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8 | 31 de octubre de 2005
SALUD
Reumas, enfermedad de cuidado
Martha Eva Loera
Las reumas pueden ser de cuidado, pues en algunos casos
constituyen un síntoma de una
enfermedad que pone en peligro la vida de las personas. De
ahí la importancia de acudir
con el médico para conocer el
tratamiento oportuno, indicó
Ana Guilaisne Bernard, médico
adscrita al Servicio de reumatología, del Hospital Civil “Fray
Antonio Alcalde”.
La gente llama reuma a un dolor muscular o en las articulaciones que se padece habitualmente.
Los orígenes de esta dolencia van
desde un golpe o la ejercitación
excesiva de una extremidad hasta
el ingerir carnes rojas o un poco
de mala suerte: el ADN que nos
ha tocado.
Los problemas comienzan
cuando la molestia va acompañada de hinchazón. Es posible
que los dolores desaparezcan
unos días y vuelvan a manifestarse de manera periódica, pero
“si el paciente presenta artritis o
inflamación durante un mes en
alguna parte de su cuerpo –sin
que se haya golpeado– y aparecen otros síntomas como irritación de los ojos, puede tratarse
de un padecimiento reumático
de cuidado”.
Las reumas son una de las
principales causas por las que
los ciudadanos acuden al Hospital Civil “Fray Antonio Alcalde”.
De lunes a viernes llegan un promedio de siete u ocho pacientes
nuevos con este tipo de enfermedades. Entre las más frecuentes
está la osteoartrosis y la artritis
reumatoide; mientras que una de
las más delicadas es el lupus eritematoso generalizado
Acatar las indicaciones del
médico es una de las claves para
tratar los padecimientos reumatoides. A fin de orientar a los enfermos, Una sonrisa al dolor, A.C
informa sobre mitos y realidades
de este mal, indica los cuidados
que deben seguirse y brinda asesoría médica o psicológica.
Osteoartrosis y artritis
reumatoide
La osteoartrosis es padecida principalmente por personas de la
tercera edad, a consecuencia del
desgaste del cartílago en las ar-
“Si el paciente presenta artritis o inflamación durante un mes en
alguna parte de su cuerpo –sin que se haya golpeado– y aparecen
otros síntomas como irritación de los ojos, puede tratarse de un
padecimiento reumático de cuidado”, afirma especialista.
No se sabe a ciencia cierta qué desencadena este padecimiento
FOTO: MIGUEL SÁNCHEZ | GACETA UNIVERSITARIA
ticulaciones (muñecas, tobillos,
dedos de los pies, rodillas, hombros, codos). En cambio, la artritis reumatoide se encuentra en
alrededor de uno por ciento de la
población y por lo general hace
su aparición en la infancia o en la
juventud: no es una enfermedad
propia de la tercera edad, aunque
puede darse el caso.
En este tipo de artritis el organismo forma anticuerpos contra
sí mismo. Ataca las coyunturas y
viene la inflamación. La articulación se destruye poco a poco. Empieza a deformarse.
En ciertos casos los anticuerpos llegan a afectar ojos, corazón
y pulmones. La enfermedad en sí
no pone en peligro la vida del paciente, pero es probable que disminuyan sus esperanzas de vida,
“en parte, por la inflamación que
ocasiona, pues la persona puede
presentar infartos al corazón”.
Entre las más graves
El lupus seritematoso es considerado un mal grave porque puede
atacar cualquier órgano. Al igual
que en la artritis reumatoide, el
organismo empieza a generar anticuerpos que atacan sus propias
células: sangre, riñón, corazón,
pulmones, vasos sanguíneos y
cerebro. Los síntomas son variados: fiebre, reuma, costras en la
piel, caída de cabello, úlceras en
la boca, entre otros.
No se sabe a ciencia cierta qué
desencadena el padecimiento.
Como en la artritis reumatoide, es
posible que su origen sea genético, pero el rol desempeñado por el
ADN no es determinante, ya que
intervienen factores externos. De
hecho, se han diagnosticado casos
de sida con manifestaciones reumáticas.
El lupus surge con mayor frecuencia en mujeres en edad reproductiva. “Existe la creencia de
que las hormonas tienen un papel
importante. En muchas ocasiones
se desarrolla después de un parto”.
Consecuencias
De acuerdo con la doctora Ana
Guillén, es frecuente que estos
pacientes sufran deformidades
en su cuerpo al no recibir una
atención temprana. “Hay personas que sufren enfermedades
reumatoides desde la infancia,
pero se atienden 20 años después”.
Aun cuando algunos cuidados ayudan a evitar las deformaciones, advirtió, en ciertos casos el
tratamiento no da resultados.
Una sonrisa al dolor
“Se han formado una serie de
falsas creencias en torno a la enfermedad, que son difíciles de
derrumbar. Entre ellas, el hecho
de que una persona no se puede
lavar las manos luego de escribir
a máquina porque le va a dar una
reuma, o bien que las carnes rojas provocan reumas. La verdad
es que de todas las enfermedades
reumáticas, la gota es la única
ocasionada por el consumo de
este alimento”.
Quienes sufren de gota –por
lo general hombres, a diferencia
de otros males del mismo tipo–
experimentan uno de los dolores
más agudos. “El paciente no tolera ni el roce de la sábana. No se
puede poner zapatos ni calcetines
porque no lo soporta, pero las
molestias no duran más de siete
días”.
Ante los mitos que rondan
este mal, el Hospital Civil “Fray
Antonio Alcalde” alberga la asociación civil Una sonrisa al dolor.
El objetivo de este organismo es
ofrecer información fidedigna al
enfermo y asesorarlo en las áreas
médicas y psicológicas.
El nombre surgió a propuesta
de los pacientes, cuya filosofía es
que las enfermedades reumáticas
no son un obstáculo para salir
adelante y disfrutar la vida.
En las sesiones, que tienen lugar el último jueves de cada mes,
en dicho nosocomio, los enfermos practican ejercicios y bailan.
Al hacer esto, el organismo genera endorfinas, sustancias que
producen una sensación de bienestar.
Además, en las reuniones
se les brinda la oportunidad a
los asistentes de externar sus
problemas. En este sentido, funciona como un grupo de apoyo:
permite que cada uno se percate
de que no es el único con esa dolencia y no hay razón para desesperarse.
“Algunos de los miembros ya
presentan deformidades en manos y piernas. Sin embargo, se
preocupan por desarrollar sus
habilidades: tejer bufandas, bordados de listón, fabricar osos de
peluche, trabajos de carpintería,
etcétera”.
Dichos productos son comercializados a fin de obtener recursos, ya que la mayoría de las enfermedades reumáticas carecen
de cura y es necesario comprar
medicamentos en forma constante.
Por si fuera poco, a estos pacientes les resulta difícil encontrar
trabajo y cuando lo hallan, los patrones suelen exigirles lo mismo
que al resto de sus empleados,
como si estuvieran bien de todas
sus facultades.
Es por ello que el viernes 28
de octubre, en la explanada del
antiguo hospital civil, se exhibieron los artículos que realizan
los integrantes de Una sonrisa al
dolor, con miras a venderlos y así
recabar recursos. ■