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UNIVERSIDAD CENTRAL DE VENEZUELA
FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS Y SOCIALES.
ESCUELA DE ESTUDIOS INTERNACIONALES.
CÁTEDRA DE HISTORIA DEL PENSAMIENTO POLÍTICO.
SECCIÓN: 41
PROFESOR: POLITÓLOGO. FIDEL CANELÓN [email protected]
PUNTOS EN COMÚN ENCONTRADOS AL COMPARAR
LAS IDEAS DE GANDHI EN “SOBRE EL HINDUISMO” Y
EL IDEARIO Y EJECUTORIAS DE LOS REYES ASÓKA Y
AKBAR. OPINIÓN SOBRE LAS CASTAS EN LA INDIA.
(Examen Trabajo)
AUTOR: T. S. U. HERNÁNDEZ, MARCOS. C.I.12.546.181
[email protected]
Caracas, 2 de noviembre de 2013.
T.S.U. Marcos Hernández
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PUNTOS EN COMÚN ENCONTRADOS AL COMPARAR LAS IDEAS DE
GANDHI EN “SOBRE EL HINDUISMO” Y EL IDEARIO Y EJECUTORIAS DE
LOS REYES ASÓKA Y AKBAR.
“La democracia auténtica sólo puede originarse en la no violencia. La estructura
de una federación mundial sólo puede erigirse basándose en la no violencia, y la
violencia debe ser totalmente desechada de los asuntos mundiales.”
Mohandas Gandhi
Tener la oportunidad de escribir sobre el pensamiento y acción de uno de los
líderes mundiales más influyentes de la historia, significa un placer y un
compromiso inconmensurables, más aún cuando he de comparar sus líneas de
pensamiento político con los de antiguos reyes indios como Akbar el Grande y el
Amigo de los Dioses, Asóka, hombres de fuerte legado, tanto que el último tiene
representación directa en la actual bandera de la India, con el llamado Chacra de
Asóka, que es la rueda que está en el centro de la misma.
En la labor de comparar el pensamiento de Gandhi con el del Rey Asóka, se
encuentra la gran facilidad de identificarlos al estar ambos claramente
influenciados profundamente por el amor a Rama (Dios), el Jainismo y el Dharma,
creencias que se preocupan por el alma humana en su relación con las leyes que
gobiernan la existencia en el universo, con los otros seres vivientes y con su
propio estado respecto a la eternidad, lo que hace obligante el respeto por la vida
ajena, la aplicación de la no violencia y una profunda compasión por todas las
formas de vida.
Si bien se dice que el Rey Asóka cometió fratricidio para poder ascender al poder
y se caracterizó por numerosas y sangrientas guerras de conquista, hasta su más
elevada expresión en la matanza de Kalinga; luego se convirtió en un benevolente
gobernante que procuraba el bienestar de sus súbditos y hasta de los vecinos,
trayendo cierta práctica de la ética en el desempeño de la política, tal y como se le
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endosa a Gandhi el haberse sumergido en la política y haber salido inmaculado
gracias a su práctica ética, esa que le brindaba el respeto a la ley del Dharma. En
la misma línea tanto Gandhi como Asóka, creían en que las diferentes religiones
y/o sectas, eran una misma cosa, el hombre en busca de la divinidad y por ende
se encontraban en el lugar que les impedían las prácticas inmorales, como lo
expresa María Teresa Román López en su trabajo Ashoka, el gran soberano del
imperio Maurya: “Ashoka creía que todos los grupos religiosos predicaban lo
mismo: el orden moral y universal o dharma” (1).
Otro aspecto digno de resaltar como afluente entre las ideas de Gandhi y las de
Asóka, es la de la igualdad de los seres humanos y el rechazo a la disgregación
de un individuo o grupo. Gandhi lo expresa cuando dice: “la intocabilidad es
repugnante a la razón y al instinto de misericordia, piedad o amor” (2), de una
manera similar Asóka aseguró: “La piel, la carne, los huesos, la cabeza, son los
mismos en todos los hombres”(3) significando con eso la igualdad que tienen los
seres humanos y por ende el respeto a la dignidad que ese estado le confiere.
Por el otro lado Akbar “sostenía que las personas son buenas, que no se dejaban
guiar por la desconfianza ni el oportunismo” (4), y se caracterizó por una
“sorprendente confianza en la inteligencia y las virtudes de los hombres antes que
en los supuestos méritos de su raza o culto, instauró una auténtica política de
tolerancia hacia los demás credos distintos del suyo” (5), lo que lo dibuja como un
gobernante respetuoso de la dignidad del ser humano, su política al igual que en
los casos de Asóka y Gandhi, estuvo altamente influenciada por la religiosidad o
los principios de la religión, solo que en su caso ha sido acusado de utilizar la
religión, refiriéndome a como concilió la cultura musulmana y la hindú al crear
estrategias conducentes a mantener el poder y la integración del imperio Mogol.
Al igual que Gandhi, Akbar estaba en contra de “ciertas prácticas retardatarias de
la tradición nativa, como los matrimonios infantiles… y condenó el sacrificio de
animales en ceremonias religiosas” (5), dejando a la vista lo íntimamente ligada
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que está la política a la religión, fenómeno común en todas las culturas, donde los
religiosos se presentan como representantes del poder hasta nuestros días
incluso.
Garman Puyana García, nos dice que: “al emperador le fascinaba el diálogo con
personas ilustradas, en particular cuando tenían creencias distintas a las suyas, ya
que con ellas ampliaba el universo de sus ideas…” (5), otro aspecto que lo
asemeja con el pensamiento de Gandhi
En todos los casos, éstos tres personajes en sus diferentes épocas históricas
donde se desarrollaron, propugnaron la igualdad de los hombres y los derechos
que a éstos deben consagrárseles, lo que va en contra del sistema de castas que
ha imperado en la India por tantos siglos.
En ese particular y tomando en cuenta la tradición y hasta la aceptación sobre el
carácter hereditario de inmovilidad social que establece el sistema de castas indio,
he de decir que es una cultura bastante segregante y clasista, que está en contra
de todo concepto de igualdad humana y que obliga particularmente a los avarna
(los sin casta, a=sin, varna=casta) mejor conocidos como los Parias, Dalits o
intocables, a vivir en las mismas condiciones en que han nacido, sin derecho
alguno a mejoras sustanciales en su calidad de vida, imposibilitando la movilidad
social y en cierto grado promoviendo la endogamia dentro de esa casta.
Si bien es parte de un precepto religioso sagrado del Indostán con más de 2200
años, se riñe a todas luces con la declaración universal de los derechos humanos
y como futuro internacionalista no puedo ampararlo o consentirlo, más este
sistema de castas es en sí mismo expresión de una cultura milenaria y si bien se
debe respetar el derecho de autodeterminación de los pueblos, estoy en el deber
de respetar la autonomía en las decisiones que van más allá de un gobierno o un
estado para ser un mandato aceptado por la mayoría como precepto divino, más
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aún cuando es la base transversal del ordenamiento social ampliamente
observado en la sociedad india
El racismo evidente en la India es un fenómeno muy arraigado en la cultura hindú,
si bien se vio disminuido con la ocupación británica y en la actualidad es
hipócritamente menos observada, es una realidad que marca y delimita la
existencia de una gran cantidad de personas.
Como lo expresa Garman Puyana García, en su escrito Gandhi y la no violencia;
Gandhi “tuvo la osadía de reinterpretar la propia ética hindú en términos del
principio de la inviolabilidad de la vida, de origen jaína, así como del ideal cristiano
del amor a todos los hombres.” (6), retando algunos de los preceptos del
hinduismo al criticar abiertamente el maltrato y humillación humanos, con
expresiones como “una religión que establece el culto a la vaca no puede aceptar
y justificar el boicot inhumano y cruel de otros seres humanos” (7) expresión que
deja expresa la influencia de ideas religiosas exógenas, que de cierta forma
permiten observar un seudo sincretismo hinduista en la conciencia de Mohandas
Gandhi, el cual le convirtió en blanco para los fundamentalistas de esa religión,
quienes incluso con el atentado de Gandhi demostraron lo aceptado que son los
conceptos de superioridad del Indostán, la organización social preexistente, la
distribución geográfica de las castas en el territorio indio y la no disposición a
renunciar a la misma, lo cual particularmente fue el detonante final de la muerte de
Gandhi.
A manera de conclusión, me limito a expresar que la dignidad del ser humano no
puede verse limitada bajo ningún aspecto, por sagrado que éste sea, más
basándome en la realidad india y en la estabilidad que se presenta en dicha
sociedad, es poco productivo una opinión contraria a un hecho pleno en ejercicio
que es aceptado de facto y que hasta ahora es parte común en un estilo de vida
pacífico y particular de una nación extranjera.
T.S.U. Marcos Hernández
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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Y ELECTRÓNICAS
1. ROMAN LOPEZ, Ma Teresa, “Ashoka, el gran soberano del imperio
Maurya”, revista Espacio, tiempo y forma. Serie II, Historia antigua,
Universidad Nacional de Educación a Distancia, UNED. Departamento de
filosofía, Madrid, España 1988. Pág. 136.
2. GANDHI, Mahatma: “Sobre el hinduismo”, Siruela, Madrid, Pág. 24
3. ROMAN LOPEZ, Ma Teresa, “Ashoka, el gran soberano del imperio
Maurya”, ibídem 1. Pág. 131.
4. Neudecker, Michael. Akbar, el señor de la India, Publicado el 27 de
Noviembre 2012 por http://vidayeltiempo.blogspot.com/2012/11/akbar-elsenor-de-la-india.html
5. GARMAN PUYANA GARCÍA., en la India, Akbar y los grandes mogoles
tomado
del
web
site:
http://asiapacifico.utadeo.edu.co/wp-
content/files/akbar_y_los_grandes_mogoles.pdf
6. Puyana García, Garman, Ghandhi y la no Violencia, del libro India, un
universo fascinante, tomado del documento PDF descargable en el link:
https://www.google.co.ve/url?sa=t&rct=j&qinante.
=&esrc=s&source=web&cd=2&cad=rja&ved=0CDQQFjAB&url=http%3A%2
F%2Fasiapacifico.utadeo.edu.co%2F%3Fdl_name%3Dgandhi_y_la_no_viol
ecia__ultima_version_.pdf&ei=dG12UtyrF6fFsAS9rYHQBA&usg=AFQjCNF
FB3GOcAR4euLJWMDgV7F0m9yqg&sig2=b5azYEF_Ie1vb1R4XHryuw&bvm=bv.55819444,
d.eW0
7. ROMAN LOPEZ, Ma Teresa, “Ashoka, el gran soberano del imperio
Maurya”, ibídem 1. Pág. 24.
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