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LIGA COLOMBIANA
POR LA VIDA CONTRA EL SUICIDIO
UN CAMINO DE ESPERANZA
Por:
Leonardo Aja Eslava
Psicólogo – Experto en Drogodependencias
Bogotá, Septiembre de 2006
Suicidio y Prevención
-2-
TABLA DE CONTENIDOS
Una mirada global a nuestro contexto actual ................................................. 3
Breve mirada del suicidio en Colombia .......................................................... 4
Generalidades sobre los factores influyentes en el suicidio ........................ 5
Ideación e intentos previos de suicidio ................................................................ 6
Sexo .................................................................................................................... 7
Edad .................................................................................................................... 7
Suicidios cercanos o en la familia ........................................................................ 8
Trastornos afectivos ............................................................................................ 8
Perdidas recientes ............................................................................................... 9
El Consumo de SPA y su Relación con el Riesgo de Suicidio ...................... 9
El papel de la prevención ............................................................................... 13
La esperanza ................................................................................................... 16
GRÁFICA 1: Consumo de alcohol, tabaco y marihuana alguna vez en la vida. 16
GRÁFICA 2: Consumo de alcohol, tabaco y marihuana en el último año. ......... 16
GRÁFICA 3: Consumo de alcohol, tabaco y marihuana alguna vez en la vida (resumen). ......................................................................................................... 17
GRÁFICA 4: Consumo de alcohol, tabaco y marihuana en el ultimo año (resumen). ......................................................................................................... 17
GRÁFICA 5: Ideación e intentos de suicidio en la vida y en el último año ......... 18
Bibliografía ...................................................................................................... 20
Suicidio y Prevención
-3-
Un Camino de Esperanza
Por: Leonardo Aja Eslava1
Psicólogo Experto en Drogodependencias
Liga Colombiana por la Vida contra el Suicidio
Una mirada global a nuestro contexto actual
Muy a menudo escuchamos una pregunta que dice “¿Qué le está pasando a nuestra juventud hoy
en día?” y podríamos sospechar que es una exageración, que siempre se ha dicho lo mismo de la
juventud independientemente del tiempo y la época. Más allá de que se pueda tratar de una frase
más de cajón, de unos adultos intolerantes ante unos jóvenes rebeldes y contestatarios, hay
evidencias reales que permite afirmar que efectivamente hoy está sucediendo algo que está
colocando a nuestros jóvenes en unas condiciones de riesgo mayor que en otros tiempos. Vamos
solo a mencionar muy rápidamente algunos de esos cambios:
La globalización no es una moda, es un hecho.
El desempleo no es un problema de Colombia, es una tendencia mundial.
En la era del conocimiento o de la información, no cuenta cuanto sabes sino que haces con lo que
sabes (ACCION enfocada).
Hoy el conocimiento se duplica cada 5 años, es decir que cuando un profesional universitario se
gradúa ya está desactualizado:
La soledad, el aislamiento y la fragmentación de la familia son la tendencia más clara en los
ambientes urbanos.
Un hogar promedio requiere de por lo menos TRES ingresos para poder subsistir (sobrevivir).
Lo anterior ha generado que las mujeres entren masivamente al mundo laboral.
En la actualidad, hay un aumento de los divorcios: Al cabo de 5 años el 50% de las parejas se
están separando.
Por lo tanto, los sociólogos hablan ya de un nuevo modelo de familia: las monoparentales.
Por demás, los padres pasan muy poco tiempo con sus hijos.
Claro está, cuando deciden tener hijos, porque la tendencia actual es a no tenerlos.
O si los tienen, es después de haber culminado todas sus realizaciones profesionales, de tal
manera que cuando tienen hijos, ya son “abuelos”.
El importante incremento en el consumo de alcohol y otras SPA.
Las mujeres hoy son más vulnerables frente al consumo.
1
[email protected]
Suicidio y Prevención
-4Incremento de los embarazos juveniles.
Aumento del suicidio entre los 15 – 24 años.
La anorexia no es un trastorno exclusivo de los estratos altos.
Los modelos de identificación de los adolescentes son las tribus urbanas más que sus familias.
La tendencia a la mediocridad de la educación (Esto una verdad a voces entre todos los
educadores) junto con la imposibilidad de los educadores para poder hacer algo al respecto.
Podríamos mencionar más cosas, pero con las que hemos enumerado es más que suficiente para
saber que no son fáciles ni sencillas las condiciones, amenazas y adversidades que circundan a
nuestros hijos hoy en día. La gran pregunta es: ¿Y que vamos a hacer?
Breve mirada del suicidio en Colombia
Una de las problemáticas que más ha generado conmoción en los últimos meses, es la situación
del suicidio. Es lamentable que tengan que morir niños y jóvenes para que sea un tema noticia y
pueda robar un poco algo de nuestra atención.
En Colombia, el suicidio es un tema al que se le ha dedicado poca atención comparativamente con
otras problemáticas. Sin embargo, las dimensiones del problema son más grandes de lo que la
mayoría podría pensar. Primero veamos un poco la evolución de las tasas de suicidio en Colombia
desde 1994 hasta el 2005.
Tabla 1
Tasas de Suicidio en Colombia: 1994 – 2005
AÑO
CASOS
TASAS
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
1.501
1.590
1.613
1.692
2.046
2.089
2.070
2.058
2.045
1.938
1.817
4,0
4,1
4,1
4,2
5
5
4,9
4,8
4,7
4,4
4,0
2005
1.786
3,9
Podemos apreciar muy claramente que ha tenido un ascenso y descenso en los últimos 12 años.
Que ahora estemos en un momento decreciente con respecto a la tasa, no significa que podemos
tranquilizarnos y olvidarnos del problema. Veremos porqué: Si se toman en consideración todos los
Suicidio y Prevención
-5casos de personas que han muerto por suicidio en Colombia desde 1984 a la fecha y se le compara
con las muertes causadas por el VIH/SIDA, para sorpresa de muchos, las muertes por suicidio
tranquilamente pueden duplicar o triplicar las defunciones por la infección. ¿Sorprendidos?. Pues es
así la cosa: dicho de manera más cruda y descarnada, el suicidio puede ser mucho más mortal para
un joven que el mismo SIDA.
El otro punto que hace dramática la situación del suicidio en Colombia, es por la población a la que
más está afectando. Concretemos esta afirmación mirando los casos de suicido en Colombia
discriminando por la edad de las personas.
Tabla 2
Casos de suicidio de acuerdo a la edad: 1996 – 2005
RANGO
EDAD
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
Total
%
05 - 14
60
49
76
82
84
66
94
66
70
61
708
4%
15 - 24
562
575
747
699
751
749
737
635
575
519
6.549
34%
25 - 34
396
432
584
506
481
467
484
452
378
349
4.529
24%
35 - 44
238
264
309
307
300
296
304
284
241
235
2.778
15%
45 - 59
197
196
216
247
257
273
243
285
246
219
2.379
12%
60 - mas
149
163
172
230
189
194
175
201
186
172
1.831
10%
Sin dato
11
13
0
18
8
11
8
15
5
231
320
2%
1613
1692
2.104
2.089
2.070
2.056
2.045
1.938
1.701
1.786
19.094
100%
Total
Como puede verse claramente en la Tabla 2, el mayor porcentaje de casos de suicidio se registra
en el rango de edad entre los 15 y 24 años, que corresponde a la mayoría de muchachos en edad
escolar y formación universitaria. Este hecho es preocupante. La diferencia de Colombia con Estados
Unidos es que si bien ellos registran incrementos importantes de muertes por suicidio en esta franja
de edad, el mayor riesgo esta por encima de los 45 años. No es así para Colombia como ya vimos.
Podríamos mostrar más datos sobre el suicidio, pero con las tablas anteriores es más que
ilustrativo para tener un mediana idea de la dimensión del problema. En este momento, obviamente
surge la pregunta: ¿Y por qué se suicidan los jóvenes?
Generalidades sobre los factores influyentes en el suicidio
Para poder responder a la pregunta anterior, debemos tener presente que el suicido, al igual que
muchas otras conductas humanas, es el resultado de la conjugación de múltiples factores, variables y
circunstancias que lo hacen posible. Sin embargo, no bastan con enumerar los factores sino que es
necesario comprender la interacción entre ellos. Además, estos factores tienen influencia en
diferentes momentos de la vida del sujeto o están presentes en diferentes esferas de la dinámica
psicológica del individuo. Es así, que pueden existir factores que incrementan el riesgo y otros que
Suicidio y Prevención
-6protegen frente al suicidio. Según Adam y White (Adam, 1990; White, 1998) estos factores se pueden
clasificar en cuatro grandes categorías que son:
a) Factores predisponentes: son aquellos que colocan al sujeto en una condición de mayor
vulnerabilidad frente al suicidio. Pueden ser factores como historia familiar de suicidio, depresión u
otros trastornos psiquiátricos, pérdidas en la infancia, aislamiento social y otros más. El factor de
la existencia de antecedentes de suicidio en la historia familiar se pueden entender tanto desde la
perspectiva de aprendizaje social, como desde la mirada biológica y los predisponentes hacia los
trastornos depresivos.
b) Factores contribuyentes: son aquellos que pueden exacerbar el riesgo de suicidio existente. El
consumo de SPA incluido el alcohol son la mejor representación de este tipo de factores. También
entran las deficiencias en estilos de afrontamiento, la impulsividad, estilos cognitivos muy rígidos y
baja tolerancia a la frustración entre otros.
c) Factores precipitantes: son aquellos que pueden disparar o desencadenar una actuación suicida
en un sujeto que esté en riesgo. Estaría dentro de esta categoría pérdidas recientes, trauma
individual, humillaciones o una situación de crisis emocional en curso. Los factores precipitantes
son lo que las personas coloquialmente denominan como las “causas” del suicidio: la novia
terminó la relación, el joven se suicida, por ende, la mirada hacia la joven es que ella fue la
culpable del suicidio del muchacho.
d) Factores protectores: son condiciones que aminoran el riesgo de suicidio. La prevención del
riesgo de suicidio trabaja precisamente en la promoción de muchos de estos factores. Dentro de
estos factores podemos mencionar la promoción de una educación emocional sana, el
fortalecimiento de la resiliencia y estilos de afrontamiento adaptativos por mencionar algunos.
Ahora le daremos una mirada muy breve a los principales factores indicadores de riesgo, para
poder entender de una forma muy general la interacción que se puede presentar entre ellos.
Ideación e intentos previos de suicidio
La ideación suicida es el primer gran indicador de riesgo. Este es el indicador por excelencia del
riesgo de suicida; si no está presente este, los demás carecen totalmente de sentido. Hace referencia
no solo al carácter persistente, fijo u obsesivo de la idea suicida, sino también a su comunicación,
bien sea verbal o escrita (SIEC, 1998). La persona puede tener la idea y solo referirla en la consulta o
bien puede dar a entender sus intenciones a las personas cercanas. Cuando una persona habla de
quererse morir o desear suicidarse, hay que tomar en serio los llamados de atención y más aún si
estos son reiterativos. Distintos autores afirman que el mejor indicador del riesgo de suicidio sigue
siendo la afirmación del paciente del intento de suicidio (Freemann y Reinecke, 1995; Maris, 1992).
Suicidio y Prevención
-7Por su parte, Shneidman señala en uno de los puntos de su decálogo de los aspectos más comunes
en el suicidio, como el acto interpersonal común en el suicidio es la comunicación de la intención
(Shneidman, 1993). Es tan importante este indicador, que dentro de las diferentes formas de
evaluación psicométrica del riesgo de suicidio, existen instrumentos específicos solo para evaluar la
ideación suicida (Brown, G. 2002).
Examinando los intentos de suicidio como condición de riesgo: “Los antecedentes de intentos de
suicidio singulares o recurrentes con o sin los trastornos psiquiátricos mencionados más arriba, son
factores de riesgo importantes para el comportamiento suicida” (Bertolote, 2001). Se considera que la
presencia de intentos previos aumenta el riesgo de suicidio en un futuro (Freemann y Reinecke, 1995;
Slaikeu, 1988; Maris, 1992; Wilson, 1991). La estadística oscila entre 1% y 2% en curso del primer
año y un 15% en el curso de la vida. En un estudio realizado con adolescentes mujeres que murieron
por suicidio, se encontró que un 63% de ellas habían tenido intentos de suicidio (González, 2005). En
otros estudios de casos de suicidio consumado, se ha observado que en muchos de ellos existían
antecedentes de intentos previos (Sarró y De la Cruz, 1991). Algunos estudios retrospectivos de
suicidios consumados, revelaban que aproximadamente un tercio de las personas que se habían
suicidado, habían tenido intentos previos (Freemann y Reinecke, 1995).
Lo anterior es
particularmente relevante porque implicaría que las dos terceras partes restantes de los suicidios
consumados, serían el resultado de un primer y único intento. Antes del intento, estuvo la idea.
Sexo
Es una variable que incide en la probabilidad de la acción suicida. Revisando las estadísticas de
diferentes localidades y en diferentes años se ha podido determinar la siguiente tendencia: por cada
hombre que hace un intento de suicidio, existen 3 mujeres que realizan intentos, pero por cada mujer
que logra cometer el suicidio existen 3 hombres que logran su propósito. Esto es equivalente a decir
que el 75% de los suicidios consumados son efectuados por hombres. La proporción puede cambiar
un poco de un lugar a otro pero a la fecha, esa es la tendencia que sigue vigente (Sarro y De la Cruz,
1991; Kaplan, Sadock & Grebb, 1994; Freedman, Kaplan y Sadock, 1984; Slaikeu, 1988; Maris, 1992;
Garland y Zingler, 1991; Wilson, 1991). Para el caso de Colombia, en el año 2005 la proporción fue
de 4 hombres por cada mujer, la misma tendencia observada en el año 2004 (González y Hernández,
2006).
Edad
Se tiene como premisa que las tasas de suicidio van en aumento con la edad (Kaplan, Sadock &
Grebb, 1994; Slaikeu, 1988; Freemann y Reinecke, 1995; Wilson, 1991). Aquí hay que analizar varios
puntos. Son mayores las tentativas en las personas jóvenes que en las personas de edad. Este
hecho se ve reflejado por ejemplo, con el método empleado: el método más observado en casos de
intentos y en los adolescentes es la sobredosis, habitualmente con medicamentos (Garland y Zingler,
Suicidio y Prevención
-81991). Sin embargo, en Colombia el mayor riesgo de suicidio está comprendido entre los 15 y 24
años de edad (Hernández, 2003) y esta tendencia se viene observando desde 1994 y está inalterada
hasta la fecha (González y Hernández, 2006). Hasta antes de 1994, el mayor riesgo de suicidio
estaba ubicado en el rango de edad de los 25 a 34 años.
Suicidios cercanos o en la familia
Tomando las palabras del psiquiatra español, Enrique Rojas, el dice: “No hay nada más contagioso que la
conducta humana”
(Rojas, 1984). La existencia de suicidios de personas cercanas o en el núcleo familiar
aumenta el riesgo de suicidio. Con respecto a la familia, se piensa en el posible papel que la herencia
pueda jugar: "... el riesgo de suicidio aumenta por el antecedente familiar de suicidio positivo. Este
riesgo elevado parece ser resultado en parte de la alta probabilidad de heredar un trastorno
psiquiátrico, sobre todo un trastorno afectivo. Sin embargo, el antecedente familiar de suicidio
constituye un riesgo adicional independientemente del diagnóstico del individuo" (Rubenstein &
Federman, 1992).
El papel de los suicidios de personas cercanas (amigos por ejemplo) está más centrado en lo que
se ha denominado “el contagio suicida” que no es otra cosa que la imitación de un modelo. Vale la
pena aclarar que el solo suicidio de un amigo, no es un generador de las ideas suicidas, simplemente
actúa como desencadenante. Igualmente ocurre cuando se tiene conocimiento de otros suicidios, así
la relación afectiva no sea directa, como puede ser el caso de los casos de suicidio que son
ampliamente difundidos por los medios de comunicación. La reiteración en la repetición de la noticia y
ciertas formas de presentar el hecho, se convierten en “excusas” para ciertas personas en riesgo
(CDC, 1994).
Trastornos afectivos
En el caso de los trastornos afectivos, padecer depresión, se considera un buen predictor de la
ideación suicida (Petersen, Compas, Brooks-Gunn y otros, 1991). Por otra parte, es indiscutible la
estrecha relación que puede haber en ciertos suicidios y los trastornos afectivos. Este punto hay que
analizarlo con cuidado. No todo caso de depresión finalmente acabará en suicidio, al igual que no
todo caso de suicidio es el resultado de una depresión. Simplemente, existe una alta correlación entre
ambos eventos y no necesariamente habría que pensar para todos los casos, en una línea de
causalidad: "En los pacientes con depresión recurrente, el 15% cometen suicidio" (Rubenstein &
Federman, 1992). De manera semejante Maris menciona como se ha estimado que al menos un 15%
de las personas diagnosticadas con depresión, cometerán suicidio y que dos terceras partes de
quienes se han suicidado, padecían algún trastorno afectivo (Maris, 1992).
No todos los trastornos depresivos guardan el mismo nivel de riesgo. Aunque aún se discute mucho
al respecto, se cree que los trastornos endógenos son mucho más letales que los exógenos.
Tomando como referencia la clasificación actual que ofrece el DSM-IV (APA, 1994), estaría en primer
Suicidio y Prevención
-9lugar el trastorno bipolar mayor, seguido luego por la depresión mayor. Aquí, el elemento diagnóstico
es de vital importancia para la determinación del riesgo, al igual que la etapa evolutiva del trastorno
que está viviendo la persona.
Otro aspecto que es importante a evaluar en los trastornos afectivos, es la existencia previa de
casos similares en la familia. Este dato es relevante en la medida en que la presencia de casos
anteriores puede aumentar la probabilidad de que el consultante actual padezca un trastorno similar:
"Se conoce desde hace tiempo que los trastornos afectivos tienen tendencia familiar" (Rubenstein &
Federman, 1992). Aquí, el papel de la herencia se empieza hacer un tanto más evidente,
concretamente en el padecimiento del trastorno bipolar mayor y la depresión mayor como lo señalan
Rubenstein y Federman (1992) al referir que el riesgo acumulado del trastorno bipolar en familiares
de primer grado de personas con el trastorno es de 8 a 25%, en comparación con el 1 al 2% en la
población general. Igualmente, la investigación tiende a mostrar que los patrones de transmisión son
diferentes para el trastorno bipolar en comparación con el unipolar. Relacionando lo anterior con el
suicidio, se ha podido esclarecer que "Los familiares biológicos de los adultos con trastornos afectivos
tuvieron una incidencia ocho veces más alta de depresión unipolar y una incidencia 15 veces mayor
de suicidio que los familiares biológicos de individuos normales con características similares"
(Rubenstein & Federman, 1992). Así mismo, en un estudio se encontró que: "...la coincidencia del
trastorno unipolar fue del 54% en gemelos monocigóticos y del 24% en gemelos dicigóticos, mientras
la coincidencia en el trastorno bipolar fue del 69% en gemelos monocigóticos y del 19% en gemelos
dicigóticos." (Rubenstein & Federman, 1992).
Perdidas recientes
Las pérdidas recientes es otra variable fundamentan para entender y valorar el riesgo de suicidio
(NYSPS, 1999). Las pérdidas operan más como desencadenantes que como causas, que es la visión
más popularmente difundida: “…los reportes brindados por personas que han tenido un intento suicida o
bien, la reconstrucción vital de personas suicidadas arroja datos sobre la constelación familiar, que incluye en
muchos de los casos la vivencia de estrés considerable y haber experimentado muchas pérdidas parentales
tempranas por muerte, separación o divorcio de los padres como un factor de vulnerabilidad o precipitante del
suicidio…” (Gónzalez y otros, 1997).
En consumo de sustancias (incluido el alcohol) es un factor contribuyente muy importante para el
riesgo de suicidio y nos detendremos a hablar de él con más detalles más adelante.
El Consumo de SPA y su Relación con el Riesgo de Suicidio
Sin restarle importancia a las variables de riesgo frente al suicidio anteriormente mencionada, el
consumote sustancias es quizás una de las más relevantes, junto con la interacción que puede tener
con la existencia de trastornos de tipo depresivo. Veamos algunos datos al respecto. En una
Suicidio y Prevención
- 10 investigación realizada, tomando como muestra estudiantes universitarios y adictos en recuperación,
dentro de las cosas que se esperaba encontrar, se vio que a mayor consumo de sustancias, mayor
era la presencia de ideas e intentos de suicido. Al analizar solo el grupo estudiantil, hubo mayor
reporte de ideas e intentos de suicidio entre aquellos que además de tabaco y alcohol, también
consumía algún otro tipo de SPA (Aja, 1997). En una estrategia de prevención de riesgo de suicidio y
consumo de SPA, que se ha venido desarrollando desde 1999 hasta la fecha, en un colegio en
Bogotá, se han identificado dos patrones interesantes: primero, que las ideas e intentos de suicidio
son más frecuentes entres los chicos que consumen SPA ilegales, luego les seguirían aquellos que
solo han consumido tabaco y/o alcohol y por último, aquellos que no han consumido nada. Por otro
lado, se ha logrado en estos 7 años bajar las tasas de prevalencia de consumo de sustancias al igual
que la ideación e intento de suicidio (Aja, 2004), como se puede apreciar en las gráficas 1 a 5 que se
muestran en el anexo. Este colegio, hoy por hoy se puede dar el lujo de decir que en el curso del
último año, más de la mitad de sus estudiantes de secundaria no han consumido ningún tipo de
sustancia, algo bastante honroso porque va totalmente en contravía con las tendencias
epidemiológicas nacionales.
Analizando otro contexto, en una investigación realizada en una entidad del gobierno encargada
de la administración de justicia, se encontró entre otras, que el consumo de alcohol era una variable
que podía explicar parte de las historias de suicidio que se han presentado en dicha institución
(Fernández, Aja y Panqueva, 2003), a tal punto que una de las directrices del plan psicoprofiláctico es
precisamente la reducción en el consumo de alcohol. Veamos más datos globales. El Centro de
Referencia Nacional sobre Violencia (Medicina Legal) dice: “Del total de muertes autoinflingidas, el 39.3%
presentan niveles positivos de alcoholemia…”
(Valencia, 2001), hablando del comportamiento de las muertes
violentas en Bogotá, desde 1996 hasta 1999. En este mismo sentido, en el año 2000 el 79% de los
casos de suicidio en los cuales fueron practicadas pruebas de alcoholemia, el 35.8% resultaron
positivos para alcohol (Forero y Pérez, 2001). En la mirada nacional encontramos: “De los 1.862 casos de
suicidio, se solicitaron 1.032 pruebas para alcoholemia, de las cuales el 44% (454) fueron positivas ”
(González y Tirado,
2002).
En España, por citar algún otro país, el alcohol está relacionado con una de cada cuatro muertes
por suicidio (Pascual, 2002), Izquierdo comparte su opinión en ese sentido al decir que “El 15-20% de los
suicidios consumados se dan en personas con problemas de alcohol.”
(Izquierdo, 2002). Entrando en más
detalles: “Los consumos de alta graduación en jóvenes varones son un factor de riesgo de tentativas de suicidio,
generalmente con trastorno depresivo concomitante, historia previa de otras tentativas, aislamiento, marginación social o
patologías graves”
(Izquierdo, 2002).
Para iniciar una discusión interesante, podríamos empezar diciendo que “…el paciente alcohólico que
presenta una patología psiquiátrica severa tiene un mayor riesgo de problemas psico-sociales, recaída y suicidio” (Casas
y
Suicidio y Prevención
- 11 Guardia, 2002). Hay una triada muy compleja que se nos muestra y es la comorbilidad de trastornos
del afecto, específicamente un cuadro depresivo, la existencia de ideación suicida y los trastornos por
consumo de alcohol y/o alguna otra sustancia psicoactiva con fuerte acción sobre el SNC. Veamos
las opiniones de algunos expertos al respecto: “La Intoxicación etílica aguda en un paciente depresivo produce
primero efectos desinhibidores pero después menor capacidad de juicio, mayor agresividad e impulsividad siendo posible
que el paciente decida el suicidio como mejor salida a su situación vital”
(Izquierdo, 2002). De allí, que
independientemente de la aceptación y tolerancia social hacia el alcohol, esto no le resta su excesiva
peligrosidad: “Cuando aumenta la venta y el consumo de alcohol, en un determinado país, tienden a aumentar también
las tasas de suicidio y de homicidio.” (Casas
y Guardia, 2002).
Realmente es muy complicado determinar un curso temporal de la interrelación de estas patologías.
En muchos casos, los problemas de alcoholismo terminan generando cuadros depresivos y en el
seno de este nuevo trastorno pueden aparecer las ideas de suicido. Otra línea de acción es que el
trastorno de depresivo ya este presente y el exceso en el consumo de alcohol se da como una
manera de “automedicación encubierta” por parte del paciente: “Los dos trastornos mentales que con mayor
frecuencia se asocian al suicidio son la enfermedad depresiva y el alcoholismo”
(Casas y Guardia, 2002). Algunos
autores establecen una conexión entre los problemas de alcoholismo y los trastornos afectivos,
siendo el alcohol un exacerbador de condiciones depresivas premorbidas, o igual, un generador de
dichos trastornos (Lester, 1992; Tanney, 1992; Petersen, Compas, Brooks-Gunn y otros, 1991). Eldrid
también pone en relación el abuso de sustancias con episodios o problemas depresivos (Eldrid,
1993).
Lo anterior nos pone de manifiesto, que los pacientes alcohólicos están en una condición de
mayor riesgo frente al suicidio comparativamente con otras poblaciones: “La muerte por suicidio es más
frecuente en los pacientes alcohólicos (5%-27%) que en la población general (1%). Un 15%-25% de todos los suicidios se
producen en pacientes alcohólicos”
(Casas y Guardia, 2002); “La probabilidad de suicidio entre los alcohólicos es 60-
120 veces mayor que en la población general”
(Casas y Guardia, 2002). Pero la sola ingesta de alcohol es en
si misma es potencialmente letal independientemente de la presencia de problemas alcohólicos: “La
forma de beber en picos de consumo concentrado es la que más se asocia a muertes por lesiones no intencionales y a
suicidios”
(Rodríguez Martos, 2002); “El alcohol como sustancia depresora del sistema nervioso central agrava los
estados depresivos que probablemente tienen los suicidas, igualmente disminuye la autocrítica del sujeto en los primeros
estadios de la intoxicación, que al parecer es cuando se realiza con mayor frecuencia el acto suicida”
(Forero y Pérez,
2001). Se le ha dado más prioridad al alcohol por ser la sustancia más frecuentemente asociada con
el riesgo de suicidio. Sin embargo esto no excluye la influencia del consumo de otras drogas en el
riesgo de suicidio (Deas y Thomas, 2002) y por solo mencionar otra sustancia: “El consumo frecuente de
cocaína y anfetaminas provoca síntomas muy parecidos a los de la esquizofrenia, el abuso de estas sustancias también
empeora la enfermedad mental. El consumo de estimulantes aumenta las conductas violentas entre los pacientes
esquizofrénicos, y la abstinencia de estas sustancias incrementa la depresión y la tendencia al suicidio”
(Frances, 1998).
Suicidio y Prevención
- 12 El consumo abusivo de otras SPA y la existencia de trastornos depresivos, colocan en grave situación
de riesgo al paciente: “Coryell y sus colaboradores hallaron que lo sujetos diagnosticados de depresión y Trastorno de
Consumo de Sustancias (TCS) comórbido presentaban más intentos de suicidio y episodios depresivos más largos que los
pacientes sin TCSs”
(Corney y otros, 1992).
Ahora bien, sería demasiado simplista dejar descrita la intima relación que existe entre el
consumo abusivo de SPA y el riesgo de suicidio sin por lo menos intentar dar algo que podamos
llamar una explicación. ¿Qué tiene en común los abusadores de sustancias y las personas con
posible perfil suicida? Si tenemos en cuenta que la depresión podría ser un punto en común,
tendremos que profundizar más en el núcleo mismo de la depresión. Contrario a lo que la mayoría
podría pensar el gran problema con la depresión no es el insomnio, la inapetencia alimenticia o la
fatiga física. El gran problema con la depresión es lo que la persona piensa y como resultado de su
pensamiento surgen los sentimientos y emociones. Muchas investigaciones han señalado como una
de las deficiencias más marcas en los abusadores de SPA y en las personas con riesgo de suicidio
es la orientación hacia un estilo de afrontamiento evitativo. En la investigación ya mencionada en
donde se comparan estudiantes universitarios con adictos en recuperación, se encontraron
diferencias significativas entre los diversos grupos en sus puntuaciones en los estilos de
afrontamiento evitativo y de solución de problemas (Aja, 1997), estando el estilo evitativo más
asociado con los usuarios de SPA y con las personas con riesgo de suicidio. Lo mismo se ha venido
observando en las mediciones epidemiológicas realizadas en el colegio donde se ha implementado
medidas de prevención de consumo de SPA y riesgo de suicidio (Aja, 2004) y en donde uno de los
ejes centrales para la promoción de la salud ha sido precisamente el entrenar a los chicos en el
mejoramiento en su forma de afrontamiento del estrés de la vida cotidiana.
Jiménez, Monasor y Rubio consideraron dentro de su revisión de instrumentos de evaluación de
pacientes alcohólicos, tres pruebas que miden habilidades de afrontamiento: “El Cuestionario de
valoración cognitiva… está estructurada para determinar si la eficacia en el afrontamiento a situaciones de bebida se
debe a fuertes expectativas de autoeficacia o a los pensamientos que experimenta el paciente ante dichas situaciones”
(Jiménez, Monasor y Rubio, 2003); el Inventario de habilidades de afrontamiento “…incluye distintas
estrategias de afrontamiento ante situaciones de consumo: evitación, búsqueda de ayuda, pensamientos negativos y
positivos”
(Jiménez, Monasor y Rubio, 2003) y por último, el Inventario sobre la efectividad de las
conductas de afrontamiento “No sólo permite detectar las estrategias antes señaladas sino su efectividad en lograrlo”
(Jiménez, Monasor y Rubio, 2003).
En el contexto de la prevención de recaídas desde la mirada del modelo cognitivo conductual, la
evaluación del paciente debe tener muy presente su sistema de creencias y habilidades cognitivas,
sobre todo sus fortalezas en el afrontamiento: “Establece además una serie de factores de los que puede
depender la probabilidad de una recaída. Entre ellos destacan las situaciones de riesgo, las habilidades de afrontamiento,
las expectativas de autoeficacia…”
(Jiménez, Monasor y Rubio, 2003). En la misma línea de pensamiento,
Suicidio y Prevención
- 13 otros investigadores centralizan mucho su atención en la importancia del afrontamiento como
mecanismo que ayuda poderosamente en la prevención de recaídas (Monasor, Jiménez y Palomo,
2003).
Diaz y Ferri consideran dentro de los factores protectores frente al consumo de alcohol, la
promoción de habilidades sociales y estilos de afrontamiento para abordar situaciones de riesgo de
consumo en la población de hijos de alcohólicos (Diaz y Ferri, 2002). Igualmente, en el abordaje del
paciente individual, uno de los objetivos de la terapia debe ser el fortalecimiento de los estilos de
afrontamiento del paciente (Martín, 2002).
Ahora, desde la orilla del suicidio, las recomendaciones en términos de prevención y promoción
de la salud, no son diferentes. El Centro de Referencia Nacional sobre la Violencia dice en el boletín
que tuvo como materia el suicidio por asfixia mecánica en Bogotá entre 1996 y el 2000 y en la parte
de recomendaciones: “Por su parte los colegios y universidades, pueden crear grupos de apoyo dirigidos por
docentes previamente capacitados, que involucren a la población infantil y adolescente, en los cuales sea
posible identificar conductas y comportamientos de riesgo que sean remitidas a manejo especializado y además
involucre a los jóvenes a dar un adecuado manejo y soluciones de afrontamiento de las dificultades
emocionales, familiares y sociales que puedan estar afectando a nuestros adultos jóvenes” (Perdomo y otros,
2001). Del mismo modo que con el paciente abusador de drogas, con el paciente con riesgo suicida
se dice: “En este tipo de conducta es importante la atención especializada porque si el individuo no reestructura sus
creencias disfuncionales y desarrolla sus estilos de afrontamiento…”
(Guilbert y Roldán, 2001).
Se podría ahondar mucho más sobre la estrecha relación que tienen la conducta suicida y el abuso de SPA. A
manera de conclusión de carácter temporal, podríamos señalar cuales son los principales puntos en común que
tiene estos dos comportamientos:

En ambas situaciones, los trastornos depresivos parecen jugar un papel muy prioritario.

Detallando más los estilos cognitivos de los sujetos, en ambas problemáticas el se hacen evidentes las
dificultades con el afrontamiento, específicamente, el estilo de afrontamiento evitativo está muy
presente.

Dentro de las creencias autoreferenciales más importantes, se destaca la debilidad en la autoeficacia.

Dentro de las estrategias terapeuticas empleadas en ambas problemáticas, se resalta mucho el papel del
entrenamiento en formas de afrontamiento adaptatitivo.
Es importante tener en consideración los puntos antes mencionados para el abordaje de la
pregunta que sigue a continuación: ¿Cómo prevenir el suicidio?
El papel de la prevención
La prevención del suicidio ha sido entendida desde una perspectiva diferente en comparación con
otras problemáticas socialmente relevantes como son el consumo de SPA o las enfermedades de
transmisión sexual. Primero que todo los enfoque de prevención del suicidio cobijan diferentes niveles
Suicidio y Prevención
- 14 de acción. Un primer nivel se refiere a la puesta en marcha de medidas que trabajan sobre factores
facilitadotes para el suicidio sin enfocarse en una población objetivo. La Organización Mundial de la
Salud define como una de sus estrategias de prevención la reducción al acceso de métodos para el
suicidio, siguiendo los siguientes lineamientos de acción:

Control de armas

Purificación del gas doméstico

Control sobre sustancias tóxicas

Control sobre el reporte de suicidios en medios de comunicación
Por otra parte, el reconocimiento temprano de pacientes con trastornos afectivos y de alcoholismo
es la única medida que identifica un grupo de vulnerabilidad para ser abordado (Bertolote, 1996). La
puesta en acción de todas y cada una de las medidas ha mostrado reducción en los casos de suicidio
en aquellos países en donde se han implementado.
Existen otras alternativas enfocadas en procesos de intervención en los centros escolares. Este tipo
de intervenciones involucran los siguientes procesos (SIEC, 1998):

Establecer contacto con servicios y programas de atención para la juventud

Seleccionar temáticas de trabajo para incluir dentro del currículo

Brindar capacitación al personal del colegio en estrategias de intervención en crisis y más.

Desarrollo de procedimientos y políticas escolares frente al suicidio

Establecer redes de apoyo con instituciones del área de la salud.
Esta forma de trabajar concuerda más con las maneras tradicionales de entender la prevención
primaría, que sería con la creación de estructuras que brinden soporte a los individuos para la
anticipación de posibles situaciones de riesgo.
El CDC hace un resumen de las principales estrategias de prevención de suicidio juvenil registradas
a lo largo de los Estados Unidos, con lo cual imprimieron una guía de recursos para la prevención del
suicidio (CDC, 1992). Las principales líneas de acción identificadas fueron:

Entrenamiento como personal docente en los colegios: Orientado a formar a los docente en la
identificación de los chicos en riesgo y la atención de crisis.

Entrenamiento a miembros de la comunidad: Orientado a capacitar a personas representativas
de la comunidad como policías, sacerdotes, recreadores, comerciantes o personal médico para
identificar a jóvenes en riesgo y poderlos colocar a disposición de servicios de atención
especializados.

Educación general en suicidio: enfocado a dar información sobre señales de riesgo de suicidio a
estudiantes al igual que el fortalecimiento de la autoestima y la habilidades sociales.

Programas de detección: Mediante instrumentos especializados de alta sensibilidad se detectan
tanto adolescente como adultos jóvenes en riesgo para poderles brindar atención y tratamiento.
Suicidio y Prevención
- 15 
Redes de apoyo: La idea básica es crear redes de soporte social entre pares, para brindarle
apoyo a los chicos en alto riesgo. Pueden funcionar dentro o fuera de las instituciones
educativas.

Servicios telefónicos y centros de atención en crisis: Con la ayuda de voluntarios previamente
entrenados y capacitados, se dispone de teléfonos para atender los llamados de auxilio de
personas en situación de crisis. Igualmente, tienen la capacidad para asistir directamente a las
personas y remitirlas a servicios de salud.

Restricción al acceso de medios letales: Este tipo de estrategias están orientadas
principalmente al control de armas de fuego, medicamentos y sustancias comúnmente
empleados en los suicidios.

Postvención: Atención a amigos, familiares y personas cercanas de una persona que ha muerto
por suicidio. Se pretende con esto no solo intentar minimizar el impacto por la muerte de la
persona, sino actuar sobre posibles conglomerados suicidas, partiendo del supuesto de la
tendencia a la imitación, sobre todo en el contexto de los adolescentes.
En lo que respecta a Colombia, hasta la fecha no se han tomado medidas que abiertamente tengan
como objetivo de prevención el suicidio en los entornos educativos. Existen servicios telefónicos de
atención en crisis que obviamente son un medio bastante efectivo de prevención pero ya sobre la
persona en potencial riesgo. Sin embargo, existe una experiencia a nivel particular de un colegio
ubicado en la zona de Suba, que desde el año de 1999 ha estado trabajando abierta y explícitamente
en la prevención del suicidio.
Los elementos más importantes a tener en cuenta en casi cualquier estrategia educativa que se
emprenda, bien sea en entornos educativos, empresariales o comunitarios, es informar y alentar a las
personas a considerar que el suicidio es algo que se puede llegar a evitar, siempre y cuando se tenga
la atención del caso. Y para que esa atención se pueda dar, es importante que las personas tengan al
menos un mínimo conocimiento de las principales señales de riesgo. Así, una persona del común
puede alertar sobre la posibilidad de un suicidio en un empelado, estudiante o miembro de la
comunidad para que personal especializado pueda dar la atención del caso. Pero si no se da esa
primera señal de alarma, es muy difícil poder intervenir. El solo inicio en el trabajo alrededor de los
mitos existentes sobre el suicidio es una herramienta supremamente potente en la prevención del
suicidio y es un trabajo que se puede hacer a través de talleres o conferencias.
Ahora bien, es también muy importante no solo emprender medidas orientadas a crear el
fortalecimiento afectivo de los jóvenes. Es necesario también identificar aquellas personas que en la
actualidad se pueden encontrar potencialmente en condición de riesgo y que por lo tanto, pueden
requerir de una intervención pronta.
Suicidio y Prevención
- 16 -
La esperanza
Los datos que mostraremos a continuación son una evidencia real, de que si es posible intervenir
de manera efectiva para contrarestar no solo el riesgo de suicidio sino otra problemática muy
frecuente en nuestros chicos, como lo es el consumo de SPA.
GRÁFICA 1: Consumo de alcohol, tabaco y marihuana alguna vez en la vida.
100%
90%
80%
70%
60%
50%
40%
30%
20%
10%
0%
Alcohol
Tabaco
86,8%
74,9%
51,2%
8,5%
1999
Marihuana
84,0%
44,7%
6,5%
2000
72,8%
43,9%
4,5%
2001
70,0%
39,7%
36,2%
2,7%
2003
2,6%
2005
GRÁFICA 2: Consumo de alcohol, tabaco y marihuana en el último año.
100%
90%
80%
70%
60%
50%
40%
30%
20%
10%
0%
Alcohol
Tabaco
Marihuana
63,3%
53,6%
54,6%
43,6%
43,3%
22,2%
20,5%
1,6%
1,0%
36,0%
28,2%
5,4%
1999
4,1%
2000
26,8%
3,3%
2001
2003
2005
Suicidio y Prevención
- 17 GRÁFICA 3: Consumo de alcohol, tabaco y marihuana alguna vez en la vida (resumen).
100%
90%
80%
70%
60%
50%
40%
30%
20%
10%
0%
No ha consumido
AyT
Ilegales
76,7%
67,4%
12,0%
11,2%
1999
74,3%
23,7%
8,9%
2000
15,6%
10,0%
2001
66,9%
64,2%
26,1%
28,7%
7,0%
7,2%
2003
2005
GRÁFICA 4: Consumo de alcohol, tabaco y marihuana en el ultimo año - (resumen).
100%
90%
80%
70%
60%
50%
40%
30%
20%
10%
0%
No ha consumido
AyT
Ilegales
59,7%
50,5%
44,3%
50,2%
44,6%
5,2%
5,2%
54,1%
55,4%
42,8%
40,7%
3,1%
3,9%
32,9%
7,4%
1999
2000
2001
2003
2005
Suicidio y Prevención
- 18 GRÁFICA 5: Ideación e intentos de suicidio en la vida y en el último año
50%
45%
40%
35%
30%
25%
20%
15%
10%
5%
0%
Ideas vida
Intentos vida
Ideas año
Intentos año
34,9%
33,8%
29,9%
27,2%
21,3%
18,6%
11,2%
15,1%
14,4%
16,7%
16,0%
8,6%
2000
12,1%
8,9%
9,8%
8,5%
3,9%
3,4%
1999
24,1%
2001
2003
3,3%
2005
¿Qué es lo que podemos concluir luego de observar estas gráficas? Qué si hay una esperanza
para poder proteger a nuestros hijos ante muchas de las adversidades que se les presentan y
aparecerán a lo largo de la vida. Hay que entender la protección no solo como el asilamiento de
situaciones de riesgo, sino también como preparación para la vida. La burbuja de cristal en la cual en
ocasiones pretendemos mantener a salvo a nuestros hijos, más temprano que tarde se fragmentará.
Si ellos, no han tenido un suficiente número de pequeñas adversidades, dificultades, frustraciones y
malos momentos a lo largo de su desarrollo, cuando sobrevengan los problemas normales, de la vida
normal de cualquier ser humano, muy probablemente ellos los percibirán como obstáculos
infranqueables que están más allá de su capacidad de resolución.
Es muy importante tener en claro, que esta propuesta de intervención, enfatiza y hace claridad en
que debe ser prioridad tanto para las directivas como para los mismos padres, la importancia del
correcto desarrollo de las competencias afectivas. Nadie niega que obtener una buena calificación en
el examen del ICEFES es algo importante, pero hay veces que pareciera que algunos colegios lo
asumen como lo único importante y todos sabemos que esto no es una exageración. Si no,
pregúntenle a un chico de 11 como es su percepción sobre la manera como el colegio los ve.
Ahora bien, ¿Cuantas instituciones educativas están dispuestas a apostarle a un nuevo paradigma
de educación y dejar de lado algunas creencias limitantes y hasta destructivas? ¿Cuántas
instituciones estarán dispuestas a dejar de lado sus temores frente a que se pueda mancillar el buen
nombre de su claustro si asumen de frente que hay problemas y que no los han sabido o podido
Suicidio y Prevención
- 19 manejar correctamente? Vale la pena recordar que hay ocasiones en donde el miedo y la arrogancia
se confunden de manera amalgamada.
Para finalizar, vale recordar que quienes han cambiado la historia de la humanidad, no siempre han
sido personas que mantenían su pensamiento en el centro, sino más bien en la periferia. Personas
que en su momento fueron percibidos como desajustados, rebeldes y contradictores de los estados
de cosas vigentes, pero que su actitud y motivación estuvieron guiados más por la humildad y el más
profundo deseo de servir. No recuerdo bien a quien le escuche está frase, solo recuerdo su
enseñanza: la vida es como el Tennis, gana el que mejor sirve y si no estás dispuesto a servir en la
vida, no sirves.
Suicidio y Prevención
- 20 -
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