Download Versos al - Sieteluces.com

Document related concepts
no text concepts found
Transcript
Versos al viento
del Mayab
José Antonio Iniesta
I
Toda flor nace con la danza de sus pétalos,
con el mandala del amor sentido
y en la geometría sedosa del círculo sagrado.
El agua fluye con el vértigo ondulante
de un número que busca la secuencia
para abarcar la esencia del orden infinito.
Y hasta el latir de mi corazón agradecido
es música del cielo con su ritmo preciso,
tambor de estruendo sordo de la roja y apacible sangre.
Luz y sonido se abrazan para dar la vida
al vértigo de la imperturbable armonía de los astros,
y hasta cuando acaricio la arena del desierto
mis dedos dibujan nuevamente y para siempre
la perfecta anatomía de un universo vivo y resonante.
II
He renacido del néctar que el colibrí bebió en las flores,
revestido mi entero cuerpo con un gran trozo de cielo.
Quiso el nenúfar del cenote que anidara entre sus aguas,
pero un soplo de aliento me empujó a recorrer el mundo entero.
Y allá en Chichén Itzá volé sin alas por el Cosmos,
con el vuelo aturdido de quien bebe de la gloria de sus propios sueños.
En su templo danzan con deleite miríadas de estrellas,
los ángeles juegan al corro recordándome otros tiempos
y la luz cobra forma y me acaricia mansamente
mientras las Pléyades me revelan el arcano secreto.
Una serpiente de luz trazó un sendero en el vacío
y en el silencio de la nada apareció el sereno rostro,
el puro resplandor de quien sonríe y nada espera,
pues sabe que su corazón de cristal lo tiene todo:
el aliento que pronuncia el nombre de Dios con un suspiro,
la llama de una vela incandescente que alumbrará para siempre
y el camino blanco en el que el rastro de mis pasos se pierde...
III
Qué sereno es este fuego en el que mi miedo perece,
y qué mansamente quieta está el agua que me bebe;
qué abrazo más tierno el de la tierra en la que me tiendo
y qué caricia tan bella la del vuelo en el seno del sedoso viento.
Dormido en mis propios sueños alcancé un cruce de caminos,
donde extrañamente desaparecen todas las distancias,
y en el juego de una mágica tortuga con trece dimensiones a su espalda
vuelo, como el águila, por las líneas luminosas del infinito Tiempo.
Es extraño sentirse serpiente guardiana de un oculto tesoro
y a la vez desplegar las alas para alcanzar el cielo abierto,
sintiendo que mi piel es roja y negra, blanca y amarilla, y verde,
que soy un bulbo con conciencia inabarcable,
viajero y peregrino del eterno presente.
Qué agradable saber que mi piel encierra un cuerpo de luz brillante,
un farol de plata y oro que se enciende en lo más oscuro de la noche,
un hombre que alcanza su madurez jugando como un niño
y un sol que al descubrir que lo es, le pide al Padre Sol que lo ilumine.
Qué bello es comprender, desde el silencio, la importancia de la palabra
y descubrir el inmenso placer que un sencillo suspiro me ofrece.
Año Semilla Solar Amarilla.
4 de la Luna del Conejo Cristal.
Kin 255. Águila Galáctica Azul
C. G. 2-6-2002.