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Un análisis de ADN permite detectar mujeres con más riesgo de
padecer cáncer de cérvix
“La citología es buena pero es inferior”, afirma la Dra. Silvia de Sanjosé,
presidenta de la Sociedad Internacional de Virus de Papilloma.
Las Palmas de Gran Canaria, 26 de Noviembre. Actualmente, existen
técnicas capaces de medir el ADN o RNA (ácido ribonucleico) del virus de
papiloma (VPH) en las mujeres y sus resultados aportan información adicional
acerca de qué tipo del VPH está presente en la paciente, según informa la Dra
Silvia de Sanjosé, Presidenta de la Sociedad Internacional de Virus de Papilloma
y jefa de departamento del Programa de Investigación Epidemiológica del cáncer
en el Instituto Catalán de Oncología.
“El uso de las pruebas que detectan el VPH dan una mayor precisión y se capta
a un grupo mayor de mujeres en comparación con la citología, que es buena
pero es inferior”, explica la doctora.
La detección en estadíos precoces de a enfermedad salva vidas
En su ponencia, titulada ‘Biomarcadores en la selección de mujeres VPH
positivas’, la Dra. De Sanjosé analiza las nuevas técnicas para detectar mujeres
con mayor riesgo de padecer cáncer de tracto genital inferior.
“Identificar a mujeres que puedan tener más riesgo y hacerlo en el momento
adecuado evitará tener que aplicar tratamiento más agresivos. Si lo podemos
hacer en estadíos precoces se trata con cirugías menores y con mayores
posibilidades de eliminar la enfermedad”, añade.
En varias comunidades autónomas, como Cataluña, Huesca o País Vasco, ya se
ha aplicado una nueva técnica de detección precoz que se lleva a cabo en dos
pasos.
“En un primer momento identificamos a una mujer portadora de la infección, si
la prueba detecta la infección se realiza una citología para comprobar el grado
de afectación”, explica la Dra. De Sanjosé. “En la mayoría de los casos el
sistema inmune del organismo cura la infección”.
Los especialistas se preguntaron qué más se podía hacer para que, además, de
detectar la infección se pudiera analizar quién va a mantener la infección por
VPH y, por tanto, sufrir un alto riesgo de desarrollar células precancerosas.
“Estar infectado no quiere decir estar enfermo”, apunta la doctora. “En un
segundo paso miramos si, además, de la infección hay algún signo claro de que
la mujer tenga alguna alteración de las células”.
En definitiva, lo que se busca con la implantación de estas novedosas estrategias
de doble nivel es “completar el esquema de decisión y ver qué mujeres tienen
un alto riesgo de desarrollar el cáncer”.
A través de ella “ganamos precisión y tiempo con el uso de pruebas moleculares.
De hecho, varios estudios han demostrado que se ha mejorado en la detección
de la enfermedad”.
Aun así la doctora señala que en España hacen falta más estudios a largo plazo
para monitorizar los cambios de protocolo y ver el impacto que las nuevas
pruebas pueden generar. “Mi gran preocupación es que seamos capaces de
evaluar y saber monitorizar lo que hacemos”.
Desde el Instituto Catalán de Oncología, “trabajamos en los modelos económicos
y el impacto en la población de estos cambios”, destaca la Dra. De Sanjosé.
“Los elementos los tenemos, vacunas y pruebas clínicas para prevenir la gran
mayoría de estos casos”, sentencia la doctora.
XXVIII Congreso AEPCC
La vigésimo octava edición del Congreso Nacional de la Asociación Española de
Patología Cervical y Colposcopia cierra sus puertas con una afluencia de
especialistas en tracto genital inferior de récord. Más de 500 profesionales se
han reunido en Las Palmas de Gran Canaria para abordar de manera integral las
patologías del tracto genital inferior y para actualizar lo referente a la prevención
primaria y detección secundaria.