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Ministerio de Niños
Iglesia Cristiana Mega Zoe
Tema: Comienzan los prodigios de Dios - La plaga de sangre.
I
Objetivos:
Que los niños aprendan que:
1º) La altivez es algo que nos separa de Dios y nos lleva a perder, que nuestro
corazón se ponga duro.
2º) Que no hay nada mejor que quebrantarnos delante de Dios y obedecerle. Pues
traerá bendición..
II
Lectura Bíblica (El maestro debe estudiar para preparar la clase)
Éxodo 7:8- 25
III Versículo para recordar:
Proverbios 28:14
IV Repasar la clase anterior.
V Desarrollo de la clase
Luego que Jehová hablara con Moisés dándole confianza y seguridad, era el
momento de que se enfrentara ante el Faraón.
Moisés y Aarón no irían solos, Jehová los acompañaría en todo momento. Ellos
solo iban a ser instrumentos para lo que Dios iba hacer en Egipto.
Dios le dijo a Moisés que cuando estuvieran frente a Faraón y éste le pidiese
milagros, que le mostraran los milagros que ya Dios había dicho.
Dios le dijo: “Dile a Aarón que tome su vara y la eche al piso y esta se convertirá en
culebra , delante de todos”.
Dios iba a comenzar mostrando sus prodigios en Egipto.
Ya el Faraón había sido advertido de los problemas que le iban a venir.
Se presentaron Moisés y Aarón ante el Faraón obedeciendo a Dios en todo.
Y Aarón tomo la vara y la echó al piso delante de Faraón y sus siervos, y ésta
inmediatamente se convirtió en culebra.
Entonces como Faraón se creía superior al poder de Dios, llamó a sabios y
hechiceros, y éstos hicieron lo mismo. Tiraron varas y se convirtieron en culebra.
¿ Pero como es posible?
El Faraón no adoraba a Dios, él servía y adoraba a muchos dioses. Entonces sus
sabios y hechiceros usaron poder satánico para imitar lo que Dios estaba haciendo
El Faraón tenía magos, sabios y hechiceros y a través de ellos se podían ver cosas,
pero no venían de Dios.
Estos sabios y hechiceros podían resistir a Moisés e imitarlo.
Satanás, el enemigo de Dios siempre trata de imitarlo, pero Dios es el original.
Una imitación es solo eso, imitar al original. Si su poder hubiera sido verdadero,
hubieran revertido lo que Dios estaba haciendo (quitado) y ellos solo imitaron
(añadieron mas culebras).
A Faraón no le importó, no vio como grande lo que Moisés y Aarón estaban
haciendo, porque los hechiceros de él también hicieron lo mismo. Faraón se burló,
pues según él no había ningún reto.
Pero algo extraordinario ocurrió. Algo que solo Dios podía hacer.
La vara de Aarón convertida en culebra comenzó a comerse a las demás culebras.
Ese es el poder de Dios, siempre sobrepasa todas las demás cosas. Pero a Faraón no
le importó lo que estaba sucediendo. No escuchó a Moisés, sino que endureció su
corazón, como así lo había dicho Dios.
Su terquedad y obstinación hicieron que su corazón se pusiera más duro, mas
rebelde, el pensaba que era lo máximo y que sobre él no había nadie. El pueblo de
Israel no se iría.
Pero lo que no sabia Faraón era que le había llegado el momento para la primera
plaga. Ahora comenzaba su destrucción, lentamente.
Como el corazón de Faraón estaba endurecido y este no quería dejar ir al pueblo,
entonces Dios comenzó a trabajar con Faraón, por su obstinación.(por su rebeldía).
Moisés y el Faraón iban a tener encuentros personales entre ellos.
Dios vuelve a darle instrucciones a Moisés, sobre lo próximo que debe hacer. Dios le
dijo que cada mañana el Faraón iba al río Nilo, para hacer sus rituales. (Río Nilo, río
sagrado para Egipto).
Dios le dijo a Moisés que se fuera a la otra orilla del río, frente a Faraón y que
tomara la vara que se había convertido en culebra y que le dijera a Faraón, que
dejara ir a su pueblo, ya que hasta ahora no había querido oír.
Continua Dios dándole las instrucciones a Moisés de todo lo que le iba a decir a
Faraón y lo que iba a venir.
Entonces Moisés y Aarón ya estando al otro lado del río Nilo y le hablaron al Faraón
y le dijeron que iba a conocer a Jehová .
En esos momentos Aarón por mandato de Moisés tomo la vara y golpeo las aguas
del río y estas comenzaron a convertirse en sangre. Los peces comenzaron a morirse.
Así que Aarón extendió su mano sobre ríos, arroyos, estanques y sobre todo depositó
de agua, como Dios lo había ordenado y estas se convirtieron en sangre.
Murieron los peces, el río se corrompió, nadie bebía, todo era sangre. Había una gran
peste en todo Egipto. Pero Dios cuidaba a su pueblo.
Entonces los hechiceros hicieron lo mismo en otras aguas que tenían y Faraón se
burlaba de Moisés y Aarón y no le prestó atención al caos que había entre los
egipcios a causa de las aguas en sangre. Faraón lo vio pequeño, no pensaba que
venía algo grande en destrucción.
La altivez de Faraón hacia que él no atendiese a Moisés.
Los egipcios hicieron pozos debajo de la tierra, par poder beber agua. Faraón pensó
que estaba ganando, que su poder era superior al poder del Dios de Moisés. Pues
había buscado otra alternativa para beber agua.
Faraón no se rindió, pensaba que podía con el Dios de Israel.
En Faraón no había el quebranto, que era lo que Dios quería, sino que cada vez
endurecía más su corazón.
Pobre Faraón , no sabe lo que le espera.