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RESOLUCIONES PRIMERA CONFERENCIA NACIONAL PARTIDO COMUNISTA DE CHILE La Conferencia Nacional aprueba en términos generales el Informe Central presentado a este evento, valorándolo positivamente como documento de estudio, por su profundidad e importancia como herramienta para la lucha política e ideológica para el conjunto del Partido. Asimismo, se valora la oportunidad de la Conferencia en medio de un nuevo y favorable escenario para el avance de nuestra política, debate que debe ser profundizado en la base partidaria. En el presente escenario político, enfatizamos que junto con desplazar a la derecha, es necesario contribuir activamente a la conformación de una mayoría política en la lucha contra el neoliberalismo e impulsar la movilización social, tendiendo a la superación de la institucionalidad heredada de la dictadura, lo cual se expresa en la necesidad de una nueva constitución. Es necesario comprender en profundidad el complejo proceso que cursa al interior del mundo concertacionista en el marco del nuevo escenario político, que abre paso a posiciones distintas y a veces contradictorias, pero donde sin duda hay un enorme espacio para avanzar en la acumulación de fuerzas para un proyecto democratizador. Valoramos el avance de la política que definimos en nuestro 24º Congreso, por cuanto la táctica adecuada, el trabajo de nuestros parlamentarios y el involucramiento del Partido y la Jota en el movimiento de masas, nos han permitido incidir significativamente en la conformación del cuadro actual y generar condiciones para avanzar hacia un Gobierno de Nuevo Tipo. La experiencia acumulada durante el año 2011 nos indica que en la lucha contra el modelo neoliberal adquiere un gran valor la alianza de los trabajadores con las capas medias de la sociedad y sectores de la pequeña burguesía, afectadas por esas políticas, y que esas alianzas adquieren mayor proyección combinando la lucha electoral y la movilización social. En el plano electoral, valoramos el acuerdo tendiente a la postulación de un único candidato a alcalde por la oposición en cada comuna del país, y reafirmamos la voluntad de seguir avanzando en acuerdos en materia de concejales. La Conferencia acordó abrirse a la posibilidad de un acuerdo electoral con el PPD y el PRSD bajo algunas condiciones previas, que será necesario considerar y que se harán llegar a los partidos mencionados, quedando el Comité Central y la Comisión Política mandatados para determinar en definitiva su factibilidad. Estos acuerdos deben ser asumidos nacionalmente, con independencia de las reservas que pueda merecernos la gestión anterior de algunos alcaldes y concejales de la Concertación, lo que supone la importancia de la labor permanente de construcción de izquierda y de Partido, en el marco de su legítima independencia y visibilidad. Es necesario avanzar en el desarrollo de un proyecto programático de la oposición a partir de los doce puntos definidos con motivo de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales pasadas, recogiendo además contenidos de otros documentos como el Pliego de Chile, el manifiesto por un Nuevo Chile, los acuerdos de la oposición en materia tributaria y de educación, además de la plataforma municipal y otras expresiones de origen regional como las de Aysén, Magallanes y Calama, todos ellos enmarcados en las demandas del movimiento social contra los efectos del modelo. En torno a las elecciones municipales de 2012, es necesario desarrollar una política dirigida hacia la participación efectiva en los comicios de los nuevos inscritos, especialmente de los jóvenes y los trabajadores. El momento demanda profundizar la caracterización del Gobierno de Nuevo Tipo que nos hemos planteado; sus bases programáticas y con quiénes nos proponemos construirlo. Debemos adoptar las medidas necesarias en orden a la consolidación o conformación de los equipos técnicos-profesionales en orden al desarrollo de este objetivo. SOBRE EL PARTIDO La Conferencia concuerda la necesidad de una mayor flexibilidad en las estructuras partidarias regionales y comunales, en el sentido de adecuar su actividad a la realidad y los requerimientos políticos de cada territorio, evitando que un diseño hecho para la generalidad dificulte o entrabe el desarrollo de nuestra política. En este marco, se asume la necesidad de fortalecer las estructuras comunales en la elaboración y la implementación de nuestra política. Asimismo, es necesario especificar el rol de las comisiones nacionales como estructuras auxiliares de la Dirección Política, evitando toda tendencia a que las comisiones mencionadas reemplacen la función del conjunto del Partido y sus estructuras de dirección. En la misma perspectiva, resaltamos la necesidad de que las comisiones auxiliares brinden apoyo también a las estructuras intermedias y procesos locales. Reafirmamos el rol de la célula como principal motor del Partido, buscando nuevas formas de llegar al pueblo y donde éstas pueden jugar un papel abriendo espacios de discusión para sectores sociales cercanos a nuestra política. En relación a las células temáticas, consideramos que éstas cumplen su rol siempre y cuando se encuentren vinculadas al movimiento de masas. Para hacer frente a los nuevos requerimientos del período, debemos implementar una política de cuadros que permita desarrollar experiencias en las diversas estructuras, de modo de dar seguimiento y potenciar el desarrollo de los militantes. A su vez, se plantea establecer un Sistema Nacional de educación Permanente de cuadros, que recoja las necesidades de formación sistemática y continua de éstos. Es necesario profundizar la vinculación de los dirigentes partidarios, de organizaciones sociales y de representación pública con las correspondientes estructuras del Partido. Estamos desafiados a generar los métodos de trabajo que permitan integrar las experiencias de los dirigentes mencionados con la del conjunto de los militantes, superando la separación entre lo público y lo interno. Los procesos regulares de evaluación de cuadros, que deben desarrollarse en los diferentes niveles de la estructura partidaria, con carácter formativo y correctivo más que punitivo, deben ayudarnos a este propósito. Para hacer frente a los desafíos planteados es necesario intensificar la discusión y aplicación de nuestra política por el conjunto del Partido. La disciplina consciente, la unidad de acción, el debido y oportuno traspaso de la información, son determinantes para que el conjunto de los militantes comprenda y desarrolle nuestra política en forma integral y no sólo algunos de sus aspectos parciales. Debemos dar una batida para superar el tareísmo y potenciar el motor propio del Partido en todos los niveles. Nuestra política no se puede aplicar en forma mecánica y requiere de la creatividad permanente del conjunto de los militantes para abrirle paso en cada rincón del país, buscando las formas adecuadas para hacerlo. El incremento sostenido de la represión contra las movilizaciones sociales y sus organizaciones, plantea el imperativo de desarrollar una política destinada a su autoprotección o defensa, así como la profundización de la lucha política del conjunto del pueblo en aras de una política democrática para la orientación y rol de las Fuerzas Armadas. En la perspectiva de la batalla de ideas en el marco de la necesaria lucha ideológica, que adquieren especial relevancia en el período presente, debemos asignar mayor énfasis al desarrollo de Instituto de Ciencias Alejandro Lipschutz, a nuestros medios de comunicación y formación teórica Constatamos que nuestra estructura resulta insuficiente para los desafíos políticos en curso, y que la forma en que el pueblo acoge los planteamientos de nuestra política no se reflejan en la misma medida en el crecimiento del Partido. Debemos adoptar medidas urgentes para superar esa dicotomía. TRABAJO SINDICAL Y SOCIAL Se refuerza la necesidad de que nuestra actividad política hacia los trabajadores y trabajadoras sea desarrollada por el conjunto del Partido y sus comisiones auxiliares. Reafirmamos lo expresado en el Informe Central a la Conferencia y en las resoluciones del Encuentro Nacional Sindical, en el sentido de la necesidad de disputar una nueva conducción de la CUT, con una plataforma única y con una sola lista en el marco de alianza amplia antineoliberal y trabajando para lograr presencia significativa de los sindicatos con influencia en el sector al cual pertenecen. Esfuerzos centrales en estos meses son la afiliación de sindicatos a la CUT, particularizando en esfuerzos dirigidos y planificados desde el conjunto del Partido para disputar la conducción de la CUT a nivel comunal y nacional. Como tarea más permanente está la territorialización del trabajo sindical por medio de la organización de CUT comunales. Es fundamental realizar esfuerzos dirigidos hacia la creación y desarrollo de sindicatos con influencia efectiva en las áreas estratégicas de la economía. Existe la necesidad de ampliar la mirada en relación al mundo de los trabajadores, incorporando a la organización sindical a sectores precarizados como también a los proletarizados por el modelo neoliberal, entre ellos a sectores de profesionales. La articulación de un movimiento social unitario, que represente al conjunto de las organizaciones sindicales, sociales y políticas que reclaman mayor democracia, ha sido un esfuerzo principal del Partido en este período. En este marco, el desarrollo de las mesas sociales constituye una tarea central y requiere la multiplicación de iniciativas tendientes a la incorporación y unidad de cada vez más expresiones organizadas del mundo social, teniendo como centro a los trabajadores. La Conferencia valoró la realización del encuentro CUT – CONUPIA y plantea la intensificación de la actividad hacia la micro, pequeña y mediana empresa, dada su significación y proyección estratégica en la construcción de una nueva mayoría nacional que haga frente a las políticas neoliberales. En relación con nuestra política internacional, debemos asimilar plenamente la experiencia desarrollada por las fuerzas progresistas de América Latina en relación con la lucha por la autodeterminación de los pueblos y contra el neoliberalismo. En este marco, es preciso profundizar nuestro análisis en relación con el impacto de las movilizaciones sociales de nuestro país en el cuadro latinoamericano, y las posibles reacciones del imperialismo. Requerimos ser más activos en nuestras relaciones y acentuar nuestro protagonismo e inserción internacional, atendiendo a la atención y solidaridad que el proceso que vive Chile ha concitado más allá de nuestras fronteras. Enfatizamos la necesidad de avanzar en la construcción de una política agraria del Partido que retome la discusión histórica sobre la Reforma Agraria, incorporando problemas como la crisis alimentaria y del agua. En lo relativo a los pueblos originarios, la Conferencia señala la necesidad de un esfuerzo destinado a levantar con mayor fuerza iniciativas políticas en aras del reconocimiento de los derechos a la autonomía y autodeterminación, el reconocimiento constitucional de la necesidad de un estado plurinacional y multicultural, la derogación del Decreto Supremo 124 que impide la aplicación del Convenio 169 de la OIT, un nuevo trato de pueblo a pueblo que signifique el pago de la deuda histórica del estado chileno, la recuperación de la historia y cultura, y el derecho a la recuperación de tierras y aguas.