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Traducción de la Jutba del viernes
16/05/2014-17/7/1435
Gracias a Dios por otorgarnos el Islam
Alabado sea Allah Creador de todas las cosas. Armonizó todo con su
prudente sabiduría.
Glorificado sea Allah quien hace que la noche suceda al día, y el día a la
noche, y ha sometido a su orden tanto el sol como la luna para el bien de la
gente. Señor nuestro, te alabamos y te agradecemos. Te pedimos perdón
por todo lo que hemos hecho.
Atestiguo que no hay dios más que Allah y atestiguo que Muhammad es su
siervo y Mensajero. Dios nuestro, bendiga a Muhammad, a sus familiares y
a sus compañeros.
El hecho de haber sido guiados a la religión del Islam y llevar el Islam como
creencia, aplicación y método constituye una bendición muy grande que
Allah nos ha otorgado. Eso es así porque en el Islam se encuentra todo lo
que nos beneficia en esta vida y también después de su muerte. ¡Habrá una
bendición más grande que la que otorga al hombre la complacencia divina
y el Paraíso!
Los moradores del Paraíso reconociendo el favor de Dios para con ellos
dirán: Las alabanzas a Dios que nos ha guiado hacia el camino de la gracia y
nos auxilió para tomarlo, puesto que si Dios no nos hubiera guiado
mediante sus enviados y si no hubiéramos tenido éxito gracias a Él, jamás
habríamos podido orientarnos. (7:43).
En Sura (YASIN) encontramos la historia del creyente que llamó a su pueblo
a obedecer a Dios y seguir a los enviados de Dios y su gente no respondió
su llamado. A este hombre Allah le ha perdonada, y le honró por otorgarle
el Paraíso. El Corán se ha referido a ese episodio diciendo lo siguiente: …Le
dijo- en recompensa por su fe y su invitación hacia Dios-: Entra en el Paraíso.
Dijo estando en dicha y felicidad: ¡Pobre de mi gente! Si conocieran el
perdón de Dios y Su generosidad, que me puso entre los agasajados. (36:2627).
El verdadero creyente ve que su Islam y su fe son joyas que han sido
obtenidas por la gracia de Dios y no por el poder del hombre y su fuerza.
Por eso, lo ves busca permanentemente con todas sus fuerzas y energías
todo medio para incrementar su fe, fortalecerla y purificarla; y para no
debilitarla, tomando como su ejemplo el mejor de las creaciones el Profeta
Muhammed Ben Abdallah - la paz sea con él -, que buscaba refugio en Allah
del extravío después de la orientación, y que decía en su súplica: ¡Gloria
Dios!, me refugio en ti del extravío después de haber sido guiado hacia ti.
Tú eres Viviente y los genios y humanos mueren.
Cuando la fe se afirma el corazón, el musulmán ama más esta fe y hace todo
lo posible para conservarla y cuidarla. Por eso, el musulmán incrementa sus
buenas acciones y trata de no caerse en las malas. El musulmán se preocupa
por la complacencia divina y por agradecer al Hacedor de los Mundos por
la fe y la certeza.
Lo más sorprendente del asunto es ver a gente que Allah les ha dado la fe,
les abrió las puertas de su merced y bondad y que por ello encaminaron en
la senda recta pero por poco tiempo y rápidamente sintieron pereza,
apareció Satanás que les embelleció y les prometió lo que no es verdadero.
A consecuencia de ello, vieron que la rectitud era algo pesado, dejaron de
obrar bien y se aburrieron. ¡Acaso no sabían que el camino al Paraíso
estaba repleto de lo que el hombre no siempre quiere, no sabían que es
largo el camino! Una vez consultaron al IMAM AHMAD IBN HANBAL
diciéndole: ¿Cuándo descansa el hombre? Dijo: al poner su primer pie en el
Paraíso.
Por eso los musulmanes, hombres y mujeres, jóvenes y viejos, deben
recordar uno al otro mantenerse firme en el camino al Paraíso, deben gozar
de paciencia, y serán de los ganadores. Allah dice:
Juro por el tiempo. Que cada humano está sin duda en algún tipo de
perdición, a causa de sus tendencias y de sus pasiones. Salvo los que creen,
hacen el bien, cumplen los deberes de fe, y se aconsejan unos a otros la
observancia de la verdad en sus creencias. Éstos están a salvo de la
perdición en la vida mundana y en la Otra. (SURA 103).
Hermanos en el Islam: Vivimos en una sociedad no musulmana, que en ella
se mezcla lo de la religión con las costumbres y las leyes humanas. Los
conflictos rodean al musulmán y lo más nefasto es acostumbrarse a lo que
es característico de esta sociedad no musulmana. Sabed que muchas de
estas costumbres no van con lo establecido por Dios y Su Mensajero (la paz
sea con él). La gente se acostumbra a practicar lo ilícito sin darse cuenta de
ello. Por eso miran y escuchan sin preocupación alguna lo que el Islam nos
prohíbe. Besan a las mujeres ajenas a ellos y estrechan la mano a ellas. La
mujer musulmana se acostumbra a vestirse tal cual hacen las no
musulmanes o educan a sus hijos de un modo no musulmán, etc… muchas
cosas se hacen sin pensar si eso es del agrado de Dios o no lo es. El
musulmán piensa en sus obras antes de hacerlas, debe preguntarse si es de
agrado de Dios Todopoderoso o no lo es. El deber del musulmán, al ver a su
hermano musulmán caerse en un error es aconsejarle de un modo
adecuado para la situación. La mujer musulmana también debe aconsejar a
su hermana en el Islam y a su hija y orientarlas hacia el camino de Dios. El
consejo debe basarse en el Corán y la Sunnah.
Debemos aconsejarnos mutuamente para obrar bien, para no ser llevados
por la tentación y por la senda de costumbres de los no musulmanes. Si
seguimos en esta equivocada senda vamos a perder nuestra religión, vamos
a sufrir una gran pérdida en nuestros hijos, porque ellos van a aprender de
nosotros y le enseñarán a los demás. El resultado es tener a musulmanes
sin Islam y esta es la realidad de algunos de los musulmanes hoy en día.
Roguemos a Dios que nos reafirme en el Islam, que nos otorgue vida que le
plazca a Él y que nos oriente a obrar bien para ganar el Paraíso. Amén.
RESUMEN
Alabado sea Allah Creador de todas las cosas.
Atestiguo que no hay dios más que Allah y atestiguo que Muhammad es
su siervo y Mensajero.
Hermanos, El hecho de haber sido guiados a la religión del Islam y llevar el
Islam como creencia, aplicación y método constituye una bendición muy
grande que Allah nos ha otorgado.
El verdadero creyente ve que su Islam y su fe son joyas que han sido
obtenidas por la gracia de Dios y no por el poder del hombre y su fuerza.
Por eso, el musulmán debe preocuparse por la complacencia divina y por
agradecer al Hacedor de los Mundos.
Debe saber que el camino al Paraíso no es tan fácil. Una vez consultaron al
IMAM AHMAD IBN HANBAL diciéndole: ¿Cuándo descansa el hombre?
Dijo: al poner su primer pie en el Paraíso.
Por eso los musulmanes, hombres y mujeres, jóvenes y viejos deben gozar
de paciencia.
Hermanos en el Islam: Vivimos en una sociedad no musulmana, que en
ella se mezcla lo de la religión con las costumbres y las leyes humanas. Los
conflictos rodean al musulmán y lo más nefasto es acostumbrarse a lo que
es característico de esta sociedad no musulmana.
La gente se acostumbra a practicar lo ilícito sin darse cuenta de ello y
muchas cosas se hacen sin pensar si eso es del agrado de Dios o no lo es.
Debemos aconsejarnos mutuamente para obrar bien, para no ser llevados
por la tentación y por la senda de costumbres de los no musulmanes. Si
seguimos en esta equivocada senda vamos a perder nuestra religión,
vamos a sufrir una gran pérdida en nuestros hijos.
Roguemos a Dios que nos reafirme en el Islam, que nos otorgue vida que
le plazca a Él y que nos oriente a obrar bien para ganar el Paraíso. Amén.