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INFORME TÉCNICO: Consejo Farmacéutico sobre protección solar; Ayuda a la prevención del cáncer de piel. Este informe técnico para el farmacéutico es un complemento sobre protección de la piel frente a las radiaciones solares, que pretende ampliar sus conocimientos para prevenir, entre otros, el cáncer de piel. El cáncer de piel está en un alto número de ocasiones ligado a la exposición solar. Por ello, los farmacéuticos llevamos tiempo advirtiendo sobre los riesgos y concienciando a la población acerca de protegerse adecuadamente no solamente frente al sol sino también frente a los días nublados. Así como aconsejado a los ciudadanos, que en el caso de detectar alteraciones cutáneas que pudieran ser sospechosas, deben consultar con el dermatólogo. Radiación Infrarroja: De todas las radiaciones solares que llegan a la superficie terrestre e inciden directamente sobre nuestra piel, se dispone de abundante información que alerta de los riesgos ya conocidos de las radiaciones ultravioletas A y B, tales como aparición de quemaduras solares, manchas cutáneas, envejecimiento cutáneo prematuro y aparición de cáncer de piel. Junto con estas radiaciones, hay datos que alertan de que la radiación infrarroja A tiene un importante papel en la aparición de procesos patológicos tales como la aparición de cáncer de piel. Los efectos de la radiación infrarroja A pueden llegar a ser importantes ya que llegan más a la superficie de la tierra que las ultravioleta y presentan una mayor capacidad para penetrar en las capas más profundas de la piel. Defensa frente a las a las radiaciones El cuerpo humano, y más concretamente la piel, dispone de mecanismos frente a radiaciones solares, es la melanina, pigmento producida por los melanocitos, responsable de la coloración más o menos clara de nuestra piel, pelo, iris, y con la capacidad de filtrar de forma natural los rayos solares. Cada persona tiene un nivel de melanina diferente que determina un tipo o fototipo de piel. En función del fototipo podemos clasificar a la población en seis grupos diferentes, desde I (el más claro, con piel muy blanca, pelo rubio y ojos azules) a VI (individuos de raza negra). Lógicamente, cuanto menor sea el fototipo, mayor riesgo de sufrir reacciones adversas a las radiaciones y y por tanto mayor riesgo de sufrir cáncer de piel. Es importante saber que la melanina no filtra todas las radiaciones que nos llegan, por lo tanto, las pieles oscuras también deben protegerse. El farmacéutico y la sensibilización a la población: consejo farmacéutico A pesar del conocimiento científico disponible y de las actuaciones llevadas a cabo desde las oficinas de farmacia para concienciar a la población de la necesidad de estar alerta a la posible 1 aparición de alteraciones cutáneas que puedan llegar a desarrollar un cáncer de piel, y de la importancia de protegerse frente a las radiaciones, es necesario que los farmacéuticos sigamos realizando acciones que faciliten el conocimiento a la población de los riesgos que supone la no protección de la piel y el control rutinario de los ciudadanos de la posible aparición de alteraciones que podrían ser el origen de un cáncer de piel. Siguen siendo muy numerosas las personas que utilizan fotoprotectores únicamente durante el verano, solo cuando van a la playa o a la piscina, y sin embargo, no se aplican fotoprotectores para otras actividades cotidianas, como un paso por el parque, la práctica de ejercicio al aire libre, y en las que la piel también está expuesta a las radiaciones. También es común comprobar que todos los miembros de una misma familia utilizan el mismo fotoprotector, independientemente de su edad, su tipo de piel y sus actividades; no tienen en cuenta que la piel de un niño es mucho más sensible y diferente a la del adulto. De igual manera, una persona con tendencia anémica o seborreica, no debería utilizar el mismo protector que otra con piel atópica. El farmacéutico debe valorara el fotoprotector más adecuado en función del tipo de piel, la edad, la época del año, la actividad a realizar y el estado de salud, por ejemplo alergias, de las personas. Para ello ha de tener en cuenta el factor de protección, la textura del producto, su facilidad de aplicación y sobretodo y muy importante, que persistía el tiempo suficiente en nuestra piel y la necesidad de ser constantes en su aplicación. Además, es recomendable no utilizar aquellos fotoprotectores que contengan perfumes y conservantes ante el riesgo de alergias. Por último, es necesario recordar que en caso de padecer una patología cutánea deben consultar al dermatólogo. CONSEJO FARMACÉUTICO PARA PREVENIR UN CANCER DE PIEL - Proteja su piel, y en especial la de los niños, con fotoprotectores y ropa adecuada siempre que realice actividades al aire libre incluso en días nublados El riesgo de quemadura solar en días nublados podría ser incluso mayor, ya que no tenemos percepción del calor, y podríamos exponernos más tiempo al Sol. En el caso de los niños se aconseja utilizar un fotoprotector específico para su edad. - Consulte a su farmacéutico y/o dermatólogo para seleccionar el fotoprotector adecuado y si presenta una patología cutánea acuda al dermatólogo. El farmacéutico tendrá en cuenta la edad, el tipo de piel y la actividad que va a llevar a cabo en la selección del fotoprotector. Es importante utilizar un factor de protección solar y una textura adecuada. En pieles sensibles se recomienda elegir fotoprotectores sin conservantes, colorantes o perfumes, pues podrían dar lugar a fenómenos de alergia. - Aplique el fotoprotector al menos media hora antes de exponerse al Sol De esta forma será absorbido por la piel y podrá ejercer sus efectos con el máximo de eficacia posible. Utilice una cantidad suficiente y no olvide zonas especiales como orejas, labios o los empeines de los pies. 2 - No olvide proteger también sus ojos frente a la radiación solar Las gafas deben disponer de cristales homologados que reflejen la radiación ultravioleta. - Evite exponer al Sol a los niños menores de 3 años Su piel es especialmente sensible a las radiaciones y los efectos perjudiciales se acumulan, por lo que los riesgos a largo plazo se incrementan en caso de haber sufrido quemaduras en la infancia. - Aplíquese el fotoprotector de forma periódica Es necesario hacerlo al menos cada dos horas y después de cada baño. Este tiempo podría ser menor en determinadas personas, como los niños, que suelen tener mayor actividad física y pasan más tiempo en el agua. - Evite actividades de riesgo, como la exposición al Sol en las horas centrales del día o quedarse dormido al Sol Durante las horas centrales del día, entre las 12.00 y las 16:00 horas, es cuando la incidencia de radiaciones solares es mayor. - Indique a su dermatólogo y/o farmacéutico los medicamentos que habitualmente utilice Algunos medicamentos pueden presentar riesgos asociados a la exposición solar, al provocar una posible reacción de fotosensibilidad. - Aplíquese crema hidratante sobre la piel tras la exposición al sol La radiación solar supone una agresión a la piel que puede favorecer su deshidratación por lo que es aconsejable hidratarla una vez finalice la exposición al Sol. - Una vez abierto, no conserve el fotoprotector de un año para otro La utilización de fotoprotectores en ambientes extremos de temperatura y humedad puede alterar sus propiedades, por lo que se recomienda no conservar un fotoprotector abierto de un año para otro. - Si detecta alguna anomalía o mancha sospechosa en la piel, consulte con el dermatólogo El cáncer de piel se puede ver, detéctelo a tiempo, se puede tratar. - Acostúmbrese a revisar su piel de forma regular una vez al mes No todas las manchas sospechosas aparecen en zonas expuestas al sol o zonas visibles. 3