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“ANTROPOLOGIA FORENSE ASOCIADA A LA ESCENA DEL CRIMEN Y LA INVESTIGACIÒN CRIMINAL” Mg. Aidee Elizabeth Chàvez Rodrìguez Antropologa Fisica forense Cada vez que se investiga el hallazgo de unos restos humanos, surgen múltiples interrogantes a resolver. Para simplificar esta tarea, los interrogantes pueden ser resumidos a diez puntos con el fin de efectuar una investigación completa. Para estos interrogantes no existen respuestas obvias y a veces es necesario recurrir a ayuda externa. Los restos humanos pueden clasificarse de muchas formas: esqueletizados, en estado avanzada descomposición, mutilación, carbonización, momificación. Todos estos casos pueden abordarse desde la perspectiva de la Antropología Forense. Esta es una rama especializada de la Antropología Física, cuya finalidad primordial es contribuir con su conocimiento sobre las características biológicas humanas a la investigación y solución de problemas médico-legales. Se trabaja fundamentalmente con restos humanos con el fin de establecer los puntos de partida para la identificación de un individuo o grupo de individuos; a primera vista éstos restos no ofrecen al parecer mayor información para el investigador judicial inexperto. Adicionalmente el estudio antropológico puede proporcionar información sobre características como los rasgos físicos, hábitos cotidianos, patologías, indicadores ocupacionales y culturales. Esta rama, utiliza el aporte de otras áreas del conocimiento antropológico como la Arqueología y la Antropología Social. El principal objetivo de la Antropología Forense es el auxilio que puede prestar a aquellas personas que utilizan los mecanismos jurídicos en la solución de problemáticas legales y, sobre todo, a la búsqueda de la identidad de un cuerpo sin identificar. El hallazgo de unos restos óseos de manera accidental y que no involucran ninguna actividad de tipo funerario apunta hacia la posible consumación de un homicidio. No obstante el hallazgo de restos humanos no siempre tiene que ver con la muerte violenta, sino que no puede descartarse que se trate de un hallazgo arqueológico o de un sitio funerario antiguo que no ha sido descubierto totalmente. ¿Es hueso? Cualquier persona entrenada en principios de anatomía, ya sea un médico, un patólogo, un antropólogo forense, puede reconocer los huesos de un esqueleto humano. La tarea se vuelve mas complicada cuando los huesos se encuentran fragmentados. Muchas veces fragmentos de materiales como plásticos o cortezas vegetales pueden ser confundidos con hueso. Los huesos raras veces son consumidos completamente por el fuego aunque pueden ser deteriorados o alterados en su forma, textura y color. Solo personal entrenado y con experiencia puede determinar si hay huesos presentes en una escena del crimen, donde ha ocurrido una incineración. Estos casos ocurren a menudo en escenas criminales o en los desastres masivos. La destrucción y el calor es tal que puede destruir casi todo el cuerpo y deformar otros materiales haciendo sus características externas semejantes a los de un hueso. Con frecuencia la recuperación de de restos óseos humanos se hace apresuradamente y con la participación de personal inadecuado para la tarea. El hallazgo de restos óseos no siempre implica que se trate de restos humanos; es importante confirmar si los restos son humanos o pueden pertenecer a los de un animal por ejemplo. Son varios los casos reportados donde existen investigaciones judiciales e incluso personas detenidas sobre evidencias de material óseo donde ni siquiera se ha comprobado su origen. En algunas oportunidades se ha confirmado el origen animal o artificial de estos restos fragmentados o deteriorados. Son necesarios para este fin estudios morfológicos y microscópicos hechos por especialistas en estudiar huesos determinar si corresponde a un hueso la muestra que se ha encontrado. ¿Es humano? El entrenamiento constante en osteología humana nos ayuda a reconocer fácilmente los huesos del esqueleto humano. La presencia de tejidos blandos y cabellos nos ayudan a confirmar su pertenencia, pero cuando se trata de huesos dispersos y fragmentados se presenta un problema mayor. Es posible reconocer piezas como el cráneo y la pelvis cuando estas se encuentran íntegras, pero los huesos largos, costillas, vértebras y huesos pequeños pueden ser a menudo confusos. Los huesos de vertebrados de mediano tamaño pueden ser problemáticos y pueden confundirse con los de un niño, por ejemplo. Los huesos de infantes representan un problema particular ya que los centros secundarios de osificación se encuentran separados y a menudo se deterioran muy rápidamente y se pierden. Además la forma y el tamaño son poco reconocibles, sobre todo en huesos de fetos humanos. ¿Es arqueológico o Forense? Es posible determinar si los restos son de tipo arqueológico, antiguo o pertenecen a los de una persona recientemente fallecida? La estimación del tiempo de muerte es uno de los interrogantes mas difíciles de resolver debido a la infinidad de variables que inciden sobre la descomposición de un cuerpo. Si estos se encuentran superficiales y aún presentan tejido blando y cabellos es muy probable que el momento del deceso ocurrió recientemente. Si se trata de un cuerpo enterrado, envuelto en plástico grueso y sepultado en un cajón, los tejidos blandos se conservarán por mucho tiempo, dificultando así el cálculo del tiempo de muerte. Cuando se trata de restos óseos sin tejido blando presente el cálculo del tiempo de muerte se complica. Para nuestro medio, los restos óseos arqueológicos son fácilmente identificables, especialmente cuando se observan las piezas dentales. Los individuos con ancestro indígena e incluso los que tienen ancestro mongoloide Tienen características dentales particulares desde el punto de vista biológico como cultural. Otra manera de determinar restos de tipo antiguo de los individuos pertenecientes a poblaciones modernas es por medio de la curvatura de la diáfisis femoral. Muchas comunidades, antiguas y modernas, utilizan la posición de cuclillas como una posición de descanso; esto causaba un arqueamiento de la diáfisis e incluso se podía ver procesos degenerativos en los huesos tarsianos. Esta característica incluso puede orientar a determinar el ancestro racial, sin embargo debe confirmarse el morfotipo con la información craneal disponible. El contexto del hallazgo también puede diferenciar unos restos de origen arqueológico de unos modernos. Los restos arqueológicos generalmente son encontrados en lugares fúnebres, donde la evidencia periférica indica la presencia de objetos culturales de tipo ritual (vasijas, puntas líticas, utensilios, semillas, huesos animales). Los casos forenses generalmente estudian individuos o grupos de individuos donde los objetos asociados son de uso más moderno; no obstante objetos como monedas y almanaques nos pueden dar un indicio sobre el tiempo cercano al momento de fallecimiento de la víctima. El estudio de insectos también puede ser útil para ubicar un rango de tiempo de muerte. Para este fin es necesario consultar un entomólogo con experiencia para efectuar este cálculo Los casos forenses son diferentes. El tiempo de muerte en restos humanos se determina en rangos de meses y de años. La observación de cambios cadavéricos tardíos, el estado de las prendas, las características medioambientales, el nivel de deterioro y disposición de los restos pueden sugerir un lapso de tiempo aproximado entre el momento de la muerte y el momento del hallazgo de los restos. Estas estimaciones jamás son absolutas y pueden cambiar si más hallazgos son aportados en la investigación. ¿Cuántos y qué tipo de huesos tenemos aquí? Responder a esta pregunta requiere conocer la osteología humana. Después de haber completado la recuperación, hay que establecer un inventario concreto de todos los huesos rescatados. La recuperación incompleta de los restos y otras evidencias podría limitar la interpretación del caso e incluso su resolución. Cada hueso puede ofrecer información clave sobre la identificación y las posibles causas de muerte. Si se presentan casos de hallazgos de huesos incompletos debe establecerse con certeza que se ha hecho una exploración y prospección minuciosa del área y así descartar la presencia de mas huesos y evidencias en la zona. Con frecuencia pueden encontrarse mas restos en un radio más amplio de espacio y hacer una búsqueda exhaustiva. Siempre debe establecerse el porqué de la ausencia de partes del esqueleto. Aunque se trate de restos humanos con tejido blando presente, es necesario hacer el inventario óseo completo. La ausencia de piezas no sólo se explica en una mala recuperación de los restos sino que también puede tratarse de ausencias causadas por comportamiento criminal. El esqueleto humano comprende 206 piezas distribuidas en huesos craneales, huesos del esqueleto axial (incluyendo cintura escapular, cintura pélvica, columna vertebral, caja torácica) y huesos del esqueleto apendicular (huesos de miembros). ¿Cuantos individuos tenemos aquí? Una vez se ha establecido la cantidad total de huesos recuperados es necesario establecer si se trata de un esqueleto completo (es decir un solo individuo) y descartar o confirmar la presencia de piezas óseas adicionales, cualquiera que sea su origen. El esqueleto humano tiene varios huesos en juegos pares, otros sencillos; cuando se estudia un juego de huesos y empezamos a encontrar, por ejemplo, tres radios, dos sacros, dos arcos zigomáticos del mismo lado etc., el asunto comienza a complicarse. Mas aún cuando tenemos un conjunto de restos fragmentados, sólo un especialista puede lograr determinar si tenemos una o más personas fallecidas. Es muy importante hacer referencia del contexto del hallazgo de estos restos, ya que por diferentes motivos, ya sea antes o después del hallazgo, los restos son mezclados en un solo montón. Es muy posible, aunque encontremos en el mismo sitio los huesos, que los fallecimientos ocurrieran al mismo tiempo o en dos momentos diferentes. Esta posibilidad se ajusta a los casos de fosas comunes o sitios donde un asesino en serie deposita los cuerpos de sus víctimas. ¿En que casos interviene el Antropòlogo Forense?: -Personas vivas: Homonimias, casos de naturaleza sociocultural, somatología, antropología visual (imágenes), casos comparativos, valoración de la afectación (ambiente sociocultural, estudios de violencia, casos de comportamientos culturales de individuos y grupos, etc.) -Muertos: cadáveres, restos humanos, esqueletizados, fragmentados, calcinados,o en otros estado de conservación; restos de naturaleza arqueológica prehispanica, histórica colonial, histórica republicana (S. XIX, XX, XXI) y forenses (25 años de data) ¿Los eventos Forenses que participa el Antropologo Forense?: -Violencia: Política, común. -Desastres: Terremotos, maremotos, incendios, inundaciones, catástrofes varias. -Sucesos de transito: Aéreos, terrestres, marítimos, lacustres, etc. ¿En qué consiste el concepto PERFIL SOCIOCULTURAL? En el campo forense antropológico?. -Información referente a: a. Identidad del individuo y el grupo, pertenencia a una comunidad determinada, costumbres propias, tradiciones, valores propios, hábitos, Ideología, lengua común, territorio. b. Perfil biológico de la persona viva. c. Perfil biologico bàsico: *Sexo biológico, Edad biológica, Rasgos individualizantes (estatura, peso, lateralidad por osteometria y por estrés biomecánico) *Patron ancestral, *Rasgo epigenetico, Estado de salud-enfermedad: *Traumas: premortem, perimortem y postmortem, *Patologias oseas (heredadas y adquiridas) *Deformacion cultural osea, antropológica. *Tafonomia, *Intervalo postmortem, Conclusión Los Métodos básicos para la investigación Antropológica identificación en restos humanos NN se aplica las tres etapas. Forense: a. Búsqueda de información sociocultural Premortem: Consiste en la recopilación de la investigación preliminar proporcionada por familiares y/o testigos. Esta etapa se complementa con la prospección antropológica, exhumación y remisión de los restos al gabinete para su análisis. La información obtenida en esta etapa se sistematiza en el informe de prospección y de exhumación. b. Análisis de gabinete: La muestra en el gabinete es analizada con el objetivo de reconstruir el perfil biológico; diagnostico del sexo, estimar la edad y estatura; el estado de la salud-enfermedad en patologías, traumas, rasgos epigenéticos, estrés biomecánico, tafonomía, manera de la muerte y data. La suma de todos estos datos nos sirve para elaborar la pericia antropológica. -Comparación de datos pre-postmortem: Identificaciòn Se correlaciona la información pre y postmortem o de gabinete estos datos son valorados para identificar la persona buscada. Cuando se identifica, se “reconoce”, es decir se devuelve la identidad legal del desaparecido. c.Tratamiento y orientación a familiares: Identificado el desaparecido, el cuerpo será devuelto a sus familiares para que cumplan el ritual de la inhumación. En esta etapa, el antropólogo orienta a estas personas sobre el proceso de la reparación y el tratamiento terapéutico necesario para superar las dificultades del caso. ETAPA SOCIOCULTURAL: En esta etapa, se ejecuta actividades hasta el proceso de exhumación. -Primero: Información Premortem del desaparecido: Se aplica para recoger información del perfil antropofísico y social que el individuo tenía en vida, esta información es comparada con aquella obtenida en el análisis de gabinete. Consiste en aplicar la entrevista estructurada constituida por un conjunto de preguntas que serán respondidas por los familiares directos y o testigos relacionados con la persona desaparecida. Debido al tiempo transcurrido entre la desaparición y la investigación, por ello los entrevistados en algunas ocasiones no recuerdan los rasgos antropofísicos de sus familiares lo cual constituye un limitante para la investigación. Segundo: Exploración, ubicación y evaluación de fosas: Para ello el antropólogo recorre y ubica el área donde se encuentra la fosa de manera exacta en base dos criterios: Información proporcionada por familiares y testigos: Estos testimonios son verificados con la inspección de campo. -Ubicación de la fosa con instrumental adecuado: Recorrer el área y registrar la información necesaria, entrevistando y consolidando la historia del caso. En todo momento practicar la objetividad en la observación, de aquella información proporcionada por familiares y testigos, un hecho importante es la realización de todo un proyecto etnográfico con el objetivo de recoger información de campo válida de primer nivel, asimismo establecer las conclusiones deberán responder a la problemática estudiada. Evitar utilizar terminologías como “conocimiento blando” que no expresan ningún contenido fáctico de prueba, en este caso es importante manejar información metodológica en la construcción de los instrumentos a utilizar con rigurosidad y certeza. Tercero: Exhumación Comprobada la existencia de la fosa donde se encontraría el cuerpo del desaparecido, se planificarán estrategas para su recuperación del lugar de enterramiento. Debe utilizar metodología de excavación arqueológica. Todo proceso de excavación altera y destruye el contexto donde se encuentran depositadas las evidencias, por eso se recomienda ejecutarlo cuando se tenga toda la información preliminar con toda la metodología necesaria, sin este requisito esta actividad pierde valor científico y probatorio porque altera la evidencia de manera definitiva con el siguiente proceso: Excavación: Ubicar el área a excavar, establecer la cuadrícula, verificar el entorno, registrar en la ficha correspondiente los datos observados. Prever la logística necesaria incluyendo el personal necesario encargado de la excavación, consignar la seguridad y logística necesaria. Al excavar, remover el material que cubre el cuerpo con herramientas pequeñas por niveles. Al nivel superior, utilizar herramientas grandes de manera controlada. Remover la tierra, pasarla por una zaranda para recuperar fragmentos de proyectiles, dientes, etc. Un criterio básico: No remover ni recoger nada, sin antes haberlo registrado. Seguir la profundidad hasta el nivel del piso que ocupan los restos, finalmente ejecutar cateo para descartar la presencia de más evidencias. Recuperación del cuerpo: Una sola persona recupera los restos solo, en circunstancias necesarias participa más de una. Iniciar por los pies y culminar en el cráneo, cada elemento óseo recuperarlo en forma individual sin utilizar la fuerza, fotografiar, codificar y empacar de manera adecuada, si existe evidencia con tejido blando momificado y/o en otra circunstancia se deberá recoger como está, no desarticular ni forzar más de lo debido en gabinete se tendrá la oportunidad de analizar de manera adecuada. Embalar los restos en orden anatómico (pie derecho en una bolsa, izquierdo en otra bolsa, y así sucesivamente. Rotular con plumones indelebles para evitar borrones en las bolsas empacadas con la nomenclatura asignada. Metodológicamente, se debe establecer el tipo de entierro ubicado y exhumado, es importante determinarlo con la finalidad de establecer el curso y sucesos de la inhumación del cuerpo. Tipo de entierros a considerar para la evaluación de fosas: a. Por el número de cuerpos que contiene: -Fosas individuales: Contienen restos de un solo individuo. -Fosas comunes o múltiples: Contienen más de un cuerpo. b. Según estado de conservación de la fosa: -Fosas primarias: Aquellas, donde los restos conservan sus relaciones anatómicas. -Fosas secundarias: Los restos, luego de su inhumación original, son exhumados y vueltos a inhumar en otro sitio. c. Según espacios temporales: -Fosas sincrónicas: Los cuerpos son depositados todos en un mismo suceso temporal. -Fosas diacrónicas: Los cuerpos son depositados en diferentes sucesos temporales, es decir la fosa es reutilizada. En algunas ocasiones existen proceso que de manera involuntaria modifican del contexto original de la fosa, pueden ser. Alteraciones por acción humana: Se ha removido la fosa luego de la inhumación. Perturbaciones por acción no humana: Por la fauna carroñera, vegetación, movimiento natural del terreno, lluvias, o sucesos que haya desarticulado la estructura anatómica de la muestra. Cadena de custodia. Ciertas personas especialistas en seguridad deberán de trasladar los restos hasta el gabinete empacados pieza por pieza rotulados en una caja sellada, anotar la nomenclatura correspondiente, Apertura y cierre del acta Fiscal con la firma de todos los responsables de la exhumación, luego entregar las evidencias al responsable de seguridad para ser trasladada al gabinete bajo responsabilidad funcional. SEGUNDA ETAPA: Análisis de gabinete: En esta etapa de trabajo se analizarán, en el laboratorio, los restos óseos recuperados durante el trabajo antropológico, con el objeto de su identificación y determinación del perfil biológico. • El laboratorio en Antropologia Forense En lo que respecta a la infraestructura con la que debe contarse para el análisis de restos óseos, la misma es extremadamente sencilla. Se debe contar con una sala amplia, bien iluminada, con agua corriente, algunas mesas lo suficientemente grandes para poder extender un esqueleto articulado y un equipo de rayos-X. Es sumamente importante que dicho laboratorio se halle disponible exclusivamente para la investigación de restos óseos. 1) La preparación de los restos Previo a la realización de cualquier análisis, el material proveniente del campo debe ser preparado adecuadamente para su posterior estudio. Dicha preparación comprende los siguientes pasos: Limpieza: todos los huesos y piezas dentarias deben ser lavados con agua corriente, sin ningún agregado. Se pude utilizar un cepillo de dientes para quitar la tierra, teniendo especial cuidado en los huesos que presenten erosiones, como las epífisis de los huesos largos, y las caras de las sínfisis pubianas. Las piezas dentales que no se encuentren fijas en sus alvéolos deben ser retiradas y lavadas aparte para evitar su pérdida. En los casos en que los restos no se hallen completamente esqueletizados se puede utilizar una solución de cloro y agua para acelerar el desprendimiento de los tejidos blandos. Previamente debería extraerse una muestra para posibles análisis genéticos. Una vez finalizado el lavado, el secado debe efectuarse preferentemente a la sombra, sin exponer los huesos al sol. Puede utilizarse un ventilador para acelerar el proceso. Reconstrucción: a continuación, los huesos que presenten traumatismos "peri o post mortem" deben ser reconstruidos, utilizando para ello un pegamento, tal que permita unir los fragmentos y volver a separarlos sin causarles daño en caso de error. Una vez efectuados todos estos pasos, el esqueleto debe ser extendido en orden anatómico sobre una de las mesas, junto con las evidencias asociadas. A continuación se puede comenzar el análisis de los restos, teniendo como guía los siguientes puntos: 1. Si se trata de restos humanos o no, 2. Si corresponden a uno o más individuos, 3. Determinación de sexo, 4. Estimación de la edad, 5. Estimación de características raciales, 6. Estimación de la estatura, 7. Estimación de lateralidad, 9. Observación de patologías, anomalías o rasgos discretos. 2) Determinación de sexo Antes de comenzar a describir los parámetros a utilizar en la determinación del sexo de restos esqueléticos, debemos realizar dos observaciones. En primer lugar, a diferencia de lo que ocurre con la edad, la estatura y la raza, se va a decir que un esqueleto es masculino, femenino o indeterminado, es decir, no va a haber un rango de posibilidades. En segundo término, debe destacarse que debido a que el dimorfismo sexual se expresa plenamente con la pubertad, es extremadamente difícil diagnosticar el sexo de esqueletos de menores de diez a doce años. Dos tipos de observaciones se realizan para la determinación del sexo: métricas y morfológicas. Las mismas se pueden aplicar a cualquier hueso del esqueleto, pero dos serán las áreas donde el dimorfismo sexual se expresa más claramente: la pelvis y el cráneo. 3) Estimación de edad La estimación de la edad en restos esqueléticos se refiere a la edad del individuo al momento de su muerte y no a la cantidad de años que han pasado desde que el individuo murió. A lo largo de la vida, diferentes elementos del esqueleto siguen una secuencia cronológica de cambios. Cuando se trabaja con restos correspondientes a fetos, niños y adolescentes, los principales indicadores a observar son el desarrollo dentario, es decir la erupción y reemplazo de piezas dentarias, la fusión de centros de osificación y la medición del crecimiento de los huesos largos. El desarrollo dentario fue graficado por D.Ubelaker, desde los 5 meses de vida uterina hasta los 35 años, comprendiendo una dentición decidual y una permanente. En el análisis de la dentición de niños es fundamental trabajar con radiografías de las arcadas dentarias, de modo a poder observar el grado de desarrollo de cada pieza. Una vez que la dentición permanente erupciona, la pauta de edad será observable a partir del desgaste oclusal de las piezas. Con respecto a las suturas craneales, durante muchos años fueron utilizadas como referente exclusivo en la estimación de la edad, pero la gran variabilidad interindividual que se ha observado en su desarrollo, torna este método poco confiable. La única sutura que es recomendable observar es la basilar o esfeno-occipital, que se une entre los 20 y 25 años. Uno de los indicadores más importantes es el grado de fusión de las epífisis de huesos largos, vértebras, costillas y pelvis. La fusión de cada epífisis es progresiva, y cada hueso presenta su secuencia propia. Para ponderar el grado de fusión se utiliza una escala de 0 (no fusionada), 1 (1/4 de fusión), 2 (1/2 fusión), 3 (3/4 de fusión) y 4 (fusión completa). Luego de haber valorado el estadio en que se halla cada hueso se hace una estimación general. Junto con la fusión de epífisis, el indicador más confiable y regular, entre los 18 y 40 años, es la observación de las sínfisis pubianas. Básicamente, el método consiste en el análisis de las caras sinfisiales y su grado de desarrollo. Este método, desarrollado por Todd en la década de los 20, contó posteriormente, con modificaciones realizadas por McKern y Stewart(1957), Gilbert y McKern (1973) y, más recientemente, por Suchey y Katz (1986). Estos autores, basándose en el trabajo pionero de Todd, dividieron la cara sinfisial en tres componentes: a) cara dorsal b) cara ventral y c) superficie interpúbica (anillo sinfisial). Cada uno de estos componentes, a su vez, fue dividido en una escala de 0 a 5 de acuerdo con su desarrollo. Los valores estimados para cada componente luego se suman y el total es referido a una tabla que señala una edad y su correspondiente desvio estándar. Debe resaltarse que, si bien el método brinda una estimación bastante exacta, su empleo requiere de cierta experiencia por parte del investigador. Por otra parte, debe considerarse que existen tablas diferentes para hombres y mujeres, y en estas últimas, el parto pude modificar la morfología de la sínfisis, en especial, marcas adyacentes a la cara dorsal del pubis. Finalmente, a partir de la tercera década de vida, deben analizarse los procesos degenerativos que comienzan a afectar al esqueleto. Dichas procesos, generalmente observables en articulaciones (rodillas, hombros y tobillos) y en la columna vertebral, se manifiestan como osteoartrosis, con proliferación de osteofitos y anquilosis vertebral. Es importante, en el análisis de los procesos degenerativos, no confundirlos con determinadas patologías que presentan manifestación ósea y que pueden llevar a un diagnóstico apresurado. A medida que la edad del individuo estudiado es mayor, la posibilidad de estimar su edad con precisión es menor. Por ejemplo, podremos decir que la edad de un individuo es de 20 años con un desvío de 3 años, pero cuando se trata de un individuo mayor el rango incrementa, por ejemplo, 35 años ± 4 años. Siempre que se analicen restos óseos debe tenerse presente que además de la variabilidad individual, existen una serie de factores culturales, como el tipo de alimentación o el trabajo desarrollado, que afectaran el desarrollo del esqueleto en diferentes formas dificultando, en algunos casos, el uso de estudios y tablas tradicionales. 4) Estimación de características raciales La estimación de las características raciales de un esqueleto es quizás una de las más difíciles. Esto se debe a que, cuando trabajamos con poblaciones contemporáneas, como es el caso en investigaciones forenses, los grupos se hallan mezclados, lo que hace sumamente difícil poder afirmar que un individuo pertenece claramente a uno de los tres grandes grupos raciales. Por lo tanto, cuando hablemos de "raza" de un individuo vamos decir que el mismo presenta ciertas características que son propias de tal grupo, por ejemplo, prognatismo alveolar = negroide. Un problema que se presenta habitualmente en algunos países es el siguiente: ante la aparición accidental de restos óseos surge el interrogante acerca de si se trata de restos contemporáneos, y por ende correspondientes a una investigación forense, o si se trata de restos no contemporáneos, correspondientes a algunos de los grupos indígenas que habitaron en la zona. Ante tales circunstancias, existen dos formas básicas de proceder para tratar de dilucidar el enigma. La primera consiste en el análisis del contexto de inhumación y/o hallazgo de los restos y su excavación. En general, los entierros indígenas presentan ciertas características particulares que nos pueden aportar elementos para precisar el origen de los restos. Entre los elementos a los que hay que prestar especial atención se cuentan la posición de los restos en la fosa (muchos grupos acostumbraban desenterrar a sus muertos y volverlos a enterrar, produciendo entierros secundarios); la estratigrafía del sitio; el material asociado a los mismos (adornos funerarios, tejidos de textura no contemporánea, restos óseos de animales). Sobre el cráneo: si bien este punto se halla desarrollado más extensamente a continuación, cuando estamos intentando diferenciar entre un cráneo contemporáneo y otro que no lo es, uno de los elementos que nos pueden ser de mucha utilidad es la presencia de deformaciones artificiales. Diferentes grupos humanos utilizaron la deformación artificial del cráneo, mediante la aplicación de tablas o vendas que presionaban, por ejemplo, el occipital. Esta característica es un importante indicador para diferenciar la muestra. Otros elementos más generales que pueden resultar de importancia en la diferenciación de la muestra hacen a la arquitectura general del esqueleto (fuertes inserciones musculares, presencia de platimería, desmineralización de los huesos). El cráneo es la zona del esqueleto más importante para notar características raciológicas; en él es posible realizar una serie de observaciones y mediciones que nos pueden acercar a un diagnóstico bastante certero. Desde el punto de vista métrico, uno de los métodos más importantes es el desarrollado por Giles y Elliot (1962), denominado Análisis de Funciones Discriminantes. El mismo consiste en la toma de ocho medidas en el cráneo, para lo cual es necesario que esté intacto, las cuales se combinan con un factor constante preestablecido (ver pg. 278/9 de THSFM). Posteriormente, Howells (1973) desarrolló un método semejante, pero aplicable a diversas poblaciones y tomando mayor cantidad de mediciones. Con respecto a los métodos no métricos, frecuentemente son los más utilizados, ya que no requieren un equipo específico y las observaciones pueden ser realizadas rápidamente. Algunos de los indicadores más importantes son: Distancia intraorbital, Características del hueso nasal, Apertura nasal, prognatismo alveolar, Proyección de los malares, Incisivos centrales en forma de pala, -Forma del mentón. 5) Estimación de estatura Una de las principales dificultades con la que nos enfrentamos al tratar de estimar la estatura de un esqueleto, es que las tablas utilizadas como referencia provienen de algunas poblaciones específicas, no pudiendo ser aplicadas universalmente, como si sucede con las de edad, donde la variación, al menos en casos forenses, es menor. Para población centroamericana contamos con pocas tablas, que no presentan una casuística significativa. A pesar que en muchos países se ha estado trabajando en la confección de tablas locales, aún pocas de ellas han sido aprobadas. Existen dos métodos principales para estimar la estatura de restos esqueléticos. Uno es el método matemático, desarrollado por Trotter y Gleser, el otro es el método anatómico, que corresponde a Fully. El Método matemático: consiste en la medición de cada hueso largo y la multiplicación de ese resultado por un factor constante al que se le suma otro valor constante, resultando de ello una ecuación. Esta operación matemática dará la estatura aproximada, con un rango de tolerancia de entre 3 y 5 cm, según el hueso utilizado. Los huesos que ofrecen un rango menor son el fémur más la tibia. Cómo se mide un hueso largo: Existen dos formas de medir el fémur. La primera, llamada longitud máxima, se toma apoyando el cóndilo medial en el extremo fijo de una tabla osteométrica hasta alcanzar la longitud máxima. La otra forma de medición, llamada longitud fisiológica, consiste en apoyar ambos cóndilos en el extremo fijo y tomando la distancia a la cabeza del hueso. La tibia se mide apoyando en el extremo fijo de la tabla el maléolo medial y llevando el taco al cóndilo lateral. El hueso debe hallarse perpendicular con respecto a los extremos de la tabla. Cuando se realiza la estimación de la estatura, debe tenerse presente que los métodos descritos fueron realizados a partir muestras de esqueletos pertenecientes a poblaciones específicas. En el caso de Trotter y Gleser, trabajaron con restos de soldados norteamericanos, que representaban poblaciones blancas, negras y mongoloides. En el caso de Fully, trabajó con restos de franceses muertos en campos de concentración alemanes. 6) Estimación de lateralidad Cuando hablamos de lateralidad, estamos haciendo referencia a que miembro superior era utilizado con mayor frecuencia por el individuo. Al igual que en otras estimaciones, en este caso vamos realizar mediciones y observaciones de características morfológicas. Con respecto a las mediciones, se debe tomar la longitud máxima de la clavícula, húmero, cúbito y radio de ambos lados. Si el húmero, cúbito y radio de un lado son más largos que los del otro y la clavícula de ese mismo lado es más corta que su opuesta, ese será el lado predominante. En cuanto a las características morfológicas, se debe observar el borde posterior de la cavidad glenoidea del omóplato (ver pg. 239/44 de EOFA). Debe apreciarse cual de ambos bordes posteriores presenta mayor desgaste. Se debe tener especial cuidado de no confundir ese desgaste con procesos osteoartríticos. 7) La identificación de restos humanos La identificación de restos humanos es uno de los puntos fundamentales solicitados al antropólogo. Tal como mencionáramos en las páginas precedentes, la identificación será posible, en la mayoría de los casos, mediante la comparación de los datos aportados por la familia (ficha pre mortem) con los datos extraídos de los restos en estudio (ficha post mortem). Cualquier identificación debe basarse en una serie de puntos coincidentes y no en una sola variable. Pero en muchas ocasiones, no se cuenta con suficiente información pre mortem, debido, fundamentalmente, a dos razones: a) el tiempo transcurrido desde la muerte del individuo, lo que implica la destrucción o pérdida de los archivos médicos y odontológicos; b) el escaso acceso de la población bajo estudio a centros médicos u odontológicos (por ejemplo, la mayoría de la población campesina e indígena. C) EL INFORME PERICIAL EN ANTROPOLOGÍA FORENSE. El informe antropológico forense sobre un resto humano, se debe mencionar en cuanto a los tipos datos generales y específicos. 1º Procedimientos de preparación del material (lavado, radiografiado, rotulado y reconstrucción). 2º Inventario de huesos presentes. 3º Determinaciones y estimaciones efectuadas. 4º Métodos y tablas utilizadas. Bibliografia: Bass, W.M.: Human Osteology (HOS), Missiouri Archaeological Society, Columbia (USA), 1987. Fazekas, I. y Kosa, F.: Forensic Fetal Osteology (FFO), Budapest: Akademiai Kiado, 1978. Krogman, W.M. and Iscan, M.Y.: The Human Skeleton in Forensic Medicine (THSFM), Ch.C. Thomas, Illinois (USA), 1986. McMinn, R.M.H. and Hutchings, R.T.: Color Atlas of Human Anatomy, Chicago: Year Book Medical Publishers (USA), 1977. Stewart, T.D.: Personal Identification in Mass Disasters (PIMD), Smithsonian Institution, Wash. (USA), 1970. Stewart, T.D.: Essentials of Forensic Anthropology (EOFA), Ch.C. Thomas, Illinois (USA), 1979. White, Tim D.: Human Osteology (HO), Academic Press, Inc., San Diego (USA), 1991. Lima, Junio 2015