Download DICIEMBRE: Navegar es ofrecer felicidad… desde la barca de

Document related concepts
no text concepts found
Transcript
DICIEMBRE: Navegar es ofrecer felicidad… desde la barca de Jesús.
Ambientación:
Inmersos en este gran misterio de tu venida y desde el silencio que nos
permite escucharte, acompañarte, ayúdanos, Señor, a reconocerte “Dios de
las pequeñas cosas”, a conocerte mejor, a descubrir tu palabra, tu corazón; a
amarte en la sencillez, en los diminutos rumores de la vida de los demás; a
seguirte con pasos cortos pero arriesgados a veces, a veces solos, a veces
con otros, pero siempre cerca, muy cerca de ti.
Que tu nacimiento que es AMOR encarnado nos de la fuerza para aceptar la
belleza del: Amor, Paz, Armonía, Alegría, Realización, Felicidad, Salud y
Prosperidad, en todos los aspectos de nuestra vida. Manifestándose a través de: nuestros amigos, familiares y la vida
misma.
Escuchamos la canción “Ven, Señor Jesús” (Hermana Glenda; CD "A solas con Dios")
Ven, Señor Jesús, porque sin Ti ya no hay paisaje.
Ven, Señor Jesús, porque sin Ti no hay melodías.
Ven, Señor Jesús, porque sin Ti no encuentro paz, nada.
Sin ti, mis ojos no brillan.
La vida es poca cosa sin Ti... La vida es poca cosa.
Ven, Señor Jesús, ven pronto a mi vida, ven pronto, Señor, ven pronto.
Porque sin ti yo no quiero la vida, ya no canto con alma,
ya mis manos no sirven, ya no escucho latidos, ya no abrazo con fuerza,
mi corazón no se ensancha, mi sonrisa no espera. Y todo sin Ti
Nada vale la pena, porque sin ti ya no me llena nada.
Porque sin Ti todo suena vacío; sin Ti, todo me deja tristeza.
Porque sin Ti yo no respiro hondo.
Porque sin Ti todo me cansa.
Porque sin Ti me falta todo y me sobra todo, todo sin Ti sin Ti
Ven, Señor Jesús, ven pronto a mi vida, ven pronto, Señor, ven pronto.
Porque, sin Ti, no me importa mi hermano, no me importa el que sufre,
Porque sin Ti mi corazón es de piedra a quien todo resbala,
acostumbrada a los pobres, acomodada en su casa,
sin jugarse la vida, sin gastarla por nada, sin gastarla por nada.
Ven, Señor Jesús, ven pronto a mi vida, ven pronto, Señor, ven pronto.
Hoy tengo ya mi lámpara encendida
Hoy tengo ya mi lámpara encendida.
Ceñida la cintura, y la alianza en mí dedo vigía;
y la esperanza centinela del alba prometida.
Y arde en mi corazón la dolorida llaga de soledad:
¡lenta es la danza de las horas y lenta tu tardanza!
Dios del venir: ¡Ardiendo está mi vida!
Y me digo: la noche anuncia al Día;
las estrellas al Sol; el suelo al Cielo.
¿A quién anunciará el alma vacía?
Aprenda el Ángel ya su “avemaría”
y encienda el aire blanco de su vuelo.
Dios del venir, mi corazón te ansía!
(Rafael Alfaro)
Pausa
Mc 1, 2-3: “Como está escrito en el profeta Isaías: Yo envío delante de ti a mi mensajero, para que te
prepare el camino. Voz que grita en el desierto: Preparad el camino al Señor. Allanad sus sendas.”
Lc 1, 28-3: “Alégrate, llena de gracia; el Señor está contigo. No tengas miedo María, porque has
encontrado gracia ante Dios.”
Jn 1, 14: Y habitará entre nosotros
Y el Verbo se hizo carne, y habitó entre nosotros, y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre,
lleno de gracia y de verdad.
Juan dio testimonio de Él y clamó, diciendo: Este era del que yo decía: ``El que viene después de mí, es
antes de mí, porque era primero que yo. Pues de su plenitud todos hemos recibido, y gracia sobre gracia.
PALABRA DEL SEÑOR
Silencio… Meditación… Compartir…
Oración: DESPIÉRTANOS
Despierta, Señor, nuestros corazones,
que se han dormido en cosas triviales
y ya no tienen fuerza para amar con pasión.
Despierta, Señor, nuestra ilusión,
que se ha apagado con pobres ilusiones
y ya no tiene razones para esperar.
Despierta, Señor, nuestro silencio hueco,
porque necesitamos palabras de vida para vivir
y sólo escuchamos reclamos de la moda y el consumo.
Despierta, Señor, nuestro anhelo de verte,
pues tantas preocupaciones nos rinden
y preferimos descansar a estar vigilantes.
Despierta, Señor, esa amistad gratuita,
pues nos hemos instalado en los laureles
y sólo apreciamos las cosas que cuestan.
Despierta, Señor, tu palabra nueva,
que nos libre de tantos anuncios y promesas
y nos traiga tu claridad evangélica.
Despierta, Señor, nuestro espíritu,
porque hay caminos que sólo se hacen
con los ojos abiertos para reconocerte.
Despierta, Señor, tu fuego vivo
y enséñanos a vivir despiertos.
(Florentino Ulibarri)
www.reflejosdeluz.net
Related documents