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EJE SANADOR: LA MÚSICA
MUSICA (del diccionario de la R.A.E.): Melodía y armonía y las dos combinadas
/ Sucesión de sonidos modulados para recrear el oído / Concierto de
instrumentos o voces, o de ambas cosas a la vez / Arte de combinar los sonidos
de la voz humana o de los instrumentos, o de unos y otros a la vez, de suerte
que produzcan deleite, conmoviendo la sensibilidad / Cualquier sonido grato
al oído.
“El canto es expresión del amor”
San Agustín.
“La música es un regalo de Dios”
Martín Lutero
Aquel que escucha música escucha más allá de este mundo, puede adentrarse
en Dios a través de la música y escucharlo. Esto es lo que produce en nosotros
la música, asegura Theodor Storm.
Para el filosofo alemán Martín Heidegger, escuchar con atención significa
recogimiento; “Escuchar conduce al recogimiento”.
Aquel que escucha un concierto se siente seguro. La música es, para él, como
un amor protector que lo cubre y lo abriga. Mientras la escucha, siente que
hace parte del Amor y de la Vida; se siente en casa. Al escuchar la melodía, se
siente aludido, se sabe amado, transportado, alado.
Anseln Grün, Abad Benedictino, nos dice:
“.,.Cuando escuchamos música, tenemos la posibilidad de escuchar lo
inaudible, de pertenecer a aquello que es único y extraordinario, al INDECIBLE.
Al escuchar música, pertenecemos a Dios mismo, es decir, al creador de toda
música.
Debes estar agradecido porque cuentas con la música para sanar tu alma
herida. Cuando no estás en capacidad de expresar tus sentimientos, ellos te
atrapan y determinan tus actos y tu voluntad. No sabes cómo sucede, pero te
hundes y no puedes volver a salir a la superficie.
La música te da fuerza en medio de la tristeza, del miedo y del dolor. La música
es como una compañera que no te deja a solas con tus sentimientos Ella te
coloca la mano en el hombro y, con este tierno roce, llega a ti la tranquilidad.
Quien desea cantar debe tener entusiasmo, esto es, debe “estar en Dios”; así
mismo, debe abandonar su estrecho corazón para poder elevarse a Dios.
Si no se canta con pasión, el corazón no puede elevarse, dejamos de confiar en
el poder de Dios, tenemos miedo del éxtasis al que el canto desea
llevarnos…”El monje Hartker estaba convencido de que el canto debía coincidir
exactamente con la Palabra. De esta forma, éste tendría la función de hacer
resonar la Palabra de Dios en el corazón humano.
Cuando escucho música ya no puedo permitir que mi enojo y mi deseo de
venganza atormenten mi corazón. La música me exige algo, ella me revela la
nobleza de mi alma.
La música no entra en armonía con un carácter vil ni con ciertas maneras de
pensar y proceder que son estrechas y limitadas; tampoco se lleva bien con las
actitudes ego-céntricas que nos hacen girar en torno a nosotros mismos. Sin
embargo, cada uno de nosotros también tiene un carácter fino y noble. Cada
persona lleva dentro de sí un origen noble, el origen divino. La música le revela
al ser humano que él procede de Dios y que, por esta razón, dentro de él actúa
un carácter divino.
La música promueve la Salud y el Bienestar, tiene efectos sanadores y también
ejerce un poderoso efecto preventivo. Mejora nuestra calidad de Vida.
La música es apropiada para todas las personas, especialmente es
recomendada para niños, enfermos, personas de la tercera edad y mayores,
personas con problemas de aprendizaje, para la rehabilitación motora ya que
logra movimientos compensatorios, para personas con estrés, insomnio,
personas que pierden interés por lo que les rodea, disminución de la
autoestima.
La música se utiliza como estímulo, despierta emociones, mantiene la
memoria y estimula el movimiento del cuerpo mediante melodías rítmicas.
Contribuye a superar la soledad, el aburrimiento, la rutina, el temor a la
muerte, el estancamiento personal.
La Música y la Respiración
La respiración es un proceso rítmico, las respiraciones por minuto son de 25 a
35; un promedio bajo, profundo y sostenido contribuye a calmar, controlar
emociones, estimular el pensamiento y generar un mejor metabolismo del
cuerpo.
La música esta relacionada con la tensión y coordinación muscular. El tono y la
flexibilidad del sistema muscular son poderosamente influenciados por el
tono, el sonido y la vibración musical; también, la música influye en las
endorfinas, los sedantes naturales del cerebro. Se ha encontrado en los
Centros de Investigación que la euforia experimentada mientras escuchaban
música los sujetos de estudio y la sanación química creada por el gozo y las
emociones producidas por la riqueza musical de ciertas piezas de películas,
cantos religiosos y cuartetos, produjeron estados de anestesia al dolor y
mejoraron el sistema inmune.
Acordes de Mozart
Terapias contra el estrés.
El estrés genera una sensación de amenaza y tensión constantes, además de
una exigencia excesiva que si se prolonga en el tiempo puede adquirir
características de enfermedad. Sus consecuencias son irritabilidad, fatiga,
desánimo, falta de atención y concentración, agotamiento, insomnio y
problemas sicosomáticos (colón irritable, úlcera, lumbago, arritmias) aparte de
dificultades para gozar y distraerse.
Un tratamiento tradicional para enfrentar el estrés sería citas y conversaciones
con un especialista, es decir, con un sicólogo o con un psiquiatra. Otro método
que ha surgido es la musicoterapia.
Hay muchas personas que son muy resistentes a tener una terapia hablada y
para ellas hay una buena chance que no se confronta con un psicólogo o
psiquiatra. Se trata de la Musicoterapia.
La música es una herramienta terapéutica no hay que olvidar las palabras del
otorrinolaringólogo francés Alfred Tomatis, quien señaló que el oído tenía
ciertas influencias en los aspectos afectivos – emocionales.
El método “Tomatis” tiene a Mozart como su favorito. Es uno de los autores
clásicos que menos rechazo produce en la gente neófita. Además, tiene una
pulsación y una rítmica, que reproducen el latido del corazón de un niño. Son
120 pulsaciones por minuto. Eso hace entrar en un estado de quietud, paz y
armonía que es muy placentero.
Para las terapias contra el estrés también se incorporan cantos gregorianos y
Salmos.
La Musicoterapia que se define como el uso de la música y/o sus elementos
musicales (sonido, ritmo, melodía y armonía) realizados por un
musicoterapeuta calificado con un paciente o grupo, en un proceso creado
para facilitar, promover la comunicación, las relaciones, el aprendizaje, el
movimiento, la expresión, la organización y otros objetivos terapéuticos
relevantes, para así satisfacer las necesidades físicas, emocionales, mentales,
sociales, cognitivas y espirituales y otras vivencias experimentadas con la
música elegida.
Se sugiere utilizar la música en nuestro trabajo PERSONAL Y PASTORAL.
“Un músico fue a ver a un médico y le dijo: “Tengo toda clase de síntomas
terribles. Me siento infeliz y desasosegado; mi cabello, mis brazos y mis piernas
están como si hubiesen sido “torturados”.
El médico le preguntó: ¿Es verdad que aún no has cantado tu última canción?
“Eso es cierto”, contestó el músico “muy bien”, dijo el médico, “ten la
amabilidad de cantarla”
El músico así lo hizo, y ante la insistencia del doctor, repitió una y otra vez sus
estrofas.
Entonces el médico le dijo: “Ponte de pie, pues ya estás curado. Lo que tenías
en tu interior te había afectado. Ahora que ya se ha liberado, has vuelto a estar
bien”.
Carlos Daniel Fregtman
Músico y Musicoterapeuta
Argentino
Citas Bíblicas para su reflexión:
Col 3, 16.
Que la palabra de Cristo habite en ustedes con todas sus riquezas, que sepan
aconsejarse unos a otros y enseñarse mutuamente con palabras y consejos
sabios con el corazón agradecido canten a Dios salmos, himnos y alabanzas
espontáneas.
Efesios 5, 19.
Intercambien salmos, himnos y canticos espirituales. Que el Señor pueda oír
el canto y la música de sus corazones
Prep. por Rosa Contreras P. ocds.