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Transcript
Pontificia Universidad Católica de Chile
Facultad de Ciencias Sociales
Instituto de Sociología
Taller de Titulación
Diciembre 2008
Cárcel y Familia
Los efectos de la reclusión sobre la familia de los
internos
Javier Mariscal & Jaime Muñoz
Profesor guía: René Ríos
Calcuta Cárceles UC
A los internos y sus familias
que viven el dolor de la reclusión.
Donde crece el peligro,
crece también lo que nos salva.
(Hölderlin)
La luz brilla en las tinieblas,
y las tinieblas no pudieron vencer la luz.
(Juan 1, 5-6)
1
La investigación a realizar se constituye en el marco de los Talleres de Investigación del Instituto
de Sociología de la Pontificia Universidad Católica de Chile (PUC) por demanda generada desde
el programa Calcuta UC dependiente de la Dirección General de Pastoral y Cultura Cristiana
UC.
Resumen
Habiéndose
ya
mencionado
y
cuestionado,
en
otras
ocasiones,
las
consecuencias que la prisión puede generar sobre los internos, creemos, no se ha
logrado exponer con claridad cómo y en que aspectos esta misma situación puede
afectar al entorno cercano de los internos, fundamentalmente a sus familias. Si bien hay
registro de consecuencias que van más allá de la persona del interno, estas han sido
observadas desde la criminología y no han logrado articularse eficientemente con la
conceptualización que se ofrece desde los estudios de la familia.
Desde el trabajo que realiza el programa de acompañamiento carcelario Calcuta
Cárceles UC se ha querido profundizar sobre los efectos que en seis familias, no
normalizadas en conductas criminales, puede ocasionar que uno de sus miembros se
encuentre en situación de reclusión carcelaria. Poniendo especial énfasis en articular
claramente que aspectos de la familia, y cómo éstos, son afectados. Este análisis se
complementa con entrevistas realizadas a tres informantes claves que han trabajado
con internos y conocen sobre la temática a estudiar.
Palabras Clave
Familia, Reclusión, Cárcel, Internos.
2
Índice
Problema de investigación ……………………………………………………………….
4
Marco teórico ……………………………………………………………………………...
5
Operacionalización ……………………………………………………………………….
17
Objetivos …………………………………………………………………………………...
19
Metodología ……………………………………………………………………………….
20
Resultados …………………………………………………………………………………
23
Conclusiones por dimensión …………………………………………………………….
41
Conclusiones finales ……………………………………………………………………...
48
Propuestas ………………………………………………………………………………...
52
Bibliografía …………………………………………………………………………………
59
Anexos ……………………………………………………………………………………..
61
3
Problema de Investigación
El programa Calcuta Cárceles UC corresponde a una instancia generada desde
la Dirección General de Pastoral y Cultura Cristiana UC con el objetivo de acompañar
y dar apoyo a internos de las diversas cárceles y centros de reclusión. Este proyecto
pastoral que ha nacido y se fundamenta en la espiritualidad de la Madre Teresa de
Calcuta, actualmente desarrolla su labor en 5 centros penitenciarios de la Región
Metropolitana, un centro en Temuco y otro en Concepción.
Mediante la realización de diversos talleres de formación en diversas áreas, tales
como: artes, salud, comunidades cristianas, reforzamiento escolar, preparación para la
PSU, y tantas otras que demanden los internos de cada cárcel y que los voluntarios
puedan ofrecer. Calcuta UC se ha propuesto responder, desde a una inquietud
cristiana, por el bienestar y desarrollo de quienes enfrentan la prohibición de libertad.
En este contexto Calcuta UC ha desarrollado toda su labor al interior de los
diversos centros de reclusión. Por lo que su preocupación ha estado centrada directa y
exclusivamente en los internos. Es desde esta labor de conocimiento cercano y
cotidiano, que Calcuta ha mostrado interés, o se ha visto en la necesidad, de expandir
su mirada hacia fuera de las cárceles con el fin de acercarse de forma más completa a
la situación de reclusión. Y es que todo interno, pese a lo aislada que pudiera
considerarse su situación, conserva relación con personas que sin estar en situación de
cárcel se ven afectadas por la condición del interno y a su vez afectan la condición él
durante su periodo de reclusión. De forma fundamental nos estamos refiriendo a las
familias de internos, de las cuales pese a su condición actual, éstos siguen siendo
miembros, afectando y afectados por estas relaciones.
¿Cuánto puede trastocar a una familia, mayoritariamente alejada de las
conductas delictivas, que uno de sus miembros tenga que enfrentar una condena de
reclusión? ¿Cuánto se ve afectada la relación de los internos con sus familias durante
su reclusión? ¿O por el sólo hecho de estar recluidos? ¿Cuál es la importancia y función
que puede jugar la familia en una posible reinserción social del interno?
La preocupación que en su esencia ha mostrado Calcuta Cárceles UC por los
internos la ha empujado a moverse hasta sus propias fronteras. Y, con el fin de poder
desarrollar una mejor labor de servicio, preguntarse por las familias de los internos.
Entendiendo que éstas son parte irrenunciable de su bienestar tanto al interior de la
cárcel, como una vez cumplidas sus condenas.
4
Marco Teórico
A continuación presentaremos nuestra propuesta teórica la cual nos otorgará un marco
para explorar empíricamente sobre el impacto que genera en una familia el hecho de
que uno de sus miembros caiga en reclusión. A priori nuestra investigación buscó
contactar a internos que no pertenecieran a familias inmersas, o normalizadas, en
conductas delictuales, esto con la intensión de poder apreciar el trauma que puede
significar la experiencia carcelaria cuando no se es parte de ese ambiente, y también
por la dificultad metodológica de tratar con delincuentes activos. Mas esto no nos privó
de la posibilidad de que otro miembro de la familia se hubiera visto también envuelto en
situación carcelaria. En él, o los casos, en que esto suceda se mantendrá el caso del
interno en contacto para la investigación aunque no se vaya a contar con la cooperación
de un segundo miembro familiar interno.
Al abordar el impacto de la reclusión sobre la familia del interno creemos que es
conveniente iniciar por una descripción de lo que se entiende por familia y como esta
será tratada dentro de los límites de esta investigación. Aclarado este primer punto nos
ocuparemos en realizar una aproximación teórica sobre la cárcel y la reclusión,
aclarando cuales son los impactos que en un primer momento, y de forma visible, se
espera sean ejercidos sobre el interno. Para luego derivar como desde la reclusión del
interno pueden sucederse una serie de consecuencias que superan su individualidad de
prisionero y terminan por afectar a su entorno familiar. De esta forma esperamos ir
construyendo un marco teórico que nos entregue las herramientas para lograr una
aproximación concreta del impacto que puede generar en la familia del interno su
reclusión en un centro penitenciario.
Familia
Al iniciar nuestro acercamiento al mundo familiar -porque finalmente el interés de
esta investigación se establece sobre la familia, una familia que debe verse sometida a
una situación particular: la reclusión de uno de sus miembros, pero que continúa con
sus relaciones familiares- debemos hacer frente a una situación que puede plantearse
tan extendida como variable. ¿Hay algo que permanentemente pueda ser definido como
familia en todo momento histórico y/o cultural?
5
Las bases de lo que se entiende por familia deriva de un hecho fundamental: el
determinante biológico que obliga a una cooperación entre los sexos para la continuidad
de la especie; lo que llegará a ser la función sexual-reproductiva de la familia. Pero a
pesar de este primer determinante, y como es el caso de otras especies, pudiera ser el
caso que la cooperación entre hombre y mujer se limitara solamente al encuentro
sexual aislado sin generar ningún vínculo posterior. Lo que nos lleva un segundo
determinante: la naturaleza social del hombre. Todo ser humano se forma, y es capaz
de reconocerse, como hombre en tanto ser social, no por su sola existencia aislada; de
aquí deriva lo que llegará a ser la función socializadora de la familia.
Ambas realidades tan inherentes a la vida humana han sido verificadas de forma
extensa por estudios antropológicos e históricos que concuerdan en su recurrencia
como fenómeno universal. “Como dice Lévi-Strauss (1967), «la unión más o menos
duradera, socialmente aprobada, de un hombre, una mujer y sus hijos, es un fenómeno
universal, presente en cualquier tipo de sociedad»” (Donati 2003: 31). Con esto se esta
lejos de querer posicionar a la familia nuclear como modelo único, o de excluir
definitivamente de la discusión a eventuales configuraciones que cuestionen la validez
universal de la familia. Lo que sí se quiere, es reforzar el carácter ampliamente
extendido de la familia como hecho empírico, y resaltar el papel que dentro de ello le
cabe a la familia nuclear1.
Es parte de las tareas que le toca enfrentar a la ‘Sociología de la Familia’, como
disciplina especializada (o a la ‘Psicología Social de la Familia’ y a los ‘Estudios de
Familia’), la creciente difusidad que el concepto de ‘familia’ ha adquirido durante el
último medio siglo en occidente. Una creciente individualización, una pluralización de las
formas familiares, ó su carácter suprafuncional que le ha valido ser considerada como
‘fenómeno social total’ capaz de abarcar todas las dimensiones de la existencia
humana, ha hecho de la definición de la familia una tarea inconclusa, o que por lo
menos dista mucho del consenso. “Después de examinar las dificultades que plantea la
definición de la familia, compartimos la idea de que no existe una única definición, o que
la diversidad de la vida familiar no puede reducirse en una única definición. Más bien
estas dependen del marco teórico y de los planteamientos epistemológicos que asumen
1
Se conoce el caso un grupo tribal en India que pudiera cuestionar la universalidad del fenómeno familiar;
mas para los intereses de este trabajo resulta irrelevante. Tampoco se quiere excluir o invalidar las nuevas
configuraciones familiares que se han visto surgir durante el último medio siglo en occidente, como se verá
más adelante, lo que se pretende es lograr una definición amplia de familia dentro de la cual resalte por su
propio valor práctico y cotidiano la configuración nuclear de familia.
6
el investigador, así como del contexto sociocultural en el que se encuentra” (Gracia &
Misitu 2000: 62).
No siendo nuestro interés central profundizar en el concepto de familia, o
participar del debate por su definición, sino abordar los efectos que la reclusión puede
tener sobre la familia del interno. Lo que se presenta a continuación, y tras realizar una
revisión bibliográfica sobre el tema de la familia, es una definición del concepto de
familia, y de sus dimensiones, ad-hoc a los propósitos prácticos de la investigación; que
no pretende trascender como tal fuera de los intereses particulares ya mencionados.
Tampoco será de nuestro interés analizar la validez o conveniencia de la
particularidad con que se articulen las diversas familias consideradas en esta
investigación; no es nuestra tarea valorar sus dinámicas internas, asignación de roles y
tareas, jerarquías, etc. Sí profundizar en como la irrupción de la reclusión en seno de su
vida familiar las altera generando modificaciones ó posibles adaptaciones.
Busquemos entonces dar forma a un concepto que nos permita asimilar la
variabilidad del fenómeno familiar sin que ello implique alejarse en demasía de la
realidad práctica de las familia occidental moderna. Mucho se puede decir sobre los
cambios en la familia, siendo bueno que estos sean reconocidos, pero asumimos que
para nuestros fines concretos tampoco es bueno extendernos sobre estas
especulaciones antes de llegar a concretizar sobre lo que es la realidad más cotidiana
de la vida familiar en la moderna urbanidad de occidente, incluido Chile, la familia
nuclear. “Es necesario recordar que la mayoría de la población vive en familias
normalmente constituidas (es decir, parejas casadas con hijos) […] cerca del 60% de
los europeos con más de 15 años viven en pareja; las parejas casadas son el 91%, de
las cuales el 63,4% tienen al menos un hijo […] Aunque fragmentada la familia se
presenta mayoritariamente como «normalmente constituida»” (Donati 2003: 46).
Entonces, para los términos de esta investigación, familia corresponde a una realidad
social que emerge desde un conjunto de relaciones de parentesco socialmente
definidas en la vida cotidiana. Un conjunto de interacciones entre individuos que se
prolonga de manera relativamente estable en el tiempo y que está marcada por una
afectividad limitada a los miembros del grupo familiar. Familia que desde su unidad está
capacitada para afrontar tareas que desde la individualidad de sus miembros no serían
posibles de realizar; esencialmente el nacimiento de nuevos individuos. Ahora bien,
dentro de está definición, amplia e inclusiva como se requiere, es posible distinguir con
claridad la relevancia de un núcleo familiar formado por los padres (madre y padre) y
7
el/los hijo/s. Desde donde, agrupación mínima, se puede dar satisfacción a las
características y funciones fundamentales de la familia “G.P. Murdock (1968). Tras
comparar doscientas cincuenta sociedades diferentes de diversas épocas históricas,
demuestra que la familia nuclear es universal en cuanto prerrequisito funcional e
institucional de que asumen algunas funciones fundamentales que no pueden ser
desempeñadas por otras instituciones” (Donati 2003: 31).
Dicho esto, hemos optado por nutrir nuestro análisis desde tres reconocidas
perspectivas en el campo del estudio de la familia, las que en su conjunto nos permitirán
un acercamiento acabado sobre el concepto, asignándoles a cada una de ellas la labor
de especificar una de las dimensiones de nuestra operacionalización de la familia. Estas
son: el planteamiento institucional, desde el cual tematizaremos las funciones
fundamentales que le son asignadas a la familia, el interaccionismo simbólico, desde el
que conoceremos la realidad más microsocial al interior de las familias, y los sistemas
familiares, desde donde daremos cuenta de las relaciones que se dan entre la unidad
familiar y otros actores o instituciones sociales.
Funciones de la familia
La familia en tanto institución social se constituye en la forma social fundamental,
en la “célula de la sociedad” según un sentido orgánico. Por lo que sobre esta unidad
descansa el fundamento de la sociedad asignándosele a la familia un carácter
multifuncional que debe afrontar objetivos reproductivos, afectivos, de protección, de
socialización, religiosos, económicos, de asignación de estatus, etc. Siendo capaz de
tocar potencialmente todas las dimensiones de la existencia humana. “Aunque se
admite que las configuraciones de la familia pueden variar históricamente, se sostiene
que algunas funciones, como la procreación y la socialización de los hijos, no pueden
ser asumidas por otros agentes. Tales funciones, concebidas como «objetivos » de la
familia, reflejan las necesidades que fundamentan el núcleo natural irreductible de la
cohesión familiar” (Donati 2003: 64).
Tras una revisión que nos permitió observar una variedad de funciones que le
son asignadas a la familia se ha decidido optar por una definición que le asigna a la
familia cuatro funciones primordiales2: (a) Función sexual, ésta es la encargada de
Particularmente relevante en esta decisión fue la comparación sobre “Tres versiones de las funciones de
la familia contemporánea” que se puede encontrar en Preister (1981: 14). Aquí el autor realiza una síntesis
que permite comparar las funciones asignadas a la familia por Nathan Ackerman, John Howells, Koening &
Bayer. Entre las cuales aparece como la de mayor capacidad de síntesis la propuesta por Howells:
2
8
regular las vida sexual de la pareja -desarrollar una vida sexual satisfactoria entre el
hombre y la mujer- de la que se desprende su capacidad biológicamente reproductiva.
(b)Función socializadora, es la que introduce a los miembros menores del grupo familiar
en los valores y comportamientos socialmente aceptados, permitiendo en el largo plazo
que haya nuevos individuos capaces de lidiar con los diversos aspectos del mundo
social. Cumple también con el establecimiento de una red de contactos y apoyos del
individuo frente al resto de la sociedad. (c)Función económica (o de bienestar material),
se preocupa de velar porque cada miembro del grupo familiar tenga el acceso a los
bienes y servicios que le son necesarios para la subsistencia. (d)Función afectiva, cuida
del desarrollo y estabilidad emocional de cada uno de los miembros, estableciéndose
como base de la identidad personal y grupal al interior de la familia. Garantizando un
soporte emocional para los individuos como fundamento de su ajuste psicosocial hacia
el exterior de la familia.
Interacciones familiares
Centrado en las relaciones que se dan entre los individuos al interior de las
familias, el interaccionismo simbólico se centra en afirmar que es característico del
comportamiento humano el interactuar mediante comunicaciones simbólicas. Lo que
requiere definir la situación en que se actúa (la situación de familiaridad en nuestro
caso), y considerar las expectativas que los otros tengan sobre el propio
comportamiento de dicha situación. “Para Hill los roles familiares se definen en términos
de las expectativas que los otros miembros de la familia confieren a un rol determinado,
y el ajuste o éxito de la familia tiene lugar en términos de la adecuación del desempeño
de rol” (Gracia & Misitu 2000: 100). Al interior de la familia cada individuo guarda
responsabilidades para con los demás miembros de la familia, las que son definidas
desde los roles familiares como noción compartida de lo que la familia es o debería ser.
“La asunción de roles permite a una persona identificar las regularidades que unen a los
ocupantes de un rol y alinear sus conductas de rol con los significados del rol
mantenidos por los otros (Turner 1962). De esta forma una persona puede ponerse en
el lugar del otro y actuar de acuerdo con las expectativas asociadas al desempeño de
ese rol” (Gracia & Misitu 2000: 104). Desde esta perspectiva pretendemos acercarnos a
la forma que adquieren los roles familiares, cómo estos son desempeñados, y cómo
Mantenimiento material, Satisfacción de necesidades de afecto, Satisfacción de necesidades sexuales, y
Socialización de los hijos.
9
estos pueden ser redefinidos de acuerdo a los cambios de la familia; Cómo pueden
alterarse los significados que a éstos se les otorga al interior de una familia3 por la
situación de cárcel de uno de sus miembros.
Relaciones sociales de la familia
Para considerar las relaciones sociales que puede establecer la familia es
necesario ser capaces de reconocer en ella un nivel particular que le es propio, como
una realidad emergente que supera a la suma de la existencia individual de sus
miembros. “La teoría de los sistemas familiares enfatiza así la totalidad de la familia más
que el individuo dentro del sistema. La familia tendría, de esta forma, cualidades que
pueden ser descritas únicamente en términos de las características combinadas de sus
miembros […]” (Gracia & Misitu 2000: 141-142). Por lo que cualquier situación que
afecte a alguno de los miembros de la familia puede verse como una situación que
afecte a la familia en su totalidad. La situación de reclusión, que nominalmente afecta
sólo al interno, tiene transmisión directa al grupo familiar total y a las relaciones –la
funcionalidad- que éste desarrolla hacia el exterior. “Por lo tanto, la familia como
sistema será vitalmente afectada por cada unidad del sistema. Tan integral es esta
relación entre las partes del sistema y el sistema total, que si un individuo o subsistema
familiar flaquea en su funcionamiento la totalidad del sistema familiar se ve afectada”
(Preister 1981: 12).
Es como unidad que la familia debe mantener relaciones con sistemas
extrafamiliares más amplios. En tanto subsistema interdependiente de la sociedad
externa, la familia no existe de manera independiente a las organizaciones presentes en
el resto de la sociedad. “La familia y el suprasistema [sistemas extrafamiliares]
permanecen en equilibrio ecológico mediante un intercambio simbiótico de inputs y
outputs, o para ponerlo en lenguaje sociológico, a través del equilibrio de funciones (y
los recursos necesarios para cumplir esas funciones) que la familia proporciona a la
sociedad, y de las funciones que la sociedad proporciona a la familia” (Preister 1981:
14). Así, lo que está en juego entre el sistema familiar y los diversos sistemas externos
es el adecuado cumplimiento de sus relaciones de interdependencia mediante
3
A priori podemos nombrar como roles relevantes al interior de una familia los que se identifican con la
llamada familia nuclear: Padre, Madre, Hijo/a, Hermano/a, Cónyuge. Sin embargo serán las propias familias
colaboradoras en esta investigación las que se nombren a si mismas y definan sus roles. En primera
instancia serán los internos quienes nos describan a sus respectivas familias asignando dentro de ellas los
roles que han sido relevantes dentro de su propia experiencia.
10
intercambio de inputs y outputs acorde a las funciones desarrolladas en cada sistema.
“[…] significan la posibilidad que el subsistema familiar entregue outputs que puedan ser
utilizados por otros subsistemas y reciba de estos los inputs necesarios para continuar
existiendo” (Rodríguez 1982: 2).
Para el caso de este estudio se han considerado como relevantes, por lo menos
en una primera instancia, tres sistemas externos en su relación con la familia: el sistema
económico, el sistema educativo, y el sistema normativo. Los dos primeros por ser los
principales determinantes del estatus social en las sociedades modernas y el tercero
por ser el sistema que específicamente se encarga de abordar la situación de reclusión
como sanción social y sus consecuencias.
Para el caso de estos sistemas la relación con la familia se define de la siguiente
manera: (a )Sistema Económico, “Respecto al sistema económico, la familia aporta la
fuerza laboral […] La retribución que el sistema familiar recibe por su aporte de trabajo
es el salario, bienes y servicios que este sistema produce” (Rodríguez 1982: 2).
(b)Sistema Educativo, Respecto al sistema educativo la familia envía contingentes
escolares, otorgando asistencia y rendimiento académico al sistema, a la vez que
espera recibir acreditación académica y capacitación laboral para sus miembros. “[…] la
entrega al sistema educativo de contingentes de alumnos, esperando de éste vías de
movilidad social” (Rodríguez 1982: 3). (c)Sistema Normativo, “Respecto al sistema
normativo, la familia contribuye a la preservación del sistema de valores de la sociedad.
El sistema de valores define los comportamientos legítimos y aceptables, y la familia
actúa de acuerdo a ellos, dándoles así vigencia y recibiendo a cambio aceptación y
estima social” (Rodríguez 1982: 3-4).
Es relevante considerar que las relaciones entre la familia y los diversos
sistemas externos presentes en la sociedad se dan en forma dinámica, por lo que las
mismas pueden variar desde un alto flujo de intercambios inputs/outputs hasta el cese
de la relación. “Como todos los sistemas, la familia es dinámica y adaptable. Cuando se
enfrentan dificultades de desarrollo o disfuncionalidades, el principio de la equifinalidad
sugiere que la familia puede llegar a sus metas a través de diversas opciones, mediante
diferentes maniobras adaptativas” (Preister 1981: 16). Será de nuestro interés observar
no sólo si la relación entre la familia y los sistemas externos se ha visto afectada por la
reclusión sino también como podrían haber surgido nuevas adaptaciones que permitan
a la familia (mediante el logro de un apropiado intercambio de inputs y outputs)
desarrollar el intercambio con el medio externo que le resulta vital. Y Observar cómo la
11
familia desarrolla posibles reacciones y se adapta mediante la creación de estrategias
de sobrevivencia.
Ahora realizaremos un pequeño acercamiento teórico a lo que es la cárcel como
institución penal y lo que significa la reclusión para el interno y su grupo familiar.
Cárcel y Reclusión
Al indagar en las primeras penas de privación de libertad podemos ver como “la
reclusión como forma especifica de castigo aparece alrededor de la mitad del siglo XVI,
en que se comienza a construir las prisiones con el propósito de encerrar a quienes –de
una u otra forma- cometían delitos o conformaban el ejércitos de los indeseados”
(Méndez (2) 1996: 79). Pero siguiendo a Foucault (1976) podemos ver como las
prisiones se han conformado como formas de castigo punitivo generalizado sólo en la
época moderna, ya que antes las penas no recaían en la privación de libertad, sino más
bien en el cuerpo de los culpables, a través de múltiples técnicas de tortura y suplicio
corporal. “[…] a los criminales se les aplicaba el exilio, la proscripción, la deportación, y
una variedad de castigos corporales degradantes y dolorosos: el azote, el corte de la
oreja o la nariz, la marcación a hierro, y la muy segura solución de reserva de la pena
de muerte. Las cárceles para los criminales surgieron como reacción contra el carácter
bárbaro y los excesos de las penas anteriores” (Morris 1978: 20).
En Melossi & Pavarini (1980) se observa que las primeras prisiones en el siglo
XVIII tenían un sentido monástico, las cuales pretendían, a través de un retiro requerido,
hacer reflexionar y recapacitar al interno sobre su comportamiento antisocial. “[…] la
separación total del mundo, el contacto más estrecho con el culto y la vida religiosa,
daban al condenado la ocasión, por medio de la meditación, de expiar su culpa”
(Melossi & Pavarini 1980: 22). Luego en el siglo XIX se incorporó la utilidad del trabajo
sobre la corrección sobre el interno y su comportamiento, para luego en el siglo XX se
comenzó proponer y tomar fuerza la idea actual de las terapias como camino de
rehabilitación y reinserción social. Sin embargo, “la observación directa del fenómeno
delictual y la situación penitenciaria no evidencia progresos en la línea propuesta”
(Méndez (1) 1996:21)
Las líneas teóricas revisadas concuerdan en que la prisión no es una pena
efectiva, para lo cual es propuesta, que el castigo de la privación de libertad no han
logrado evitar los delitos y que está bastante lejos de cumplir una de las misiones de
todos los sistemas penales, que es la reinserción social del infractor de ley, y la no
12
reincidencia del delito. Podemos ir aún más lejos y no sólo afirmar la ineficacia de la
pena de encarcelamiento para disminuir el crimen y lograr la reinserción, sino más bien
plantear lo paradójico e ilógico que es educar para la libertad, privando de ella misma.
Podemos decir que el sujeto que ha seguido el camino delictivo forma parte,
desadaptada e inapropiadamente, del orden establecido, siendo sujeto y objeto de la
exclusión social, y que la pena de cárcel viene claramente a reforzar de manera radical
esta exclusión social. “… la vida en prisión, por sí misma, conforma a los sujetos en el
sentido inverso al que se propone la ley, es decir, que los des-adapta para la vida en
libertad.” (García-Borés. 2003: 395). “Desde el mismo momento de la detención, el
individuo es separado bruscamente de su entorno social, […] no es sólo la privación de
la libertad, de movilidad como lo predican los códigos, sino que además representa un
cambio radical en al vida del (ahora) recluso, puesto que implica directa o
indirectamente una privación de las bondades de vivir con la propia familia, en su hogar;
lo separa del trabajo, de los amigos, de su propia identidad, de las relaciones sexuales,
de la autonomía, de la seguridad, del aire, del sol etc. quedando a merced de los
caprichos del aparato judicial del estado. En fin, estar preso significa entrar en un
proceso de aislamiento brusco y progresivo” (Gonzáles 2001:14).
Como se ha dicho en el lenguaje cotidiano, las cárceles son semilleros y
escuelas de delincuencia, hecho que ya advirtió Foucault “si bien es cierto que la prisión
sanciona la delincuencia, ésta, en cuanto a lo esencial se fabrica en y por un
encarcelamiento. […] el delincuente es un producto de institución. Es inútil por
consiguiente asombrarse de que, en una proporción considerable, la biografía de los
condenados pase por todo esos mecanismos y establecimientos de los que fingimos
creer que estaban destinados a evitar la prisión” (Foucault 1976: 308).
Ahora es
necesario dar cuenta de algunos procesos que ocurren en las
cárceles, que son los que llevan finalmente a la perpetuación del crimen. Se habla de
una subcultura carcelaria que se da al interior de las cárceles, esta subcultura es el
contexto en el cual está obligado a vivir el sujeto privado de libertad y la que tiene un
alto poder coercitivo sobre el interno. “[…] una serie de consecuencias sancionadoras
informales, que sin tener existencia legal ni pública, generalmente tiene más fuerza y
resultan quizás más castigadoras que las formales”. (Méndez (1) 1996:21)
Este poder coercitivo no sólo lo ejerce la cultura informal carcelaria en la cual se
desenvuelven los sujetos, sino también todo el aparato institucional que priva de
derechos a los internos, derechos que claramente en la teoría le siguen perteneciendo,
13
pero por todos es sabido que las condiciones de vida al interior de los penales, en
múltiples dimensiones como el bienestar físico y psicológico, son paupérrimas. “La
violencia de la cárcel va mucho más allá de la intrapenitenciaria. Es un mundo hostil no
sólo por la difícil convivencia con los otros presos, sino porque se impone una especie
de violencia institucional, […] Es un maltrato integral donde todo parece inspirado para
producir dolor. Es un ambiente orientado a reducir al interno, en búsqueda de la
disciplina eficiente. En llevar al recluso a perder en la práctica todos sus derechos,
aunque en el papel se diga lo contrario. No tiene por que aspirar a la salud,
comunicación, a la recreación, porque todo le está negado al mismo tiempo. Cuando se
pisa un recinto carcelario, fácil es notar que lo menos fuerte es la privación de la libertad
per se, lo verdaderamente terrorífico son las condiciones en las que hay que vivir, o tal
vez morir, durante ese tiempo de detención” (Ojeda 1997 en Gonzáles 2001:13).
Desde la criminología, Clemmer (1958) ha desarrollado el concepto de
prisionización para referirse al proceso a través del cual el interno va adquiriendo los
patrones de conducta propios de esta subcultura carcelaria. “la incorporación del
recluso a este nuevo habitad representado por la prisión, lo lleva a adoptar como
propias una serie de elementos, usos, creencias, valores, comportamientos, generados
en esta suerte de subcultura en la cual el sujeto está obligado a convivir” (Méndez (1)
1996:23). Siguiendo a Clemmer podemos ver que hay condiciones que pueden
favorecer o limitar el grado de prisionización presente en el interno. Una condena corta,
una personalidad estable en base a una socialización positiva y el mantenimiento de
relaciones exteriores positivas con familiares u amigos, entre otras, son condiciones
favorables para una baja prisionización.
Los grados de prisionización presente en los internos tiene un correlato en sus
niveles de estatus al interior de la subcultura carcelaria “el sistema social
intrapenitenciario permite inferir que éste es más apoyador y protector para aquellos
sujetos de mayor compromiso delictual (de mayor influencia subcultural criminógena) y
más amenazador y disruptivo
para aquellos cuyas principales identificaciones aún
mantienen lazos con el mundo no delictual. (McCorkle y Korn, en Méndez (1) 1996:26).
Siguiendo a Méndez en esta línea podemos ver como los internos están sumergidos en
un contexto humano con patrones de usos y costumbres del cual el único escape –y el
más peligroso para el sujeto- es el aislamiento psicológico.
Este concepto de prisionización va de la mano con la teoría desarrollada por E.
Sutherland (Méndez (1) 1996) en la cual la conducta criminal sería aprendida, ya que
14
podemos ver como en las interacciones intergrupales entre los sujetos recluidos, junto
con la prisionización, se da la mantención y reforzamiento de conductas y métodos
delictuales.
Varios son los impactos que se pueden observar sobre el sujeto recluido, pero en
síntesis podemos decir que “ La reclusión […] no sólo expulsa al sujeto de su grupo
social natural confinándolo en un ambiente de alto grado de contaminación e influencia
criminógena, sino que por estos medios lo rotula como reo, le conculca o le impide el
ejercicio de casi todos sus derechos, lo somete a un sistema permanente de control
social rígido, minimiza su individualidad condenándolo al anonimato dentro de una masa
subordinada y generando, adicionalmente, un proceso individual y colectivo de
resentimiento y reforzamiento intragrupal criminógenos” (Méndez (1) 1996: 29)
Efectos de la cárcel sobre la familia del interno
Con respecto al impacto que puede tener la reclusión sobre la familia de los
internos4, es necesario observar que en muchos casos las relaciones familiares
continúan, ya sea por la visita directa o por llamados telefónicos, pero claramente las
relaciones familiares se ven fuertemente alteradas, y la desestructuración que sucede al
interior de la familia da cuenta de “una extensión social del impacto del encarcelamiento
comúnmente olvidada” (García-Borés. 2003: 411).
Hemos abordado la realidad carcelaria, la prisionización, la subcultura y la
vulneración de derechos que implica la cárcel sobre la vida de los sujetos, ya que no es
sólo la ausencia del sujeto en el hogar el que produce las distintas crisis y alteraciones
en la familia, sino también de una manera intensa, las crisis se dan por el determinado
lugar en el que se encuentra el integrante familiar excluido. No es sólo la ausencia, sino
también, es la cárcel y su influencia sobre el sujeto la que impacta sobre todo el grupo
familiar que rodea al recluso. Las familias son desestructuradas (pero no destruidas) en
múltiples dimensiones, sean estás psicológicas, sociales, económicas, emocionales, y
simplemente todas aquellas en las cuales se puede categorizar la relación del sujeto
con su grupo familiar.
4
En el caso particular de esta investigación, por condiciones metodológicas no indagaremos en el impacto
familiar cuando es la mujer quien ingresa al sistema carcelario, nuestra investigación se remitirá a las
familias de padres e hijos hombres reclusos. Y son familias que continúan relacionándose con su familiar
recluido.
15
Siguiendo a Méndez (1996) en su trabajo sobre las consecuencias que tiene la
reclusión sobre el sujeto y su familia5, podemos nutrirnos de un excelente marco teórico
para orientar nuestra investigación en las posibles dimensiones en las que se puede ver
afectada la dinámica familiar de los internos por el hecho de su reclusión.
Uno de los problemas más evidentes es el impacto económico que tiene sobre la
familia. Esto se ve reflejado en el hecho de que el ahora recluso ya no puede aportar
más al ingreso familiar, es más, podemos decir ahora que una vez recluido, pasa a ser
una carga económica para la familia, por los distintos gastos en que ésta debe incurrir
en cada una de las visitas que recibe el interno, ya sea por el transporte que implican
los viajes a la cárcel, o por la mercadería6 que recibe el interno de su familia.
Claramente lo económico es solo una dimensión, ya que las familias se ven
fuertemente alteradas en toda su estructura de relaciones internas. “[…] la familia corre
el riesgo de perder su cohesión interna, su sistema de control y la disciplina […] pérdida
de los canales y momentos de expresión de sentimientos, de comunicación, […] todo lo
cual puede influir fuertemente en el desajuste comportamental de los hijos” (Méndez (1)
1996: 30). Continúan los problemas con toda una crisis de roles, de ejemplos
educativos, de situaciones que afectan la salud mental de los miembros familiares, las
crisis y soledades conyugales, crisis en las relaciones sociales externas de la familia.
Estás últimas se ven reflejadas en la estigmatización social que sufren los familiares, en
la disminución de oportunidades sociales, laborales, económicas.
A pesar de todas las consecuencias y crisis que vive la familia del interno,
cuando la relación familiar continúa y la familia logra un equilibrio luego del orden
alterado, ésta es fuente de bienestar para el interno y aumenta la probabilidad de una
exitosa libertad postpenitenciaria lejos de la reincidencia delictual. “la familia que ha
logrado mantener lazos sólidos durante la reclusión no solamente es una gran y valiosa
fuente de seguridad, bienestar y protección para le sujeto mismo, sino también un
poderoso <detente> a la eventual reincidencia delictual” (Méndez (1) 1996:31).
Ahora pasaremos a revisar la operacionalización realizada que nos permitirá la
construcción apropiada de nuestro instrumento de recolección de información, en este
caso, las entrevistas a realizar a los internos, a sus familias, y a los informantes claves
que se abordarán en esta investigación.
5
El trabajo de Méndez es bastante rico, ya que fue generado luego de una ardua revisión bibliográfica,
nacional e internacional, y teniendo él la experiencia haber trabajado en contacto directo con internos ya
que fue parte de la institución de Gendarmería de Chile por más de veinte años
6 En el ambiente carcelario esta mercadería es conocida como la “encomienda” que reciben los internos.
16
Operacionalización (*) (**)
Concepto
Efectos de la
reclusión
sobre la
familia del
interno
Dimensión
Efectos sobre las
funciones de la
familia
Subdimensión
Efectos sobre la
función sexual
Variable
Alteración de la vida
sexual
Cambios en la
planificación familiar sobre
reproducción
Efectos sobre la
función socializadora
Perturbación de las
valoraciones sociales
Alteración de la disciplina
interna
Inseguridad en el trato
social
Debilitamiento de las
redes sociales de la
familia
Efectos sobre la
función del bienestar
material
Alteración del bienestar
material
Aparición de nuevas
necesidades
Efectos sobre la
función afectiva
Inestabilidad emocional
Aumento de conflictos
familiares
Cambios en la identidad
personal y familiar
Resentimientos y
sentimientos de
culpabilidad
Efectos sobre las
interacciones
familiares
Efectos sobre los roles Contenido del rol
familiares
Desempeño del rol
Desplazamiento de roles
17
Efectos sobre las Efectos sobre la
relaciones sociales relación familia /
de la familia
Sistema económico
Alteración del acceso
laboral
Deterioro económico
Adaptaciones económicas
Efectos sobre la
relación familia /
Sistema educativo
Alteración de la formación
educativa
Dificultades en la
obtención de
acreditaciones
Adaptaciones educativas
Efectos sobre la
relación familia /
Sistema normativo
Preservación de los
valores sociales
Rechazo social
Adaptaciones normativas
(*) El uso de algunos conceptos cargados de negatividad dentro de esta operacionalización
(Debilitamiento de las redes sociales, Deterioro económico, Estigma y rechazo social, etc.)
responde al respeto que le damos a la literatura revisada en nuestro marco teórico, de donde
obtenemos estos conceptos, y desde donde se orienta la búsqueda de nuestra propia
investigación. Obviamente en el las pautas de entrevista estos mismos conceptos son tratados
con la neutralidad metodológica que se requiere en el manejo de variables.
(**) Para una mayor claridad sobre el contenido de nuestras variables puede consultarse el
‘Glosario de variables’ incluido en los anexos.
18
Objetivos
Objetivo General
Explorar los efectos que genera en una familia que uno de sus miembros se
encuentre en situación de reclusión carcelaria.
Objetivos Específicos
-
Explorar los efectos que se generan sobre las funciones de una familia cuando
uno de sus miembros se encuentra en situación de reclusión.
-
Explorar los efectos que se generan sobre las interacciones familiares cuando
uno de sus integrantes se encuentra en situación de reclusión.
-
Explorar los efectos que se generan sobre la relación entre familia y sociedad
cuando uno de los miembros se encuentra en situación de reclusión.
19
Metodología
Son varias características de nuestro tema de investigación las que nos han
hecho tomar la opción de seguir una metodología cualitativa. 1) Por ser poco conocido
el tema de nuestra investigación. 2) Por ser una realidad inserta en el mundo de la
vivencia y percepciones profundas de las personales. 3) Por ser un tema que está
ligado a como las personas perciben e interpretan sus vivencia. 4) Por el hecho de que
esta realidad, y su impacto, determinan la forma en cómo construyen y reconstruyen
sus vidas. 5) Finalmente, debido a que estas familias se han visto ligadas a situaciones
especialmente sensibles y conflictivas como lo es el hecho de que alguno de sus
miembros caiga en reclusión. Por lo tanto indagar en esta realidad es un tanto delicado
en el cual se necesita un acercamiento más profundo que el que permite la metodología
cuantitativa. Estas 5 características detectadas son las que nos hacen creer que es
necesario recurrir a una metodología de investigación de tipo cualitativo. Es por esto
que necesitamos, como investigadores, estar dispuestos a la interacción, a dialogar en
un lenguaje natural, que pongan la atención en los sucesos relevantes, donde le diseño
metodológico es emergente, sensible, todo esto sin perder de vista la finalidad y
objetivos de la investigación. Todas estas características que no están presentes en
investigaciones de metodologías cuantitativas. “Los investigadores cualitativos estudian
la realidad en su contexto natural, tal y como sucede, intentando sacar sentido de, o
interpretar los fenómenos de acuerdo con los significados que tienen para las personas
implicadas” (Rodríguez, Gil, García 1996: 32)
Estrategia metodológica
Para la presente investigación pretendemos realizar diversas entrevistas a 3
unidades de información: 1) a seis familias de internos. 2) a los seis internos
correspondientes. 3) a cuatro personas que tenga experiencia de trabajo directa con
internos. Uno de estos últimos cuatro informantes es un Mayor de Gendarmería, la otra
persona es un Agente Pastoral de la Ex-Penitenciaría en la cual lleva trabajando por
más de veinte años. Y los dos últimos son trabajadores sociales que también trabajan
en la institución de Gendarmería. En un principio comenzaremos entrevistando a estas
cuatro personas que están fuertemente vinculadas a la temática de la delincuencia,
cárceles e internos, pero que no son parte de las familias estudiadas. Luego de la
20
aproximación y los descubrimientos encontrados en las entrevistas realizadas a los
“informantes claves” tendremos nuevas orientaciones para acercarnos a entrevistar de
forma directa a seis familias de determinados internos a los cuales tenemos acceso7.
En el análisis de resultados, cuando hablemos de las familias, estarán
también
incluidos los discursos presentes en los informantes, y sólo se mencionaran
explícitamente los dicho por ellos cuando se produzcan diferencias relevantes dignadas
de ser destacadas. Es preciso aclarar que nuestra investigación estará centrada en
familias que a pesar del trauma que les puede generar el hecho de la reclusión de uno
de sus miembros, han podido mantener las relaciones familiares directas con el interno,
por lo cual podemos decir que no son familias que se hayan desintegrado, o que hayan
excluido al miembro recluido, sino más bien, exploraremos en relaciones familiares que
han logrado sobrevivir al trauma de la reclusión. También es necesario destacar que las
familias ha estudiar no forman parte permanente del mundo delictual, es decir, no están
normalizadas en la delincuencia, ya que el delito cometido por su familiar es más bien
un hecho aislado. La vida delictiva no es parte de las vivencias de las familias a
estudiar. Estas dos distinciones son muy importantes, ya que son familias más bien
distintas a las familias que cortan los vínculos, o a las familias que están acostumbradas
al mundo del delito. En estas últimas familias la posibilidad de reclusión de algunos de
sus miembros está dentro de sus expectativas, y conocen en alguna medida el sistema
penal y carcelario, por lo cual, los posibles efectos que pude tener la reclusión sobre
este tipo de familia son más bien distintos a las familias no acostumbradas a las
situaciones de reclusión, como es el caso de nuestras familias a estudiar. Es por esto
que la presente investigación tiene esa restricción de casos, es decir, está limitada al
tipo de familias expuestas anteriormente. Las entrevistas a seis familias se concretarán
finalmente en doce entrevistas, ya que se harán dos entrevistas a cada familia, una
entrevista al interno en la cárcel misma y otra entrevista a uno de los integrantes de su
familia. En los caso de los internos hijos, pretendemos entrevistar a las madres y en el
caso de los internos padres de familia, entrevistar a la cónyuge. Hay dos razones
principales por las cuales vamos a entrevistar a las mujeres madres del hogar. La
primera es por razones de acceso metodológico, se nos presenta con mayor facilidad
entrevistar a las madres de los internos y en el caso de la cónyuge creemos que la
información que ésta nos dará nos resultará de mejor calidad de la que nos puede
7
Está investigación será realizada, por razones de acceso metodológico, sólo a familias de internos
hombres, es decir, no indagaremos en las relaciones que se dan al interior de una familia cuando una de
sus integrantes mujeres cae en reclusión.
21
entregar un hijo o hija del recluso. Creemos que la cónyuge puede poseer una visión
más amplia de las dinámicas familiares alteradas por el hecho de la reclusión. La
segunda razón es por el hecho de que las mujeres son las que realizan -en mayor
medida que el hombre- la función integradora al interior del hogar.
Antes de realizar estas entrevistas pretendemos contar con diez familias
potenciales que podrían ser entrevistadas. Para luego con este marco muestral poder
seleccionar a las tres familias en las cuales el integrante en reclusión sea el padre, y
otras tres en que el integrante ausente sea un hijo o hermano. De esta forma estamos
realizando una distinción importante que nos permitirá analizar los posibles contrastes,
en las experiencias familiares vividas por el trauma de la reclusión. Cuando nos
encontremos con diferencias relevantes en los discursos de los internos padres frente
al que puedan tener los internos hijos, sólo en ese caso se hará mención a los
contrastes, ya que si no hay mayores contrastes, en la presentación de resultados se
leerán a hijos y padres como internos en general.
Selección de casos
Aquí presentamos una selección ideal de casos a los que finalmente
recurriremos para realizar la investigación
Tabla nº 1: Selección de casos.
Entrevistas a
Unidades de información
realizar
Familias
(madre-cónyuge)
Con hijo interno
Entrevistas
realizadas8
3
3
Con padre interno 3
3
Internos (de las familias
6
5
Informantes Clave
4
3
Total de entrevistas
16
14
correspondientes)
8
Hemos hecho esta distinción entre entrevistas a realizar (idealmente) y entrevistas realizadas. Ya que por
dificultades que escapan de nuestras manos, no hemos podido realizar dos entrevistas de las 16
contempladas en un comienzo. Una de las no realizadas corresponde a una de las cónyuges de un interno y
la otra corresponde a un informante clave, uno de los trabajadores sociales.
22
Resultados
El factor de normalización delictual
Al iniciar nuestro acercamiento a la cuestión de los efectos de la reclusión sobre
la familia del interno resulta necesario señalar un condicionante que a priori señalará
cuanto puede afectar esta situación sobre las familias, esto es: su cercanía y/o
normalización con/en el mundo delictual. Resulta evidente poder esperar que familias
cuyos miembros no están habituados a la conducta delictual, en las que la reclusión se
vive como un hecho aislado (como fue condición para nuestros casos), serán más
afectadas por la reclusión y harán más visibles sus efectos. Para verificar estas
nociones, y aprovechando particularmente el punto de comparación que nos ofrecen los
informantes clave a través de su experiencia, intentaremos destacar las principales
diferencias que puede haber sobre los efectos de la reclusión entre las familias
normalizadas en la delincuencia y aquellas que no lo están.
“Hay jóvenes, adolescentes infractores de ley, alguno de ellos provienen de un
medio donde la persecución de delitos es una forma de vivir, una forma de trabajar. La
reclusión es una consecuencia aceptada de ese oficio, es habitual. Sin embargo hay
otros jóvenes donde la comisión del delito es circunstancial. Donde, nunca se espero
que el joven estuviese recluido. Y es en ese momento donde se produce la crisis en las
familias. En las otras familias el impacto no es mayor. Por que existe una habitualidad,
la familia esta preparada sabe lo que debe hacer […] conocen toda la dinámica, todo lo
que deben hacer cuando es habitual. Pero cuando es circunstancial, no sabe la señora
donde está” (Mayor de gendarmería entrevistado). Enfrentar una reclusión dentro una
familia no- normalizada plantea de inmediato dos desafíos: realizar una interpretación
de lo sucedido, y averiguar que se debe hacer cuando un familiar esta recluido, conocer
el funcionamiento del sistema penitenciario.
La Interpretación del delito
En el primero de estos aspectos entra en juego la responsabilidad que se
atribuya al familiar en el cometido del delito. ¿Tiene él la culpa? o ¿Merece ir preso?
Porque en el caso de los internos normalizados sus familiares saben con anterioridad
que se iba a cometer un delito, que se es culpable, la definición de la situación no es
problemática. Pero para una familia no habituada al delito esto bien merece una
interpretación. ¿Se asume la culpabilidad o se es objeto de una injusticia? ¿Es
23
responsable nuestro familiar de lo sucedido? De esta decisión puede depender el apoyo
que se le dará al interno; desde un acompañamiento incondicional por este “accidente
inevitable” hasta un abandono total por la vergüenza familiar. Aquí en un segunda plano
comienza a pesar también la posición social de la familia afectada, quienes a mejor
posición social sienten mayor rechazo por la reclusión y muchas veces prefieren negar
socialmente la situación y distanciarse del interno antes de verse involucrados con la
prisión. “Ese abandono depende también de cómo lo haya interpretado la familia. Si fue
accidental nos unimos [para apoyar al interno]. O “si este cabro se metió en problemas
de tonto nomás” el padre o la madre se enojan con él. Por ejemplo cuando un interno
circunstancial se transforma en habitual, pero tiene una familia de muy buena cuna, esa
familia físicamente lo abandona. La madre no viene por que es una vergüenza, y no se
va a someter a una fila, y jamás va a entrar a una cárcel. La madre manda a viajar al
hijo. […] para otros son una desgracia. Para estos últimos, si bien no vienen de formar
regular, si asisten. Y hay otros que son incondicionales (Mayor de gendarmería).
El conocimiento del sistema carcelario
Si bien en nuestros casos las familias han conservado sus lazos; es decir, que
superada interpretación del delito, para bien o para mal, han decidido dar apoyo al
miembro recluso. Ahora deben empezar a conocer lo que es el funcionamiento del
sistema carcelario. Una vez más las familias normalizadas corren con ventaja, en ellas
hay un manejo de la información y conocimiento del sistema carcelario que está
perfectamente asumido y les permite sobrellevar los diversos aspectos de la reclusión.
Pedir permisos, rutinas de visitas, horarios, condiciones de vida al interior de la cárcel,
hasta manejar habitualmente contactos al interior de los diversos centros de detención.
Las familias no normalizadas deben chocar contra la crudeza de un mundo nuevo que
se ve marcado por un maltrato integral que se percibe humillante. Particularmente
sentidas son las revisiones propias del régimen de visita, la pérdida de vida intima en
los camaros9, el impacto por las condiciones de vida de sus familiares internos, y el
temor que genera la convivencia con reos habituales. “No… [No conocía lo que era la
cárcel] Si, yo creo que eso fue lo más grave para mí… mostrar casi todo mi cuerpo…
[…] El lugar antes era una mugre, estaba picado entero de chinches, qué asco” (Madre
de hijo interno). “Tener que relacionarme con la gente de la cana, las humillaciones y
Los camaros son “carpas” improvisadas al interior de los recintos penitenciarios (en patios o gimnasios
habilitados para estos fines) dentro de las que las parejas mantienen relaciones sexuales durante las visitas
conyugales en condiciones de precaria intimidad.
9
24
vejaciones, también que ellos tienen que enfrentar. Los malos tratos de gendarmería”
(Interno padre).
¿Cuándo podemos hablar de ‘efectos de la reclusión’?
Lo que nos queda tras haber revisado las diferencias entre las familias
normalizadas en la delincuencia y las familias no-normalizadas es que existen familias
para quienes la reclusión es parte de su forma de vida, y otras para quienes la reclusión
representa una alteración de su forma de vida. Los ‘efectos de la reclusión’ serán para
ambos casos muy distintos.
Es sobre las familias no-normalizadas que se sentirá la fuerza sancionadora de
la reclusión, el sistema penitenciario es en efecto más disruptivo para aquellos cuya
identificación se mantiene alejada del mundo delictual. Y es para estas familias que la
cárcel se plantea como un verdadero castigo. “Yo creo que lo único que puedo decir es
lo de mi hijo, que esté adentro. No, nada, hay que esperar no más, esperar que salga…”
(Madre con hijo interno). En ellas existe no solo el dolor de la separación de un ser
querido, sino también el dolor de verlo “ahí”, de saberlo en la cárcel, un lugar del que no
tienen, ninguna valoración positiva sino puro rechazo. “También tiene que ver con los
mitos urbanos. “Sabes cuantas veces me han preguntado a mi si es verdad que a los
violadores se los violan adentro. ‘Voy a ir a este lugar terrible donde esta la peor gente
del mundo, los malos, quizás que me va a suceder’” (Mayor de gendarmería
interpretando a un familiar).
Para el caso de las familias normalizadas por el contrario solo podemos señalar
que si podemos hablar de familias “normalizadas” en la delincuencia estamos
confirmando que la misma delincuencia es capaz de reproducirse en y por el
encarcelamiento, sin que la reclusión modifique esta conducta. Para estas familias la
reclusión no puede ser planteada como una alteración, no se puede hablar de ‘efectos
de la reclusión’. No se trata solo de corroborar que el impacto del sistema carcelario es
más castigador para quienes tienen un menor compromiso con la delincuencia sino que
con propiedad señalar que solo se puede hablar de ‘efectos de la reclusión’ en los
casos de familias no-normalizadas en el delito, donde existe una alteración de sus
dinámicas familiares. En el caso de los normalizados se tendría que juzgar a las
dinámicas familiares en si, valorando si las mismas resultan apropiadas para las familias
y para la sociedad. Pero no se podrían adjudicar estos diagnósticos a consecuencias de
la reclusión, quizá sí identificar a estas familias como consecuencia del sistema
carcelario, que ya más de alguna vez ha sido juzgado como ineficaz.
25
Efectos sobre las funciones de la familia
Efectos sobre la función sexual
Con respecto a los internos “hijos de familia”, hemos decidido no indagar en las
posibles alteraciones de su vida sexual, ya que al no haber conformado una familia
propia, sus posibles relaciones sexuales no forman parte de una función familiar. Pero
podemos decir que sí se pudo indagar en la vida sexual de las madres de los internos.
Un discurso sobre una alteración importante, cuando la vida sexual de la madre fue
significativamente perjudicada. “Sí, como pareja igual me afectó, en que yo nunca
quería nada, nada, porque siempre mi mente metida en mi hijo, en mi hijo…” (Madre de
interno). Ahora hablando directamente de los internos padres de familia y sus cónyuges,
podemos decir que los hombres dicen haberse visto afectados en su vida sexual,
afectados por los encuentros condicionados a los días de visita, y por el inapropiado
lugar utilizado (“camaros”). Y en el caso de sus parejas podemos ver que también se
manifestaba la incomodidad de tener relaciones en un lugar como la cárcel y, como el
espacio utilizado determina notablemente la satisfacción. Decían mantener las
relaciones más que por deseo propio, por satisfacer y cumplir los deseos de la pareja.
“Al principio era muy incomodo, porque el lugar para la visita conyugal no era apto. Yo
lo hacía por él. Ahora es más cómodo tenemos pieza solos. En la parte sexual estoy
muy satisfecha” (Cónyuge de interno). También está el discurso de que se vive con
resignación las limitaciones impuestas. “como que uno se tiene que adaptar, pa mí, me
tengo que adaptar y no me afecta, había que aceptarlo, “si no se puede no se puede y
si se puede se puede, y si es media hora hay que respetar la media hora” (Cónyuge de
interno)
En los que respecta a los posibles cambios en la planificación familiar10 se pudo
observar como la reclusión afecta de manera importante las expectativas que se tiene
con respecto a la reproducción familiar. “Ella quiere tener otra niñita, pero con mi
presencia en la casa en el periodo del embarazo.” (Interno padre) Por su parte la mujer
afirma: “Con la cárcel nada iba a ser como lo habíamos planeado. Igual nos atrevimos
a tener otro hijo con él, sabiendo que a él le quedan varios años. Igual las cosas son
difíciles como para tener otro hijo”. (Cónyuge de interno). Podemos decir finalmente de
la función sexual de la familia, que la situación de reclusión a afectado la regulación las
vida sexual de la pareja, que no siempre se ha se ha podido desarrollar una vida sexual
10
nuevamente no indagamos en el caso de los internos que no han formando familia propia.
26
satisfactoria entre el hombre y la mujer, y que en el caso en que esta vida sexual pude
derivar en una planificación de la reproducción, ésta si se ve afectada por la ausencia
del padre en el hogar y por su presencia en un lugar como la cárcel. Sin embargo se
observa que aunque esta realidad está presente en la planificación familiar, los hijos
igual “llegan”.
Efectos sobre la función socializadora.
En lo que refiere al respeto que tiene la familia sobre las normas y valoraciones
sociales, podemos decir que observamos un único discurso, en el cual se considera que
en las familias sí hay un respeto por las normas sociales y que el delito de uno de los
miembros es un hecho aislado, que no ha producido una desvaloración de las normas
socialmente compartidas. Un ejemplo de esto lo encontramos en las respuestas frente a
la pregunta sobre si se han visto afectado el respeto por las normas sociales: “No, la
madre ha luchado para que no ocurra. El delito no forma parte de la realidad histórica
de nuestra familia”. (Interno padre) “No, en la casa son todos sanos, yo fui el único
malo”. (Hijo interno). Encontramos un mismo discurso cuando se les pregunta si se ha
visto afectada la enseñanza de valores al interior de la familia, ya que consideran que
en sus familias se ha continuado con la enseñanza de buenos valores y que eso no ha
sido modificado por el delito de uno de los integrantes. “No, yo veo que no, mi señora
impone el respeto, tiene educación y valores que no va a transar”. (Interno padre). “No.
Siempre se han entregado buenos valores, no se han metido en la delincuencia”.
(Interno padre). Incluso nos han afirmando que la situación de reclusión ha fortalecido la
enseñanza de valores al interior de la familia, ya que se saca una enseñanza del error
cometido.
Cuando se aborda la pregunta sobre si se vio afectada la forma de relacionarse
de cada uno de los integrantes de la familia con el resto de la gente, podemos observar
dos tendencias. La primera es que los internos nos responden que no, que los
integrantes de la familia no han tenido problemas en sus relaciones sociales. “Todos
tienen buena llegada en todos lados, no han tenido problemas mayores”. (Hijo interno).
Por otra parte los familiares de los internos tienen una versión un tanto distinta, si bien
tiene un discurso en el cual dicen no verse afectadas significativamente sus relaciones
sociales, sí reconocen que la familia ha tenido que ocultar en algunos casos la realidad
de sus maridos o familiares que se encuentran recluidos. “ellos no conversan esos
temas en el colegio, son bien cuidadosos en eso” (Cónyuge de interno) “Si, siempre
27
tengo que estar ocultando donde está mi marido, pero no es un papá ausente”
(Cónyuge de interno)
Nuevamente frente a la pregunta si la familia ha visto afectado los contactos con
el resto de la sociedad (que es una pregunta similar a la anterior pero su diferencia
radica en que ahora se pregunta más por las redes sociales que por las relaciones
individuales) podemos ver que el discurso de los interno nos indican que los contactos
no han sido afectados. Pero por otro lado, en los familiares encontramos que se afirma
que los contactos sí han sido afectados, “Sí. Todos los amigos y contactos de él no
están presentes, mis amigos tampoco, hemos tenido que apechugar solitos.” (Cónyuge
de interno). Es importante observar que hay una lógica que se repite con respecto a la
variable anterior, ya que existe el discurso (más que nada por parte de los internos) de
que los contactos no se han visto afectados, pero se observa que los contactos
anteriores no eran muchos y que las familias efectivamente se retraen del contacto
social. “No… [No se afecto la relación de la familia con el resto de la gente] porque yo
prácticamente no estaba ni ahí con la gente, no me interesaba que hablaran”. (Madre de
interno)
Finalmente sobre la función socializadora podemos afirmar que la familia
pretende y creo lograrlo, introducir a los miembros menores del grupo familiar en los
valores y comportamientos socialmente aceptados, permitiendo en el largo plazo que
haya nuevos individuos capaces de lidiar con los diversos aspectos del mundo social.
Pero lo que no logra de forma cabal, debido a su retraimiento social, es cumplir con el
establecimiento de una red de contactos y apoyos para el individuo frente al resto de la
sociedad. Esta función está en total concordancia y se logra complementar con la
relación familia-sistema normativo -ya que la familia cree socializar positivamente a sus
miembros, pero como contra partida no logra con éxito una integración a nivel socialpor lo cual se enriquecerá este análisis en el apartado de resultados que corresponden
a la relación familia-sistema social.
Dentro también de la función socializadora observamos que en los internos hay
un discurso en el cual se afirma no haber perturbaciones en las relaciones sociales de
su familia, pero esto es desmentido por su familiar, por lo cual se observa que el interno
es menos consiente de una realidad que dice vivir su familiar.
28
Efectos sobre la función del bienestar material
Cuando a los internos y sus familias se les pregunto si se había visto afectado el
bienestar material por el hecho de la reclusión, nos encontramos con dos tendencias.
Por un lado los internos “hijos” nos dicen que no, que el bienestar material no fue
afectado, pero una de las madres afirma: “Sí, por supuesto. Porque yo en ese tiempo
trabajaba, tenía que correr todo el día. Sí… faltaron varias cosas”. (Madre de interno).
La otra tendencia la muestran los internos padres de familia y sus cónyuges, ya que
ellos
dicen que el bienestar material si se ha visto afectado por el hecho de su
reclusión.
Con respecto a la aparición de nuevas necesidades económicas por el hecho de
la reclusión, podemos que hay discursos muy variados. Por un lado el interno afirma la
aparición de nuevas necesidades, como son los gastos en que tiene que incurrir su
familia para ir a verlo y aportarle con mercadería: “El puro hecho de venir para acá, que
la locomoción, que la encomienda”. (Hijo interno). El padre de este mismo interno afirma
también la aparición de nuevas necesidades, pero sin que esto les afectara
mayormente: “Aparecieron nuevas, ropa, artículos de primera necesidad, pero no hubo
problemas”. (Padre de interno) Por otro lado internos hijos niegan la existencia de
nuevas necesidades materiales, pero las madres respectivas sí afirman la aparición de
nuevas necesidades, sin embargo dicen no tener mayores problemas debidos a éstas.
“Sipo, es algo novedoso, ir a una cárcel que tenía que conocer yo, yo no sabía que
tenía que llevar cosas pa adentro, entonces uno aprende, que tiene que llevar plata, que
tienes que llevar mercadería (…) yo sé que tengo que comprar tal día, se lo compro y se
los llevo, nunca me ha faltado”. (Madre de interno). En referencia a los internos padres
de familia y sus parejas hay un discurso claro en el cual se afirma la aparición de
nuevas necesidades y la dificultad para enfrentarlas. “Si. Se cortó el aporte mío y
nuevos gastos en la visita (encomienda y locomoción). Y a mi me faltaron algunas
cosas”. (Interno padre).
Sobre esta función (bienestar material) en resumidas cuentas podemos destacar
que la precariedad económica es un discurso en los internos padres de familia, y no en
los casos en que el interno es hijo de familia. Siendo los padres conciente de esta
precariedad. Esto se puede deber a que con la caída a la cárcel de un padre, que es
sostenedor económico del hogar, se es mayor la alteración en el bienestar familiar que
cuando cae recluido un hijo, que en nuestros casos no eran los sostenedores
29
económicos del hogar. Y por su parte las familias que de los internos –tanto madres
como cónyuges- son más concientes de un daño económico que los mismo internos.
Finalmente podemos decir que a pesar de las precariedades económicas que ha
generado en la familia la situación de reclusión, la familia –sobre todo la mujer como
pilar fundamental- ha podido cumplir la Función económica (o de bienestar material),
preocupándose de velar porque cada miembro del grupo familiar tenga el acceso a los
bienes y servicios que le son necesarios para la subsistencia. Y de forma particular
luchando y logrando que el familiar interno tenga acceso a esos bienes y servicios que
le son necesarios para su vida al interior de la cárcel. “Sí, porque igual a veces uno no
tiene y tiene que preocuparse de eso, tiene que enfrentarlo, tampoco le voy a decir
“tengo este problema, tengo este otro” o sea uno tiene que estar ahí y fuerte…”.
(Cónyuge de interno)
Efectos sobre la función afectiva.
Cuando preguntamos a los internos sobre si en su familia habían surgido
inestabilidad emocional y/o estrés por el hecho de la reclusión, hay una respuesta
común. Los internos afirman que efectivamente ha habido muchos problemas
emocionales por su situación de reclusión. “Sí, todos han sufrido por mi causa, mi
mamá casi se volvió loca cuando supo la condena de 20 años”. (Hijo interno)
“Preocupación por mi bien estar aquí, como son las cárceles, te meten en problemas,
luchas por salir vivo”. (Interno padre) “Sí. Si no está el papá hay carencias en la casa,
falta de cariño, protección, apoyo. Mi hijo ha tenido que tomar licencia, mi hija está con
depresión y crisis de pánico, ha dejado la escuela…”. (Interno padre) De esta forma los
internos han sido consientes de el daño que se ha producido en sus familias, ya que
éstas nos reafirman los múltiples problemas emocionales y mentales que ha traído la
situación de la reclusión. Es así como una de las madres nos afirma: “Llegué a una
depresión que lo único que quería era matarme (…) Algo helado que me cayó en el
cuerpo. Yo nunca había pisado una cárcel, y que te digan a ti “súbase la ropa, bájese la
ropa” y que te mira toda la gente de ah”. (Madre de Interno)” “Cuando él cayó ella
estaba afectada, empezó a adelgazar y la llevamos al médico, y nos dijeron que tenía
depresión, la dejaron hospitalizada. (…). Con esa angustia (…) yo me despertaba, sin
mentir, sus diez veces en la noche, y la imagen de él, la imagen de él, que no la podía
sacara de mi mente”. (Madre de Interno) “Tuve una fuerte depresión por la reclusión del
él, no encajaba en ningún lado, sentía que todos me apuntaban, me desmayaba. Ahora
30
es él quien tiene depresión. Tiene mucho miedo de perder a la familia”. (Cónyuge de
interno)
Este dolor se acentúa sobre todo en las fechas significativas, como lo son los
cumpleaños, navidad, año nuevo, y toda fecha ligada a celebraciones. La familia se ve
totalmente traumada en lo que corresponde a la estabilidad emocional de sus
miembros. Esto se da de buena por la presencia del familiar en la cárcel. la situación de
cárcel con todos los derechos vulnerados que esta implica, las humillaciones sobretodo
psicológicas que debe sufrir tanto el interno como su visita, en este caso los familiares,
y la presencia de una subcultura carcelaria que pone en riesgo la vida del interno, es lo
que hace desesperar a la familia del interno. Pero lo que más se destaca, por sobre la
presencia en la cárcel, es la ausencia del integrante familiar, pero creemos que es más
que ausencia, lo podríamos definir como la no presencia, porque el padre o el hijo
existen, se sabe de él, se tiene contacto con él, pero él no puede estar presente en su
hogar junto a su familia.
De esta forma nos queda claro el gran daño emocional, psicológico y hasta
psiquiátrico que se puede generar en una familia por el hecho de que uno de sus
miembros caiga en reclusión.
Si ahora nos referimos a la información entregada cuando preguntamos si
habían aumentado los conflictos y/o los problemas para entenderse y comunicarse al
interior de la familia por el hecho de la reclusión, es muy significativo afirmar que los
internos y sus familias nos afirman que la situación de reclusión había mejorado las
relaciones familiares, y unido más a sus miembros. “No, se han unido más. Yo he
aprendido y ellos han aprendido que no hay como estar con los hijos (…) hay mejor
comunicación, mas unidos, hemos expresado sentimientos”. (Hijo interno). Podemos ver
que hay un discurso potente de que las relaciones familiares han mejorado
notablemente, justamente (aunque nos resulte paradójico) por la situación de reclusión.
“No, nada de eso, no queríamos que nos viera destruido, la familia se unió más”. (Padre
de Interno).
Podemos observar esta paradoja en que la familia a pesar de este sufrimiento
emocional ha logrado una mayor unión, la situación extrema de cárcel y de la no
presencia, tiene también una respuesta extrema que es la unión radical del grupo
familiar. El sufrimiento compartido logra la unión.
Sobre lo señalado por los informantes claves con respecto a esta variable
podemos observar que hay una diferencia con lo dicho por ellos y lo observado en
31
nuestros casos. Ellos afirman que la reclusión genera conflictos familiares importantes
en la relación entre sus miembros y sus correspondientes problemas de comunicación.
No queriendo desmentir que dicha realidad ocurra en el mundo carcelario, debemos
mencionar que en nuestros casos se pudo observar, como ya lo hemos dicho, la
situación contraria. Las familias dicen haberse fortalecido en sus relaciones, por el
hecho de la reclusión que he tenido que vivir uno de sus miembros.
Cuando a los internos se les preguntó por si ellos habían experimentado un
cambio en su forma de ser por el hecho de la reclusión, nos encontramos en que los
internos nos dicen haber cambiado para mejor, que ellos se sienten mejores personas,
que la situación de reclusión los ha hecho reflexionar y pensar en lo cometido y que
ellos ahora experimentan un cambio positivo. “Sí, tengo más tolerancia soy más
comunicativo, no soy tan agresivo, soy una persona alegre, cariñosa, comprensiva.
Antes no, era mas frío, era materialista, antes me daba todo lo mismo, era yo y yo” (Hijo
interno) “Espiritualmente he cambiado mucho, decidí hacer un cambio, demostrarle a mi
familia que no sólo vivo de errores” (Interno padre). Pero podemos observar también la
situación contraria. “Sí, he cambiado, te pones más malo, por las circunstancias no podí
ser débil”. (Hijo interno). Y cuando se les hace la misma pregunta a los internos pero
ahora sobre su familia, podemos observar que ellos también dicen haber observado un
cambio positivo en sus familias. Por su parte cuando realizamos esta pregunta (cambios
en la identidad del interno y en la familia) a los familiares de los internos, ellos afirman
que sus hijos y parejas si han cambiado y han cambiado para mejor, condiciéndose con
lo dicho por los internos. Estas mismas familias nos dicen que ellas también han
cambiado por la situación de cárcel que viven sus hijos o parejas. Las madres nos
afirman que la experiencia de la cárcel las ha hecho “endurecerse”: “Como que estoy
más dura ahora. Porque antes, no, yo me pasaba puro llorando, puro llorar todos los
días…”. (Madre de Interno) “yo encuentro que estoy más… otro carácter tengo yo
porque yo era muy blanda antes”. (Madre de Interno). Y en las otras familias también
ellos se auto diagnostican como mejores personas por la situación que les ha tocado
vivir.
Por otra parte podemos decir que los internos tienen un discurso en el cual se
afirma ser consientes del daño que ha producido en su familia el delito
que ha
cometido. “Hay dolor y rabia de mi familia, Hay rabia también de mis hijos, por mi delito
y ausencia” (Interno padre) Por su parte las familias afirman estar cansadas de la
situación y anhelan profundamente que su hijo o pareja no vuelva a cometer un error
32
que los lleve nuevamente a la cárcel. En uno de los casos este anhelo va acompañado
de un mea culpa por parte de la madre “Le he dicho de todo a él, de todo. Porque yo le
digo que ya yo estoy cansada, le digo que el resto de mi vida quiero vivirla tranquila (…)
en ese tiempo yo trabajaba y él prácticamente estaba solo aquí. Lo dejé mucho tiempo
solo, yo salía en la mañana y llegaba en la noche” (Madre de Interno)
En resumidas cuentas podemos ver como la función afectiva de la familia que
pretende otorgar estabilidad emocional a cada uno de los miembros, se ve fuertemente
afectada, de forma negativa, por la reclusión de uno de ellos, sea este padre o hijo del
grupo familiar. Y no pudiendo la familia garantizar un soporte emocional, produciendo
por ende un desajuste psicosocial de los individuos en sus relaciones con el mundo
exterior a la familia. Pero a pesar de esto sí se pude observar como la situación de
reclusión y las relaciones familiares en estas circunstancias ha otorgado un cambio en
la identidad personal y grupal de la familia, generándose una mayor unión entre ellos. Y
llegando el dolor de la cárcel a redefinir la identidad de todo el grupo familiar, superando
los posibles resentimientos y sentimientos de culpabilidad.
Finalmente se concluirá de forma general sobre esta dimensión aquí tratada, la
dimensión institucional; las funciones de la familia, en un apartado que vendrá más
adelante, en las conclusiones por dimensiones que se realizó en esta investigación.
Pero podemos adelantar que se observará cómo estas familias logran mantener sus
funciones ya que la madre del hogar –ya sea madre de interno o su cónyuge-, como
pilar fundamental, logra que la familia sobreviva al trauma de la reclusión.
Efectos sobre los roles familiares
Como se mencionó al establecer nuestro marco de referencia sobre familia,
hemos reconocido una relevancia práctica de la familia nuclear. Pese a ello nuestro
acercamiento a las familias siempre permitió que fueran los propios entrevistados
quienes definieran a los actores relevantes de su vida familiar. Y fue desde estas
descripciones que se avanzó hacia las interacciones familiares de nuestros casos. Si
bien
actores
como
hermanos/as,
abuelos/as,
tíos/as,
y
sobrinos/as,
fueron
mencionados, la centralidad de las conversaciones se mantuvo entre los roles de
madre, padre, cónyuge, hijo/a. Por lo que hemos preferido integrar la información de
estos otros posibles actores sólo cuando es relevante antes que sobrecargar estos
resultados con más roles cuyo contenido fue siempre marginal.
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Efectos sobre el rol de madre
La madre es siempre un actor afectivo y de dedicación incondicional dentro de la
vida familiar. De ella se dice que entrega valores, que enseña sobre lo bueno y lo malo,
que cuida. Pero por sobre todo, hay en ella una incondicional y constante entrega de
afecto, de amor. La que puede llegar a hacerse aún más cercana en medio de
momentos difíciles.
Se expresa que el rol de madre jamás es interrumpido por la reclusión, son ellas
principalmente las que, dentro de todo contexto, acompañan a los internos, realizan
viajes, cargan encomiendas, y enfrentan el difícil proceso de la visita. Lo que
frecuentemente no es desarrollado por los padres, quienes pueden estar molestos o
avergonzados de la condición del hijo, sino es que ya hace mucho han perdido el
contacto. […] “tengo que luchar por él igual porque es mi hijo, independiente del
condoro que se haya mandado porque soy la madre, tengo que seguir apoyándolo,
seguir luchando no más, y tener fe en Dios” (Madre de hijo interno).
La madre parece no cuestionar la condición de un hijo interno, o si lo hace esto
no llega a impedir que siga cumpliendo con su rol, pese que esto pueda conllevar una
sobrecarga de labores a su rol y/o signifique mayores esfuerzos. Particularmente
cuando es el caso de un padre el que está recluido (aunque de similar manera se vive
por otras circunstancias, como el abandono o la viudez) frente a lo cual la madre se ve
necesariamente obligada a una expansión de sus labores, asumiendo también el rol de
padre dentro del hogar. “Sí, tenía que hacerlas de papá y mamá… trabajar,
preocuparme de él, hacer lo posible por ir a verlo, porque una persona ahí para uno es
una carga más” (Cónyuge de interno).
Efectos sobre el rol de padre
La percepción del padre como una autoridad dentro de la familia, y
particularmente como una autoridad que guía a los hijos, aparece señalada desde
dentro y fuera de la cárcel. “Yo creo que es importante el padre de la familia, para el
crecimiento de los hijos, como dueño de casa, es importante. Trabaja, es un apoyo…”
(Cónyuge de interno). Como tal se es sujeto de una responsabilidad en el hogar, al que
se debe saber apoyar y proteger. Lo que muchas veces significa un proceso de tomar
mayor conciencia del rol cuando se está interno. “La condición de padre uno no la
pierde, pero hace el papel de un padre ausente, se vive con dolor, he perdido etapas de
mis hijos, de verlos crecer, de no poder acompañarlos. Pero igual puedo entrar en
contacto con ellos en cartas, entregándoles amor, fe esperanza” (Interno padre).
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La separación física, y el no poder estar con los hijos en lo cotidiano es algo
resentido por el rol. Aún así hay conciencia, y deseo, de seguir cumpliendo con el rol de
padre. El interno valora de sobremanera su condición de padre y jamás se despojaría
de ella. “Sí. Porque es una obligación moral y ética, mi pareja me ha dado el apoyo para
seguir siendo padre, para ser autoridad, tomar decisiones. Se sigue siendo padre muy
particularmente, por las etapas en que no he estado presente” (Interno padre).
Pero aunque sea poco visible para ellos, desde la reclusión, la familia desarrolla
una nueva dinámica en parte importante de su rol pasa hacia la mujer jefa de hogar. Es
decir, el rol de padre, estando éste ausente, comienza a reducirse dentro de la dinámica
cotidiana de la familia, así puede expresarse por la familia que lo vive. Pero tal situación
que parece no ser del todo visible para el padre interno, quién desde la prisión si bien
resiente su propia ausencia en el hogar, no percibe como este continua funcionando en
el exterior. “Igual he tenido que ser papá y mamá, a él lo hago partícipe, pero al final yo
soy la que decido en muchas cosas” (Cónyuge de interno).
Efectos sobre el rol de cónyuge
El rol del cónyuge pasa siempre por conformar una relación afectiva de
compañía y preocupación por el otro. Si se es cónyuge mientras se enfrenta la reclusión
de un hijo se valora el apoyo para hacer frente al difícil momento y poder compartir el
mismo. Esto por lo regular, sean ambos padres del interno o no, parece poder cumplirse
pese a las dificultades, principalmente afectivas, del momento. “Entonces eso como que
me alegró a mí, que la pareja se está preocupando de lo que me está pasando a mí,
porque yo me siento como más aferrada, que me están acompañando a ese dolor que
tengo por dentro viendo que está mi hijo preso” (Madre de hijo interno).
Dificultad mayor se menciona cuando es uno de los cónyuges el que se ve en
situación de reclusión (el marido o la pareja en nuestros casos). La situación de
reclusión obliga a una separación física que resiente en una sensación de abandono o
soledad por parte de quien debe acompañar y esperar desde la libertad a quien se
encuentra en reclusión. Esta falta de compañía, que puede literalmente separar las
experiencias de la pareja en dos mundos (intra y extra penitenciario) que no logran
relacionarse. Lo que sumado a las dificultades propias del sistema carcelario,
particularmente el régimen de visitas, puede agotar la relación provocando un quiebre
de la misma. “Entonces empieza todo el cansancio de la señora. Se cansan de ir, no los
van a ver por esa situación [el régimen de visita], no es porque no los quieran, es
porque se cansan de este sistema” (Agente pastoral).
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Pero al estar en presencia de una familia plenamente conformada, con hijos, un
hogar común, y posiblemente un matrimonio, se aprecia un compromiso mayor a
soportar las dificultades y sacrificios que sean necesarios para hacer prevalecer la
relación. Dependerá del grado de compromiso en la pareja, de su amor finalmente, que
el rol pueda superar a la reclusión. “Yo creo que sí se puede seguir siendo, pero con la
ayuda de uno con el otro, con el amor que hay en la pareja, el amor de madre, de
padre, se puede superar. Uno tiene que estar ahí y fuerte…” (Cónyuge de interno).
Efectos sobre el rol de hijo
Los hijos están cargados de sentido para la vida de los padres, son lo más
valioso y constituyen un motivo para seguir luchando en el contexto de la reclusión;
tanto para el interno que tiene hijos afuera como para la familia que espera por su hijo
interno. Por su parte los hijos asumen toda esta relevancia y preocupación hacia ellos
como una responsabilidad que tiene que ser devuelta con buenas acciones según les
enseñaron sus padres; en base a obediencia, cumplimiento de metas escolares, y
entrega de amor hacia ellos. “Lo que no hice fuera lo hago aquí po, lo vengo a
demostrar aquí dentro de una cárcel. Igual he podido sacarle los estudios y he podido
darle a conocer que he madurado. […] que todavía hay un respeto hacia ellos, porque
ellos me han apoyado estando aquí preso. Yo como hijo hice lo malo y ahora quiero
hacer lo bueno y devolverle con cosas buenas lo negativo que hice” (Interno hijo).
El rol de hijo, vivido desde la reclusión, tiene la oportunidad de ser revalorizado
frente a los esfuerzos de la familia que parecen hacerse más visibles para el interno;
tanto en lo presente, viendo los sufrimientos de su familia, como en lo reflexivo,
asumiendo todo lo que como hijo se ha recibido. Se genera así una búsqueda por la
oportunidad de poder responder a la familia como ésta lo merece, y generar en si
mismos un cambio. Estos esfuerzos pueden percibir logros en una mejor relación y
comunicación familiar. “En el momento en que se está con la familia uno aprovecha de
ser hijo, pero después uno sólo es un interno. He aprendido a acercarme a ellos, más
cariñoso con ellos, a valorarlos” (Interno hijo).
Desde el padre-interno las consecuencias parecen ser particularmente difíciles si
se tienen hijos en etapas formativas. Los padres son una fuente de enseñanzas y
ejemplos a los que los hijos intentan responder, por lo que no es raro que hijos muy
pequeños mantengan una admiración por sus padres pese a su situación de reclusión y
quieran ser como ellos hasta que empiezan a resentir la su falta y ausencia en lo
36
cotidiano. “Ser hijo es difícil, el no ve al papá como delincuente, lo ve como ídolo, y él no
dice donde está su papá” (Cónyuge de interno).
Algunos padres pueden llegar a preferir que sus hijos no conozcan de su
situación. Pero a su vez los hijos pueden simplemente alejarse de sus padres al no
tener la experiencia directa de lo que es ser ‘su hijo’, el distanciamiento físico puede
pasar a ser también un distanciamiento afectivo y de códigos de comunicación muy
difíciles de recuperar. “El problema es que no tienen las claves para volver, les cuesta
encontrar esas claves, si tu ves que hoy día a todos los padres nos resulta difícil
relacionarse con nuestros hijos adolescentes, imagínate para estos tipos…” (Asistente
social).
Efectos sobre las relaciones sociales de la familia
La situación de reclusión que esta viviendo de forma individual un miembro de
nuestras familias, tal como es señalado por la perspectiva de los sistemas familiares,
termina por afectar el funcionamiento de la familia como un todo que se desempeña en
un nivel propio y que depende, para su funcionamiento, del intercambio con otros
sistemas extrafamiliares. Adentrémonos a ver como las diversas dinámicas de inputs y
outputs son afectadas y readaptadas por efecto de la reclusión.
Efectos sobre la relación familia / sistema económico
Si bien se presentan familias en las que el acceso laboral no se ha visto
afectado en nada, o incluso situaciones en las que se ha logrado acceder a un trabajo
mejor remunerado, estas aparecen como méritos personales o esfuerzos familiares que
evidentemente no tiene una relación directa con la reclusión. Por el contrario surgen
otras experiencias sobre el acceso laboral que han sido directamente intervenidas por la
situación de reclusión vivida en la familia. La reclusión genera al interior del mercado del
trabajo una señal negativa que no solo sanciona la conducta del interno, quien conserva
antecedentes, sino que también genera una fuerte desconfianza hacia sus familiares
quienes se ven obligados a esconder la situación para no poner en riesgo sus empleos.
“Sí, yo creo que varias oportunidades de trabajar en jornada completa no podía, porque
tenía que estar allá, pero yo sólo yo, mi hija y mi pareja no” (Madre de hijo interno).
Si bien de estas situaciones se pueden generar deterioros económicos, por la
falta de empleo o el acceso a trabajos sólo de baja calificación, éstas no se mantienen
ni repercuten fuertemente en el largo plazo dentro de la historia familiar. Dichas
dificultades son enfrentadas sobre todo con gran esfuerzo -“trabajando mucho”-, lo que
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puede significar buscar más de un empleo -recurrir al comercio informal o a las labores
de
limpieza
son
muy habituales
en
esta
situación-,
desarrollar
actividades
independientes, ó involucrándose comercialmente con familiares y conocidos que
comprendan lo que familia está enfrentando. “En la primera condena quede sin pega, no
me renovaron el contrato. Tuve que trabajar haciendo de todo, de nana, de todo. En
ninguna parte dije sobre la cárcel. Aún lo escondo, recién ahora me atreví a postular a
la JUNJI” (Cónyuge de interno). “Compro todo al por mayor, y queda la mitad para él, la
mitad para mí. No, es que sabes, trabajo mucho con gente conocida, entonces me
entienden mi situación, me comprenden lo que estoy pasando” (Madre de hijo interno).
Para el caso de los internos, cumplida la condena, estos tienen la posibilidad de solicitar
la ‘omisión’ de sus antecedentes penales para buscar trabajo. O también acudir a firmar
por un periodo variable de tiempo, entre 2 y 5 años según el largo de su condena, para
la ‘eliminación’ de sus antecedentes penales.
Efectos sobre la relación familia / sistema educativo
Durante la reclusión los procesos educativos de la familia se han desarrollado
con normalidad. Es solo en la crisis del momento de la reclusión, que estos procesos
pueden verse interrumpidos, cuando el interno estaba realizando estudios antes de
iniciar su condena, o afectados sus rendimientos, por la carga estresante que en alguno
de los miembros pueda atravesar. “En la calle dejé la escuela por la droga y el delito”
(Interno hijo).
Pero en el mediano y largo plazo, en particular para el interno, ocurre lo
contrario. La cárcel, lejos de ofrecer dificultades dentro de la formación educativa,
ofrece importantes facilidades para que el interno pueda nivelar su trayectoria escolar
de manera que, estando en libertad no le había sido posible. Es desde las propias
autoridades que estas instancias han cobrado relevancia al corroborar la participación y
buena evaluación que los mismos internos hacen del educarse durante la reclusión. Si
bien se puede hacer de esto una experiencia positiva hacia la familia, manifestando que
por medio de la educación intrapenitenciaria los internos pueden demostrar a sus
familias que pueden cambiar -como hijos que responden a los esfuerzos de sus padres
o como padres que deben ser ejemplo para sus hijos-. “Igual he podido sacarle los
estudios y he podido darle a conocer que he madurado. […] que todavía hay un respeto
hacia ellos, porque ellos me han apoyado estando aquí preso” (Interno hijo).
Es sensato reconocer que en ello juega también la disponibilidad de tiempo con
que cuentan los interno al interior de los centros de detención, el bajo costo alternativo
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que ello tiene mientras están en prisión, mientras que cuando salgan probablemente
prefieran buscar algún empleo, y la acumulación de buena conducta requisito al acceso
de cualquier beneficio penitenciario. “Además hay un tema que es instrumental, son
apoyos de estudios que lo hacen mejorar su conducta y la buena conducta es un
requisito para lograr cosas. Es muy positivo que exista… los internos están realizando
actividades y ocupan su tiempo libre con un contenido positivo” (Asistente social). “Yo
aquí retome los estudios después de 25 años, estoy haciendo II. Mi señora en la cárcel
también hizo estudios […] Pero si salgo no seguiría estudiando” (Interno padre).
Efectos sobre la relación familia / sistema normativo
El no-respeto por la norma social que llevó a uno de los miembros de nuestras
familias a la reclusión, como ya había sido advertido, está lejos de ser una conducta
validada o motivada desde la familia. En ellas, pese a la reclusión, se sigue
promoviendo el respeto por el orden normativo de la sociedad y las nuevas
generaciones familiares son criadas desde un respeto valórico de lo bueno y lo malo en
la que se comprende a la reclusión como consecuencia de una mala conducta que no
debe ser seguida. Todo lo contrario, debe servir tanto de ejemplo vivencial como
ejemplificador de las negativas consecuencias que puede significar la infracción de la
norma o de conductas que puedan derivar en ello; como que los menores pasen mucho
tiempo solos, mucho tiempo en la calle, o se acerquen al consumo de drogas. “No. En la
casa son todos sanos, yo fui el único malo” (Interno hijo). “Los he criado en valores
para que lleven una vida normal” (Cónyuge de interno).
Ni siquiera la situación contradictoria de tener a un hermano o a un padre
interno, lo que pudiera invalidar los discursos valóricos de la familia, repercute en una
pérdida de autoridad frente a los menores del hogar; situación que dentro de un
universo de internos más amplio es advertida como probable desde nuestros
informantes clave, generando entre los adolescentes conductas desadaptativas. Sea
sólo la madre, ambos padres, o una nueva relación conyugal, la autoridad de desarrollar
un discurso valórico de acuerdo a la norma social no da muestras de ser puesta en tela
de juicio desde las generaciones más jóvenes del hogar.
Pero sin importar el respeto por la norma que se continúe desarrollando en el
hogar, el sistema normativo sanciona la alteración cometida desde la familia no solo con
la reclusión del miembro infractor sino también con la comunicación del rechazo social
del que esa familia -en términos de las dinámicas input/output propias del sistemadebe ser objeto. Por lo que no es extraño encontrar situaciones de enjuiciamiento,
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rechazos, o habladurías, que se ejecutan sobre la familia, o sobre cualquiera de sus
miembros no internos. “Si, a mi familia le dieron duro, la prensa involucró a toda la
familia, si hay discriminación de los vecinos, no te hablan para no verse involucrados”
(Interno padre).
Enfrentar el peso del rechazo social constante obliga a las familias a retraerse
sobre si misma hacia vínculos primarios más confiables, de los que se sabe, no serán
objeto de cuestionamientos; los llamados vínculos fuertes -fuente recursos de primera
necesidad, redes de sobrevivencia- resultan éstos fortalecidos por la concentración de
las relaciones que se hace sobre ellos. Si el uso fortalece los vínculos, al pasar a ser de
un uso casi excluyente, los vínculos fuertes se ven enriquecidos. De este mismo
movimiento se genera una reacción contraria hacia los vínculos débiles -fuente de
recursos secundarios pero de una gran variedad; muy relacionados al mercado laboral o
al ejercicio de un empleo- ya que desde estos no se percibe la misma confianza, y en
efecto pueden ser fuente concreta de sanción social. “No siento rechazo porque yo me
alejo de la gente, no soy tan sincera, me he vinculado con gente que tiene los maridos
presos también…” (Cónyuge de interno). “Todos en este país te etiquetan sin importar si
has cometido delito” (Interno padre).
De esta forma, tratando de ocultar su relación con la reclusión, cortando lazos
con personas ajenas al núcleo de confianza familiar, las familias empiezan a vivir
socialmente aisladas. Situación que aunque puede mencionarse como autoimpuesta, a
manera de un mecanismo de adaptación y/o protección familiar, esta viene a reflejar
socialmente la información generada en el sistema normativo desde su relación con la
familia del interno: Por haber faltado a la norma se llama al rechazo social. “Nosotros
tratamos de ocultar esa realidad de la cárcel. Así nosotros nos cuidamos. No tenemos a
los chiquillos [en el colegio] cerca de aquí de la casa. El [hijo] ahora está pal 30 de Sta.
Rosa. Yo creo que hay partes, hay momentos, en que se debe ocultar, uno tiene que
saber…” (Cónyuge de interno).
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Conclusiones por dimensión
Funciones de la familia
Como conclusión fundamental de esta dimensión podemos observar que las
funciones de la familia en las cuales la madre puede hacer frente de manera exitosa sin
la presencia del padre y/o cónyuge son las que se ven menos afectadas por la situación
de reclusión. Partiendo con el hecho de que la ausencia del padre en el hogar viene a
condicionar las expectativas de reproducción, pero se observa que pese a ellos los hijos
llegan, estando el padre recluido. De esto se desprende que la
falta de
copresencialidad continua entre hijo, padre y cónyuge, no se transforma en requisito
para formar familia. Y de esta manera el hombre y su familia asumen que la mujer
puede “apechugar” solita. Es así cuando, a pesar de la reclusión, la pareja tiene un
nuevo hijo.
Se fortalece la idea de que las funciones en las cuales la mujer es capaz de lidiar
sin el hombre en el hogar, no son resentidas, cuando observamos que ellas han sido el
pilar fundamental para sostener el bienestar económico de la familia y del interno. Se
observa que son familias en que la presencia materna es radicalmente importante, ellas
asumen la lucha y el esfuerzo constante que deben realizar para la sobrevivencia
económica, y que la cárcel (las nuevas necesidades que ella implica) no produce un
trauma en esta dimensión. Las mujeres simplemente asumen un esfuerzo mayor como
estrategia de sobrevivencia económica, y logrando asegurar la función de bienestar
material que le corresponde a la familia.
Pero queda claro también que hay funciones en que la mujer y madre no logra
superar exitosamente sin la presencia del interno en el hogar. Es el caso de la función
afectiva, ya que es la ausencia, más bien la no presencia del interno en su hogar es lo
que más altera a los integrantes de la familia. Se observa cómo la realidad carcelaria,
su subcultura y la prisionización, afectan radicalmente funciones familiares como la
afectiva, y cómo está función se impone por sobre los problemas económicos.
La presencia del mamarcado
Finalmente sobre esta dimensión (funciones de la familia) podemos concluir que
se observa cómo surge un rasgo típico de la cultura chilena, que es la presencia y
radical importancia de la madre en la sobrevivencia y éxito en la vida familiar.
“Sacrificada,
eficiente,
incansable,
llena
de
recursos,
leal,
madre
universal,
41
comprometida con la familia como valor principal. Pero sobre todo… valiente” (Serrano.
2008: 48). Se impone la realidad de madres como pilar fundamental en las funciones
observadas, repitiéndose la realidad chilena del padre ausente en el hogar, en nuestro
caso ausentes del hogar por su presencia en la cárcel. Pilar en funciones económicas y
socializadoras. “Lo que salva a la familia es la mujer, ella es el principio organizador de
la nueva sociabilidad. Mientras él se alcoholiza, disipado, ella conduce el hogar,
establece un orden, con su esfuerzo enfrenta la miseria”. (Cousiño. 2008: 52). Pero es
destacable que aún considerando la relevancia de la mujer en la dimensión afectiva,
“La mujer aporta consolación, compasión, compañía, todas esas virtudes para estar
cerca del otro, atributo que de seguro viene de dar la vida y acompañar la vida que se
engendra, cueste lo que cueste”
(Cousiño. 2008. 50) ella no logra sostener
completamente a la familia en el dolor afectivo que significa la cárcel para la familia.
Aquí es importante hacer la salvedad que el dolor de un padre ausente es mayor en
nuestro caso, que el dolor por la misma razón que pueda existir en múltiples hogares
chilenos. El dolor es mayor que en los casos en que el padre se ausente por partir
durante semanas a la mina, o irse a alta mar en faenas de pesca. Es mayor también en
casos como en un directo y radical abandono del hogar. Sí, es mayor, porque ahora en
el caso de la reclusión, la no presencia (como ya hemos dicho consideramos más
radical que la ausencia) es contra la voluntad de todos los integrantes de la familia, y es
presencia en un lugar extremo como la cárcel, en el cual todos los integrantes tendrán
que estar por lo menos en algún periodo de tiempo semanal debido a las visitas. Pero a
pesar de esta falencia, podemos observar que las cónyuges o madres que continúan en
la compañía, a pesar de lo que implica acompañar en la cárcel, son una muestra real de
esta cultura chilena, siendo la situación de cárcel, un motivo que exige y produce un
protagonismo radical de la mujer en la vida familiar.
Nuestra investigación reafirma y hace resaltar esta esencia de la cultura chilena,
que siguiendo a Serrano (2008), pude tener características destacadas de algo que
podemos llamar el mamarcado. “En Chile no hay matriarcado. Hay mujeres fuertes
escondidas. En los verdaderos matriarcados hay una cultura aprobada, oficial, de
dominio femenino” (Serrano: 2008:48). Mujeres anónimas que continúan visitando al
interno, que luchan para que la familia no se desintegre. Que finamente cargan sobre
sus espaldas el delito, la reclusión de sus hijos o parejas y un sistema penal que se
torna ineficiente, violento y deshumanizante.
42
Cabe la pregunta ahora: ¿quién sostiene a una madre o mujer sobrexigida en las
funciones sociales que se demandan sobre la familia? más aún cuando se sabe que la
sobre exigencia a la familia es una realidad generalizada en nuestra sociedad, cómo
será entonces para una mujer que tiene que lidiar con la ausencia del padre y con la
situación de cárcel.¿Cómo es posible que se siga exigiendo a esas mujeres, cuando es
la misma sociedad la que impone un castigo que limita -hasta la enfermedad- las
capacidades que puede tener una madre? ¿Cómo es posible que luego nos
preguntemos el por qué del circulo delictual en el cual puede entrar un grupo familiar?
Son preguntas que tiene difícil respuesta, pero se puede partir con observar, reconocer,
informar y comprender que el castigo que está aplicando el sistema penal supera con
creces al autor del delito. Y así nos referiremos al sistema penal, los internos y la
reacción social, en las conclusiones generales que vendrán más adelante, ya que esto
sobrepasa lo que denominados funciones de la familia.
Roles familiares
El mundo microsocial que se genera al interior de las familias es resentido. La
interacción más íntima de los miembros de la familia es tocada desde la reclusión. ¿Qué
pueden significar al interior de las familias los cambios que observamos para cada uno
de sus roles?
Revalorización de los roles
“Eventualmente en aquellos sujetos que empiezan a hacer un proceso de darse
cuenta, el tema de los hijos y de la conducta que ellos tienen […] es como: ¡chuta! todo
lo que yo hice se esta trasladando a ellos” (Asistente social).
En cuanto a los roles la reclusión parece ejercer un efecto muy particular. La
definición de los roles que se hacen al interior de las familias es bastante ideal. Todos
los roles son valorados en tanto cumplen un papel relevante en la vida familiar; la madre
es fuente de afecto, el padre es un guía, los hijos son la razón de vivir, y el cónyuge es
un gran compañero. Pero parte de esas definiciones podría ser puesta en entredicho si
nos detuviéramos a revisar la historia familiar; madres que no veían mucho a sus hijos
durante el día pues tenían que trabajar, hijos que estando en libertad no valoraban de la
misma manera el apoyo de sus padres. Y ahora se observa la exacerbación de la
importancia de sus hijos y del rol que le toca en ello al interno que es padre. Si bien
incluso antes de la reclusión las expectativas de rol podrían haber constituido un
discurso ideal, lo central es que resulta, efecto mismo de la reclusión, que tal definición
43
conlleven una práctica distinta, pudiendo generarse cambios en la conducta y hasta en
la identidad de los miembros. Es un acercamiento al rol idealizado, lo que antes era sólo
un lugar común aprendido por convencionalismo, puede convertirse en un cambio
concreto sobre las expectativas de rol que se tienen al interior de las familias; y
particularmente, las que tienen los internos.
La reintegración familiar del interno
Uno tiene que estar constantemente diciéndoles que cuando salgan van a tener
que conquistar ese rol. […] No pueden llegar en esta situación de que aquí ya llegué,
soy el dueño de casa. Es súper doloroso para ellos. Aunque uno trate de prepararlos
llegar a esta situación es complicado porque mucho de ellos dicen “yo antes mandaba y
ahora es mi mujer la que se hace cargo de mis hijos, del hogar”, o sea, tomó otro rol,
antes era pasiva, ahora ya es activa, entonces. Entonces el rol volverlo a tomar es muy
complicado. […] Para los hijos también, “llegó este caballero, antes teníamos que ir a
verlo allá y ahora quiere mandarnos”, y los niños ya tenían otra rutina acostumbrados
con la mamá. […] depende de la persona y su familia. Hay algunos que logran pedir una
ayuda [recurrir al psicólogo] y otros que tienen que separarse porque hay casos que no
pueden adaptarse (Agente pastoral).
Terminada la reclusión aún no han terminado los desafíos para las familias.
Queda por delante un último desafío en lo que refiere a la vida del núcleo familiar:
reintegrar al miembro que estuvo interno, tarea que no será fácil. Mientras el interno
estuvo preso la familia debió seguir enfrentado su cotidianeidad en ausencia él. Al
hacerlo es inevitable que se hayan generado nuevas dinámicas familiares que no
incluyen un espacio para el interno, al menos no un espacio cotidiano. La familia se
adaptó a su ausencia. Mientras el interno esté recluido el mundo cotidiano de éste y el
de su familia serán distanciados, pudiendo convertirse en dos mundos separados de los
que no se comunica; ni la familia comunica sus problemas al interno durante las visitas,
ni el interno hace lo propio. Las comunicaciones quedan así segmentadas hacia lo más
afectivo, a subir el ánimo, a dar apoyo. Ambos lados guardan sus penas. Sin saber con
claridad lo que le está sucediendo a su familia mientras él esta recluido, él interno
puede verse enfrentado en su libertad un mundo familiar que ha cambiado más de lo
que esperaba.
A esto deben sumarse los cambios sobre las expectativas de roles
recientemente mencionadas además de cambios sobre la identidad personal y familiar
desarrollados durante este difícil proceso; madres que se hacen “más duras”, padres
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que quieren ser más presentes en la vida de los hijos, hijos que han madurado. Si
cualquier familia puede tener dificultades en su convivencia, no es tan difícil entender lo
problemática que puede resultar iniciar una ‘segunda’ convivencia. Reintegrar al interno
es una tarea no menor que requiere del esfuerzo y preparación tanto del interno como
de su familia. Lograrlo no representa solo la continuidad de un lazo que ya había
sobrellevado la distancia de la reclusión, sino que además aleja la posibilidad de
reincidencia sobre el interno, evitando que la familia tenga que volver a soportar un
nuevo periodo de crisis. “Sí, porque en la medida en que se reinsertan con éxito la
familia pasa a ser un factor de continencia criminal” (Asistente social).
Relaciones sociales de la familia
Estudiadas estas familias podemos estar seguros de una cosa: ellas siguen
siendo familia; a pesar de que marginalmente también sabemos que esta situación no
es generalizable para todas las familias que enfrentan la reclusión. Pero podemos
plantear una segunda certeza: estas familias siguen siendo parte de nuestra sociedad.
Si con mucho esfuerzo un interno continúa siendo miembro de su familia. ¿Cómo -y de
que forma- sus familias continúan siendo parte de nuestra sociedad?
La sanción del sistema normativo
“Queremos nosotros que la gente salga, trabaje, que no cometa más delito pero
no le damos tampoco ninguna posibilidad para que puedan no seguir haciendo alguna
cosa que sea ilícita. Entonces a veces dicen “ni ahí nos quieren recibir”. Y han tenido
que cambiarse muchas veces de barrio. Lamentablemente somos bien cuestionadores”
(Agente pastoral).
La reclusión es solo la primera parte del intercambio de información que se ha
producido entre la familia y el sistema normativo. El rechazo social será comunicado de
manera amplia hacia toda instancia social desde las que por lo general se responderá
con una disminución, sino anulación, de los intercambios entre los diversos sistemas y
la familia del interno. Por lo pronto ya pudimos ver que el sistema económico reacciona
con desconfianza y puede generar dificultades en el acceso laboral. Pero también se
evidenció como el sistema educativo parece no reaccionar negativamente a esta
información, incluso ofrece mejores oportunidades para muchos internos. Esto se debe
a la categoría de ‘derecho garantizado por el estado’ que tiene la educación en nuestro
país, por lo que incluso al interior de los centros de reclusión es posible acceder a ella.
Pero más allá de estos casos puntuales lo esencial es el rechazo social que deben
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afrontar en lo cotidiano junto a la expectativa de ese rechazo que han aprendido a
anticipar, y lo pueden anticipar por que el rechazo social es permanente.
La gran injusticia que presenta el sistema normativo es que su output resulta
permanente sobre las familias que han enfrentado la reclusión haciendo que la pérdida
de la estima social devenga en estigma social de rechazo. En la experiencia de
nuestras familias, posterior a la reclusión del interno, se ha conservado un respeto por
las valoraciones sociales -en general no se cometen delitos y se educa a las nuevas
generaciones dentro de la norma- pero sin embargo se sigue recibiendo rechazo social.
De esta forma podemos ver como pese a que la familia sigue respetando las normas
sociales, siendo el delito un hecho aislado, la sociedad rechaza a la familia y no se logra
reestablecer una relación simétrica entre la familia y el sistema social. Dando la familia
respeto a las normas sociales, sin poder recibir a cambio respeto o estima social. Que
esto sea así no solo comprueba la extensión que tienen los efectos sobre los individuos
hacia su propia familia, como señala el análisis de los sistemas familiares, también
señala la naturaleza perversa con que se ejecuta la sanción del sistema normativo. La
sola sanción al delito no expía las culpas del recluso ni de su familia, quienes en el largo
plazo cargaran con la señal de desconfianza frente a sus relaciones sociales; incluso,
superada la condena.
Por otro lado, coartadas las posibilidades de generar relaciones sociales dentro
de la norma, se transforma dicha situación en un estigma que identifica socialmente.
¿Qué camino de integración queda abierto? La marca de la delincuencia llama a una
nueva identidad, a una subcultura de los rechazados donde tal marca es señal de
inclusión. La vía queda abierta hacia el mundo delictual, hacia la reproducción constante
del crimen.
Debilitamiento de los vínculos débiles
Siendo objeto de una sanción social permanente las familias comienzan a perder
vínculos con la sociedad, empiezan a ser marginadas. Sólo los lazos de mayor
confianza son capaces de hacer caso omiso a la señal sancionadora del sistema
normativo. Y es que solo desde la cercanía es posible conocer que de estas familias no
se produce, y tal vez nunca se produzco, la señal de la falta a los valores sociales. Los
vínculos fuertes, distinguidos por su cercanía y confianza, son el refugio de las familias,
éstos se fortalecerán al concentrar los intercambios que no se pueden ejecutar por los
vínculos débiles que han sido cortados.
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Los vínculos débiles, desde la sanción social, son profundamente debilitados. En
ellos la confianza es mucho más frágil, una advertencia como la generada por la
reclusión termina siendo un motivo más que suficiente para no establecer el contacto;
por no ser confiable la relación y por no querer hacer extensiva la sanción hacia las
propias interacciones. La capacidad de establecer nuevas relaciones sobre vínculos
débiles queda perdida. El desempeño social de la familia del interno se pone en jaque,
se debilita socialmente a la familia entregándola a una situación de vulnerabilidad social.
En estudios realizados por Vicente Espinoza este aborda la importancia del tipo
y cantidad de vínculos existentes en las redes sociales familiares en relación a su
estatus socioeconómico. La situación de pobreza de muchas familias se veía
influenciada por el tipo de vínculos que en ellas se desarrollaba: la existencia de lazos
fuertes y la ausencia de lazos débiles. La condición de las familias de internos ha
transitado mediante la reclusión hacia una situación que la hace más vulnerable, como
hemos expuesto la reclusión plantea exactamente este tipo de consecuencias sobre la
naturaleza de los vínculos familiares.
La paradoja que esto plantea es que “los lazos fuertes tienden a producir
pequeños grupos muy unidos, pero aislados entre sí; los lazos débiles son
precisamente los que aseguran la integración social a una escala mayor” (Espinoza
1995: 40). Superar la reclusión no solo requiere la reinclusión del interno, requiere
también por la reinclusión social de su familia que clama por la estima social perdida.
Por la que pese a hacer su parte, respetando las valoraciones sociales, ya no obtienen
respuesta.
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Conclusiones finales
“Te puedes imaginar cualquier efecto. Hay gente que sale de la cárcel en
términos personales, súper fortalecida. Y hay otros que salen desechos. Y con la familia
sucede lo mismo” (Mayor de gendarmería).
Más allá de la privación de libertad como castigo, la reclusión es una “gran”
experiencia de vida. Es grande no por hacer un juicio positivo de ella, menos catalogarla
como deseable -ni por insinuar cualquier lectura favorable al sistema carcelario
moderno-, es grande por la riqueza propia de vernos enfrentados a una dificultad, por
ser un desafío. Es grande por acercarnos al riesgo, es grande, porque en ella puede
crecer lo que nos salva.
La particularidad de estas familias
Llegado este punto cúlmine de nuestra exposición es buena recordar el límite
que constituye la particularidad de nuestros casos a fin de que no se creen falsas
generalizaciones sobre lo que es la realidad de la reclusión.
A lo largo de esta investigación hemos estado en presencia de familias con
cualidades específicas que las hacen capaces de enfrentar la reclusión con la
posibilidad cierta de permanecer unidas y mejorar incluso algunos aspectos de ellas. Se
ha tratado con familias que no están normalizadas en la delincuencia, por lo que sus
relaciones no contemplan a priori redes de reincidencia o apoyo a la conducta delictual.
Pero todavía más importante en medio de estos momentos difíciles son familias que
han mantenido sus lazos con los internos y depositan en ellos una confianza no menor.
Las familias que nos permitieron conocer su realidad accedieron a hacerlo
principalmente por un activo de confianza que Calcuta Cárceles UC ha ganado
mediante su trabajo con los internos al interior de los centros penales. Fueron los
propios internos, una vez que ellos mismos accedieron a colaborar con nosotros,
quienes solicitaron a sus familias participar de esta instancia, y es por medio de la
confianza que aún se deposita en ellos que finalmente se nos abrieron sus las puertas
de sus hogares. Tener acceso a realidades tan íntimas, particularmente dolorosas, nos
habla del estado de los lazos en las familias que nos tocó conocer.
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La familia se pone a prueba
¿Salir destrozados o salir fortalecidos? Si bien estas dos alternativas son sólo
los polos de una realidad compleja, las familias que atraviesen la experiencia de una
reclusión pueden de antemano estar predispuestas hacia una de estas alternativas.
Enfrentar la reclusión es poner a prueba a las familias de los internos.
Fundamental resulta la importancia que en ellas se dé a la vida familiar; la familia como
un valor. Mantener el contacto con el interno es solo el primer paso de una larga lucha
por conservar la unión de la familia. En lo que, como señalamos al hablar del
mamarcado, la madre juega un rol irremplazable. Es la madre quien articula y mantiene
unida afectivamente a la familia, la que se preocupa por todos los miembros de la
familia y en particular -aún más- por el miembro interno.
Una familia unida no sólo es capaz de enfrentar de mejor manera la falta física
de uno de sus miembros, no sólo es capaz de conservarlo como miembro a la vez que
otorga apoyo a todo aquel que resienta su ausencia. Una familia es también un gran
motivo de rehabilitación y contención delictual para ese miembro recluido. Cualquier
anhelo de rehabilitación, toda intención de no volver a cometer el mismo error, y la
capacidad de entender la falta cometida como un error, proviene, en gran medida, de la
presencia familiar. Todo padre que quiere volver a ver sus hijos, todo hijo que ya no
quiere ver sufrir a su madre, tomar conciencia del daño que por la propia conducta del
interno ha causado sobre su familia necesita de familiares presentes. Y de un hogar
que, terminada la condena, sea capaz de reintegrar en sus dinámicas cotidianas al
interno liberado, corrigiendo cualquier falencia que en una primera instancia significó su
alejamiento. La familia unida y presente es el gran factor de continencia delictual.
Si una familia ha logrado enfrentar la reclusión de esta manera es probable que
junto con conservar sus cualidades se vea fortalecida, la sola vivencia de estos
esfuerzos, del apoyo familiar, de la revalorización de los roles, y del anhelo de volver a
estar juntos y tranquilos, puede significar la oportunidad y estímulo para llegar a ser, en
sus propios términos, una mejor familia.
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La reclusión es violenta y progresiva
Pero aún en el mejor de los casos -con familias que han superado la reclusión
más unidas, con una mejor comunicación, con más tolerancia y respeto por sus
miembros, valorándose más a si mismos- la reclusión guarda una sanción de la que ni
la más preparada de las familias puede escapar: la exclusión social.
Ya hemos dado luces de cómo este aislamiento se concreta en las familias de
los internos. Lo que todavía no ha sido dicho es cómo la superación de la reclusión, en
términos internos a la familia, condena a las mismas hacia una exclusión social que
ellas mismas se encargan de fortalecer. Observen bien, porque todas las características
que son positivas a la preservación de la familia, al combinarse con la sanción del
rechazo social, da luz a un efecto perverso: llevan a las familias a recluirse en sus
vínculos fuertes. Llevan a desarrollar junto con un rechazo exterior una reclusión
interior. Lo que queremos recalcar al finalizar nuestros análisis es como la
transversalidad de los efectos de la reclusión puede ser leída como un proceso violento
y progresivo sobre las familias de los internos. Violento porque priva de la libertad y
sumerge al interno en una forma de vida radicalmente distinta a la propia, porque
arranca abruptamente a un miembro de la familia trastocándola en todas sus
dimensiones, porque contacta a la familia del interno con un proceso carcelario crudo y
muchas veces humillante, porque se debe soportar de forma permanente el rechazo
social, porque la reintegración del interno a la familia también es abrupta y en ocasiones
simplemente inadecuada, violento porque son una secuencia de cambios radicales para
los que la familia del interno nunca estuvo preparada. Progresivo porque cuando este
proceso empezó sólo uno de sus miembros estaba recluido en prisión, sólo uno de ellos
era objeto de sanción social. Pero en el desarrollo de este proceso, son todos los
miembros quienes son objeto de sanción social, es la familia quien ha sido llevada hasta
la reclusión/exclusión social.
Si de la inclusión de los interno la familia se ha hecho cargo, reintegrándolos en
el vínculo familiar y separándolos del delito ¿Cuándo empezaremos a hacer nuestra
parte? ¿Quién reintegrará a las familias en el vínculo social y las alejará del estigma?
Finalmente cabe la pregunta de cómo los hombres y mujeres percatados de esta
realidad pueden informar a los indiferentes, ampliando un compromiso por ayudar a los
afectados y enfrentando de raíz un problema que atañe a todos los que quieren vivir
dentro de un orden social de cooperación capaz de incluir a quienes han sido marcados
por nuestro sistema penal; un sistema capaz de producir castigo y dolor tanto mayores
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de los que intenta expiar. Este ha sido nuestro primer paso: señalar los efectos de la
reclusión sobre la familia de los internos. El segundo paso, la acción que lo enfrente,
esta fuera de los alcances de esta investigación, pero ésta pretende ser fuente de
denuncia y motor de acción. Desde aquí confiamos es posible entregar, a quien se
interese en el tema, algunas ideas para seguir avanzando hacia la inclusión social de
estas familias.
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Propuestas
En este apartado presentaremos algunas propuestas que humildemente -luego
de todo lo estudiado- sugerimos al proyecto Calcuta y sus voluntarias para poder
ampliar su foco de acción y hacerse responsables, de una manera más integral, de ese
dolor presente en las cárceles que pretenden acompañar y aliviar. Primero partiremos
sugiriendo, por separado, líneas de acción y actividad correspondientes por cada una
de las dimensiones observadas.
Las funciones de la familia
Por sobre todo creemos que hay dos funciones principales en que Calcuta
puede aportar; La función afectiva y la función socializadora. Creemos también, pero en
menor medida, Calcuta puede ser un aporte sobre la función económica.
Fomentar el vínculo familiar al interior de los talleres
Con respecto a lo afectivos, creemos que el dolor de la ausencia, que sufre toda
la familia, puede ser aliviado cuando el interno marque mayor presencia en su hogar,
fortaleciendo así los vínculos familiares. Para fomentar y apoyar esta labor, Calcuta
mediante alguno de sus talleres pueda ir incorporando actividades que marquen esta
presencia. Un ejemplo de esto pueden ser actividades en las que se realicen todo tipo
de creaciones artísticas, que luego sean regaladas a los hijos o a algún miembro del
grupo familiar. Con esto nos imaginamos cartas, cuadros, esculturas, canciones, obras
de teatro, o tantas otras que puedan ser regaladas y presentadas a sus familiares. Claro
que esto sin excluir del taller o de la actividad determinada, a los internos que no tengan
relaciones con sus visitas. Ellos pueden realizar cualquier otra obra que les sea de
inspiración, apelando también a sus vivencias y emociones.
Presencia de Calcuta en fechas y fiestas importantes
Como pudimos observar también, el dolor de las familias y del interno
se
acentúa en las fiestas o fechas importantes. Es nuevamente aquí donde el voluntario de
Calcuta puede diseñar actividades dentro de sus propios talleres que estén destinadas
a entregar cariño en las fiestas importantes y también que el interno marque presencia
en su familia en esas fechas significativas. Detalles tan mínimos como estar atentos a
las fechas de los cumpleaños, ya sean de sus familiares o del propio interno. Con esto
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último también se puede aliviar el dolor de los internos que experimentan la ausencia de
sus familiares, cuando éstos han sido abandonados por sus familias
Sociabilidad entre voluntarios y familias
Sobre la función socializadora, específicamente sobre las inseguridades de la
familia en el trato social y sus contactos sociales, podemos decir que las propuestas
están íntimamente ligadas a la última dimensión, a la familia en sus relaciones sociales.
Pero de igual manera podemos hacer notar aquí una actividad tan simple como el
hecho de que los voluntarios puedan entrar en contacto y relación social de forma
directa con alguna de las familias de los internos con los cuales trabaja. Cómo un
simple almuerzo en la casa de una de estas familias pude hacer que ellas experimenten
que hay personas que no estigmatizan, personas que pretenden superar mediante la
inclusión y el cordial trato social, la exclusión social de la cual pueden estar siendo
víctimas. Sucede, como lo hemos visto, que pueden haber situación donde no haya
explicito rechazo social, pero de igual forma la familia tiende al retraimiento y reclusión
social y es aquí donde el voluntario pude atacar ese retraimiento mediante su testimonio
de inclusión.
Si Calcuta pretende -a través de las relaciones sociales que puede generar con
los internos- reconocer dignidad y ser un puente que vincula al interno con la sociedad,
intentando superar en alguna medida la radical exclusión social que sufre la persona
recluida, si pretende dar esperanzas de nuevas relaciones sociales, sería totalmente
positivo y estaría en concordancia con la finalidad del proyecto, el generar espacios de
relación social con los familiares de los internos con los cuales ya se han generado
vínculos. Si la familia ha utilizado como estrategia de sobrevivencia normativa el
asilamiento social, los voluntarios con su relación con la familia pueden luchar de forma
más integral contra la exclusión social que no solo afecta al interno, sino a su propia
familia. Por otro lado si ya se ha generado un lazo de amistad y afectividad en la
relación voluntario-interno, ese lazo afectivo será fortalecido cuando el voluntario
también se relaciones con los seres queridos del interno al cual pretenden acompañar.
La relación de amor que se pretende en el voluntariado basado en la espiritualidad
cristiana será fortalecida.
Ayuda material o en actividades económicas
Ahora sobre las propuestas que aporten en la función del bienestar material,
creemos que el aporte puede ser menor, pero de igual manera existir. Esto se puede
lograr potenciando y creado nuevas actividades similares a las ferias navideñas que
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realiza el proyecto en las cuales se ponen a la venta distintos trabajos artesanales
realizados por los internos. Está feria podría durar más tiempo e instalarse en más
lugares que no sean únicamente algunos días en el Campus San Joaquín. Otra forma
de estar atentos a las necesidades materiales de los internos, es poder aportar con las
cajas navideñas que realiza la pastoral, pudiendo estas ser entregadas directamente a
las familias.
Roles familiares
Talleres orientados directamente a reforzar vínculos familiares
Aquí presentaremos la que creemos es una de las propuestas más pretenciosas,
no por eso la más importante, pero creemos que es la de más difícil realización, ya que
implica un esfuerzo mayor que las otras.
Nos referimos a talleres que pueda realizar Calcuta que estén orientados
directamente a potenciar los vínculos e interacciones familiares. Creemos que es un
trabajo de corte más psicológico, en el cual los voluntarios a realizarlos tengan algo de
experiencia académica en el área y que deban ser asesorados por algún profesional
que los pueda orientar en el desarrollo del taller. Creemos que esta asesoría no es muy
difícil de lograr considerando que hay voluntarios del proyecto que están en procesos de
titulación. Y hay también redes en los cuales se tiene contacto directo con múltiples
profesores que pueden ayudar en está labor. Que se entienda bien, no es la propuesta
anterior en que se pueden realizar actividades dentro de los talleres ya existentes que
potencien los vínculos familiares, sino más bien talleres diseñados y orientados
específicamente para potenciar esos vínculos y no actividades aisladas.
Relaciones sociales de la familia
Participación en actividades de la pastoral
Como vimos en esta dimensión lo que más afecta a la familia es la sanción de lo
que llamamos el sistema normativo. Es el rechazo, estigma y exclusión (en algunos
casos auto-exclusión) del que es víctima toda la familia por el delito de uno solo de sus
miembros. Como ya dijimos la familia pude fortalecer sus vínculos familiares más
cercanos, pero el hecho de la reclusión, durante el periodo de la condena y después de
él, la familia tiende a perder los vínculos débiles, los contactos sociales de personas que
no son parientes, pero que pueden ayudar a su promosión e integración social. Es por
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esto que se puede afirmar que un ex interno pude lograr con éxito su inserción familiar,
incluso laboral, pero su inserción social pude estar incompleta, “yo no me meto con
nadie, de la casa al trabajo y del trabajo a la casa”. Es por todo esto que consideramos
que toda instancia de sociabilidad positiva de la cual pueda contar la familia con
personas exteriores al hogar es muy importante para su inserción social. Es por esto
que consideramos que la familia, pueden ser invitados a participar en actividades
voluntarias que organice la pastoral. Nos referimos a algunos ejemplos como paseos de
los niños a lugares recreativos, actividades con las madres de sociabilidad y recreación,
etc. Es de suma importancia que nos referimos a actividades generales de la pastoral, a
las cuales asista todo tipo de personas. Con esto queremos dar cuenta de que toda
actividad destinada exclusivamente a las familias de los internos es muy nociva. Porque
al realizar actividades para un sólo grupo de niños o madres, en este caso, hijos de
interno, lo que hace es reforzar la identidad de la cual no queremos se sientan parte,
eso sería ahondar en la exclusión. Es por esto que nos referimos por ejemplo a que los
niños puedan ser parte de grupos más amplios y diversos, como lo son las personas
con las cuales trabajan otros proyectos de la pastoral (Belén UC).
Actividades orientadas a dar testimonio de una integración que supera la
exclusión, atacar la sanción social
Como ya hemos dicho, una de las carencias más importantes para una familia
es el rechazo social que pueden sentir. Pero como efectivamente ese rechazo social es
una realidad a nivel social, la otra cara de la moneda son justamente los que excluyen a
los ex-interno y sus familias. Esta es una realidad que está por sobre Calcuta, que es la
mentalidad social, es un problema cultural, pero que claramente Calcuta puede ser
parte de un testimonio que ataque esta visión social del fenómeno. De esta manera con
un fundamento sociológico detrás, que está apoyado en la presente investigación,
queremos dar cuenta de lo positiva que resulta cualquier actividad destinada a dar a
conocer la realidad de las cárcel y los problemas que ésta suscita, como lo son las
consecuencias familiares aquí estudiadas. Es por esto que queremos destacar,
mediante este fundamento, los foros que realiza Calcuta, la feria navideña y otras
actividades que tiene entre sus fines una dimensión testimonial. Nuevas actividades de
este tipo pueden ser cualquier medio de publicitar la labor de Calcuta, sus experiencia
positivas con los internos, y los temas pendientes de los cuales se necesitan más
manos y cabezas trabajando. Y simplemente también otra disposición mental frente al
fenómeno de la delincuencia y la cárcel.
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Propuestas generales.
Luego de plantear algunas propuestas específicas sobre las dimensiones
tratadas en esta investigación, pasaremos a plantear propuestas generales que viene a
reforzar y expandir lo propuestos.
Calcuta en constante dialogo con Gendarmería y Capellanía
Por lo observado en lo dicho por los informantes claves nos podemos dar cuenta
como estas dos instituciones por la experiencia en su trabajo de años, tiene claros
diagnósticos de las necesidades y conflictos tanto de los interno como de sus núcleo
familiar. Pero estas instituciones tiene claras muchas de estas necesidades pero no las
pueden atacar debido a la falta de dinero y personal. Es justamente aquí, donde falta la
plata y las personas, surge el aporte fundamental del voluntariado. Esas demandas
pueden, en la medida de lo posible, ser abordadas por Calcuta y sus voluntarios. Que
quede claro, no es que Calcuta
haga la “pega” de estas instituciones, ya que es
necesario que el proyecto mantenga su independencia, para aportar de una forma
renovada a la realidad de las cárceles. Pero esto no significa que no exista el dialogo,
es más, si Calcuta quiere ser un aporte real a la vida de los internos, tiene que estar
atenta a la realidad de la cárcel, que es conocida en mayor medida por estas dos
instituciones. Es así como Calcuta puede estar al tanto de las necesidades reales de
los internos mediante su experiencia y la experiencia de estas dos instituciones. Es de
esta forma como en el dialogo pueden surgir muchísimas más propuestas que las que
puede presentar esta investigación.
Levantar informaciones sobre otras instituciones
Mediante el diálogo con Gendarmería y Capellanía, y su experiencia directa con
los internos, surgirán demandas que no estarán al alcance de las capacidades de
Calcuta. Un ejemplo claro de esto es la demanda de los internos por becas de
alimentación y reforzamiento escolar para sus hijos. Calcuta quizás no pueda dar una
de estas becas, ni está trabajando en el reforzamiento escolar de niños. Pero lo que si
puede hacer es vincular estas demandas con una institución que efectivamente lo
pueda realizar.
Un ejemplo claro es la posibilidad de que estos niños que necesiten
reforzamiento escolar sean incorporados a los talleres de Belén UC (otro proyecto de la
pastoral). Otro suceso similar, es la intención de los internos que ya han rendido la PSU,
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y quieren continuar estudios superiores. Claramente satisfacer una demanda como esa
está lejos de los objetivos de Calcuta. Pero lo que sí puede hacer el proyecto, es dar la
información necesaria a los internos de donde encontrar carreras y universidades que
otorguen becas y educación a distancia. Hay múltiples ejemplos como estos, que
involucre necesidades de los internos y de sus familias, pero que Calcuta no puede
satisfacer. Es por esto que Calcuta puede tener un catastro de instituciones que
otorguen las demandas más recurrentes de los internos. Y así poder dar la información
necesaria para que el interno se pueda vincular a una de estas instituciones y así cubrir
determinadas necesidades de él y su familia.
Establecer vínculos con otras instituciones
Puede parecer similar a lo planteado en la propuesta anterior, pero esta nueva
propuesta refiere a que Calcuta podría organizar un encuentro donde puedan entrar en
dialogo, y así enriquecerse mutuamente, distintas instituciones que trabajen sobre el
tema cárceles e internos. Hay múltiples instituciones “que están en lo mismo” pero que
no tienen mayor vínculo entre ellas, y en contados casos sólo se tiene el mutuo
conocimiento de la labor que realiza cada una. Si Calcuta quizás una vez al año pudiera
reunirse con fundaciones como Paternitas, Carlos Oviedo, Coartre y otras, en
encuentros donde representantes de todas estas instituciones tuvieran una jornada en
la cual pudieran entrar en dialogo y compartir experiencias, el proyecto se vería
fortalecido en nuevos conocimientos
y formas de abordar distintos problemas que
puedan surgir en su trabajo con los internos.
Nuevas investigaciones e intervenciones sociales
Ya hemos dicho que mediante el dialogo con las distintas instituciones con las
cuales pueda entrar en contacto Calcuta y mediante la escucha directa en su trabajo
con los internos, pueden surgir continuamente nuevas propuestas, creemos también
que puede ser muy enriquecedor para el proyecto el poder realizar nuevas
investigaciones como la aquí presentada. Será bueno que se genere un vínculo directo
con facultades que puedan otorgar nuevas prácticas que permitan levantar nueva
información mediante la investigación, o directamente intervenciones sociales, como las
que pueden hacer los estudiantes de carreras como trabajo social o psicología. Estas
prácticas no sólo pueden estar orientadas a descubrir nuevas tareas que pueda abordar
Calcuta ya que sabemos sus capacidades son limitadas, sino también poder
diagnosticar soluciones a posibles problemas en su trabajo voluntario, ya sean
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problemas organizacionales,
de trato directo con los interno u muchos otros
que
puedan surgir en el camino del voluntariado.
Potenciar un compromiso voluntario
Creemos que todas estas propuestas y muchas otras que puedan surgir en el
devenir del proyecto, pueden ser asumidas, enfrentadas y realizadas sólo si hay un
compromiso voluntario fuertemente constituido. Es por esta razón que el proyecto tiene
que asumir y responder a las bases desde las cuales fue creado, manteniéndose fiel a
su inspiración y traspasando ese fundamento a todo voluntario que ingrese a trabajar a
Calcuta. Sabemos que su pretensión está lejos de ser pura actividad, sino más bien
tener una base reflexiva que oriente esa actividad. Nos podemos referir y tomar de esto
porque sabemos que el proyecto está basado en la espiritualidad de la Madre Teresa y
en su compromiso por los despreciados entre los despreciados.
Grupo directivo
Como se ha podido notar muchas de las propuestas no se fundan cien por
ciento en la investigación realizada, pero lo que ha sucedido es que de las primeras
propuestas que si venían directamente de los hallazgos encontrados
han surgido
propuestas que viene a fortalecer las primeras y así se han ido concatenado unas a
otras. Es de esta forma como podemos plantear, para finalizar, una medida que surge
justamente para poder responder eficientemente a los propuesto. Sugerimos la
existencia de un grupo directivo, formalmente constituido, y dirigido por la coordinadora
del proyecto, el cual pueda hacer frente a las necesidades encontradas, poder
diagnosticar y proponer nuevas actividades, y ayudar en la formación de voluntarios y
todo lo necesario para que el proyecto pueda crecer en su ayuda a los internos y sus
familias, manteniendo su fundamento primero.
De esta manera damos por finalizadas las propuestas de nuestra investigación
agradeciendo la demanda y disponibilidad de Calcuta Cárceles UC junto con desearle al
proyecto el éxito en su misión acompañado el dolor encontrado en las cárceles.
También agradecemos la confianza que han depositado los internos y sus familias, para
abrirnos las puertas de una realidad tan dolorosa como es la reclusión, finalmente
damos las gracias a los informantes claves (gendarmería, trabajadores sociales y
agentes pastorales) que aportaron en la realización de esta investigación.
58
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Chilena de Ciencia Penitenciaria y Derecho Penal nº21.
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Marzo-Mayo 2008. “Mujeres en chile, nuestro mamarcado”.
60
Anexos
Glosario de variables
Funciones de la familia
Alteración de la vida sexual
Cambios en la planificación
familiar sobre reproducción
Perturbación de las
valoraciones sociales
Alteración de la disciplina
interna
Inseguridad en el trato social
Debilitamiento de las redes
sociales de la familia
Alteración del bienestar
material
Aparición de nuevas
necesidades
Inestabilidad emocional
Aumento de conflictos
familiares
Cambios en la identidad
personal y familiar
Resentimientos y
sentimientos de culpabilidad
Roles familiares
Contenido del rol
Desempeño del rol
Desplazamiento de roles
Relaciones sociales de la
familia
Alteración del acceso laboral
Dificultades en el normal desarrollo de las actividades
sexuales de la pareja.
Variación en las expectativas sobre la cantidad de hijos que
esperaba procrear la pareja.
Desarrollo de valoraciones al margen de las valoraciones
sociales. Pérdida del respeto y preocupación por la norma
social oficial; por la ley.
Pérdida de la autoridad al interior de las familias. Incapacidad
para producir discursos valóricos válidos al interior de las
familias.
Dificultad en el ejercicio de las relaciones sociales. Dificultad
en el establecimiento de nuevas relaciones sociales
Pérdida de vínculos, lazos, o relaciones, con personas ajenas
al núcleo familiar.
Cambios en la forma de vida material. Cambios en las
comodidades materiales: residencia, alimentación, vestuario,
etc.
Surgimiento de nuevas necesidades materiales asociadas a la
reclusión.
Cambios bruscos en los estados de ánimo de los miembros
de la familia caracterizados por periodos de profundo dolor y
estrés.
Surgimiento de situaciones conflictivas antes poco habituales
en la vida familiar. Falta de comunicación entre los miembros
de la familia.
Modificaciones en la identidad (en la manera de ser) de cada
uno de los miembros así como de la familia.
Juicios negativas hechos desde algunos de los miembros de
la familia sobre la responsabilidad que le corresponde a sí
mismo, o a otros miembros, en la actual situación de reclusión
y sus consecuencias.
Discurso de las expectativas que se tienen de un determinado
rol.
Correspondencia de las expectativas del rol con su ejecución
en la práctica.
Cambio/s del miembro titular que debe desempeñar un/os
rol/es al interior de la familia.
Modificaciones al acceso de un trabajo, a la mantención de
este, o su promoción.
61
Deterioro económico
Adaptaciones económicas
Alteración de la formación
educativa
Dificultades en la obtención
de acreditaciones
Adaptaciones educativas
Preservación de los valores
sociales
Rechazo social
Adaptaciones normativas
Deterioro en el acceso a bienes y servicios como
consecuencia de un deterioro en los salarios.
Estrategias que permitan enfrentar las dificultades
económicas.
Interrupciones o bajas de rendimiento en el proceso
educativo.
Restricciones que impidan continuar avanzando en el proceso
educativo.
Estrategias que permitan enfrentar las dificultades para
avanzar en el proceso educativo.
Respeto, valoración, y reproducción de los valores sociales
y/o la norma formalmente estatuida.
Pérdida de la estima social necesaria para la inclusión social
en contextos de poca confianza personal. Pérdida de la
confianza social.
Estrategias que permitan enfrentar la pérdida de la estima
social.
62
Pautas de entrevistas
Entrevista al Interno y a las familias
Evidentemente es la situación del interno y de su familia la que da origen tanto a
nuestra demanda -por parte de Calcuta Cárceles UC- como a nuestros objetivos de
investigación. Para poder abordar con la profundidad que pretendemos los efectos que
la reclusión puede generar sobre la familia de los internos resulta vital abordar a
quienes son objeto mismo de estos efectos. Recogiendo desde ellos sus valoraciones,
interpretaciones, y experiencias de vida.
Son estas entrevistas quizá las que otorgan un mayor valor agregado a las
interpretaciones que de nuestros esfuerzos se pueda obtener, ya que por medio de ellas
se contará con la perspectiva doble del interno recluido y con la muchas veces anónima
de la experiencia de la reclusión desde su hogar.
Para acceder al discurso sobre la experiencia de la reclusión desde el hogar se
privilegiará el acceso por medio de la mujer jefa de familia -sea madre o cónyuge- la
que con regularidad se constituye en depositaría privilegiada de las dinámicas al interior
de las familias.
Pregunta o subdimensión
Introducción
Objetivo de la pregunta o subdimensión
Acercarnos a la realidad familiar del
interno.
1 ¿Podrías describirnos (brevemente) a tu Conocer, desde una mirada propia,
familia? ¿Y como son las relaciones entre quienes componen su la familia del
ustedes?
interno. Quienes son considerados como
actores relevantes dentro de lo se
considera el núcleo familiar y como
percibe la cercanía de estas relaciones.
Descripción de la familia, cercanía y trato.
Efectos sobre los roles familiares
Explorar, de acuerdo a la descripción
familiar, si los diversos actores familiares
han visto afectado su rol al interior de la
familia del interno.
2 ¿Qué significa ser “rol”? ¿Cómo se Obtener desde las vivencias de los propios
defina un/a “rol”? ¿Qué es lo que hace un internos y sus familias una definición, o
“rol”? ¿Qué funciones posee?
aproximación, de lo que significan cada
Roles a indagar de acuerdo a la uno de los roles que ellos han nombrado
descripción de la familia:
como relevantes.
- Madre
- Padre
- Cónyuge
- Hijo
- Hermano
- Otros roles
3 ¿Se puede seguir siendo “rol” pese a la Contrastar, de acuerdo a las definiciones
reclusión? ¿Cómo se vive el “rol” desde/en y/o percepciones del interno y sus familias,
medio de esta situación de reclusión? si el hecho de su reclusión afecta
¿Cómo se sigue siendo “rol”? ¿Se puede? directamente en el desempeño de los
- Roles a indagar de acuerdo a la diversos roles familiares mencionados.
descripción de la familia.
63
4 ¿Han variado los papeles o roles que Indagar en la relación que pueda haber
cumple cada miembro al interior de la entre la reclusión del interno y posibles
familia?
modificaciones a los roles que cumplen los
miembros de la familia.
Efectos sobre la función afectiva
Explorar posibles alteraciones a nivel
afectivo dentro de la vida familiar del
interno.
5 ¿Ha surgido una inestabilidad emocional Indagar sobre los efectos emocionales o
entre los miembros de la familia? / ¿Se ha psicológicos que pudieran presentar
notado un mayor stress o preocupación al alguno de los miembros de la familia por la
interior de la familia? ¿En alguno/s de su/s reclusión del interno.
miembros?
6 ¿Han sido más frecuentes los conflictos Indagar si la ausencia o distanciamiento
al interior de la familia? / ¿Han tenido con el interno puede generar un deterioro
dificultades
para
entenderse
ó en las capacidades comunicativas de los
comunicarse?
miembros y un posible aumento del
conflicto.
7 ¿Ha cambiado tú forma de ser? ¿Ha Indagar
si
se
perciben
cambios
cambiado la forma de ser del interno? ¿Ha significativos en la identidad del interno así
cambiado la forma de ser (identidad) de la como de la identidad familiar. En
familia? ¿Siguen siendo lo que eran (antes comparación al periodo anterior a la
de la reclusión)?
reclusión.
Efectos sobre la función sexual
Explorar posibles alteraciones a la vida
sexual dentro de la vida familiar del
interno.
8 ¿Se ha visto modificada tú vida sexual Observar cuanto puede afectar la
de la pareja? ¿Cómo?
reclusión, marcada principalmente por el
distanciamiento físico, la vida sexual
dentro de la vida de la familia.
9 ¿Ha/n variado la/s planificación/ Indagar si la reclusión del interno ha
expectativas reproductivas de la familia?
significado una alteración en las
expectativas de reproducción familiar.
Efectos sobre la función del bienestar Explorar posibles alteraciones al bienestar
material
material de la familia del interno.
10 ¿Se ha visto afectado el bienestar Indagar si se han deteriorado algunos
material familiar? ¿De que forma? aspectos del bienestar material de la
¿Cómo? ¿En que se ha notado? familia del interno.
(Alojamiento, comida, salud, vestuario,
etc.)
11 ¿Por la situación de reclusión han Indagar si la situación de reclusión ha
aparecido nuevas necesidades materiales dado lugar a nuevas necesidades
en la familia? (Bienes y servicios)
materiales que la familia deba enfrentar.
Efectos sobre la relación familia / Sistema Explorar posibles alteraciones en la
económico
relación de la familia con el Sistema
económico.
12¿Se ha visto alterada la situación laboral Indagar dificultades en la generación del
de la familia? ¿Se puede acceder a un input familiar hacia el Sistema económico.
empleo acorde a las expectativas y a la Indagar en dificultades que este viviendo
formación? ¿Se ha tenido que abandonar la familia del interno para relacionarse con
un empleo? ¿Se ha dejado de postular?
el Sistema económico.
64
13 ¿Se ha visto afectado el ingreso
familiar? ¿Se ha visto alterado el crédito
de la familia? ¿De que forma? ¿Cómo?
¿En que se ha notado?
14 ¿Ha salido adelante económicamente
tú familia? ¿Cómo? Como lo sobrellevan,
como lo enfrentan.
Efectos sobre la relación familia / Sistema
educativo
15 ¿Se ha presentado una disminución de
los rendimientos educativos? ¿Se ha visto
interrumpido el proceso educativo de tú/la
familia?
16 ¿Se ha logrado la obtención de
acreditaciones en el sistema educativo
formal o convencional? ¿Se han
paralizado
las
acreditaciones
o
capacitaciones al interior de la familia?
(básica, media, técnica, superior) Antes y
después de la reclusión. ¿Han variado las
aspiraciones/expectativas
hacia
la
acreditación?
17 ¿Cómo pueden obtenerse futuras
acreditaciones? ¿Cómo podrían suplirse o
reemplazarse?
¿Cómo
podrían
reemplazarse
las
acreditaciones
académicas? ¿Cómo se ha enfrentado
esta dificultad para completar formación y
capacitación?
Efectos sobre la función socializadora
18 ¿Se ha visto afectado el respeto por las
normas sociales?
19 ¿Se ha visto afectada la enseñanza de
valores al interior de la familia?
20 ¿Se ha visto afectada la forma de
relacionarse de cada uno de los
integrantes de la familia con el resto de la
gente/sociedad? ¿Cómo los individuos de
la familia se enfrentan al resto de la
gente/sociedad?
Indagar posibles alteraciones del output
que la familia espera del Sistema
económico. Detectar si el output
económico de la familia se ha visto
alterado por la reclusión del interno.
Detectar las posibles adaptaciones que ha
desarrollado la familia del interno frente al
Sistema económico. Indagar como se
enfrentan las necesidades económicas en
este contexto.
Explorar posibles alteraciones en la
relación de la familia con el Sistema
educativo.
Indagar posibles dificultades en la
generación del input familiar hacia el
Sistema educativo. Indagar cuanto y cómo
puede alterar la reclusión del interno el
proceso educativo de su familia.
Indagar posibles alteraciones del output
que la familia espera del Sistema
educativo. Indagar si se han presentado
alteraciones a la obtención de acreditación
académica en la familia del interno
producto de su reclusión.
Detectar las posibles adaptaciones que ha
desarrollado la familia del interno frente al
Sistema educativo. Indagar como se
enfrentan las necesidades educativas en
este contexto.
Explorar posibles alteraciones a la
socialización de la familia del interno.
Indagar si la familia del interno tiene o
mantiene una preocupación por el respeto
a las valoraciones sociales pese a la
situación de reclusión.
Indagar si la reclusión del interno ha
afectado la validez de la familia como
difusora de valores entre sus miembros.
Indagar si la reclusión de los internos se
ha relacionado con inseguridades y/o
dificultades en el trato y desenvolvimiento
social de alguno de los miembros de la
familia.
65
21 ¿Se han visto afectados los
contactos/relaciones de la familia con el
resto de la gente/sociedad?
Efectos sobre la relación familia / Sistema
normativo
22 Alteración de la preservación de los
valores sociales
23¿Se les ha enjuiciado (estigmatizado)
por la relación con la reclusión? ¿Se ha
experimentado rechazo social? ¿Ha
habido discriminaciones hacia la familia o
hacia alguno de sus miembros por la
reclusión de uno de ellos?
24 ¿Cómo se ha enfrentado la pérdida de
la estima/respeto social? ¿Cómo se puede
sobrellevar?
Conclusión
25 ¿Hay otros efectos que ha causado la
reclusión, sobre su familia, que le gustaría
contarnos?
26 ¿Qué es lo que crees ha sido lo que
más ha impactado, de tú/la reclusión, a tú
familia?
¿Cuál
de
todas
estas
consecuencias son las más graves?
Indagar el posible deterioro de los nexos
entre los miembros de las familias y
personas externas al grupo familiar.
Indagar si las familias siguen siendo un
soporte de relaciones sociales tanto como
lo era antes de la reclusión del interno. (Se
sigue conociendo gente, pidiendo favores,
etc.)
Explorar posibles alteraciones en la
relación de la familia con el Sistema
normativo.
Evidentemente el hecho que uno de los
miembros de la familia se encuentre
recluido conlleva que el Sistema normativo
le haya adjudicado a la familia una falta a
la preservación de los valores sociales.
Por lo que a esta variable no se le asigna
una pregunta específica sino que solo se
le contesta mediante la preocupación por
la preservación de los valores sociales que
puede extrapolarse de la pregunta nº 18
dentro de los efectos sobre la función
socializadora.
Indagar posibles alteraciones del output
que la familia espera del Sistema
normativo. Indagar si se han presentado
alteraciones a la obtención de la
aceptación y estima social desde la
reclusión del interno.
Detectar las posibles adaptaciones que ha
desarrollado la familia del interno frente al
Sistema normativo. Indagar como se
enfrenta la necesidad de estima social en
este contexto.
Permitir al interno y su familia concluir
dando impresiones generales de su
situación al finalizar la entrevista.
Permitir incluir, dentro de nuestra
conversación sobre los efectos de la
reclusión, algún tema que no haya sido
considerado desde nuestra
operacionalización de los efectos de la
reclusión.
Permitir realizar una valoración de los
posibles efectos revisados. Permitiéndole
al entrevistado establecer cuáles de éstos
son los que más afectan a los miembros
de la familia, cuáles son sus principales
preocupaciones.
66
27 Si tuvieras la oportunidad ¿Qué le
dirías a tu familia? Sobre esta experiencia
de la reclusión que les ha tocado vivir a
todos. Quizá algo que no hayas tenido
oportunidad, o que sea muy difícil, de
expresar.
Esta
pregunta
ataca
la
variable
denominada ‘Resentimiento y sentimientos
de culpabilidad’ dentro de la subdimensión
‘Efectos sobre la función afectiva’. En ella
se pretende explorar
precisamente
posibles sentimientos de culpabilidad o
resentimientos que pudiera albergar el
interno hacia. Dado lo sensible de la
variable frente a la situación de reclusión
del interno hemos preferido tocar el tema
con la mayor sutileza posible dentro de la
amplitud que otorgan las preguntas de
cierre.
28 ¿Algo que quieras agregar?
Ceder la palabra para dar por finalizada la
entrevista.
Muchas gracias por su colaboración y Agradecer la colaboración y confianza del
confianza.
interno y su familia.
67
Entrevista a Informantes Clave
Nuestros informantes clave se caracterizan por ser profesionales de larga trayectoria en
temas de asociados a la reclusión. Todos ellos trabajando cotidianamente al interior de
los centros penitenciaros en trato directo con internos y sus familias. Familias de las que
en el largo plazo, sea como observadores directos o como depositarios de los discursos
de los internos, son capaces de hacer observaciones e interpretaciones valiosas para
nuestra investigación. Nadie mejor para interpretar la reclusión como quienes día a día
son observadores privilegiados de las sus efectos.
Al abordar a nuestros informantes clave asumimos que por medio de ellos podremos:
Obtener observaciones que condensen, desde la experiencia de nuestros informantes,
muchos casos como los nuestros. Establecer comparaciones entre estos casos y el
resto de la población penal, reconocer su particularidad. Permitirnos una visión de lo
que sucede con las familias una vez terminada la condena del miembro interno, ya que
en nuestras familias las condenas están en proceso de ejecución.
Pregunta o subdimensión
Introducción
Objetivo de la pregunta o subdimensión
Acercarnos a la realidad de la praxis
directa que ha tenido el informante en las
cárceles.
1 ¿Nos podría describir (brevemente) cual Conocer, desde la mirada externa pero
ha sido su trabajo con internos? Y ¿la directa, el trabajo que ha desarrollado el
experiencia que ha tenido con sus informante clave, con internos y sus
familias?
familias.
Efectos sobre los roles familiares
2 ¿Ud. cree que ha cambiado lo que
significa ser “rol” al interior de la familia?
¿Se ven modificados los contenidos /
funciones del rol como consecuencias de
la reclusión?
Explorar, de acuerdo a la descripción
familiar, si los diversos actores familiares
han visto afectado su rol al interior de la
familia del interno.
Obtener desde las vivencias de los
informantes una aproximación a los
posibles cambios del significado que tiene
para la familia de los internos, los distintos
roles que se viven al interior de ella.
Roles a indagar:
-Cónyuge
-Madre/padre
-Hijos/hermanos
3 ¿Se puede seguir siendo “rol” pese a la
reclusión? ¿Cómo se vive el “rol” desde/en
medio de esta situación de reclusión?
¿Cómo se sigue siendo “rol”? ¿Se puede?
Observar, de acuerdo a la experiencia de
los informantes, si el hecho de la reclusión
afecta directamente en el desempeño de
los diversos roles familiares.
4 ¿Han variado los papeles o roles que Indagar en la relación que pueda haber
cumple cada miembro al interior de la entre la reclusión del interno y posibles
familia de los internos?
modificaciones a los roles que cumplen los
miembros de la familia.
68
Efectos sobre la función afectiva
Explorar posibles alteraciones a nivel
afectivo dentro de la vida familiar los
internos.
5 ¿Se aprecia tras la reclusión un cambio Indagar sobre los efectos emocionales o
en la estabilidad emocional sobre los psicológicos que pudieran presentar
miembros de la familia? ¿En que se ha alguno de los miembros de la familia por la
notado?
reclusión del interno.
¿Se ha notado un cambio en los niveles
de stress o preocupación al interior de las
familias?
6 ¿Se aprecia tras la reclusión nuevos Indagar si la situación de reclusión puede
conflictos al interior de las familias? ¿Se generar un deterioro en las capacidades
alteran las relaciones / dinámicas comunicativas de los miembros de la
comunicativas en las familias? ¿De que familia y un posible aumento de los
forma? ¿En que se manifiesta?
conflictos.
7 ¿Cambian las identidades de los
internos (su forma de ser) por el hecho de
la reclusión? ¿Cómo?
¿Ha cambiado la forma de ser (identidad)
de la familia? ¿Siguen siendo lo que eran
(antes de la reclusión)?
Indagar si hay cambios significativos en la
identidad de los internos, y en la identidad
familiar. En comparación al periodo
anterior a su reclusión.
8 ¿Se observan sentimientos de culpa en Indagar si los informantes han observado
los internos por la situación en que está su sentimientos de culpa y/o resentimientos
familia por el hecho de la reclusión? ¿Se en los miembros de la familia.
observan resentimientos de algunos
miembros de la familia hacia el interno?
Efectos sobre la función sexual
9 ¿Qué tan (y cómo) se ve afectada la
vida sexual de los internos con sus
parejas, por el hecho de la reclusión?
10 ¿Varía la planificación / expectativas
reproductivas de la familia de los internos
una vez que este cae en la cárcel?
Efectos sobre la función del bienestar
material
11 ¿Se ve afectado el bienestar material
familiar por el hecho de la reclusión? ¿De
que forma? ¿Cómo? ¿En que se nota?
(Alojamiento, comida, salud, vestuario,
etc.)
Explorar posibles alteraciones a la vida
sexual dentro de la vida familiar del
interno.
Observar cuanto puede afectar la
reclusión, la vida sexual del interno y su
pareja.
Indagar si la reclusión del interno ha
significado una alteración en las
expectativas de reproducción familiar.
Explorar posibles alteraciones al bienestar
material de la familia del interno.
Indagar si se ha deteriorado el bienestar
material de las familias de los internos por
el hecho de la reclusión.
69
12 ¿Aparecen nuevas necesidades
materiales en las familias de los internos
asociadas a su situación de reclusión?
(Bienes y servicios)
Efectos sobre la relación familia / Sistema
económico
13 ¿Se ve alterada la situación laboral de
las familias? ¿Se puede acceder a un
empleo acorde a las expectativas y a la
formación? ¿Se tiene que abandonar
determinados empleos? ¿Se ha dejado de
postular?
14 ¿Se ven afectado los ingresos
familiares? ¿De que forma? ¿Cómo? ¿En
que cosas se puede notar?
15 ¿Logran estas familias salir adelante
económicamente? ¿De que forma?
Efectos sobre la relación familia / Sistema
educativo
16¿Se han visto interrumpidos los
procesos educativos? ¿Se han presentado
una disminución de los rendimientos
educativos?
Indagar si la situación de reclusión ha
dado lugar a nuevas necesidades
materiales que las familias deban
enfrentar.
Explorar posibles alteraciones en la
relación de las familias con el Sistema
económico.
Indagar posibles dificultades en la
generación del input familiar hacia el
Sistema económico. Indagar posibles
dificultades que vivan las familias del
interno para relacionarse con el Sistema
económico.
Indagar posibles alteraciones del output
que las familias esperan del Sistema
económico. Indagar posibles dificultades
que vivan las familias del interno para
relacionarse con el Sistema económico.
Detectar las posibles adaptaciones que
han desarrollado las familias de los
internos frente al Sistema económico.
Indagar
como
se
enfrentan
las
necesidades económicas en este contexto.
Explorar posibles alteraciones en la
relación de las familias con el Sistema
educativo.
Indagar posibles dificultades en la
generación del input familiar hacia el
Sistema educativo. Indagar cuanto y cómo
puede alterar la reclusión del interno el
proceso educativo de la familia.
17 ¿Se han logrado las obtenciones de
acreditaciones en el sistema educativo
formal?
¿Se
han
paralizado
las
acreditaciones o capacitaciones al interior
de las familias? (básica, media, técnica,
superior).
Antes y después de la reclusión. ¿Han
variado las aspiraciones / expectativas
hacia la acreditación?
Indagar posibles alteraciones del output
que las familias esperan del Sistema
educativo. Indagar si se han presentado
alteraciones a la obtención de acreditación
académica en las familias de los internos
producto de la reclusión.
18 ¿Cómo pueden obtenerse futuras
acreditaciones? ¿Cómo podrían suplirse o
reemplazarse?
¿Cómo
podrían
reemplazarse
las
acreditaciones
académicas? ¿Cómo se ha enfrentado
esta dificultad para completar formación y
capacitación?
Detectar las posibles adaptaciones que
han desarrollado las familias de los
internos frente al Sistema educativo.
Indagar
como
se
enfrentan
las
necesidades educativas en este contexto.
70
Efectos sobre la función socializadora
19 ¿Cree usted que las familias estiman
que se ha visto afectado el respeto por las
normas sociales? ¿Las familias han
perdido el respeto por la norma?
20 ¿Se ve afectada las enseñanzas de
valores al interior de las familias?
Explorar posibles alteraciones a la
socialización de las familias de los
internos.
Indagar si las familias de los internos
tienen y/o mantienen una preocupación
por el respeto a las normas sociales pese
a su situación de reclusión.
Indagar si la reclusión de los internos ha
afectado la validez de la familia como
difusora de valores entre sus miembros.
Indagar si la reclusión de los internos se
ha relacionado con inseguridades y/o
dificultades en el trato y desenvolvimiento
social de alguno de los miembros de la
familia.
21 ¿Se han visto afectadas las formas de
relacionarse de cada uno de los
integrantes de la familia con el resto de la
gente / sociedad? ¿Cómo los individuos de
las familias se enfrentan al resto de la
gente / sociedad?
22 ¿Se han visto afectados los contactos / Indagar el posible deterioro de los nexos
relaciones de las familias con el resto de la entre los miembros de las familias y
gente / sociedad?
personas externas al grupo familiar.
Indagar si las familias siguen siendo un
soporte de relaciones sociales tanto como
lo era antes de la reclusión del interno. (Se
sigue conociendo gente, pidiendo favores,
etc.)
Efectos sobre la relación familia / Sistema Explorar posibles alteraciones en la
normativo
relación de la familia con el Sistema
normativo.
23 Alteración de la preservación de los Evidentemente el hecho que uno de los
valores sociales
miembros de la familia se encuentre
recluido conlleva que el Sistema normativo
le haya adjudicado a la familia una falta a
la preservación de los valores sociales.
Por lo que a esta variable no se le asigna
una pregunta específica sino que sólo se
le contesta mediante la preocupación por
la preservación de los valores sociales que
puede extrapolarse de la pregunta nº 19
dentro de los efectos sobre la función
socializadora.
24 ¿Las familias se ven enjuiciadas Indagar posibles alteraciones del output
(estigmatizadas) por su relación con la que las familias esperan del Sistema
reclusión? ¿Experimentan el rechazo normativo. Indagar si se han presentado
social? ¿Se ven discriminaciones hacia las alteraciones a la obtención de la
familias o hacia alguno de sus miembros aceptación y estima social desde la
por la reclusión de uno de ellos?
reclusión del interno.
25 ¿Cómo enfrentan las familias la pérdida Detectar las posibles adaptaciones que
de la estima/respeto social? ¿Cómo lo han desarrollado las familias frente al
sobrellevan?
Sistema normativo. Indagar como se
enfrenta la necesidad de estima social en
este contexto.
71
Conclusión
26 ¿Hay otros efectos que sean causados
por la reclusión sobre las familias que le
gustaría contarnos?
27 ¿Según usted cual sería la realidad/
característica de la cárcel, que más
impacta a los internos (en particular) y sus
familias?
28 ¿Hay alguna política, programa o
proyecto específico (creado o no) que
considere usted puede ayudar a las
relaciones de los internos con sus
familias? ¿O alguna realidad particular que
se podría intervenir?
Permitir al informante concluir y dar
impresiones generales del tema, al
finalizar la entrevista.
Permitir al informante incluir, dentro de
nuestra conversación sobre los efectos de
la reclusión, algún tema que no haya sido
considerado
desde
nuestra
operacionalización del tema.
Permitir al informante resaltar cual de
estos efectos tratados considera es la
realidad más impactante de la cárcel, u
otro efecto que no haya sido tratado, que
considere él, sea lo que más afecte a los
internos y sus familias.
Tener una aproximación a algún tipo de
intervención social que aborde y de
respuesta a las necesidades presentadas
por los internos y sus familias, que puedan
ayudar a un aumento de la calidad de vida
del interno y su familia.
29 ¿Algo que quiera agregar?
Ceder la palabra para dar por finalizada la
entrevista.
Muchas gracias por su colaboración y Agradecer la colaboración y tiempo del
confianza.
informante.
72
Rejilla resumen de resultados
Efectos sobre la
función sexual
Efectos sobre la
función
socializadora
Vida sexual de pareja
-
Falta intimidad. Compromiso de pareja.
Estrés y desgano. Se supera con el tiempo.
Planificación familiar
-
Tema estaba cerrado, habían operaciones.
Si pueden tenerlos la reclusión afecta.
Valoraciones sociales
-
Se siguen respetando las valoraciones sociales
Disciplina interna
Inseguridad en el trato
social
Debilitamiento de las
redes sociales
Alteración del
Efectos sobre la bienestar material
función del
bienestar material Aparición de nuevas
necesidades
Efectos sobre la
función afectiva
- Se continúa con la enseñanza de buenos
valores
-
Pérdida de los vínculos débiles.
Tendencia al retraimiento-aislamiento de la
familia.
- Menor de lo esperado, no es una perturbación
importante
-
-
Las asociadas a la visita.
Inestabilidad
emocional
-
Gran inestabilidad.
Estrés.
Depresiones.
Aumento de conflictos
familiares
-
Bajos conflictos.
Mejora en las comunicaciones.
Cambios en la
identidad personas y
familiar
- Cambios a nivel personal y familiar, se sienten
mejores personas
-
Resentimientos y
culpabilidad
Efectos sobre el
rol de madre
Efectos sobre el
rol de padre
Se enfrenta al otro con inseguridad.
-
Conciencia del daño familiar por parte del
interno.
Frustración, impotencia y cansancio de la
familia.
Contenido del rol
Apoya, acompaña, educa. Entrega amor.
Desempeño del rol
Se puede ejercer el rol. Acompañante incondicional.
Reasunción de roles
Se refuerza el su rol al interior de la familia.
Contenido del rol
Responsabilidad, compañía, ayuda, valores.
Desempeño del rol
Se puede ejercer el rol.
Reasunción de roles
Cambios en la dinámica interna de la familia.
73
Efectos sobre el
rol de cónyuge
Efectos sobre el
rol de hijo
Contenido del rol
Acompañante, amor. Se hace familia.
Desempeño del rol
Se puede ejercer el rol de manera incompleta.
Reasunción de roles
No
Contenido del rol
Lo más importante en la vida.
Desempeño del rol
Se puede ejercer el rol.
Reasunción de roles
Se aumentan las responsabilidades.
Acceso laboral
Familia / Sistema
Deterioro económico
económico
Estrategias de
sobrevivencia
económica
Formación educativa
Dificultades en la
obtención de
Familia / Sistema acreditación
educativo
académica
Estrategias de
sobrevivencia
educativa
Preservación de los
valores sociales
Familia / Sistema Rechazo social
normativo
Estrategias se
sobrevivencia
normativa
- Hay quienes han mantenido sus pegas.
Pero hay alteraciones directa consecuencia de la
reclusión.
- Deterioro económico menor de lo esperado.
- Reos hijos/cónyuges y Mujeres activas.
- Esfuerzo.
- Familia y trabajo independiente.
- Omitir antecedentes.
-
Continúa la educación.
-
No hay dificultades (Un caso sí).
Hay facilidades para nivelar estudios.
-
Educación y capacitación intrapenitenciaria.
- Hay preservación de valores. Véase efectos
sobre la función socializadora.
retrae
-
Se hace sentir constantemente. la familia se
Aislamiento familiar.
Retraimiento de la red familiar.
Fortalecimiento de los vínculos fuertes.
74
Rejillas de comparación de informantes
Efectos sobre las funciones de la familia
Subdimensión
Efectos sobre
la función
sexual
Efectos sobre
la función
socializadora
Efectos sobre
la función del
bienestar
Variable
Alteración de la
vida sexual de
pareja
Familiares
Internos
Informantes Clave
Alterado por el espacio poco
apropiado y por la frecuencia.
Realizado por compromiso
Alterado por la menor
frecuencia y por el espacio
poco apropiado.
Cambios en la
planificación
familiar sobre
reproducción
No hay cambios, mujeres
operadas antes de la reclusión.
Cuando se puede continuar con
la reproducción familiar, la
reclusión afecta las expectativas
Perturbación de las
valoraciones
sociales
Se dice continuar con una
buena valoración de las normas
socialmente aceptadas
No hay cambios, mujeres
operadas antes de la reclusión.
Cuando se puede continuar con
la reproducción familiar, la
reclusión afecta las
expectativas
Se dice continuar con una
buena valoración de las normas
socialmente aceptadas
Alterado por lo poco apropiado de
los “camaros”, lugares para tener
relaciones. Continencia, casos de
rompimiento de la relación.
Generalmente se continúa con la
reproducción, los hijos “llegan”.
Alteración de la
disciplina interna
Se dice continuar con una
buena enseñanza de valores
Se dice continuar con una
buena enseñanza de valores
Inseguridad social
Debilitamiento de
las redes sociales
de la familia
Relaciones sociales afectadas,
la situación de sus familiares
recluidos ocultada
Un retraimiento en la
sociabilidad y los contactos que
ésta genera.
Reconocen en menor medida
dificultades en las relaciones
sociales de su familia
Dicen no haber debilitamiento
de redes sociales
Alteración del
bienestar material
Reconocimiento de alteración
en el bienestar material
Los internos “hijos” niegan
alteración. Los internos
“padres” si observan bienestar
material afectado.
Existe tendencia a fortalecer las
normas cuando se observan las
consecuencias del error cometido,
también sucede lo contrario, por el
error cometido se deslegitima la
autoridad para imponer normas.
Depende de cómo asuma el delito
la familia.
Mucha inseguridad en las
relaciones sociales, sobretodo a la
hora de la reinserción
Parte importante de la población
penal no tiene redes de lazos
débiles, los cuales aportan
recursos de todo tipo.
Disminución en el bienestar, por
falta del padre proveedor
75
material
Efectos sobre
la función
afectiva
Todos reconocen aparición de
nuevas necesidades
Opiniones muy diversas
algunos niegan la aparición de
necesidades, otros las afirman
Aparición de nuevas necesidades
asociadas a la visita al interno,
locomoción, mercadería, y todo tipo
de necesidades del interno
Impacto emocional y
psicológico negativo
Dolor “tremendo”, todo gira entorno
al familiar recluido.
Aumento de
conflictos familiares
Discurso unánime sobre fuertes
inestabilidades y muchas
depresiones
Afirman más amor y unión en la
familia
dicen que hay más amor y
unión en la familia (un solo
caso reconoce conflictos)
Existencia de conflictos, problemas
de comunicación, conflictos
asociados a la reintegración familiar
post-reclusión
Deformación de la
identidad personal
y familiar
cambios positivos, algunas
afirman haber cambiado a un
carácter más fuerte
internos dicen ser mejores
personas y sus familias
mantenerse o mejorar, un caso
en que se indica lo contrario
Resentimientos y
sentimientos de
culpabilidad
manifiestan cansancio y dolor
Reconocen errores y el dolor
que han causado en sus
familias
Cambios en el interno y en las
familias, “nadie sale igual de esta
experiencia”. Cambia la dinámica
familiar, puede traer problemas en
la reintegración del interno en el
hogar.
Casos de autocrítica, otros de rabia
contra el interno, resentimientos,
culpabilidad entre los miembros de
la familia, y casos de apoyo al
familiar caído
Aparición de
nuevas
necesidades
materiales
Inestabilidad
emocional
76
Efectos sobre las interacciones familiares*
Subdimensión
Efectos sobre
el rol de madre
Efectos sobre
el rol de padre
Variable
Cambios en el
contenido del rol
Familiares
Internos
Informantes Clave
Dedicada, en el amplio sentido,
a los hijos.
Les enseña sobre valores y
bien.
Principalmente caracterizado
por la afectividad, entregar
cariño.
Enseñar sobre lo que es bueno
y malo.
Alteración en el
desempeño del rol
Se requiere de un mayor
esfuerzo.
Apoyo incondicional al interno.
Ampliación de sus labores.
Se sigue siendo madre.
Aún más cercana.
Reasunción de
roles
Al estar el padre interno se
asume un rol de papá y mamá.
Se asumen más
responsabilidades.
Manifiestan una continuidad en
el desempeño del rol de madre.
Actor permanente en la vida del
interno.
Relación afectiva que esta siempre
presente acompañando.
Fuente de amor y afecto
incondicional.
La madre no cuestiona, su relación
se basa en lo afectivo.
Protege a su hijo.
Permanece acompañando,
cumpliendo, como madre.
Continúa con su rol de madre.
Cambios en el
contenido del rol
Figura de autoridad, importancia
y responsabilidad; que educa,
protege, y da apoyo al interior
de la familia.
Alteración en el
desempeño del rol
Se continúa siendo padre
aunque con dificultades.
El rol se ve afectado.
Enseñan sobre valores, forman
para tomar buenas decisiones.
Entrega de amor.
Ser padre es una razón de
vida.
Se puede seguir siendo padre.
Pero como padre-interno se
expresa un rol incompleto.
Reasunción de
roles
Al estar ausente el rol de padre
en el hogar éste se desplaza
hacia la mujer cabeza de
familia.
Expresan una continuidad en el
desempeño del rol.
Se redescubre la importancia del rol
de padre al interior de la familia
para el interno. Se dan cuenta de lo
que no han hecho. Empiezan a
valorar lo que pueden hacer.
Mayor preocupación por cumplir el
rol. Quieren realizarlo de una
mejora forma. Les preocupa
acercarse a los hijos y causar una
buena impresión en ellos.
Se pierde el rol cotidiano que se
cumplía al interior de hogar.
77
Efectos sobre
el rol de
cónyuge
Relación afectiva de compañía y
apoyo constante.
Hay una preocupación por el
otro.
Se puede cumplir con el rol si se
tiene compromiso y esfuerzo.
Relación de amor y
responsabilidad hacia el otro.
Reasunción de
roles
Cambios en el
contenido del rol
Se mantiene e incluso puede
mejorar.
Sin variación.
Son lo más importante en la
vida de los padres.
Ser responsable frente a los
padres y entregarles amor.
Alteración en el
desempeño del rol
Mantiene, o incluso mejora, su
valoración positiva de la familia
y sus miembros.
Reasunción de
roles
Sin variación.
La distancia física que conlleva
la cárcel afecta el desarrollo del
rol de hijo que se ve
revalorizado.
Dependiente de la edad.
Hijos grandes pueden asumir
mayores responsabilidades.
Cambios en el
contenido del rol
Alteración en el
desempeño del rol
Efectos sobre
el rol de hijo
La continuidad del rol depende
del compromiso de la pareja.
Se es acompañante a la distancia.
Se separan los mundos de la
cárcel, propio del interno, y el
mundo de la familia.
Las relaciones de pareja se ven
muy afectadas por el sistema
carcelario (visitas, humillaciones,
pérdida de la intimidad).
Se siente la lejanía de la pareja y la
necesidad de compañía.
La mujer que esta afuera se cansa.
La relación puede llegar a su fin por
el desgaste y cansancio.
Son afectados tanto por su
conducta del padre como ejemplo,
como por su situación de reclusión.
Resiente la falta de un padre.
Es difícil relacionarse con un padre
ausente. Pueden perderse códigos
y lenguaje común.
Es difícil rehacer la relación con el
padre cuando este ha estado
ausente.
Se sabe ser hijo solo de la madre.
* Se ha reducido la información a los 4 cuatro roles principalmente mencionados en las familias estudiadas. Estos no fueron impuestos por los investigadores. También se recogieron
datos sobre abuelos, hermanos, sobrinos, y tíos; la marginalidad de los datos sobre estos roles hace poco práctica una comparación entre las fuentes de información.
78
Efectos sobre las relaciones sociales de la familia
Subdimensión
Efectos sobre
la relación
familia /
Sistema
económico
Variable
Alteración del
acceso laboral
Deterioro
económico
Adaptaciones
económicas
Efectos sobre
la relación
familia /
Sistema
educativo
Alteración de la
formación
educativa
Dificultades en la
obtención de
acreditación
académica
Adaptaciones
educativas
Familiares
Internos
Informantes Clave
Aunque las dificultades en el
acceso laboral no aparecen
como una situación extendida
estas son consecuencia directa
de la reclusión.
Se puede generar un deterioro
económico que es superado en
el tiempo.
Trabajar y luchar mucho.
Trabajo independiente.
Ayudándose de familiares y
conocidos.
Aunque las dificultades en el
acceso laboral aparecen como
una situación escasa estas son
consecuencia directa de la
reclusión.
No ha existido deterioro
económico.
Se manifiestan algunas
alteraciones al inicio de la
reclusión.
Luego la formación ha
continuado con normalidad.
La cárcel ofrece facilidades para
nivelar estudios y capacitarse.
Los procesos educativos se
han desarrollado con
normalidad.
Aprovechar las oportunidades
que da la reclusión para nivelar
estudios.
Mientras se está en la cárcel se
sigue estudiando. Pero afuera
hay prioridad por trabajar, por
conseguir dinero.
Actúa la sanción social sobre quien
ha estado preso. Sus antecedentes
dificultan el acceso al empleo.
La familia lo oculta porque puede se
objeto de sanción.
Si el interno era la única, o principal,
fuente de ingreso la familia puede
verse desprotegida.
Trabajar desde la cárcel mientras se
es interno. La mujer busca empleo
de baja calificación o en comercio
informal. La familia los ayuda.
Se puede solicitar omitir los
antecedentes para buscar empleo.
No hay alteraciones graves.
Si se cae preso cuando se esta
estudiando.
En la familia puede afectar como
momento de crisis al caer preso.
Se le ha dado importancia a la
educación al interior de las cárceles
por parte de la autoridad. Y los
internos han mostrado interés en
acreditarse.
Se están aprovechando las
facilidades que da la reclusión para
estudiar y capacitarse. Otorga
buena conducta y no hay costos
alternativos de tiempo.
Se sale adelante con esfuerzo.
Trabajando de manera
independiente. Y con ayuda de
la familia.
Para quienes necesitan nivelar
la educación escolar se dan
facilidades para la acreditación
en reclusión.
79
Efectos sobre
la relación
familia /
Sistema
normativo
Alteración de la
preservación de los
valores sociales
No. La familia a continuado
respetando y enseñando los
valores sociales.
No hay alteraciones.
Cualquier desviación era
anterior a la reclusión.
Los menores pueden resentir la falta
de autoridad. No se manifiesta
como un efecto extendido.
Estigma y rechazo
social
Se han sentido rechazos y
enjuiciamientos.
Aunque esta situación
manifiesta no ser tan conciente
para la familia.
Sí. La gente y los conocidos
estigmatizan como delincuente
y hablan mal del interno y su
familia.
Adaptaciones
normativas
Se tiende a ocultar la situación
hacia el exterior de la familia.
La familia se aísla de la gente,
se ignoran los comentarios.
Se enfrenta y se asume.
Se contraen y apoyan hacia la
familia. No importa el exterior,
otra gente.
Se genera en la sociedad un
estigma que conlleva una sanción
social permanente. Vergüenza entre
los conocidos y en el barrio.
Las personas no están dispuestas a
apoyar a los internos y sus familias.
Es normal que se oculte la situación
de reclusión.
Las relaciones se retraen al núcleo
familiar, dándose una tendencia al
aislamiento social.
Familiares
Internos
Informantes Clave
Otros efectos
Conocer la realidad carcelaria. Tanto
en su cotidianeidad como en sus
procedimientos.
Valoración del
impacto
Saber que un familiar está en la
cárcel.
No poder estar juntos como familia.
No poder estar con la familia, y estar
preocupado por ellos.
La realidad carcelaria. Convivencia con
reos peligrosos, humillaciones, y abusos
de gendarmería.
Estar en la cárcel, presos, y alejados de su
familia.
El impacto del sistema carcelario.
El desafío de reintegrar al interno al
hogar. Comunicación segmentada
entre el interno y su familia.
Revaloración de la vida familiar.
Reintegrar al interno al hogar una vez
que este sale libre.
Enfrentar el estigma social que la
situación genera.
80