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ASTRONOMIA DE AFICIONADOS II Guiándose en el cielo Por Alan MacRobert Traducido por Leonel Hernández, de la serie de artículos “Backyard Astronomy” publicado en la revista Sky & Telescope en Julio de 1986. El aprender las constelaciones y las estrellas debería ser fácil. Después de todo, un observador de pájaros tiene que atravesar mucho terreno salvaje para dar con el objeto de su búsqueda; sin embargo, un observador del cielo ve las constelaciones puestas a la vista desde su puerta trasera. Muchas personas tratan de identificar las estrellas en algún momento de su vida, quizá utilizando un mapa del cielo bastante burdo como los que suelen aparecer en algunos periódicos. Lo más común es que terminen frustrados y renuncien, pensando que la falla está en ellos mismos, en lugar de culpar al mapa y a las inadecuadas instrucciones. Así, el público de hoy mantiene la firme creencia que la observación del cielo, requiere ya sea de un doctorado en Física o de habilidades técnicas misteriosas e innatas, no atribuibles a la mayoría de los mortales. Uno de los mejores servicios que los astrónomos aficionados realizan es ayudarle a la gente a superar este bloqueo mental. La observación de las estrellas es sencilla, y la astronomía es para todos. El cielo de la noche es algo para experimentar directamente, de primera mano — no mediante la televisión, autoridades expertas, empresas comerciales o terceras instituciones. Muchos tienen problemas en entender esto, y encuentran difícil creer que pueden ver y aprender sobre el universo por ellos mismos. ¿Cómo se les puede ayudar a los nuevos observadores del cielo a comenzar con el pie derecho? La mayor parte de los problemas surgen sólo de dos fuentes. Con el fin de que no se pierdan, los novicios necesitan conocer las distancias y direcciones en el cielo. Distancias en el cielo A los visitantes en las reuniones de observación a menudo se les oye exclamar con duda: “¿Ves esa estrella? Unos veinte centímetros debajo de la brillante” “Yo veo una a unos seis pies debajo de ella, ¿Es a esa a la que te refieres?” Este es el momento de intervenir. Las distancias en el cielo no se miden en términos de pies o centímetros, puede Ud. explicarles, porque el cielo puede parecer estar a 100 metros para alguien y a un kilómetro para otro. En realidad, el cielo puede considerarse a una distancia infinita. Así que, en lugar de las usuales medidas lineales necesitamos de un esquema diferente: medición angular. Puede decirse, que la estrella tenue puede estar a un grado debajo de la brillante. Esto significa que si se pudieran trazar líneas desde nuestro ojo hasta las estrellas, éstas formarían un ángulo de un grado. Sostenga su puño cerrado a la distancia de su brazo y vea sobre él con un ojo. Su puño cubre cerca de 10° de cielo desde el pulgar hasta el meñique, como se muestra en la figura. Una mano completamente extendida cubre cerca de 20° desde la punta del pulgar hasta la punta del meñique. El ancho de la uña del dedo índice a la distancia del brazo, es casi 1° de ancho. Un buen mapa del cielo mostrará que la “Gran Cacerola” de la Osa Mayor tiene 25° de largo —un poco más grande que la mano completamente extendida a la distancia del brazo. Ahora ya sabe cuál patrón de estrella buscar, sin importar qué tan grande se vea la Cacerola en el mapa. El Sol y la Luna tienen casi exactamente el mismo tamaño angular: ½°. Usualmente la gente no cree esto, así que invíteles a verificar que un dedo extendido a la distancia del brazo los cubre a ambos. Desde el horizonte hasta el punto del cenit, directamente encima de uno, hay 90°. En un mapa de todo el cielo, de forma redonda, tal como el que aparece todos los meses en revistas como Sky & Telescope, los bordes son el horizonte y el centro es el cenit. Así que hay 90° desde el borde hasta el centro. GUIÁNDOSE EN EL CIELO Un mapa como ese es excelente para encontrar las estrellas. Por ejemplo, en el mapa que aparece en el mes de Julio, la brillante estrella Vega, en la constelación de Lira, está aproximadamente a dos tercios del camino desde el borde este hasta el cenit. Esto significa que su altitud es de unos 60° por encima del horizonte este. Así, en las fechas y horas indicadas en las esquinas del mapa, Vega estará brillando alto en el este tres palmadas desde el horizonte. ¡Encontrarla de esta forma es muy fácil! El mapa muestra que es la estrella más brillante de esa área, así que no habrá problema en decir cuál es. Después que se ha localizado a Vega una vez, se le puede reconocer con una mirada en la siguiente noche. Puede entonces mostrársela a otros y decirles además que es más grande y caliente que el Sol y 50 veces más brillante, y que se encuentra a 25 años-luz de nosotros. Puede que al oírlo lo consideren un genio en astronomía. Gire la carta de tal forma que el horizonte Este quede abajo, para que concuerde con su vista hacia esa dirección. Ahora puede usar las mediciones con la mano para encontrar su camino hasta otras estrellas. Por ejemplo, en el mapa de Julio se muestra que Deneb, un poco menos brillante, yace a unos 25° abajo a la izquierda de PAGINA 2 Vega. Vea hacia el cielo y allí estará. Continuando de estrella a estrella, puede utilizar el mapa para trazar la forma de la llamada “Cruz del Norte”, acostada hacia un lado con Deneb en la cabecera, luego puede saltar hacia otras constelaciones. La habilidad de usar las medidas manuales de esta forma es la gran diferencia que existe entre aquellos que piensan que encontrar las estrellas es difícil y los otros que saben lo fácil que es. Por supuesto, diferentes personas tienen diferentes tamaños de mano y brazo. Si quiere encontrar valores más exactos para su propia mano, trate con la Gran Cacerola. El dibujo adjunto muestra las distancias angulares entre las estrellas de la Cacerola. Pero aún el saber aproximadamente las medidas de sus manos le llevará a donde quiera. Algunos objetos cotidianos también pueden servir para calibrar. Para determinar el tamaño angular aparente de cualquier cosa en grados, divida su ancho lineal entre su distancia a sus ojos, luego multiplique por 57. Por ejemplo, una bola de 1 pie de diámetro a 57 pies de distancia, presenta un ángulo de 1° —dos veces el ancho del Sol y la Luna. Cuando se pasan a usar binoculares o un telescopio, muchos se pierden otra vez. Esto es Las distancias en el cielo se dan en medidas angulares, lo cual pierde su misterio cuando se explican en términos de anchos de la mano. Conocer de esta manera sobre las distancias angulares es el primer paso para aprender a usar un mapa del cielo. GUIÁNDOSE EN EL CIELO porque usualmente sobrestiman qué tanto cielo hay en el campo de visión del instrumento. Un par de binoculares típicamente muestran un ángulo de 7° de orilla a orilla, un buscador unos 5° y un telescopio a 50 aumentos apenas 1°. Pruebe sus binoculares o el buscador en la Gran Cacerola para ver cuál par de estrellas cabe bien en los bordes del campo. Esto le dice el diámetro del campo en grados. Una técnica comprobada para lectura de los mapas es hacer un pequeño anillo de alambre, o un agujero redondo en un pedazo de papel, del tamaño del campo del instrumento, tal como aparece en el mapa. Deslizando este círculo a través del mapa muestra exactamente cómo aparecerán los patrones de estrellas en su campo de visión. Por ejemplo, sobre el mapa mensual que aparece en la revista Sky & Telescope, un campo de 7° es un círculo de sólo 3/8 de plg de ancho, y el de 1° de un telescopio típico ¡es de sólo 1/20 de plg! No sorprende que cualquiera se pierda si no conoce su campo de visión. Ver el cielo con un telescopio es como examinar un mapa con un microscopio. Conocer el campo de visión que un par de binoculares nos muestran, forma la base de una excelente actividad para las reuniones de observación. A la gente que se haya comprado un binocular se le puede llevar para una gira espacial narrada. Una vez que se ha verificado que los campos de visión sean más o menos similares, como se puede hacer observando las estrellas de la Osa Mayor. Luego indíqueles que se sienten o se acuesten viendo hacia la misma dirección. Comience apuntándoles hacia una estrella brillante, tal como Antares, la cual se puede encontrar hacia el sur del cenit. “Esta es una supergigante roja 700 veces más grande que el Sol y 10,000 veces más brillante”, puede decirle a la gente al momento que la ven. “La luz que estamos viendo ha estado viajando hacia nosotros por 400 años, antes que se establecieran las colonias inglesas en América.” “Ahora, con Antares centrada en el campo, miren hacia la estrella a un poco más de la mitad de la distancia hacia el borde en la posición de las 2 en punto. Esa es Sigma Scorpii, una gigante blanca... las estrellas tienen diferentes colores, dependiendo de qué tan calientes son. Algunas de ellas, como Antares, están al rojo vivo, otras pueden estar al rojo-blanco o al rojo blanco-azul” “Ahora centren a Sigma en su campo y miren unos tres cuartos del camino hacia el borde PAGINA 3 en la posición de la 1 en punto. Busquen una nube tenue en ese lugar. Ese en M80, un cúmulo globular lejano de miles de estrellas a 30,000 años-luz de distancia, docenas de veces más lejos que la mayoría de las estrellas que se pueden ver.” “Con M80 centrado, miren hacia el par de estrellas cerca del borde del campo hacia las 2 en punto. Esas son Omega-1 y Omega-2 Scorpii, un ejemplo de estrella doble muy ampliamente separadas. Un poquito atrás de ellas hacia la 1 en punto está una estrella más brillante, Beta Scorpii. Esa también es una estrella doble, pero sus dos componentes están tan cercanas que parecen una a través de los binoculares...” y así puede continuar tanto como Ud. y la audiencia lo quieran. Una gira guiada como esta siempre es un gran éxito con el público, porque usualmente no tienen idea que sus binoculares puedan revelar tales cosas. El conductor deberá encontrar la información (el Celestial Handbook de Burnham es una excelente fuente) y trazar la ruta de antemano, para asegurarse de no perderse. Puede explicarse que una gira como esa, involucra la clase de preparación que un aficionado a la astronomía hace a menudo a partir de mapas y libros, antes de adentrarse en la noche. Direcciones en la noche Lo que hace sencillo esta clase de giras es que todos entienden fácilmente las direcciones respecto al horizonte, tales como “arriba” y “hacia la 1 en punto”. Pero la única clase de mapas que muestran estas direcciones son los que tienen horizontes para la fecha, latitud y hora particulares. La mayoría de las cartas celestes están diseñadas para usarse en cualquier hora y fecha en todo el mundo, y por eso carecen de horizontes. En lugar de “arriba” o “abajo”, los astrónomos usan el norte, sur, este y oeste celestes. Estas direcciones se mantienen fijas con respecto a las estrellas, sin importar que una zona particular del cielo esté inclinada o de cabeza a una hora y fecha determinada. GUIÁNDOSE EN EL CIELO PAGINA 4 En cualquier parte del cielo, el Norte siempre está en la dirección del polo norte celeste, el cual está marcado muy cercanamente por la Estrella Polar, Polaris. Desde donde sea que Ud. use un mapa celeste, sosténgalo de tal forma que el norte del mapa apunte hacia Polaris en el cielo, no importa que tan rara sea esa dirección. Los patrones de estrellas se orientarán de tal forma de coincidir con los que se ven en el cielo. Debido a una coincidencia muy afortunada para los principiantes, al menos en el hemisferio norte, Polaris es una de las estrellas más fáciles de encontrar, a pesar de no ser muy brillante (2ª magnitud). Los Punteros de la Osa Mayor apuntan casi directamente hacia ella desde una distancia de 30°, unas 1½ palmadas. En un mapa del cielo, cuando el Norte está arriba, el Este se encuentra a la izquierda, justo lo opuesto a un mapa terrestre. La razón es clara. Nosotros vemos hacia abajo en la Tierra y hacia arriba cuando vemos al cielo. Si viéramos un mapa terrestre por debajo, mirando hacia arriba a través del papel, como si viéramos por una Tierra transparente, también tendría el Este a la izquierda cuando el Norte está arriba. Alrededor de los bordes de la mayoría de los mapas estelares están las coordenadas celestes: declinación y ascensión recta. El Norte se encuentra en la dirección en que aumenta el valor de la declinación, y la ascensión recta aumenta hacia el Este. Cuando se usa un telescopio, siempre se puede encontrar cuál es el Norte en el campo de visión, empujando levemente el telescopio hacia Polaris. Las estrellas aparecerán desde el borde norte del campo. Con el motor de seguimiento apagado, la rotación de la Tierra hará que nuevas estrellas entren al campo desde el Este. Estas reglas sencillas trabajan sin importar que el campo en el telescopio esté cabeza abajo, que sea especular, o ambas. Encontrar el Norte, así como aprender las mediciones angulares con las manos, toma sólo un poco de práctica para volverse usual. Estos dos elementos —reconocer las direcciones y las distancias— son las claves para hallar que la observación de estrellas es sencilla. Con ellos, nadie se pierde en el espacio. Las estrellas en la Gran Cacerola de la Osa Mayor proporcionan una variedad de medidas angulares muy convenientes.