atacan los problemas de la sociedad y el hambre. La Iglesia Metodista se da a
conocer ampliamente en el gobierno y en la sociedad.
Surgen predicadores y pastores con gran preparación intelectual. De esta estirpe es el Dr. Domingo
Marrero Navarro, intelectual puertorriqueño que se distinguió como escritor, filósofo, catedrático y
capellán universitario. Otros de estos pastores son Félix D. De la Rosa, Pedro Rosa Viruet, Tomás
Pereles Hernández y Tomás Rico Soltero. 52 Pastores puertorriqueños que nos legaron la iglesia que
hoy conocemos.
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Tomas Rico Soltero
Tomás Rico Soltero es el primer pastor puertorriqueño elevado a la posición de superintendente
general de la Iglesia Metodista de Puerto Rico, nombrado en el año 1949, por el Obispo Charles Wesley
Flint. 54
El último superintendente de la Conferencia Misionera lo fue el Dr. Bruce R. Campbell, hombre
bondadoso pero muy pasivo. Era servicial y amigable. Antes de llegar al liderato de la Iglesia en Puerto
Rico había sido misionero en Aibonito, Ponce y pastor de la Santísima Trinidad de San Juan.
Es bueno que se entienda que estos años de principios del siglo veinte, y prácticamente hasta el año
1940, la situación de Puerto Rico, social, económica y política es muy precaria. La labor de los
misioneros se dedicaba en gran parte a hacer obra de reivindicación social y económica, en adición ala
predicación del evangelio. Habla que educar, dar de comer, vestir y hacer obras de caridad
constantemente. Puerto Rico fue azotado por huracanes y temblores de tierra que devastaron la isla. El
más devastador fue el huracán de San Felipe en el 1928. Para ese año quedaron sin hogar miles de
familias, las carreteras se destruyeron y la agricultura se devasto.
La Iglesia Metodista fue afectada por
la destrucción de templos y casas pastorales. En adición a esa triste situación social, la depresión
económica de 1930 que sufrió en el ámbito nacional Estados Unidos afectó a Puerto Rico. La Junta
Misionera en Estados Unidos tuvo que cortar en gran proporción el subsidio a la iglesia en Puerto Rico.
En esos primeros años del 30 se dejaron cesantes a varios pastores y se cerraron puntos de predicación.
Se cuenta que en el año del corte más grande, se reunieron los pastores y el superintendente misionero
para determinar si los pastores entre sí se reducían su sostén.
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